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06nov16


El Almirante Srur afirma que encontró micrófonos ocultos en despachos del almirantazgo


El almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, tiene claro el rumbo de la Armada Argentina y el perfil de sus miembros: «Profesionales», garantiza. Designado el pasado mes de enero jefe del Estado Mayor General de la Armada, por el presidente Mauricio Macri, una de las primeras sorpresas que descubrió al instalarse en el emblemático edificio Libertad, de Buenos Aires, fue «la presencia de micrófonos ocultos en la mesa» de uno de los salones de reuniones -donde se celebra la entrevista- y «en el comedor» privado.

«Cámaras no hallamos», observa antes de aclarar que «la tecnología no era de última generación pero, por el cableado, es evidente que se tomaron su tiempo» para hacer la instalación.

«Después de hacer un barrido completo, creo que el edificio está limpio», comenta algo sorprendido por las preguntas que, finalmente, ponen de manifiesto que en Argentina deben de ser pocos los que han estado a salvo de escuchas ilegales.

Los argentinos, dados los antecedentes inmediatos con el teniente general Milani [exjefe del Ejército acusado de espiar a políticos, jueces y periodistas durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner] desconfían de los servicios de inteligencia militares.

Todas las fuerzas tienen su dirección general de inteligencia. Obviamente, están limitadas por la ley y las normas. No se puede, ni se debe, ni permitimos que se haga inteligencia interna. La Armada no ha sido cuestionada por ello. Sobre la actuación del teniente general Milani no puedo opinar porque la desconozco. Yo sé cómo trabajó mi Dirección, no la del Ejército.

Srur, de 59 años, era «un joven cadete naval» en la última dictadura militar (1976-83). La Marina, reconoce, fue considerada la Fuerza más «dura» durante los años de plomo y recuperarse no ha sido una misión fácil. «Hemos leído la historia -reitera-, se conocen los nombres y apellidos de los que la hicieron», pero «ésta -insiste- es otra Armada».

¿Qué imagen cree que tienen los argentinos de ustedes?

Los argentinos entienden que esta Armada es nueva y el pasado ya no nos condena. Hoy día, la sociedad, nos ve de otro modo, nos identifica con los apoyos que ofrecemos frente a catástrofes, incendios, inundaciones… Estamos con el pueblo y la gente nos ve como lo que somos, parte de la sociedad. Para ilustrarlo nos podemos remitir al 10 de julio, día del desfile militar. Fuimos excelentemente recibidos pero, además, año tras año aumenta el número de jóvenes que se inscriben en la Escuela Naval.

¿Cómo analiza hoy el papel de la Armada durante la última dictadura (1976-83)?

Tuvo una participación intensa y fue considerada la más dura, pero no me corresponde juzgar a mí sino a la Justicia. No olvidemos que aquellas decisiones fueron de las autoridades militares de ese momento, no de las de ahora.

Se dieron órdenes para secuestrar, torturar, asesinar y la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) se convirtió en un centro clandestino de detención…

Se supone que un mando no puede dar esas órdenes. En esa época yo era un joven cadete naval. No me puedo hacer responsable por las cosas que pasaron entonces. Que quede claro. Y también, que yo nunca podría dar una orden de ese tipo… Hoy sería imposible que uno de nosotros diera una orden de esa naturaleza y que alguien la cumpliera sin preguntar por qué lo tiene que hacer.

Durante el Gobierno anterior (de Cristina Fernández de Kirchner) la Esma se utilizó, entre otras cosas, para que Hebe de Bonafini (titular de la asociación de Madres de Plaza de Mayo) diera clases de cocina. ¿Cuál debería ser el destino de la Esma?

Son decisiones políticas. Yo lo veo más como un lugar histórico que para realizar otro tipo de actividades.

¿Qué rumbo tiene pensado para la Armada?

Esta Marina es y tiene que ser de profesionales y no de amigos. Para hacer amigos el ámbito es otro. Mi interés es cualitativo antes que cuantitativo. Prefiero gente totalmente convencida de que esto es una profesión y no un trabajo para gente que viene a fichar con una tarjeta.

¿Qué asignaturas tiene pendientes la Marina?

Los objetivos a cumplir o lo que me preocupa son el personal, la educación y operar adecuadamente con los medios que tenemos. Lo peor que puede suceder durante una gestión es no cumplir con los objetivos y lo peor, una vez finalizada la gestión, que no haya continuidad. Pero siempre va a haber asignaturas pendientes.

Ha pasado mucho tiempo y sigue resultando un desafío entender actuaciones durante la dictadura como la del difunto Emilio Eduardo Massera, excomandante de la Armada y miembro de las Juntas Militares [considerado el más cruel de todos] ¿Qué explicación le encuentra?

Habría que saber los intereses personales, profesionales y a nivel político que tenía en ese momento para adoptar las decisiones que adoptó. Posiblemente pudo haber querido demostrar que tenía poder y fuerza, que podía hacer lo que quería. No creo que alguien mate porque sí o tomé decisiones como las que él tomó sin que tenga algún objetivo ulterior personal que desconozco… Quizás quiso decir: Acá estoy yo pero puedo estar equivocado.

[Fuente: Por Carmen de Carlos, ABC, Madrid, 06nov16]

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