Coordinadora de Solidaridad y Derechos Humanos Europa-Perú DIML. Fürtherstr. 22, D- 90429 Nürnberg, Alemania Tel: (49)911-267942 Fax: 265974 E.mail: DIML@LINK-N.CL.sub.de http://www.derechos.org/diml/ Declaración pública El drama de los rehenes en Lima: ¡Por una solución pacífica y trascendente ahora! Casi tres meses después de la ocupación armada de la residencia del embajador de Japón en Lima por parte de un comando del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, todavía no hay señales de una solución a esta crisis. La Coordinadora de Solidaridad y Derechos Humanos Europa-Perú exige al gobierno peruano y al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru terminar con el drama de los rehenes, y dirigir las actuales negociaciones hacia una solución pacífica. El fin de la insoportable situación de incertidumbre y miedo que pasan cada día las 72 personas en cautiverio no debe prolongarse por más tiempo. Nosotros estamos convencidos de que todavía es posible una solución pacífica. Creemos que una solución pacífica debe servir al mismo tiempo como fundamento para el desarrollo de la pacificación nacional y la justicia en el Perú. El dilema esencial de las negociaciones está en la intransigencia con la que ambas partes se sujetan en sus puntos de vista en relación a los miembros y a los sospechosos de ser miembros del MRTA que se encuentran presos. El MRTA insiste en la liberación de sus compañeros encarcelados. El gobierno del presidente Fujimori no quiere dejar precedentes de haber cedido a chantajes, para que con esto su imagen de inflexible luchador contra el terrorismo no quede dañada. Estas irreconciliables posiciones han conducido a un estancamiento y endurecimiento que sólo podrían encaminarse a una solución, si la toma de rehenes, se coloca en relación con los grandes problemas de los derechos humanos en el Perú. A estos problemas pertenecen los siguientes cuatro aspectos en particular: 1. Las condiciones de prisión Desde hace muchos años las organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales, e inclusive la ONU, denuncian las frecuentemente inhumanas condiciones de las cárceles peruanas. Las más evidentes deficiencias de las prisiones son las extremas condiciones del clima, la incomunicación, las restricciones de las visitas, así como las condiciones higiénicas catastróficas y la escasez de protección con respecto a las agresiones de los otros presos y de los vigilantes. Un cambio de la situación descrita siempre ha sido prometido, pero nunca se ha cumplido. Se requiere un mejoramiento real y supervisado de las condiciones de todos los presos en general, no solamente para los del MRTA. La incomunicación de los presos del MRTA, que se agravó después de la toma de los rehenes, debe terminar. Debe permitirse nuevamente a la Cruz Roja Internacional y a los familiares de los presos, visitar las diferentes cárceles del país. Eso sería una importante señal de negociaciones positivas y definitivas. Estos cambios no deben ser interpretados como concesiones o debilidad del gobierno, ya que las exigencias de mejoramientos de las condiciones de prisión fueron planteadas desde hace tiempo por muchos observadores independientes. Como estas mejoras cuestan dinero, la comunidad internacional podría también facilitar un aporte financiero con lo que contribuiría a solucionar la crisis actual. 2. Procesos justos Como lo han comprobado diversos juristas independientes, como por ejemplo, la Comisión Goldmann en 1994, la mayoría de las personas encarceladas por "terrorismo", acusadas de ser miembros o de apoyar a Sendero Luminoso o al MRTA, han sido condenadas sin un proceso justo. En los juicios sumarios a cargo de juzgados militares o civiles de "jueces sin rostro" (quienes juzgan y sentencian separados de los acusados por un muro de vidrio que los hace "invisibles") los acusados a menudo no tuvieron un defensor de su elección, o también ocurrió que la acusación les fue entregada poco antes de la sentencia, impidiéndole la posibilidad de defenderse oportunamente. Estos procesos rápidos produjeron miles de sentencias en serie. Algunas denuncias no comprobadas sirvieron en los juzgados para que los acusados en el lapso de pocas horas, fueran condenados a años de prisión o de cadena perpétua. Como la ONU condenó también este procedimiento, el gobierno peruano prometió varias veces el fin de estas prácticas, lo cual hasta ahora no ha sido cumplido. En lugar de esto un congresista oficialista después de la toma de los rehenes, propuso que los jueces sin rostro continúen por un año mas. Esto debe ser impedido. La inmediata derogación de estos procesos rápidos y parcializados, y la garantía de procesos justos para todos los acusados podría ser una alternativa para la liberación de los presos del MRTA. Sin embargo esto no sería suficiente para una rápida solución del drama de los rehenes. 3. La Reactivación del trabajo de la Comisión de Indultos Las organizaciones peruanas de Derechos Humanos calculan que a través de esta "justicia rápida" fueron condenadas alrededor de mil personas inocentes. El presidente Fujimori también ha aceptado esto, y el año pasado conformó una comisión con la tarea de evaluar los casos de las personas inocentes condenadas, la que en los casos pertinentes debe proponerle a él el indulto. Bajo este procedimiento hasta el 17 de diciembre de 1996, fecha de la toma de la sede diplomática, fueron liberadas 110 personas. Desde la ocupación de la residencia diplomática el trabajo de la comisión ha sido interrumpido. Sin embargo recientemente su tarea fue prolongada por otros seis meses. La comisión podría ser reactivada y revisaría básicamente los casos de los presos del MRTA. En los casos de errores de comprobación de culpa, o en los casos de delitos menores, la comisión podría proponer el indulto, sin perjuicio a las pretensiones de los sentenciados a una revisión de los procesos, bajo condiciones procesales justas. 4. Amnistía para los miembros del MRTA que han tomado la residencia diplomática Una gran parte de la opinión pública peruana, incluso una parte de la oposición política se sentiría descontenta con razón, frente a una amnistía general para los miembros o simpatizantes del MRTA. La amnistía general que el presidente Fujimori promulgó directamente después de su reelección en 1995, para todos los delitos cometidos por parte de los militares y policías, durante la lucha contra el terrorismo es calificada en general como una grave violación de la ley y del Estado de Derecho. La opinión pública peruana que se pronunció fuertemente contra la ley de amnistía para los agentes del Estado violadores de los derechos humanos, no quiere que nuevamente, esta vez por el otro lado, se ejerzan presiones sobre la justicia para sustraer a responsables de crímenes del castigo correspondiente. Sin embargo una solución al drama de los rehenes sin amnistía para el comando del MRTA dificilmente es imaginable. Las actuales propuestas del gobierno incluyen evidentemente esta posibilidad de amnistía. Como la voluntad hacia una incorporación del MRTA a la vida política legal fue anunciada, una semejante amnistía bajo las circunstancias sería una solución política adecuada. Formulamos como propuesta adicional: Reforzamiento de la Comisión de Garantes Independiente No todos los elementos de una solución definitiva son alcanzables a un corto plazo. Porque incluyen problemas que existen desde hace tiempo, la solución de estos problemas necesita también tiempo. El drama de los secuestrados, en cambio, es un problema que debe resolverse en un muy corto plazo. Aquí queda la importancia de una Comisión de Garantes Independiente, que goce de la plena confianza de ambas partes, para poder garantizar acuerdos confiables sobre medidas futuras. Considerando que ya están involucrados directamente gobiernos extranjeros, la participación de instancias internacionales en la comisión de garantes independiente sería un elemento muy importante La Coordinadora de Solidaridad y Derechos Humanos Europa-Perú exhorta a los ocupantes de la embajada que liberen inmediatamente a los rehenes. Exhortamos al gobierno del Perú, que con negociaciones transparentes y constructivas facilite el camino para la solución pacífica de esta crisis. Los 72 rehenes no deben ser por más tiempo piezas de un juego de fuerza. Nürnberg 14 de marzo de 1997 Esteban Cuya Rainer Huhle Coordinadora de Solidaridad y Derechos Humanos Europa-Perú