EQUIPO NIZKOR
Información

DERECHOS


19mar01


Los saharauis celebran con tambores de guerra el XXV aniversario de la proclamación de su República.

Por Rocío Castrillo


Este artículo fue publicado en la revista española "Cambio16" en su número 1528 de 19 de marzo de 2001. En Marruecos su circulación fue prohibida de hecho, impidiendo su distribución a los puntos de venta por instrucciones verbales administrativas.

El pueblo saharaui está en pie de guerra. Un ejército compuesto por 30.000 soldados, carros de combale, misiles y defensas antiaéreas se prepara para enfrentarse al invasor marroquí. El pasado 22 de diciembre, el Frente Polisario declaró la ruptura del alto el fuego firmado con Marruecos en 1991. y anunció que ésta se haría efectiva si el rally Paris-Dakar cruzaba territorio saharaui. Así ocurrió y el alto el fuego está oficialmente roto. aunque, por el momento. no ha habido disparos.

El ambiente que se respira en los campamentos indica que la paciencia de tos refugiados saharauis ha tocado techo. El Ejército de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha desplegado unidades militares a lo largo del muro que separa los territorios ocupados por Marruecos de la zona conquistada por el Polisario. y desde el 7 de enero se ha restringido el movimiento de la MINURSO (Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental), según han confirmado a CAMB1016 fuentes militares.

Durante el año 2000. y en previsión de un inminente retorno a la guerra con Marruecos, los saharauis realizaron ocho maniobras militares junio al muro. «Consisten en determinar un punto concreto de ataque, entrando en juego una región militar que pasa de una situación defensiva a otra ofensiva. Intervienen todas las unidades del Ejército --infantería. artillería, antiaéreos--. que atacan y ocupan la zona previamente designada", detalla la misma fuente militar. El Ejército de la RASD está formado por siete regiones militares, cada una de las cuales se encarga de la defensa de una parte de los territorios liberados por el Frente Polisario durante la guerra que lo enfrentó a Marruecos entre los años 1975 y 1991.

Desafío militar

El desafío de los 250.000 habitantes que pueblan los campamentos de refugiados de Tinduf, en el desierto argelino, se hizo patente el pasado 27 de febrero durante el desfile militar conmemorativo del XXV aniversario de la proclamación de la RASD. Los rostros de ancianos, jóvenes y niños, hombres y mujeres, civiles y militares, cubiertos de arena y abrasados por el sol del desierto, resplandecían de orgullo ante el paso de tanques, misiles, defensas antiaéreas y la artillería del Ejército saharaui, que marchaba solemnemente ante Mohamed Abdelaziz y las delegaciones extranjeras invitadas. La multitud irrumpió en aplausos cuando el presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario se refirió al espíritu de lucha de su pueblo. «Estamos dispuestos a seguir defendiendo nuestros derechos de lograr la independencia de nuestro país y la expulsión de los últimos soldados invasores de todo nuestro territorio nacional».

Una independencia que el pueblo saharaui está dispuesto a conseguirá toda costa, y que la comunidad internacional le niega año tras año con los continuos aplazamientos de un referéndum de autodeterminación que la ONU prometió en 1991. cuando firmaron el alto el fuego con Marruecos después de 15 años de guerra. Dos meses es el tiempo que los saharauis han dado a Naciones Unidas «para que impongan la legalidad internacional a la voluntad intransigente y colonialista del régimen expansionista de Marruecos», según escribe en un artículo que publicamos Junto a este reportaje Brahim Gali. miembro del Secretariado Nacional del Frente Polisario y delegado saharaui para España.

Los refugiados saharauis -unos250.000- se reparten en cuatro campamentos situados en la hamada, la zona más estéril del desierto argelino, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Tinduf. Son pueblos formados por rudimentarias construcciones de adobe y jaimas o tiendas de campaña, donde la luz llega gracias a las placas solares que regalan muchos ciudadanos españoles. Se cocina en bombonas de gas argelino y se bebe el agua que reparte diariamente un camión cisterna. Los campamentos llevan los nombres de las ciudades del Sahara occidental ocupadas por Marruecos en 1975: El Aaiún. Smara. Dajia y Auserd.

El ambiente está que arde durante la celebración de los actos conmemorativos del XXV aniversario de la RASD. Los testimonios recogidos por esta enviada especial demuestran el agotamiento del pueblo saharaui. «Creíamos que las negociaciones iban a tener un resultado positivo, pero a partir de ahora no estamos dispuestos a aguantar más, Si no se celebra el referéndum pronto, emprenderemos la lucha», declara Banna Chej, jefa -alcaldesa- del barrio Angala. en El Aaiún. «Mi marido cayó en el frente y, si hace falta, estoy dispuesta a dar a mis hijos para liberar al Sahara».

Como tantas mujeres saharauis, Banna es una madre coraje, «Yo misma iré a luchar. Desde que llegué a este campamento, huyendo de los marroquíes a través del desierto y cargada con seis hijos pequeños, he llevado un traje militar puesto. He recibido instrucción militar, sé manejar cualquier arma y no tengo miedo. Que quede bien claro, a Marruecos. a Naciones Unidas y a lodo el mundo. aquí sólo hay dos soluciones: la independencia o la guerra», expresa en tono vehemente.

«¿Que no tenemos armas? ¿Cree usted que eso que está desfilando es de juguete?". indica Salee Fdeid, un militar jubilado que ahora trabaja en el Ministerio de Transportes saharaui. señalandolos tanques que avanzan desafiantes en el árido desierto. «Eso es lo que dicen los marroquíes, que no podemos luchar, que no tenemos armas ni gente. Quieren hacer creer al mundo que no somos nadie y que los campamentos de refugiados están vacíos. Una falsedad más grande que este desierto. Mire aquí: hay miles de jóvenes dispuestos a luchar por su tierra, y niños, muchos niños, que son la esperanza del futuro», indica el mismo interlocutor.

«Además de las armas, lo que importa es la valentía», interviene un miembro de la guardia del presidente Abdelaziz. "Puede que ellos --los marroquíes-- tengan un ejército más grande que el nuestro, pero son cobardes. Eso ya quedó demostrado en la guerra que nos enfrentó durante tantos años, y volverá a demostrarse si empuñamos de nuevo las armas», argumenta.

Civiles y militares explican a los extranjeros que no están dispuestos a soportar otra sarta de promesas incumplidas, con aplazamiento sine die del prometido referéndum. La tensión se palpa en los comentarios de los uniformados presentes durante el lento transcurrir del desfile de infantería y armamento -más de tres horas- bajo el sol del desierto. «Lo que están viendo no es ni la cuarta parte de lo que tenemos», comentan a un grupo de periodistas. «Estuvimos 15 años de guerra con Marruecos, pero no pudieron derrotarnos. Si firmaron el Plan de Paz fue porque se dieron cuenta de que no conseguirían vencernos», añade orgulloso uno de ellos, «Y tendrán de nuevo ocasión de comprobar la capacidad que tenemos para luchar, como la ONU no se dé prisa en convocar el referéndum».

Como dice una impactante campaña publicitaria de la ONG Manos Unidas, «Las injusticias de hoy son las guerras de mañana». En este sentido, e! representante del Frente Polisario en la MINURSO. M'Hamed Jadad. quiere hacer constar a CAMBI016 el sentimiento de frustración que embarga al pueblo saharaui. «Nuestra gente se ha sacrificado viviendo en el desierto argelino durante más de 25 años. Desde 1991 hay un Plan de Paz que contempla la autodeterminación del Sahara, pero no se aplica, así que tomaremos las medidas necesarias, incluido el recurso a las armas.

No desafiamos a nadie -puntualiza-, no queremos la guerra, pero nos están abocando a ella. La comunidad internacional tiene que decir claramente la verdad, porque este pueblo no está dispuesto a seguir la comedia durante más tiempo».

Como toda la dirección del Frente Polisario. M'Hamed Jadad rechaza sin contemplaciones la llamada «tercera vía» a la que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se refirió en su último informe sobre el Sahara occidental, emitido el pasado día 20 de febrero: la negociación de una autonomía amplia para la ex colonia española, que seguiría bajo la soberanía del reino alauita, «La propuesta es ilegitima e inaceptable para nuestro pueblo, que lleva luchando 25 años, y seguirá otros 25 más si es necesario. No podemos cooperar con el secretario general de la ONU si la vía que propone para solucionar el problema es la autonomía», aclara M'Hamed Jadad.

El representante Polisario en la MINURSO añade que este organismo de la ONU ha empleado diez años de trabajo en la elaboración del censo de votantes y ha invertido en la misión más de 500 millones de dólares. «¿Para qué ha servido, entonces, tanto esfuerzo y tanto dinero?», se pregunta. «Nuestra impresión es que. para la ONU, el referéndum era bueno porque pensaban que Marruecos podía ganarlo, pero como se han dado cuenta de que eso es imposible, ahora intentan aparcarlo como solución y apostar por ese invento de la tercera vía», concluye.

Solución ilegal

La Plataforma Internacional de Juristas por el Sahara, formada por expertos en leyes de 40 países del mundo, sostiene que la solución autonómica no se ajusta a la legalidad, y la considera ilícita desde el punto de vista del derecho internacional.

Así lo argumenta su secretario general, el fiscal español Felipe Briones. «En su último informe, la ONU exige a Marruecos dos meses para que se produzca una restitución de la autoridad gubernamental, que es una fórmula jurídica referida a un conflicto interno. Pero el problema del Sahara no es un conflicto interno, sino un asunto de descolonización», explica.

«Aquí radica la ilegalidad del tratamiento que, por primera vez, Naciones Unidas está dando a este asunto. Da la impresión -puntualiza este experto- de que la propia ONU quiere crear el escenario para que avance definitivamente la solución autonómica, que no está contemplada en el Plan de Paz de 1991».

Felipe Briones asegura no entender el papel de dejadez de España en el problema de su antigua colonia, «Portugal ha ganado mucho prestigio internacional por su actuación en Timor, y España podía haber hecho lo mismo con el Sahara; es decir, exigir a la ONU que convoque el prometido referéndum».

Con la solicitud del referéndum, a juicio del fiscal Briones, el Gobierno español se apuntaría un doble tanto: ganaría prestigio externo y sumaria credibilidad interna, «ya que está clarísimo que la opinión pública y la ciudadanía española desean la independencia del pueblo saharaui. Miles de españoles ayudan al Sahara a través de las asociaciones de amigos, y no desperdician la ocasión para pedir al Gobierno que salde la deuda que España tiene con este pueblo. En este contexto, la pasividad del Ejecutivo no tiene explicación».

Sólo hay una explicación desde el punto de vista de un alto dirigente del Frente Polisario; las complicadas relaciones franco-españolas, marcadas por el terrorismo etarra. «Francia es una histórica aliada de Marruecos y no quiere la independencia del Sahara, que le haría perder peso en el Norte de África, un área tradicional de influencia francófona. Y aquí entra el terna de ETA, un asunto que Francia siempre utilizará para conseguir favores de España».

La misma fuente asegura que la pasividad de nuestro país llega a perjudicar sus propios intereses económicos, en referencia al problema pesquero. «El caladero más rico que tiene Marruecos no es suyo. sino saharaui. El presidente Ahdelaziz ha hecho saber de forma oficial al Ejecutivo español que el gobierno de un Sahara independiente privilegiaría a la flota española en los acuerdos pesqueros que firmara con terceros países para faenar en sus caladeros. No podemos comprender -puntualiza- por que España y la Unión Europea están negociando un acuerdo pesquero con Marruecos referido a aguas que no son marroquíes, sino saharauis».

El abandono del Gobierno español a su ex colonia se hizo patente, una vez más, en la conmemoración del XXV aniversario de la RASD. Pese a estar oficialmente invitado, ningún representante del gabinete Aznar acudió a las celebraciones. «Desgraciadamente, no vinieron porque no reconocen a la RASD», lamenta Brahim Gali.

La ausencia del Gobierno contrastaba con la activa presencia de amigos españoles del pueblo saharaui, cooperantes humanitarios, políticos de la oposición y representantes sindicales. Estaban el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; la diputada del PSOE Leire Pajin; el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa; y el parlamentario nacional del PNV Iñaki Anasagasti, además de una nutrida representación de alcaldes de izquierda y diputados autonómicos.

[Fuente: Revista Cambio16, Nº 1528, Madrid, España, 19mar01]

DDHH en el Sahara Occidental

small logo
Este documento ha sido publicado el 10may01 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights