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27oct10


El ferroviario Pérez señaló a cinco de los agresores e incriminó al barrabrava preso por los disparos


Un detenido acusó ayer, en su declaración indagatoria, a dirigentes de la Unión Ferroviaria, el gremio que conduce José Pedraza, de haber participado de los incidentes que terminaron con la muerte del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra, la semana pasada.

Entre los sindicalistas a los que comprometió el empleado ferroviario Juan Carlos Pérez se encuentra Pablo Díaz, delegado de la línea Roca, que también está preso. Pérez dijo que Díaz lo había convocado para impedir el corte de vías que tenían previsto realizar los trabajadores tercerizados.

Además, Pérez complicó a Cristian "Harry" Favale, el barrabrava detenido el domingo, acusado de ser el autor material del crimen. "Harry decía: ?Yo lo puseŽ", relató Pérez en la indagatoria, según testigos de la declaración. El detenido declaró duante cuatro horas. Parte de ese tiempo lo pasó frente a un televisor instalado a las apuradas en el despacho de la jueza Wilma López, en el quinto piso de Tribunales.

Sobre "Harry" Favale, el detenido aclaró que no lo vio disparar y que los tiros también venían del bando contrario. Anteayer, Pablo Díaz, el otro preso, también había dicho que hubo disparos del otro lado.

Según su abogado Carlos Froment, Díaz afirmó que otro ferroviario, al que identificó, le comentó que alguien les disparaba a cubierto de un gran basurero y que guardaba el arma en una mochila.

La jueza y la fiscal Cristina Caamaño analizaban el descargo de Pérez, pero también las evidencias que llevaron a su arresto, como las imágenes de TV en las que aparece guardando algo entre su camisa y su pantalón. Pérez dijo que se acomodaba la ropa, las llaves, la billetera y el teléfono, que se le caían tras la corrida, pero las autoridades creen que pudo haber ocultado un arma.

Los investigadores sospechan, a partir de indicios incorporados en la causa, que Pérez se habría llevado las armas usadas en el ataque. Además, dos testimonios indicarían que habría pagado a los barrabravas convocados, dijeron fuentes del caso. Por lo menos dos de esos barrabravas aparecieron armados. Uno sería Favale. El otro, que sería acusado de ser uno de los presuntos tiradores, Aldo Amuchástegui.

También empleado ferroviario, Amuchástegui fue registrado por las cámaras del canal C5N en momentos previos al ataque. Uno de los diez testigos que declararon en las últimas horas describió a un hombre de características similares a Amuchástegui que supuestamente ocultaba un arma debajo de su remera gris clara.

El testigo dijo que tenía tatuajes en los brazos y medía 1,80. Esta descripción coincidiría con la del encargado de la reparación de vagones de los talleres de Remedios de Escalada, que, además, sería barrabrava de Banfield. Algunos disparos fueron realizados con un revólver calibre 38. La Justicia secuestró dos proyectiles de ese calibre, uno en el lugar de los trágicos incidentes y el otro, del cuerpo de Ferreyra.

Los otros disparos fueron realizados con una pistola calibre 9 mm, según dijo a LA NACION Ariel Pintos, otro de los heridos. Pintos explicó que vio a un hombre con una pistola plateada de esas características en el momento del ataque.

Pérez, de 37 años, que cumplía horario de 14 a 22 en los talleres de Remedios de Escalada, dijo a su abogada María Cristina Benítez Morel que tenía miedo por él, su mujer y sus dos hijas, porque no sabe si los ferroviarios pueden tomar represalias luego de su indagatoria.

"«Yo lo puse», decía Harry", relató el ferroviario detenido al recordar lo que le dijeron sus compañeros de trabajo cuando retomaron sus tareas al día siguiente del violento enfrentamiento ocurrido en Barracas, el miércoles pasado.

Con un beso

Pérez comentó que el delegado de la línea Roca, Pablo Díaz, preso como el reclutador de la patota de barrabravas y trabajadores que se reunieron para evitar el corte de vías de los tercerizados, lo llamó por teléfono para que integrara el grupo de choque. Dijo que vio cuando llegaban en dos columnas separadas: Pérez por un lado y "los pibes de Harry" por el otro. Cuando se encontraron se abrazaron y saludaron con un beso en la mejilla. Luego de intercambiar unas palabras, se subieron a un automóvil gris, relató.

Favale es un barrabrava que dice que buscaba trabajo con los ferroviarios y por eso se había acercado al gremio.

Según expuso en la indagatoria de ayer, Pérez lo conocía porque desde hacía un mes controlaba la puerta de los talleres de Remedios de Escalada y cada vez que entraba en un auto le decían que lo dejara pasar, como alguien conocido.

Dijo que la tarde del ataque estaba frente a Favale y que sintió los disparos a sus espaldas, por sobre su hombro, y los confundió con el estallido de un cohete de pirotecnia conocido como "tres tiros". Además de a Favale y Díaz, Pérez habría mencionado a Amuchástegui, entre otros dirigentes sindicales.

Ayer, los ferroviarios Jorge González y Claudio Arcorel, que aparecieron en las imágenes del ataque, presentaron un pedido de eximición de prisión para presentarse a declarar sin riesgo de quedar presos, pero la jueza López rechazó esa pretensión.

Tras la declaración, Pérez vio los videos del enfrentamiento donde se lo ve con jean, camisa a cuadros y mocasines. Pérez se reconoció y marcó a los que conocía.

Luego fue sometido a una rueda de reconocimiento, de la que participaron media docena de testigos. Las fuentes dijeron que no había sido identificado como el que disparó.

[Fuente: La Nación, Bs As, 27oct10]

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