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17jun13


6- Fundamentos de la sentencia en el caso Ferreyra


CUARTO:

Hechos

Se encuentra debidamente acreditado que el 20 de octubre de 2010, pasadas las 13:35hs., y antes de las 13:39hs., sobre la calle Pedro de Luján, entre Santa Elena y Perdriel, de esta Ciudad, Cristian Daniel Favale y Gabriel Fernando Sánchez efectuaron disparos contra un grupo indeterminado de personas conformado por trabajadores tercerizados, quienes reclamaban por sus condiciones laborales, acompañados por diversas agrupaciones políticas y sociales, provocando la muerte Mariano Esteban Ferreyra y severas lesiones a Magalí Elsa Rodríguez Sosa.

Ese día los manifestantes referidos reclamaban por la reincorporación de compañeros que habían sido despedidos y el pase a planta permanente de quienes eran tercerizados. Para ello, pretendían cortar las vías a la altura de la estación Avellaneda; mientras que el otro grupo de entre cien (100) y ciento veinte (120) personas, identificadas con la Unión Ferroviaria, pretendía que no se hiciera etectiva la interrupción de las vías férreas.

De igual modo, se probó que el sector conformado por empleados ferroviarios fue convocado a esa manifestación, convocatoria, que se formalizó por medio de los delegados y por iniciativa de superiores jerárquicos del sindicato, a través de Pablo Marcelo Díaz.

El conflicto tuvo inicio en la estación Avellaneda, ubicada en el partido homónimo de la provincia de Buenos Aires cuando, aproximadamente a las 10.00, el grupo de tercerizados se reunió en la sede del Partido Obrero de la mencionada localidad, ocasión en la que, ante la presencia de gente de la Unión Ferroviaria sobre las vías y sus inmediaciones, decidió tomar rumbo hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Así fue que, alrededor de las 11.20, el contingente de tercerizados y sus adherentes resolvió tomar la calle lindera a las vías en dirección al Riachuelo. Siendo que promediando las 12.15, comenzaron a desplazarse hacia la Capital Federal, custodiados por la policía bonaerense. Paralelamente a ello, el segundo grupo, que respondía a la lista verde de la Unión Ferroviaria, los seguía desde el terraplén y por las vías para evitar el pretendido corte, mientras acompañaba este recorrido personal de la División Roca de la P.F.A. y otras dependencias de la misma fuerza.

Al finalizar el cruce del puente Bosch, ya en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un grupo intentó acceder a las vías, pero fue repelido, mediante insultos, piedras y otros objetos contundentes por los ferroviarios, estos últimos ubicados en la parte elevada del terraplén. Al mismo tiempo, la Policía de la Provincia de Buenos Aires los repelió con balas de goma. Ante estos acontecimientos, y luego de un desbande, los tercerizados, y manifestantes, se reorganizaron en una pequeña plazoleta ubicada sobre Pedro de Luján, y luego se dirigieron al cruce de esta arteria con Santa Elena, donde se detuvieron a comer en una pequeña parrilla callejera ubicada en las inmediaciones, donde curaron sus lastimaduras que les habían provocado las piedras que impactaron en algunos de ellos. Una vez recuperados, convocaron a una asamblea informal para decidir el curso de acción a seguir y resolvieron desconcentrarse. A la vez, el otro grupo se ubicó en las vías, a la altura del puente ferroviario que se eleva sobre la calle Luján, en tanto algunos descendieron al terraplén y a la citada arteria.

Posteriormente al contingente que respondía a la lista verde de la Unión Ferroviaria, que se encontraba sobre las vías, se le unió un nuevo grupo de personas jóvenes que llegó caminando desde la estación Hipólito Yrigoyen, encabezadas por Cristian Daniel Favale, éstos se encaminaron hacia donde estaba Pablo Marcelo Díaz, previo contacto con Claudio Gustavo Alcorcel.

Mientras los tercerizados se estaban desconcentrando, desde el otro grupo se enunció la consigna "¡vamos, vamos!", con la intención de atacar a quienes habían pretendido cortar las vías. Así, casi cien personas del grupo ferroviario descendieron primero caminando y luego avanzando a la carrera por la calle Luján.

Cuando se produjo el descenso del numeroso conjunto de hombres que movilizó la Unión Ferroviaria, dos de sus integrantes, Francisco Salvador Pipitó y Jorge Daniel González, acompañados por otras personas se aproximaron a un equipo de prensa del canal televisivo C5N, compuesto por una periodista, un camarógrafo y un ayudante. Estos últimos fueron amedrentados por los nombrados para que no tomaran imágenes, a sabiendas de lo que iba a suceder. En igual sentido, los mencionados se desplazaron por momentos en la misma linea de uno de los tiradores, Gabriel Fernando Sánchez, claramente para permitir que no quedara registro de la agresión posterior.

Así fue que el grupo que respondía a la lista oficial de la Unión Ferroviaria, luego de bajar raudamente del terraplén, sobrepasando a la policía, fue directamente a agredir a los tercerizados y sus acompañantes, arrojándoles piedras. Ante ello, los atacados formaron un cordón humano defensivo y, al acercarse los ferroviarios, comenzaron a arrojarse piedras y objetos contundentes, mutuamente, provocándose una gran batahola.

En tal contexto, tanto Sánchez como Favale coetáneamente efectuaron varios disparos con armas de fuego, y provocaron el resultado ya descripto, siendo evidente que los tiros comenzaron al arribo de éstos. Cristian Daniel Favale disparó mientras estaba entre varias personas, necesarias para que en el tumulto se disimularan los tiradores. El nombrado concurrió al lugar con gente joven, en evidente situación de vulnerabilidad y no ferroviarios, incluso Favale no era ferroviario.

Por su parte, Claudio Gustavo Alcorcel cooperó conduciendo a Favale al lugar. Lo saludó cuando éste encabezaba sobre las vías un grupo en las cercanías de la estación Yrigoyen, así como también a otros integrantes de ese contingente. Asimismo, mantuvo numerosos contactos telefónicos con Favale, quien se había comprometido a concurrir al lugar. La insistencia en localizarlo se originaba en que éste había hablado con Díaz, y a su vez éste último con Fernández.

El día anterior al hecho acreditado, Pablo Díaz se contactó telefónicamente con un tercerizado para saber cuánta gente era la que iba concurrir a cortar las vías y, en horas tempranas de la mañana, habló con la policía federal. Además, tuvo un intercambio de palabras intimidantes con algunos tercerizados: tal como "si me cortás las vías, te cago a tiros" (sic), también con la policía tal como: "no queremos que corten las vías" (sic), por otra parte luego de los hechos, se lo vio en un reportaje televisivo en el que sostuvo: "lo que no hacen los jueces, ni la policía lo vamos a hacer nosotros" (sic).

De esta manera, se acredita la verticalidad que existía en las relaciones entre los procesados, ya que Juan Carlos Fernández se comunicaba permanentemente con Pablo Marcelo Díaz, y luego era éste, el responsable de la Comisión de Reclamos de la ex Línea Roca, quien les retransmitía las directivas a los demás delegados.

Se encuentra verificado que Juan Carlos Fernández llamó telefónicamente a Pablo Díaz en el mismo instante en el que Cristian Favale estaba llegando por las vías, siendo evidente que Fernández conocía el desarrollo de los sucesos conducidos por Díaz, quien lo impuso de la llegada de la fuerza de apoyo externo. Es decir, la clara verticalidad que había en el sindicato permitió prestar el apoyo material y moral para actuar como se actuó. Pablo Díaz no hubiese actuado si no tenía la certeza de que así lo querían las más altas autoridades del sindicato, esto es Pedraza y Fernández. Este último, además, dejo entrever que nunca haría algo que Pedraza no estuviese de acuerdo, por lo que en esa comunicación telefónica se consintió la "corrida" hacia los tercerizados, con los resultados conocidos.

En el mismo sentido, se contaba con la certeza de que los funcionarios policiales no intervendrían.

De este modo, Cristian Favale y Gabriel Sánchez contaban con total seguridad para cumplir con su designio. Los nombrados, junto con casi una centena de ferroviarios, bajaron de las vías en "malón", traspasaron a la policía y dispararon, a resultas de lo cual dieron muerte a Ferreyra, e hirieron gravamente a Rodríguez. Además en el lugar de los hechos también sufrieron lesiones Aguirre y Pintos. Cumplido ello, volvieron hacia donde estaba la policía federal, puesto que contaban con la expectativa de no ser detenidos.

Acto seguido, cuando los tercerizados y sus acompañantes persiguieron a los ferroviarios después de producidos los disparos, se encontraron con la policía y sí se detuvieron. Esto fue así, porque ante este grupo, la fuerza del orden sí produjo el efecto disuasivo, que no provocó en los ferroviarios.

Durante el transcurrir de los hechos, Pablo Marcelo Díaz se comunicó permanentemente con Juan Carlos Fernández (Secretario Administrativo de Unión Ferroviaria), quien se encontraba junto a José Ángel Pedraza en la sede de la Unión Ferroviaria, sita en la Av. Independencia n° 2880 de esta Ciudad, con motivo de desarrollarse allí un congreso de temas ferroviarios auspiciado por la publicación "Latin Rieles". Desde allí, Fernández se comunicaba con Pablo Marcelo Díaz, a través del teléfono n° 15-4144-0788, (de titularidad de Fernández), lo que deja en evidencia que estaban conectados y coordinados durante el desarrollo de los acontecimientos.

En el mismo sentido, se probó la complicidad de José Pedraza a través de indicios posteriores, que resultan indicadores de conductas previas de cooperación moral y material. Ello así pues las palabras y los actos de Fernández, eran para todos los intervinientes en este hecho, a la vez, de Pedraza. Pues éste solo a través de Fernández, su par, se relacionaba con ellos.

Luis Osvaldo Mansilla y Jorge Raúl Ferreyra han adherido al ataque del grupo ferroviario hacia los militantes sociales, exterioriorizando claros actos de cooperación delictiva, alejando la fuerza del lugar, neutralizando el pedido de apoyo de Garay y permitiendo el descenso incontenible del grupo atacante, con injustificables omisiones, a saber: no adecuar la planificación del servicio de modo tal de impedir las agresiones físicas entre dos grupos antagónicos y al mismo tiempo no informar cabalmente lo que ocurría sobre las vías y no requerir la eficiente filmación de parte del agente Villalba.

Respecto al nombrado Villalba, éste ha omitido y retardado la filmación de los incidentes que ocurrían en el lugar de los hechos. No obtuvo registro fílmico de la arenga y el descenso de los atacantes, incumpliendo ostensiblemente con sus deberes de oficio, ya que su función era filmar los incidentes.

En relación a Hugo Ernesto Lompizano, Luis Alberto Echavarría y Gastón Maximiliano Ezequiel Conti, quienes prestaban funciones en la Dirección General de Operaciones, sus labores se circunscribían a coordinar los diversos operativos que se producían en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debían modular, dar directivas y guiar al personal policial que se encontraba en los distintos lugares de conflicto, su actividad era mantener el orden público y preservar la seguridad pública, lo cual no hicieron el día de los hechos que nos convoca, la actuación de los tres, no satisfizo el requisito del cumplimiento del deber.

Cesura de fundamentos

Con el consentimiento de las partes, el Tribunal cesuró los fundamentos de la decisión dando a conocer una síntesis de éstos, junto con la parte resolutiva del fallo, en la jornada del 19 de abril de 2013. La síntesis que es la siguiente, forma parte integrante del presente decisorio.

Durante los alegatos se han escuchado manifestaciones referidas a que esta causa se redactó en Balcarce 50, o bien que la investigación fue direccionada, que lo que se quería era la cabeza de Pedraza, que estaba todo viciado. Nosotros queremos empezar dando respuesta a estos preliminares planteos, por eso se va a empezar hablando de derecho. La primera cuestión que plantearon las defensas era que la investigación fue fragmentada, que se investigó sólo una parte y no otra. Que hubo un intento de corte de vías que no se criminalizó y que es un delito. Lo primero que tienen que aportar es si está bien o está mal cortar las vías, claramente el precio que se paga es muy alto, para el beneficio que se obtiene, válidamente eso es contrario a derecho, la cuestión no es simplemente esa, sino si es delito siempre, y en todos los casos, cortar una vía, y la respuesta es que depende. ¿Y de qué depende? Depende de lo que los penalistas llamamos la antijuridicidad material, depende de la concreta afectación al bien jurídico y en este caso, evidentemente, por lo empinado, por la imposibilidad de tomar las vías, por lo efímero que estuvieron esas pocas personas ahí, no hubo ni siquiera tentativa de este delito, razón por la cual no hubo una investigación fragmentada. La segunda cuestión, que sí corresponde abordar es si un particular tiene derecho a defender bienes jurídicos supra individuales, a defender el libre acceso por vías públicas y la respuesta es no. El Dr. Freeland tocó el tema pero tangencialmente, dijo que algunos autores conceden subsidariedad, en el caso estaba la policía ahí, no había ninguna razón para actuar en defensa de las vías, porque nadie es el dueño de las vías, de manera tal que esa presencia de ferroviarios defendiendo las vías e impidiendo que particulares accedan a las vías, constituye para el sistema jurídico, en tanto impliquen violencia una agresión ilegítima hacia los particulares, porque no tienen derecho a defender un bien jurídico supraindividual, de forma tal que si esto es así, ninguna agresión actual había con los ferroviarios en las vías y con los manifestantes a 200 metros. ¿Por qué? Porque lo primero que tuvo que hacer el personal policial es impedir que particulares se arroguen la función de autoridad pública, esa función es exclusiva y excluyente de la autoridad pública. Básicamente, porque la autoridad pública actúa con racionalidad, actúa con proporcionalidad y esto no cabe esperar de los particulares. Segunda cuestión, ¿Podemos, válidamente, creer que cuando corren hacia el grupo de los manifestantes están creyendo que vienen? Y la respuesta es no. Porque estuvimos en el lugar, porque sabemos el esfuerzo que hay que hacer para ir hasta allá y que porque si esto fuese así al inicio, claramente se hubiesen dado cuenta, con el avanzar de los metros, de que allí no había ningún avance de los manifestantes y que no estaban en peligro las vías. Entonces si esta no fue la razón de la corrida, la razón de la corrida fue otra, la razón de la corrida fue agredir. ¿Constituye esto -como plantearon las defensas- un homicidio en riña? Y la respuesta es no. ¿Por qué? Primero porque la doctrina exige que esto sea súbito y no hay nada de súbito cuando un grupo decide correr 200, 300 metros, para agredir a otro. La doctrina exige, por lo menos la que seguimos nosotros, el voto del Dr. Zaffaroni en el fallo Antinir, una causalidad acumulativa y no una ausencia procesal de autoría, vale decir: tiene que haber dos fuentes causales sobre el resultado y no debe saber cuál es la causalidad determinante. En el caso de Mariano Ferreyra, en el caso de Elsa Rodríguez y en el caso de Aguirre hay una sola causalidad natural del atentado contra la vida, no dos. Lo que no se sabe es quién fue el que disparó ese tiro, de manera tal que no se da el supuesto de homicidio o agresión en riña. Esto como cuestiones preliminares. ¿Se autoconvocaron los ferroviarios para ir a esa manifestación, acto de presencia? La respuesta es no. En todas las situaciones, hemos visto que los que convocaban eran los delegados, en todas las situaciones hemos visto que estos delegados, por iniciativa de más arriba, convocaban y en muchos casos por el señor Díaz. No hay nada de autoconvocante porque muchos de los ferroviarios que estaban ahí, no sabían para que estaban, simplemente fueron. Y ¿por qué fueron? Y fueron porque tienen préstamos en la mutual, fueron porque había una lista, en la cual se marcaba con cruz, el que iba, el que no iba y se trataba de hacer mérito, porque la gente quiere cuidar su fuente de trabajo. La convocatoria no fue espontánea, sino que fue sindical. En todos los actos donde salió gente, y así la gente lo creía, no se le descontaba el sueldo. En este sí, hay un claro intento de desprenderse de lo que pasa después. Si tenemos este estado de cosas, la prueba indica, la prueba testimonial, que tanto Favale, como Sánchez, son los que dispararon. En el caso de Favale, más allá de la diferencia en cuanto a su remera, el que no lo describe por Favale, lo describe por su fisonomía. En el caso de Sánchez, el testigo protegido Díaz, nos habla de un arma en el auto que concurre y el testigo Cardias nos habla de que lo ve disparando. Esos son los ejecutores, esa es la prueba sobre la cual afirmamos esta autoría, claramente demostrada a nuestro entender. La pregunta es ¿por qué hacen esto, estas personas? ¿Por qué Favale va y dispara? si Favale no era ferroviario. la respuesta está en que el día anterior, Favale había tenido una entrevista para entrar a los ferrocarriles, tenía un interés para entrar, son parte de sus dichos, que todo lo que hacia, lo hacia para entrar. El testigo Pérez, el boxeador de apodo "Dinamita", expresa que el señor Díaz lo contactó a Favale para correr tercerizados, esa era la función del señor Favale y esto era lo que fue a hacer. Favale quería un puesto de trabajo y todo lo que hacia, lo hacia en la inteligencia de que esa era la manera de conseguir un puesto de trabajo, de manera tal que se presenta lo que plantean los testigos, cuando Favale dispara, dispara seguro, cuando Favale dispara, dispara corriendo entre un montón de gente. Como dijo el señor Pedraza en una entrevista, la mayoría de los ferroviarios no sabía que había armas, esto se llama utilizar gente, instrumentalizar personas, hacerlos correr peligro para su integridad física y sus vidas, era necesaria la presencia de otras personas para que en el tumulto, muchos ferroviarios dicen: "fuimos a hacer tumulto", "a hacer número", para que en ese tumulto se disimularan los tiradores. La cuestión es clara, si van todos juntos y vuelven todos juntos con Favale, y a mi no me gustó lo que hizo Favale, le voy a decir de todo y no me voy a volver con él, no hay un solo testimonio que nos hable de una recriminación ni a Favale, ni a Sánchez. Favale y Sánchez disparan estando cercanos. Favale llega con un grupo de gente que vino en micro, "llevé gente", dijo Favale, llevé gente y me puse la pechera. Favale no tiene plata para pagar ese micro, ¿Quién pagó ese micro? Ese grupo de gente, lo describen como gente en situación de vulnerabilidad, chicos menores de 18 años, en jogging, en jeans, en zapatillas, como los que van a la cancha. No eran ferroviarios, sin embargo, Alcorcel, me lo mostró su propia abogada, no sólo saluda a Favale, sino que saluda a varios de ese grupo, los conocía. Alcorcel antes de que llegue el señor Favale, tiene innumerables intentos de contactarse con él. ¿Por qué cuando los tercerizados intentan tomar las vías, no hay tiros? y ¿por qué después sí? Y porque no habían llegado ni Favale, ni Sánchez. Llegan después. ¿Por qué el intento, la insistencia de Alcorcel en localizar a Favale? porque Favale había hablado con Díaz y Díaz había hablado con Fernández, el día anterior, a la mañana, es más Díaz hasta llama a un mercerizado para saber cuántos eran los que iban a cortar las vías. En horas tempranas de la mañana, habla con la policía, tiene un intercambio de palabras con algunos tercerizados: "si me cortas las vías, te cago a tiros"; con la policía: "no queremos que corten las vías". Hace un reportaje diciendo: "lo que no hacen los jueces, ni la policía lo vamos a hacer nosotros". Cree que es el dueño de las vías, está equivocado, no es el dueño de las vías, no tiene ningún derecho a arrogarse la autoridad pública, esta expresión de Díaz, entendemos que es una expresión que no es propia de él. ¿Por qué? Porque el señor Pipitó dijo una cuestión muy importante, para juzgar hay que saber escuchar, no tanto en las cuestiones más centrales, sino en las cuestiones que en apariencia son periféricas. Cuando Carchak le quiere dar el micrófono, Pipitó dice "no tengo cargo, para hablar"; Uño dice "el delegado es palabra superior"; Fernández siempre lo llama a Díaz, pero Díaz no lo llamaba a Fernández, era vertical y luego Díaz a los delegados. De forma tal, que así funcionó esa convocatoria, hay una puntería tremenda, Fernández lo llama a Díaz, en el mismo instante que está llegando Favale por las vías, es el mismo minuto que se ve en el video, el mismo minuto de la conversación, sin embargo, según relata Fernández, no le cuenta de esta circunstancia y Fernández dice que le manifiesta, "che, por qué no se van"; no es convincente. A resultas de lo que pasó después, no es convincente, miente. En ese momento, por la verticalidad que había en el sindicato, se presta el apoyo objetivo y moral para hacer lo que se hizo. Díaz no haría lo que hizo, sino tuviese la certeza de que eso era lo que quería el sindicato. Fernández lo dijo sentado acá en el juicio: "yo nunca haría algo que Pedraza no quisiera", en ese llamado evidentemente se consintió esa corrida, en ese llamado evidentemente se consintió la agresión. Cómo es que una persona pregunta ¿y la policía? Ellos no se van a meter, le dice un ferroviario, cómo sabían que la policía no se iba a meter. Evidentemente, habían hablado y quién había hablado. Había hablado Díaz. Cómo puede ser que Favale con tanta seguridad, ese grupo de ferroviarios baja, traspasa la policía, dispara, cae Ferreyra y vuelven hacia la policía, cómo puede ser que esto sea, sino tienen acordado con la policía, si no tienen la certeza de que no van a ser aprehendidos. Eso no se hace y la prueba está que aquéllos que se tapan la cara, aquéllos que llevan balines en las gomeras, aquéllos que cortan vías, aquéllos que requieren innumerable cantidad de fuerzas de seguridad, para portarse bien, cuando corren a los ferroviarios después de disparar, ven a la policía y se detienen. Tiene razón el Dr. Maciel cuando dice que los tercerizados y los manifestantes se detienen solos. ¿Por qué? Porque ahí, sí opera el efecto disuasivo de la presencia policial. Si todos los que estamos aquí presentes nos ponemos de acuerdo para agredir a estas personas y somos más, ¿por qué no lo hacemos?, porque hay una función disuasiva de la fuerza de seguridad. ¿Por qué Favale actúa con tanta seguridad?, baja, arenga, arenga con Pablo Díaz, corre, traspasa la policía, dispara sin tener ningún tipo de pudor y vuelve con las mismas personas hacia la policía y se va. Porque contaba con el apoyo del sindicato y porque contaba con el dato de que no lo iban a detener; no hay otra explicación lógica, no hay secreto en el juicio que hacemos los jueces, operamos con las mismas reglas de la lógica y el razonamiento que el hombre común, sabemos de leyes, somos técnicos, pero en cuanto a la valoración de la prueba nos ilumina la razón, la lógica, el razonamiento, no hay un modo de entender esto que no fuese ese. En la situación allí, había convergencia intencional. Nos dice una testigo que Benítez tenía un gimnasi. Favale y Sánchez se conocían, habían estado en el mismo contrapiquete ese de Plaza Constitución. La cuestión es esta: si plurales sujetos deciden de manera conjunta asumir riesgos, jurídicamente desaprobados, cualquiera de los dos que concreten el resultado se extiende a todos, porque ese riesgo se corre de manera conjunta. No sabemos cuál tirador acabó con la vida de Ferreyra, pero sabemos que hubo convergencia intencional, que el riesgo se corrió de manera conjunta. Hay un autor principal que actúa antijurídicamente y eso es suficiente para comunicar a todos aquéllos que actúan con convergencia intencional. Sostuvimos que no había riña, la cuestión es que hubo un hecho para calificar como homicidio con el concurso premeditado de mas de dos personas. La clave está en el entendimiento del aspecto subjetivo, ese delito requiere necesariamente, requiere ineludiblemente dolo directo. Dolo específico decía la doctrina tradicional. Esa voluntad única innegociable de matar. Los acusadores, a nuestro ver, han probado que existía de parte de los imputados, de parte de la cabeza del sindicato, un interés político en reaccionar frente los cortes de vía y que existía un interés económico. Lo que no han probado es que esto se neutralizaba con la vida de una persona. Lo dijo el señor Fernández que prestó declaración indagatoria: "yo tengo muchos años en esto y, yo sé que esto es darle una bandera a estos grupos", lo dijo si se quiere de un modo poco miserable, ¿no? No, no matar por el valor vida, sino no matar, por no dar una bandera, pero lo dijo de un modo convincente. Hoy por hoy, se sabe a esta altura, con tantos años transcurridos, que la muerte no es para nada la garantía para perpetuarse en el poder, sino que es todo lo contrario. Una muerte en nuestra sociedad fatalista es fin de juego. Con Carrasco se acabó la "colimba", con Bulacio se acabaron las "razias", con Kosteky y Santillán se acabó un gobierno. Pedraza dijo que era peronista, cualquier peronista sabe esto, a punto tal que los relatos propios de los ferroviarios, estos que no son intencionados, estos que se dicen de manera espontánea, estos que no vienen armaditos, decían "se pudrió todo, hay un muerto". El muerto no es lo que necesitamos, el muerto es lo que nos destruye, no lo que nos salva. Entendemos la expectativa que hay en determinar castigo elevado, pero tenemos consciente nuestro deber. Los jueces somos garantes epistemológicos del contenido fáctico de nuestras resoluciones y no podemos admitir una verdad que sea contraria al sentido lógico de las cosas. No hubo un dolo específico de matar, por lo tanto, no hay en este caso, homicidio calificado. Uño y Pérez, la querella de la señora Rial los acusa encubrimiento, la fiscal les pide la absolución, la querella del Partido Obrero no hace distingo. Después de años en esto, sabemos que cuando se pide condena por encubrimiento, es por que no hay prueba, la prueba flaquea, el sostén probatorio de la imputación de ambos era un testigo al cual no le podemos dar crédito, un testigo que no dio razón de su presencia en el lugar, un testigo estrambótico, su comportamiento durante el proceso fue exótico, se escapaba de la custodia. Este es el testigo el señor Sotelo, al cual no le vamos a dar crédito en su versión y por lo tanto no existe, fuera de este relato validez para imputar participación criminal a Pérez y a Uño. La situación del señor González y del señor Pipitó: es clara la coacción al periodismo, el periodismo quería filmar, no es un delito que requiera de mayor esfuerzo argumental, es obligar a otro a hacer lo que no quiere, en un grupo de gente a los gritos, el señor González es consciente de esto y los obliga a no filmar. La clave está si lo obliga, porque los obliga o los obliga para algo. Tenemos para nosotros que los obliga porque sabían lo que iba a pasar después. ¿Y cómo lo demostramos? Lo demostramos por prueba testimonial, que no relatan a estas dos personas en la misma línea de un tirador, el señor Sánchez. Si se hace, lo que se hace y luego se va en la misma línea del tirador, ese es un dato indicador de que se hizo lo que se hizo, para que eso permitiese lo posterior. Por lo tanto, González y Pipitó son autores de la coacción a los periodistas y son cómplices de la acción subsiguiente. Entendemos que en el caso se actúo con dolo eventual por parte de los autores, de los ejecutores. Y ¿por que entendemos que se actúo con dolo eventual? Primero por el alto poder letal del instrumento utilizado, se disparaba de manera indiscriminada frente a un número de personas. Pero el dato objetivo sobre el cual podemos establecer certeza son los dos disparos, el que se obtuvo del cuerpo sin vida de Ferreyra y el que se obtuvo de la integridad de Elsa Rodríguez. Elsa Rodríguez estaba a una distancia superior al ángulo de enfoque de la misma arma, porque fue la misma arma la que mató a Ferreyra, que la que le causó severas lesiones a la señora Elsa Rodríguez. La de Ferreyra rebota en el piso, un grado leve, pero rebota en el piso. La otra hace un vuelo y lesiona a la señora Elsa. La Dra. Hegglin plantea que no puede haber un inicio de ejecución con dolo eventual y sí, claramente lo puede haber. Pero no se trata, como en los casos de manual, donde hay una sola persona en frente y personas que deciden disparar al piso o un poquito más arriba. Se trata de una calle llena de gente. Si las personas deciden disparar en esas condiciones, cabe empezar a rezar para que el resultado no se produzca. Cuando quepa empezar a rezar para que el resultado no se produzca, es porque se pierde dominio sobre eso y todo aquel que quepa rezar para evitar resultados actúa con dolo. El dolo eventual es una forma de dolo, solo que lo eventual es el resultado. Se sostiene que aquí hubo instigación. El Tribunal entiende que no existe ningún caso judicial por mas implicancia social o políticas que tenga, para efectuar un relajamiento del principio de legalidad. Hemos ido a las fuentes de las leyes del código penal y la ley habla de determinar directamente a otro a cometer el delito. La doctrina alemana que cita el fiscal Gamallo parte de otro texto legal, no admitimos instigación en cadena. La instigación tiene que ser directa y tiene que ser determinada, tiene que ser concreta a un hecho concreto. No podemos poner en boca de los intervinientes cuando no conocemos los diálogos. Entendemos que el apoyo moral y que el apoyo objetivo de las autoridades, del señor Pedraza y del señor Fernández, constituyen complicidad necesaria, no instigación. Hemos hablado de Alcorcel, a quien le imputamos el hecho de haberse ocupado de que venga Favale a tirar tiros, pero el conocido de Favale era el señor Díaz, no era el señor Alcorcel. La intervención del señor Alcorcel podemos calificarla de prescindente, por eso hemos resuelto calificar su hecho como participación secundaria, claramente de un homicidio simple. Nos resta hablar del señor Pedraza, no hay prueba directa pero si hay indicios, y los indicios posteriores a diferencia de lo que sostuvo el Dr. Froment, claramente son indicadores de conductas previas. Cuáles fueron los indicios posteriores, qué fue lo que hizo el señor Pedraza: se ocupó del señor Favale. Si el señor Favale hubiese hecho lo que el sindicato no quería, había que decirle que es un hijo de su madre, y no preocuparse porque no prenda el ventilador. Si la preocupación era que el señor Favale no hable, es porque tenía algo de lo que tenía que hablar. Las intervenciones del señor Favale dan cuenta de eso, tras el hecho se intenta comunicar desesperadamente con Díaz, con su hijo, hablan que van a rodar cabezas. Tras ello, la querella destaca una comunicación donde el señor Pedraza llama a un teléfono y de ese teléfono se llama a Favale. Luego ese teléfono lo vuelve a llamar a Pedraza. Kotlik sostiene que es un estudio jurídico. No podemos tener eso por afirmado, debió traer la prueba al juicio, el Tribunal no produce prueba. Pero sí tenemos claro a partir de ese indicio, el interés del señor Pedraza, en ocuparse del señor Favale. Pedraza dice que él se ocupaba, que el sindicato siempre se ocupaba del ingreso a planta permanente de los tercerizados, que no tenía ningún interés en ninguna mercerizada. Sin embargo, en su domicilio, en una caja que tuvo no demasiado estudio, encontramos una carpetita que decía Cooperativa del Mercosur. La prueba testimonial dice que se vinculaba a Pedraza con esa cooperativa, que era una de las que más facturaba a UGOFE. Lo llamativo es que acá se ha dicho que no es ilícito tener cooperativas y que su origen está justamente en estos ferroviarios que, en la década del 90, se quedaron sin trabajo y que bueno, la cooperativa la creó el sindicato para dar trabajo. Claro, parecería ser una cuestión artesanal, yo tengo la primera hojita que dice de esa cooperativa, objetivos: atraer nuevos clientes, mostrando actualización en estructura empresarial, con oficina comercial activa, definir a quién va apuntado nuestro producto, pequeña reseña histórica de la Unión Ferroviaria, norma ISO 9000, tarjetas institucionales. Esto no es esa cooperativa, esto estaba en la casa de Pedraza. En la casa de Pedraza también encontramos cinco, no uno, cinco permisos para tener armas, cinco armas, luego no podríamos decir que alguien se horrorice frente a un uso de un arma, cuando tengo cinco permisos para tener armas. Pero la mayor determinante, a nuestro modo de ver, es que tras un diálogo con el señor Fernández y el señor Luna, se dice hay que dejar actuar a la justicia, "te estás quedando solo, Gallego". Claro este "hay que dejar actuar a la justicia" fue el prolegómeno del más escandaloso intento de soborno a la Cámara de Casación. Se ha sostenido acá, que esa investigación está en curso Ha sostenido el Dr. Froment que en realidad hay una suerte de bis in idem, es lo mismo, hay conexión ideológica entre un hecho y otro, pero lo cierto es que esa prueba se produce en este juicio. Esas comunicaciones, que son el germen de la otra causa, se producen en esta, de manera tal que el Tribunal tiene plena jurisdicción para valorar prueba que se produce en esta causa y la tiene con sentido de plena certeza, porque ahí están los datos, ahí están las conversaciones, ahí el señor Riquelme le dice a Aráoz de Lamadrid: "José está muy nervioso, me llamó 12 veces en el día", y Aráoz contesta "pero si él no está imputado", y claramente lo llamaba 12 veces, porque estas llamadas daban cuenta de que sí había tenido responsabilidad. Pedraza dijo hoy en sus últimas palabras, que el intento, que él no tenía ningún pacto de confidencialidad, porque la plata que le pedían, la tenía que hablar con la gente a la cual respondía. Ese dinero que no era de él, claro pero los 50.000 dólares, que salieron del Belgrano Cargas, donde está la esposa de Pedraza, de eso sí tuvo pacto de confidencialidad, ahí no informó. Y lo más tremendo es que se dice con Stafforini "total después lo recuperamos". Entonces, cómo es este manejo que 50.000 dólares se pueden recuperar. Ahí está claramente el poder que implica el manejo de semejante liquidez de dinero. Y claramente se ve esto cuando el señor Fernández habla con una persona que estaba haciendo estos cortes de boleterías: "che, estás causando demasiados problemas". Está claramente demostrado, el interés económico en tener el dominio sobre el Belgrano Cargas, el interés en la Cooperativa Unión del Mercosur, el interés en el sindicato, el interés político, que reconoció el señor Fernández, que no se cree un sindicato paralelo y esto se ve en la preocupación que tiene Pedraza, en esa conversación telefónica donde se da cuenta de que se hizo lugar al ingreso de mucha gente, de manera no controlada por parte del Ministerio de Trabajo. Gente que no pasaría un examen en situaciones normales y que ahí había un germen de peligro y esto se ve en la conversación entre el señor Pedraza y el señor Tomada. Hay una cuestión que no salió en los medios, que sí es importante de destacar, cuando Tomada habla con Pedraza, lo que no se escucha es que Tomada le dice, "antes que me digas cualquier cosa, lo único que te voy a decir es que esos 40 llamados que no te devolví". O sea, se está justificando, "esos 40 llamados que no te devolví". Esto no se escuchó, y a nosotros nos parece importante destacar, porque la querella del Partido Obrero, la Dra. Verdú, por CORREPI, nos está hablando de un plan de tres patas: empresarios, ferroviarios y gobierno, que se terceriza la represión por parte de un discurso, de un gobierno que por un lado dice que no se criminaliza la protesta y por el otro lado permite que particulares lo hagan. La respuesta que entiende el Tribunal a esto es que tampoco eso se puede inferir del diálogo de Tomada con Pedraza. Tomada se lo quiere sacar de encima, hasta pareciera que ese "la mejor defensa, es un buen ataque", es lo mismo como que le diga, siempre que llovió, paró. Antes de que me digas que hace cuarenta llamados que no te devuelvo, lo único que te voy a decir es que la mejor defensa es un buen ataque. Y después, si se habla de todos esos tercerizados que ingresaron y que hay que trabajarlos, hay que trabajarlos política y psicológicamente, para esta cuestión de que no traigan problemas de poder. María del Carmen Verdú muestra, pero no demuestra lo que afirma. En esa ausencia de despliegue, pliegue y repliegue, está la diferencia entre una prueba y una manifestación de principios. Esa referencia da cuenta más de su propia visión del mundo que de un elemento que pueda transferirse de razonamiento en razonamiento. Es como la diferencia entre una demostración científica y un truco de magia; o sea, es imposible de verificación, por qué, porque uno podría plantear otra especie de explicación causal a ese estado de cosas. Y cuál es, que la falta de comprensión de las fuerzas de seguridad de lo que es esta expresión: "no hay que criminalizar la protesta" genera decepción en la ciudadanía y esto genera reacción, frente a esa decepción, pero no implica que hay una articulación para que esto opere, por lo menos no está demostrado. Nos resta hablar de la imputación del personal policial, las cosas que dice el señor Mansilla no se pueden decir si realmente no existe una convergencia intencional con la acción de ese grupo de ferroviarios. "Bajan sin represalias", bajaban con palos, con botellas, al grito casi de guerra, estado de excitación, adrenalina, explican tanto las personas que han declarado acá. El grupo de Favale llega e inmediatamente empieza a arengar para que bajen, para correr a los de enfrente. Nada se informa a la Dirección General de Operaciones. Tampoco nos consta en la comunicación hacia la Dirección General de Operaciones, las modulaciones del intento de tomar las vías. Se resuelve correr la fuerza que hubiese impedido ese choque entre estas dos facciones, que el propio personal policial dice que tienen diferencias ideológicas, a un grupo, a un espacio físico donde de llegar ya va a ser tarde y cuando bajan los ferroviarios dicen al Comando, "sin represalias, bajan pero sin represalias", lo cual era totalmente inconcebible de decir. Tampoco se da cuenta de la vuelta, de la Dirección General de Operaciones se le pide "por favor, dígale a esa gente que vuelva a subir", cuando vuelven después de disparar, Mansilla dice "sí, sí, sí, ya están regresando, ya se están reintegrando". Vale decir, esta diferencia entre lo que se dice y lo que sucede, sumado a esta referencia, la policía no va a hacer nada, sumado al señor Díaz dialogando con los policías, nos permite establecer de parte de Mansilla, un dejar hacer. Mansilla y Ferreyra son los que debían evitar esto, primero debían evitar que esos ferroviarios estén ahí y segundo debían evitar que no bajen a agredir a los de enfrente. El señor Garay: realmente, nos ha convencido el Dr. Maciel en cuanto que no tenía la posibilidad de evitar el resultado, lo mandaron a lo que no se podía hacer. Mansilla, cuando Garay intenta establecer contacto con la Dirección General de Operaciones, por una cuestión de verticalismo, se le dice canalice la información con Control de Líneas, usted está ahí para observación. La función de Garay era observar a la gente del Partido Obrero, los tercerizados y los manifestantes que no hacían nada. Garay observa e informa que no hacían nada, que se estaban retirando. El problema estaba del otro lado, el problema estaba en lo que debía informar Mansilla y Ferreyra. Cuando ya bajan, ya era imposible, por qué, porque sabían que la gente que estaba abajo, no tenía capacidad operativa para impedir eso. Nos queda la situación de Villalba, el hombre cámara en mano, ciertamente él respondía a las directivas de Control de Líneas, pero no es cierto que hizo todo lo que pudo, hay algo que no hizo y que pudo haber hecho, que era filmar esos instantes previos, cuando el grupo de ferroviarios se dispone a ir a atacar a los tercerizados. Claramente, cuando están lejos, no le daba el zoom, pero el descenso, la arenga, los diálogos, los rostros, las personas, no tenemos esa vinculación. Filma al grupo de Favale cuando está llegando, en la inteligencia de que podían ser manifestantes que atacarían a los ferroviarios. Cuando se entera que son ferroviarios, no los filma más. En el intento de tomar las vías, filma las eventuales, palos, gomeras de los tercerizados. A los ferroviarios no los filma. O sea, hay una actuación deliberada de actuar a favor de un grupo. Claramente, entendemos la posición de Mansilla dentro de una estructura vertical, pero eso no quita que, como ha dicho el abogado Medina, Mansilla incumplió deberes de su oficio, perdón el señor Villalba. La situación de DGO y con esto termino, no podemos aseverar que han sido cómplices del homicidio, no tenemos las pruebas; por qué, porque la información que les llegaba de parte de la gente que estaba en el lugar del hecho era incorrecta, era inexacta, los llevaban a yerro, se les llegaba la información fragmentada, información mentirosa. Tampoco podemos establecer un acuerdo de voluntades con el personal que estaba sobre las vías. Esta complicidad no está, no está probada, lo que sí está probado es que Lompizano debió actuar antes, cuando Garay pide apoyo y Mansilla dice "bajan sin represalias". Ahí debió mandar el hidrante, ahí mismo debió mandar esa fuerza y no después. Después ya era tarde, después era ya para cubrirse. En esta actuación, sumado a lo inadmisible que es que desde Conti y Echavarría se diga yo obedezco órdenes y desde Lompizano se diga yo confío en mi gente, en ese pasarse la pelota, nosotros vemos una actuación de los tres que no satisface el requisito del cumplimiento de deber. Los vemos incursos en el delito de incumplimiento de deberes del artículo 248 del Código Penal. Este es el estado sintéticamente, en lenguaje coloquial de manera oral, porque yo entiendo que cuando alguien quiere comunicarse, no hay que leer nada, hay que hablar, la gente se entiende hablando, es que queremos dar razones de la transparencia de nuestras decisiones. Estas razones van a tener su fundamentación debida, su respuesta concreta a los planteos de las defensas, que han sido muchos, que han sido sustanciosos y que naturalmente objetan estas conclusiones. Vamos a dar respuesta en el fallo el 17 de abril y a partir de ahí va a empezar a correr el plazo para interponer los recursos. 17 de junio, disculpen. Ahora vamos a leer el fallo. El Dr. Medina invocando a la señora Rial, nos ha pedido un fallo, una sentencia abarcativa. La Dra. Verdú nos ha pedido un fallo ejemplar. Tenemos la convicción de que cualquier caso, por mas implicancia política que tenga, para nosotros es un caso judicial y que la pena de las personas se funda y se mide en función de la gravedad del hecho y de la culpabilidad. Nunca para dar ejemplos, porque en el ejemplo está la sentencia injusta, en la ejemplaridad está la sentencia que instrumentaliza al penado, para mandar mensajes al cuerpo social. Sí claramente, en lo episódico, está la sustancia. En el tramo final de su vida Mariano Ferreyra gritaba: "Unión de los trabajadores", en la idea de gritarle a los que lo agredían que los enemigos no son ellos, el enemigo está en otro lado. La respuesta que tuvo fue "Viva Perón", ahí está lo episódico, la insensatez. Del lado de los tercerizados, ya esto está probado por vía testimonial, había mujeres, chicos jóvenes, niños; la gente que se hizo traer, eran personas en situación de vulnerabilidad, menores de edad, esos que vinieron en micro con Favale. La vida ya es un valor en si mismo, inconmensurable y las lesiones a la señora Elsa Rodríguez le han dificultado el habla. El habla, la palabra es lo que nos posiciona como sujetos culturales. Todo esto hace a la gravedad del hecho, que vamos a tener en cuenta en la medición de las penas.

Valoración de la prueba reunida.

Sobre la estructura vertical de la Unión Ferroviaria y la convocatoria al 20 de octubre de 2010.

SOBRERO explicó al Tribunal que las decisiones en la Unión Ferroviaria se toman verticalmente, PEDRAZA es la persona que define todo, no hay democracia sindical. Ese gremio se ha convertido en un Sindicato empresario y tienen serios problemas los que no piensan igual que ellos. La Unión Ferroviaria está conducida por PEDRAZA y FERNANDEZ y cree que el tercero es MATARAZZO. Conoce a Pablo DÍAZ, quien se desempeña en el mismo cargo que él, pero en la línea Roca. FERNANDEZ actúa en el Roca; pero todos terminan consultando con PEDRAZA.

Carolina CARSETTI, empleada de la gerencia del ferrocarril, señaló que el día 20 de octubre de 2010 le trajeron un listado que entregó a la gendarmería, le dijeron que había un grupo de gente que se iba a retirar, y que no lo detallaban porque eran muchos. El título del mail cree que decía "de corte de vías". El manuscrito donde figuraba el nombre de las personas, se lo alcanzaron delegados, alrededor de las 10 de la mañana. De esos delegados recordó solo a Aldo AMUCHASTEGUI. Ese mail se lo envió a Pablo DÍAZ de Relaciones Laborales, a Esteban ROMERO, a COMINOTTI, al ingeniero CASSARINO, al Ingeniero CIPRIANI y a PEDULA, con la finalidad de informar. Sus superiores son CIPRIANI y PEDULA. Esa vez la gente no fichó, cosa que le llamó la atención. Eran ochenta y tantas personas las que salían, por eso no se hizo el pase. Recordó que alguna otra vez habían salido tantos para algún acto, pero no es normal. Le llamó la atención que le dieran el listado, pero le explicaron que lo hacían así porque eran muchos. Tiene entendido que a quienes se retiraron les descontaron el día. Tiene noticia de que un tiempo antes hubo un acto en el que la gente, fichó y se retiró, pero ignora si "Recursos humanos" efectuó o no los descuentos. Explicó que fueron tres delegados los que le llevaron todos los listados juntos: los que dicen "si" son los que se iban a retirar, "no" lo que no concurrían y figuran algunos que estaban de licencia, por enfermedad o vacaciones. -

Juan Manuel CASSARINO explicó que ese día por la mañana hubo un número de trabajadores que se retiraron de los talleres. Se lo avisaron los delegados, alrededor de las 10 horas. Le comentaron que querían impedir un corte de vías porque eso los perjudicaba. Entendió que se iban a manifestar contra los que querían cortar las vías, y ellos no están de acuerdo, porque los usuarios del ferrocarril "se las agarra con ellos". Eso afecta la imagen. Añadió que como Jefe de los Talleres de Remedios de Escalada que era, no dio autorización a nadie para retirarse, puesto que el empleador de los trabajadores es el "Belgrano Cargas SA". Pues entonces, en su carácter de gerenciador avisó a "Belgrano SA", notificando a la gerencia de "Recursos Humanos" de UGOFE, que era la intermediaria. Los delegados a los que hacía referencia eran SUAREZ, KRAKOWSKI, entre otros más que no recuerda. -

Pablo Oscar DÍAZ, Jefe de Relaciones Laborales, en el área de Recursos Humano del Ferrocarril Roca. A octubre de 2010 su superior era MESSINEO y el licenciado CHAIEB. El día anterior había comentarios en la empresa de la posibilidad de un corte de vía. Por ello, el comité gerencial, según le dijo el Gerente de Recursos Humanos, puso en conocimiento de esto a la Secretaría de Transporte. Para esa fecha, MESSINEO estaba con licencia médica. El 20 de octubre, se entera del corte alrededor de las 11.00 horas, por un mail general que incluía a varias personas, que mandan del taller de Remedios de Escalada. El mail decía que, a los efectos que corresponda, se remitía el listado de personal que iba a concurrir al "corte de vías". El servicio funcionaba, había habido un tren detenido pocos minutos, pero nada más. No se había afectado la circulación de los trenes. Se comentaba que había personal ferroviario arriba de las vías, para el lado de Yrigoyen. -

Aldo Fabián AMUCHÁSTEGUI, dijo que el 2 0 de octubre de 2010, a las 9 se comunicaron con Pablo DIAZ, quien le hizo un comentario de que iba a haber un corte de vía en Avellaneda. El deponente le manifestó que si había que ir, él iba. No era nada fuera de lo común porque cuando hay que salir a algún lado, como "un acto", o un asado, o a un acto del gobierno, él va. Iban a cortar las vías grupos de izquierda acompañando a los tercerizados. Salieron del taller unos 100 compañeros. Antes de salir se consultó si había autorización para hacerlo, él en su carácter de supervisor lo consultó con el jefe de taller. Habló con los delegados, y los autorizaron a salir. Ese dia se les descontó Y aclara que no le avisaron que le iban a descontar. -

Marcelo Osvaldo SUAREZ señaló que a eso de las 8.30 horas, lo llamó Diaz para ver si podia ir a hacer "acto de presencia" en la estación Avellaneda. Querían impedir el corte de vía, porque con cada corte, el público se enoja con los ferroviarios. Se anotó los nombres de quienes salieron del taller de Escalada en una lista y se llevó a la oficina del taller. No sabía si le iban a descontar el sueldo. -

Ricardo Julio DEL ORTO, explicó que estaba trabajando en los coches y les fueron a avisar que iban a hacer un "acto de presencia" en Avellaneda, y les preguntaron quién podía o quería ir. Esto se lo avisa un delegado, Miguel TORETTA, la convocatoria era para impedir un corte de vías. Se anotaba la gente y en un momento les dijeron que se tenían que ir. Todos fueron en tren desde Remedios de Escalada hacia Avellaneda, se bajaron y se quedaron ahí un momento. Esto fue antes del mediodía, antes de las 10 u 11.00 horas. Estuvieron un tiempo largo esperando. El objetivo del grupo era que no se subieran a las vías. Se sobreentiende que si salen por el gremio, están autorizados para "sacar" a la gente. -

Germán Ernesto SANDRI declaró que el 2 0 de octubre de 2010 fue a trabajar a los talleres de Remedios de Escalada, y los delgados "reclutaban" compañeros, los buscaban con listas. Recuerda a Marcelo GARRO, ALCORCEL, TORETTA, AMUCHASTEGUI, en verdad, la mayoría de los delegados "reclutaba" gente. En su sector trabajan entre 50 y 60 personas. Los reclutaban porque se sabía que iba a haber una manifestación de tercerizados, se iba a producir un corte de vías, y se quería evitarlo. -

Marcelo Aníbal GONZÁLEZ sostuvo que el día 20 de octubre se presentó en su trabajo, en la parte de carpintería, y entre los compañeros se decía que iban a salir del taller para una marcha a "un acto de presencia" en la estación Avellaneda. Se hizo presente el delegado TORETTA y anotaba a los que sallan. Se "tenían" que presentar en una puerta, tenían las planillas con sus nombres y cuando van a una marcha, los marcan con una crucecita. Siempre les decían que "tenían" que ir. Los delegados de Escalada siempre se manejaron así. TORETTA era delegado de Escalada. Se juntaron en la puerta de entrada del personal, en los talleres. Para las 10.00 horas tenían que ir para Avellaneda, eran bastantes, calcula que más de cincuenta, tomaron el tren y se bajaron en Avellaneda. Además de TORETTA, estaba también un delegado apodado "Fosforito", Aldo AMUCHASTEGUI y cree que ALCORCEL, pero a este no lo recuerda bien. En el sector de talleres en el que él trabaja hay unas 120 personas, la mitad habrá ido para Avellaneda. Cuando vienen por "orden" del gremio no dicen nada, a veces los jefes van con ellos, se anota al que va a salir, y salen, ni se fichaba, eso lo arreglaban ellos. -

Ricardo Ernesto ARIAS dijo que trabaja en los talleres de Remedios de Escalada, y que siendo más de las nueve horas, un grupo de compañeros le dijo que un contingente de tercerizados y el Partido Obrero iban a cortar las vías en la estación Avellaneda. La información la había traído Aldo AMUCHASTEGUI (que antes había hablado con DIAZ), quien decía que iba a ir un grupo a Avellaneda para que los usuarios viesen que no eran los ferroviarios los responsables del corte de la vía, era un "acto de presencia". Invitaron a un grupo de compañeros. No iban a presionar a nadie. Se llevó un listado de 90 personas. -

Mariano Victorio MAROCO dijo que fue ese día a la estación Avellaneda, nadie le pidió que fuera, habrá llegado a las 10 o 10.30 horas. Fue con el hijo menor de Pablo DÍAZ, Juan, con quien trabajaba en su sector. -

Jorge KRAZCOWSKI expresó que se había conversado entre los delegados que los usuarios se enojaban con el personal cuando había corte de vías. La Unión Ferroviaria también estaba de acuerdo con este criterio. -

Miguel Alejandro TORETTA A eso de las 9 se lo cruzó a AMUCHASTEGUI, quien le dijo que había un "acto de presencia" en Avellaneda. El testigo tomó una planilla de personal y fue preguntando quién quería participar, era para hacer un acto de presencia ante gente del PO que quería cortar las vías en Avellaneda. Iban a diferenciase para que se viese que los ferroviarios no cortan las vías. Muchos compañeros iban y se anotaban solos para ir. Se juntaron todos entre las 10 y las 10.30 de la mañana. Se le informó de esta lista (de entre 80 y 100 compañeros) al jefe de personal. Con ese grupo fueron hacia Avellaneda en tren. No todos los compañeros participaron. Le entregó una planilla a la secretaria de gerencia, llamada Carolina CARSETTI. Con presentar esa planilla, la empresa los autorizaba a salir. Cuando se sale para "estos actos", a veces, algunos se volvían a sus casas. A veces les descontaban y a veces no. Esta vez les descontaron. Para salir del taller tienen que tener permiso de la empresa, sino los echan. Ese día permiso para salir tenían, ya que no sabe que se haya cesanteado a alguien. Trabajan unas 10 mujeres en ese taller, pero no se las invitó a salir. -

Claudio DIAZ explicó que en general cuando van a una manifestación no los sancionan, los desafecta el sindicato. Si bien no era obligatorio concurrir, hacía mérito el que asistía a las convocatorias del gremio. -

Guillermo Armando UÑO llamó a AMARILLA, le preguntó si podía ir él, porque está contra los cortes de vías. Entonces éste le indicó que hablara con DOTTA. El imputado afirmó que el delegado es "palabra mayor". -

Leonardo Martin FRANZIN señaló que estaba presente cuando convocaban los delegados, algunos se negaban a ir, y les insistían para que fuesen, les decían que era un "acto de presencia", estimaba el testigo que esa vez no era "un acto así nomás". De los que convocaban, ninguno nombró a Pablo DIAZ. El estatuto es muy difícil conseguirlo, pues los trabajadores no acceden a Internet, existe la obligación de entregarlo, pero los del gremio no lo hacen. La conducción es bastante vertical, los delegados responden a Pablo DIAZ y éste a PEDRAZA. Ese día los delegados del sector empezaron a "reclutar" gente para ir a las vías. A algunos les decían que era para hacer un acto de presencia, a otros que iban a reprimir una acción de los tercerizados, otros lo hacían para salir e irse a la casa. ALCORCEL, AMUCHASTEGUI, ARIAS y TORETTA, todos delegados, eran los que convocaban. La gran mayoría desconocía qué función iban a cumplir en Avellaneda. Los más veteranos sabían que "esto no iba a ser un pic nic". Destacó que la Unión Ferroviaria es una organización bastante vertical. -

Juan Ramón MOLINA dijo que trabaja en los talleres de Remedios de Escalada, siendo que el 20 de octubre de 2010, entró a trabajar a las 6.30 y se le dijo que "debían ir" a hacer presencia en un acto a Avellaneda. Entre compañeros se comentaba quién iba y quién no. Los de más antigüedad no suelen ir, pero sí van los más jóvenes. Cuando le dicen de ir hasta Avellaneda discutió con Lucio porque no le explicaron con claridad para qué iban. Les dijeron que iban a estar los de Quebracho, y se asustó porque siempre hay problemas con esa agrupación. Le dijo "vos me decías que vaya ahí, después me pegan un tiro, y que hago", a lo que le contestó "si querés te anoto, sino no". Luego, hablaron con sus compañeros, algunos tenían miedo si no iban, porque van a perder apoyo gremial. Se sienten obligados por eso. Muchas veces firmaban como que iban a las manifestaciones, salían y desde el portón se iban a otro lado. Finalmente, partieron cien personas hacia Avellaneda, viajaron en tren y tuvieron problemas con los pasajeros en la estación porque pensaban que iban a cortar las vías. Llegaron a la estación, se empezaron a dividir en grupos y les dijeron que tenían que ir para el puentecito. Añadió que todos sus compañeros tenían el mismo temor de venir a declarar al juicio, no es algo normal. Agregó, que en el ámbito laboral hubo recriminaciones, ya que los ferroviarios viejos, de treinta años de antigüedad, que no se metían, eran los que más recriminaban por lo que había pasado. Luego de los sucesos, el testigo volvió a los talleres, pero no marcó, porque los de seguridad le dijeron que no había que marcar la salida. Refiere que a los que no marcaron finalmente les descontaron las horas. -

PIPITO, en su declaración indagatoria, explayándose sobre otro punto, explicó que la periodista de C5N en un momento le dijo que si lo quería, tenía un micrófono para hablar, a lo que le contestó que él no tenia "cargo" en la Unión Ferroviaria, que no era quien para hablar. -

HERNANDORENA explicó que lo llamaron por teléfono diciéndole que se tenía que presentar porque habían cortado las vías los tercerizados. Tenía que ir para hacer tumulto. Fue por su propia voluntad a esa convocatoria, ya que no obtiene beneficios del gremio por ir; (no obstante) tenía temor de quedarse sin trabajo, porque por no ir en su otro trabajo, en una firma metalúrgica, a una manifestación, lo echaron.-

Germán Hugo AGUIRRE dijo que había compañeros que los trasladaban a la marcha del 20 de octubre y que quien no iba era anotado. Siempre convocan BENEMÉRITO, Patricia CARABAJAL, etc. Efectivamente, añadió, en la Unión Ferroviaria hay un orden vertical, el cual es: FERNANDEZ, Karina (BENEMÉRITO), después la comisión de reclamos (DIAZ) y el cuerpo de delegados. Las personas que nombró son las que los convocaban a los actos. A guisa de ejemplo, dijo, a impedir el corte de boletería de Constitución, BENEMÉRITO le manifestó: "El "Gallego" dice que tienen que venir". -

Adrián JUAREZ señaló que en aquel 20 de octubre, en horas de la mañana, a las 9.30 ó 10.00, se le acercó el delegado TORETTA a preguntarle si quería ir a una "marcha de presentismo", para ir y "estar parado" en Avellaneda, sobre las vías, pues en ese momento se decía que eran los ferroviarios los que cortaban las vías. -

Análisis: Tratándose el hecho juzgado de un delito contra las personas, y no contra el patrimonio, la indagación en torno al funcionamiento interno del sindicato ferroviario, interesa en tanto se refiera al aspecto material de las relaciones personales, y no meramente formal. De ahí, la importancia de la prueba testifical narrada por una persona que conozca el tema desde adentro. El Sr. SOBRERO, a partir de cuyo relato hemos podido establecer que las decisiones en la Unión Ferroviaria se toman de manera vertical, y que PEDRAZA es la persona que define todo, habiéndose convertido en un sindicato empresario; realmente tienen problemas los que piensan distinto, y si bien FERNANDEZ se mueve en su Ferrocarril, es decir el Roca; todos terminan consultando a PEDRAZA. -

Hemos establecido también que el día 20 de octubre de 2010, alrededor de las 10.00 hs, a CARSETTI tres delegados (entre ellos AMUCHASTEGUI) le hicieron llegar un manuscrito con nombres, un listado de ochenta y pico de personas y le dijeron que ese grupo de gente se iba a retirar, y que no lo detallaban porque eran muchos (los que dicen "si" son los que se retiraban, "no" lo que no concurrían). Esa vez la gente no fichó, lo que resultó llamativo. El título del mail decía "corte de vías", y ella se lo envió a Pablo DÍAZ de "Relaciones Laborales", a ROMERO, a COMINOTTI, a CASSARINO, y a sus superiores CIPRIANI y a PEDULA, con la finalidad de informar. Posteriormente, la gerencia de Recursos humanos les descontó el día. -

Hemos establecido que CASSARINO, Jefe de los Talleres de Remedios de Escalada, sostuvo que no dio autorización a nadie para retirarse, puesto que el empleador de los trabajadores es el "Belgrano Cargas SA". Como gerenciador avisó a "Belgrano SA", notificando esto a la gerencia de "Recursos Humanos" de UGOFE. Los delegados SUAREZ, y KRAKOWSKI, le comentaron que querían impedir un corte de vías, que se iban a manifestar contra los que querían cortar las vías. -

A partir del relato de Pablo DIAZ (Jefe de relaciones laborales), se estableció que el día anterior había comentarios en la empresa respecto de la posibilidad de un corte de vía. Por ello, el "comité gerencial", según le dijo el Gerente de Recursos Humanos (MESSINEO), en esa fecha de licencia médica, puso en conocimiento de esto a la Secretaría de Transporte. El 20 de octubre, alrededor de las 11.00 horas, recibió un mail general que mandaron del taller de Remedios de Escalada, que decía que, a los efectos que corresponda, se remitía el listado de personal que iba a concurrir al "corte de vías".-

Es interesante observar cómo funcionó la convocatoria, ya que si bien AMUCHÁSTEGUI era quien convocaba a trabajadores en los Talleres de Escalada, previamente a las 9 horas, Pablo DIAZ lo convocó a él (le dijo que iba a haber un corte de vía en Avellaneda, manifestándole AMUCHASTEGUI que si había que ir, él iba). Ese tipo de respuestas "si había que ír, él iba), es más propia de las convocatorias que se hacen de arriba para abajo. La cuestión se aclara más si se incluye en el análisis que previo a que DIAZ hablara con AMUCHASTEGUI, más temprano FERNANDEZ había hablado con DIAZ, en ese contexto se comprende mejor la verticalidad de la convocatoria, y el tipo de respuesta dada. A más de ello, las siguientes manifestaciones de AMUCHASTEGUI son reveladoras de lo expuesto, pues dijo que salir esa vez no era nada fuera de lo común, y lo comparó con salir a algún "un acto", o a un asado, o a un acto del gobierno, él va. -

También es reveladora la manifestación de AMUCHASTEGUI en cuanto a que antes de salir, como supervisor, consultó al jefe de taller (CASSARINO) si había autorización para hacerlo y los autorizaron a hacerlo. Entonces, cuál es la razón por la cual CASSARINO habría sostenido lo contrario; sin lugar a dudas, el desenlace luctuoso de ese día, y la necesidad de las gerencias de distanciarse de lo ocurrido. Lo mismo vale decir para MESSINEO, quien recién el 2 de noviembre de 2010, al reintegrarse de su licencia, decide descontar el día, a pesar de que nunca antes habían efectuado descuentos y esta vez no les habían avisado que lo harían. -

Lo sucedido con AMUCHASTEGUI pasó también con Marcelo SUAREZ, a quien a eso de las 8.30 horas, lo llamó Diaz para ver si podia ir a hacer "acto de presencia" en la estación Avellaneda. Entonces, las cosas están muy claras, no era una cuestión de los trabajadores, SUAREZ convocó porque se lo pidió DIAZ, quien previamente había hablado con FERNANDEZ. Además, el mismo SUAREZ, tras hablar con DIAZ, emplea las palabras "acto de presencia", razón por la cual se vuelve infecundo el esfuerzo de FERNANDEZ por negar tal situación. -

Jorge KRAZCOWSKI, por su lado, otro de los que convocaban, terminó reconociendo que la Unión Ferroviaria estaba de acuerdo con lo que habían conversado los delegados, en cuanto a que los usuarios se enojaban con el personal cuando había corte de vías. -

Más que reveladoras las palabras espontáneamente empleadas en el juicio por Germán SANDRI al señalar que ese 20 de octubre de 2010, en los talleres de Remedios de Escalada, los delgados "reclutaban" compañeros, los buscaban con listas. Obviamente que es vertical una convocatoria de "reclutamiento, con lista en mano para marcar al que no va. Las palabras que espontáneamente emplean los testigos son decisivas para el correcto contenido de la decisión de los jueces. Además, entre los que "reclutaban" estaban AMUCHASTEGUI -que había hablado recién con DIAZ-, ALCORCEL -persona de confianza de DIAZ-, TORETTA -quien dijo que el dato del corte lo trajo AMUCHASTEGUI-, y GARRO. Como puede verse, en esta convocatoria, todos los caminos conducen a Pablo DIAZ, que previamente había hablado con Juan Carlos FERNANDEZ. -

A Marcelo GONZALEZ, también le dijeron que iba a salir del taller para una marcha, "un acto de presencia" en Avellaneda. Se hizo presente TORETTA y anotaba a los que salían, tenían las planillas con sus nombres y los marcan con una crucecita. Siempre les decían que "tenían" que ir. Los delegados siempre se manejaron así.. Cuando vienen por "orden" del gremio no dicen nada, se anota al que va a salir, y salen, ni se fichaba. Las palabras de GONZALEZ son más que elocuentes para advertir de qué se trató esto. Es decir, no sólo ahora, sino SIEMPRE tenían que ir, porque los delegados SIEMPRE se manejaron así (tenían que ir, sino crucecita, y listo). Verticalidad pura y dura. Y tan detrás estuvo la Unión Ferroviaria de esto, tan obvio es ello, que el testigo con toda naturalidad dijo cuando vienen por orden del gremio, no dicen nada, salen. Entonces, no sólo que la salida la convocó el gremio, dijo que hubo orden del gremio. Y cuando así ocurre, no dicen nada, señaló GONZALEZ, con referencia a los que cuidan los intereses de los empleadores, más allá del mejor criterio de CASSARINO. En este caso, convocó TORETTA, previo hablar con AMUCHASTEGUI, el que "si hay que ir, va", según nos dijo que previamente le había manifestado a Pablo DIAZ. -

Algo muy similar respecto de Ricardo Ernesto ARIAS, otro delegado, al que pasadas las nueve horas, le dijeron que tercerizados y el Partido Obrero iban a cortar las vías en la estación Avellaneda, y que la información la había traído Aldo AMUCHASTEGUI (que antes había hablado con DIAZ) . Se trataba de hacer un "acto de presencia". Destacó, que invitaron a un grupo de compañeros. No iban a presionar a nadie. De todas formas, llama la atención esta postura defensiva de ARIAS, negando presiones que nadie le había atribuido. -

Respecto de Mariano MAROCO, nada cabe analizar de lo evidente. Obviamente, si concurre a Avellaneda con el hijo de Pablo DIAZ, no es necesario que nadie le pida nada. -

A Miguel TORETTA, a eso de las 9.00 hs., AMUCHASTEGUI (luego de hablar con DIAZ) le dijo que había un "acto de presencia" en Avellaneda. Él tomó una planilla de personal y fue preguntando quién quería participar. Muchos iban y se anotaban solos para ir. Salieron entre 80 y 100 compañeros. Con presentar esa planilla, la empresa los autorizaba a salir. Cuando se sale para "estos actos", a veces, algunos se volvían a sus casas. Esta vez les descontaron. Para salir del taller tienen que tener permiso de la empresa, sino los echan, permiso para salir tenían. Trabajan unas 10 mujeres en ese taller, pero no se las invitó a salir. -

Así entonces, volvemos a advertir las mismas palabras y los mismos personajes (DIAZ-AMUCHASTEGUI-TORETTA), "acto de presencia", además habla el testigo de los que invitaba y los que se anotaron solos, obviamente otros seguro no, por caso Marcelo GONZALEZ. El testigo habla de "salir para estos actos", es evidente que el gremio estaba detrás. Además, vuelve el contraste con CASSARINO, o se expresa muy mal, o ese día no lo entendieron, para la gente que se retiró lo hizo en la inteligencia que tenía permiso para hacerlo. Luego se torna relevante que no invitaron a ninguna mujer a este acto, dado que eran conscientes de la eventual violencia que podía desencadenarse.

Ricardo Julio DEL ORTO, también fue convocado por el delegado TORETTA (cadena AMUCHASTEGUI- DIAZ mediante), para hacer un "acto de presencia". A él le fueron más específicos, le dijeron que la convocatoria era para impedir un corte de vias. Sobreentendiendo que si salen por el gremio, están autorizados para "sacar" a la gente. La verdad es que DEL ORTO no tiene problema en llamar las cosas por su nombre, dijo que salían por el gremio, y que a la gente "la sacaban". Esto sí que es evidencia neta de la verticalidad del gremio. -

Adrián JUAREZ fue otro convocado por el delegado TORETTA (cadena mediante....) a una "marcha de presentismo", para ir y "estar parado" en Avellaneda, sobre las vías. Hacer un "presentismo" no es auto convocarse. -

Claudio DIAZ explicó que, en general, cuando van a una manifestación los desafecta el sindicato. Si bien no era obligatorio concurrir, hacía mérito el que asistía a las convocatorias del gremio. Esta expresión refleja lo sucedido, ya que nadie fue con un revolver en la cabeza, pero sí por la necesidad de "hacer mérito" a una "convocatoria del gremio".

Guillermo Armando UÑO llamó a AMARILLA y le dijo si podía ir él, porque está contra los cortes de vías. Entonces, éste le indicó que hable con DOTTA. El delegado es palabra mayor. Adviértase lo vertical que era este gremio, donde el delegado es "palabra mayor" para los trabajadores. -

Muy claro resultó Leonardo Martin FRANZIN, al señalar que convocaban los delegados ALCORCEL, AMUCHASTEGUI, ARIAS y TORETTA y a los que se negaban a ir, les insistían para que vayan, que era un "acto de presencia", no era "un acto así nomás". Ese día los delegados "reclutaron" gente para ir a las vías. Decían a unos que era para hacer "un acto de presencia", a otros que iban a "reprimir una acción de los tercerizados", y a algunos otros que era para salir e irse a la casa. Por lo tanto, la gran mayoría desconocía qué función iban a cumplir en Avellaneda. Los más veteranos sabían que "esto no iba a ser un picnic". -

Como puede advertirse, los delegados se esforzaban por llevar la mayor cantidad de gente posible a Barracas, se trataba de disuadirlos, convencerlos, incluso con el "dulce" de que se iban a la casa más temprano. Resuenan las palabras de HERNANDORENA: había que ir para hacer tumulto. Evidentemente, tenía que ser la mayor cantidad de gente posible. -

FRANCIN afirmó también que de los que convocaban, ninguno nombró a Pablo DIAZ. Sin embargo, a esta altura, está claro que DIAZ lo llamó a AMUCHASTEGUI, y este último a ARIAS y a TORETTA. De igual modo sabemos que DIAZ le pidió a ALCORCEL "que vaya". Con lo cual, volvemos a concluir que detrás de la convocatoria estaba Pablo DIAZ. Además, ilustró que la conducción es bastante vertical, pues los delegados responden a Pablo DIAZ y éste a PEDRAZA. -

En cuanto a Juan Ramón MOLINA, tenemos que se le dijo que "debían ir" a un "acto de presencia" a Avellaneda. Los de más antigüedad no suelen ir, pero sí van los más jóvenes. Discutió porque no le explicaron con claridad para qué iban. Se asustó, pensó que le podían "pegar un tiro". Algunos tenían miedo si no van, porque podrían perder apoyo gremial. Se sentían obligados. Muchas veces firmaban como que iban a las manifestaciones, salían y desde el portón se iban a otro lado. Todos tenían el mismo temor de declarar en el juicio. En el ámbito laboral hubo recriminaciones por lo que había pasado. Ese día volvió a los talleres, pero los de seguridad le dijeron que no había que marcar la salida, le descontaron las horas. -

El caso de MOLINA es un "botón de muestra" de lo sucedido. Veamos: fueron porque les dijeron que "debian ir", fueron con miedo, no estaba claro a qué iban. Se sentían obligados a ir, para conservar el apoyo gremial. Incluso en el juicio tenían temor de declarar (de decir la verdad, a eso se concurre a un juicio). Existieron recriminaciones de los ferroviarios más antiguos por la conducción. Perdieron parte del salario, pudieron haber perdido más. -

PIPITO, en su declaración indagatoria, explayándose sobre otro punto, explicó que la periodista en un momento le dijo que si lo quería, tenía un micrófono para hablar, a lo que le contestó que él no tenia "cargo" en la Unión Ferroviaria, que no era quien para hablar. Pues entonces, cómo no va a ser vertical una organización, en la cual es necesario "tener un cargo" para ser quien puede hablar. Volvemos sobre el mismo punto, las expresiones que espontáneamente se emplean, revelan la verdadera naturaleza de las situaciones juzgadas. -

El caso de HERNANDORENA es paradigmático pues si bien admitió que le dijeron que se tenia que presentar, que tenia que ir para hacer tumulto, para luego acotar que fue por su propia voluntad a esa convocatoria, acotando después que tenia temor de quedarse sin trabajo, dado que por no ir en su otro trabajo a una manifestación, lo echaron, no acá. Ciertamente es confuso, acaso por la propia verticalidad de la estructura sindical. -

En tren de conocer el verdadero funcionamiento interno del sindicato, es oportuno prestar atención al testimonio de Germán Hugo AGUIRRE, cuando refirió que a los compañeros los trasladaban a la marcha del 20 de octubre y que quien no iba era anotado. Acotó que siempre convocan BENEMÉRITO y CARABAJAL, dado que en la Unión Ferroviaria hay un orden vertical, el cual es: FERNANDEZ, BENEMÉRITO), la comisión de reclamos (Pablo DIAZ) y después el cuerpo de delegados. Éstos son los que los convocaban a los actos. Valga para ejemplificar -como ya se refirió- que para impedir el corte de boletería de Constitución, BENEMÉRITO lo llamó a Aguirre para transmitirle: "El "Gallego" dice que tienen que venir".-

Salta a la vista, tras este relevamiento de la prueba testimonial, que el 20 de octubre de 2010 no hubo ninguna autoconvocatoria, sino que fue el sindicato el que organizó el "acto de presencia", para evitar el corte de vías de los tercerizados y los militantes de los movimientos sociales. En esta oportunidad, la modalidad fue la de siempre: el verticalismo, ya que orgánicamente no era posible, ni imaginable, que funcionen distinto. Pablo DIAZ convocó, con el apoyo de Juan Carlos FERNANDEZ.-

Las amenazas:

No puede soslayarse que el desarrollo de este proceso estuvo enmarcado en un contexto amenazante para los testigos, tanto en la etapa de investigación como en la etapa de la oralidad; no desmereciendo ello que las denuncias formuladas, la mayoría en forma telefónica y de manera anónima, no se concretaran en imputación a persona alguna, pues esto en todo caso concierne a la justicia, pero no dice nada de la materialidad de estos hechos.

Es notorio en estos casos, la capacidad para perturbar la libertad, y la tranquilidad de espíritu, con la cual es necesario que declaren los testigos. Este extremo, lo hemos de tener particularmente en cuenta, al momento de valorar y de evaluar la credibilidad de los testimonios, y en especial, aquellas variaciones en sus relatos que los testigos justificaran en el miedo que el hecho de declarar. Buena parte del debate se consumió, a pedidos de las partes, leyendo tramos de declaraciones testimoniales prestadas en la escritura, y poniendo de resalto lo que se dijo antes contraponiéndolo con lo que se sostenía después. Ello no puede desconectarse de las amenazas antes relatadas, tanto en el caso de los testigos que tuvieron el valor de reconocerlo, como en aquellos casos en los que prefirieron callar. A punto tal esto fue así, que en pleno desarrollo del debate oral (Octubre de 2012), aún cuando en singulares circunstancias, desapareció el testigo Severo, generando ello temor en las personas que ya habían declarado, e intranquilidad en las que todavía restaba que concurriesen, recurriendo el Tribunal al auxilio de la Gendarmería Nacional para garantizar la seguridad de las personas que con su testimonio, vendrían a coadyuvar al logro de obtener verdad. -

Prueba de esto, a guisa de ejemplo, compilamos los siguientes testimonios, a saber: Germán SANDRI: refirió que después que declarara el testigo Molina, pusieron carteles que decían "Juan Molina buchón arrepentido", agregando que recientemente se inauguró un taller en la Unión Ferroviaria al grito de "Un zurdo menos". Mencionó que a un compañero, Juan Carlos GERÉZ, lo amenazaron diciéndole que "iba a terminar como Mariano", ergo, concluyó, la Unión Ferroviaria no cambió su actitud. Incluso DEL ORTO, un testigo para nada hostil a las defensas, escuchó la versión de que "Molina era buchón".

Del mismo modo, Marcelo GONZÁLEZ, ante la pregunta que se le formulara en el debate de por qué no declaró "eso" antes, respondió que tenia miedo porque tiene familia e hijos. Siempre tuvo miedo, por sus hijos y su esposa y por eso no fue a declarar antes.

También CARDÍAS supo explicar que en su momento no declaró todo porque tenía miedo de decir lo que había visto. A esto se suman las amenazas, que fueron muchas. No estaba bien psicológicamente porque lo de Mariano Ferreyra lo afectó mucho, y de hecho sigue muy mal. Lo correcto es lo que declaró en el juicio. Recibió amenazas desde que empezó a trabajar y en octubre. Estas lo fueron antes y después de declarar. Lo amenazaron por teléfono a su celular.

Damián CARDOZO, de manera coincidente, relató que sufrió amenazas con posterioridad a este hecho, al día siguiente o a los 2 días. También se efectuaron amenazas al teléfono de línea de su madre y al teléfono de su padre. Decían que se tenía que callar. Recibió, asimismo, llamados el celular de su hermana.

La testigo TRIPE, a su turno, contó que una de las actividades que hacían por "Causa Ferroviaria" era ir a volantear a las puertas de los talleres de Remedios de Escalada. Una vez, habían quedado con Merino y con Hospital a realizar esa actividad. Ese día Hospital llega primero, y estando en la puerta, unos "patoteros" de la lista verde, le dijeron que no podía hacer eso, le sacaron los volantes y le dijeron que se vaya.

ANDINO, de igual modo, aportó que un día lunes, ya empezado el debate, cuando retornaba de capital, al bajar de un colectivo dos personas lo llamaron por su apellido y de manera amenazante le exigieron que bajara la vista, lo insultaron y le dijeron "quién carajo te dijo que viste una escopeta".

Germán Hugo AGUIRRE, también, expresó que el día anterior al 20 de octubre de 2010, en la Unión Ferroviaria no lo convocaron porque era clara su posición. Agregó que en un volante ya se lo había tratado de traidor. En varias estaciones pegaron carteles que decían "te recordamos morsa que los cadáveres los apilamos uno a uno". Incluso, Benemérito y Patricia Carabajal se habían encargado de avisarles a muchos delegados que no tenían que hablar con él.

Sobre el intento de subir a las vías por parte de los tercerizados y militantes, y su significación legal:

Testimonios de ferroviarios:

AMUCHASTEGUI aportó que desde el andén vio abajo a un grupo de manifestantes con banderas del PO, que iban con la cara tapada, y tenían unos palos largos. Siguieron caminando por las vías, y esa gente iba caminando paralelamente, mientras que de los dos grupos se cantaban y proferían agravios.-

DEL ORTO, coincidentemente, dijo que la gente que estaba abajo empezó a marchar hacia la capital, tomó por un puente, y su grupo iba a la par con el objetivo de que no corten las vías. -

Juan Alberto BRANDAN, dijo que estando arriba, los grupos cantaban y se insultaban, a medida que avanzaban por las vías siguiendo paralelamente al otro grupo. En su grupo habría 50 personas, todos ferroviarios. En un determinado momento, añadió, subieron unos 10 chicos con gomeras y tuercas. Fue un enfrentamiento, su grupo, desde arriba, les tiraba con piedras, y los otros tiraban con gomeras y tuercas, hasta que bajaron; siendo que su grupo se quedó arriba, Recordando que la policía después desapareció del lugar.-

Marcelo SUAREZ, expresó que a Avellaneda habrán llegado a las 10.30 horas, y se veía que sobre la calle lindera a las vías, iba gente caminando, iban tapados, y con palos. Ellos (ferroviarios) iban por las vías, pero él iba más atrás caminando. Se ve que quisieron subir a las vías. Empezaron a tirar piedras de abajo hacia arriba. Y en el intercambio recibió un "tuercazo" en el pecho. -

Jorge KRAZCOWSKI, dijo que en algún momento él, que venía de atrás (igual que SUAREZ), gritó "ferroviarios, carajo", pasaron de provincia a Capital, y ahí hubo un grupo del PO, tal vez también algún tercerizado, que quiso tomar las vías. -

Marcelo GONZALEZ, recordó que un grupo del Partido Obrero, los agredió con gomeras, piedras y bulones, y subió a las vías, siendo que por esa razón se intercambiaron piedras, de lo cual participó. A resultas de ello, los otros se van, y después los vio lejos, a más de dos o tres cuadras. Se los veía muy lejos, y ahí se quedaron, en las vías, un tiempo considerable. -

Aportó DEL PAPA, que en una punta del terraplén, que tenía rota la reja perimetral, ellos se lanzaron a subir para ocupar la vía. En esa acción, tiraron con gomeras, tuercas y piedras. El testigo fue impactado en una mano por una tuerca. Precisó que, un grupo de 10 ó 12 llegó a subir, y se les respondió con piedras, razón por la cual se bajaron y se fueron hacia donde estaba el grupo de ellos. -

Miguel Alejandro TORETTA, completando la información, expresó que de abajo los empezaron a insultar y su grupo, que primero miraba, terminó respondiendo a los agravios. Un individuo alto de ese bando parecía manejar al grupo con un megáfono y los alentaba para que tiren con gomeras. -

El imputado UÑO, mencionó que de los que iban por abajo, unos 6 ó 7 según su cálculo trataron de ganar las vías, siendo allí que corrieron para bajarlos. Eran 5 contra 30, los de abajo les tiraban con honda, y su grupo les tiraba piedras. Como ellos tardaban en cargar las hondas, lo que habían subido después se bajaron, mientras su grupo quedaba arriba. -

Adrián Leonardo JUAREZ nos contó que estuvieron parados en la punta de la estación (Avellaneda) , esperando que "les indicaran" para ir caminando hasta la estación Yrigoyen sobre las vías. Y precisamente, caminaron cuando vieron gente por la calle con palos y la cara tapada, los siguieron paralelamente por las vías. En ese momento, se subió gente por un terraplén y empezó a tirar piedras con gomeras, por lo que su sector, desde arriba, respondió arrojando piedras, consiguiendo que los del otro bando se alejaran, quedándose ellos arriba, habilitando el paso del tren. Serían ya las 12.30 ó 13 horas. -

De otra parte, FORLI, sostuvo que le dijeron que había gente de la Unión Ferroviaria cortando la vía, y que por ello el servicio estuvo cortado unos 20 minutos alrededor de las 12 horas, por un enfrentamiento con piedras.

En coincidencia con ello, Rubén Omar NUÑEZ, observó que a 300 ó 400 metros, se produjo un enfrentamiento entre los de "arriba" y los de "abajo", escuchó un par de detonaciones. Por ello, informó a la estructura de seguridad del ferrocarril, dando cuenta del suceso, y pidiendo que controlaran la estación Yrigoyen. -

Por último, HERNANDORENA precisó que no vio que hubieran cortado las vías, pero el rumor era que un rato antes los tercerizados habían estado arriba de las vías y que se habían bajado. -

Testimonios de personal policial:

Hugo Guillermo MALDONADO, dijo que el día de los hechos alrededor de las 12 horas, caminaba por Luján hacia el puente Bosch, y vio un grupo cruzando el puente y otro grupo sobre las vías (Recién al otro día se enteró que el primer grupo era del PO), quedando en el medio de los dos grupos. Los de abajo serian unos 40 y los de arriba otro tanto. Tocó el silbato y no le llevaron el apunte, se insultaban, llamó pidiendo apoyo al comando y comenzaron a intercambiarse piedras. Rompían autos que eran de empleados de una fábrica, dando noticia del suceso al Comando, serían las 12:05 horas. Agregó que continuó tocando el silbato, y retrocedió hasta la calle Luján, sita a unos 70 metros de allí. Precisó que no vio más policías que él cuando se arrojaban piedras. -

BROUSSON, recordó que cuando se hizo presente estaba llegando un grupo numeroso de la Unión Ferroviaria, con mamelucos de trabajo.

Añadió que, de repente escuchó detonaciones de escopeta, no tenía visualización, pero fue sobre la calle Bosch. Refirió que ahí mismo, la gente de la Unión Ferroviaria empieza a dirigirse hacia el Puente Bosch, viendo que las personas que estaban sobre el terraplén realizan acciones tomando piedras y arrojándolas para abajo.

Ilustró que el grupo de especiales, y también FERREYRA y PREMUDA fueron hacia allí. Esto lo divisa desde unos 100 metros, estaba en la punta del andén de Avellaneda. El testigo no fue con el grupo que avanzó, sí después con MANSILLA. -

BARBERAN, nos contó que subió por el terraplén y vio que volaban piedras de arriba y de abajo. Estaba con FARIAS y DOMECQ, dio orden de sacarlos de ahí para que no tiraran hacia la calle. Dijo que ellos tres no podían sacar a todos, pero actuaron.

Manifestó que había un grupo de infantería especial, con cascos y escudos para protegerse, serían 6 ó 7, que trataban de sacar a los ferroviarios que tiraban piedras. Esto duró 15 ó 20 minutos, durante los cuales no se interrumpió el servicio. Los jefes aparecen en las vías cuando van paralelos: ellos son PREMUDA, FERREYRA. Arriba de las vías el segundo estaba a cargo. -

De manera coincidente FARIAS sostuvo que los tercerizados dan unas vueltas por diversas calles, yendo su brigada por detrás.

Añadió, que para cruzar para capital debían cruzar para el puente Bosch, siendo que se insultaban los de arriba con los de abajo. A sus jefes se los veía arriba del terraplén, en las vías.

Indicó que subió a un terraplén, y vio una incidencia entre un grupo que intentó subir a las vías. Los de arriba "los insultaron", se arrojaron piedras recíprocamente, y los que habían subido bajaron otra vez. Esto duró un ratito. Ese grupo quiso retornar a provincia, pero un cordón de la policía bonaerense se lo impidió. Estaban los de servicios especiales. -

DOMECQ dijo que empezó a escuchar un griterío, la bonaerense que estaba ahí con escopetas, gritaba: "todos para capital, todos para capital", realizando detonaciones.

Refirió que hubo piedras, gritos, pero esta novedad no se le comunicó a nadie porque se veía desde arriba. Trepó un paredón y subió a la vía donde ve a FERREYRA, MANSILLA y PREMUDA. -

POVOLO, mencionó que los manifestantes intentaban subir al terraplén del ferrocarril pero no pudieron porque era muy empinado. Refiriendo que no fueron más de 30 ó 40 los que intentaron subir.

Agregó que había personal policial arriba del terraplén, y también había ferroviarios arriba de la vía, que les gritaban a los de abajo que no subieran, viendo él esto desde unos 20 metros. Se cruzaban insultos. En algún momento hubo una corrida y pedradas. Venían proyectiles de la calle hacia el predio ferroviario y viceversa. -

REPETTO, por último, dijo que ese grupo de manifestantes va por calles internas, y se equivocaban parecía que no conocían la zona, terminaron saliendo a una calle que se llama Bosch, paralela a las vías.

Refirió que él iba detrás de ese grupo, cuando pasaron al ámbito de capital. Refirió que no vio que los manifestantes llevaran palos o gomeras en la mano, ni escuchó que reclamaran las gomeras.

Indicó que el grupo que estaba abajo no podía cortar las vías, de ese intento participaron 1 ó 2 y que era difícil el terreno y había mucha gente arriba.

Estimó que moduló que era imposible que los tercerizados tomaran la vía.-

Testimonios del Partido Obrero:

Rocío CARDOZO dijo que en el momento de subir al terraplén estaba delante de su grupo, intentó subir pero no lo logró. Bajaron y se fueron. -

Damián REYNOSO añadió que primero observaron un grupo con "actitud amenazante" sobre el andén que va hacia Plaza Constitución, era la gente de la unión ferroviaria con una bandera verde.

Indicó que su grupo se empezó a juntar en la calle Lebensohn, y acordaron con los trabajadores, que no se podía ir a cortar en la estación Avellaneda, porque estaba ese grupo arriba del andén.

Refirió que se le dio aviso a la policía que levantaban la medida, y que en ese momento varias agrupaciones ya se habían retirado.

También manifestó que la "bonaerense" les tiró con balas de goma. -

MALASPINA, dijo que él estuvo entre los que intentaron subir, que era muy difícil ascender, describiendo la intensidad de la pedrea.

Manifestó que incluso los que no intentaron subir también recibieron piedrazos. Adujo que se observaron notoriamente superados y que no iban a poder realizar el corte.-

Osvaldo Mario VAZQUEZ, explicó que empezó a ver mucha gente del ferrocarril concentrándose, alrededor de 200 personas, anoticiándose que estas personas pretendían impedir la medida de fuerza, a la vez que conversaban con comisarios vestidos con traje, y portaban Handy.

En tanto refirió que la gente de su sector serían unos 50 ó 60.

Añadió que cuando cruzaron en fila india delante de ellos, alguno dijo con la intención de amedrentarlos "por qué no empezamos ahora". Supuso junto con sus compañeros, que estaban con ánimo de agredirlos. -

Hugo RECALDE, un tercerizado del ferrocarril, contratado por la empresa AUMONT, dijo que resolvieron cruzar a la capital, e ir a la estación Yrigoyen.

Refirió que no pudieron tomar la calle debida, que dieron vueltas, y los ferroviarios los miraban desde arriba, por lo que a la policía les solicitaron un cordón para protegerlos. Apenas pasaron un puente bajo de Avellaneda, decidieron cortar ahí, donde había una garita de la Policía.

Indicó que él fue uno de los primeros en subir y recibió una agresión con piedras y palos, los apedrearon los ferroviarios, y a la vez la policía disparaba escopetazos.

Indicó que bajaron por donde habían subido porque la agresión no la podían resistir, cuando llego "la verde" no pudieron" aguantar" y bajaron.

Verónica Viviana SILVA, dijo que arriba de las vías había gente con ropa de ferroviario, y acompañándolos debajo había 20 policías vestidos de azul con chaleco naranj a.

Indicó que también había arriba unos 10 policías vestidos de negro.

Refirió que ella hizo la moción de subir a las vías en el momento en el que pasaron por ahí, dado que la cuestión era cortar las vías. -

Ramón Diego CARDIAS, relató que los fueron a "amenazar" con toda la "patota" de la Unión Ferroviaria. Refirió que estaba también el hijo del secretario de Transporte, llamado Luna, a quien le formularon reproches, ingresando a una comisaría.

Adujo que por eso buscaron un camino alternativo, se equivocaron, y terminaron caminando por una calle paralela a la estación. Aparte había policía, algunos de ellos vestidos de civil que les sacaba fotos. Después se presentó también infantería de la Policía de la Provincia.-

Gonzalo Damián FERNÁNDEZ, mencionó que había unos 20 tercerizados, conocía a VILLALBA, a CARDIAS y a PINTOS. Refirió que los conocía por un corte de vías anterior en el mes de julio, ese día cortaron de las 10 de la mañana hasta la noche.

Agregó, que mientras caminaban por el costado de la vía, por abajo, vio un portón, al que abrió y pudo subir. Ese portón era una reja que estaba al lado de un árbol. Era muy difícil subir, era muy empinado.

Dijo que intentó subir a las vías junto a otros compañeros, que se pudieron mantener un minuto, porque eran como doscientas personas las que los agredían.

Aclaró, que si bien en asamblea no se decidió abrir el portón y subir, él vio la posibilidad de subir y así lo hizo. Reconoció que en su grupo había gomeras y palos.

Ilustró que Mariano (FERRYERA) había pintado una bandera con Cardias, y esa era la única que tenían ese día.

PINTOS, recordó que habían decidido ir por otro lado para no confrontar con los ferroviarios.

Indicó que fueron por un costado de la vía hacia el lado del Riachuelo, y en un momento del trayecto intentaron subir a la vía por un portón, pero tuvieron que bajar por la agresión con piedras que recibieron. Informó que intentaron subir cinco o seis de su grupo.

Añadió que la "patota" estaba arriba, y abajo del terraplén había gente de infantería, también policía de la provincia por la calle, atrás de ellos. -

Dora MARTINEZ, mencionó que el martes hubo una asamblea donde se resolvió participar de esta actividad. Estima que de su agrupación fueron unos 60 compañeros aproximadamente.

Indicó que estuvo en el local del Partido Obrero en Avellaneda, a las 10 horas, que su compañero Pablo se encargó del traslado de la gente hasta el lugar de la actividad. Refirió que iban a cortar las vías como forma de reclamo, para que se reincorporen los trabajadores, vieron que allí estaba la "patota" insultando y amenazando.

Refirió que su grupo evitaba toda provocación y cantaba por la unidad de los trabajadores. Indicó que cruzaron un puente, tenían idea de ir hacia Constitución, pero una parte de la columna intentó subir a las vías, y debió retroceder porque llovían las piedras. El compañero "Chiquito" quiso defender a esas compañeras, reprochándole a un policía por que quería llevarlas detenidas, y por qué les tiraban a ellos y no a los otros. Aclaró que ese día había muchas mujeres con sus bebés. -

Mauro Federico MAYOR, sostuvo que a subir a las vías habrán llegado unos 2 ó 3 compañeros. Indicó que Mariano FERRYERA fue uno de ellos, estuvo cerca de Mariano Ferreyra y no lo vio tirar con gomera, y él tampoco lo hizo.

José Valentín CORREA, reconoció que él llevaba el megáfono, pues su rol era cantar y arengar a los manifestantes.

Aclaró que la policía les disparó, y un compañero se acercó, diciéndole "qué haces", porque eran los otros los que los agredían a ellos. Cuando se reagruparon caminaron 2 ó 3 cuadras, indicó que era una situación tensa.

MERINO, aportó que fue víctima de toda clase de injurias, como "hijo de puta", "zurdo", "los vamos a matar", "por qué trajeron mujeres y chicos". Indicó que esto habrá sido desde las 10.30 hasta las 12, aproximadamente. -

MARÍ preguntado que fue tras exhibírseles videos y fotografías respondió que a los compañeros que estaban con él no los identifica, admitiendo que él es el de buzo verde, y que estaba sacando palos de un bolso. -

Pablo CHAMORRO preguntado específicamente, respondió que no intentaron subir a las vías al atravesar la calle Bosch, y que cerca del alambre roto no hubo intento de subir a las vías. Esto no es cierto, más cabe reconocer que formulada tal pregunta en calidad de testigo, la misma podría resultar auto-incriminante. -

Análisis:

De los testimonios recabados respecto de los ferroviarios presentes en el lugar: tenemos que ya desde temprano (10.30 horas según SUAREZ) el ambiente era hostil entre ferroviarios y tercerizados, particularmente AMUCHASTEGUI y SUAREZ hicieron hincapié en que los otros iban con la cara tapada, y tenían palos largos, a la vez que mientras caminaban paralelos los dos grupos se proferían insultos y agravios. Esto es importante, pues naturalmente tuvo que haber sido visto e informado por el personal policial presente en el lugar.

Además de ello, obvio es decirlo, cuando los ferroviarios deciden correr a los militantes, sabían que ese accionar lo dirigían contra personas, con palos, gomeras, con cara tapada (Etc.), razón por la cual debían tomar "las previsiones" necesarias para enfrentar a un grupo de estas características. Concretamente SUÁREZ, expresó que no obstante ir más atrás caminando, cuando quisieron subir a las vías, en el intercambio recibió un "tuercazo" en el pecho. Pues entonces, volvemos sobre lo mismo: cuando los ferroviarios deciden correr a los tercerizados, sabían del "poder de pelea" de estos últimos, y no obstante lo cual fueron hacia ellos. Obviamente, quien dirigió el grupo, se sentía con "capacidad de acción" para instalarse y poder superarlos en esa relación de fuerza. Lo que se quiere decir, es que ya sabían que correrían a gente que era capaz de arrojar tuercas con gomeras, y alguna precaución para enfrentarlos, necesariamente, tenían que tomar. -

Por lo demás, DEL ORTO fue muy claro en cuanto a que el objetivo de su grupo era evitar que el otro grupo no corte las vías. Es más, según BRANDÁN, los que subieron serían unos 10 chicos con gomeras y tuercas, por eso se enfrentaron, su grupo desde arriba les arrojó piedras, hasta que ellos bajaron, añadiendo que la policía después "desapareció del lugar". Estos datos aportados por el testigo son importantes al momento de evaluar la actitud adoptada por los jefes policiales del operativo, además por el hecho de que BRANDAN hable de "chicos" al momento de referirse al otro grupo. Incluso HERNANDORENA, si quiere por dichos, aportó que fue por demás efímero el lapso que los tercerizados "apoyaron sus pies" en las vía, sin que se interrumpa el servicio. -

Hay una constante que se aprecia en el relato de los ferroviarios, una buena cantidad de ellos dijeron que "venían desde más atrás", así KRAZCOWSKI, y también SUAREZ por ejemplo, acaso intentando alejarse del intercambio de piedras acaecido, aportando el primero que los que intentaron tomar las vías fueron en realidad un grupo del PO, y tal vez algún tercerizado. Hay que prestarle atención a este último razonamiento, pues conlleva cierta indulgencia de la agresión de ese día, la que en todo caso, no fue hacia la masa de empleados tercerizados en sí, compañeros de tareas, sino antes bien hacia activistas políticos que venían a complicar las cosas. Esto se repitió durante el juicio. Lo mismo dijo Marcelo GONZALEZ (un grupo del Partido Obrero, los agredieron con gomeras, piedras y bulones, y subió a las vías). También DEL PAPA, remarcó que en esa acción de pretender tomar las vías, les tiraron con gomeras, tuercas y piedras, y que él fue impactado en una mano por una tuerca. Fue un grupo de 10 ó 12 que subieron y ante las pedradas se bajaron. Cabe destacar que DEL PAPA es otro que, a pesar de resultar lesionado aquí, participa luego de la corrida a este grupo tan agresivo. Es evidente entonces, que la llegada del grupo liderado por FAVALE fue bien recibida, incidió, les dio confianza y los envalentonó para esa posterior corrida. -

Miguel TORETTA, completando la información, dijo que un individuo alto del otro bando, parecía manejarlos con un megáfono y los alentaba para que tiren con gomeras. Cabe conceder aquí que TORETTA fue uno de los que no corrió e intentó convencer a los ferroviarios de que no lo hicieran, no obstante lo cual silenció ello en el debate, primando un previsible espíritu de cuerpo. -

Más que gráfico fue UÑO al precisar que ellos eran 5 contra 30, y si bien les tiraban con honda, como tardaban en cargarlas, lo que habían subido se bajaron. Del relato de UÑO, se desprende que era nula la posibilidad de que los militantes y tercerizados tuviesen éxito en su intento de tomar las vías en esas condiciones, y que objetivamente fue insignificante el lapso que llegaron al terraplén, sin interrupción del servicio. Ahora bien, si frente a tal asimetría numérica y de terreno (unos arriba y otros abajo), con "un montón" de piedras al alcance de las manos, algunos ferroviarios resultaron lastimados en ese enfrentamiento frente a este grupo, qué es lo que habrán tenido en cuenta, qué los habrá hecho envalentonarse, como para decidir correrlos a los militantes, sabiendo que iban a llegar cansados tras correr 200 ó 300 metros, cargando piedras y palos que no podrían reponer, en igualdad de terreno, y frente a un número mayor de manifestantes, ahora organizados con sus gomeras, palos y demás. Obviamente, quien los guiaba estaba seguro que no los exponía, estaba seguro que eran más fuertes, estaba seguro que los podían "aguantar". Pero la pregunta es cómo, y la única respuesta posible son los disparos que luego se sucedieron, además de ese refuerzo, esa fuerza de choque externa que trajo FAVALE.

Es esclarecedor escuchar las palabras de JUÁREZ, para darse cuenta que no hubo ninguna auto convocatoria, ni que como adujo FERNANDEZ para justificarse (y justificar a DIAZ) "ahí cada uno hacía lo que quería, la gente no se quería ir". Este testigo nos contó que estuvieron parados en la punta de la estación (Avellaneda), esperando que "les indicaran", para ir caminando hasta la estación Yrigoyen sobre las vías. Es decir, solo en un orden vertical unos esperan que otros "les indiquen" qué hacer. Solo los que van convocados esperan que les indiquen qué hacer. Quien tiene decisión propia no espera que les indiquen qué hacer. Por último, JUAREZ dio precisiones horarias del intento de tomar las vías, dijo que esto ocurrió entre las 12.30 o 13 horas.-

Llamativo el relato de FORLI, pues muestra las cosas como son, dado que sostuvo que le dijeron que había gente de la "Unión Ferroviaria" cortando la vía, y que por ello el servicio estuvo cortado unos 20 minutos alrededor de las 12 horas, por un enfrentamiento con piedras. Es decir, fue la propia UF, la que con el objetivo de impedir que los tercerizados y militantes subiesen a las vías, terminaron interrumpiendo el servicio por un lapso de 20 minutos.

También es llamativo el relato de Rubén NUÑEZ, quien luego del enfrentamiento entre los de "arriba" y los de "abajo", informó a la estructura de seguridad del ferrocarril y pidió que controlaran la estación Yrigoyen. Todo un visionario NUÑEZ, dado que por la estación Yrigoyen, se concretaría luego el arribo del grupo de FAVALE, a la postre uno de los tiradores. Sin embargo, ningún control de seguridad, fuera del habitual, se hizo respecto de esa Estación. -

Testimonios de personal policial:

A partir del relato de MALDONADO, se sabe con precisión que este tramo fáctico se desencadenó alrededor de las 12.05 horas, dando noticias al Comando de lo sucedido, ya que "tocó el silbato y no le llevaron el apunte", precisando que no vio más policías que él cuando se arrojaban piedras. Con lo cual queda claro que la disposición planificada y coordinada de la DGO, no tenía la capacidad de adecuación a la mutación y naturaleza del conflicto, que se desplazaba en el terreno. Con lo cual, ya aquí saltaba a la vista que el conflicto inicial, desde la óptica policía (corte de vías), había sido desplazado por otro mucho más peligroso, el enfrentamiento de dos grupos antagónicos, con diferencias ideológicas sustanciales, según nos ilustrara en el juicio un alto jefe policial. -

También tenemos claro que ya desde temprano estaba en el lugar un grupo numeroso de la "Unión Ferroviaria" (así BROUSSON), con lo cual ya desde temprano la hipótesis de conflicto había mutado. No solo la policía tenía que actuar, con proporcionalidad y racionalidad, frente a un grupo de militantes sociales que habían planificado un corte de vías, sino que (ya desde temprano), debía evitar que dos grupos antagónicos, con diferencias ideológicas sustanciales, se enfrentasen entre sí. Eso quedó en evidencia cuando tras unas detonaciones de escopeta sobre la calle Bosch, la gente de la "Unión Ferroviaria" se dirigió a impedir el corte de vías, tomando piedras y arrojándolas para abajo. Los jefes policiales no debieron permitir que se los subrogue en la reacción frente a la alteración del servicio público policía. Su potestad es exclusiva y excluyente en este sentido. El grupo de especiales, junto con FERREYRA fueron hacia allí, pero no actuaron en este sentido, fueron permisivos respecto del accionar de los ferroviarios. Luego hacía allí fue MANSILLA, con igual temperamento (conforme el relato de BROUSSON). -

Contrariamente, BARBERAN, según nos dijo, junto con FARIAS y DOMECQ, intentaron sacar a los ferroviarios de ahi para que no tiraran piedras hacia la calle, pero ellos tres no podían con todos, siendo que un grupo de seis o siete de infantería especial, con cascos y escudos, protegía. Y el dato relevante es que FERREYRA, el que estaba a cargo, ya estaba ahí, no constando acciones persistentes que hubiese ordenado para "sacar" a los ferroviarios de ahí. Ni tampoco desde la DGO dieron directivas en esta dirección.

De manera coincidente FARIAS dijo que el intento de tomar las vías duró un ratito, los que habían subido bajaron otra vez. Es relevante el dato aportado en cuanto a que el grupo de tercerizados quiso retornar a provincia, pero un cordón de la policía bonaerense se lo impidió, con lo cual se dispersaron en dirección contraria. Se destaca (dijo DOMECQ) que la bonaerense que estaba ahí con escopetas, gritaba: "todos para capital, todos para capital", realizando detonaciones, todo esto visto por FERREYRA, y MANSILLA, razón por la cual los inferiores no comunicaron la novedad. Evidentemente, la matriz del conflicto ya era otra, evitar agresiones entre dos facciones antagónicas: ferroviarios y militantes sociales. El tema reclamaba acciones policiales en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, dado que la "bonaerense" les había impedido a los militantes retornar al lugar desde donde habían partido. -

A partir del relato del preventor POVOLO, supimos que los manifestantes intentaban subir al terraplén del ferrocarril, pero no pudieron porque era muy empinado. Además, había personal policial arriba del terraplén, y también había ferroviarios arriba de la vía. Era imposible que en esas condiciones lograran subir. Además, estando la policía, nada tenían que hacer los ferroviarios ahí. Incluso, a partir del testimonio del policía REPETTO, supimos que los militantes y tercerizados llegaron ahí casi de causalidad, ya que -nos dijo- ese grupo de manifestantes fue por calles internas, se equivocaban, y parecía que no conocían la zona, terminando saliendo a una calle que se llama Bosch, paralela a las vías. Él iba detrás. Añadió, que el grupo que estaba abajo no podía cortar las vías. Del intento participaron 1 ó 2. Era difícil el terreno y había mucha gente arriba. Estima que moduló que era imposible que los tercerizados tomaran la vía. -

Por todas estas razones, incluidos los relatos del personal policial interviniente, de los propios ferroviarios presentes en el lugar, el pedido de las defensas de individualizar y criminalizar a los tercerizados por esta acción, carece de todo sustento, no constituyendo ni siquiera conato de la tipicidad prevista en el Art. 194 del Código Penal. -

Tal conclusión resulta ratificada y corroborada al analizar los testimonios de los propios militantes y tercerizados presentes en el lugar. En efecto, Roció CARDOZO reconoció que estaba delante de su grupo, intentó subir pero no lo logró. Refirió que bajaron y se fueron.

MALASPINA, dijo que él estuvo entre los que intentaron subir, que era muy difícil ascender, hubo una intensa pedrea. Vieron que estaban notoriamente superados, que no podían.

MERINO, aportó que fue víctima que toda clase de injurias, como "hijo de puta", "zurdo", "los vamos a matar", "por qué trajeron mujeres y chicos". Esto habrá sido desde las 10.30 hasta las 12.00 horas aproximadamente.

También REYNOSO y VAZQUEZ resaltaron la "actitud amenazante" de la gente de la "Unión Ferroviaria" presente en el lugar, acordando que no se podía ir a cortar porque estaba ese grupo arriba. El segundo, de manera coincidente, explicó que había 200 ferroviarios concentrados con el objeto de impedir la medida de fuerza, a la vez que conversaban con comisarios vestidos con traje, y con Handy, siendo que cuando cruzaron en fila india delante de ellos, alguno dijo con la intención de amedrentarlos "por qué no empezamos ahora". Estaban con ánimo de agredirlos.

También CARDIAS, dio cuenta de que los fueron a "amenazar" con toda la "patota" de la Unión Ferroviaria, creyendo distinguir éste la presencia del hijo del secretario de Transporte, llamado LUNA. Coincidió en que buscaron un camino alternativo, se equivocaron, y terminaron caminando por una calle paralela a la estación.

Percibió que algunos policías vestidos de civil les sacaban fotos, presentándose también la infantería de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.-

Estos relatos, dan cuenta de las vinculaciones preexistentes entre altos jefes policiales y ferroviarios, y además la actitud hostil de estos últimos que inicialmente ya tenían para con los militantes sociales, lo que necesariamente tuvo que ser advertido por el personal policial en el lugar, actuando en consecuencia. De los propios testimonios policiales recibidos en el juicio, se decía "con un grupo había diálogo, con el otro no".

A esta altura ya conocemos cuántos años de antigüedad tenían en el Roca, algunos jefes policiales, y también cuántos algunos referentes de los ferroviarios. Y del mismo modo que es natural que tengan diálogo, también lo es presuponer que los ferroviarios que ejercían la conducción del grupo no le ocultarían lo que habría de hacer un jefe de policía que al día siguiente tenían que volver a ver. No es lógico que actuaran unos a espaldas de los otros.

El dato de la policía poniendo toda su atención en un grupo, los tercerizados, y "desatendiendo" los movimientos del otro, se percibió durante todo el desarrollo del debate, observaban con más atención a unos que a otros. Obviamente, queda claro en quiénes desconfiaban, tenían una mirada diferenciada de un grupo respecto del otro.

Una lectura del testimonio de RECALDE, tercerizado de AUMONT, permite establecer que efectivamente al inicio del recorrido los militantes se extraviaron, es más por la forma en la que los ferroviarios los miraban desde arriba, les pidieron a la policía un cordón para protegerlos (lo que se ve en unos vídeos), reconoció que fue uno de los primeros en subir y que cuando lo hicieron la policía disparaba escopetazos, bajando por donde habían subido.

También del relato de SILVA, se estableció que arriba de las vías había ferroviarios y 10 policías, en tanto que abajo había 20 policías bonaerenses que los escoltaban. Reconoció que fue ella quien hizo la moción de subir, dado que la cuestión era cortar las vías. -

Supimos a partir del relato de Gonzalo FERNÁNDEZ, que en el lugar habría unos 20 tercerizados, él conocía a tres: VILLALBA, CARDIAS y PINTOS. Fue este testigo quien vio un portón, lo abrió e intentó subir, era muy difícil por lo empinado, y dadas las agresiones, se pudieron mantener apenas un minuto (él y los que lo siguieron). Aclaró, que si bien en la Asamblea no se decidió hacer esto, él vio la posibilidad de subir y así lo hizo. -

En síntesis, los testimonios coinciden en referir que el frustrado corte en Avellaneda fue planificado por ellos, en tanto que el intentado fue improvisado por algunos pocos manifestantes, incluso contra lo dialogado en asamblea. En este sentido también testimonió PINTOS, resaltando que no querían confrontar con ellos, ya que la "patota" estaba arriba, y abajo del terraplén había gente de infantería, también policía de la provincia por la calle, atrás. -

En cuanto a cómo fue planificado el frustrado corte de vías, resulta ilustrativo prestar atención al testimonio de Dora MARTINEZ, ya que desde el martes anterior habían resuelto participar de esta actividad. En cuanto a la cantidad de gente, estimó que de su agrupación serían unos 60 compañeros, siendo que un compañero se encargó del traslado de la gente hasta el lugar de la actividad. Allí estaba la "patota" insultando y amenazando, siendo que su grupo evitaba toda provocación y cantaba por la unidad de los trabajadores; además, el compañero "Chiquito", le reprochó a un policía por qué les tiraban a ellos y no a los otros, pues entre ellos había muchas mujeres con sus bebés.

Mauro MAYOR, sostuvo que Mariano FERRYERA fue uno de los que intentó subir a las vías.

Por último, José CORREA, quien arengaba con un megáfono, aclaró que la policía les disparó, y un compañero se acercó, diciéndole "qué haces", porque eran los otros los que los agredían a ellos. Refirió una situación tensa.

De este grupo de testimonios se puede apreciar la diferencia entre cómo se manejaron unos y otros en el debate oral, mientras unos contaron con toda espontaneidad, lo que es el "orden natural de las cosas", como es que cuando se movilizan gran cantidad de personas nucleadas en una organicidad, es la estructura que está detrás, la que decide movilizarse, convocar a bases, los organiza y los traslada.

Los otros intentaron disimular lo indisimulable, hablando de auto convocatoria, cuando en rigor de verdad, la única beneficiaria de ello era la cúpula sindical. Lo cual viene a demostrar una vez más la verticalidad del sindicato. Unos llevaron una fuerza de choque externa, otros mujeres y chicos (cierto es que en una acción de hipotético corte de vías, la presencia de personas vulnerables, condiciona y limita la respuesta policial).

Unos querían confrontar, injuriaban, amedrentaban e insultaban, los otros en todo caso, intentaron "una gambeta" para efectivizar la medida de fuerza que los convocaba, no quisieron confrontar, ni medir fuerzas, sino hubiesen intentado el corte en Avellaneda. Pero no, se improvisó una acción sorpresiva, y ni siquiera por todos, sino sólo por un grupo minúsculo de ellos, si se quiere de una manera irrealizable.

Es cierto lo que dice MARTINEZ, en cuanto a la canción que entonaban, se puede apreciar en los videos exhibidos en la audiencia oral, y se trata de la misma canción que entonaba FERREYRA, horas después, al momento de ser impactado por un disparo de arma de fuego.

Por lo demás, la policía actuó frente a los tercerizados cuando intentaron subir a las vías, justamente porque había ido ahí para eso, para reaccionar frente a cualquier intento de corte de vía. Razón por la cual, fuera del orden legal estuvo el actuar de los ferroviarios, subrogando a la policía allí presente, en la defensa de un bien jurídico supraindividual. Justamente, la presencia de mujeres y chicos, no fue disuasivo del accionar particular de los ferroviarios, en tanto sí hubiese ello incidido de otra manera frente al proceder de la autoridad pública, que debe siempre actuar con racionalidad, proporcionalidad y prudencia, priorizando la integridad física de las personas, sobre cualquier otro interés jurídicamente tutelado.

Por último, las respuestas de los testigos MARÍ y CHAMORRO, este último incluso negando que intentaron subir a las vías al atravesar la calle Bosch, deben ser apreciadas como respuesta instintivas, frente a preguntas auto incriminatorias para sus personas y su grupo de seres queridos. Son reacciones de preservación personal de quien se encuentra frente al dilema de decir la verdad y pensar que puede ser incriminado, o bien mentir y ser incriminado por esto último.

Este mismo criterio ha tenido el Tribunal durante todo el debate, frente a cuestiones de este estilo, sean respecto de militantes sociales, ferroviarios, o testigos propuestos por el personal policial interviniente. Valiendo la pena recordar que el derecho penal argentino, no castiga el perjurio, sino el delito falso testimonio, y el objeto procesal de este juicio se circunscribe únicamente al homicidio de Mariano FERREYRA, la tentativa de homicidio de Elsa RODRIGUEZ y otras lesiones dolosas, más allá del valor que pudiese tener este episodio de las vías como situación de contexto.

Lo cierto es que estas respuestas de estos testigos sobre este punto, en nada afecta la credibilidad de sus relatos brindados respecto del ataque producido sobre la calle Pedro de Lujan.-

Mientras tanto, desde arriba de las vias, la perspectiva era la siguiente:

Personal Policial:

Adolfo Alfredo DE LUCCHI dijo que ese día estaba en la brigada de la División Belgrano, citado a la estación Avellaneda junto con el agente MARTINEZ. Tenían la consigna de evitar el corte de vias, impedir que se corte la circulación de los trenes. Llegó a la estación entre las 8.00 y las 9.00 hs., se quedaron en el andén ascendente, y ya en ese momento había gente en el andén. Había gente también de Policía Federal, de la Doucat, camiones hidrantes, y para el lado de Carrefour, se veían desde la plataforma servicios especiales, un oficial con 8 o 9 hombres. De igual modo, estaba también un grupo de personas con ropas ferroviarias que empezó a correr. En efecto, de la estación salieron unas 20 o 30 personas que cruzaron para Capital, en dirección hacia donde hay un puesto de policía, donde al parecer algunas personas quisieron subir para el lado del terraplén y ahí cree que hubo intercambio de piedras, estaba a 150 metros de allí. Esto duró unos 5 ó 10 minutos. Los que quisieron subir, de allí intentan retomar para el lado de provincia, y ahí son reprimidos por la policía bonaerense y mandados de vuelta a capital. Escuchó los disparos de escopetazos. Añadió que los tercerizados serían unas 80 ó 90 personas. Después, todo volvió a una tranquilidad absoluta. En el lugar, las órdenes las daba el comisario FERREYRA. También lo vio al Comisario Inspector MANSILLA, era éste el que se encontraba a cargo, por ser de la División de Líneas. FERREYRA pasó a decirles a eso de las 4.30 o 5 que se había levantado el servicio. No supo para qué estaban los ferroviarios ahí. En las vías había algunos uniformados, pero no quedó nadie en la plataforma. Nunca recibió órdenes de realizar detenciones. Los que estaban arriba del terraplén, ferroviarios por su vestimenta, se quedaron cerca de los policías. -

HAYET, de otra parte explicó que ante discrepancias prima lo que dispone el superior. -

BROUSSON, a su turno, señaló que el grupo que llegó después (se refiere al que vino de Yrigoyen), lo hizo en forma tranquila, aunque no estaban vestidos de ferroviarios. Estima que algunos ferroviarios que bajaban del terraplén iban en busca de sombra, no estaban en actitud provocativa. Después del "vamos, vamos", cuando regresa el grupo en las vías estaban los oficiales y jefe y no mucho más personal, alguno de Brigada. Vio personal con cámara de video sobre las vías, cuando se dijo el "vamos vamos", desplazaron a la fuerza. No se dio orden de desalojar a los ferroviarios que estaban sobre la vía, no sabe si se evaluó. Habló con INNAMORATO, director de Seguridad y Medios de Transporte, y con FARANNA, Superintendente de Transporte. Si se iban los de la Unión Ferroviaria, iban a cortar las vias. Conoce a VITALI, lo vio en el andén junto a los de la Unión Ferroviaria. La situación era expectante pues unos esperaban que se fueran los otros. Entiende que los ferroviarios no se iban porque los tercerizados seguían a cierta distancia; en tanto que la policía tampoco se iba porque permanecía la gente en las vías. Policías habría unos 30 policías en total.

BARBERÁN, más luego, sostuvo que se quedaron arriba de las vías y los ferroviarios no hacían nada, caminaban por arriba, para todos lados. No le dieron la orden de que sacarlos de ahí. En los rieles en los que estaban también pasaban trenes (cuando pasaban, los ferroviarios se corrían). Vio llegar más tarde, una media hora o 40 minutos después, un grupo más pequeño de gente, y al verlos los ferroviarios se pusieron contentos. Este grupo bajó a la calle. A algunos ferroviarios los conoce de cara pues hace once años que trabaja. Tras la corrida, Los que volvían no le comentaron nada de lo ocurrido. -

POVOLO, finalmente, recordó los ferroviarios permanecían ahí al lado del terraplén, al costado de las vías. Eran unas 20 personas más o menos. Los oficiales jefes y el otro personal policial permanecían también en el lugar. En un momento se pensó que los manifestantes iban a ir para Constitución, por eso también lo enviaron ahí. Cuando se cruzaron piedras, los jefes, MANSILLA y FERREYRA, ordenaron no salir del sector de vías. -

Ferroviarios:

DEL ORTO manifestó que en su grupo se comentaba que los tercerizados podían volver, y desde arriba vieron que se abrió una bandera grande de ellos que cubría casi toda la calle, y ahí dejaron de ver a la gente. Esto habrá ocurrido una hora "y pico" después de su llegada a la estación. Ellos estaban arriba, y empezaron a sentarse en la vía (interrumpieron el servicio?), en tanto que otros bajaron en busca de sombra. Luego llegó un grupo desde Yrigoyen, el cual venían cantando. Alguien dijo que eran de su bando, venían cantando a su favor. Se metieron estas personas entre su grupo y luego varios bajaron de las vías.

Juan Ramón MOLINA, seguidamente, explicó que desde Yrigoyen empezó a venir un montón de personas, pensó que los iban a encerrar, pero les dijeron que estaban con ellos. Estos no eran ferroviarios, no tenían 18 años. Serian unas 50 personas, se fueron debajo del puente, se quedaron allí abajo. Los que llegaron agitaban el ambiente, querían que fueran hacia las otras personas,. Algunos compañeros decían de ir corriendo así los asustaban y se iban. Reiteró que el grupo que bajó del tren era de personas grandes y otros muy chicos, de 12 ó 13 años, se notaba que eran humildes, como los que piden monedas en el tren. Venían alterados, como si viniesen de un partido de fútbol. Llegaban e iban bajando por el costado. Bajaron por un camino muy empinado. En la vía la policía no intentó impedir que bajaran, solo miraban, no hacían nada. -

HERNANDORENA expresó que se enteró de la existencia de un muerto por los medios. Estuvo en el puente de las vías, cerca del mediodía, junto con mucha gente, alrededor de 100 o 200 personas. Se quedó un rato ahí y fue a la estación Yrigoyen a comprar unas gaseosas. A la vuelta se encontró con ALCORCEL que iba para allá caminando sólo. Al rato vio bajar a unos chicos en la estación Yrigoyen, los que después se fueron con su grupo. Estos chicos eran muy jovencitos, no los conocía, no estaban con ropa de trabajo. Caminaron a la par de ellos y después se fueron hasta donde estaban los demás. -

El imputado UÑO dijo que cuando estaban en el puente no mandaba nadie. Hay gente que estuvo en el lugar equivocado. En el puente estaban los delegados, que eran 5 o 6. Eran DOTTA, GARRO, Pablo DÍAZ, TORETTA, AMUCHASTEGUI, CARNEVALE, PIOLA. Cada delegado estaba reunido con su gente. Él pidió que bajaran porque otros lo hacían. El ambiente era en parte parecido al de una cancha. Mucha gente estaba como él por un "acto de presencia". Se equivocó en ir a ese lugar. Había gente "cuidando" las vías. Eran unas 50 personas arriba y como 100 abajo. Los otros estaban lejos con las banderas desplegadas al fondo, pero sus compañeros tenían miedo de que volvieran de nuevo.

Lucas Matías LEZCANO, explicó que el teléfono que estando a su nombre lo usaba su padre. Se le hizo saber que existían treinta y seis (36) llamadas de Cristian FAVALE, y treinta y dos (32) en sentido contrario. Añadió que el día 20 de octubre de 2010, fue al lugar del hecho, llevando sus elementos de murga a lo que le dijeron que era una manifestación, habiéndosele ofrecido -ese mismo día a la mañana- cincuenta pesos ($ 50) por dos redoblantes y un repique, los que no los pudo cobrar. Después todos se fueron y él no sabía adonde estaba parado. Eso se lo ofreció un amigo, "el Chavo" con el que jugaba a la pelota en un campeonato de Várela. Esto se lo ofreció ese mismo día a la mañana. Le dijo que iba a pasar un micro por "Monteverde", en la ruta 4, a 7 cuadras de su casa. Así entonces, antes del mediodía, pasó el micro lleno de gente que no conocía. Lo llevaron hasta la Estación Yrigoyen. Ahí le dijeron que iban a hacer "un corte de vías", caminaron por las vías, quedándose él ahí. Añadió que "hubo un problema" a tres (3) cuadras de las vías, había gente corriendo, viendo después que volvían todos corriendo, y ahí nomás se fue al micro. En cambio, las personas que iban con él en el micro, se bajaron de las vías y se fueron a tres cuadras de las vías. -

Marcelo GONZALEZ dijo que cuando estaban abajo, los mismos compañeros decían "vamos a correrlos", era como un bullicio general. Solo TORETTA les decía que no bajaran!, que no tenían nada que hacer en la calle!. Era una opinión común que los del Partido Obrero podían a volver. -

Análisis: Queda claro tras el desarrollo de la prueba enunciada sobre este tópico, en particular el testimonio de DE LUCHI que el día 20 de octubre de 2010, en la estación Avellaneda, y con la consigna de evitar el corte de vías, desde horas tempranas de la mañana, se hizo presente el personal de brigada de la División Belgrano, la Doucat, camión hidrante, y para el lado de Carrefour, se veían desde la plataforma servicios especiales, un oficial con 8 o 9 hombres. De igual modo, estaba también un grupo de personas con ropas ferroviarias, que son los que después empezaron a correr, cruzando para Capital, e intercambiaron piedras durante unos minutos con algunas personas que quisieron subir al del terraplén. Después, todo volvió a la tranquilidad. En el lugar, las órdenes las daba el comisario FERREYRA, pero era el Comisario Inspector MANSILLA, el que se encontraba a cargo, por ser de la División de Líneas. Finalmente, FERREYRA pasó a decirles a las 16.30 o 17.00 horas que se había levantado el servicio. Concretamente, el personal policial no supo para qué estaban los ferroviarios ahí, y tampoco nunca recibió órdenes de realizar detenciones. Lo cierto era que los ferroviarios que estaban arriba del terraplén se quedaron cerca de los policías. -

La cuestión jerárquica, incluso entre FERREYRA y MANSILLA, es significativa, ya que, como bien señaló HAYET, ante discrepancias prima lo que dispone el superior. No obstante, entre ellos nunca se exteriorizó ninguna diferencia. Por lo tanto, esa inacción de ni siquiera intentar ubicar y detener a los autores del hecho, a pesar de haberse quedado ahí hasta las cinco de la tarde, les es atribuible a ambos, aun cuando carente de una significación penal autónoma; sí debe ser visto como un consecuente hecho posterior indiciario de sus contribuciones previas al hecho principal antijurídico. También es significativa la expresión de DE LUCCHI, en cuanto a que ignoraba para qué estaban los ferroviarios ahí, pues por lo hecho, a nadie se le escapaba que estaban para contrarrestar la medida de fuerza de los tercerizados. No obstante, lo cierto es que no deberían estar ahí con ese cometido. Por último, el dato de que los ferroviarios permanecían junto a los policías, es demostrativo del vínculo preexistente de personas que, con distintas funciones, trabajan en el ferrocarril. Ello es concordante con los testimonios que narraban que había diálogo con un grupo, pero no con el otro. Este dato, en suma, es demostrativo de un conocimiento, de una afinidad, que, a la postre, terminó interfiriendo en un correcto y normal desempeño de la función pública.-

Sabemos que el grupo que llegó de Yrigoyen estaba conformado por sujetos que no vestían atuendos de ferroviarios. Por lo demás, es cierto que algunos de los ferroviarios que inicialmente bajaron del terraplén, lo hicieron en busca de sombra, y no en actitud provocativa. Pero después del "vamos, vamos", no podía ya afirmarse lo mismo. Y lo que es más, cuando ese grupo que de manera agresiva fue a correr a los tercerizados, regresó a las vías, arriba estaban los oficiales, los jefes, la gente de brigada, y en ningún momento se intentó identificar a nadie, y si el elemento humano era insuficiente, nunca se reclamo apoyo para el cumplimiento del deber. Afirmó BROUSSON que había personal con cámara de video sobre las vías, cuando se dijo el famoso "vamos, vamos", y, sin embargo, no contamos con ninguna imagen de la gente que arengaba, ni de las palabras que utilizaban, ni de la forma en que lo hacían ni de la gente que descendía, ni de la actitud que tenía. Esa omisión, claramente implica un incumplimiento de los deberes de oficio, pues era un fragmento tácito relevante para el registro fílmico, a la luz de cualquiera que estuviese en el lugar. También es un dato relevante el que nunca se diera la orden de desalojar a los ferroviarios que estaban sobre la vía, cuando era obvio que no tenían derecho a estar ahí, y que su presencia hacía prever una posibilidad latente de agresión con los militantes sociales que estaban situados a apenas doscientos metros de distancia.

Así entonces, era evidente para todos los allí presentes (ver testimonio de BROUSSON) que la situación era expectante, unos esperaban que se fueran los otros, los ferroviarios no se iban porque los tercerizados seguían a cierta distancia; y que la policía, alrededor de 30 agentes, tampoco se iba porque permanecía la gente en las vías. Con lo cual, y como evidentemente ya todos se querían ir, era totalmente previsible que los ferroviarios intentasen precipitar la retirada del otro grupo para así poder irse, razón por la cual, con los 30 policías allí presentes, lo debido era formar un efectivo y precautorio cordón policial para evitar que las facciones antagónicas se juntaran, lo que no se hizo, pero se pudo hacer. La DGO no lo ordenó hacer, pues incumplió con su deber legal de proteger la integridad física de las personas, aun en aquellas situaciones que implicaran poner en riesgo la propia integridad del personal policial allí presente, en tanto la razón por la cual MANSILLA y FERREYRA no lo solicitaron, ya la conocemos. De igual modo, que BROUSSON hubiese visto a VITALI, en el andén junto a los integrantes de la "Unión Ferroviaria", es un dato que debe ser analizado de manera conjunta con el resto de la prueba de cargo.

Es decir, según BARBERÁN y POVOLO, mientras que los ferroviarios caminaban por las vías, no les dieron la orden de sacarlos de ahí. Era peligroso, pues estaban en los rieles y cuando pasaban los trenes, los ferroviarios se corrían. Media hora o 40 minutos después, llegó un grupo más pequeño de gente (liderado por FAVALE y recibido por ALCORCEL, personas cercanas a Pablo DIAZ), y al verlos los ferroviarios se pusieron contentos (lo que implicaba que en cierta medida podía pensarse que los esperaban). Este grupo, sabemos que bajó a la calle, donde entre otros estaba Pablo DIAZ. De otra parte, BARBERAN admitió que a algunos ferroviarios los conoce pues hace once años que trabaja en el ferrocarril, lo cual obviamente les da cierta familiaridad en el trato, y les ha impedido actuar con la distancia necesaria para el correcto desempeño de sus funciones. Además, no es casual que tras la corrida, los que volvían no comentaron nada de lo ocurrido. Obviamente, sabían que algunos disimulados entre ellos habían efectuado disparos, lo que resultaba dilemático para todos. Además, es significativo que, para ese momento, los oficiales jefes y el otro personal policial permanecían también en el lugar. Pues entonces, antes cuando no pasaba nada, según sabemos, hablaban todo el tiempo, cuando vuelven, nadie pregunta nada, y nadie dice nada de lo que pasó. Hay ciertamente una grosera diferencia entre el que ignora, y el que elige no saber. Además, no es casual que los jefes, MANSILLA y FERREYRA, ordenasen a sus subordinados no salir del sector de vías.

Del grupo de ferroviarios, sabemos que estaban arriba del terraplén, en tanto que otros bajaron en busca de sombra. Luego llega cantando el contingente desde Yrigoyen, y alguien dijo que eran de "ese bando", entremezclándose con el grupo y luego bajaron. Según DEL ORTO, comentaban que los tercerizados podían volver, pues se abrió una bandera grande que cubría casi toda la calle, lo que les impidió ver a la gente. Destacó MOLINA, sobre ese grupo, que llegó desde Yrigoyen que eran "un montón" de personas (50), que no eran ferroviarias, jovencitos que no llegaban a los 18 años, incluso había algunos muy chicos, de 12 ó 13 años, se notaba que eran humildes, como los que piden monedas en el tren. Llegaron y se fueron por el costado debajo del puente. Estos, los que llegaron, agitaban el ambiente, querían que fueran hacia las otras personas, remarcando que arribaron alterados, como si viniesen de un partido de fútbol. Algunos compañeros proponían ir corriendo hacia donde estaban los tercerizados así los asustaban y se iban. En la vía, la policía no intentó impedir que bajaran, solo miraban, no hacían nada.

Como puede verse, resulta incomprensible la inacción y pasividad policial frente a personas que se paraban y se corrían cuando pasaban los trenes, ello es inadmisible, aún respecto trabajadores ferroviarios, implica un riesgo tanto para los que lo corren (mejor dicho "les indican" que deben correrlo), como para la formación o convoy que pasa por el lugar en esas condiciones. Solo un marcado conocimiento previo entre policías y ferroviarios pudo ameritar tanta permisividad. Por lo demás, ese comentario de DEL ORTO (UÑO también lo dijo), en cuanto a que el otro grupo podía volver, o que estaba volviendo, en todo justificaba que permaneciesen en el puente, pero no que los corriesen, pues -obviamente- estaban en mejores condiciones de resistir un nuevo intento de "tomar las vías" desde la altura del puente, que allá lejos en la calle. Si los corrieron fue por otra cosa, o en su caso por lo contrario, porque no se iban, pero nunca porque pensaron que estaban viniendo. Más claro en ese sentido es el testigo MOLINA, entre otros muchos. Por otra parte, al grupo que llegó con FAVALE también lo vio MANSILLA y FERREYRA, pero estos dos, de la agitación de la que habla MOLINA nada informaron, ni nada hicieron al respecto. Lo mismo cabe decir de VILLALBA, quien omitió filmar a estas personas exaltadas, alteradas que parecían que venían de un partido de fútbol. Recordemos que según nos han contado policías de Florencio Varela (PBA), FAVALE era integrante de la barra brava de Defensa y Justicia, con lo cual que concurra al lugar con gente que "parezca" de la cancha no debería sorprender a nadie, mucho menos a Pablo DIAZ que es quien lo mandó traer (a juzgar por el contenido de los cruzamientos de líneas telefónicas, y por las escuchas posteriores al hecho de la línea de FAVALE).

A decir verdad, utilizar a personas en situación de vulnerabilidad, que no llegaban a los 18 años, incluso se aludió a algunos muy chicos, de 12 ó 13 años, a simple vista humildes, como los que piden monedas en el tren, para excitar a la muchedumbre a la pelea, exponerlos a la agresión y además "hacer bulto" que permita disimular a los tiradores, merece el más enérgico reproche, y constituye una circunstancia que torna el hecho más grave aun, más injusto, lo cual habrá de tener necesaria consecuencia en la determinación judicial de la pena. FAVALE sabía a quienes traía, DIAZ y el resto de los ferroviarios también los vieron. No obstante, en ningún momento se desistió de inmiscuir a estos menores desamparados en un tiroteo. Lo mismo vale para MANSILLA y FERRYRA, pues en tales condiciones, frente a chicos de 12 o 13 años que arengaban a un centenar de personas a correr a militantes sociales, cómo va a modular MANSILLA que "bajaban sin represalia" para con el otro grupo. Con todo lo que filmó VILLALBA, cómo es que no filmó esto. -

Que el ambiente parecía una cancha, también lo relató el imputado UÑO, y justo por ello -lógica del comportamiento en masa- también él arengó a la gente a bajar-Recordemos que UÑO conocía a FAVALE de la hinchada de Defensa y Justicia, y aunque se reconoció mayor, ese tipo de arenga, de un grupo que corre a otro, no podía serle algo muy alejado de lo que ocurre periódicamente en el fútbol argentino, mucho más en el ascenso, y junto a una persona de su misma parcialidad.

Hubo gente que estuvo en el lugar equivocado, dijo UÑO, y que él se equivocó en ir a ese lugar. Claro, a esta altura de los acontecimientos, sabemos la razón por la cual lo dice. Añadió que en el puente estaba cada delegado reunido con su gente. Muchos, como él, por un "acto de presencia". Así, esto del delegado con "su" gente, refleja lo que pasaba, a la gente la llevaron, no fue por iniciativa propia, nadie se autoconvocó. Cada uno, cada delegado, se hacía responsable de la gente que había llevado. Y a decir verdad, nadie que se autoconvoca hace "acto de presencia", pues esto último lo hace el que quiere que lo vean, que le tomen lista, que necesita hacer mérito, ese hacer "acto de presencia", lo hace quien sabe qué se espera de él: que responda, y llegado el momento, quiere que se vea que cumple con las expectativas. Es decir, lo hace "para otro", y no "para sí mismo". -

Asimismo, llama también la atención que cuando llegaba este grupo liderado por FAVALE, justo ahí, HERNANDORENA había ido a la estación Yrigoyen a comprar unas gaseosas, y a la vuelta se encontró con ALCORCEL que iba para allá caminando sólo. A la vez, ALCORCEL también declaró que justo en ese momento había ido ahí a buscar unas gaseosas. Recordemos además que del más de centenar de personas que estaban ahi, HERNANDORENA y ALCORCEL se conocían, trabajaban juntos en los talleres de Escalada, y era HERNANDORENA el que declaró haberle dado a ALCORCEL uno de los teléfonos de su flota. En rigor de verdad, tenemos para nosotros, que de lo que se trataba era de esperar a FAVALE. Prueba de ello es la tremenda cantidad de contactos que ALCORCEL, persona de confianza de DIAZ, tiene con uno de los tiradores, también conocido de DIAZ. -

Por último, Lucas LEZCANO no es convincente cuando afirma que el teléfono que estaba a su nombre, lo usaba su padre, puesto que fue él, y no otro, quien concurrió a la estación Yrigoyen, existiendo unas treinta y seis (36) llamadas de Cristian FAVALE (quien llevó la gente), y otras treinta y dos (32) devolviendo la gentileza. Es relevante su relató en cuanto a que ese día fue al lugar del hecho, con sus elementos de murga, porque ese mismo día a la mañana, su amigo "el Chavo" le ofreció pagarle cincuenta pesos, que finalmente no cobró, por cada instrumento musical que llevase. Este "Chavo" jugaba a la pelota con él en un campeonato de Várela. Esto se lo ofreció ese mismo día a la mañana. Le dijo que iba a pasar un micro por "Monteverde", en la ruta 4.

Ahora bien, si enlazamos este relato con el de Osvaldo VAZQUEZ, advertiremos que éste conocía a FAVALE desde chico, justamente porque jugaban en la cancha del Barrio Monteverde, por donde lo pasarían a buscar a LEZCANO que jugaba a la pelota con el "Chavo" en Varela, Ahora bien, si indagamos qué fue de la vida de LEZCANO después de hacer esto, encontraremos que al año siguiente ingresó a un cooperativa del ferrocarril Roca, por recomendación de un conocido que solo sabe que lo llaman "Pepe". El 20.10.2010, LEZCANO por el "Chavo" llega a Barracas, y luego "Pepe" lo hace ingresar a una empresa tercerizada del ferrocarril Roca, después de hacer "acto de presencia". Queda claro entonces, cuál era una constante en estas modalidades de convocatoria, la expectativa de conseguir un empleo de parte de personas llenas de urgencias y bien (pre)dispuestas a aceptar los encargos de ocasión.

Además, contó Lezcano que el "Chavo" le ofrece esto a la mañana de ese mismo día, y claro, ese 20 de octubre, FERNANDEZ se comunicó con DIAZ temprano a la

mañana, luego este último habló con FAVALE en horas de la mañana, y después FAVALE estableció contacto con LEZCANO como 60 veces. No pueden quedar dudas de quien está detrás de esto.

Efectivamente, antes del mediodía, pasó el micro lleno de gente y llegó hasta la Estación Yrigoyen. Y la pregunta es quién costeó el micro, y quién puso el dinero que le prometían a la gente, por lo menos a LEZCANO. Obviamente, FAVALE no estaba en condiciones de hacerlo, una persona que está dispuesta a exponerse tirando tiros a otros por un puesto en el ferrocarril, no está en condiciones de hacer frente a tales costos. Entonces, tal traslado lo afrontaron aquellos quienes convocaron a FAVALE y estaban interesados en que llevara gente. Dinamita PEREZ fue claro al decir que Pablo DIAZ le encargaba a FAVALE que corran a los tercerizados cuando hacían medidas de fuerza. -

Finalmente, de lo dicho por GONZÁLEZ, salta a la vista que lo que buscaban los ferroviarios era correr a los tercerizados, a nadie ahí podía quedarle alguna duda a este respecto. Por lo tanto, aquellos quienes expresaran en el juicio, que no sabían para qué corrieron (por caso, el imputado GONZÁLEZ), no nos resultan convincentes. Este griterío, se dijo, alcanzó el nivel de "bullicio general", por lo tanto la inacción a este respecto de los jefes policiales allí presentes, MANSILLA y FERREYRA deviene sólo comprensible en la inteligencia de que asentían tal acción. Es más, la conducta de MANSILLA de neutralizar el pedido de apoyo efectuado por GARAY a la DGO, al interferir expresando que los ferroviarios "bajaban sin represalias" para con el otro grupo, no es más que una corroboración, ahora mediante un comportamiento activo (y efectivo!), de aquel designio. De la misma manera, el dato de que TORETTA al concurrir a la audiencia de juicio oral "pasase por alto", justamente, que él se oponía a bajar de las vías para correr a los tercerizados, contraponiéndose así a la arenga de Pablo DIAZ y otros que le respondían, no hace más que confirmar la cohesión reinante, aún hoy, en la Unión Ferroviario, y de la ascendencia que conservaba DIAZ, incluso detenido, sobre el cuerpo de empleados ferroviarios. En rigor, TORETTA tenía razón sólo en parte, nada tenían que hacer los ferroviarios en la calle, pero tampoco nada tenían que hacer ahí en las vías, puesto que para impedir la interrupción de un servicio público, la función de las policías es, desde una perspectiva jurídica, exclusiva y excluyente. -

El ataque de los ferroviarios:

Es interesante analizar los testimonios prestados por las personas que conformaban el grupo de ferroviarios que estaban en el lugar del hecho, pues hay tres extremos que se esfuerzan por demostrar: 1) que la autoconvocatoria fue espontánea, 2) que en el lugar nadie daba órdenes; 3) que creyeron que los tercerizados se venían hacia ellos y que por esa razón, descendieron para correrlos.

Como podrá apreciarse, esos extremos no son correctos, no sería posible tal aglomeración de semejante cantidad de empleados ferroviarios en ese lugar, si no hubiese sido ello apañado y consentido por la más alta autoridad del sindicato. Existió organización en la convocatoria, existieron listados, existieron permisos y gestiones. Además, en el lugar de los hechos, Pablo DIAZ llevó la voz cantante, y esa verticalidad era notoria. Juan Carlos Fernández, no hablaba con otro que no fuese él.-

Por último, teniendo en cuenta el malogrado el episodio anterior, era de toda evidencia que si de lo que se trataba era de evitar que vuelvan a intentar subir a las vías, la mejor forma de hacerlo era desde arriba del terraplén, y no en una lucha cuerpo a cuerpo a "un par de cuadras" de las vías, cansados luego de haber corrido. Sabiendo que esas personas, tenían gomeras y palos. En suma no se entiende, era exponer a los trabajadores a una violencia innecesaria. Así las cosas, tenemos que pensar, si decidieron ir a correrlos, y la verdadera razón no fue la que expresaron, entonces porqué lo hicieron. La única respuesta posible, es porque querían correrlos, para que se vayan, para demostrar en una relación de fuerzas quién era el más fuerte, y era necesario convencerlos que sus gomeras y palos no les alcanzarían, sólo así puede entenderse el hecho de correrlos, pero a los tiros.-

Veamos la prueba testimonial en este sentido;

El testigo MAROCO dijo que sobre el particular que allí donde estaban nadie daba órdenes, y que estando en el puente vio que un grupo se amontonaba a dos cuadras y que "venían hacia ellos". Entonces, sus compañeros fueron hacia el lugar en el que estaban estas personas. Particularmente él, vio que todos iban (hacia los tercerizados), y por eso acompañó y fue hacia allí.-

AMUCHÁSTEGUI, por su parte, refirió que estando ya en el puente, pasado un rato, a 200 metros, divisaron que se armaba una bandera, y ahí fue cuando empezaron a gritar algunos muchachos, que se venían (los manifestantes) hacia donde estaban ellos. El testigo, reconoció, que se demoró un poco en ir para adelante, porque estaba con dos de sus tres hijos ferroviarios, y es asmático. Primero estaban arriba de las vías, pero luego bajaron para estar a la sombra. Cuando fueron hacia adelante se intercambiaron piedras. Escuchó varios disparos, no vio a ninguna persona armada, ni sabe cuántos por el miedo que tenía. Se asustó mucho. Uno de sus hijos Jonathan, lo vio cayéndose por dos impactos en la espalda de un tipo con dos palos que le pegaba. Su hijo le dio la mano para que pueda seguir corriendo hacia las vías. -

Marcelo GONZALEZ, a su turno, mencionó que cuando observaron que el otro grupo desplegó una bandera más grande, empezaron a plantear que habla que bajar del terraplén y correr a los otros, para que se vayan.

Aclaró, que la idea de las marchas, es ir y después cada uno se va a su casa, van para hacer un "acto de presencia".

Fue a muchas marchas, pero nunca fueron a tirar piedras. Los piedrazos, que fueron mutuos, eran para responder a una agresión.

Antes nunca le habían planteado la idea de bajar de las vías. Debajo de las vías ya estaba PABLO DÍAZ, con otros compañeros y empezaron a decir que tenían que bajar; en tanto TORETA les decía que no bajaran que ya se había logrado el objetivo, que era que no se corten las vías. Sin embargo, dijo, DIAZ insistía en que no fueran "cagones", que bajaran: por esa razón él bajó.

Además, recordó, que les decían que se estaban preparando para volver. Se decía que había que correrlos así se iban. La idea de ir a correrlos así se iban, era de PABLO DIAZ. Sin embargo, la mayoría de los compañeros se quedaron en el camino, siendo que los que llegaron de la cámara para adelante, no fueron más de 30 ó 40. Puntualizó que cuando se estaban acercando, había como 10 chicos con palos, haciendo como una muralla, los recibieron a palazos. Ahí se armó como otra pelea, en la que ellos retrocedieron. -

Ricardo ALMADA, por lo demás, dijo que cuando vieron que los del Partido Obrero, con sus pancartas, a 200 metros se estaban unificando, fue cuando un grupo de ferroviarios notó que venían como para el lado de las vías, por lo que se escuchó decir "vamos, vamos". El, no obstante se quedó en el puente, abajo, escuchó varios disparos y subió rápidamente a las vías. -

Ricardo ARIAS, recordó que cuando corrió llegó un poco más delante de la empresa Chevallier, algunos compañeros llegaron más allá, pero no muchos.

Refirió que ahí fue cuando escuchó los disparos, cinco o seis, ruidos que parecían pirotecnia y se volvieron todos. Adujo, que vio cámaras, no sabe de qué canal. Por último, recordó que Claudio DÍAZ se cayó y fue agredido.

Jorge Eduardo DOTTA, refirió que en un momento bajaron del terraplén a la calle, y empezaron a correr todos al grito de "vamos, vamos", hizo 20 metros y se volvió. -

Jorge KRAZCOWSKI, mencionó que se vio a los del PO que se van retirando, cuando los ferroviarios bajan del terraplén y los corren. Desde el puente veía la calle Luján cuando se estaban retirando los del PO, a quienes vio con las caras tapadas y los palos de las pancartas. Vio a una persona del PO con una honda. Añadió que, previamente, bajó un grupo de gente en Yrigoyen y se fue para abajo, estas personas no eran ferroviarias, serían 20 ó 30. Concretamente, bajan por un terraplén y empiezan a correr a los del PO. -

Miguel Alejandro TORETTA, seguidamente, sostuvo que, estando en las vías, vieron llegar a "otro" grupo, de unas quince personas, que bajaron en la estación Yrigoyen, no sabían quiénes eran, pero estaban vestidas de calle, y ahí comenzó un griterío. Se arrimó y vio que salían todos corriendo y no pudo ver más nada. Luego, los vio volver agitados por lo que habían corrido, y vio también compañeros lastimados, los habían golpeado. Se quedaron un rato tomando aire y después se fueron. Indicó, no saber para qué sus compañeros salieron corriendo hacia adelante. (Al correr) hubo un grupo que salió gritando, no puede identificar a uno en particular. -

A su turno, DEL PAPA expresó que el otro grupo no se fue y por eso pensó que iban a cortar de nuevo. Cuando los veían a 200 ó 300 metros, conversaban entre ellos que tal vez podían volver. Las letras del cartel, cuando lo levantaron, estaban de frente y por eso se dio cuenta de que avanzaban. Desde las vías él avanzó unos 140 metros, aunque no recuerda bien cuánto avanzó hacia ellos el grupo de la pancarta. Reconoció que, en algún momento, cuando él avanzaba, ellos habrán bajado la pancarta. El "vienen, vienen" se grito en general, empezaron a escuchar "vienen, vienen", por lo que comenzaron a correr hacia donde estaba la pancarta. Se enfrentaron con piedrazos y palazos, pero ellos al avanzar no llevaron ni piedras, ni palos. Luego, se encontró en el regreso con Daniel GONZALEZ, quien traía a un herido sangrando de la frente, y le dijo que se fueran pues estaban tirando.-

Claudio DIAZ relató que los de abajo (del puente) incentivaban a los de arriba para correr a los tercerizados y al PO. Entre los que incentivaban estaba Daniel GONZALEZ. Agregó que (Pablo) DIAZ, al estar en la comisión de reclamos, la mayoría de las cosas pasaban por él. Aquella vez tenía un handy, habló pero no sabe con quién. Incluso recordó que CARNEVALE, siempre decía que había que consultar todo con Pablo. -

Juan Alberto BRANDÁN, señaló que el choque entre los dos grupos se produjo a una cuadra de la vía. Nadie dio una orden de avanzar, avanzaba el que quería. Los que avanzaron eran 30 ó 40. El enfrentamiento habrá durado unos 20 minutos. Su grupo volvió para el lado del puente, él se quedó abajo alrededor de media hora, y después se fue a bañar a su lugar de trabajo. Fue golpeado en la espalda y en la cabeza, pero no se hizo ver por un médico. Añadió, que vio las pancartas que se levantaron y empezaron a avanzar. Entre su grupo y el otro habrá habido una cuadra larga. Se enfrentaron, su grupo con piedras y el otro con palos, tuercas y gomeras. Fue enfrentamiento y una gran batahola de piedras. Ellos con gomeras, pegando con palos, fue un enfrentamiento. -

UÑO, en su declaración indagatoria prestada en la oralidad, dijo que estaba arriba con el gordo TORETTA, sentado en el puente como cuidando, con los compañeros de Escalada. Bajó y gritaban "vamos, vamos", querían ir a seguir a esta gente. Le hizo señas a un picaboletos para que fuera hacia donde estaban los tercerizados para correrlos. Indicó, que hizo gestos para que sus compañeros bajaran. Quería que bajaran sus compañeros para correrlos, para que se borren y se vayan lejos y no vuelvan más, él se quedó a un costado, mientras los demás corren él se iba quedando. En parte tenía miedo, tenía 55 años en ese momento. Tenía miedo, veía que los otros tenían palos. No caminó más, se va por el costado. Vio a un compañero que viene con la mano lastimada, era Gustavo Garro, de Escalada. En imágenes ve a sus compañeros señalados en la televisión, ve a GONZALITO y a SÁNCHEZ, él no lo conocía a este último, y a PÉREZ, a quien recién conoció en un traslado. Le quieren imputar que él le entregó algo a PÉREZ, pero él no llevaba nada. -

Lucas LEZCANO, explicó que la misma gente que los estaba esperando en el medio de las vias, les decía "vamos, vamos para allá", el pensó que iban a ir a pelear, entonces se quedó en las vías. Los que mandaban eran los ferroviarios, los que estaban en su micro, los seguían. Explica que les decían "dale, dale", como que los estaban esperando.

Análisis: El comportamiento del "hombre" en masas ha sido muy estudiado por la psicología y la sociología, evidentemente era sabido por los que allí dirigían, que si se consiguiera que un grupo importante baje a correr a los otros, la mayoría anónima de personas, acompañaría, porque así se comportan las personas en grupo, se trata de "códigos", un entendimiento de compañerismo en ese sentido, que se grafica en la expresión del testigo, "como los demás lo hacían, por eso yo lo hice. -

Por lo demás, más allá de las expresiones del testigo MAROCO, en coincidencia con las de otros, en cuanto a que nadie daba órdenes en el lugar, es de toda obviedad que tanta gente toda junta sobre las vías, tanto tiempo, no es imaginable sino bajo la conducción natural de un líder gremial, la conducción sindical allí presente: Pablo DÍAZ, su referente. -

Como puede verse, si la suposición de que los tercerizados se les venían a las vías (se levantan las banderas, etc), fue la que motivó que los ferroviarios descendiesen a correrlos, pero al fin de cuentas se enfrentaron a un par de cuadras de las vías, es obvio que los primeros no corrieron nada, y los segundos mucho. La propia referencia de AMUCHÁSTEGUI, en cuanto a que se demoró un poco en ir para adelante, porque estaba con dos de sus tres hijos ferroviarios, da cuenta que bien sabía de la violencia que estaban desencadenando con esa corrida, y como padre le generaba un dilema, pues seguir la moción de Pablo DIAZ, implicaba exponer a sus propios hijos. De hecho reconoció que escuchó varios disparos. -

Marcelo GONZALEZ, con su relato sinceró una cuestión hasta ese entonces silenciada, cual es que empezaron a plantear que había que bajar y correrlos a los otros, para que se vayan (pero no porque se estaban viniendo).Y dijo más: la idea de las marchas, es ir y después cada uno se va a su casa, van para hacer un "acto de presencia". Como puede verse, la gente se quería ir, a diferencia de los que narró FERNANDEZ en su declaración en el juicio. La gente fue a un "acto de presencia", expresión que, cabe recordar, motivó la reacción de FERNANDEZ, durante su declaración, insistiendo en que esto no fue un acto (claro, en los actos convoca el sindicato, y ellos negarán eso aquí). Además, sabemos que de muchas marchas, nunca antes habían ido a tirar piedras. Y tampoco, nunca antes les habían planteado la idea de bajar de las vías. En este caso, sabemos también que debajo de las vias estaba PABLO DÍAZ, con otros, vociferando que tenían que bajar, insistiendo en que no fueran "cagones". Opuestamente, TORETTA mocionaba que no lo hicieran, dado que ya se había logrado el objetivo, que era que no se corten las vías. Además, sabemos que la idea de ir a correrlos así se iban, era de PABLO DIAZ. No obstante, lo cierto fue que los que llegaron de la cámara para adelante, no fueron más de 30 ó 40. En efecto, aquellos que corrieron, a lo sumo, llegaron un poco más delante de la empresa Chevallier (conforme ARIAS). Ahí se escucharon los disparos, cinco o seis, y se volvieron todos.-

Del relato de Claudio DIAZ nos queda claro que los de abajo (del puente) incentivaban a los de arriba para correr a los tercerizados y al PO, y entre los que incentivaban estaba Daniel GONZALEZ (junto a Pablo DIAZ, como sabemos). -

Así las cosas, está a la vista, que el objetivo de esa bravuconada de correrlos, no fue el de evitar que corten las vías. Y si apuntamos que los corren cuando se están yendo, queda expuesto entonces que no le bastaba con que se fueran, sino que se tenía que ir porque ellos los corrían, a los tiros. Muy claro en este sentido KRAZCOWSKI, al referir que se vio a los del PO que se van retirando, cuando los ferroviarios bajan del terraplén y los corren. Desde el puente veía la calle Luján cuando se estaban retirando los del PO.

Del mismo modo, a excepción de GONZALEZ, el resto de los testigos habla de que se decía "Vamos, vamos", pero no señalan quiénes lo decían, y mucho menos ponen esas palabras en boca de DIAZ. Por ejemplo ALMADA (escuchó decir "vamos, vamos". Él, no obstante, se quedó en el puente, abajo) , DOTTA (en un momento bajaron del terraplén a la calle, y empezaron a correr todos al grito de "vamos, vamos", hizo 20 metros y se volvió) . Y también UÑO: bajó y gritaban "vamos, vamos", querían ir a seguir a esta gente. Él hizo gestos para que sus compañeros bajaran, Quería que bajaran sus compañeros para correrlos, para que se borren, se vayan lejos, y no vuelvan más. Esta omisión es demostrativa del "peso" de Pablo DIAZ para sus compañeros.

Del relato de Claudio DÍAZ, quedó claro que (Pablo) DIAZ, al estar en la comisión de reclamos, la mayoría de las cosas pasaban por él, y que aquella vez tenía un Handy, habló pero ignoraba con quién. Incluso, CARNEVALE siempre decia que había que consultar todo con Pablo. -

Por lo tanto, hubo una evidente voluntad de atacar al otro grupo, y dicho ataque debía ser lo suficientemente fuerte, no sólo para que se vayan, sino como bien dijo UÑO, para que no -se les ocurriese- volver más, que no lo volviesen a intentar. -

Resulta llamativo el relato de BRANDÁN, pues se concentró en señalar básicamente dos cosas: a) Nadie dio una orden de avanzar, que avanzaba el que quería, 30 ó 40, más o menos. Y b) repitió cuatro veces que lo que pasó se trató de un enfrentamiento de unos 20 minutos, su grupo con piedras y el otro con palos, tuercas y gomeras. Dos reflexiones nos merece su testimonio, primero que quien conduce dirige, y en el lugar dirigía Pablo DIAZ, y segundo, vinculado a las palabras y las cosas, que por más que repitamos muchas veces algo, eso no se torna real por tal repetición. Nos quedó bien claro qué es lo que BRANDAN vino a decirnos al debate oral, pero lo cierto es que si un grupo va a buscar a otro para agredirlo físicamente, y este último se defiende por instinto de auto-preservación, es obvio que eso no es un enfrentamiento sino un ataque. La clave está en advertir quién inicia la agresión, porque seguramente fragmentando el acontecer devenido, en algún momento, víctimas y victimarios habrán de trabarse en lucha; y es más, los que se defienden eventualmente pueden llegar a doblegar a los que atacaron. Pero eso, que el atacante termine retrocediendo, no quita que lo ocurrido fue ataque.

Es muy relevante el testimonio recibido a Lucas LEZCANO, a partir del cual sabemos que los ferroviarios los estaban esperando en el medio de las vias, les decían "dale, dale", como que los estaban esperando y cuando llegaron les dijeron "vamos, vamos para allá", como para ir a pelear. Así las cosas, si enlazamos esto con lo que ya sabemos, que FAVALE fue uno de los tiradores, y que la corrida no se dio hasta que llegó el grupo por él liderado, se deduce que los estaban esperando para correrlos, a los tiros. Además, el orden cronológico de las llamadas fue el siguiente: FERNANDEZ a DIAZ y de éste a FAVALE. Queda claro, entonces, que DIAZ estaba esperando a FAVALE para que haga lo que hizo. Además, debe resaltarse que los ferroviarios les decían "dale, dale", como para que se apuren. Entonces, cuál era el apuro: a la luz de lo que pasó después, el apuro era que en esos instantes los tercerizados y militantes sociales se estaban retirando, y lo que se quería era que se retirasen no por voluntad propia, sino porque ellos los echaban, los corrían a los tiros. Además, quedó claro también que usaron a esos chicos jovencitos que vinieron con FAVALE para disimular el ataque armado. Los tiradores no podían ir solos a disparar, debían salir desde el bulto para sorprender, y en la retirada, entremezclarse en la muchedumbre para favorecer su fuga. -

De manera coincidente, TORETTA, dejó en claro que el griterío comenzó cuando llegó el grupo que vino desde la estación Yrigoyen, ahí bajaron y salieron todos corriendo. Añadió, que "no sabe para qué sus compañeros salieron corriendo hacia adelante". Hubo un grupo que salió gritando, no puede identificar a uno en particular. Volvemos sobre lo mismo, TORETTA omitió destacar dos cosas en su relato; primero que él mocionaba no correr, y segundo que entre quienes instaban a hacerlo estaba Pablo DIAZ. Debe tenerse en cuenta que UÑO nos contó que en esos momentos "el gordo" TORETTA estaba sentando en el puente, "como cuidando", con lo cual bien sabía qué hizo cada uno de los que estaban ahí abajo. Su expresión en cuanto a que "no sabe para qué salieron corriendo", es significativa de que este delegado no iba a seguir el relato de las "banderas que se desplegaban y los militantes que se venían" (como entre otros, por ejemplo, sí siguió DEL PAPA) , poniendo de resalto que eran los que incitaron la corrida, los que debían explicar para qué lo hicieron. Es decir, hacerse cargo de los disparos que ocurrieron después. -

Testigos que no pertenecían, ni acompañaban, a ningún bando:

Alberto Mariano ESTECHE, dijo que en un momento vio a un VW modelo Polo de color verde, y ahí ve a una persona con remera negra, lentes y jean (SANCHEZ), otra persona que venía corriendo, otro muchacho saltaba y decía vamos a matarlos y tenia un cuello ortopédico (Obviamente, GONZALEZ), había otro que tenía armas con remera azul a rayas, era medio norteño, de Jujuy, por ahí (a la sazón BENITEZ). Cuando retrocedieron los agresores vieron al joven herido.

Añadió, que vio aparecer a la gente entre Santa Elena y Santa María, este grupo era de más de 80 personas, y se dirigieron hacia la multitud que se estaba yendo. Los de las banderas estaban cantando, formaron una valla humana, e hicieron que se retiraran las mujeres, mientas los del ferrocarril llegaban tirando piedras e insultando, a los que se estaban retirando. Los de la valla humana empezaron a retroceder, y ahí nomás empezaron los tiros. Escuchó uno solo. Sonó cerca pero se ve que no era un arma grande, estima que sonó como un 32 o un 22. Reiteró que los que venían de la vía insultaban y amenazaban, les decían muertos de hambre a los del otro grupo. Los agresores se hicieron los malos con los choferes de la Chevallier. Todo el episodio habrá durado 10 minutos, más o menos. Vio a una persona que estaba detrás de un Polo, lo vio esconder algo. Indicó que uno que tenía una remera blanca con raya azul, lo vio como guardando algo, éste estaba en el medio de la calle Luján. No lo vio con un arma en la mano, pero le pareció por un gesto que hizo de sacar o guardar algo. Se vio una cosa negra, no sabe si se la dio a otro o qué. Esta persona el de la remera blanca con raya azul, era petiso, medio gordito, pelo lacio y le parece que con raya al medio y pelo negro. Debía ser uno de los capos, porque le decía al que tenía el cuello, "vámonos, vámonos".

Refirió que el otro sujeto que se escondió detrás del Polo, tenía una remera negra, una gorrita negra, anteojos y jean. Lo vio transitar por la vereda del lado de Chevallier. Lo vio guardando algo, posiblemente un arma, le pareció por el gesto (el testigo gesticuló imitando el gesto).

Manifestó que al del cuello lo vio en la puerta de Chevallier, pero cuando se estaban yendo, ese decia: "a estos muertos de hambre hay que matarlos". En su casa, los vio en televisión, reconoció al de remera negra con gorrita negra y al de remera azul con blanca. Del grupo que venía de las vías, adelante venían como 7 u 8 y los otros venían por detrás muy cerca, dentro de ese primer grupo, identificó a las personas que vió. Aparentemente los dos tenían armas. Añadió que después de testimoniar en la investigación "le balearon un hijo". Exhibidas las fs. 2420 y 1234, aclaró las cuestiones que se le marcaron. Reiteró que vio al del cuello ortopédico y también a la persona que estaba con remera azul y blanca a rayas y con una mochila. El Dr. FENZEL, abogado defensor de Pablo DIAZ, solicitó dejar constancia que el testigo reconoció en imágenes a BENITEZ. -

José Alberto SPENGLER, inició su relato con evasivas, preguntando quién le aseguraba a él que si declaraba no le iba a pasar nada. Aclaró luego que es verdad todo lo que declaró en la comisaría. En particular que un policía uniformado se resguardó con él, abajo del colectivo, porque estaban los dos en las mismas circunstancias, escuchando disparos.

Añadió, que lo hizo estacionar un policía y le dijo que se bajara. Era el que estaba siempre en la cuadra de la Chevallier. Vio un grupo de 100 ó 150 personas en la esquina de Luján y Perdriel, que retrocedían hacia Vélez Sarsfield. Agregó, que hubo un enfrentamiento con piedras y se escuchaban detonaciones intercaladas en gran cantidad, ignorando si eran disparos de armas de fuego o bengalas. -

Aportó Ángel Miguel OGA, que bajó un grupo pequeño de las vías y habló con el personal policial. Luego, paró un coche, era un Siena o un Palio, de color bordó o borra vino, que venía del puente Bosch y paró al lado de su casa, el nro. 2380 de Pedro de Luján. El vehículo quedó ahí con dos personas en su interior que hablaron con gente de la Policía Federal, y cuando terminaron de dialogar los móviles policiales se retiraron marcha atrás. Seguidamente, bajaron del rodado dos personas, el auto luego se fue, y se dio cuenta de que una de las personas llevaba armas, lo puede asegurar por el peso del bolso que llevaba, en rigor sería una mochila o morral. Después, se acercaron a la esquina de Bosch y Luján, reiterando que por el peso y la forma deformada de esa mochila, en su interior había armas o "fierros". Así entonces, en pocos minutos después, los ferroviarios empezaron a bajar y a correr al otro grupo. Previamente, la persona que tenía el bolso, se juntó con las personas que bajaban. Bajaron del puente alrededor de 80 ó 100 personas y salieron corriendo hacia el grupo que estaba con banderas rojas, del Partido o Polo Obrero. Los que bajaron insultando gritaban cosas como "zurdos de mierda", "los vamos a matar". Luego, pudo escuchar disparos de distinto calibre, estima que seguro más de 10, escuchando por lo menos 3 sonidos distintos. -

Rubén Ornar NUÑEZ, por su parte, sostuvo que se tomó un tren hacia Yrigoyen. Al salir de la estación, caminó unas cuadras hacia a una calle transversal a Luján, y a su izquierda estaba el puente. A unos 100 metros vio a los manifestantes, reunidos en una esquina. Estaban a 100 metros haciendo un alto. Seguidamente, empezaban a caminar en sentido contrario a las vías. En ese momento, la gente que estaba arriba de las vías bajó con palos y piedras, y empezaron a correr "como si se hubiera abierto un portón", razón por la cual se fue hacia Constitución, a Hornos nro. 87. Luego en un bar en Constitución, vio por televisión que había un muerto. -

Análisis: Tenemos acreditado a partir de estos relatos (en particular el de ESTECHE) que una persona que coincide con la descripción de SANCHEZ (a la postre uno de los tiradores), ubicada detrás de un rodado, estaba muy cercano a otro inconfundiblemente descripto como GONZALEZ (por su cuello ortopédico), que saltaba y vociferaba vamos a matarlos y, junto a ellos, otro "que tendría armas" con remera azul a rayas, identificado finamente como Jesús BENÍTEZ. Sabemos también que el numeroso grupo de ferroviarios se dirigió hacia una multitud que, con sus banderas y cantando, se estaba yendo. Que estos últimos frente al ataque formaron una valla humana, e hicieron que se retiraran las mujeres, mientas los del ferrocarril llegaban tirando piedras, insultando (les decían muertos de hambre) y amenazando a los que se estaban retirando, y ahí nomás empezaron los tiros. Tenemos por cierto también que los agresores se hicieron los malos con los choferes de la Chevallier, siendo que todo el episodio habrá durado 10 minutos, más o menos. En suma, ESTECHE vio: A) a SANCHEZ con un arma, detrás de un Polo, como escondiendo algo; B) A Jesús BENITEZ en el medio de la calle Luján, como guardando algo. No lo vio con un arma en la mano, pero le pareció por un gesto que hizo de sacar o guardar algo. Se vio una "cosa negra", no sabe si se la dio a otro o qué. BENITEZ, dijo ESTECHE, debía ser uno de los capos, porque le decía al que tenía el cuello (GONZALEZ) "vámonos, vámonos". Lo vio transitar por la vereda del lado de Chevallier. Lo vio guardando algo, posiblemente un arma, le pareció por el gesto (el testigo gesticuló en la audiencia imitando el acto). Y C) A GONZALEZ, en la puerta de Chevallier, pero ya cuando se estaban yendo, diciendo: "a estos muertos de hambre hay que matarlos". Tenemos acreditado también, que del grupo que venía de las vías, adelante venían como 7 u 8 entre los que estaban los nombrados, y los otros venían por detrás muy cerca.

Así las cosas, a diferencia de FAVALE, SANCHEZ y BENITEZ eran ferroviarios, y la pregunta a resolver es para qué tantas armas ese mediodía en Barracas, qué tenía que pasar ahí. FERNANDEZ en su declaración indagatoria en la oralidad, habló de "por ahí hubo un infiltrado", y que en la filmación "se ve que se mete gente". Dejando de lado que el supuesto infiltrado y l os que "se ve que se metían" habían sido convocados por Pablo DIAZ, precisamente después de haber hablado por teléfono con él (por FERNANDEZ), lo cierto es que la hipótesis del infiltrado se desvanece, SANCHEZ y BENITEZ eran ferroviarios, se trataría de tres personas armadas sobre la calle Lujan. En un momento se llegó a decir en los alegatos que no se analizó la posibilidad de "exceso del ejecutor". Pero acá no estamos hablando de uno, sino de tres individuos. No es posible representarse la posibilidad de que esto ocurriese a "espaldas" del sindicato, que a cada uno individualmente se le hubiese ocurrido ir armado ese día al lugar del hecho, sin que hubiese existido alguna suerte de vaso comunicante. Sabemos a esta altura que ese vaso comunicante es Pablo DIAZ. La propia figura de BENITEZ armado en el lugar del hecho, actuando como uno de los "capos", corriendo junto a los tiradores, y dándole indicaciones a GONZALEZ, sobre cuándo retirarse del lugar, es un elemento de cargo de mucho mayor peso que sus afirmaciones como testigo.

A más de ello, GONZALEZ mismo, arengando junto a Pablo DIAZ para la corrida, luego coaccionando junto a PIPITO a los trabajadores de prensa para que no filmen el ataque, corriendo al lado de SANCHEZ, uno de los tiradores, y de BENITEZ uno de los "capos", (conforme ESTECHE) también armado, y finalmente gritando en la retirada "a estos muertos de hambre hay que matarlos", es decir gritaba eso luego de que sus compañeros hubieron disparado. Con lo cual exteriorizaba su aval y complicidad a la actuación delictiva, evidenciando que cuando coaccionaron junto a PIPITO a los periodistas, lo hicieron con pleno conocimiento de los disparos subsiguientes. Mejor dicho, para posibilitarlos sin que quedasen registros fíImicos de ello. -

No debe pasarse por alto, lo narrado por el testigo, en cuanto a que después de testimoniar en la investigación "le balearon un hijo". Y tampoco debemos pasar por alto el temor exteriorizado por SPENGLER, en la audiencia, inicialmente evasivo, inquiriendo al Tribunal sobre quién le asegura a él que si declara no le va a pasar nada. Tenemos claro a partir de su relato que un policía uniformado se resguardó junto con él, abajo del colectivo, porque estaban los dos en las mismas circunstancias, escuchando disparos. Vio un grupo de personas en la esquina de Luján y Perdriel, que retrocedían hacia Vélez Sarsfield, y habló de un enfrentamiento con piedras y que se escuchaban detonaciones intercaladas en gran cantidad. -

Estas situaciones de amedrentamiento a testigos, fueron una constante que acompañó al desarrollo del juicio oral, y son demostrativas de la singularidad del entorno en el cual estas acciones se llevaron a cabo, extremo que no debe ser descuidado nunca por los juzgadores. -

A partir del relato de Ángel Miguel OGA, quedó demostrado el matiz familiar del trato entre los ferroviarios y el personal de la Policía Federal. De su relato, se presentan las condiciones de posibilidad de que los ferroviarios haya empleado armas en el hecho, lo que sabemos que efectivamente ocurrió, y de cómo pudieron haber llegado éstas hasta ese lugar. Hay precisiones de sus afirmaciones, con señalamiento de rodados y sujetos, ubicó catastralmente su domicilio (desde donde dice haber visto todo), el cual pudimos constatar en la inspección ocular que practicamos junto a las partes en el lugar de los hechos. Además, en el plano temporal, colocó a este tramo en un momento inmediatamente anterior a la acción de los ferroviarios de empezar a bajar y a correr al otro grupo. Nos dio una ambientación de la forma en que descendían los ferroviarios, insultando, gritando cosas como "zurdos de mierda", "ios vamos a matar". Lo cual torna por demás inverosímil la modulación de MANSILLA "bajan pero sin represalias para con el otro grupo". Manifestación sólo comprensible racionalmente bajo la representación de un acto de complicidad delictiva, que vino a neutralizar el pedido de apoyo del Comisario GARAY a la DGO. Luego, el testigo pudo escuchar alrededor de diez disparos, escuchando por lo menos 3 sonidos distintos. Lo cual es coincidente con los resultados obtenidos en los estudios periciales balísticos realizados con posterioridad.

Sabemos, finalmente, a partir del relato de Rubén NUÑEZ, que cuando los tercerizados que estaban haciendo un alto, habían empezado a caminar en sentido contrario a las vías, en ese momento, la gente que estaba arriba de las vías bajó con palos y piedras, y empezaron a correr en dirección a ellos "como si se hubiera abierto un portón". -

Testimonios de personal policial:

MALDONADO dijo que no vio que los del grupo de manifestantes llevaran palos o gomeras, sí las pancartas.

Asimismo, BROUSSON expresó que mientras permanecieron los grupos separados una hora u hora y media, estuvo personal de la Comisaría 30. Era una situación expectante. De repente, algunos dijeron "vamos, vamos" y se produjo una corrida por la calle Luján, desde el terraplén. Algunos siguieron la consigna y otros no. Estima que los menos se plegaron a ese "vamos", perdiéndose debajo de la copa de los árboles. En el grito de "vamos" se plegaron algunos. Calcula que gritaron "vamos, vamos", como mucho 3. El "vamos, vamos" fue posterior a la llegada del grupo de Yrigoyen. Habrá sido 15 minutos después del arribo de este contingente. Las copas de los árboles no le permitían ver lo que pasaba. Volvieron y se fueron por las vías a la estación Avellaneda. Otros, supone, por la calle Bosch. -

BARBERÁN, añadió que los manifestantes se veían a 400 metros. Cuando estaba abajo se notaba que había mujeres y varones, no recuerda si había chicos. Los jefes también los velan, se imagina. Su jefe, FARIAS, les decía a los ferroviarios que no tenían que bajar, pero igual bajaron, y se fueron hacia donde estaban los manifestantes. Luego, vio volver a la gente que fue hacia adelante. Agregó que en el lugar de los incidentes había piedras por todos lados, vidrios rotos. Además, la empresa Chevallier tenía la puerta cerrada, y estaban todos con miedo. Expuso, que no recibió orden de buscar rastros o testigos. No escuchó disparos. -

El comisario CATALAN, señaló que existió un "avance" sobre la gente identificada como del partido obrero. Era un avance con piedras, insultos y alguna agresión física. Cuando escuchó de este avance, decidió ir al lugar en un móvil no identif icable, el nro. 530. El grupo de la gente mencionada, estaba sobre la calle Luján, más o menos a la altura de la calle Santa Elena. La gente que estaba en el terraplén bajó a la altura del puente.

Añadió, que a ORTIGOZA le preguntó qué había ocurrido, y le indicó que había avanzado la gente y se fueron encima del grupo del PO.

Recordó que se secuestraron varias bolitas de plomo, un plomo de un arma de fuego calibre 38, como así también un teléfono celular.

Finalmente, dijo que se enteró de personas heridas, por medio de modulaciones. -

DOMECQ, a su turno, manifestó que cuando llegó este grupo (se refiere al de FAVALE), se empiezan a "descolgar" todos de la vía, Se quedaron 2 ó 3 minutos en la calle y empezaron a correr hacia adelante. Precisó que ninguna autoridad les dijo "vayan y agárrenlos", con la gente que tenía la policía en el lugar era imposible detenerlos. Cree que los jefes, en el momento en el que los ferroviarios salieron corriendo, seguían ahí. Los ferroviarios, luego de correr, volvieron como a los minutos. Le da la impresión de que corrieron unos 40 individuos, después no volvieron todos.

REPETTO, por su parte, dijo que pensaba que no iba a pasar nada, pero esto no se lo informó a la DGO. Cuando ve que el grupo de arriba bajó, lo tomó como una manifestación más, no le dio trascendencia, pensó que ya no iba a pasar más nada. -

Por último, FARIAS expresó que había pasado mucho tiempo, por eso había gente de los ferroviarios arriba y otros bajaban a la calle. Interpretó que se quedaban para que no se tomen las vías. Además, no le consta que ninguna autoridad haya dado la orden de que se retiraran. En un momento, los ferroviarios bajaron y ve que un grupo se va corriendo, se preguntó "adonde, se van estos?". Se ve que se van y luego vuelven. Nunca recibió indicaciones de lo que tenía que hacer. Cuando volvió la gente hacia la vía, él permanecía allí. Luego, terminó todo dado que los ferroviarios se van. Añadió, que en el ínterin en el que se alejaron los ferroviarios y regresaron, no escuchó ningún estruendo, ni detonaciones. Su función era una prevención sobre las vías. Se comunicó con FERREYRA y la orden era permanecer en el lugar. La directiva que tenía era ver qué actitud iba a tener la gente, si iba a ir nuevamente hacia las vías, o para el lado de Constitución.

Análisis: Queda claro tras los testimonios de los preventores presentes en el lugar del hecho, que mientras permanecieron los grupos separados la situación era expectante. Se corrobora que la corrida se produce tras un "vamos, vamos" y se produjo una corrida por la calle Luján, y que esa arenga fue minutos después de la llegada del grupo que vino desde la Estación Yrigoyen. BROUSSON estimó que los menos, solo algunos, se plegaron a ese "vamos", calculando que gritaron "vamos, vamos", como mucho tres.

Ahora bien, si los que bajaron, los que se plegaron, fueron pocos, no se entiende cómo no los pudieron contener. Además, si los que gritaban "vamos, vamos" eran solo tres personas, cómo los ferroviarios no nos saben decir quiénes son, y nos hablan de un bullicio general, de un griterío general. En las imágenes de video que se exhibieron en el juicio oral, se ve claramente que los que se plegaron fueron muchos y no pocos, y de los relatos que hemos podido recolectar podemos contabilizar bastantes más de tres personas que arengaban a descender, con lo cual el testimonio de BROUSSON debe ser evaluado con prudencia, pues en este juicio no sólo se está juzgando la responsabilidad penal de su colegas de la fuerza policial (buena parte del tiempo, él estuvo cercano a MANSILLA), sino también el testigo estaba en cumplimiento de funciones al momento este hecho.

Con ese mismo prisma analizamos el testimonio de REPETTO, quien dijo que pensaba que no iba a pasar nada y que cuando ve que el grupo de arriba bajó, lo tomó como una manifestación más, no le dio trascendencia, pensó que ya no iba a pasar más nada. A la luz de lo que ya sabemos, se torna evidente el escaso respeto que tiene por la vida y la integridad física de las personas este funcionario. Los que bajaban gritaban zurdos de mierda, los vamos a matar, DIAZ incitaba a los demás a correrlos al grito de "bajen cagones", pero el Sr. REPETTO vino al juicio oral a decir que él pensó que no iba a pasar nada y que cuando ve que el grupo de arriba bajó, lo tomó como una manifestación más, sin darle trascendencia. No nos resulta convincente. -

Contrariamente, DOMECQ manifestó que cuando llegó el grupo de FAVALE, se empiezan a "descolgar" todos de la vía, Se quedaron 2 ó 3 minutos en la calle y empezaron a correr hacia adelante. Precisó que ninguna autoridad les dijo "vayan y agárrenlos", y además con la gente que tenía la policía en el lugar era imposible detenerlos. Añadió, que los jefes, en el momento en el que los ferroviarios salieron corriendo, seguían ahí. Lo cual compromete la responsabilidad penal tanto de MANSILLA como de FERREYRA.

De otro lado, a partir de los aportes de BARBERÁN, sabemos que FARIAS intentó infructuosamente que no descendiesen, y que en el lugar de los incidentes había piedras por todos lados, vidrios rotos, y que la empresa Chevallier tenía la puerta cerrada, y estaban todos con miedo. Esto es concordante con lo narrado por ESTECHE en cuanto a que los ferroviarios "se hicieron los malos con los choferes de la Chevalier". No recibió orden de buscar rastros o testigos. -

CATALAN, corrobora que el grupo agredido estaba sobre la calle Luján, más o menos a la altura de la calle Santa Elena, y que en el lugar se secuestraron varias bolitas de plomo, un plomo de un arma de fuego calibre 38, como así también un teléfono celular.

Por último, a partir del relato de FARIAS queda claro que los jefes nunca dieron órdenes ni de desalojar a los ferroviarios de ahí. Ni tampoco de lo que tenían que hacer, incluso cuando retornaron los ferroviarios hacia la vía, dado que la fuerza permanecía allí. Es más fue enfático en que se le dijo que su función era una prevención sobre las vías, y que se comunicó con FERREYRA y la orden era permanecer en el lugar. -

Finalmente, un integrante del grupo de tercerizados, CARDIAS sostuvo que la "patota" estaba arriba del terraplén y los insultaba. Luego, se vinieron con todo, ellos armaron un cordón para protegerse de 25 hombres y 5 mujeres, sobre la calle Luján a 4 cuadras del puente. Concedió que alguien del Polo Obrero sacó unos palos largos y los repartió para contener a la "patota". Aclaró que en la asamblea anterior habían dicho que no iban a llevar estos elementos, pero los del PO los llevaron igual. La "patota" la encabezaba SANCHEZ, con GONZALEZ y ARIAS, estos iban al frente manejaban todo. Estuvieron cara a cara peleando, se agarraron a piñas y a palazos, fue un choque muy duro. Escuchó disparos y se cruzó Mariano (FERREYRA) a su lado, estaba a tres ó cuatro metros suyo, a orillas de la calle. -

El relato de CARDIAS, es en lo sustancial concordante con los extremos que hemos tenido por probado. Por lo demás, volvemos sobre un punto que debe insistirse, lo actuado fue un ataque del grupo de ferroviarios sobre la gente tercerizada y de los movimientos sociales que los acompañaban. Que el episodio hay sido un choque muy duro, no lo transforma en un enfrentamiento, pues no debe descuidarse quién inicia la agresión física. Obviamente, mal pudo haber aquí una provocación suficiente en los términos que emplea la ley penal. Ninguna constancia probatoria puede dar aval a esa conclusión. -

Cabe concluir, entonces, que el ataque del grupo de ferroviarios se concretó en el mismo momento en que el grupo de tercerizados, junto con las organizaciones sociales que los apoyaban, se estaban retirando del lugar:

(El ataque visto por los tercerizados y los militantes sociales):

En efecto, coincide en ello, entro otros, Félix Leonardo WUL, quien sostuvo que resolvieron retirarse y notó que había un par de mujeres que les decían que en esos mismos momentos venía un grupo de ferroviarios a agredirlos. Un compañero le dejó un bombo, e hicieron un improvisado cordón. Allí sintió 4 ó 5 detonaciones y pensó que eran elementos de estruendo, pero después se dio cuenta de que había habido disparos, que en rigor sonaron todos iguales, y vinieron del lado de los ferroviarios. A 3 o 4 metros cayó Elsa RODRIGUEZ, quien tenía una lesión sangrante en el parietal izquierdo. En otra esquina estaba caído Mariano FERREYRA, muy pálido, casi no tenía conocimiento, no tenía pulso, su estado era desesperante. En el 911 daba ocupado, y unos compañeros le avisaron que habían parado una ambulancia. Había otra persona herida: Nelson (AGUIRRE) y los tres fueron subidos a la ambulancia, siendo que a Mariano que estaba prácticamente en coma. -

David Ricardo ORELLANA CRUZ, en la misma dirección, dijo que luego de una hora y media, decidieron ir hacia la Av. Vélez Sarsfield y desconcentrarse. Empero, con su movimiento, quedaron atrás de la columna, cuando escuchó que algunos compañeros gritaban "ahí vienen, ahí vienen", gira y ahí los ve, refiriéndose al grupo de ferroviarios que venían a atacarlos. -

También MALASPINA, un testigo con una expresión verbal particular, y de reconocida disminución de agudeza visual, señaló que ve que se levanta polvo y nota que se acercaba gente vestida de verde y con palos. Escuchó tiros, no sabe si de balas de goma, o de plomo, en un número de dos o tres detonaciones, que fueron con un intervalo de 3 ó 5 minutos. En ese momento observó que un hombre hacía un movimiento con las dos manos hacia adelante, aunque reconoció que no puede asociar eso con los disparos. Esta persona destacó que ese sujeto no tenia la ropa de los ferroviarios, estaba ubicada más hacia el medio de la calle que el testigo que se hallaba más hacia el lado del cordón, más cerca los autos y del puesto de comida. -

Osvaldo Mario VAZQUEZ, de manera coincidente, recordó que tras una asamblea realizada en la vía pública, que llevó tiempo, (en la que estaban compañeros de Quebracho, del PO, del Partido Socialista, tercerizados -que tenían el reclamo directo para pasar a planta permanente-), y viendo la magnitud de lo que podía acontecer, se desistió de la medida de fuerza y resolvieron ir a la estación Constitución, para ver si se podía realizar un acto. No querían arriesgar la integridad física de los manifestantes. Cuando se dirigían hacia Vélez Sarsfield, en sentido opuesto a las vías, tratando de prevenir un ataque, y tras haber hecho una cuadra en esa dirección, advirtieron que los ferroviarios habían bajado de las vías e iban hacia ellos. Notaron que los iban a agredir de nuevo y pararon en una esquina para protegerse. Cuando pararon estarían a unos 300 o 400 metros de la vía. Se habrán parado unos 30 compañeros. Cuando ellos están a 50 metros de su grupo, empiezan a caer piedras, palos y botellas. Los de su grupo respondieron a tal agresión. Añadió que, precisamente, el grupo en el que él estaba había formado una línea de autodefensa, se pararon en la esquina y de frente a los agresores, ocupando la esquina y casi toda la calle. Él estaba en el centro de esa línea, manteniendo siempre su misma posición en el centro de la calle. A la vez, reconoció que su agrupación llevó palos y gomeras, y en su caso particular bolitas de vidrio, como las que usan los chicos para jugar, y las que empleaban de proyectil en las gomeras. -

José Cesar ANDINO, en la misma dirección, recordó que el grupo de ferroviarios avanzaba gritando, cuando ellos ya se estaban retirando; por ello, formaron un cordón de compañeros. La mayoría de la gente se fue replegando, y algunos devolvieron las piedras que les tiraron, dado que la cuestión era defender. -

Verónica SILVA fue muy gráfica al señalar que, retirándose, y luego de hacer media cuadra más, sintió un silbido cerca de su oido, coligiendo que debió haber sido la bala que le dio a Elsa (RODRIGUEZ) . Por miedo, se escondió atrás de un árbol, y al darse vuelta pudo ver a Elsa con un balazo en la cabeza. Así, entonces, cuando regresó a buscarla, advirtió que algunos compañeros llamaron una ambulancia. En un momento, vio en el piso a Mariano, escuchando otro ruido más. Finalmente, dijo que había otro muchacho herido en una pierna, era del Polo Obrero. -

Nancy ARANCIBIA JARAMILLO manifestó que ellos, los ferroviarios, empezaron "a tirarse del terraplén para abajo", los vio bajar con palos y piedras, empezando luego a caminar apurados hacia la Av. Vélez Sarsfield. En ese momento, un compañero les dijo a los de los carritos, que se apartaran, que salieran, porque los podían lastimar, y a los de Chevallier les dijeron que cerrasen las puertas. Se armó una gran batahola. Admitió que un compañero llevaba un bolso con palos, cree que era Edgardo. Se enfrentaron los dos grupos, estando ella, en todo momento, en el lugar en el que cayó Mariano, y hasta que se lo llevaron. Si uno se posiciona mirando a Vélez Sarsfield, ella estaba sobre el lado izquierdo, de donde cayó Mariano, estaba enfrente, diez metros cruzando la bocacalle. Incluso, escuchó que gritaban "ya matamos a uno". La agresión no paró en ningún momento. Sus agresores querían matarlos. Le pudo haber pasado cualquier cosa, como a su compañera Elsa, que luego cayó tirada en la esquina. Pasó de casualidad una ambulancia y la pararon, Elsa ya estaba adentro y subieron a Mariano. En la ambulancia ya había otro compañero, no sabe si atrás, o adelante. En la esquina en la que cayó Elsa, buscaron un casquillo con los periodistas, hasta allí fueron perseguidos.

José Hermógenes TEJEDA recordó que se juntaron en una parrilla para deliberar, y en ese sitio habrán estado 40 minutos o una hora. Seguidamente, decidieron no ir hacia Constitución porque podía eventualmente haber un choque, y la correlación de fuerzas no daba para un enfrentamiento con esta gente que estaba todavía arriba de las vías. Así las cosas, señaló que empezaron a marchar hacia Vélez Sarsfield, y ahí vieron que se les venia "la patota con todo". Era como un malón, se mandaron todos corriendo hacia ellos con la intención de "reventarlos", por lo menos eran 60 o 70. Si no se les paraban, cree que los mataban. Inmediatamente después del ataque, vio a un chico que se tomaba el estómago y se caía (Mariano FERREYRA), pensó que estaba drogado. Le toma las manos y ve que se orinó, pensó que tenía epilepsia. Le levanta la remera y ve que tiene un punto de sangre debajo de la tetilla derecha. -

Pablo Daniel CHAMORRO, quien fuera convocado por MTR Quebracho-Aníbal Verón, mencionó que vieron que la "patota" sindical bajaba del terraplén, en el mismo momento en el que ellos se estaban yendo hacia Vélez Sarsfield. Por esa razón, los compañeros se pusieron en línea, haciendo un cordón de seguridad, con los palos y gomeras que tenían para defenderse, entre tanto, la "patota" seguía avanzando, llegando a uno o dos metros de ellos. En otro orden de ideas, recordó que cuando ellos cantaban por la unidad de los trabajadores, los otros les decían que eran unos "piqueteros de mierda", que los iban "a matar", y les gritaban, "aguante la verde" y "aguante la Uocra". Admitió, no obstante, que empezó a romper baldosas para que tiraran sus compañeros, recordando que el intercambio de piedras duró bastante. Él las arrojaba por encima de sus compañeros. -

También Rocío CARDOZO dijo que en el momento en el que se están yendo vieron que la "patota" bajaba de las vías. Bajó a la calle para ver si algún compañero había quedado rezagado, y ahí pudo observar que bajaba la "patota". Precisó que instantes después, al retirarse, estaba mirando hacia la calle Vélez Sarsfield y notó que Elsa estaba tirada en la calle, con la cabeza llena de sangre. Recordó más precisamente que primero le cayó una botella a su lado, y luego se produce la caída de Elsa. Era una botella de vidrio de cerveza. Ella estaba a un metro y medio de allí. -

Damián REYNOSO, de igual modo, mencionó que retirándose, habrán caminado media cuadra del lugar donde habían tenido la asamblea, cuando compañeros empezaron a gritar que se les venían, en referencia a la gente de la Unión Ferroviaria. Se da vuelta, y observa que está bajando una "patota", notando que no estaban los coches de policía sobre la calle. Vio caído a Mariano y pensó que le habían tirado un piedrazo. Ve que había una compañera golpeada y se acerca, al tiempo que observó a otro compañero gritando, llorando, y recién hacia ahí, empieza "a caer" en que les estaban disparando con balas. Seguidamente, vio a Mariano que estaba acostado con la remera levantada y tenía la marca de una bala. Ahí tomó conciencia de lo que realmente pasaba, que les habían disparado. -

TRIPE, por su parte, sostuvo que cuando se estaban alejando un compañero gritó que bajaban del terraplén los de la Unión Ferroviaria. Se gritó "los hombres a defender y las mujeres para adelante". Ella llamó a los hombres, no llegó a caminar casi nada, recién empezaban a retirarse.

Víctor Catalino AMARILLA BARRIOS recordó que de entrada se dio cuenta de que eran unos "patoteros" dado que empezaron a insultarlos y a amenazarlos de muerte. Les decían "zurdos hijos de puta, váyanse, o los vamos a matar". Venían corriendo a todo lo ancho de la calle. Algunos compañeros empezaron a apurar a las mujeres y los chicos que estaban en su grupo. Reconoció que su agrupación llevó gomeras pero no palos, siendo que iban con la cara descubierta, lo que hacen siempre. Los 5 o 6 que formaron el cordón tenían gomeras, pero no palos. Relató que el tirador había disparado sobre la misma vereda en la que estaba, para el lado de Vélez Sarsfield. El compañero de ellos que fue herido resultó ser Mariano FERREYRA y estaba en la otra vereda. Dijo que vio los fogonazos y giró la cabeza para el lado que salió el tiro. La empresa Chevallier tiene 2 portones, uno grande y otro más pequeño. (Él) estaba en el lado opuesto a donde se encontraba el tirador. El tirador estaba pasando el portón chico, a unos dos o tres metros. Había tiros por todos lados y piedras. Finalmente, perdió de vista al tirador. -

Dora MARTINEZ, de la agrupación Quebracho, expresó que tras el ataque trató de volver atrás y vio una ambulancia, a Elsa en el suelo, y a su compañera Mónica que trataba de subirla. También observó a un muchacho que tenía una herida en la pierna, que se bajó y ayudó a subir a Elsa. Alguien gritaba que había otra persona herida, mientras un compañero sacaba fotos. Previamente, gente del canal C5N había entrevistado a Elsa, quien tenía una visera del PO y su mano atada. A los diez minutos, empieza a escuchar gritos de sus compañeros que decían "ahi vienen". Sobre el ataque en sí, recordó que vio cuando empezaron literalmente a "tirarse de las vias". Cuando ellos bajan los patrulleros que estaban cortando, no estaban más, y no había policía que los detuviera. Siguieron corriendo para irse de allí. Elsa cayó sobre la calle, cerca del cordón. Escuchó disparos, aunque no vio disparar a nadie. Cuando pasó lo de Elsa tuvo miedo, estima que bien podría haber sido ella la víctima. Nunca pensaron que los iban a matar.

PINTOS relató que los hombres se fueron para atrás, los del Polo Obrero tenían un bolso del que tomaron palos y decidieron hacer un cordón de seguridad.

Gonzalo D. FERNÁNDEZ refirió que en una asamblea determinaron que ya no se podía hacer nada y resolvieron irse. El iba detrás de su columna y vio que la gente de la Unión Ferroviaria se venía corriendo, tal como se aprecia en la filmación de C5N. El enfrentamiento fue como a tres cuadras de las vías. Acababan de correrse una cuadra más hacia Vélez Sarsfield. Los esperaron los hombres para hacerles frente, serían unos 20 ó 30. Se enfrentaron a 30 metros de distancia. Cuando vienen corriendo hacia ellos, los esperan con piedras en las manos. La pelea con piedras habrá durado minutos, tal vez dos minutos.-

MERINO dijo que estaba atrás de un contenedor gris cuando observó a una persona tirando con un arma. Ese contenedor estaba a mano izquierda, mirando a las vías, del lado de la vereda más angosta. Quien disparaba estaba en diagonal como a 15 o 20 metros. Lo vio disparar claramente.

José CORREA, a su turno, mencionó que en el cordón de seguridad estaba ubicado en el medio de la calle. Hacia su izquierda siente los dos disparos y ve humo. Le parecía natural porque los sindicatos cuando se movilizan llevan pirotecnia. Ellos llevaron palos, no siempre tienen la cantidad suficiente de gente como para armar un cordón de 100 metros, y para ello usan los palos. Igualmente, puede ser que algún compañero lleve una gomera. Ese día, dijo que no vio a nadie con gomeras. En esta marcha su misión era llevar el megáfono. -

CARDIAS, de igual modo, dijo en primer lugar que a la manifestación muchos compañeros no los acompañaron porque había amenazas de la patota. En efecto, ya los habían golpeado en Constitución. Respecto al objetivo que tenía, lo cambiaron en el local del PO, dado que se hizo presente Pablo DÍAZ con su patota ferroviaria y no querían llegar al choque. Ya habían tenido muchos compañeros golpeados. La reunión (sobre la calle Pedro de Lujan) la hicieron en medio de la marcha y resolvieron ir hacia Constitución. En cuanto al ataque en si mismo, refirió que (un sujeto) aparece por la izquierda, cruzó y cuando se acerca al árbol donde está dicho sujeto, éste dispara. Mariano, en ese momento, no tenía nada en sus manos. Cuando se produce la sucesión de disparos, que habrán durado diez minutos, se seguían pegando. -

En lo personal, y respondiendo a preguntas que le formularon, CARDIAS dijo que cumplió labores como custodia en alguna oportunidad. Trabajaba de patovica en boliches. Hace 15 años portaba armas de fuego, la empresa en la que trabajaba le gestionó la tenencia. Laboralmente se desempeñó en la empresa Tobal. Para el año 2000 trabajaba en el Correo Argentino. Al exhibírsele en primer plano una imagen propia del día del hecho y preguntársele por lo que llevaba en la mano, el testigo respondió que era un pedazo de caño para llevar la bandera. Lo iban a poner con una bandera grande que había hecho Mariano y que decía "por el pase de tercerizados a planta permanente". No recordó con precisión cuándo le habían dado ese caño para armar la bandera, pero fue antes del "episodio de las vías". También vio a un chico del MTS con un caño en la mano, no sabe si era similar al suyo. Hablaron de llevar caños y palos para usar con las banderas, para lo cual también se llevaron cañas largas. Detalló que cada grupo portaba sus banderas. Sobre una bandera que se pudo apreciar al proyectarse una fotografía en la sala, precisó que la habían hecho el día anterior y la llevaron al local del PO. Tras la proyección del video SAM_0417, recordó haber usado un megáfono. -

Daniel DÍAZ, un testigo que no pertenecía a ninguno de los dos grupos, dijo que escuchó gritos como de hinchas de fútbol: "Veni para acá, etc", por eso llamó al 911 por su teléfono celular, y denunció que se estaban rompiendo cosas, entre ellas su auto. Desde un portón de la calle Luján se veía gente que iba y venía, como si se estuvieran enfrentando.

Matías AVELLANEDA, otro testigo que no pertenecía a ninguno de los dos grupos, personal de la empresa Chevallier, expresó, respecto de los "piqueteros" que estaban en la esquina, que no sabía qué estaban haciendo. Recordó que allí había un puesto de parrilla, en el que habrán permanecido media hora o más. Pudo ver el momento del ataque, recordando que mientras un grupo retrocedía, el otro avanzaba, y se tiraban piedras, observó ello antes de cerrar el portón. El grupo que venía corriendo lo integraban 40 o 50 personas. El otro grupo se encontraba con el rostro tapado, aunque no tuvo temor, ya que esa circunstancia no le pareció ello desafiante, más lo sorprendió que llevasen palos. Al grupo que venía del lado de las vías no lo vio con palos, ni con armas de fuego. El otro grupo estaba parado en la esquina con palos y piedras, y no tomaron ninguna posición de formación. Gritaban "que vengan". No vio que usaran algún tipo de gomera. Como, en ese momento, los micros de la empresa Chevallier no podían pasar por esa calle, abrieron un portón de emergencia para que salieran por detrás. Ese grupo (por los manifestantes) era de unas cuantas personas, más de 50 seguro, y llevaban banderas de color negro con rojo y de otros colores. En un momento dado, se acercaron a la esquina para saber la razón por la cuál estaban ahí y les dijeron que era por despidos de alguna gente. Los del grupo de piqueteros tenían palos y piedras. El segundo grupo tenía ropa de mecánico entre celeste y gris. Después, volvió corriendo el grupo vestido de gris y detrás de ellos, los manifestantes. -

Análisis: En efecto, a partir de los relatos traídos para su mensuración probatoria, podemos tener por acreditado que luego de un rato largo, algunos hablan de hasta una hora, y tras deliberar en asamblea hecha en la vía pública, los tercerizados, como así también las fuerzas políticas y sociales que los acompañaban, decidieron ir hacia la Av. Vélez Sarsfield y desconcentrarse. Algunos quedaron atrás de la columna y gritaron "ahi vienen, ahi vienen", eran los ferroviarios que venían gritando a atacarlos, en el mismo momento en el que los manifestantes y tercerizados habían resuelto retirarse, cosa que ya habían empezado a hacer. También unas mujeres dieron aviso de que se les venía un grupo de ferroviarios a agredirlos. Algunos empezaron a apurar a las mujeres y los chicos que estaban en el grupo para que se alejaran, dado el riesgo que corrían. Por esa razón, hicieron un improvisado cordón de defensa. Allí, escucharon 4 ó 5 detonaciones, lo que los llevó a suponer que eran elementos de estruendo, pero después comprobaron que eran disparos que provenían del lado de los ferroviarios. A resulta de lo cual, Elsa RODRIGUEZ cayó en plena calle con una lesión sangrante en el parietal izquierdo, siendo que en otra esquina estaba caído Mariano FERREYRA, muy pálido, casi sin conocimiento, sin pulso, en estado desesperante. Llamaron al 911, pero les daba ocupado. En ese momento, pudieron parar una ambulancia que pasaba casualmente por ahí, a la que subieron a los dos nombrados y a un tercer herido, Nelson (AGUIRRE). Mariano Ferreyra estaba prácticamente en coma. -

Los ferroviarios los agredían con botellas, palos y piedras. Se escucharon tiros, en un intervalo de 3 ó 5 minutos. Se pudo ver a un hombre, que no tenía ropa de ferroviario, que hacía un movimiento con las dos manos hacia adelante, ubicado hacia el medio de la calle. -

De la asamblea, que habían realizado previamente en la vía pública, participaron militantes de Quebracho, del PO, del Partido Socialista, y tercerizados, y viendo la magnitud de lo que podía acontecer, al medir la correlación de fuerzas, desistieron de realizar un corte de vía y resolvieron, según algunos, ir a la estación Constitución, para ver si se podía realizar un acto. No querían arriesgar su integridad física, por eso se dirigieron hacia la Av. Vélez Sarsfield, alejándose de las vías. Por su parte, José Hermógenes TEJEDA sostuvo que se decidió no ir hacia Constitución porque podía eventualmente haber un choque, y la ya mentada correlación de fuerzas no daba para un enfrentamiento con esta gente que estaba todavía sobre de las vías. -

Como puede verse, ante la gran cantidad de grupos que participaron de esa asamblea, no queda del todo claro lo resuelto, por caso, el grupo de TEJEDA no iría hacia Constitución, lo que sí queda claro es que todos se estaban yendo de ahí cuando fueron atacados. -

Algunos hablan que cuando les avisan que los atacan, ya habían hecho una cuadra en esa dirección contraria a las vías, otros mencionan media cuadra, evidentemente la columna estaba desplegada en toda la extensión de la calle. Por ejemplo TRIPE ilustró que cuando se gritó "los hombres a defender y las mujeres para adelante", no había llegado a caminar casi nada, recién empezaban a retirarse. -

Por la forma en que se les venían los ferroviarios a los tercerizados, era notorio que iban a agredirlos. Empezaron "a tirarse del terraplén para abajo", se venían con palos y piedras. Algunos, aproximadamente unos 30 militantes, se pararon en una esquina, estarían a unos 300 o 400 metros de la vía. Y cuando los ferroviarios se aproximaron a 50 metros les empezaron a caer piedras, palos y botellas. La agresión fue inmediatamente respondida por los tercerizados. Ahí mismo, formaron una línea de autodefensa, un cordón, se pararon en la esquina y de frente a los agresores, ocupando la esquina y casi toda la calle. Algunas agrupaciones llevaron palos y gomeras, y algún militante "bolitas de vidrio", como las que usan los chicos para jugar, empleándola de proyectil en las gomeras. Un militante de nombre Edgardo, llevó un bolso con palos, que repartieron. Particularmente PINTOS relató que los del Polo Obrero tenían un bolso del que tomaron palos y decidieron hacer un cordón de seguridad. Sobre el punto, CORREA explicó que llevaron palos porque no siempre tienen la cantidad suficiente de gente como para armar un cordón de 100 metros, y para ello usan los palos. Igualmente, puede ser que algún compañero hubiese llevador una gomera. -

El grupo de ferroviarios avanzaba gritando, cuando formaron un cordón de defensa, la mayoría de la gente se estaba replegando, y algunos devolvían las piedras que les tiraban, se defendían. Se les dijo a los de los carritos, que se apartasen porque los podían lastimar, y a los de Chevallier que cerraran las puertas. Se armó una gran batahola al enfrentarse los dos grupos. -

El relato de Verónica SILVA, nos permite percibir el peligro que corrieron los militantes, puesto que luego de recorrer media cuadra cuando se alejaba, sintió un silbido cerca de su oído, coligiendo que debió haber sido la bala que le dio a Elsa (RODRIGUEZ). Por miedo, se escondió atrás de un árbol, y al darse vuelta pudo ver a Elsa con un balazo en la cabeza. De igual modo, vio en el piso a Mariano, escuchando otro ruido más. Dora MARTINEZ, de igual modo, al referir que Elsa cayó sobre la calle, cerca del cordón, escuchó disparos, y cuando pasó lo de Elsa tuvo miedo, pues pudo haber sido ella. Nunca pensaron que los iban a matar. Rocío CARDOZO, del mismo modo, vio a Elsa tirada, con la cabeza llena de sangre, pero primero le cayó una botella de vidrio, de cerveza, a su lado, y luego se produjo la caída de Elsa Ella estaba a un metro y medio de distancia. -

Sabemos también cuál fue el lugar en el que cayó FERREYRA a partir del relato de Nancy ARANCIBIA JARAMILLO, quien estuvo a su lado hasta que se lo llevaron en la ambulancia. Más precisamente, ella estaba enfrente, diez metros cruzando la bocacalle. Incluso, la indignación fue mayor, puesto que tras los disparos, la mujer escuchó que gritaban "ya matamos a uno". La percepción de ARANCIBIA fue clara: sus agresores querían matarlos. Lo vivido fue traumático, la agresión no paró en ningún momento, lo de Elsa, le pudo haber pasado a cualquiera. Y justamente, en la esquina en la que cayó Elsa, fue el sitio hasta donde los persiguieron. -

La vehemencia con la cual los corrieron, nos queda clara a partir del relato de TEJEDA. "vieron que se les venia "la patota con todo", eran un malón, se mandaron todos corriendo hacia ellos con la intención de "reventarlos", por lo menos eran 60 o 70. Si no se les paraban, cree que los mataban". Además, también a partir de este relato, se aprecia la sorpresa e incredulidad de los manifestantes, frente a los disparos con armas de fuego, era algo que jamás hubiesen previsto, no lo podían creer. Veamos qué narró TEJEDA: (...) que inmediatamente después del ataque (O sea, ya se habían escuchado los estruendos), vio a un chico que se tomaba el estómago y se caía (Mariano FERREYRA), pensaron que estaba drogado (O sea, la primera suposición no fue que le dieron un tiro). Lo tomaron de las manos y vieron que se orinó, pensaron que tenía epilepsia (la segunda impresión tampoco fue de un disparo), le levantaron la remera y vieron que había un punto de sangre debajo de la tetilla derecha (les cayó la ficha...). -

Esta incredulidad se repite en muchos otros testimonios, (que era un "tres tiros", pirotecnia, ruido de chapas, etc). Por caso, Damián CARDOZO, quien señalara que vio caído a Mariano (FERREYRA) y pensó que le habían tirado un piedrazo. Ve que había una compañera golpeada y se acerca, ve a otro compañero gritando, llorando, y recién hacia ahí, empieza "a caer" que eran balas. Mariano estaba acostado con la remera levantada y tenía la marca de una bala. Ahí tomó conciencia de lo que realmente pasaba, que les habían disparado. Lo mismo, José CORREA ubicado en el medio del cordón de seguridad, dijo que hacia su izquierda siente los dos estruendos y ve humo. Le parecía natural porque los sindicatos cuando se movilizan llevan pirotecnia

Con lo cual, es posible colegir que si ellos se sorprenden y no podían concebir que desde el grupo de ferroviarios les estuviesen disparando, mal podemos sospechar que ellos mismos hubiesen llevados armas a ese lugar. Vale decir, aquellos que llevan armas a un lugar, no tendrían que sorprenderse si sus contrincantes las llevan también. A la inversa, sólo los que no las llevan, pueden sorprenderse porque los otros las tengan, y solo ante la evidencia irrefutable lo admiten. Esto viene a cuento de eventuales armas de fuego que algunos testimonios de empleados -e imputados- ferroviarios, ante el menor indicio, han creído ver del lado de los militantes. -

En cuanto a la forma de ese cordón de seguridad que hicieron, el testimonio de Pablo Daniel CHAMORRO, nos da una idea cabal, pues relató que se pusieron en línea, conformando una hilera en la que sus integrantes llevaban en sus manos palos y gomeras que tenían para defenderse. Sostuvo este testigo que la "patota" llegó a estar a uno o dos metros de ellos. Previamente, habían roto baldosas para que sirviesen de proyectiles que arrojarían sus compañeros. -

Del mismo modo, se destaca el elevado nivel de violencia verbal con el cual los ferroviarios acompañaron su accionar, mientras los militantes y tercerizados cantaban por la unidad de los trabajadores, los otros les decían que eran unos "piqueteros de mierda", que los iban "a matar", les gritaban, "aguante la verde" y "aguante la Uocra". Esa misma canción fue la que entonó FERREYRA, en los instantes previos a perder su vida. -

También Víctor Catalino AMARILLA BARRIOS nos permitió dimensionar que la hostilidad de los ferroviarios hacia estos grupos estuvo presente de entrada, dijo que los "patoteros" empezaron a insultarlos y a amenazarlos de muerte, les decían "zurdos hijos de puta, váyanse, o los vamos a matar". -

En cuanto a los integrantes del cordón de seguridad, mientras AMARRILA BARRIOS sostuvo que los que formaron el cordón tenían gomeras, pero no palos. CORREA señaló que su grupo, ese día, tenía palos pero no vio a nadie con gomeras en el cordón de seguridad. Evidentemente, completando la información con ambos relatos, está claro que los militantes tenían ambas cosas: gomeras, munición para emplearlas, y palos para defenderse de la agresión (y algunos la cara cubierta) . La dinámica de los hechos, lo traumático de la situación vivida, las pérdidas, la hostilidad percibida, la agresión verbal, constituyen lo circundante que se debe tener en cuenta al momento de valorar la prueba reunida. -

Del mismo modo, a partir de los relatos del citado AMARILLA BARRIOS, MERINO y CARDIAS, tenemos noticia cierta de la presencia de tiradores del lado de los ferroviarios, y además su precisa ubicación. En efecto, tenemos un tirador que tira sobre la vereda en la que está en dirección a la Av. Vélez Sarsfield. Se sabe que tras esa acción fue herido Mariano FERREYRA, que estaba en la otra vereda. Para ubicarlo, contamos con la referencia de que la empresa Chevallier tiene 2 portones, uno grande y otro más pequeño, siendo que el tirador estaba pasando el portón chico, a unos dos o tres metros. MERINO estaba atrás de un contenedor gris, cuando ve a una persona tirando con un arma. Ese contenedor se hallaba a mano izquierda, mirando a las vías, del lado de la vereda más angosta. Quien disparaba estaba en diagonal como a 15 o 20 metros. Lo vio disparar claramente. CARDIAS, por su parte, refirió que (una persona) aparece por la izquierda, cruzó y dispara. Mariano en ese momento no tenía nada en sus manos. Durante los disparos, que habrán durado diez minutos, se seguían agrediendo. -

A partir del relato de Daniel DÍAZ, podemos establecer que en el lugar de los hechos se escucharon gritos como de hinchas de fútbol: "Vení para acá, etc", Esto es plenamente coincidente con la misma sensación que tuvieron los trabajadores ferroviarios (ver testimonio de Juan MOLINA), cuando vieron llegar al grupo liderado por FAVALE, exaltados, como si viniesen de una cancha, agitando el ambiente, "hablando distinto". Esa fuerza de choque, liderada por el barra brava del club Defensa y Justicia, fue traída para hacer eso a favor del sindicato. Por lo demás, su referencia a la gente que se veía que iba y venía, como si se estuvieran "enfrentando", no debe ser descontextualizada, victimarios y victimas trabados en lucha, no pierden por eso su condición de tales, uno siempre será el atacante, porque inició la agresión, y el otro siempre será la víctima pues tiene todo el derecho del mundo a defenderse, más aun en este caso, ante una fuerza policial que no lo hacía. -

A partir del relato de Matías AVELLANEDA, le queda claro al Tribunal, el tiempo que los militantes estuvieron aguardando allí, media hora o más. Que durante el ataque un grupo retrocedía (militantes), y el otro avanzaba (ferroviarios), que ambos grupos se arrojaron piedras entre sí. Los ferroviarios que corrían serían alrededor de 50 personas, y los militantes otros tantos. Que algunos militantes tenían el rostro tapado, lo que no inspiraba temor, por no ser desafiante, al menos para AVELLANEDA, aun cuando los vio con palos, lo cual lo sorprendió. Por lo demás, AVELLANEDA señaló dos cosas que ameritan una detenida consideración: 1) Que al grupo que venía del lado de las vías no lo vio con palos, y 2) que el grupo que estaba parado no vio que usaran algún tipo de gomera. Cabe recordar que la visión de este testigo fue fragmentada pues indicó que había visto los incidentes hasta que en un momento se cerró el portón. De todas formas, bien sabemos a esta altura que los ferroviarios traían algunos palos, y que los militantes sí tenían algunas gomeras. Por último, la referencia del testigo en cuanto a que algún tercerizado y manifestante, cuando se estaban enfrentando le gritaba "vengan, vengan", no cambia nada, esa expresión aislada no puede ser tomada como una "provocación SUFICIENTE" de semejante agresión con plurales armas de fuego, y no quita que quien inició el ataque fue el grupo ferroviario, en lo que técnicamente corresponde denominar una agresión ilegítima. -

Particularmente CARDIAS aportó un dato muy interesante, cuál es que a la manifestación muchos compañeros no los acompañaron porque había amenazas de la "patota", la que ya los había golpeado en Constitución. Si enlazamos esta información con aquella traída por el testigo Jorge Víctor Hugo AGUIRRE, un tercerizado en la Cooperativa "Mercosur", que nos contó que a las 7.10 horas de ese 20 de octubre, recibió un llamado de Pablo DÍAZ preguntándole si estaban llevando gente para un corte de vía, y que se "resguarde la vida" de los compañero; podremos comprender la dimensión del tema traído por CARDIAS. Y se relativiza la objeción de las defensas, en cuanto a que este reclamo, en verdad, era de partidos políticos, y "algún" tercerizado afín. Obviamente, con semejante advertencia de "resguardar la vida", quedan muy pocas ganas de ir a manifestarse. Ciertamente, también a partir de esto, se comprenden mejor las expresiones que señalaron en el debate que en el ferrocarril se le hacía muy difícil actuar al que pensaba distinto. -

Sobre la verdadera razón por la cual los ferroviarios salieron corriendo hacia donde estaban los tercerizados y militantes:

Prueba: Recordó DEL ORTO que se quedaron en la vía para ver si la otra gente se retiraba, y así ellos se podían ir también, la intención era que no cortaran las vías. Entonces, como los que estaban con la bandera no se iban, los de abajo empezaron a decir que los iban a sacar, al grito de "bajen, bajen". Agregó Marcelo GONZALEZ que lo que pensaban era asustarlos corriéndolos.

Coincidió Ricardo ARIAS al señalar que su grupo permaneció en la vía, dado que pensaban que los del otro sector podían volver y para presionar un poco se quedaron. La decisión fue de todos. En otro orden de cosas, dijo que son muchas las empleadas mujeres que hay, pero no había mujeres para impedir el corte de vía. La convocatoria no era para mujeres. En los talleres de Escalada trabajan alrededor de 15 mujeres. -

A su turno, MAROCCO explicó que tras volver muy preocupado a su casa, se preguntó y hoy todavía se pregunta para qué corrió para adelante. Se dijo a sí mismo: "nunca hice esto, no lo voy a hacer ahora". Al bajar de las vías habrá corrido entre 150 y 200 metros, mientras que el otro grupo habrá avanzado 20 o 15 metros. Le parece que la intención de avanzar, era para que se asustaran y se alejasen. Iban hacia adelante, intuye, para que se fuesen.

Aportó Miguel Alejandro TORETTA que "hacer acto de presencia" es ir a la estación y "plantarse" ahí, como si fuera una reunión con los compañeros. Luego, no alcanzó a entender por qué había tantos de sus compañeros lastimados, si supuestamente no iban a tener problemas con nadie. Los que se quedaron arriba del puente, y no corrieron, se comportaron así porque eran personas mayores de edad. Se comentó que, a lo mejor, los del otro bando podían volver a subir a la vía. Decían que podía haber gente de "Quebracho", que lastimaban y provocaban a los compañeros. -

Sostuvo Marcelo SUAREZ que en un momento, estando abajo, vio que de su grupo, algunos salieron corriendo para el lugar en el que estaban los del otro sector. Volvió a subir al terraplén, a la vía, y se quedó esperando. En rigor, caminó 20 o 30 metros junto a los que corrían hacia adelante y se volvió para subir a las vías. -

Análisis: Queda claro a partir de la prueba testimonia recientemente reproducida, que lo que querían los empleados ferroviarios era irse, pero para eso necesitaban que "los del otro grupo" también se fueran, dado que si ellos se iban, y los otros se quedaban, el camino hacia las vías les podía quedar liberado. En ese estado de cosas, la moción de "los de abajo", entre ellos, Pablo DIAZ, "Harry" FAVALE y los "refuerzos" extra ferroviarios traídos por éste, de que los iban "a sacar" (a los tercerizados), al grito de "bajen, bajen" (a los ferroviarios que estaban en las vías) tuvo masiva aceptación, porque tras ello sí se podrían ir todos. Además, con los apoyos traídos por FAVALE, se sentían todos con la relación de fuerzas suficiente para encarar dicho cometido.

Como puede verse, lo que suponía la gran mayoría de ferroviarios era que iban a asustar a los tercerizados y militantes, corriéndolos, incluso ARIAS habló de "meter presión". Claro, luego DIAZ, FAVALE y SANCHEZ, entre otros, se asegurarían de que verdaderamente se asustaran, pero a los tiros. -

MAROCO lo dijo con todas las letras: La intención de avanzar era para que se asusten y se alejasen. Iban hacia adelante, para que se fuesen. Aunque a resultas de lo que pasó después, el propio testigo explicó que, tras volver muy preocupado a su casa, se preguntó y hoy todavía se pregunta para qué corrió para adelante. Se dijo a sí mismo: "nunca hice esto, no lo voy a hacer ahora". En efecto, de lo que se dio cuenta MAROCO, es que lo sucedido, no fue lo que pensó que iba a pasar.

Para ser más claro, si al bajar de las vías, los ferroviarios habrán corrido entre 150 y 200 metros, o más, mientras que el otro grupo de tercerizados habrá avanzado apenas 20 o 15 metros, nadie allí pudo haber pensado que bajaron porque los tercerizados se les estaban viniendo, o porque estaban volviendo a intentar subir a las vías. Hubiese bastado con detenerse y mirar, para darse cuenta de que eso no ocurria. Esto último fue simplemente una excusa que se intentó vanamente introducir en el ámbito del juicio oral.

Es más, cuando ARIAS menciona que "la convocatoria no era para mujeres", tenía eso que ver con esa violencia latente que quienes convocaban podían representarse o suponer ya a ese momento.

Igualmente, queda claro que si el empleado ferroviario raso lo que quería era irse, se deduce de ello que la convocatoria entonces no fue tan espontánea, pues el que va espontáneamente, se retira espontáneamente, y aquí TORETTA se refirió a un "acto de presencia", pero acto al fin, para hacer mérito, como todo el que va a un acto de cualquier tipo. -

Además, el caso de TORETTA es singular, y demuestra la solidaridad y cohesión entre ferroviarios, ya que mientras a esta altura, sabemos que fue él quien arengaba para no descender de las vías (en contraposición a Pablo DÍAZ, quien gritaba "bajen cagones"), en la audiencia nada dijo a ese respecto, e intentó justificar a los que no corrieron por ser, según manifestó, "gente mayor". Es que, bien vistas las cosas, hay allí una contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. En efecto, se dice que se busca proteger la integridad física del empleado ferroviario, y al mismo tiempo se lo arengaba a ir a exponerse a una pelea con militantes sociales, supuestamente piqueteros que tenían la cara tapada, portaban palos, usaban gomeras que cargaban con bolitas contundentes, entre otros modus operandi violentos. -

En suma, los corrieron para que, asustados, se fuesen. Y un grupo minúsculo, de "élite", a espaldas de la mayoría, resolvió que lo mejor era correrlos a los tiros. -

Los disparos...:

En cuanto a los disparos efectuados sobre la calle Pedro de Lujan, el citado día 20 de octubre de 2010, en el marco del ataque del grupo de ferroviarios a los tercerizados, quienes junto con las organizaciones sociales en ese instante se estaban retirando del lugar, cabe señalar que el cúmulo de la prueba testimonial que permite tenerlo por plenamente acreditado, es la siguiente:

Ricardo ARIAS, un testigo que narra los hechos vistos desde el lado de los ferroviarios, recordó que cuando corrió hacia donde estaban los tercerizados, llegó un poco más adelante de la empresa Chevallier, aunque reconoció que otros pocos compañeros llegaron más lejos. Ahí fue cuando, estando a 50 metros del otro grupo (los manifestantes), escucharon los disparos, cinco o seis, que sonaron de alta intensidad y se volvieron todos. No sabe si los tiros que escuchó venían de adelante o de atrás.

Es de destacar, y debe repararse en que el testigo ARIAS deje abierta la posibilidad de que los tiros que escuchara, bien pudieron haber sido efectuados tanto por los sujetos que tenía enfrente, tanto como por algunos de sus compañeros que se encontraban detrás. En tal caso, correr hacia atrás, volverse en palabras de ARIAS, seria dirigirse hacia la boca de fuego. Pero claro está, en esa hipótesis, es obvio que aún así tenían por cierto que quien disparaba no lo haría hacia ellos, dado que era uno de ellos. Nadie va a correr hacia quien le dirige disparos. Este dato, aportado por Arias, de correr para atrás aún cuando es posible que los disparos vengan de atrás, echa por tierra la hipótesis del infiltrado que fuera instalada en el debate.

También el imputado UÑO dijo que escucha de atrás "pá, pá, pá" (3), y corrió para el lado de las vías.

Otro testigo que vio los hechos desde el lado de los ferroviarios fue DEL PAPA, quien mencionó que al correr superó la cámara cuando avanzó hacia Vélez Sarsfield, pero que no sabe si lo que escuchó fue un disparo, dado que el sonido lo escuchó a su espalda, pues él ya se había dado vuelta. Específicamente, dijo que vio algo de color oscuro, vio el ademán de quien aparentaba sacar un arma, se dio vuelta y escuchó lo que cree -pero no sabe- si es un tiro. Aclaró que el ademán lo vio una vez, apuntaba casi derecho. Graficó que, cuando corría hacia adelante, por la vereda derecha hacia Vélez Sarsfield, divisó del lado izquierdo a un hombre con una mochila, que hace el ademán metiendo la mano y sacando un arma. Esto lo vio a 70 metros, y tras ello no dudó y dio la vuelta para regresar al puente. Escuchó lo más parecido a un disparo, uno solo. Al sujeto, le vio el pelo blanco de los dos costados de la gorra, además le vio las mangas blancas de una remera. Esto lo comentó con varias personas pero que nadie le dijo que se presentara a declarar, lo citaron para al juicio, y lo dijo.

Curioso el testimonio de DEL PAPA, puesto que el resto de los testigos que estaban en el mismo lugar del hecho, nos hablan de plurales disparos, y él referencia sólo a uno, que en rigor reconoce que ignora si fue un disparo, y al cual no vio, dado que se posiciona de espaldas. Lo cierto es que cercano al lugar que él se ubica a sí mismo, el resto de los testigos posicionan a los tiradores, pero él de eso no sabe nada. Primero habla de "algo" de color negro, luego de un "ademán" de quien "aparentaba" sacar eso. Especifica que lo que vio lo vio a 70 metros, y ciertamente, con la cantidad de gente que allí estaba, ello es de una agudeza visual extraordinaria, y de una caracterización por demás estereotipada del sujeto que describe. Gorra, mochila, cabello largo a los costados de la gorra, mangas blancas, etc. (un piquetero de cabo a rabo). Además, muy sugestivo que posicione al sujeto del lado izquierdo mirando a la Av. Vélez Sarsfield, justo del lado donde cae herido de muerte Mariano Ferreyra, y justo del lado donde los testigos de cargo ubican a los tiradores, pero del lado de los ferroviarios. A más de ello, si bien es cierto que el testimonio del DEL PAPA fue referenciado en alguna declaración indagatoria, cuya evacuación de citas no se concretó, no deja se ser sugestivo el momento tardío en el cual el testigo aporta su testimonio. Todos estos extremos nos dejan profundas dudas del relato, al que luego de un detenido y prudencial análisis bajo las reglas de la convicción razonada, lo calificamos de poco convincente, necesitado por tanto de un dato objetivo que venga a ratificar sus aserciones, para adquirir confiabilidad, el cual no ha sido presentado para su merituación. No hay heridos de arma de fuego del lado de los ferroviarios, siendo por demás llamativo el desistimiento de algunas de las defensas, de un testimonio de Garro, quien aparentemente estaría lastimado de un esquirla en una de sus manos, lo cual se nos privó de corroborar, siendo poco claras -en el mejor de los casos- las explicaciones del letrado Igounet, defensor de UÑO, para justificar ello (en apariencia, según dijo, no comprometer judicialmente al médico que lo atendió). -

Adrián JUAREZ, a su vez, sostuvo que los "principales" que estaban eran los delegados. Cuando vuelve, sobre una esquina se ve a un muchacho arrodillado con una mochila negra, metiendo la mano apuntando hacia donde estaba su grupo (NO ES CREIBLE). No sabe si se trataba de un "fierro" o de algo de plástico (MENOS CREIBLE), estaba a 15 metros por el lado opuesto al que estaba la cámara. Esta persona vestía una remera blanca y un pantalón eremita, la mochila negra la tenía entre las piernas y apuntaba hacia donde estaba su grupo. Estaba entre medio de los dos grupos. Añadió que los del PO avanzaron, la pancarta habrá avanzado unos metros, no sabe cuánto pero donde termina una fábrica. El objeto que tenía la persona que apuntaba lo llevaba en la mano derecha. Escuchó 3 ó 4 detonaciones, el primero fue fuerte a una cuadra y después del estacionamiento un poco más.

Juan Ramón MOLINA, del mismo grupo que DEL PAPA, afirmó que cuando corría se empezó a frenar y sintió una pedrada en la espalda, le vino de los que estaban detrás de él, así que no fue del grupo de enfrente (por los tercerizados), sino que fue de las personas que llegaron en el tren, se estaba por meter debajo de un auto y escuchó dos tiros. Se refugió en unos árboles enfrente de la empresa Chevallier. Estaba agachado, tirado en el piso, no veía casi nada. Cuando escuchó los dos tiros, algunos compañeros dijeron hay fierros y dijeron "vamos, vamos", corriendo luego hacia las vías, siendo que la policía los dejó pasar. Las detonaciones las escuchó muy cerca. Pero no vio a nadie con armas ni de un lado, ni del otro. -

Es notoria la referencia relatada por el testigo MOLINA, en cuanto a que sus compañeros le dijeron "hay fierros", vale decir no le dijeron "nos están tirando, o ellos trajeron fierros". Sumado ello a que, según dijo, "las detonaciones las escuchó muy cerca", queda claro de dónde provenía la boca de fuego. Recuérdese que este testigo se ubico a sí mismo frente a la empresa Chevallier (todo paso ahí, en Chevallier, incluso la coacción a los trabajadores de C5N para evitar un registro fílmico de lo que pasaría después). Y también, cabe reparar en que la referencia a "vamos, vamos". Es decir, si hay armas, aun cuando de nuestro lado, nos vamos, dado que la mayoría de los ferroviarios ignoraba que se iban a efectuar disparos, ni tácitamente se había consentido ello. -

Sumado a ello, José Hermógenes TEJEDA sostuvo que pudo escuchar un par de disparos, les tiraban palos y también tiros. Cuando se pararon sobre Perdriel se enfrentaron, comenzaron las pedradas, incluso hubo lucha cuerpo a cuerpo. Él se ubicó atrás de un Ford Taunus Rojo. Escuchó desde el principio unos cuatro o cinco disparos. Vio cruzándose a tres personas con la mano tirando en línea horizontal de un lado hacia otro, empuñaban armas de puño, las vio cruzarse tirando, uno tenía un pullover natural. Cuando levanta la mano y tira, le queda grabado ese movimiento. Un tirador se movió de vereda a vereda. Estaría a 25 ó 30 metros de esas personas. A los otros dos que tiraban los recuerda con ropa oscura, con unos 80 ó 90 kilos, "no eran pibes flaquitos como Mariano". Aclaró que a uno lo vio apuntando "así", haciendo el gesto en la audiencia oral de extender su brazo derecho, poniendo la mano de costado, siendo que esta persona se movió de un lado a otro, de vereda a vereda. -

Este relato de TEJEDA, si bien parcialmente conteste con el resto de la prueba testimonial, se articula por completo con el resultado de las pericias balísticas en su conjunto practicadas, que dan cuenta, con certeza de evidencia científica de la utilización en el lugar del hecho de, al menos, cuatro armas de fuego distintas. A más de ello, el propio dato de plurales tiradores ubicados uno junto al otro, accionando sus armas de manera conjunta, ubicados en el lado izquierdo, y desplazándose al menos uno seguro, hacia el centro y luego a la otra vereda, exterioriza de manera acabada una clara convergencia intencional de ellos en cuanto a la acciones de proferir disparos. Y del mismo modo, que esto (el hecho de disparar todos a la vez disimulados en el grupo de ferroviarios que pretendían correr a piedrazos a los tercerizados y a las organizaciones sociales que los acompañaban), no fue producto ni del exceso de nadie, ni de un infiltrado, sino de un proceder procurado y consentido por la representación sindical presente en el lugar de los hechos, que les dio acompañamiento al momento de la ejecución del hecho, y que luego les dio abrigo en la retirada, no evidenciándose en momento alguno ningún tipo de reproche de nadie de peso en el lugar, por lo obrado. Todo lo contrario, las palabras de Pablo DÍAZ tras los hechos, se limitaron a llamar a esto "una escaramuza", y a referir que "lo que no hacen ni la policía ni los jueces, lo vamos a hacer nosotros". -

De otra parte, Néstor GONZALEZ sostuvo que el arma que vio era un revólver de color negro, creyendo que la persona que lo portaba efectuó dos o tres disparos, eso fue lo que logró escuchar. Instantes después de que les disparan, unos compañeros suyos empiezan a correrlos, llegando hasta donde estaban los patrulleros y fue allí donde uno de sus compañeros del PO le denuncia lo que pasó a la policía. Además, mientras se estaban defendiendo, escucharon "un par" de tiros, algunos más en realidad. -

Gonzalo Damián FERNÁNDEZ, por su parte y de manera coincidente, explicó que mientras arrojaban piedras, vio salir de atrás de un auto a un hombre haciendo disparos. Indicó que lo vio salir del lado izquierdo y va hacia el medio de la calle (Nótese la coincidencia con el relato de TEJEDA) . Lo describió como "morrudo" y de remera azul (Está hablando de FAVALE), lo vio disparar. No vio el arma, pero escuchó los tiros. Cuando dispara este sujeto movía el arma de un lado a otro. Habrán sido 3, 4 ó 5 disparos. Vio disparar a esa sola persona. Cuando se quedaron sin balas, ellos los corrieron y el otro grupo se escapó para el lado del terraplén. Gráfico la distancia a la que vio al tirador como la que existe desde su ubicación en la sala a una cámara que está al otro extremo de la misma. El testigo se paró a fin de imitar el modo en el que se produjo el disparo. Indicó que iba hacia atrás trotando, moviendo el arma en su mano derecha. -

Sobre este último punto, el abogado Alejandro FREELAND, hizo una referencia fáctica, sobre la cual afianzó luego una consideración jurídica, que vino a segmentar el relato del testigo, pues sostuvo este letrado defensor que el tirador disparó siendo perseguido y corriendo hacia atrás, con la cual se estaba defendiendo de un ataque. Esta parte del relato, segmenta y fragmenta la declaración del testigo FERNANDEZ, ya que un acontecer histórico no puede cristalizarse de esa manera, y más aún que al inicio de su relato el testigo fue claro al señalar que vio a este hombre salir de atrás de un auto haciendo disparos. Lo vio salir del lado izquierdo y fue hacia el medio de la calle, con lo cual no todos los disparos que efectuó lo fueron corriendo hacia atrás. Por ende, al no corresponderse con la realidad de los hechos la base fáctica afirmada por la defensa, la misma suerte corre el encuadre jurídico que sobre aquella la esforzada defensa supo ensayar. -

PINTOS, a su turno, sostuvo que vino la patota corriendo y se tiraron piedras. Escuchó detonaciones y pensó que era la policía. Al escuchar los disparos estarían a 300 ó 350 metros de la vía. Los vio cuando estaban a 100 metros y estaban corriendo. Escuchó un par de estruendos que se percibían muy cerca. Cuando se agachó para devolver una piedra sientió un impacto en la pierna. Cuando vio a la persona disparar, esta salía desde su izquierda. Escuchó tiros y vio a la persona disparando hacia adelante. Habrán sido tres o cuatro detonaciones, en un primer momento y eran seguidas. Las escuchó muy cercanas y fuertes. Las otras las oyó cuando un muchacho (otro) salió de atrás de unos árboles, tirando con el brazo derecho extendido y en movimiento. Escuchó entre dos o tres detonaciones. Estas otras detonaciones parecían las mismas que antes. El arma era plateada, no pudiendo precisar si era revólver o pistola. -

Como puede advertirse, PINTOS reconoce dos tiradores, a diferencia de TEJEDA que vio a tres, y de FERNANDEZ que habla de uno. Sin embargo, esto, antes que una contradicción, es una muestra de la espontaneidad de los relatos, de sujetos cognoscentes que ven las cosas desde lugares distintos, y bajo sensaciones distintas, recordemos que PINTOS resultó herido en el hecho, y debe advertirse que nadie declara ni una coma más de aquello que vio. Algunas personas son más frías que otras, a otros el miedo le parcializa la percepción sensorial. Y este aspecto de la subjetividad humana no puede ser desconocido por los jueces al momento del análisis de la prueba. Lo significativo al momento de la valoración probatoria, es la corroboración mediante distintos testimonios de que, dentro de los ferroviarios, el subgrupo agresor salió del lado izquierdo (mirando hacia Vélez Sarsfield) y se desplazó hacia el centro al momento de efectuar disparos; de igual modo, una de las armas se la describe como plateada, y al segundo de los tiradores saliendo de atrás de unos árboles, que según el vídeo crudo de C5N puede observarse que estaban allí, al igual que un rodado VW, modelo Polo.-

Seguidamente, AMARILLA BARRIOS nos explicó que a 10 o 15 metros de él estaba el tirador. Cuando él lo miró vio salir dos fogonazos, giró la cabeza hacia donde fue el disparo y vio a un compañero agarrándose la parte delantera del cuerpo y caer (era Mariano Ferreyra). Un compañero suyo, José Tejeda, lo agarra de las axilas a quien estaba por caer y lo lleva hacia la pared. Escuchó algunos sonidos de disparos seguidos antes de ver los dos fogonazos. Calculó que fueron más de cinco. Opinó que el arma usada fue un revólver, por el caño y el tambor. El que disparaba llevaba ropa oscura, nada de ropa de ferroviario.

Dora MARTÍNEZ dijo que escuchó disparos a una cuadra de la parrilla, entre 10 y 12 muy seguidos, como cuando se tiran cohetes. Sintió un disparo y un grito. Vio caer para atrás a Elsa. Fue terrible y pensó que ese tiro le podría haber pegado a ella. Escuchó el grito ¡Ay Dios!

Podemos advertir, ya a esta altura, que más allá de la forma de cuantificar los disparos percibidos en esa vivencia individualmente tan irrepetible, como la que nos narran los testigos, lo cierto es que aquel dato de tiradores disparando todos juntos, es completamente concordante con este dato de disparos muy seguidos, como el de los cohetes "tres tiros", al cual hiciera referencia la testigo MARTÍNEZ (recordemos que UÑO escuchó "pá, pá, pá") . A esta altura corresponde una reflexión: es muy cierto lo que dice Dora MARTINEZ, ese tiro que lesionó a Elsa RODRIGUEZ, le pudo haber pegado a ella, y a cualquiera de los que estaban allí junto a ella. A partir de ahí, se comprende el gran miedo que genera este tipo de accionar en el marco de masivas movilizaciones sociales.-

MERINO, por su parte, expresó que para él, lo que vio en ese momento fue un arma. En sintonía con el tramo de los hechos narrados por Gonzalo FERNANDEZ, Aclaró que el tirador no tiró corriendo, sino que disparó y salió corriendo. Respecto del automóvil mencionó un auto rojo y en la audiencia habló de un contenedor de basura. Explicó que tal vez ese coche estaba a un costado. Mirando a las vías, y también el contenedor estaba del lado izquierdo. Pudo ver el arma, y efectivamente vio a alguien disparar con esa arma. Corrió al tirador hasta llegar al límite de los patrulleros. El cartucho rojo que vio y le mostró a Julio cree que estaba en la mitad de cuadra, o un poco más cerca de donde se encontraron con el cordón. Pudo verlo y le dijo que habían tirado con escopeta, y Julio le respondió que sí, que les hablan tirado "con todo".

Edgardo Gustavo MARÍ, de igual modo, expresó que cuando ve que le disparan a Pintos, divisa a una persona de ropa oscura efectuando los disparos, escuchó siete detonaciones, vio a la persona que disparaba a cincuenta metros sobre la mano derecha. Lo ubicó en la maqueta frente a la Chevallier, era una persona más baja que él, ropa oscura, pelo corto y su mano extendida hacia adelante, la que se mueve en tres ocasiones, por la distancia no le pudo ver bien el rostro. No pudo determinar si esa persona en cuestión efectuó disparos, sin embargo cuando lo ve es uno de los momentos en los que escucha detonaciones. No pudo determinar si las siete detonaciones escuchadas se producen en ese momento.

Del análisis de los relatos de MARÍ y MERINO, advertimos que un mismo episodio histórico, en tanto acontecer devenido, tiene la forma de proceso, en tanto transcurre en el tiempo, los momentos que relatan los testigos se refieren a ese mismo hecho, pero segundos después. No hay duda que uno de los tiradores se desplazó de vereda a vereda. No hay duda tampoco, que todos los relatos coinciden en que esto sucede a la altura de la empresa Chevalier, y que quien disparaba, en este caso, tenía ropa oscura, no de ferroviario. Con lo cual se refuerza la convicción de que para este caso en particular fue convocada una fuerza "de choque" externa a la Unión Ferroviaria.

Néstor Osvaldo NIÑO, a su turno, dijo que escuchó disparos y no les prestó atención y corrió hacia el medio de la calle. Allí se encontró de frente con un individuo con un arma de fuego en la mano. Lo tuvo a una distancia de 30 ó 35 metros. Pudo verlo delante de él efectuar 2 disparos. Primero escuchó 3 disparos seguidos que se asemejaban a esos 3 tiros de pirotecnia, por eso no había prestado atención. Vio dos fogonazos y el sujeto llevó la mano izquierda para manipularla, pues el arma la llevaba en la derecha. Supuso que quería abrir el arma para volver a cargarla. Como no lo pudo hacer salió corriendo hacia atrás, a la entrada de Chevallier, y al ver un grupo se entreveró con éste. El tirador era de la altura del testigo, que refirió medir 1.75, aunque indicó que era más robusto que él, con el pelo corto y una barba candado. Vestía una remera azul (está hablando de FAVALE), vistiendo un pantalón que podía ser de trabajo, o un jean. Indicó que el tirador estaba en el medio de la calzada y el testigo también. Disparaba con la mano derecha y tenía el brazo extendido. Refirió que el arma era un revólver, tenía tambor. Indicó que esa fue la única arma que vio. Luego escuchó varias detonaciones que parecían de otro calibre. El tirador disparaba del lado de las vías hacia Vélez Sarsfield y a media altura, ni hacia abajo ni hacia arriba, sino a la altura del cuerpo.

Debe repararse en que este testimonio de NIÑO, vigoriza la vertebración de la idea de que disparar fue un hecho procurado y luego apañado por la estructura sindical que ese mediodía "fue a correr", a los tercerizados y a los movimientos sociales que los acompañaban. Este testigo dice con todas las letras que como un tirador no pudo seguir disparando, se volvió y se entreveró en el grupo de ferroviarios. Y la gran cuestión a prestar atención es por qué si esa gran cantidad de trabajadores ferroviarios, que ignoraban que allí se iban a emplear armas de fuego, luego de percatarse que un "no ferroviario" había hecho semejante cosa, permitió que éste se entreverase entre ellos, sin cuestionarlo, sin reprocharle lo que hizo, cubriéndolo. La única respuesta posible es que esto se explica en el hecho tan claro como que el tirador contaba con el amparo de la más alta autoridad sindical que allí se encontraba.

Seguidamente, Rocío CARDOZO nos contó que le cayó una botella al lado, cuando escuchó disparos y vio caer a Elsa. No sabe cuántos disparos escuchó, seguro dos, pensó que eran balas de goma de la policía.

También la testigo TRIPE expresó que cuando salió corriendo escuchó tiros y recordó haberse cruzado con Mariano, ambos iban en dirección opuesta. Escuchó dos disparos. Siguió corriendo buscando a otros compañeros. Sintió terror en ese momento y siguió corriendo. Escuchó muchos más disparos, tal vez 8. Cruzó la calle aterrorizada, no sabía si iban detrás de ella y empezó a tomar piedras, cree que se salvó porque se agachó. Cuando escuchó los dos primeros disparos habría recorrido una cuadra. Los otros disparos los escuchó cuando había recorrido una cuadra más. Es un momento trágico, que te estén corriendo a tiros, que te puedan matar. -

Este relato en particular, nos advierte que no debe pasarse por alto el enorme daño psicológico que, según pudo percibirse en la audiencia, han padecido no sólo aquellos quienes padecieron lesiones físicas, sino todos los allí presentes, con solo ponerse a pensar en que "estuvieron frente a personas que les estaban disparando", y que cualquiera de ellos pudo haber sido Mariano Ferreyra.

Osvaldo Mario VAZQUEZ, posteriormente, explicó que en un momento dado avanzaron los de su bando y advirtió que la "patota" empezó a retroceder, ahí es cuando vió a una persona con un arma de fuego que le disparó a los manifestantes. La persona que disparó, era robusto, de 1,68 metros, remera azul o negra, borceguíes, pantalón azul oscuro, pelo corto oscuro (se refiere a FAVALE), estaba en el centro de la calle, a unos cuarenta (40) metros suyo. Este sujeto extrajo un arma de fuego y empezó a efectuar disparos. Reparó en la forma en que dirigió los disparos, pues lo hacía desde la cintura, apoyaba el arma cerca de la cintura y disparaba, con el brazo derecho. Escuchó tres o cuatro disparos. Algo pasó que no podía disparar más, retrocedió y salió a la carrera. -

Pablo CHAMORRO, por último, mencionó que se acercó a un coche rojo que estaba sobre la vereda del lado de la empresa Chevallier, concretamente estacionado casi arriba de la vereda, no recordando hacia dónde miraba, y vio a un hombre cerca de ese coche que empezó a tirar, haciendo unos 10 tiros, y luego vio caer a Mariano Ferreyra, quien estaba detrás de suyo, a un metro o metro y medio. Quien disparó estaría a 3 ó 4 metros de donde él estaba, no logrando distinguirle la cara, pero sí una remera azul oscura, tirando a negro, manga corta, alto, de buena contextura física, más bien morocho. Después, añadió que vio a otra compañera caída en el medio de la calle y le caía mucha sangre de la nuca. La persona se apoyó en el auto rojo y ese es el único momento en el que lo vio. Estaba apoyado, medio que se agachó y tiró. El auto rojo estaba estacionado del lado derecho, estando él mirando a las vías. -

Este relato, el de CHAMORRO, coincidente con el de TEJEDA y MERINO, en cuanto a ubicar en el escenario de los hechos a un automóvil de color rojo, y nuevamente que todo esto ocurre en las cercanías de la empresa Chevalier. CHAMORRO, al igual que gran parte de los testigos citados, describe a uno de los tiradores vestido con remera azul, morrudo, y la credibilidad de su testimonio es tan grande que reconoce que pese a ubicarse a tres metros de este tirador, no logró verle la cara. -

Por último, tenemos que Omar Aquiles MOLINA explicó que salió de la empresa Chevallier donde trabaja, y lo llamó la policía para mostrarle unos casquillos de bala que estaban en la vereda de la empresa, exactamente en una ochava de la calle Luján, donde termina la empresa. Lo cual es plenamente conteste y concordante con los relatos anteriores que daban cuenta del efectivo empleo de armas de fuego.

La cuestión de empleados ferroviarios agredidos en anteriores cortes de via

En particular, aportó Nicolás Germán SALGADO que fue agredido físicamente por el público enojado a raíz de los cortes de vías. Esos cortes, dijo, los provocaban grupos políticos como el Polo Obrero, partidos que siempre se expresan prepotentemente.

Asimismo, Jorge Antonio VALDEZ, previo reconocer que Pablo DÍAZ era amigo de su familia desde hace 20 años, y que ingresó al ferrocarril gracias a él, explicó que es controlador o pica boleto, refirió haber sufrido las consecuencias de los cortes de vías. Esto le pasó en el año 2008 en Constitución. Allí, dos veces por semana había corte de vía, por cualquier motivo. Eran manifestantes piqueteros, Polo Obrero, o MTS. El usuario se cansa y realiza agresiones con los empleados, de lo que hubo varias denuncias.

Finalmente, Fernanda CHIAPPARO SCALESE relató un problema con los usuarios del mes de junio de 2007, donde le rompieron la puerta de la boletería. Indicó que esto era muy normal, cada vez que se cortaban las vías. Los cortes los hacían grupos políticos. Relató otro incidente del año 2008 en Constitución, donde quemaron las boleterías, vio un incendio consumado en el hall, por los mismos manifestantes. El motivo de los reclamos, dijo, era que echaban a alguien de una tercerizada, por ejemplo.

A su vez, TORETTA señaló que cada vez que cortaban las vías, resultaban golpeados los compañeros ferroviarios, en particular los guardas y los pica boletos que estaban más expuestos, son generalmente los agredidos.

De igual modo, Carlos Alberto DEL PAPA dijo que frente a la posibilidad de corte de vía decidieron impedirlo, porque las consecuencias las padecían los ferroviarios.

También María Cristina CREADO, por su parte, relató los hechos de corte de boleterías en Constitución. Lo mismo, Jorge KRAZCOWSKI mencionó que cuando se efectuaban esos cortes de vía, todos los trenes paraban, y la gente al bajar del tren se la agarraba con los pica boletos y los empleados. No obstante, aclaró, que si bien cuando hay corte de boleterías, no hay perjuicio para el usuario, pues no paga y pasa, se la agarran igual con los boleteros.

Análisis:

Así las cosas, si bien es cierto que muchos testigos convocados por la defensas técnicas enfatizaron su voluntad de reaccionar ante a los cortes de vías, en defensa y resguardo de los compañeros lastimados por la "furia" de los usuarios, no se nos debe escapar lo señalado por un espontáneo DEL ORTO quien nos dijera que no sabia por qué tenían que evitar el corte de vias. Pues entonces, y más allá de que a algunos testigos los abraza un espíritu de cuerpo, y las generales de la ley en el particular caso de VALDEZ; lo cierto es que los episodios del año 2007 ó 2008 narrados, aparecen muy lejanos en el tiempo como para motivar una reacción de estas dimensiones, sumado a lo poco convincente que resulta KRAZCOWSKI, ya que cuando el usuario no paga, no se las agarra con nadie, está contento viaja gratis. Lo que queda en nuestra convicción tras este grupo de relato es la falta de objetividad de aquellos quienes declararon, y su firme convicción generalizada de que el mal a erradicar es el que constituyen los grupos políticos "prepotentes", como el PO o el MTS. -

Sobre el antecedente de los hechos ocurridos en el Hall de la Estación Constitución:

Es relevante para una cabal comprensión de lo que ocurrió el 20 de octubre de 2010, pasar revista a un episodio sucedido antes, vinculado a un intento de corte de boleterías de la Estación de Constitución del Ferrocarril Roca, como método de protestas de los tercerizados que reclamaban la reincorporación de los despedidos y el pase a planta permanente. En aquella oportunidad la Unión Ferroviaria, a través de algunos de sus miembros, se hizo presente en el lugar, a fin de exteriorizar su desacuerdo con la medida. La Policía Federal Argentina hizo un cordón policial con el objetivo de que los grupos no se agredieran físicamente. Es de hacer notar que existen registros fotográficos de lo ocurrido, y allí pueden verse a muchas de las personas que estuvieron el 20 de octubre en Barracas, entre ellos el extra ferroviario FAVALE, según nos contara el ex boxeador "Dinamita" PEREZ, convocado por Pablo DIAZ para "correr" a los tercerizados.

Se recabó en la audiencia de debate prueba testimonial a este respecto, a saber;

Del personal policial que testimoniara, se destacan los relatos de INNAMORATO, quien recordó que en alguna protesta anterior en el Hall de Constitución, en el mes de septiembre, estaban los tercerizados y apareció gente del gremio de la Unión Ferroviaria, por lo que la policía debió separarlos mediante un vallado.

POVOLO, a su turno, remarcó que la única vez que vio personal ferroviario para evitar un corte de vía fue esta vez (con referencia al 20 de octubre de 2010), aunque sí, recordó que también hubo en un corte de boleterías en Constitución, y allí hubo un enfrentamiento entre las dos facciones ferroviarias.

Seguidamente, FARIAS aclaró que también estuvo presente en el corte de boleterías, donde la gente con pancartas y banderas se colocaba frente a la boletería en círculo para que no se vendieran boletos. Indicó que en el Hall chocaron los de la lista bordó con la lista verde, y por ello se ordenó hacer un cordón entre los dos bandos. Ese cordón, recordó, lo ordenó hacer el comisario FERREYRA, para prevención. Esa fue la primera oportunidad que intervino la lista verde, insultando a los que se querían manifestar. Recordó que en Constitución estuvo presente Pablo DIAZ, preguntado que fue, respondió que no vio que diera algún tipo de orden. -

Es de hacer notar que ya una mes antes de los luctuosos hechos que nos convocan, la más alta jerarquía policial había tomado nota que entre los ferroviarios había "dos bandos", tal como ellos los denominan, los mismos dos bandos que luego se encontraron en Barracas. De igual modo, si el vallado, o cordón fue necesario en el Hall de la Estación Constitución, cuánto más lo era sobre la calle Pedro de Lujan, donde la aglomeración era mucho mayor, y donde lo ocurrido en el frustrado e inidóneo intento de tomar las vías ya había dado sobradas muestras del nivel de intolerancia y de hostilidad que había.

En la estación de Avellaneda, a juzgar por el relato de INNAMORATO, volvió a pasar lo mismo que en el Hall de Constitución, había una medida de fuerza de tercerizados, y aparecieron manifestantes de la Unión Ferroviaria, con lo cual más que nunca era necesario un efectivo vallado policial. La de Barracas, en octubre de 2010, fue la primera vez que la Unión Ferroviaria se interponía a una medida de fuerza de corte de vías, y la del hall de Constitución, un mes antes, se habían interpuesto a un corte de boleterías.

Algo estaba cambiando en la Unión Ferroviaria, se empezaron a hacer cosas que antes no se hacían, y de manera coincidente, según el testimonio de "Dinamita" PEREZ, a FAVALE lo convocaba DIAZ para "correr" tercerizados, algo que antes no se había hecho, algo que se dejaba en manos de FAVALE, por tanto, regían las reglas de éste, que bien se había ganado su apodo "Harry", instruido en el ambiente del fútbol, en la barra de un club del ascenso, donde es moneda corriente eso de correr a otros, incluso a los tiros.

FARIAS, a su turno, demostró un conocimiento mayor de la interna ferroviaria, nos hablo de la "lista bordó" y de la "lista verde", y nos dijo que "chocaron". Dijo más, nos ilustró que el cordón policial en Constitución se hizo por disposición del comisario FERREYRA. Entonces, el interrogante que incrimina a FERREYRA es por qué no lo dispuso en Barracas, conociendo perfectamente 'este antecedente. Nuevamente, en Constitución, al igual que en Barracas, un personaje que sobresalía era Pablo DIAZ, pero claro sin dar ninguna orden.

Otro grupo de testimonios sobre este extremo, es el que constituyen PINTOS y MARI. En efecto, Ariel Benjamín PINTOS sostuvo aquella vez, que en el curso de estas medidas de fuerza, decidieron hacer una conferencia de prensa en la Estación Constitución, donde los agredió una "patota" de la Unión Ferroviaria, y entre los que los desalojaron estaban Pablo DIAZ y FAVALE, al primero ya lo conocía, al segundo no.

MARI, por su parte, expresó que en una jornada en el hall de la Estación Constitución, se les acercaron unas personas en actitud hostil, la policía intentó contenerlos. Algunos de los que estaban ahí, los vio después en Barracas, uno de ellos era FAVALE.

Lo que resalta de estos testimonios es la aparición de este extra ferroviario, FAVALE, haciendo mérito para ingresar al ferrocarril. Traído por DIAZ para una tarea que antes no se había hecho, correr gente. Nunca la lista verde había corrido gente, solo en dos oportunidades, y en las dos estuvo FAVALE. Y la pregunta que flota es quién lo trajo? La respuesta ya la sabemos: Pablo DIAZ:

Por último, Germán Hugo AGUIRRE hizo hincapié en que lo llamó Karina BENEMÉRITO para que fuera al hall de Constitución por una manifestación, y como resolvió no ir, ahí nomás lo llamó FERNANDEZ, a quien le contestó que no era su función "correr gente", que para eso tendria que intervenir la Policía Federal o el Gobierno Nacional. Después, lo volvió a llamar FERNANDEZ, diciéndole que estaban "creando muchos problemas". Esa fue la última vez que conversaron. -

De este relato se desprende el protagonismo de Juan Carlos FERNANDEZ para estas "convocatorias", a través de su fiel, leal y ejecutiva BENEMÉRITO. Pero cuando alguien se "retobaba", BENEMÉRITO se hacía a un lado y el que ordenaba era el propio "Gallego". Son cruciales las palabras que emplea AGUIRRE, en cuanto se niega ante FERNANDEZ a "correr gente", pues "correr gente" es la misma expresión que uso "dinamita" cuando nos contaba para qué lo habían contactado a Harry FAVALE. Ergo, el tema de "correr gente", con esa literalidad, era un denominador común en el ramal Roca, donde las figuras más importantes del sindicato de la Unión Ferroviaria, debajo de PEDRAZA obviamente, lo eran Juan Carlos FERNANDEZ y Pablo DIAZ, y en este punto manejaban el mismo código de lenguaje: "correr gente", algo nuevo, algo que antes no hacían. Por eso FERNANDEZ le dice a AGUIRRE que están creando "muchos problemas", problemas nuevos que antes no existían y ante los cuales era necesario reaccionar, con soluciones nuevas que antes no tenían. Correr gente no fue algo que se le ocurrió a FAVALE, ni fue invento de DIAZ, la expresión lo implica a FERNANDEZ, la cabeza del Roca, y por tanto el que estaba detrás de esto era el sindicato mismo. -

¿Había chicos y mujeres entres los tercerizados y militantes sociales?

Un tema abordado en la audiencia, por los alegatos de las defensas, fue que en el juicio se habló de chicos en el grupo de tercerizados, pero que de la prueba testifical, ello no quedaba claro. Por esa razón nos parece oportuno y conveniente echar luz sobre este extremo, y citar los siguientes relatos testimoniales. Primeramente, el de Marcelo GONZALEZ, cuando puntualizó que al llegar vieron gente del Partido Obrero en el andén, no eran muchos, sabía que eran del "PO" porque tenían carteles. Eran un par de señoras y chicos. Coincidió en ello MAROCO al decir que en este grupo participaban "mujeres y chicos". También el mismo Jorge KRAZCOWSKI relató que al llegar a Avellaneda se encontraron con un grupo de mujeres que les estaban "dando el pecho" a los chicos. Esa gente, al verlos, empezó a caminar por una calle lateral que está en la vía del ferrocarril, y se cruzaron insultos. Luego, este testigo, cuando narra el intento de subir a las vías, relató que no vio muy bien, pues él venía atrás, pero hubo tal intento de la otra gente del "PO", venían también esas mujeres que vieron en la estación, venían por abajo. Incluso el propio imputado UÑO narró que los militantes eran un número mucho mayor al de ellos, entre los que había chicos y gente grande. -

Esta corroboración es de singular importancia a la hora de mensurar la gravedad del injusto cometido, ya que disparar indiscriminadamente, hacia un grupo de personas entre los cuales se encuentran mujeres y chicos, incluso lactantes, es algo que incrementa cuantitativa y cualitativamente la gravedad del hecho, lo torna más grave aun, tanto por el disvalor de la acción de hacer tal cosa, como por el peligro creado para estas personas, naturalmente más indefensas que la generalidad. -

Incluso, existieron relatos (de MALASPINA y ORELLANA CRUZ), donde se da cuenta de que los ferroviarios recriminaban a los militantes el hecho de haber traído mujeres y niños, calificándolos de "cagones", pues lo tomaban, colegimos, como un obstáculo para dirimir esto por medio de la fuerza.

Queda claro, a partir de esto, quién fue hasta allí con ánimo de pelea, y quién con un fin militante de hacer allí una medida de protesta.

Es posible afirmar que en el grupo de ferroviarios que atacaron a los tercerizados y los militantes que los acompañaban, había una persona portando una escopeta?

Sobre el punto sostuvo ANDINO, que vio a una persona vestida con ropa de color azul, que levantó algo de la cintura, y luego escuchó un estampido. Ahí mismo, se arrojó detrás de un coche rojo y cuando se levantó, desde atrás de ese automóvil, miró al grupo que estaba para el lado de las vías, y vio a una persona que estaba con una escopeta como si fuese de aire comprimido, apuntando al piso -hizo el gesto en la audiencia-, esa persona que tenía la escopeta, no vio que disparara. -

Situación de Gabriel SANCHEZ:

CARDIAS relató que vio una persona detrás de un árbol tirando tiros, y luego a Mariano (FERREYRA) caer con un disparo en el estómago. En efecto, estando él en la orilla, cerca del cordón de la vereda, mirando para las vías: a la izquierda. Mariano estaba también hacia la vereda izquierda. Supo que esa persona disparaba porque sacó un brazo y disparó un tiro que le dio a Mariano. Recordó que se escucharon varios disparos, más de cinco, que se habrán escuchado durante diez minutos, fue como una ráfaga, y en rigor no pudo precisar cuántos. Describiendo al tirador dijo que vestía una gorra negra, una remera gris con la cara de Bob Mar ley, pantalón de jean largo, zapatillas blancas. La persona que describe es Gabriel SANCHEZ, fue él quien le pegó el disparo a Mariano, y al verlo caer los agresores se alejaron corriendo. Había otra persona más alejada en el medio haciendo disparos, no sabe cuántos, vestido con una camisa blanca con mangas cortas. -

Claudio DÍAZ expresó que después que GONZALEZ habló por Handy, en el Hospital Argerich, le dijo que no había que hablar con nadie porque se había podrido todo. Añadió, que SÁNCHEZ llegó a guarda, y si "llegó ahí" tendría buen concepto. El día del hecho, le sorprendió verlo con armas, ya que no pensó que él iba a tener un arma. En cuanto a la vestimenta, y de manera coincidente con CARDIAS, especificó que SÁNCHEZ estaba vestido con pantalón de jean azul, una remera gris o azul con un dibujo y una gorrita.

Sumado a ello, aportó HOSPITAL, que a Gabriel SÁNCHEZ lo conoció, era guardatrén de la estación Constitución. Le contaron compañeros que hacía ostentación de armas en Constitución. Es más, uno le dijo que le habría apuntado con un arma en forma risueña, luego de perder un partido de metegol. -

Dora MARTÍNEZ, aportó que Pablo CHAMORRO le contó que vio una mano que salía de atrás de un auto y que tenía un tatuaje, con un payaso dibujado. El auto era de color rojo. -

SÁNCHEZ en su declaración indagatoria, sostuvo que, por el contrario, fue Claudio DÍAZ quien puso un arma en su riñonera, y luego la colocó en el torpedo del automotor. Añadió que si bien (Claudio) DÍAZ negó conocerlo, eso es mentira, han ido a pescar "mil veces", conoce su casa, donde hizo trabajos, tenían una relación de amistad, se conocen las familias, jugaban juntos al metegol, lo fue a visitar al hospital, DÍAZ es una persona violenta, tiene antecedentes de agarrarse a golpes de puño con pasajeros. Añadió que no sabía con quién habló DIAZ, si le pagaron, o amenazaron, o porqué declaró así. En Barracas, BENÍTEZ estuvo en todo momento a su lado. Aportó que antes del 20 de octubre de 2010, un mes y pico antes, DÍAZ, AGUIRRE y BENITEZ tuvieron reuniones en el "Tren Mixto", participaron también Germán AGUIRRE, DELGADO y CORONEL, es más él estaba invitado. Estimó que la reunión fue porque no estaban conformes con el delegado CARNEVALE, y añadió, que AGUIRRE se fue mal del sindicato, pero que él sí está de acuerdo con el sindicato. Sobre su persona, dijo, no tiene ningún tatuaje de un arlequín, sí otros tatuajes, pero no de payaso. Además, nunca estuvo en la "barra brava" de Racing, aunque sí es hincha, de hecho la cancha de Racing es redonda y él va atrás del arco con la gente, después se pone en la punta.

Así las cosas, del análisis de la prueba testifical compilada bajo este apartado, cabe concluir que uno de los tiradores ha sido Gabriel SANCHEZ, así lo sindicó CARDIAS un testigo presencial del hecho, que lo vio en el momento mismo de disparar. Además, se ubicó en un lugar específico del escenario de los hechos, lo hizo respecto de SANCHEZ, y también de la víctima Mariano FERREYRA. De igual modo, describió la acción de disparar con marcado detalle como su vestimenta de manera coincidente con otros testimonios.

De otra parte, el relato de HOSPITAL lo describió a SANCHEZ como una persona violenta, que podría llegar a sacar un arma por perder un partido de metegol. E incluso, paradójicamente, al defenderse SANCHEZ de otro relato, el de Claudio DIAZ, el fragor de su relato, se colocó en un momento jugando al metegol, con lo cual el relato de HOSPITAL aparece dotado de verosimilitud.

Concluyó en la misma dirección incriminante, la exposición de MARTINEZ y del relato de CHAMORRO, ya que poco importa la forma del tatuaje, sino que el tirador tenía un tatuaje.

Claudio DIAZ, además, lo describió a SANCHEZ yendo al lugar del hecho con un arma de fuego, reforzando de esa manera el relato de CARDIAS. Por último, el descargo que dio SANCHEZ frente tales imputaciones, lejos de negarlas, terminándole dando sustento. En efecto, recordemos que en lugar de negar tener armas, dijo que la que estuvo en su auto la trajo Claudio DIAZ. Pero el punto es que nadie vio a este último disparando y sí a SANCHEZ, con lo cual las manifestaciones del primero terminan robustecidas. En rigor, para el análisis de la prueba, poco importa cuál era la relación anterior entre DIAZ y SANCHEZ, y si este último pudo haberse sentido traicionado por el testimonio del primero.

Finalmente, también es relevante la expresión que GONZALEZ le profiere a Claudio DIAZ, tras hablar con alguien por handy desde el hospital Argerich. Recordemos que BENEMERITO testificó que aquél lo llamó desde ese lugar, y otro al cual llamaba mucho GONZALEZ era Pablo DIAZ. Pero volvamos, la expresión de GONZALEZ fue "se había podrido todo", que no hablen!!. Acaso, esa habrá sido la razón por la cual Claudio DIAZ y GARRO no se atendieron en el Hospital Argerich, para que no los interroguen los médicos, para no contar lo que había pasado; de ahí la orden de no hablar con nadie. Además, es misma expresión, "se pudrió todo" fue la que, según Jorge KRAZCOWSKI, dijo un jefe del ferrocarril, COMINOTTI ("se pudrió todo, hay un muerto") , con lo que se torna evidente el constante y fluido dialogo que había entre los jefes y los delegados. GONZALEZ seguro no habló desde el Argerich con COMINOTI, no hay prueba de que se conozcan, pero está a la vista que usan las mismas palabras. Esto refuerza la idea de que no hay cosas que hagan los delegados que estén fuera del conocimiento de las estructuras superiores. -

También es significativa la referencia que hace DIAZ en cuanto a que si SANCHEZ llegó a guardatrén, es evidente que tenía buen concepto. Salta a la vista que lo que expresa el testigo es la confianza que se tenía sobre SANCHEZ, para encomendarle tareas, buen concepto.

Incluso, su referencia a que todo el tiempo estuvo junto al testigo protegido BENITEZ, también devino incriminatorio para SANCHEZ, a luz de las derivaciones que tuvo el desarrollo de la prueba testifical, donde se lo describe a BENITEZ llevando un arma de fuego, con una mochila y junto al grupo que lideraba la patota. Por ende, que SANCHEZ -también armado- estuviera junto a él, lo posiciona justo alli en el selecto grupo de "la mesa chica" de toma de decisiones, de donde surgió la voluntad de correr a los tiros a los tercerizados y movimiento sociales que los acompañaban.

Por último, el relato a CARDIAS en cuanto a que fue SANCHEZ el autor del homicidio de FERREYRA, carece de una corroboración objetiva, de orden pericial por ejemplo, que permite transitar ese camino que va desde la subjetividad de CARDIAS hasta la objetividad de lo verdaderamente ocurrido. En este caso, más aún, puesto que paralelamente a la acción de SANCHEZ, se verificó la presencia de otros tiradores, que accionaron sus armas al mismo tiempo, y se cuenta con otros testimonios que, con la misma convicción de CARDIAS, afirman que el autor del homicidio de FERREYRA pudo haber sido otro sujeto. En este estado de cosas, tenemos en claro que no es posible afirmar, con pretensión de certeza judicial, que la bala que disparó el arma de SANCHEZ, sea aquella misma que ingresara en la humanidad de quien fuera en vida Mariano FERREYRA, si bien volveremos sobre este punto.

Por todas estas consideraciones tenemos por acreditada la intervención delictiva de SANCHEZ en el hecho.

Situación de Cristian FAVALE:

Sus intentos para ingresar al ferrocarril:

La testigo Margarita Victoria BERTIN, mencionó que para el 20 de octubre de 2010 se desempeñaba como jefa de selección de personal en "Recursos Humanos". Explicó que hay un procedimiento interno escrito para el ingreso de personal, en virtud del cual se realiza una entrevista y si el candidato presenta algún potencial, se hace una entrevista técnica, el examen médico y se eleva a la gerencia la conclusión de todo el proceso, todo lo cual no se demora menos de un mes. Añadió, que la "Unión Ferroviaria" presentaba candidatos en virtud del convenio colectivo de trabajo, en tanto que la selección de candidatos la realiza la gerencia. Por ende, no todos los que propone la "Unión Ferroviaria" son tomados, puesto que la decisión final la toma la gerencia; ahora bien, en qué fundamenta la decisión, lo desconoce. No obstante, reconoció, se le comunicaba a la "Unión Ferroviaria" quiénes ingresaban. En ese contexto, dijo, lo entrevistó a Cristian FAVALE para ver qué estudios y conocimientos poseía. Y ahí, en ese momento, surgió que FAVALE refirió tener conocimientos de mecánica, razón por la cual se lo derivó para una entrevista técnica de material rodante, informando de las características de esta persona, viéndolo CASSARINO. Finalmente, le dijeron que los conocimientos que tenía no se ajustaban a los requerimientos del área, enterándose de esto por un mail, más precisamente, una cadena de mails. Allí, el primero, que es el último en la hoja, alude a un aspirante a ingresar, se alude a FAVALE y otros como "los aspirantes a ingresar", conforme surge de Fs. 2776/7. La entrevista la realizó la testigo junto a otra persona, recordando el nombre de FAVALE por todo lo que ha pasado. Aclaró que cada entidad gremial provee una lista de postulantes, siendo que de FAVALE se decidió el "no ingreso", pero cuando tuvieron los resultados, ya estaba involucrado en la causa. Precisó que se llegó a una entrevista el día 19 de octubre, porque en el anterior mail les preguntó a los gerentes quién lo tiene que entrevistar y lo derivan a Juan (CASSARINO) , lo cual se relaciona con e interesa a este respecto las fojas 1682/3, comunicación n° 11. -

Juan Manuel CASSARINO dijo que realizaba entrevistas laborales a la gente que le hacían llegar de la gerencia de Recursos Humanos, estableciendo un requerimiento de personal que era elevado a dicha gerencia. A los candidatos los evaluaban de acuerdo al curriculum de cada uno de ellos, quienes en su gran mayoría eran de una bolsa de trabajo de la "Unión Ferroviaria". Es decir, la gente que estaba bajo su gerenciamiento pertenecía al gremio de la "Unión Ferroviaria". Yendo al punto, dijo, entrevistó a FAVALE, quien concurrió como todos los que eran enviados por la gente de selección. Quien se lo envió fue la licenciada BERTIN. Aclaró, que en Remedios de Escalada eran dos jefes, él y Mario COMINOTTI; en tanto que la citada BERTIN les enviaba por mail algunos aspectos de sus antecedentes laborales, y luego concretaban las entrevistas, conforme una agenda. Precisó, que la entrevista en cuestión se concretó el lunes 19 de octubre de 2010, siendo que FAVALE ese día se adelantó al horario acordado, encontrándoselo en la puerta de su oficina. No obstante, como COMINOTTI y él tenían tiempo, lo entrevistaron. Así las cosas, recordó, FAVALE refirió experiencia en un frigorífico, decía que había trabajado con compresores de amoníaco, si bien el punto era que no era de interés personal con esas características. Aclaró sobre un correo del 18 de octubre, que fue Margarita quien coordinó la entrevista, y ese día, dijo haber entrevistado a 25 personas. -

Carolina CARSETTI, manifestó que no tuvo noticia de un candidato a ingresar a trabajar de apellido FAVALE. Por su parte, CISNEROS dijo que FAVALE había previamente trabajado en "limpieza para la tercerizada Ecocred", desempeñándose en la estación de Varela. -

Su llegada a las vías, la corrida y los disparos:

(Del arribo a la estación Yrigoyen):

De otra parte, Leandro Alfredo TAMAME relató que se dirigió a la estación Yrigoyen a tomarse el tren para ir a Constitución, y allí vio un micro naranja, tipo escolar, luego caminó por el pasillo y subió al andén. En ese momento, vio bajar un grupo de jóvenes que le dijo a los boleteros que iban a apoyar a los ferroviarios. Los vio subir al otro andén, y que van hacia el lugar donde estaban los de la "Unión Ferroviaria". Recordó a uno de ellos, pues tenía una contextura física más grande, éste les dijo a los otros: "a la gente y a los usuarios del tren no le hagan nada", y precisó que el ómnibus estaba estacionado en la calle de la estación, y mientras sacaba el boleto, vio descender entre 15 y 20 personas jóvenes de ese micro. Era gente que estaba vestida con ropa deportiva y gorritas, es decir joggins, short, remera, etc. Distinguió a una persona que estaba adelante, vestía una remera celeste o azul, llevaba el pelo corto y oscuro. Aclaró que la referencia de que "a la gente, no le hagan nada" la hizo genéricamente, dado que en el andén había usuarios. -

Juan Carlos VELAZCO, a su turno, dijo que en el mes de octubre de 2010, realizaba adicionales en la estación Yrigoyen, junto al suboficial FAVA custodiaban las boleterías. Recordó que ese día, estando con su compañero en la boletería, llegaron dos (2) micros escolares, de color naranja, con gente que dijo ser ferroviaria y pasaron. La gente, un grupo de cuarenta (40) personas, pasó por el hall, y subieron a la estación. Precisó que el encargado era FAVA, y cuando le dijeron que eran ferroviarios, estarían a cuatro (4) metros de él. Precisó que cuando las personas subieron a la estación, FAVA va a la vereda, creyendo que los sigue. Luego, volvió su compañero, sin recordar que le haya comentado nada, y continuaron normalmente el servicio. Si él hubiese sido encargado le hubiera comunicado a la brigada de prevención o al Roca, de la llegada de un grupo de personas en dos micros. Tiempo después, arribó a la estación un móvil de la comisaría 30 de la PFA., y después se fue. Esto ocurrió después que arribaran los micros con los ferroviarios. Más luego, vio acercarse a personas con traje y supuso que eran oficiales jefes, quienes hablaron con su compañero. -

Del mismo modo, Julio Ángel FAVA sostuvo que el 20 de octubre de 2010, estaba en la estación Yrigoyen como custodia de la boletería. Ese día estaba con el cabo VELAZCO. Puntualmente, sabía que podía haber un interrupción en el servicio por un corte de vía en Avellaneda, recordó que ese día estuvo interrumpido el servicio, cree que a las 14.00 horas, cuando él llegó, estaba cortado el servicio. Precisó que hizo un turno de 14.00 a 22.00 horas. No vio movimiento ni personal policial de algún tipo, no vio móviles. En ese lugar tiene jurisdicción la comisaría 30 de la PFA. Particularmente, no recordó que su compañero le haya comentado algo, sí le informó VELAZCO que habían venido dos micros con gente ferroviaria y que se fueron por las vías. Acotó que él no los vio porque en ese momento se había ido al baño (tiene 69 años, dijo, y es de ir bastante al baño, incluso una vez le robaron los dientes) . Luego, fue al andén y los vio a 100 o 150 metros, eran alrededor de cincuenta (50), cuando se iban para las vías, recordándolos vestidos con mameluco. En suma, sabe que vinieron dos micros, según le comentara su compañero. Iban por el medio, por la plataforma, caminando por las vías, es un tramo largo las plataformas, e informó de esta circunstancia al oficial de servicio en Constitución y al Comando Dígito Radial, que viene a ser la parte ferroviaria. En rigor, dijo, estos sujetos le informaron que iban a reparar las vías, no obstante lo cual le pareció que era una circunstancia para informar, avisó que iba gente por la vía porque esas cosas hay que avisarlas. Ese día vio al jefe de brigada de prevención, vio a MANSILLA, a PREMUDA y a BROUSSON. Esos oficiales vinieron caminando por las vías, viéndolos descender por la plataforma n° 1 que está anulada. No era nada común que aparecieran allí transitando las vías, refiriéndole que estaban allí por un operativo en Avellaneda, y en ese momento el servicio estaba interrumpido. Acotó, que los oficiales jefes se retiraron en móviles que los vinieron a buscar a la estación. Resaltó que le llamó la atención que si algo había sucedido en Avellaneda, por qué venían caminando por las vías, y a la tarde se enteró de lo que en verdad había ocurrido. -

(Uno de los que llegaron con el "refuerzo"):

Lucas LEZCANO dijo que en Yrigoyen sólo estaba parado su micro, siendo que a su casa volvió alrededor de las tres de la tarde, puesto que el micro lo dejó en el mismo lugar de donde había salido. A la vuelta, en el omnibús nadie comentaba nada, solo unos decían "viste cómo le dimos", pero hasta ese momento no sabía qué había ocurrido, lo único que quería era bajarse porque no conocía a nadie. Añadió, que él interpretó que se habían pegado, "agarrado a los puños", decían viste cómo se "paró de manos", es decir, interpretó que se habían agarrado a las piñas. Sí hablaron de piedras, no de gomeras, ni de disparos. -

(Testimonios de ferroviarios):

DEL ORTO, dijo que los que bajaron del tren cantaban "las vias no se cortan", y alguien dijo "es gente de la nuestra". Después del 20/10/2010, escuchó que en ese grupo estaba FAVALE, aunque todo lo que supo después de esta persona lo supo por la prensa. -

Marcelo GONZALEZ, a su turno, señaló que cuando estaban arriba de las vías, los del Partido Obrero ya se habían ido. Luego, observó desde arriba de las vías que en la estación Yrigoyen bajaron un grupo de "chicos", no los conocían, no eran ferroviarios, pensaron que eran del PO, pero alguien gritó "es gente nuestra". Llegaba FAVALE con un grupo de jóvenes. Venían eufóricos y fue cuando (estos) empezaron a decir con Pablo DIAZ que había que correrlos. A FAVALE lo reconoció, lo había visto una vez antes. Es más, de ese grupo al único que conoció fue a FAVALE, dado que lo había visto en un acto en la cancha de River, unos días antes. En la marcha de River decían "ese loco es el custodio de Pablo DIAZ". Remarcó, que apenas llegó, ese grupo bajó de las vías, y desde abajo, Pablo DIAZ les decía que bajaran, en tanto que TORETTA les decía que no lo hicieran. Tras correr, vio a una persona que se arrodilló a su lado y empezó a disparar, lo miró y era FAVALE. Precisó que este sujeto apoyó una rodilla y empezó a disparar. Una rodilla en tierra y con las dos manos agarró el arma, escuchando varias detonaciones. Al darse cuenta que estaban disparando, y que era FAVALE, él arrojó el ladrillo que tenía y volvió corriendo hacia el puente. En ese momento, vio "patente" a un "pibe" que se agarra la panza y se desploma. Reiteró, que lo ve "al loco de mierda disparar", y un pibe de frente que se agarra la panza. Luego, en su casa se enteró que un pibe había muerto por un tiro en la panza, imaginando que sería ese chico. Describe a la persona que disparó como robusto, grandote, de cabello corto y barba candado, vistiendo un pantalón de jeans y al momento de disparar, una remera de color rojo, mencionó que al momento de disparar no llevaba gorra. Recalcó que todos en el ferrocarril sabían quién era FAVALE, porque lo conocieron en la manifestación de River. Añadió que cuando FAVALE bajó en la estación Yrigoyen, se vio en un video que está con una remera de color azul. Por último, dijo que después de ver el camión hidrante, fue la charla de FAVALE con DIAZ. -

Jorge KRAZCOWSKI, dijo que a FAVALE lo vio en Constitución en un corte de boletería, estaba ahí. Añadió, que para el 20 de octubre de 2010 no se lo habían presentado, pero ya lo había visto en Constitución, "cuando pasa lo que pasa, cuando se ve a este señor, este señor estaba ahí". En rigor, empezó a conocer el nombre de "FAVALE", cuando pasó el hecho y ahí ubicó que es el mismo de Plaza Constitución, cuando vio a una persona que "no es del palo". Aparte, lo había visto en un acto de River, en un colectivo. Y después lo vio en una foto. -

Miguel Alejandro TORETTA dijo que (cuando llegó FAVALE y los otros) preguntó quiénes eran estas personas que bajaron de un tren, pero nadie sabía quiénes eran. Del grupo conocía solo a FAVALE, pero lo conocía como Cristian. Lo hacía visto en un acto en la salida de la cancha de River, cuando fueron al acto de "Cristina y Moyano", un compañero le dijo que se llamaba Cristián. Le pareció raro porque conoce a muchos compañeros, pero a él no lo conocía. El día del acto en River, Cristián iba con un grupo de compañeros, y era un compañero más. Aclaró, que supo bien quién era después con las informaciones que se dieron en televisión. -

MOLINA, a su turno, sostuvo que una de las personas que gritaba más exaltada, y salió en la televisión, era FAVALE, decía "vamos para adelante, vamos para adelante". "Biyu" estaba ese día en el lugar, le señaló a una persona cuando están volviendo, que supuestamente había tirado, no le vio arma, la persona era gordito, morrudo, tenía ropa ajustada, una gorra y un jeans, pero no conocía a la persona, no la pudo identificar como empleado ferroviario, pero tampoco conocía a todas las personas del ferrocarril, sólo conocía a los del taller, "Biyu" le dijo que esa persona había disparado dos tiros, de este modo es claro que la descripción que da coincide con la de FAVALE.-

DEL PAPA, por su parte, dijo que vio llegar a un grupo de personas de la estación Yrigoyen, de los cuales conocía solamente a FAVALE. Calculó que era un grupo de entre diez y quince personas, que llegaron caminando. A FAVALE lo había visto en una tribuna, en un acto de la Presidenta en la cancha de River. Añadió que a los 3 ó 4 días de este episodio del 20 de octubre, lo empezó a ver en televisión, siendo que el nombre lo conoció después. -

EL imputado UÑO, precisó que a FAVALE lo apodan "Harry", es hincha de Defensa y Justicia, es de Várela, y lo conoce de vista como a otros muchos, 20 ó 50. Se enteró que se llama Cristian FAVALE, porque lo vio en el canal C5N, pero él lo conocía como Harry de la cancha. Aquel 20 de octubre, dijo, lo vio a Harry debajo de las vías, en un momento en el que estaban tomando gaseosas, pero no lo vio llegar. -

(sus relaciones con la Policía, PBA) :

Héctor Fernando GONZÁLEZ, a su turno, expresó que tenía conocimiento de Cristian FAVALE como integrante de la barra brava de Defensa y Justicia, institución deportiva que está en la jurisdicción de Florencia Várela, donde él presta servicio policial. Tuvo trato en alguna oportunidad, cuando había que organizar el ingreso al estadio. Luego, lo llamó FAVALE al momento que le realizaban un allanamiento, le dijo que no tenía nada que ver y él le contestó que le convenía presentarse. Añadió, que FAVALE era uno de los referentes de la barra brava, era de segunda línea, no era la voz cantante, ni autorizada para decir algo en la barra. Sostuvo que para la policía es normal que a nivel organizativo se tenga contacto con miembros de la barra brava, les dicen por donde tienen que ingresar al estadio y demás. Agregó, que Walter ROMERO, su segundo jefe en este momento, realizó una actuación, ya que en horas de la mañana del 20 de octubre circulaban en un vehículo nueve personas en su interior y las identificó, dijeron que iban a un acto hacia Avellaneda. Precisó, que ROMERO en ese momento recibe un llamado de "Harry", tras lo cual se acercó un segundo auto, se subieron y en los dos vehículos se fueron para Avellaneda. Existe un informe que realizó ROMERO con eso, admitiendo que estas personas no habían cometido ningún ilícito. Antes del incidente, dijo, seis o siete meses, lo ve en la hinchada y ahí le comentó que trabajaba en una remisería. -

Del mismo modo, Walter Omar ROMERO declaró que conocía a FAVALE, por ser parte de un grupo de la hinchada del club Defensa y Justicia, entidad sobre la que tiene jurisdicción su comisaría, y charlaba con él para tener información sobre los movimientos de la parcialidad de ese club. El día 20 de octubre tuvo un llamado telefónico de FAVALE, en horas de la mañana, a su radio donde le hizo mención a que iban a un acto político, y los habían detenido en un control. Estaba en la comisaría y escuchó que habían parado un rodado porque iba con muchas personas, y después vino otro auto y se retiraron del lugar. La modulación que escuchara es del control policial, habían interceptado un automóvil marca Renault en el que se trasladaban nueve personas, y lo detuvieron en la Av. Novak de Florencio Várela. -

(Testimonios de policía Federal):

BROUSSON, dijo que vio que bajaron unas personas jóvenes en la estación Yrigoyen, las que luego se unieron a los ferroviarios. No sabía quiénes eran, podía ser un grupo antagónico, pero en la medida que llegaron y se acoplaron a los del gremio y se saludaron, era obvio que se sumaban y pertenecían a este grupo, con el que se mezcló. NIÑO, añadió, que (al sujeto en cuestión) lo volvió a ver en la televisión y era Cristian FAVALE. En la televisión ya se mencionaba su nombre, no pudiendo precisar en qué programa, ni tampoco recordó lo que decía el periodista sobre Cristian FAVALE. Ese programa periodístico, habrá sido emitido una semana después de los hechos. Seguidamente, DOMECQ mencionó que vio a un grupo que venía de la estación Yrigoyen y al verlos los ferroviarios empezaban a festejar, siendo que en ese tiempo éstos estaban sobre las vías. Ignoró si se le acercó algún policía para decirle que se fuera. REPPETO, por su parte, dijo que se escuchó, como a la media hora, a gente que viene cantando por las vías. Era un grupo que no venía de la estación Avellaneda, sino del lado contrario, no lo pudo ver, pero por el sonido calculó que serían unas veinte personas, y no escuchó modulaciones sobre este tema.-

(Militantes y tercerizados):

Néstor GONZALEZ dijo que vio salir del lado izquierdo de la "patota" a una persona, siendo que los ferroviarios estarían a 15 o 20 metros de ellos cuando escuchó los primeros disparos. Él estaba "pegado" al cordón, ahí había un auto y hacia su izquierda otros compañeros, tal vez más de diez. Añadió que después de escuchar los disparos vio a una persona con remera azul, que sale del lado izquierdo, hacia el centro de la calle, que grita "viva Perón" y disparó dos o tres tiros. Lo vio con el brazo extendido, agachándose un poco. Era un hombre morrudo y morocho. No tenia uniforme ferroviario. Agregó que el de remera azul tenía la cara de FAVALE que ya era conocido por las fotos que se difundieron, y así entonces, cuando fue a declarar a la fiscalía observó que la persona de remera azul que él había visto era FAVALE, allí le mostraron videos del ferrocarril. -

De manera concordante, ORELLANA CRUZ sostuvo que en un momento empezaron a retroceder, corriendo él unos 10 metros, fue allí cuando vio a uno de ellos que estando a diez o quince metros, sacó un arma que apoyó a la altura de la cintura, efectúa disparos, unos siete u ocho. Lo vio que sigue gatillando, pero que no salen más disparos, ahí corre y se pierde entre los demás. El sujeto era de pelo corto negro, piel blanca y bigote, tipo candado, de 1.75 o 1,80 metros de altura, robusto, con un poco de panza, remera oscura azul o negra, jeans azul y botines de trabajo. Lo corrió y vio una piedra que va hacia él y le dio en uno de sus testículos. Se arrodilló, y vio a sus compañeros corriendo. En ese momento su compañero "Cacho" les gritaba que no los sigan, entonces los ferroviarios retroceden varios pasos, y en ese momento vio que una persona disparó.-

AMARILLA BARRIOS, seguidamente, expresó que del lugar de donde salieron los "fogonazos", vio a una persona morruda con ropa oscura y pelo corto, tipo policía, con barba candado, el brazo extendido hacia adelante, un arma en la mano, parado en la vereda de la empresa Chevallier. Él que disparó con esa descripción resultó ser FAVALE, enterándose del nombre por el diario Clarín, que había publicado una foto, de diez días antes del 20 de octubre, la que fue tomada cuando este sujeto estaba en el hall de Constitución, en otra marcha. -

Mas luego, MERINO dijo que el tirador era una persona de contextura grandota, con el brazo extendido, disparaba en línea recta hacia el medio de la calle y tendría 1.80 metros de altura. No estaba vestido de ferroviario, llevaba una remera oscura aunque aclara que él es daltónico. En la audiencia, mientras testimoniaba, según pudo apreciar la Defensora oficial Hegglin, lo que nos hizo saber, en dos oportunidades lo miró a FAVALE de manera desafiante. Continuando con su exposición, dijo que vio a una persona en el medio de la calle, que extendió la mano y disparaba recto hacia delante, con total impunidad, con seguridad. Lo vio disparar dos veces, y dos veces salir humo del arma. Reconoció que le parecía que era una imagen fuera de contexto, que eran balas de salva, o que tiraba para arriba. La persona que disparaba era un hombre morocho, de 1.83 de alto, robusto. Estaba con un pantalón azul y una remera azul, algo oscura y gris o azul. El pelo era medianamente corto. El arma no brillaba, era oscura, no de tamaño gigante. Realizó entre tres ó cuatro disparos. Acotó que él lo corrió para alcanzarlo, mientras el tirador corría hacia las vías. La menor distancia a la que estuvo habrá sido de 20 metros. Precisó que él estaba ubicado entre árboles, al lado de un enorme tacho de basura, del tipo contenedor. El tirador tenía el brazo estirado, descerrajó cuatro detonaciones, y corrió luego hacia el lado de la vía, en ese momento a él se le nubló la vista, y ni bien pudo recuperarla lo siguió corriendo hasta donde había patrulleros, a fin de pedirle explicaciones a la policía. -

Por último, Norberto Ariel ROSETO dijo que pudo ver claramente a un individuo en el medio de la calle disparando, fueron muchos tiros, y la persona que tiraba apuntaba a la altura del pecho, dándose cuenta que era un arma de fuego porque salía un humo blanco. Ante ello, se agachó detrás de un auto, y de ahí veía cómo este sujeto les disparaba a sus compañeros (en la sala de juicio lo imitó poniéndose de pie, extendiendo el brazo derecho, con un poco flexionadas las piernas). Reiteró que lo vio claramente también cuando no estaba detrás del auto, porque lo apuntó. Ahí se dio cuenta de que le estaban tirando a matar. El sujeto era fornido, de tez blanca, con pelo corto, tipo patovica y con una sombrita en la cara, como barba candado. Con una remera azul y pantalón jean azul común. El arma era de color negro y salía humito, y creyó haber escuchado alrededor de diez disparos, no paraba de salir humo y resaltó que todo esto se desarrolló en muy poco tiempo. Luego, el siguiente domingo lo llamaron a declarar, pero antes de eso, arriba de la mesa de su casa estaba el diario Clarín, con la foto de FAVALE al lado de Sandra RUSSO, periodista del programa 6,7,8, y fue ahí donde se dijo que ésa era la persona que él había visto disparar. Así entonces, se comunicó con sus compañeros para que lo supieran. Finalmente, le tomaron la declaración un día domingo, le mostraron un video y reconoció ahi al autor de los disparos. Añadió que cuando esa persona dejó de disparar se metió dentro de la muchedumbre, en el instante en el que estaba retrocediendo. Preguntado que fue, dijo que el tirador al disparar movía el brazo, haciéndolo de un costado para otro, y finalmente sostuvo que "la cara no se lo borra".-

Osvaldo Mario VAZQUEZ, dijo que conoció a FAVALE de chico, siendo que alguna que otra vez jugaban en la cancha del Barrio Monteverde, pero no sabía nada de sus actividades, ignoraba si FAVALE tenía vínculo con los ferrocarriles, o con el ambiente futbolístico. Luego, él se mudó del barrio, pero una de su hija siguió viviendo al lado de FAVALE, si bien solo se saludaban. El día 20 de octubre, no lo vio, por la sencilla razón de que no podía ver a las personas que les tiraban las piedras. -

(El gimnasio, el boxeo):

De YULIS dijo que a FAVALE lo ha visto dos o tres veces en el gimnasio. Estimó que lo vio unos días antes del suceso de Mariano FERREYRA, estaba con un grupo de gente que, "entre comillas", trabajaba en la empresa. Aclaró que hay un gimnasio donde practicaban boxeo y ahí lo ha visto a FAVALE, y añadió, que las imágenes en las que vio a BENITEZ las vio en televisión, precisando que BENITEZ había sido su vecino. Ante preguntas, reiteró que lo vio a FAVALE en Constitución antes de la muerte de FERREYRA. -

(El contacto con Pablo DIAZ):

"Dinamita" PEREZ, sostuvo que previo a declarar, un compañero llamado Norberto RUIZ, le dijo "Mirá que me dijo Harry que te iba a cagar a tiros cuando salga". Ruiz, sabía que tenía que ir a declarar, y le manifestó que "Harry" le dijo que se fijara bien lo que iba a decir. Aclaró que al periodista ROJAS le dijo que a FAVALE lo conocía del barrio, que un dia pasó y le dijo "Qué hacés Dinamita!". Le dijo que vaya a Plaza (Constitución), tomó un número de Pablo DIAZ. Luego, pasó otro dia, y le dijo "Qué hacés Harry!!", contándole que ya habían hablado, y que tenía que ir el lunes a la revisación médica, y después lo volvió a ver en Plaza ya trabajando. Mas luego, un día fue a una panadería de Varela y lo vio a FAVALE en la barrera, comentándole que iba a pasar por el Roca, y que iba a "hacer lo posible" para trabajar en el Roca. Le dijo que "los sacaban a los tercerizados cuando hacían paro, que corría la gente". Entonces, FAVALE y "los muchachos" sacaban a los tercerizados, y que era Pablo DIAZ quien le decía que los saquen, por ahí lo hacía porque le pagaban, ya que esto FAVALE se lo contó. Esto fue antes de que se muera el muchacho, antes del 20 de octubre de 2010, antes de que lo maten a FERREYRA, "dos corridas" antes. Agregó, que los muchachos que los corrían (a los tercerizados) eran muchos, pero no les dijo quiénes eran. Pensó que los muchachos eran del ferrocarril, y gente que tenía la promesa de que iba a entrar al ferrocarril. -(Su descargo):

En su declaración indagatoria, FAVALE tuvo la necesidad de decirle al Tribunal que en este juicio si bien ya declaró en tres oportunidades, quiere volver a dejar en claro que efectivamente estuvo en el lugar de los hechos y llevó un grupo de pibes, con los que insultaron, tiraron piedras, pero jamás llevó armas, ni disparó contra nadie. Añadió que, ya es conocido que estuvo en otros actos ferroviarios con anterioridad, en River y en Constitución. Esa fue la manera de apoyar a los ferroviarios. Retóricamente, se pregunta por qué en este momento hubo disparos y en los otros no, añadiendo inmediatamente que escuchó muchas veces que los ferroviarios no mataron a nadie, que era la manera de echarle la culpa a él, que es el único no ferroviario, pero vuelve a dejar en claro que él no disparó contra nadie, ni llevó arma alguna. Su acto de presencia fue para sumar número, alentar, pero no para matar. De otra parte, reconoció que es cierto que ("Dinamita") PEREZ lo contactó con Pablo DIAZ, pero que todo lo demás es mentira. Hizo hincapié, además, en que se enteró que el testigo protegido lo acusó de algo que no cometió, Alejandro BENITEZ fue la primera persona que lo acusó el día 21 de octubre de 2010. Lo acusó falsamente, instaló su imagen en todos los medios de comunicación, y de este modo evitó él mismo ser investigado. En el juicio, se enteró que BENITEZ era uno de los que corría armado en primera línea, y se vio en los videos al lado de quien corría, y lo ensuciaron como también a toda su familia. Reflexionó que la estrategia de BENITEZ fue buena, presentarse como testigo a pocas horas del hecho acusarlo falsamente. Para finalizar, reiteró que es cierto que estuvo en Luján y Perdriel (CABA), pero ahora lo entiende a BENITEZ, protegió su identidad, hizo que la investigación penal se desviara, pero hoy debería estar sentado aquí, como imputado. -

En suma, a raíz de la enorme cantidad de testimonios que lo ubican en el lugar del hecho disparando, la inconsistencia de sus explicaciones al efectuar sus descargos, como en los careos que intervino, por las escuchas incorporadas válidamente al cúmulo de la prueba, y el resto de prueba documental y de exhibición que armónicamente se ensambla con la anteriormente expuesta, entendemos que existen mérito probatorio suficiente para afirmar la intervención delictiva de Cristian FAVALE en estos hechos. -

Sobre Pablo DIAZ

Jorge Víctor Hugo AGUIRRE, recordó que en el mes de octubre del año 2010 trabajaba en la Cooperativa Mercosur. Y más precisamente, a las 7.10 del día 20 de octubre, recibió un llamado de Pablo DIAZ, preguntándole si había algún tipo de "anomalía", si estaban "llevando gente" para un corte de vía, a lo que él le respondió que no. Ante ello, DIAZ le indicó que cualquier cosa vayan para el obrador, y que se "resguarde la vida" de los compañeros. Le pidió que hablara con MAIDANA que era el jefe de la cuadrilla, si se daba algún problema. -

Resulta de enorme importancia este testimonio, dado que desmorona la idea de una auto-convocatoria de ferroviarios para impedir el corte de vías. En efecto, ello así pues se corroboraría luego que por esas horas DIAZ mantenía un comunicación telefónica con Juan Carlos FERNANDEZ, y además dado que, en los talleres de Remedios de Escalada, recién horas más tarde de esta comunicación, delegados con listado en mano, hacían crucecitas a los empleados ferroviarios que irían, y a los que no, a ese "acto de presencia", como ellos mismos los llamaron, de pararse a un costado de las vías para evitar que éstas fuesen cortadas por tercerizados, y movimientos sociales. Así entonces, es muy clara, esa suerte de "tarea de inteligencia" de Pablo DIAZ de averiguar la gente que iría a ese corte de vía, a lo que él llamativamente denominara "anomalía" (por oposición a la "convocatoria" de ellos). Además, y por encima de todas las cosas, la referencia que DIAZ le hace a AGUIRRE de que "resguarde la vida", es demostrativa del conocimiento que tenía de la violencia que se desarrollaría después, apenas pasado el mediodía. Recordemos que DIAZ convocó a FAVALE, a la postre uno de los que dispararan. Por último, de todas las empresas tercerizadas, no es casual que DIAZ llame a un trabajador de la Cooperativa del Mercosur, justo esa donde Pedraza en particular, y la Unión Ferroviaria como organización sindical, ejercían una determinante influencia, y exteriorizaban un indisimulado interés.

DEL ORTO, por su parte, refirió que pudo ver como Díaz hablaba con los policías en la mitad del terraplén. Puntualizó, además, que Díaz bajó con dos o tres personas, y los que dialogaban serían 5 o 6 personas, uno o dos policías. Lo que dijo Díaz no lo escuchó, pero la cuestión era que la gente que estaba con él, le decía a los policías que no querían que cortaran las vías. En efecto, ampliando el punto, señaló que en un determinado momento parte de la policía subió al terraplén y preguntaron quién estaba a cargo de la gente, alguien contestó y muchos señalaron a "Pablo DÍAZ", éste bajó a hablar, y "por lo que se comentó" dijo "nosotros no queremos líos", "no queremos que corten las vías", la policía le indicó que no quería complicaciones, esto pudo oírlo. A otras preguntas respondió que le parecía que entre el grupo de gente que decía que hacia que irse, estaba Pablo Díaz, de quien no recibió ninguna orden y tampoco escuchó que se las diera a otro. Cuando él bajó, se escuchaban gritos "bajen todos, que los vamos a correr a estos", eran varios los que decían esto. La orden venía de "la gente que estaba ahí". Le parece que Díaz, cuando la gente empieza a bajar, estaba abajo. Finalizó su relato, señalando que si bien no recibió órdenes, sí recibió algún "comentario" de algún delegado, como ser, "vamos para acá, vamos para allá!".

Este testimonio, permitió esclarecer el "diálogo" que tuvo DIAZ al momento del hecho con la fuerza de seguridad presente en el lugar. Es decir, de centenares de personas que había ahí, según se nos quiso hacer creer: auto-convocadas, DIAZ estaba en ese grupito de elite que dialogaba con la policía. La policía preguntó quién estaba a cargo (es obvio que si hay cien o doscientas personas arriba de las vías alguien tiene que estar a cargo), y los empleados ferroviarios con toda naturalidad le contestaron que era DÍAZ. Forzadamente, durante todo el debate, esto trató de ser negado. Y eso era así, obviamente, por ser DÍAZ el dirigente de más alto rango en el lugar, y por ejercer la conducción de esas personas. Llamativa también la referencia de DEL ORTO, quien no escuchó lo que dijo DÍAZ, pero si escuchó a los demás, que no supo decirnos quiénes son. No obstante, lo sustancial era, dijo, que no querían que cortaran las vías. Lo que vino a significar después era que no iban a permitir que lo hagan, arrogándose una función que no les corresponde, incumpliendo sus deberes el personal policial allí presente al tolerar tal intromisión. Y si realmente la policía les señaló a los ferroviarios de que no quiere "complicaciones", era porque verdaderamente se tenía conciencia de que la cuestión se podía complicar; ergo, lo de los jefes policiales no se entendió salvo que se piense, como lo creemos, que actuaron de manera complaciente, prestando su asentimiento a lo que vino después.

A más de ello, el relato de DEL ORTO debe analizárselo en su totalidad, pues si bien inicialmente dijo que no había órdenes en el lugar, luego cuando relata los gritos, desde abajo que les decían (a los de arriba) "bajen, que vamos a correrlos a estos", añadió que "la orden" la daba "la gente que estaba ahí. No había órdenes, pero sí "comentarios", "vamos para acá, vamos para allá!!". El esfuerzo por negar lo evidente es notable. Lo cierto es que DIAZ, (incluso según este testimonio amigable a su respecto), estaba abajo cuando desde allí se exhortaba a quienes permanecían arriba de las vías a correr a los tercerizados. -

En refuerzo de ello, cabe mencionar a Hugo RECALDE quien de manera coincidente sostuvo que a Pablo DIAZ el día del hecho lo vio en el lugar con la "verde", y puntualmente lo vio teniendo contacto con personal policial.

Aunado a esto, VITALI, por su lado, declaró que el liderazgo de los ferroviarios lo tenía Pablo DÍAZ, y era él quien dirigía, siendo que la cabeza era Juan Carlos FERNÁNDEZ. Preguntado que fue, respondió que no vio dando órdenes a Pablo Díaz. Sin embargo, concedió que en una segunda ocasión que lo vio, DÍAZ estaba dando un reportaje. Manifestó que no haberle dicho a Pablo Díaz, "si tenés que hacer algo, hacelo ahora" (sobre esto volveremos). También Ricardo ALMADA dijo que a DÍAZ lo vio debajo del puente y no notó que diera alguna orden, ni recibió órdenes de él. HERNANDORENA, lo mismo, si bien admitió conocer a Pablo Díaz y haberlo visto en el lugar, en un primer momento arriba de las vías y luego abajo, refirió que en las vías no veía alguien que dirigiera. En la misma dirección, Juan Alberto BRANDÁN expresó que nadie daba órdenes, nadie era la voz cantante, eran todos compañeros. Este último, sobre su presencia en el lugar, dijo que puede caminar por las vías de Lanús hasta Yrigoyen. -

Debe ponerse de resalto que la pregunta de si DIAZ dio "órdenes" en el lugar del hecho, fue una constante que las defensas repitieron en más de un oportunidad. Sin embargo, y más allá de esto, algo equívoco, lo claro ha sido que no quedaron dudas de que quien lideraba en el lugar era DIAZ, siendo él el dirigente de rango más alto de todos los delegados que estaban allí. Prueba de ello, lo fue que cuando se tuvo que "conversar" con la policía, DIAZ estuvo allí, y cuando alguien -de todos los que estaban ahí- tuvo que dialogar con el periodismo, ese rol lo ocupó Pablo DÍAZ, y no otro. Un papel de esa preponderancia, tener "voz" para representar con la palabra a un grupo de personas, solo está reservado a un conductor, a un referente (en ese reportaje DIAZ cuando habla pronunció un "nosotros", obvio que se siente con el respaldo para hacerlo, y no de abajo, sino de arriba) . No es posible que tanta gente se aglomerara en un lugar tan particular, sin conducción, esto fue así siempre. Lo que ocurrió es que a resultas de lo que pasó después, se evidenció una necesidad de la estrategia de las defensas de negar el orden natural de las cosas, en un vano intento de despegarse por lo otrora hecho por FAVALE, convocado al lugar por el propio DIAZ, quien lo conocía, y mucho.

En cuanto a BRANDAN, devino en un testigo que no merece nuestra plena credibilidad, habida cuenta que la justificación que intentó darle a su presencia en el lugar resultó cuanto menos dudosa.

Por último, reparemos en el dato aportado por ALMADA y HERNANDORENA, en cuanto a que DIAZ estaba ubicado debajo del puente.

Marcelo GONZÁLEZ, por otra parte, señaló que en la marcha de "River" lo vio a DÍAZ con FAVALE. No sabe si DÍAZ tenía otros custodios, en esa manifestación se comentaba que FAVALE era su custodio. Ante preguntas que le formularon, manifestó que no recordaba que Pablo DÍAZ haya pedido en algún momento que no bajaran, que se quedaran en las vías. Todo lo contrario, desde abajo les decía "bajen cagones", lo que dijo un par de veces, ignorando en qué lugar iba Pablo DÍAZ cuando se ponen a correr. Preguntado que fue, dijo que no escuchó dar órdenes a Pablo Díaz. Recordó que un compañero, Walter IBÁÑEZ, le dijo acompáñame que DÍAZ "pidió gente", fue con un grupo, no eran muchos, menos de diez, salieron para el lado de la calle, y Pablo DÍAZ habló con la gente del PO. Fue debajo de un puente, la gente del PO estaba tranquila, llevando banderas. Él se quedó en la vereda y lo vio a Pablo DÍAZ hablando con dos señores del PO, tranquilos, bien, normal, hasta que después notó que DÍAZ se alteró y le dijo, "me cortas la vía y te cago a tiros". Por último, reconoció que conoce a VITALI, fue su jefe cuando trabajaba en "Brigada". Lo vio en Avellaneda, cuando bajaron del andén, estaba hablando con DÍAZ y un hombre de traje oscuro, que era alto y flaco. El de traje le dijo a Pablo DÍAZ: "si tenés que hacer algo, hacelo ahora", estaba VITALI también.

Volvió a hacerse patente, la equivocidad, antes referida, de la cuestión de "dar órdenes". El testigo GONZALEZ, luego de narrar que DÍAZ los exhortaba a descender al grito reiterado de "bajen cagones", respondió luego inconciliablemente- que éste no daba órdenes, pero luego agregó que acompañó a DÍAZ, llevado por IBAÑEZ, dado que el primero había "pedido gente", para ir "en barra" a dialogar con la gente del Partido Obrero, diálogo que comenzó tranquilo, y terminó con el anuncio amenazante de DIAZ, si se quiere premonitorio de lo que pasó después, consistente en un claro y directo "me cortas las vía y te cago a tiros". Este dato, debe ser analizado de manera conjunta con la referencia hecha por DÍAZ al tercerizado AGUIRRE en cuanto a que "resguarde la vida", como presagiando la violencia que vendría, y lo que le podría pasar a los que los "acompañaran" a intentar cortar las vías. Por lo demás, es claro que esa corrida que termina con FAVALE disparando, fue incitada por DÍAZ, el mismo que lo había traído a FAVALE a ese lugar, por medio de ALCORCEL, y tal como surge del entrecruzamiento de conversaciones telefónicas. Puntualmente, DIAZ anunció que de ocurrir el corte de vías los "cagan" a tiros, luego los tercerizados y los movimientos sociales efectivamente lo intentan, aún cuando de manera inidónea. Finalmente, el no ferroviario FAVALE -perdón la expresión- los caga a tiros tras una corrida "fogoneada" por DIAZ, quien conducía a los ferroviarios en el lugar. En suma, ante este estado de cosas, qué duda puede caber que lo hecho por FAVALE fue lo querido por DIAZ. A más de ello, se reforzó el dato de que DÍAZ y FAVALE (que no era ferroviario pero aspiraba a serlo) se conocían de antes, el testigo habló del acto llevado a cabo en el estadio de River Píate, y puntualmente hizo referencia a qué tipo de vínculo tenían, donde el segundo -se decía-, era el custodio del primero. A más de ello, VITALI, quien la noche anterior había estado con Juan Carlos FERNANDEZ (compartía una peña futbolística) , y si bien no es él quien le dijo a DÍAZ la referida frase "si tenés que hacer algo, hacelo ahora", estuvo presente cuando un sujeto alto, flaco y de traje oscuro se lo dijo. Así entonces, si tenemos en cuenta que el área de VITALI, es la de seguridad, y que aquél día, en el lugar de los hechos, tanto había ferroviarios, como tercerizados, militantes, y policías. Es de toda obviedad que los que vestían traje oscuro aquel día, seguro no eran ni ferroviarios, ni tercerizados, ni tampoco militantes sociales. Este extremo, a resultas de lo actuado luego por Mansilla y Ferreyra, no es un dato menor.

En suma, si es DIAZ -y no otro- el que trae a FAVALE (quien luego disparara), si es DIAZ -y no otro- el que habla con Juan Carlos FERNANDEZ por teléfono, si es DÍAZ el que incita a la gente a bajar y a correr, si es DÍAZ el que habla con los del PO y reclamó a la gente que lo acompañe para hacerlo, si es DIAZ -y no a otro- a quien le dicen "Si tenés que hacer, algo hacelo ahora", qué dudas puede haber entonces, que era DIAZ quien mandaba en el lugar.

Queda claro, ya a esta altura, que a los empleados ferroviarios los convocaron los delegados, y que a estos los organizaba Pablo DIAZ quien, paralelamente, y de manera telefónica, tenía al tanto de todo lo ocurrido a Juan Carlos FERNANDEZ, veamos;

Marcelo Osvaldo SUÁREZ, dijo que a eso de las 8.30 horas, lo llamó Pablo DÍAZ para ver si podía ir a hacer "acto de presencia" en la Estación Avellaneda. Jorge Eduardo DOTTA, de igual modo, testimonió que ese día habló por teléfono con Pablo DIAZ, dado que su señora, y su madre, lo llamaban ante noticias de la muerte de un ferroviario. A Pablo Díaz "lo tenía gratis", aclaró, y por eso lo llamaba. Finalmente, Claudio DÍAZ, expresó que tras resultar lastimado, consultaron con Pablo DÍAZ qué hacer, y él les dijo que lo lleven a algún centro médico.

Está a la vista, entonces, que antes que los delegados convoquen a los ferroviarios, DIAZ exhortaba a ir a las vías a hacer "acto de presencia". Interesante también el punto aportado por DOTTA, porque uno elige como número gratis, entre todos sus contactos, a quien tiene que llamar más seguido, a alguien importante para esa persona; además, ante la noticia de un hecho luctuoso, que la persona a llamar en procura de respuestas sea DIAZ, evidencia que era "el competente" para explicar qué podía haber pasado, y para eso previamente hay que "saber" qué había pasado. El relato de Claudio DÍAZ también es prueba de que cuando se consultaba a alguien sobre lo que había que hacer, esa persona no era otra que Pablo DIAZ. Sin lugar a dudas, DIAZ sabía y podía explicar qué había pasado. De otro lado, SUAREZ reforzó el dato que quien convocaba, detrás de los delegados, era Pablo DIAZ, y a través suyo el sindicato conducido por José PEDRAZA. -

AMUCHASTEGUI, al declarar, señaló que Pablo DÍAZ, a quien definió como buen delegado, le dijo que FAVALE andaba buscando trabajo, que quería entrar al ferrocarril. El día de los hechos vio pasar a FAVALE, recordó que saludaba a la gente. Se encontró con Pablo DÍAZ en Avellaneda quien le dijo que no había que "hacer quilombo", que para eso está la policía. A Díaz lo vio luego abajo del puente. En las vías no vio a gente que no fuese ferroviario, pero sí estando abajo, ahí vio a otra gente, que no eran ferroviarios Ese mismo día supo que Garro tenía en una mano un perdigón, como si le hubieran pegado con una escopeta, esto se lo dijo tras la corrida, que "le pegaron los muchachos esos". -

Un relato más que dio cuenta del conocimiento previo entre DIAZ y FAVALE, y la referencia concreta al deseo de este último de ingresar al ferrocarril. Además, bien dijo CARNEVALE que FAVALE, aún sin ser ferroviario "saludaba gente", lo conocían. Si es DIAZ, quien ciertamente hizo ingresar bastante gente al ferrocarril, el que le dijo a CARNEVALE que FAVALE está buscando trabajo, es porque este ya se lo pidió. Por lo tanto, la presencia de FAVALE ahí, como en el anterior acto en River, como en el anterior acto en Constitución, era, obvio es decirlo, "hacer mérito" para ingresar al ferrocarril. Si esto es así, no habría de hacer nada que pudiese poner en peligro su ingreso. Y lo que hizo ya lo sabemos.

Además, este testimonio vuelve a colocar a DIAZ debajo de las vías, lugar desde donde se arengó a los ferroviarios a que bajaran a correr a los tercerizados, siendo relevante que también debajo de las vías CARNEVALE vio a los no ferroviarios, "otra gente", que por los videos supimos que los trajo FAVALE, a la postre uno de los tiradores, convocado al lugar por DIAZ. De otra parte, la referencia de la herida en la mano de GARRO es un extremo inverificable, por una parte, al no haber constancia médica de ello, y de otra, por el propio desistimiento de la defensa técnica que lo había solicitado como testigo, dando una justificación por demás confusa.

Finalmente, la referencia de CARNEVALE en cuanto a que DIAZ le habría dicho que no había que "hacer quilombo", que para eso está la policía, resulta por demás desconcertante, ya que por lo menos en el marco de la legalidad la policía no está para "hacer quilombo". Es en este punto, incluso en los testimonios complacientes, donde la oralidad nos permite a los jueces, en la inmediación y espontaneidad de los relatos, discriminar entre los tramos que nos merecen credibilidad y los que no. Claramente CARNEVALE en esto último, no nos resulta convincente, justamente, por su forma de expresarse. Y si lo que quiso decir es que no había que impedir el corte de vías, dado que para eso estaba la policía, no lo hizo de un modo verosímil, y a juzgar por lo hecho por DIAZ aquél día, evidentemente eso no se lo dijo. -

Un análisis aparte merece el testimonio de Jorge KRAZCOWSKI quien contó en el juicio que a Pablo DÍAZ no lo vio debajo de las vías, sino arriba, y les dijo "muchachos no hagan quilombo, pórtense bien". DÍAZ no dio órdenes, sino que llamó a que se portaran bien. Aclaró, no obstante, que DIAZ es un referente, tiene un grado superior, y lo recordó dando esas "consignas" porque es el más cercano a los trabajadores. Miguel Alejandro TORETTA, en la misma dirección, sostuvo que cuando el grupo de ferroviarios (que si corrió) volvió, notó que estaba Pablo DÍAZ abajo del puente. Preguntado que fue, dijo que no lo vio dando órdenes. También el imputado UÑO, no olvidemos, señaló que ahí vio a Pablo DÍAZ siempre rodeado por gente. -

En efecto, esta forma de presentar a DIAZ, si se quiere, de un modo paternalista y al resto de los ferroviarios como chicos indisciplinados, bravos, a los cuales es necesario exhortarlos a que se porten bien, que no "hagan quilombo", no hace más que dar cuenta que DIAZ, a no dudarlo, era quien decidía ahí qué se hacía y que no se hacía. La verticalidad de la Unión ferroviaria quedó expuesta en la expresión de este testigo al señalar que DIAZ "tenía un grado superior". La cercanía de la que habló KRAZCOWSKI, no es otra cosa de la dependencia que tenían los ferroviarios para con la comisión de reclamos, bajo la órbita de Pablo DIAZ. La descripción que hizo UÑO de Pablo DIAZ, como una persona siempre rodeada de gente, pone de resalto que era la figura más importante del sindicato en ese lugar. Importante resultó aquí hacer mención al testimonio de FRANZIN, cuando refirió que los delegados que convocaban (AMUCHASTEGUI, ARIAS, TORETTA), responden todos a Pablo DIAZ -

DEL PAPA, a su turno, tras admitir que es amigo de Pablo DÍAZ, que conoció a su familia y que ingresó a trabajar junto al hijo de éste, dijo varias cosas. Primero, que en el acto de River, DIAZ no estuvo con FAVALE. Segundo, que el día de los hechos DIAZ no dio órdenes. Y tercero, que al retirarse de las vías, volvió a la estación Avellaneda, lo vio a Pablo DÍAZ, le preguntó adonde iba y como regresaba a su casa, lo llevó hasta Temperley. Estando en un bar de la estación vieron en la TV que Crónica anunciaba dos muertos y un herido, se sorprendieron, él se sorprendió y Pablo DÍAZ se sorprendió aún más. Cuando regresaron en el auto con Díaz se preguntaban si sería cierta esa versión y lo confirmaron al encender Radio Mitre que daba la noticia. -

Sin embargo, Karina BENEMÉRITO, luego de intentar en vano aclarar el punto relativo a los llamados telefónicos con Pablo DIAZ, en particular uno a las 12.56 horas, que dijo no recordar. Ante nuevas preguntas, se refirió a un llamado efectuado a las 16:55 horas, de DIAZ a ella, recordando que estaba en la sede de la "Unión" y le preguntó a DIAZ dónde estaba, y le contesta que en Plaza Constitución, le contó que en los medios decían que había un muerto, DIAZ le dio a entender que no lo sabía, se quedó mudo. -

Como puede verse las dos cosas no coinciden, y ello aún dejando de lado que el relato de DEL PAPA no convenció, en tanto él mismo reconoció que le comprenden las generales de la ley respecto del imputado DIAZ. Lo cierto es que DIAZ o estaba en Constitución o estaba en Temperley, o se enteró por Benemérito del resultado luctuoso, o se enteró por Crónica TV. -

Juan Ramón MOLINA, a su turno, señaló que Pablo DIAZ, persona representativa para los ferroviarios, era quien decía que debían cuidar las vías. Les decía que se quedaran ahí, pero la gente que había venido quería ir -a correrlos-(se refiere a los que trajo FAVALE) . La cosa se empezó a dividir, algunos querían ir y otros no. Los que agitaban a Pablo DIAZ y le decían "vamos, vamos", eran los que bajaron del tren (traídos con FAVALE, reiteramos) . Díaz decía que había que cuidar las vías. Añadió, que no vio a Pablo DIAZ corriendo junto con ellos. Preguntado que fue, si su padre habló con el "gallego" Fernández sobre su relato, respondió que lo ignoraba y que ni le importaba. -

Realmente, es inverosímil el relato de Molina. En primer lugar, dado que a esta altura sabemos que quien insistía en que había que cuidar las vías era TORETTA, y no DIAZ, quien contrariamente incitaba a correr. Llamó la atención, no obstante, que hasta el propio TORETTA omitió destacar este aspecto, lo cual evidencia el grado de cohesión que se percibió durante todo el debate entre todos los empleados ferroviarios que concurrieron a testificar. De igual modo, si la gente que incitaba a los ferroviarios a correr a los militantes, son los sujetos que trajo FAVALE, y a éste lo convocó DIAZ, mal podemos creer que DIAZ estuviese en desacuerdo, bastaba con pedirle que se fuesen (además, los trajeron para eso!). Por su parte FAVALE, ya lo dijimos, lo que quería era el trabajo de ferroviario, por lo que ante el primer atisbo de DIAZ en cuanto a quedarse en las vías, él hubiese adherido. Si algo quería FAVALE era hacer mérito con Pablo DIAZ, y con más arriba también!. Finalmente, llamó la atención el grado de irritabilidad del testigo cuando se le mencionó una supuesta conversación entre su padre y el Sr. Juan Carlos Fernández; en rigor, se lo notó incómodo, molesto, y respondió con desequilibrio y agresividad. -

De suma utilidad, resultó a nuestro ver, analizar el testimonio prestado por MOLINA, de manera conjunta con aquel prestado por Germán Ernesto SANDRI, en tanto dijo que vio volver a los talleres de Escalada a un grupo, no a todos, de los que habían ido a Avellaneda, entre las 15 y las 16 horas. Volvían de a grupos, o de a uno. A diferencia de la mañana, no se hicieron comentarios. Más bien esquivaban a los compañeros que se habían quedado. Al día siguiente hubo muchos compañeros asustados, acongojados. Se refirió a Juan MOLINA quien estaba muy nervioso, y a los gritos diciendo lo que había visto. El testigo se acercó y le dijo que la mejor forma de hablar las cosas, no era esa, sino haciendo la denuncia. MOLINA le contó que estaban en las vías y vieron que se acercaba un grupo de no ferroviarios, que los recibió ALCORCEL. Luego de un tiempo, los empezaron a incentivar a que bajen y Pablo DIAZ los incitaba también a que bajaran. Le llamaba mucho la atención, que TORETTA les decía que no bajaran, a diferencia de otros delegados. TORETTA cuando estaba parado estaba muy cercano a los policías. -

Este relato de SANDRI permitió dar cuenta de la verdad. Que quien incitaba a descender y a correr a los otros era DIAZ junto con la gente que había traído FAVALE (todos recibidos por ALCORCEL) , y que él único delegado que insistía en quedarse en las vías fue TORETTA. Por lo demás, la cercanía de TORETTA, con los policías, tornó incomprensible la manifestación de MANSILLA, cuando dijo que "bajan, pero sin represalia para con el otro grupo", salvo que se lo interprete como nosotros lo hacemos, como una forma de adhesión, y contribución activa, al desplegar delictivo de DIAZ, FAVALE y el resto de los imputados.

Del mismo modo, Gerardo DELL ORO, fotógrafo de la prensa gráfica, testimonió que lo que fotografió fue el último grupo que volvía a la estación Avellaneda. El grupo era de 6 u 8 personas. Debe haber sacado unas 10 ó 20 fotos del grupo. Se quedó en el borde del andén, y eran alrededor de las 14.30 horas, a decir verdad, ignoraba lo que había pasado. El grupo venía conversando y con ellos estaba un camarógrafo al que no conocía. Luego, en otro momento, en el andén, escuchó a sus espaldas a alguien que decía algo así como "un zurdito menos", lo que fue dicho en tono normal.

Corresponde sumar a este análisis de testimonios, aquel prestado en la audiencia por "dinamita" PÉREZ, quien de modo preliminar señaló que un compañero llamado Norberto RUIZ, sabiendo que él tenía que venir a declarar, le dijo textual: "mirá que me dijo Harry que te iba a cagar a tiros cuando salga". Harry dijo que "se fije bien lo que iba a decir". Dijo que ingresado ya en su relato, nos contó que fue él quien los contactó a DIAZ con FAVALE. Recordó que tiempo después lo vio a FAVALE y éste le contó que ya habían hablado, y que tenía que ir el lunes a la revisación médica. Después, lo vio en Plaza Constitución trabajando. Otro día, le comentó FAVALE que iba a hacer lo posible para trabajar en el Roca, que lo que hacía era "sacar" a los tercerizados cuando hacían paro, que corría a esa gente, y que era Pablo DIAZ quien le decía que los saquen. Por ahí lo hacía porque le pagaban. Esto se lo dijo en una panadería de Várela, antes de que lo maten a Ferreyra, antes del 20 de octubre de 2010, "dos corridas" antes. Los muchachos que los corrían eran muchos, pensaba que era gente que tenía la promesa de que iba a entrar al ferrocarril.

Este testimonio de PÉREZ, de quien no debemos olvidar que en tanto boxeador entrenaba en el mismo lugar que BENITEZ, permitió reforzar aún más el dato que FAVALE y DIAZ se conocía, que FAVALE lo único que quería era ingresar al ferrocarril ROCA y que la razón de la convocatoria de DIAZ a FAVALE era para "correr" a los tercerizados cuando hacían paro. Por ende, lo que FAVALE fue a hacer ese 20 de octubre de 2010, reiteramos, fue lo que DIAZ quería que haga. -

En cuanto a la aportación que han hecho los tercerizados y los manifestantes de los movimientos sociales, con sus testimonios sobre este particular, se destacaron los relatos de Ariel PINTOS, quien señaló que desde el local del Polo Obrero, ya temprano, vieron gente de la Unión Ferroviaria que se estaba reuniendo, y entre ellos estaba Pablo DIAZ hablando por celular. Pablo Díaz estaba con chomba blanca y campera de cuero de color negro. AMARILLA BARRIOS, añadió que vio a un señor de chomba clara que daba órdenes y hablaba por teléfono, después resultó ser Pablo DIAZ. MERINO, luego, mencionó que se enteró que había una persona que decía peguen debajo de la cintura, esto fue en el momento que pasó Pablo DIAZ, haciendo tareas de inteligencia contando la gente que iba a cortar la vía, por eso fue insultado. Natalia MUÑOZ LEIVA, coincidió en que vio a una persona de jeans y camisa blanca, quien luego supo que era Pablo DIAZ, y que había personas que estaban con handy y trajes claros, es decir comisarios. Estos, se ubicaron entre el grupo de infantería y él de jeans y remera blanca, esta persona se acercó varias veces a conversar con los comisarios, iba de una lado al otro. ORELLANA CRUZ, al ver las fotografías (Dell'Oro, sobre 31, GER 8516 y GER 8517), reconoció en ellas al sujeto de lentes negros (Pablo DIAZ), como quien se le puso enfrente, y le preguntó qué van a hacer. ANDINO, del mismo modo, reconoció en una foto a un sujeto de remera blanca, como el que hablaba con la policía (Pablo DIAZ). Por último, fue elocuente HOSPITAL, al resaltar que la comisión de reclamos de la Unión Ferroviaria tenía poder absoluto para pedir cosas a la empresa para movilizar a los empleados a distintos fines, esto sucedió con el acto de River, y también en otros. Cuando se liberó el servicio el 20 de octubre, era el uso y costumbre de la empresa. -

De estos relatos, se corroboró el protagonismo de Pablo DIAZ, aquel día, convocando gente, dirigiéndola en el lugar, comunicándose con terceras personas telefónicamente, monitoreando las cosas, "haciendo inteligencia" respecto de los manifestantes, interpelándolos para saber qué harían, hablando con la policía presente en el lugar. En suma, un papel estelar apropiado para su rol en la comisión de reclamos, y su capacidad de movilizar personas, según lo narrara HOSPITAL.

El testigo CARDIAS, entre otras cosas, aportó al Tribunal que, mientras se dirigía hacia Avellaneda, en el trayecto, alrededor de las 9.30 horas, vio desde el tren que en Remedios de Escalada estaba Pablo DIAZ, con toda la gente, sacándola para llevarla. Estaba con los delegados que lo siguen: Aldo Amuchástegui, Gabriel Vasallo y Arias. Agregó que en Avellaneda lo volvió a ver, vestía una camisa blanca de manga corta, con ocho personas más, hablando por Nextel. Este dato, a nuestro juicio no es verosímil. En primer lugar, dado que Marcelo GONZÁLEZ, quien sí estaba en Remedios de Escalada, dijo que allí no lo vio a DIAZ, al igual que Ricardo ALMADA. En la misma dirección, Verónica Laura DEL ANNA, expresó en la audiencia que al ingresar ese día a su trabajo entre las 9 y las 9.30, en Constitución, en el entrepiso, lo vio a Pablo DIAZ donde está la oficina de reclamos, y éste le comentó que iba a haber un corte de vías en Avellaneda, y que iban a hacer un acto de presencia. Añadió que DIAZ le indicó que se iba a ir con una camioneta de la empresa a las 11 u 11.30 horas, siendo este error de CARDIAS, necesario exponerlo.

Por último, Pablo Samuel VILLALBA, si se quiere relatando una situación de contexto, explicó que se le llevaron reclamos de los tercerizados a Pablo DIAZ y fueron éste con ALCORCEL a ver a los empleados de Tristán Suárez, para decirles que si insistían con ingresar a planta "les iban a meter un tiro", si bien estos empleados no hicieron la denuncia. Una vez, dijo, que le pidió audiencia telefónicamente a DIAZ, éste se la concedió, y al recibirlo sacó una carpeta que era el legajo de su hermano, lo cual le llamó sumamente la atención, pues creía que eso lo manejaban los administrativos de la cooperativa. DIAZ argumentó que su hermano y él se autoinfligian las lastimaduras. Por otra parte, admitió que el 20 de octubre, fue en colectivo hasta el lugar, porque había recibido amenazas de la Unión Ferroviaria. -

Este relato de VILLALBA permitió establecer: a) La íntima relación de DIAZ con ALCOREL, b) la forma en la cual DIAZ respondía los reclamos de ingreso a planta permanente: la coacción, y c) la ascendencia de la comisión de reclamos sobre temas que no eran de su competencia, por ejemplo tener en su poder un legajo de un empleado de una cooperativa, lo cual demuestra la trama entre PEDRAZA, sindicato de por medio, y el manejo de facto de las cooperativas, en particular de la Cooperativa Unión del Mercosur. Es obvia la respuesta a la pregunta de cómo llegó a manos de DIAZ ese legajo que debía estar bajo la custodia de una autoridad administrativa ajena por completo a DIAZ: las relaciones salidas de cauce natural entre los intereses del sindicato, y los intereses de las tercerizadas.-

A más de ello, para reforzar la relación que tenía DIAZ con FAVALE, relató FERNANDEZ en su declaración indagatoria incorporada por lectura que "...tampoco era necesario traer gente de afuera, no sé porqué se sumó FAVALE..., hasta se queda cebando mate en la comisión de reclamos hasta que le consigan algo, no lo conozco a FAVALE personalmente...(a FAVALE) se lo deben haber recomendado de Plaza Constitución, donde está la comisión de reclamos, porque esa es la inscripción manuscrita al comienzo del CV...Mario GIUNTI: "sí, lo conocí en esa charla de Brown. -

En este contexto, la manifestación de Pablo DIAZ en su declaración indagatoria aparece sumamente mendaz, en cuanto afirmara: "yo no convoqué a nadie, fue una movilización espontánea", si bien sabemos que sí hablaron. Además el propio DIAZ reconoció lo siguiente: "Pidió hablar conmigo el oficial que estaba a cargo del operativo policial de la provincia de Buenos Aires, me dijo que ellos iban a caminar por al lado de la calle sin intentar subir a las vías. Me pidió que fuera sin incidentes.". Pues entonces, era previsible a los ojos de un policía "medio" allí presente, la posibilidad de que se desarrollen incidentes. Además, contó DIAZ que estando a la sombra, es el propio comisario de la División Roca quien avisó lo que los manifestantes estaban haciendo, con lo cual su grupo tenía diálogo con la policía, en particular con FERREYRA, a punto tal que el alto jefe policial lo tiene al tanto, a él y no a otro, de los pasos a seguir por el otro grupo. Por esta razón es inverosímil la confusión de FERREYRA en su declaración indagatoria, de DIAZ con GONZALEZ.

Reconoció en ese relato que FAVALE al llegar le dijo: "Acá estoy", lo que denotó que lo estaban esperando, sumado a que reconoció que quien propuso su ingreso fue él. Asimismo, es relevante que en ese relato DIAZ reconoció que corrió junto a sus compañeros, con lo cual se desmerecen los testimonios de los ferroviarios que habían sostenido que se quedó en las vías. De este modo, deja abierta la posibilidad DIAZ de que hubiese armas de su lado, señalando precisamente: Sí alguien disparó eso fue de motus propio, con lo cual, este es un extremo que no merecería controversia, lo que si no es verosímil lo de motus.

También se destaca que VITALI, el de seguridad, hayan hablado y referido que no querían problemas, que no querían que se cruzaran con el otro grupo, que no tuvieran enfrentamientos. Por qué VITALI le diría algo así, qué estaban pasando ahí, como era el estado de cosas. Cabe enlazar esto con las propias manifestaciones de VITALI en cuanto refirió que él no tenía funciones sobre esa gente y que el único que podía frenar esto era FERNANDEZ. Estos dos datos vistos de manera conjunta nos dan una idea de cuál habrá sido la respuesta de DIAZ a VITALI.-

Por todo lo expuesto, en suma, consideramos acreditada la intervención delictual de Pablo DIAZ en estos hechos. -

Prueba común a los encartados DIAZ y FERNANDEZ:

El testigo Claudio DIAZ, por su parte, dijo conocer a Juan Carlos FERNANDEZ de reuniones, de asados, y que sabe que es el representante, el referente del Roca ante la Unión Ferroviaria, tenía conocimiento que estaba arriba de Pablo DÍAZ y de la comisión de reclamos, y contaba con una jerarquía superior a los delegados, era el escalón más alto en el Roca. En tanto que a Karina BENEMÉRITO la conoció como su secretaria, la que intermediaba entre éste y Pablo DIAZ, manejaba las solicitudes de préstamos.

Asimismo, Guillermo HARVEY relató que el tema "paritarias" siempre lo trataba con FERNANDEZ, en tanto que si el tema era menor, por ejemplo una sanción disciplinaria, lo hablaba con algún delegado. Aclaró que nunca intervino PEDRAZA en esos temas, nunca se reunió con él, ya que FERNANDEZ tenía la autoridad suficiente como para representar al gremio, si se firmaban las actas, los acuerdos los firmaba él.

A su turno, Karina BENEMÉRITO, dijo que estaba mucho tiempo en la comisión de reclamos, aunque no estaba formalmente en ese organismo, atendía en la comisión de reclamos, sita en "Hornos n° 11"; consultando tanto con Pablo DIAZ, el secretario de la comisión, como con FERNANDEZ. Es más, recordó que cuando lo detuvieron a Pablo DIAZ, también estaban GONZÁLEZ, FERNÁNDEZ y ALCORCEL. Añadió, que se enteró de la muerte de Mariano FERREYRA por los medios, entre las 3 y las 4 de la tarde. Sumó que Claudio DÍAZ tenía un corte en la cabeza, o en la cara, y GARRO tenía una herida en la mano, pero no sabe porque razones. Apuntó, que el día 20 de octubre de 2010, estaba convocada por la Unión Ferroviaria a un congreso de la revista "Latín Rieles", que se llevó a cabo en la sede central, sita en la calle Independencia. En esa ocasión, entre las 10.00 y las 11.00 horas de la mañana, llamaron compañeros a Patricia CARBAJAL para preguntar si se sabía algo sobre el corte de vías. Ella tenía llamadas pérdidas del delegado "Gonzalito", con quien son compañeros de trabajo. Además de GONZALEZ, no recordó quién más la llamaba. Cabe señalar, que llamó la atención en la audiencia que la fiscal le destacara que con ALCORCEL cruzó más de veinte (20) llamadas, y sesenta y cuatro (64) con Pablo DÍAZ. En otro orden de cosas, dijo que a las marchas suelen convocar mujeres, no recordó si a la del 20 de octubre de 2010, fueron convocadas. -

Análisis: Así las cosas, se hace visible a partir de estos relatos la estrecha relación que unía a FERNANDEZ, DIAZ y a BENEMÉRITO. Claramente, del uso coloquial del lenguaje de los que han comparecido, se describe la estructura vertical de la Unión Ferroviaria, donde FERNANDEZ ocupa el eslabón más alto, en lo concerniente al ramal Roca, por debajo la comisión de reclamos, el territorio de Pablo DIAZ, y debajo los delegados. Asimismo, Claudio DIAZ hizo referencia al asunto de mayor interés para los empleados ferroviarios, el "gancho", el motivo se "hacía mérito". El manejo de los préstamos, temática donde por medio de BENEMÉRITO, FERNANDEZ y DIAZ eran influyentes.

Tal era el peso -ejecutivo- de FERNANDEZ que el tema "paritarias" era tratado con él. Era tal el peso de FERNANDEZ, que para cosas menores, como sanciones disciplinarias, no se lo molestaba, temas menores eran tratados con algún delegado. Era tal el peso en el gremio de FERNANDEZ, que tenía autonomía para representar al gremio, firmaba actas y acuerdos. Tan ello era así, que PEDRAZA no intervenía. Obviamente, de la propia declaración indagatoria de FERNANDEZ, se dedujo que no tenían diferencia con PEDRAZA, pero éste no aparecía, ergo: lo actuado por FERNANDEZ lo representaba. Siendo ello así, no hay que sorprenderse que, el día de los hechos, PEDRAZA no haya tenido ninguna comunicación con los sujetos que estaban en Barracas, lo que en modo alguno no implica que desconociera lo que allí estaba sucediendo, ni que estuviera en desacuerdo con ello. Todo lo contrario, raro hubiese sido que PEDRAZA sí hubiese entablado un diálogo con alguien de Barracas, ya que lo que sucedió esa vez, fue lo que siempre sucedía. FERNANDEZ era la voz de PEDRAZA, quien aún sin intervenir directamente, estaba al tanto de todo, consintiendo todo. Después veremos, el nivel de relaciones con los que sí hablaba PEDRAZA, sin ir más lejos, el Secretario de Transporte, o el Ministro de Trabajo.

De los nombres que pueden leerse en la agenda personal del señor PEDRAZA, secuestrada en su propiedad, cabe inferir el nivel y la importancia de sus relaciones personales. -

Por último, del relato de Karina BENEMÉRITO, supuestamente secretaria de relaciones internacionales, se pudo conocer que su cargo real estaba en la comisión de reclamos, junto a Pablo DIAZ, a quien consultaba y como una suerte de secretaria ejecutiva de "FERNANDEZ". Del mismo modo, no es un dato menor que cuando lo detuvieron a DIAZ, éste se encontraba junto a GONZÁLEZ, FERNÁNDEZ y ALCORCEL, pues ello demuestra la cercanía entre ellos, sus intereses en común, su solidaridad. Ninguno de ellos haría lo que el otro no quisiera, eran entre ellos personas de confianza. Sólo desde esta óptica cabe comprender cabalmente lo ocurrido en Barracas aquél día. Es entendible la referencia de BENEMÉRITO en cuanto a que GARRO tenía una herida en la mano, pero no sabe de qué, algo compatible con la decisión tomada a último momento de la defensa técnica de UÑO de desistir de su testimonio. Es muy interesante repensar la respuesta de BENEMERITO sobre las llamadas recibidas, justamente omite mencionar por iniciativa propia aquellos con los que habló más, con referencia a DIAZ y a ALCORCEL, lo cual en la audiencia le hiciera notar la Dra. JALBERT. Pues entonces, por ahí pasa el tema por lo que BENEMERITO elude, la vinculación de FERNANDEZ con lo hecho por DIAZ y ALCORCEL, por eso ellos la llamaban a ella, y por eso al momento de la detención estaban todos juntos, querían que los banque el sindicato, dado que hicieron lo que hicieron por y para el sindicato.

Por último, la referencia de BENEMÉRITO en cuanto a que en las marchas de la UF se solía convocar mujeres, lejos de exonerar incrimina, dado que lo cierto es que a esta del 20.10.2010, no fueron, y si siempre van y aquí no, es porque aquí iba a pasar algo distinto que convenía tomar una determinación distinta. A la luz de lo que pasó, con referencia a los disparos producidos, esta determinación de no convocar mujeres, es indiciaria de ello, que la eventual existencia de violencia era conocida por los que, desde el sindicado, convocaban.

En cuanto a las comunicaciones telefónicas de ambos, merecerá ello un tratamiento particularizado en otro lugar.

Situación de Juan Carlos FERNANDEZ

Explicó COTS, que La Unión Ferroviaria administra una bolsa de trabajo para ingreso a la UGOFE, imaginando que FERNANDEZ tiene injerencia sobre ello. FORLI, por su parte, dijo que en forma habitual hablaba con Juan Carlos FERNANDEZ, ya que los temas que el gerente de Recursos Humanos necesitaba una convalidación del Comité, ello lo trataban con FERNANDEZ. Las Convenciones Colectivas las firmaba con el gerente de Recursos Humanos, siendo que el referente gremial de la línea Roca era Juan Carlos FERNANDEZ.

Análisis: Lo que aparece visible de aquí en adelante, es la razón por la cual dentro de la organización sindical, el "agradecimiento" de los empleados ferroviarios para con FERNANDEZ se finca, en la forma de ingreso a la "planta permanente". Para poder hacerlo era necesario contar con la "propuesta" de la UF, ocupándose el "gallego" de buena parte de ello. De ahí que muchos ferroviarios al testimoniar, hicieran referencia a que ingresaron al ferrocarril "gracias a" FERNANDEZ. No se pretende demostrar con esto ninguna irregularidad formal, sino una situación de hecho real, un estado de cosas, aún en el marco de Convenciones Colectivas, pero que dentro de las relaciones personales futuras y actuales, se traducía en lealtad, y por implicación en una relación de poder. -

CISNEROS, a su turno, dijo conocer a FERNANDEZ, que a veces le daba una "mano", posicionándolo como "la cabeza" de la Unión Ferroviaria. Precisó que no compartía el "método" de los tercerizados, aunque sentía una responsabilidad respecto a sus compañeros y "no quería que les pasara nada". Sabe que ese grupo minoritario hacía asambleas "fuera" del ferrocarril. Pasó a planta permanente el Io de enero de 2011 (tras el episodio de Mariano FERREYRA) . Un día fue al canal METRO, con un periodista llamado GARCIA, fue con Nelson GONZALEZ y ARRIETA. No sabe si GARCIA había pautado la nota con FERNANDEZ. Pero lo cierto es que el compañero FERNANDEZ les avisó que los iban a llamar, les dijo que GARCIA les quería hacer una nota. Se los dijo personalmente en la Unión Ferroviaria, adónde concurrieron los siete delegados. Recordó que antes efectivamente habló por teléfono con FERNANDEZ sobre su presentación en el programa, suponiendo que alguna sugerencia le dio. -

Miguel Alejandro TORETTA, recordó que ingresó "gracias" a Juan Carlos FERNANDEZ, a quien conoció cuando empezó a trabajar, pues le tramitó el ingreso a planta permanente. Reseñó que cuando estaba en "vía y obra" estaba afiliado a la UOCRA, pero desde que ingresó al ferrocarril está afiliado a la Unión Ferroviaria, lo hizo el mismo día que ingresó.

Seguidamente, Eduardo Carlos INNAMORATO, jefe Director del Área de Seguridad General de Transporte, precisó que conoce a FERNANDEZ en ocasión de una reunión referida a su función.-

Análisis: Como puede verse, es tal la influencia de FERNANDEZ, que participa de reuniones con altos jefes policiales, para tratar temas relativos a la seguridad, incluso CISNEROS lo llega a ubicar como "cabeza" de la UF. Es decisivo a la hora de la selección del personal que se propone para su ingreso, los empleados le guardan "agradecimiento" por eso, y por lo visto, participa, y manejaba la estrategia comunicacional del sindicato, en particular aquella vinculada a este hecho, gestando entrevistas televisivas, y sugiriendo el contenido del relato. Quedo expuesto, también, que a los que ingresan "gracias" a ellos, se afilian ya desde prontamente al sindicato, una buena manera de tener asegurada la hegemonía. Ahora bien, este tipo de modelo sindical hegemónico reconoce su punto débil, la posibilidad de un sindicato paralelo, orientado en el paradigma de la libertad sindical. Por lo tanto, para la manutención de ese modelo, se tornaba necesario reaccionar contra estas expresiones. -

Otro momento que lo ubica a FERNANDEZ gestando la estrategia de defensa, es la conversación telefónica del 24 de octubre (casete 3.a, min 17.10 al 19.43), que mantuvo con TORETTA, y dicen: "Juárez, Adrían Leonardo quiere declarar, esto cambia el rumbo". -El día 25.10 (casete 4.b min 14.24. a 15.42), se dice: "Este si lo llaman va ir, pero va a decir que le pegaron un tiro en la mano". -

En cuanto a los sucesos ocurridos el día del hecho, explicó Ricardo ALMADA, que cuando salen para esas actividades del taller siempre es porque hay autorización de la empresa, ese día tenían permiso. Se le exhibió el listado de caja H, y respondió que puede leerse su nombre y apellido en un listado que lleva la firma de Juan Carlos FERNANDEZ. Luego, y frente a la exhibición de otro listado, contestó que supone que su nombre está ahí porque es la gente que fue a evitar el corte de vía.-

Análisis: Con el relato de ALMADA, se desmorona la excusa de la auto convocatoria, la estrategia de intentar diferenciar la salida del 20.10.2010, de una salida para un acto sindical. Evidentemente, desde la perspectiva de los empleados ferroviarios a los cuales se los hizo concurrir a este denominado "acto de presencia", se trató de lo mismo, de una salida gremial. Por eso ALMADA dice que cuando salen siempre hay permiso de la empresa, y en este caso también lo tuvieron, prueba de ello es el listado respectivo para que la salida fuese posible. Luego, como se sabe, existió ex post un sorpresivo, y no avisado, descuento de haberes del día no trabajado, lo que debe ser visto como un vano intento, si se quiere de orden institucional, de "despegarse" de lo que había pasado. -

Añadió CAVAZZA que posiblemente que haya hablado con FERNANDEZ dado que así se lo indicó el Sr. Secretario de Transporte, el 19 ó el 20 de octubre de 2010. Se trataba de ver si estaban dadas las condiciones para la prestación del servicio. Sobre una llamada suya a FERNANDEZ a las 18.34 horas del día 19 de octubre, explica que todas esas llamadas apuntaban a garantizar la seguridad del servicio. Sobre tres llamadas en la mañana del día 20, reiteró que fue sobre la misma cuestión. -

Análisis: Como puede verse, cuando desde la Secretaría de Transporte tenían que comunicarse con alguien de la UF en procura de certeza, lo hacían con FERNANDEZ. Esto demuestra que era el indicado para darlas. En este caso, ya a las 18.34 horas del día 19.10.2010, CAVAZZA, por indicación de SCHIAVI, le pedía "garantías" a FERNANDEZ sobre la seguridad y regularidad del servicio. Lo mismo hizo, según relató, en tres oportunidades en la mañana del 20.10.2010. Esta manifestación, permite hallar una explicación a la razón de ser de la convocatoria de la UF a sus afiliados para evitar el corte de vías: "asegurar" lo que se les pedía que aseguren, que el servicio efectivamente se iba a prestar. En última instancia, para la UF era una demostración que continuaba teniendo el control de lo que ocurría, en una demostración de fuerza frente a los tercerizados, y los movimientos sociales que los acompañaban, que amenazaban su hegemónico dominio. -

VITALI, gerente de coordinación de lo que es la contratación de fuerzas de seguridad, al iniciar su relato reconoció que de la Unión Ferroviaria conocía a PEDRAZA por ser un hombre público, a FERNANDEZ y a Pablo DIAZ. Ya comenzado su testimonio admitió que con FERNANDEZ habló el dia anterior (19.10) por el tema de un partido de Independiente, y ahi ya se sabía que iba a haber una movilización el día siguiente, pero no hablaron nada de eso. El dia 20 de octubre de 2010, en horas del mediodia, antes de irse a comer, y en función de que él no tiene "funciones" sobre "esta gente" (se refiere a las personas sobre las vias), trató de comunicarse con FERNANDEZ, en la inteligencia de que era la única persona que podía frenar una situación grave. En su opinión, ese dia, hubo un corte del servicio de unos 25 minutos a 30 minutos (a esta altura ya sabemos que los tercerizados pisaron como mucho el costadito de las vías, apenas unos segundos). -

Análisis: Es de singular importancia el testimonio de VITALI, en la medida que son afirmaciones de alguien de nula animosidad para con FERNANDEZ (solían ir juntos a ver a Independiente, y de hecho fueron juntos la noche anterior) , y lo es porque reconoció que lo que estaba pasando en las inmediaciones de la Estación Avellaneda era grave, y él estuvo ahí, viéndolo. Ese estado de cosas que VITALI calificó de situación grave, es el mismo que estaban viendo los jefes policiales MANSILLA y FERREYRA. También, el testimonio es de singular importancia porque implica el reconocimiento implícito de que FERNANDEZ pudo detener eso, y no lo hizo. VITALI expresó que no tenía "funciones" sobre esa gente, por lo tanto a su ver FERNANDEZ sí!, y por eso podía detenerlo. No puede negarse que VITALI habla desde el lugar de alguien que conoce el tema desde adentro. Además VITALI no nos habla de ferroviarios, sino que utiliza la expresión "esa gente", acaso porque FERNANDEZ tuvo incidencia en el apoyo externo, en el "refuerzo" encabezado por FAVALE, que acompañó a los ferroviarios aquel mediodia en las vias del Ferrocarril Roca, sobre la calle Pedro de Lujan. Incluso, del propio relato de VITALI se desprendió que las tres personas más conocidas en el ramal Roca, eran DIAZ, FERNANDEZ y obviamente PEDRAZA. Por último, una y otra vez, se vuelve sobre el mismo punto: ¿es verosímil lo de la auto convocatoria?, si los empleados ferroviarios de base, incluso los delegados, se enteraron del corte de vias el mismo 20 de octubre a la mañana, y la cúpula sindical ya estaba enterada de antes, cuanto menos desde el dia anterior. De dónde surgió la voluntad de reaccionar frente a ello, desde abajo, o bien desde arriba, PEDRAZA reunido con SCHIAVI, luego CAVAZZA llamando a FERNANDEZ, PEDRAZA contándole a FERNANDEZ que de hacer un paro ni hablar (es raro ¿no?, que la UF decida hacer, o no, una medida de fuerza, según el mejor criterio del -por entonces- titular de la secretaria de transporte); luego FERNANDEZ hablando con Pablo DIAZ, y este con los delegados, y recién finalmente, estos últimos con los ferroviarios. A decir verdad, pocas veces una cuestión estuvo tan clara como esta. Y es más, de la sucesión temporal de las comunicaciones, emerge con total evidencia el perfil vertical del sindicato, donde no se salteaban eslabones.

Del mismo modo, Germán AGUIRRE expresó que ese día fue invitado al congreso de "Latín Rieles", llegando al gremio alrededor de las 9 de la mañana. Primero vio a Patricia CARABAJAL y luego a esos de las 12.30 ó 13.00 horas habló con Karina BENEMÉRITO, a quien le preguntó por qué no paraban todo eso, en clara referencia a un grupo de gente que se peleaba con otro. Ella se puso nerviosa, pues estaba recibiendo llamados de una persona apedreada y luego de una persona herida. Seguidamente, apareció FERNANDEZ. En otro orden de cosas, con puntual referencia a los hechos ocurridos en Constitución, aportó que aquella vez lo llamó Karina BENEMÉRITO para que fuera al hall de Constitución, por una manifestación, y dado que resolvieron no ir, ahí nomás lo llamó FERNANDEZ, a quien literalmente le dijo que "no era su función correr gente", pues en eso tiene que intervenir la Policía Federal o el Gobierno Nacional. Después lo volvió a llamar FERNANDEZ y le refirió que estaban creando "muchos problemas" y que le diera otra utilidad al reclamo. Esa fue la última conversación que tuvo con él. -

Análisis: Como se ve, para AGUIRRE también estaba claro que a la gente arriba de las vias las habia mandado la cúpula del sindicato, por eso le dice lo que le dice a BENEMÉRITO, persona de estrecha confianza de FERNANDEZ, y por eso ésta no lo niega, sino que se pone nerviosa. Es por eso que AGUIRRE le pidió que lo frenen. Además, la propia lógica se evidenció en el episodio narrado por AGUIRRE, donde BENEMÉRITO, quien ejecutaba las indicaciones de FERNANDEZ, lo llama y lo convoca para el contra piquete del corte de boleterias, AGUIRRE se niega, e inmediatamente FERNANDEZ lo llama. Pero lo crucial es lo que AGUIRRE le dice, que no era su función "correr gente". Para eso lo estaban llamando, y para eso mandaron a la gente a Avellaneda, el 20 de octubre de 2010. La UF se habia topado con un nuevo escenario, que fue lo que FERNANDEZ le dijo a AGUIRRE que estaban creando "muchos problemas" y que le diera otra utilidad al reclamo. Y como eso no ocurria, y el 20 de octubre volvieron los tercerizados a "causar problemas", el sindicato tomó nota de ello, y FAVALE también. -

Corresponde analizar ahora, las explicaciones que brindara FERNANDEZ en su declaración prestada en el juicio oral, alli dijo que según de lo que se trate, los delegados se comunicaban con él, pero el canal natural es la comisión de reclamos, en general se comunicaba con el secretario Pablo DIAZ. Obviamente, esta expresión demuestra nuevamente la verticalidad del sindicato, donde nadie se salteaba eslabones.-

Confirmó FERNANDEZ que desde la mañana del 19 de octubre de 2010 sabían que iba a haber un corte, que se venía armando de hacía varios días, habiendo participado los tercerizados con un pequeño grupo, esto lo hacía fundamentalmente gente del Partido Obrero y Quebracho. Estos desmanes los hacen activistas, los tercerizados quieren trabajar. No los de UOCRA que tienen otra metodología. Ellos reclutaban gente despedida para hacer más bulto. Ese día (19.10.2010) habló con PEDRAZA y le contó que se hablaba de un corte de vía, y como él lo iba a ver a SCHIAVI, le dijo que se lo comentara, para que tomara las medidas para evitarla. Que si era necesario paraban los trenes "en defensa" de los trabajadores ferroviarios que luego sufren las consecuencias de un corte de vía. PEDRAZA habló y lo llamó a las 18.50 horas, le dijo que SCHIAVI se iba a ocupar, y que al día siguiente iba a ir para el seminario de "Latín Rieles", y que de "parar los trenes ni hablar". -

Son por demás esclarecedoras las propias palabras que emplea FERNANDEZ en su relato. Hace hincapié que los tercerizados participaron en un pequeño grupo, como si eso pudiese deslegitimar el reclamo, y a la vez ser indulgente con las agresiones que, en todo caso, no eran contra trabajadores sino contra activistas que provocan desmanes. Sostuvo que los tercerizados quieren trabajar, y por implicación que los que concurrieron a Barracas no. Recordemos que los tercerizados, por causa de su precarización laboral, nos relataron en el juicio que a los que reclamaban los despedian y listo. Además que estaban atemorizados de participar, recordemos la llamada de DIAZ al tercerizado, tempranito a la mañana, sugiriendo que "se resguarde la vida...". Por lo tanto, no eran las mejores condiciones para participar. -

Llama la atención que FERNANDEZ señale que los de la UOCRA tienen "otra metodología", puesto que en el propio grupo que estaba en las vias habia afiliados a este sindicato, y en el momento del ataque se escucharon gritos tales como "aguante la UOCRA", "aguante la Verde". Es decir, los convocaron ellos, a punto tal que TORETTA reconoció que a su grupo los acompañaban varios tercerizados (algunos con afiliación a este sindicato). -

También la expresión "reclutar... para hacer bulto" es muy reveladora, pues SANDRI declaró que los delegados ferroviarios en los talleres de Escalada "reclutaban" gente. En tanto que HERNANDORENA testimonió que lo llamaron por teléfono, por un corte de vía, para hacer tumulto. Es decir, se proyectó hacia afuera lo que se hace adentro, esa es la verdad. -

De otro lado, las propias llamadas que recibe FERNANDEZ de parte de CAVAZZA, por indicación de SCHIAVI, parecerían indicar lo contrario respecto de la charla entre PEDRAZA y SCHIAVI el día 19 de octubre. Dijo CAVAZZA que lo que le pidió a FERNANDEZ en esa comunicaciones era "garantías" de la prestación del servicio. 0 sea, testimonió CAVAZZA que en las cinco comunicaciones telefónicas se dialogó en torno a esas "garantías" que le pedía. Por lo tanto, parecería desprenderse que en la conversación del día anterior entre el secretario de Transporte y el Secretario del gremio, el que se iba a ocupar era el propio FERNANDEZ. Además, en la mañana del 20 de octubre, cuando CAVAZZA reconoció tres comunicaciones telefónicas con FERNANDEZ, SCHIAVI estaba junto con PEDRAZA, incluso conversando tanto que el Congreso se demoró en iniciarse, dado que en el panel de apertura tenian que exponer ambos. -

Recordemos que en este caso intercedió CAVAZZA dada la licencia de Antonio LUNA, quien era el canal natural para este tema. Siendo que en una escuchó posterior, hemos podido tomar nota del tono, si se quiere de mutua confianza, en el que pueden llegar a dialogar por teléfono FERNANDEZ con LUNA.

Reconoció FERNANDEZ que concurrió a la cancha de Independiente la noche del 19 de octubre, la noche anterior al hecho. También concurrieron Verónica Dell'Ana y VITALI, el encargado de la seguridad en el Roca (todos por la peña "Diablos Rojos Ferroviarios"). Así, no obstante haberse acostado tarde, FERNANDEZ ese 20 de octubre reconoció tener llamados telefónicos, incluso de las 6.45hs., a las 7.40hs. andaba por Lomas de Zamora y que a la Unión Ferroviaria llegó poquito después de las 8.00 hs. Reconoció también que se demoró el inicio del congreso pues el secretario de Transporte "estaba arriba" con el secretario general. Evidentemente esa mañana SCHIAVI y PEDRAZA estuvieron conversando, no sabemos si mucho o poco, ni de qué, pero si era algo lo suficientemente importante para hacer aguardar a 250 o 300 personas que eran los invitados a ese congreso. -

Apuntó, que estando en la Unión Ferroviaria, en dos o tres oportunidades, en horas de la mañana, entregó sus teléfonos a Karina BENEMERITO, a Joaquín PÉREZ y a FALSOY. Esta información, evidentemente, es un intento por relativizar los indicios en su contra que surgen del intercambio de comunicaciones telefónicas que tuvo esa mañana con Pablo DIAZ. -

A la gente de limpieza la representaba "Maestranza", porque eran una empresa tercerizada, así como a los de "Vía y Obra" los representa la UOCRA, fue así toda la vida. El ingreso lo tiene que autorizar el estado. Ellos trataban de que mejoraran salarios, para equipararlos, les parecía lógico por razones de solidaridad, y así era más fácil incorporarlos a planta. Por ende, los trabajadores de limpieza no eran ferroviarios pues no trabajaban para el ferrocarril.

Del mismo modo, también son inconsistentes sus explicaciones de por qué tenia en su poder el curriculum de FAVALE, y respecto de una anotación con su letra que dice "no ingresa". El propio FERNANDEZ reconoce que asi lo hizo, pues al día siguiente se decía que FAVALE había participado en este hecho. Lo demás es sólo formal, un informe psicotécnico no habia sido favorable. Recordemos que para esa fecha, con sus teléfonos intervenidos, FAVALE, a los gritos pedia hablar con Pablo DIAZ, exclamaba que lo habian mandado los ferroviarios ahi, que fueron ellos, que no lo dejen tirado, que el que habia disparado era un ferroviario (se referia a SANCHEZ), y que si caía él iban a caer todos. Del otro lado, con desesperación, un tal Mario Yuntis, lo exhortaba a que si lo detenia que por favor no hable, que se niegue a declarar, que nadie tenia que quedar tirado, instalando la idea de un tirador ajeno a ellos. La misma que FERNANDEZ dijo aqui que no se investigó. -

Por lo demás, son muy poco convincentes los intentos de justificación de FERNANDEZ respecto de su manifestación a VITALI, en el mes de enero del año 2011, donde dijo de "ubicarlos donde haga frío" a los que recién ingresaban (y que no los habia propuesto el gremio). -

De igual modo, al serle exhibió de un material obrante en la caja "H", en particular una carta dirigida a PEDRAZA, que tiene escrita la consigna "la única verdad es la realidad". FERNANDEZ, mostró toda la dimensión de su irascibilidad al reaccionar con vehemencia expresando "es una tremenda pelotudez". Muchas veces, las personas son conocidas en sus valores por sus definiciones, FERNANDEZ señaló en el juicio la vaca se come a bifes. -

Otras de sus inconsistentes explicaciones lo fue al intentar justificar una manifestación que le refiriera en una conversación del día 12 de enero de 2011, a Karina BENEMERITO, en cuanto a agitar a la gente y que "vayan los delegados y hagan quilombo".

Otra cuestión relevante es que FERNANDEZ reconoció haber solicitado el peritaje balístico de LOCLES, justo el perito de parte propuesto por un imputado que dijo en su declaración que su abogado se lo "puso" el sindicado. Siendo justamente el peritaje de un perito, a la postre acusado de intentar destruir una prueba (la bala extraída del cuerpo sin vida de Mariano FERREYRA) . Vale decir, el perito de parte de un imputado otrora absuelto, de nivel socio económico por demás bajo, expuesto a semejante problema penal. -

Los ferroviarios se auto convocaron refirió FERNANDEZ, un acto es otra cosa, esto era una presencia en las vias para evitar el corte del servicio. La Unión Ferroviaria no es una organización vertical. No convocó a ferroviarios para el 20 de octubre. Los ferroviarios suelen auto convocarse. Sin embargo del análisis de la prueba surge que el dia anterior ningún FERROVIARIO sabia de esto, y que el propio 20 de octubre, primero FERNANDEZ habla con DIAZ, después éste (habla con FAVALE y además) con los delegados quienes convocaron a los trabajadores, todos estos en la convicción de que sallan con la "venia" gremial, a un "acto de presencia" pedido por el sindicato "para hacer mérito". No hubo pues auto convocatoria, fue gestado de arriba hacia abajo. De otro lado, sólo a manera de ejemplo, BENEMÉRITO llamando ferroviarios por teléfono y refiriéndoles: "dice el gallego que tienen que ir", es una señal de una organización por demás vertical. -

Resaltó también FERNANDEZ que suponia que con VITALI, la noche anterior, tenia que haber hablado del corte de via. Sin embargo, este último en su testimonio dijo lo contrario. -

Otra inverosímil explicación, fue la que dio FERNANDEZ en torno a una comunicación telefónico con Antonio LUNA, cuando este último le decía que "todo esto" atentaba contra "el sistema". Dijo que se refería al sistema ferroviario. Recordemos que en esa conversación LUNA también le dijo otras cosas: "Lo de la tercerizada, la mejor forma de defenderse es no aclarar nada", "gallego, te están dejando sólo, pero yo a los amigos los acompaño hasta la puerta del cementerio, ...hay que dejar actuar a la justicia, a la larga la verdad triunfa. Paradógicamente, para que actúe la justicia, y se llegue a la verdad, PEDRAZA confió en los servicios de RIQUELME. -

Enfatizó FERNANDEZ que en la Unión Ferroviaria no se manda gente armada, han ido a montones de actos y movilizaciones, jamás hubo lastimados. Es imposible que esto fuera organizado. Nadie se convierte en asesino a los setenta años, sabe de política y que matar a una persona para estos grupos políticos, es como darles una bandera. Está seguro que de un compañero de la Unión Ferroviaria, no salió que hubiera que matar a alguien. Por atrás de los ferroviarios, en una filmación, se ve que entra gente y se va mechando. Está seguro de que esto no surgió de los ferroviarios. -

Sin embargo, FAVALE cae al lugar armado porque lo convoca Pablo DIAZ después de hablar con el propio FERNANDEZ. Además, SANCHEZ fue armado y es ferroviario, y aparentemente otro ferroviario también fue armado, BENITEZ quien era capo en el lugar. Pues entonces, aparecen bastante relativas las palabras de FERNANDEZ sobre este punto. De otro lado la gente que se va mechando, a la que hizo referencia, la convocaron ellos, por lo que su tesis de un infiltrado no tiene fundamento en la prueba producida en el debate. Sostuvo la policia que era ésta la primera vez que los ferroviarios se presentaron en las vias a contrarrestar un corte de vias, por lo que sabe siempre hay una primera vez para todo, como cuando apareció la primer tercerizada en el ferrocarril. -

Sobre su relación con PEDRAZA, contó FERNANDEZ que comenzó en el año 2000 o 2001. En un momento PEDRAZA pasó a ser Secretario General, ahi es cuando empezó a tener más trato con él. En su función de secretario administrativo comenzó cuando cambió su cargo con el gerente ARGUELLO, en 2005. PEDRAZA se enteraba de cuestiones del Roca por él. En rigor, concluyó Nunca tuvieron puntos de vista divergentes. -

En suma, lo que se desprende de estas manifestaciones es que FERNANDEZ nunca haría algo en lo que PEDRAZA no estuviese de acuerdo, y que lo tenía al tanto de todo lo que sucedía en el Roca. -.

Concedió FERNANDEZ también que es una preocupación de todos los sindicatos la creación de sindicatos paralelos. Cualquiera junta a compañeros y asumen una representación gremial, está la posibilidad, la ley no lo prevé, pero ha pasado. A veces no tienen personería, pero a lo mejor la justicia les da.-

Acaso aquí está uno de los móviles políticos de este hecho. -

FERNANDEZ, expresó en su descargo que en agosto de 2011, se eligieron delegados, y las elecciones nacionales fueron en noviembre de este año. Ya con los tercerizados incorporados, igual así ganó la lista verde. -

Bueno eso se explica porque muchos de los tercerizados que ingresaron, las empresas en su momento los habían tomado de "la bolsa" de trabajo de la Unión Ferroviaria. Verdaderamente, el gremio se ocupaba mucho de ello. De hecho, lo escuchamos de boca de FERNANDEZ en una escucha: "Lo que no quiero son más tipos que dentro de un mes me digan que son ferroviarios. Le decíamos a las cooperativas que tenían que meter a la gente de la bolsa de trabajo. Hay que agarrarlos del cogote y sacudirlo a este CARDIAS, metieron gente de los partidos políticos dejaron gente nuestra afuera. Esto fue manejado por funcionarios que no entienden un carajo de nada, le hacen un piquete y se asustan. Tercerizados explotados, nadie tenía idea de lo que hablaban, los periodista, nadie.". Lo dijo clarito FERNANDEZ, no queria más ferroviarios. Claramente apuesta a la escisión de los trabajadores, y se queja del gobierno porque metieron gente "de los partidos políticos", dejando "gente nuestra" afuera. Evidentemente, le interesaba la ideologia de la gente que ingresaba, mas allá de su descalificadora violencia para con CARDIAS.-

Luego en una conversación del 1 de febrero de 2011, FERNANDEZ se expresó como si fuese el dueño de la gente, textualmente dice "los que hacen limpieza, esos muchachos son míos, yo los hice entrar". Pues entonces, no es creible lo de la prioridad de ingreso por bolsa de trabajo. FERNANDEZ se arroga un decisionismo arbitrario en el ingreso de los trabajadores, capaz de erigirlo en señor de las personas, no otra cosa puede significar "esos muchachos son míos, yo los hice entrar".-

Añadiendo que ellos hicieron ingresar a VILLALBA y salió para cualquier lado. Sin duda alguna, la espontaneidad de un relato permite conocer la verdad. Con anterioridad FERNANDEZ había dicho que el sindicato no hace ingresar, sino que quien decide los ingresos es la empresa. Además, la expresión "salió para cualquier lado", sólo se comprende si en la motivación de proponer un ingreso existe un lado para el que debe salir. No es claro FERNANDEZ en este punto. -

Señaló que Pablo (DIAZ) no tuvo más remedio que ir, porque es delegado de la comisión de reclamos e iban todos los delegados. El Tribunal tiene otro punto de vista a este respecto, pues de la prueba relevada se advierte que es el propio DIAZ el que convocó a los delegados para que lleven a la gente y lo hace justamente después de hablar por teléfono con FERNANDEZ. -

Finalmente, remarcó el imputado que no dio órdenes, nadie da órdenes en la Unión Ferroviaria, pues esa organización, no es un ejército, no hay obediencia. Los que estaban alli tienen vuelo propio, hacen lo que quieren. -

Opuestamente, recordamos la prueba que señaló DIAZ exclamando "bajen cagones" luego de hablar con FERNANDEZ que lo llamó en el mismo instante que llegaba FAVALE al lugar. A nuestro ver, no condice con la semblanza que da FERNANDEZ sobre el punto. Y a su vez, también vienen al recuerdo UÑO diciendo "el delegado es palabra mayor", y a PIPITO expresando que él no tenía cargo para hablar", lo que se da de bruces con la representación de personas con "vuelo propio". -

Por todas estas consideraciones entendemos demostrada la intervención delictiva de Juan Carlos FERNANDEZ en estos hechos. -

Sobre la ambulancia...

En orden al asunto vinculado al traslado de los heridos desde el lugar de los hechos, hasta el Hospital Argerich, contamos con el testimonio de Damián CARDOZO, quien aportó que en la ambulancia, Mariano FERREYRA viajaba arriba de Elsa, en parte el torso estaba apoyado sobre las piernas. Elsa ocupaba el lugar de la camilla, tenía la cabeza hacia el lado del conductor, siendo que la parte inferior de Mariano estaba sobre el piso de la ambulancia. Añadió que sostenía a Mariano de la parte de los hombros, pero estaba avanzada su agonía. Asimismo, Néstor Abel HERNANDEZ precisó que de los que ingresaron al Hospital conoce los nombres de las tres personas. Nelson AGUIRRE y Elsa RODRIGUEZ estaban heridos. No recordó que otra persona haya ingresado producto del mismo hecho. Otra persona ingresó fallecida (Mariano FERRYERA). -

Estos testimonios que narran la manera de traslado de los heridos, unidos a aquellos que describen las agresiones que sufrieron las víctimas, y su estado al ingreso al nosocomio, permiten sostener la ausencia de cualquier tipo de interrupción del curso causal que, de manera relevante, pudiese haber tenido incidencia en la concreción de los resultados. Por el contrario, a la luz de la autopsia practicada a FERREYRA, y de los informes médicos producidos respecto de RODRIGUEZ y AGUIRRE, queda expuesto prístinamente, que el mismo riesgo creado que implicó la agresión con armas de fuego, fue el que se concretó en los resultados lesivos de los sujetos pasivos, en particular sobre quien fuera en vida Mariano FERREYRA, a quien se lo privó de la vida, de un modo jurídicamente prohibido. -

Antagonismos...

Es evidente, ya a esta altura, que la violencia latente que convocaba al grupo de ferroviarios, y su hostilidad para con el grupo de tercerizados, se exteriorizó ya en horas de la mañana, y de ello da cuenta el testimonio de David Ricardo Orellana Cruz, al momento que señalara que los ferroviarios les referían "¿por que traen mujeres?, son unos cagones, los vamos a matar a todos". De igual modo, Malaspina, recordó que al momento del ataque sobre la calle Pedro de Luján, les decían "zurdos hijos de puta, negros de mierda". -

La insensatez...

Lo paradójico de todo esto es que, según lo expresó CHAMORRO, Mariano FERREYRA estaba detrás de él gritando por la unidad de los trabajadores, y fue en esos momentos que recibió un disparo en el pecho, a la vez que se escuchaba "viva Perón". Una verdadera insensatez.-

Situación de González y Pipitó

Nos compete ahora analizar la prueba reunida en estas actuaciones, y debemos decir que ha sido posible reconstruir de manera certera una materialidad fáctica sobre la cual cimentar la imputación penal de Francisco Salvador Pipitó y Jorge Daniel González.

La querella de Beatriz Otilia Rial calificó las conductas de los nombrados como constitutivas del delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, considerándolos coautores de dicho delito.

Las letradas que han actuado en representación de los querellantes Magali Elsa Rodríguez Sosa y Nelson Fabián Aguirre entendieron que Francisco Salvador Pipitó y Jorge Daniel González han sido participes necesarios del plan criminal que resultó en la tentativa de homicidio calificado por la participación de más de dos personas en perjuicio de sus representados.

Por otro lado, el Ministerio Público Fiscal los acusó como cómplices primarios del delito de homicidio simple y tentativa del mismo delito en concurso ideal.

En primer lugar debemos tener en consideración las manifestaciones que formularon Francisco Salvador Pipito y Jorge Daniel González.

La Magistrada que intervino en la instrucción le recibió declaración indagatoria al señor Pipitó en dos oportunidades. La primera de ellas fue el 29 de octubre de 2010, la cual se encuentra glosada a fs. 2021/2025, habiendo referido el nombrado que por consejo de su abogado no iba a declarar en ese momento. El 16 de noviembre de 2010, conforme se desprende de fs. 3807/3818, nuevamente se le recibió declaración y en dicha oportunidad formuló su descargo.

El día 13 de agosto de 2012 el Tribunal le hizo saber que le recibiría declaración a tenor de lo dispuesto en el artículo 378 del Código Procesal Penal de la Nación y manifestó que no declararía.

Con posterioridad el 21 de diciembre de 2012, Francisco Salvador Pipitó se prestó a brindar indagatoria y aclaró que solo recibiría preguntas de su abogado defensor.

En este último descargo refirió que el 20 de octubre de 2010 tenía parte de enfermo en su trabajo, que estaba haciendo una cura de sueño y que seguía con otras actividades. Manifestó que trabajó en el ferrocarril cerca de un año y medio. Adujó que estaba durmiendo alrededor de tres horas al día, ya que como es guardabarrera tenía pocas horas de sueño y quería descansar bien. Señaló que tenía que ir al médico ese día y que fue a Constitución donde preguntó por Pablo Díaz. Explicó que se enteró que iba a haber un corte de vías y aclaró que Díaz no estaba. Agregó que habló con su psicóloga, que tomó el tren y que pasó por la Estación Avellaneda.

Indicó que vio gente al costado de la vía y que le preguntó a algunos compañeros que ocurría. Señaló que ahí los vio a Pablo Díaz, a Amuchástegui y a otras personas que conoce de vista.

Manifestó que abajo había manifestantes del Partido Obrero, que a cincuenta metros, dónde estaba un puente, ascendieron y empezaron a tirar piedras. Señaló que esto duró cinco o diez minutos hasta que intervino la policía, abajo del puente.

Declaró que era un día de mucho calor, por lo cual, alrededor de las 12:00 horas, decidió ir a la Estación Yrigoyen a comprar gaseosas. Refirió que fue junto a dos personas a las que conoce de vista, señalando que son "paquitos". Manifestó que fueron hacia Yrigoyen hasta un almacén que estaba en una plaza.

Resaltó que descendió del puente porque no aguantaba el sol y observó que había varias personas debajo del mismo tomando gaseosa. Escuchó que sus compañeros decían "ahí vienen, ahí vienen" y aunque adujó que él no vio esto se sumó a la corrida, explicando que se cansó porque fuma mucho. Agregó que se corrió cuando se acercó la cámara porque no le gustaba salir en televisión y siguió caminando normalmente por la calle.

Señaló que vio a González recriminándole a la periodista que siempre les daban prensa a los demás y no a ellos. Indicó que la periodista le dijo que tenía un micrófono y él le respondió que no tenía cargo en la Unión Ferroviaria, que no era quien para hablar y que siempre le daban prensa al Partido Obrero.

Refirió que volaban piedras y que sus compañeros empezaron a correr. Explicó que se trató de cubrir mientras corrieron y vio pasar carros de asalto. Expresó que no entendió nunca nada de lo que había pasado, y que no llegó adelante.

Declaró que en el terraplén iba caminando y se encontró con compañeros, que vio a Pablo Díaz, a Piola y a un delegado. Manifestó que Pablo Díaz dio una nota, que él se tomó el tren y se fue a su casa. Adujó que un cronista de TN le dio la noticia de la existencia de heridos y llamó a su padre por teléfono para ver si era verdad.

Señaló que en ningún momento le faltó el respeto a la periodista y vio que ella luego decía que la había insultado y amenazado. Manifestó que eso no es cierto, que él no lo hizo y que está en este juicio por una mentira.

Indicó que el camarógrafo estaba delante de él a cuatro metros y que a esa distancia no lo podía escupir, ni insultar. Manifestó que la periodista tenía un micrófono y que no se escucharon ni insultos ni amenazas de su parte, aclarando que él no le falta el respeto a las mujeres. Escuchó ruidos y no supo decir si eran cohetes o armas. Expresó que tiraban piedras y que le dijo a la periodista que se cubriera. Manifestó no haber visto ningún arma, ni en el sector del Partido Obrero, ni del lado de los ferroviarios. Asimismo, adujó que nadie le comentó que haya habido armas y refirió que de haber sabido esto no hubiera ido. Aclaró que se refirió al asistente del camarógrafo y no a éste.

A pedido de su defensor se le exhibió el video de C5N y comentó que en un momento cuando empezaron a caminar, alguno decía "vamos, vamos, vamos". Manifestó que él viene del lado izquierdo, con campera azul y una raya blanca. Aclaró que una voz que se oyó no es la de él. Señaló al asistente con el trípode en la imagen y manifestó que a la periodista no la pudo haber amenazado ni insultado.

Agregó que se vio en el portón de Chevallier y manifestó que desde allí habrá corrido 10 metros y regresó por las pedradas y las explosiones.

La señora Juez de Instrucción le recibió declaración a Jorge Daniel González el 29 de octubre de 2010, conforme consta a fs. 2008/2016. Asimismo, amplió su descargo con fecha 17 de noviembre de 2010, conforme consta a fs. 3821/3830.

El día 13 de agosto de 2012 está judicatura le informó que le recibiría declaración a tenor de lo dispuesto en el artículo 378 del código de forma pero González expresó que no iba a declarar por el momento. Transcurridos unos meses, el 18 de enero de 2013, expresó sus deseos de manifestarse y entonces se le concedió la palabra.

Señaló que trabajó de ferroviario desde 1986 y que entró a la empresa por medio de su padre, ya que éste y su abuelo fueron ferroviarios. Explicó que ingresó en la parte de limpieza en el sector de Lavallol y que estuvo poco más de un año cumpliendo dicha función. Manifestó que luego pasó a la parte del departamento eléctrico del Ferrocarril Roca, Catenaria, desempeñándose como cabina principal. Indicó que el 1995 quedó afuera del ferrocarril por una restructuración. Adujó que en ese momento pudo haber entrado para desempeñarse en el Ferrocarril de la Costa pero al final decidió no hacerlo. Ilustró que trabajó como vendedor de Emergencias Médicas, que también laboró con una moto, que se desempeñó en una remisería, que se recibió de radiólogo, que estudió tomografía computada y que hizo guardias ad honorem en el Hospital de Quilmes. Indicó que el año 2004 nació su hijo.

Manifestó que le pasó su curriculum a Miguel Suárez y llegó a Fernández. Señaló que transcurrieron cinco meses, que le dijeron que lo iban a tener en cuenta si había ingresos y en febrero de 2006 volvió a trabajar en el ferrocarril. Adujó que empezó a laborar en limpieza hasta que se privatizó y pasó al sector de evasión, aclarando que fue delegado en este sector.

Explicó que el delegado cumple una función de ayuda a cualquier compañero. Indicó que por su currículum, por haberse desempeñado en Catenaria, fue que se lo tuvo en cuenta para volver a ingresar.

Refirió que el 19 de octubre de 2010 trabajaba en Catenaria, con turnos rotativos, aclarando que dicho día laboró en turno tarde, solicitó permiso y fue a jugar al fútbol en el campeonato ferroviario. Señaló que en el partido recibió un golpe en el mentón que le produjo una lesión en su cuello. Adujó que concurrió a una Clínica, lo revisó un traumatólogo, le dio analgésicos, le dijo que tenía una inflamación en dos vértebras y le recomendó usar un cuello ortopédico, por este motivo, señaló que el 20 de octubre compró uno de gomaespuma en Lomas de Zamora.

Indicó que habló con Patricia Carabajal, quien era delegada de evasión, por si necesitaba algo de la línea, ya que ese día iba a ir a Lomas de Zamora y a la tarde pensaba ir a buscar a su hijo al colegio. Manifestó que Carabajal le informó que estaba en un Congreso y que se comentaba que ese día iba a haber un corte en Avellaneda. Señaló que al principio no le dio mucha importancia, que le dijo que después iba a pasar por Avellaneda y concurrió para ver qué sucedía. Adujo haberse comunicado con el delegado Aragón quien le dijo que estaba yendo para Avellaneda. Manifestó que tenía pensado parar en Carrefour pero recibió un mensaje a medio camino mediante el cual Aragón le informó que estaban en Yrigoyen. Indicó que vio dos camiones hidrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, cuando bordeó el Puente Bosch. Señaló que en el trayecto, al cruzar las vías, vio muchas piedras en la calle. Informó que la policía le dijo que avanzará y que tenía miedo que le apedreen su automóvil. Refirió haber visto gente arriba de la vía y haber estacionado su vehículo a una cuadra del puente.

Adujo que le contaron lo que había sucedido, señaló que había chicos que estaban lastimados, especificó que el hermano de Alcorcel tenía un corte en la cara, que había algunos golpeados por "gomerazos" y que Suárez tenía una marca en el pecho, por haber sido golpeado por una tuerca.

Manifestó que empezaron a bajar para comprar gaseosas, que vio dos patrulleros cruzados cortando la calle y que observó un grupo de manifestantes con banderas a doscientos metros, aclarando que eran tercerizados y de grupos políticos. Estimó que llegó alrededor de las 12:30 o 13:00 horas a Avellaneda.

Refirió que cuando estaba sentado en la plazoleta hablando y contando el motivo por el cual tenía un cuello ortopédico escuchó que dijeron "ahí vienen" y vio banderas que giraban, aclaró que a la distancia a la que se encontraban no se podía apreciar sí venían o se iban.

Señaló que en la imagen del video se lo puede ver a él adelante, que corrieron media cuadra y vio un patrullero, que los policías les dijeron "quédense acá, quédense acá" y siguieron corriendo.

Manifestó que habrán corrido 50 metros y cuando llegó a la Chevallier vio una cámara con un trípode y le llamó la atención. Indicó no poder explicar por qué le habló de esa manera a la gente de la cámara, que se le vino a la mente lo que pasó en Constitución cuando rompieron todo y les habían pegado a sus compañeros, explicando que no era la primera vez que los del otro bando habían pegado.

Especificó que el ferrocarril es su fuente de trabajo y que la gente de boletería no quería trabajar más allí porque era un peligro constante, se refirió a una compañera de dicho sector que tenia miedo y que habia sido agredida por los manifestantes. Señaló que estuvo en Constitución sacando a los compañeros de boletería.

Indicó que quería que el periodismo se acercara a las vías para que aprecie que era lo que ocurría y diga la verdad. Señaló que después del corte grande en Plaza Constitución, los ferroviarios repartieron panfletos explicando que no eran ellos quienes cortaban las vías. Adujo que no había ningún conflicto gremial. Por este motivo, manifestó que se indignó cuando vio a la cámara, pues le daban prensa a quienes cortaban las vías. Refirió que intentó decirle a la periodista que le daba prensa a un solo lado. Manifestó que al camarógrafo nunca le dijo que bajara la cámara. Señaló que no habló en su mejor tono y que por ello está detenido.

Indicó que continúo caminando a la par de los periodistas y dijo que las cosas no eran como ellos decían. Señaló que caminó, que llegó frente a un automóvil marca Peugeot, que estaba del lado izquierdo del cordón y escuchó dos detonaciones. Asimismo, refirió que delante de él había pasado un montón de gente.

Adujo que Del Papa, un compañero, le dijo que estaban tirando expresándole: "hay un gorra con mochila, que está tirando". Manifestó que empezaron a retroceder y vio a dos patrulleros que iban a contramano hacia donde él estaba.

Refirió haber visto a Claudio Díaz con un corte en la frente del lado izquierdo señalando que algo plateado le había pegado allí y que necesitaba coserse. Expresó que un montón de gente pasó los patrulleros. Manifestó que se encontró con Carnovale y Pablo Díaz abajo del puente. Recordó a Garro herido en la mano izquierda especificando que eran heridas de perdigón. Señaló que del otro lado del puente había casas y le preguntaron al chico herido si quería agua para lavarse. Manifestó que llegaron al auto y no sabía a dónde ir, por lo cual, se comunicó con Benemérito quien le indicó que a los heridos los llevara al Argerich. Explicó que estacionó frente al Hospital y le dijeron que no los podían atender porque había una urgencia. Manifestó que volvió a consultar con Karina respecto a donde los podía llevar. Refirió haber hablado con Pablo Díaz, aclarando que era un empleado administrativo y no el que se encuentra imputado, quien le indicó que lo esperaba en el hall de Hornos, que ahí bajaron, que fueron al centro médico y que le indicaron que les iban a realizar las curaciones. Manifestó que habló con Patricia Carabajal, casi una hora después de haberse ido del lugar y le informó que había una persona muerta. Refirió no poder creerlo, indicó que le comentó esto a las personas que llevó a Hornos y nunca hablaron de nada, manifestó que estaban shockeados por lo que había pasado.

Señaló que el saber que había una persona muerta hizo que cambiará todo en su vida y manifestó que le dijeron que vaya a buscar a su hijo al jardín de infantes que estaba en Plaza Constitución.

A pedido de su defensora se le exhibió el video de C5N crudo y, asimismo, el señor González aceptó contestar preguntas de la Fiscalía y del Tribunal. Aclaró que se podía ver en las imágenes con una remera negra y con cuello ortopédico. Manifestó que caminó a la par de la periodista, que nunca tomó la cámara y que trataba de explicar lo que pasaba sin agredir a nadie. Refirió que pasó caminando al lado de la cronista y se fue alejando. Señaló en las imágenes que no la estaba amenazando, que nunca la amenazó. Indicó que le habló en otro tono pero no la agredió y que no la hizo ingresar a la empresa Chevallier.

A preguntas de la señora Fiscal respondió que la policía le dijo que avance cuando se encontraba en la calle paralela al puente Bosch, explicando que allí no vio a sus compañeros y que desde ese sitio podía ver la plazoleta. Manifestó que no sabía quiénes eran los que estaban en las vías y que no quería avanzar ya que observaba piedras en el camino y gente que no conocía. Adujo que llegó a la plazoleta y dobló para estacionar el auto. Refirió que al pasar la edificación y los árboles, empezó a reconocer a compañeros suyos del taller y que vio a unas 20 ó 30 personas del gremio ferroviario. Calculó que en total había unas 60 ó 70 personas e indicó que esto lo vio con posterioridad cuando dejó su vehículo. Señaló que nunca subió a las vías, que estuvo siempre abajo y manifestó que alli estaban Dell' Orto, Suárez, el hermano de Alcorcel, asimismo, vio a Pablo Diaz y a chicos del sector de evasión del ferrocarril. Refirió que estaban Arias y Toreta, a quien lo vio arriba, y también observó que había gente de la División Roca de la Policía. Creyó que estaba Vitali, que en realidad no es de la División Roca pero trabaja con ellos. Manifestó que no lo vio a Alcorcel en el lugar aunque si en los videos.

Refirió que cuando llegó estuvo 10 minutos y se dio la corrida. Adujo no haber visto a Pipitó en el lugar, señaló que lo conoce de hace mucho porque su padre también era ferroviario. Indicó que a Díaz lo conoce de Catenaria y que a Fernández lo conoce pues en sus inicios trabajaba en Temperley. Refirió que a Uño no lo vio y que sabía que trabajaba en Claypole. Manifestó no conocer a Pérez ni a Favale.

Señaló que estaba conversando con alguien cuando escuchó que dijeron "ahí vienen, ahí vienen" y especificó que cuando empezó la corrida en un momento quedó adelante, no sabe por qué salieron corriendo. Manifestó que Díaz le preguntó que le había sucedido en el cuello y que cuando avanzaron no lo vio.

Indicó que corrió el primer tramo y luego caminó, aclarando que más bien trotó. Señaló que no fue una corrida alocada y que en él no había ningún objeto para esa corrida sino que fue un impulso.

Manifestó que no tenia noticia de la presencia de una cámara hasta que la vio, creyó que estaba desde antes y por eso les reprochó que no mostraran todo. Adujó no haber oido cuando se le ofreció hacer una nota, explicando que esto lo escuchó viendo el video. Refirió que se expresó mal con la periodista, que cuando ella se corrió hacia el portón de Chevallier él ya estaba alejado de la cámara y que cuando la cronista entra a la empresa el primer árbol que aparece estará a 10 metros, por lo cual, estimó que él se habrá colocado a dicha distancia por delante de la cronista.

Refirió que al escuchar las detonaciones pensó que eran cohetes no disparos, que se asustó y un compañero le dijo que había una persona tirando hacia adelante.

Expresó que avanzó con la periodista desde la mitad de cuadra, luego siguió hasta donde termina el portón de Chevallier, lugar en el cual habia un automóvil marca Peugeot, aclarando que estaba del lado de enfrente.

Indicó que en ese momento no lo vio a Pipitó ni tampoco a Sánchez a quien conocia aunque no tenían diálogo. Refirió que no pudo reconocer a nadie hasta que vio el video.

Calculó que con Karina (Benemérito) habrá hablado a las dos menos cuarto y refirió que mientras estuvo en el lugar nadie lo llamó. Manifestó que cuando se estaba retirando llegaban los camiones hidrantes. Adujo no haber visto si había personal policial arriba de las vías y que los dos patrulleros estaban paralelos, indico haber hablado con el que estaba en la mano izquierda, mirando hacia las vías, y señaló que les dijo que estaban disparando, aclarando que por detrás venía un montón de gente corriendo. Informó que se encontró con Claudio Díaz quien estaba lastimado en la frente y que a Marcelo Garro no lo había visto pero se lo señaló Carnovale.

A pedido de la representante del Ministerio Público Fiscal se le exhibió al señor González el video reservado en el sobre 6 noticieros, video disco 28, informe periodístico de C5N hasta el minuto 3:12, cuando se aprecia que un círculo rojo rodea la imagen de Favale. Al ver las imágenes Jorge Daniel González se reconoció detrás de Cristian Daniel Favale e indicó que entonces no lo conocía, que había un montón de gente de la empresa y ese día no habló con él. Refiriéndose a lo que nos muestra el video, explicó que era una manifestación que se hizo en la Estación Constitución a fin que no se cortara la boletería, aclarando que era para defender al usuario. Adujo que se manifestaban de una manera tal que se viera que los ferroviarios trabajaban como también lo hacían los tercerizados, que lo hacían para que no los agredieran como los venían agrediendo y que intentaron que no se rompiera el material rodante, que es el que les da trabajo y les permite "llevar el pan de cada día a su casa". Manifestó que había gente infiltrada que cortaba las vías, que al día siguiente de estos cortes, los ferroviarios eran insultados, agredidos y escupidos.

Informó que después de esto hubo una reunión en Adrogué con Fernández, con Alcorcel. Indicó que con este último eran los más vistos e identificados, que los trataron de patoteros, que amenazaron a las familias. Indicó que fue por un corte de vías y se vio involucrado en un homicidio de un trabajador, que hace dos años que está detenido acusado de ser patotero y delincuente. Expresó que de este modo lo trató la prensa, aclarando que C5N trató a su familia y a él de la peor manera. Señaló que en todos los medios decían que él había agredido físicamente y eso no es cierto. Manifestó que nunca amenazó, ni tocó la cámara. Indicó que su hijo vio cuando le pusieron las esposas, que los medios gráficos y todos en general lo hicieron sentir como la "peor basura". Refirió que él siempre estudió y trabajó, que nunca tuvo armas, que en las marchas se trataba que hubiese orden y que no se tomase alcohol.

Explicó que la reunión se la pidió a Fernández, que se comentaba todos los días que los iban a ir a buscar, que los diarios mencionaban su nombre, que no podía mirar la televisión por su hijo, pues siempre los trataban de patoteros. Adujo ser una persona sin antecedentes y manifestó que en esta reunión estuvo presente un abogado que los asesoró y les dijo que se quedaran tranquilos. Señaló que en dicha reunión estaban: el Dr. Araya, Fernández, Aragón, una abogada, quien fue la que primero los asesoró, Piola, Alcorcel, Pablo Díaz y Karina Benemérito. Mencionó que ese fue el día en que lo detuvieron a Pablo Díaz y que nunca imaginó que lo iban a detener delante de él.

Jorge Daniel González también expresó sus últimas palabras antes de la lectura del veredicto el día 19 de abril del corriente año. En esta oportunidad indicó que nunca amenazó, ni agredió a nadie, que se pudo ver lo que hizo ese día, que dialogó con la periodista y que tal vez no lo hizo de la mejor manera. Recalcó que en toda la historia de la Unión Ferroviaria nunca hubo un hecho de violencia y manifestó que es inocente.

A los efectos de poder determinar las acciones desplegadas por Pipitó y por González contamos con prueba testimonial que alude a la intervención de ambos en el hecho de marras y, además, existe registro fílmico que da cuenta de algunos de sus movimientos.

En primer lugar, es menester tener en cuenta que el 2 de octubre de 2012 hemos escuchado el testimonio de Lucas Emilio Malaspina quien nos refirió que fue militante del Partido Obrero y que para octubre de 2010 era parte de Tendencia Piquetera Revolucionaria. Informó que en el lugar de los hechos, luego del primer ataque a piedras, se hizo presente la periodista Gabriela Carchak. Tras el intento de subir a las vías, refirió que caminaron algunas cuadras, que ya habían llegado a Barracas y que se fueron a un sitio en la calle en el cual vendían comida. Adujó que un compañero suyo mandó un mensaje a C5N y así llegó Gabriela Carchak quien realizó entrevistas. Expresó ser un militante que iba a apoyar con lo que le habían pedido, como, por ejemplo, llamar a los medios.

Puede advertirse que Malaspina nos explicó porqué arribó al lugar del hecho la periodista Gabriela Judith Carchak, quien prestó declaración testifical el 12 de noviembre de 2012 y refirió haber sido víctima. Declaró que el 20 de octubre de 2010 trabajaba en C5N como cronista de exteriores y que, alrededor del mediodía, salía con Polito y Farías de una nota en el Ministerio de Economía. Adujo que supuestamente iba a haber un corte de vías, que salieron de un garaje en Bolivar 50 y que le dieron un contacto, un tal Lucas, a quien no conocía. Manifestó que lo llamó por teléfono y este le informó que estaban en Luján y Santa Elena, por lo cual, allí se dirigieron en el automóvil del camarógrafo Farías. Indicó que habría unos cincuenta individuos, que había mujeres y jóvenes. Manifestó que Lucas le presentó a una persona de nombre Diego, quien era de los tercerizados y le informó que iban a cortar las vías pero no pudieron hacerlo dado que un grupo grande de la Unión Ferroviaria los atacó a piedrazos. Manifestó que una mujer, que resultó ser Elsa Rodríguez, le mostró una herida que tenía en uno de sus brazos. Refirió que los tercerizados tenían uniforme de trabajo, que había gente del Partido Obrero con sombrerito blanco, que estaban cerrando las banderas, que recogieron sus cosas y que comenzaron a retirarse hacía la Av. Vélez Sarsfield. Manifestó que de las vías estarían a menos de dos cuadras y levantaron el equipo para volverse. Indicó que se dio vuelta y que desde el otro lado, donde está el puente del tren, vio que bajaron unas doscientas personas, que en sus manos tenían palos y alguna piedra. Informó que se subió a la vereda y se escondió en un galpón porque tenía miedo. Notó que seis o siete se dirigieron hacia su camarógrafo. Asimismo, observó que estas personas rodearon a su equipo y comenzaron a increparlos de manera violenta, pensó que les iban a pegar y que al ver una mujer serían menos violentos. Manifestó que insistían en que bajaran la cámara y que una persona que lucía un cuello ortopédico le dijo "vos siempre lo mismo, dándole cámara a estos piqueteros de mierda". Adujo que entre seis o siete sujetos los fueron llevando hasta la puerta de una terminal de Chevallier y gente de la empresa los dejó pasar. Expresó que el grupo siguió avanzando hacia Vélez Sarsfield. Manifestó que mientras los acercaban al portón continuaban las mismas expresiones exigiéndoles que apagaran la cámara y no existió contacto físico. Refirió que alguna persona se quedó vigilando como para que el camarógrafo no utilice la cámara. Indicó que querían evitar que se grabara la escena. Señaló que la llamaron desde la producción y empezó a escuchar estruendos, había piedras que volaban y parabrisas que se rompían. Respecto a los miembros de la Unión Ferroviaria, explicó que luego los vio correr para el lado del cual provinieron. Manifestó que salieron, que se acercaron las personas con la que antes había estado hablando y le decían que había heridos de bala. Señaló que por los ruidos, que habrán durado cuatro o cinco minutos, no pudo identificar detonaciones o disparos. Indicó que vieron a quien luego resultó ser Mariano Ferreyra muy mal herido, que lo estaban subiendo a una ambulancia, explicando que esto fue en una esquina más próxima a la Av. Vélez Sarsfield que a las vías. Adujo haber visto abierta la ambulancia y apreció que allí estaba Mariano Ferreyra pero no se percató que también se encontraba en ella Elsa Rodríguez, lo cual advirtió al ver las imágenes. También señaló que se les acercó un hombre joven que tenía una herida de bala en la pierna. Declaró haber visto a un policía de civil, quien hablaba por Handy, no recordando si estaba con un automóvil policial o civil. Señaló que cuando vio correr a la gente desde las vías este hombre les dijo "váyanse de acá que los matan a todos", aclaró que era una persona joven, morocha, de treinta y pico de años que vestía una remera turquesa o celeste. Refirió haber visto autos con los parabrisas rotos y piedras. Recordó a la persona con cuello ortopédico y a otro rubio de 1,68 metros de estatura, con colita, ojos claros, pelo largo y rulos. Indicó que el del cuello ortopédico le gritaba y el otro sujeto era el que la presionaba para que fuera caminando hacía el portón de Chevallier. Manifestó no haber visto a nadie con un arma y señaló que reconoció en un video de otra protesta, en la que había gente de la Unión Ferroviaria, a la persona rubia con colita en el pelo. Adujo que su estado de ánimo interior era de miedo, aseguró que los tres estaban asustados, que ante la orden directa "baja la cámara, no grabes que te rompo todo", cuando había muchos más del otro lado no cabía otra alternativa más que atemorizarse. Señaló que igualmente les ofreció a los de la Unión Ferroviaria que declararan ante la cámara. Adujo que la persona que los acompañaba para ir hacía Chevallier, sin gritar les decía lo mismo que el otro sujeto. Manifestó que la persona con cuello ortopédico le dijo "bajá la cámara que te la rompemos" y gritaba "vos siempre igual". Refirió que no la amenazó de muerte y que el miedo se debió a la situación que se vivió en general. Informó que la entrevista inicial habrá sido a las 13:00 horas y habrá terminado a los cinco o seis minutos, asimismo, desde que culminó hasta que se fueron habrán transcurrido cinco o diez minutos. Indicó que cuando hizo la nota había gente herida y que le dijeron que habían sido agredidos. Señaló que les gritaban a los tres "bajá la cámara". Refirió haber visto a una persona hacer un gesto como si tuviera un arma y especificó que tenía una camisa clara. Se le exhibió el video de C5N crudo e identificó a la persona con el cuello ortopédico. Asimismo, reconoció una voz como la de su asistente. Manifestó que cuando empezaron a increpar a su equipo ofreció darles el micrófono, que la persona de cuello estaba con sus compañeros de trabajo y minutos después apareció el otro sujeto. Explicó que el policía que le dijo "váyanse que nos matan a todos" hizo esta manifestación antes que ocurra lo que se aprecia en la imagen que se le exhibió. Manifestó que la persona que llevó la mano a la camisa es a la que hizo referencia con anterioridad. No recordó que micrófono tomo el registro de su frase "estoy aquí" pero por cómo se oyó supuso que fue captado con el micrófono de la cámara. No supo decir si tenía su micrófono encendido. Manifestó que Polito llevaba el trípode y que estaría a dos o tres metros de ella. Asimismo, indicó que a su lado está la persona que estuvo acompañándolos para que se corrieran. Se le mostraron las fotografías individualizadas como _GER8517 y _GER8521 e identificó al sujeto rubio de pelo largo. Recordó que la citaron al domingo siguiente del hecho para un informe especial en un programa de televisión y vio una imagen en el monitor en la que observó a uno de los agresores. Se le exhibió la fotografía que se encuentra individualizada como SAM_0396.jpg y reconoció a Diego como la persona que está adelante vestida de azul. Se reprodujo el registro de audiovisual que se encuentra reservado en el sobre 6 video disco 10.1 y la deponente reconoció su voz. Manifestó que vio un ataque y gente que se defendió.

Debemos prestar especial atención a algunas manifestaciones de la testigo Carchak y cotejarlas con las pruebas que se han producido.

Ella se consideró una víctima y entendemos que efectivamente lo fue. Nos refirió que concurrió al lugar de los hechos a los efectos de cumplir con su labor periodística e indicó que la acompañó el camarógrafo Farías y el asistente Polito. Confirmó los dichos de Malaspina, explicándonos que se contactó con un tal Lucas quien le presentó a Diego, un tercerizado al que entrevistó. Se le exhibió una fotografía que se encuentra individualizada como SAM_0396.jpg y reconoció a Diego como la persona que está adelante vestida de azul. Al observar dicha imagen podemos advertir que Carchak entrevistó a Ramón Diego Cardías, quien declaró el día 22 de octubre de 2012 y nos informó que para la fecha del hecho revestía la condición de despedido, explicando que trabajaba en la empresa Confer en todo lo relativo al mantenimiento de vía. Asimismo, relató que se resolvió que él contestará una nota del canal de noticias C5N y que quedó como vocero del grupo. Refirió que hizo la entrevista con la periodista Gabriela y que esto fue unos 20 ó 30 minutos después de la asamblea que celebraron. Adujo que unas doscientas personas se dirigieron a donde él estaba ubicado y que dicho grupo lo encabezaban Sánchez, González y Arias. Expresó que estos iban al frente y manejaban a toda la patota.

Que continuando con lo que nos relató Gabriela Judith Carchak es de interés remarcar que ilustró que vio descender del puente de la vía a unas doscientas personas con palos y piedras en sus manos y que se escondió en un galpón porque tenía miedo. En cuanto a la cantidad de personas puede advertirse que coincide con lo percibido por el testigo Cardías. La cronista, además, explicó que seis o siete personas se dirigieron hacia donde estaba ubicado su camarógrafo, rodearon a su equipo y los increparon de manera violenta. Nos refirió que pensó que los iban a golpear y supuso que al ver a una mujer serían menos violentos. Nos informó que insistían en que bajaran la cámara y que una persona que tenía un cuello ortopédico, es decir, Jorge Daniel González, le dijo "vos siempre lo mismo, dándole cámara a estos piqueteros de mierda", "bajá la cámara que te la rompemos" y gritaba "vos siempre igual".

Si comparamos lo que nos refirió la periodista con el video que se encuentra reservado en el sobre 6, video disco 32 C5N podemos advertir que en dicho registro audiovisual se puede oír a González proferir algunas frases, las cuales guardan relación con lo manifestado por la periodista. Es importante destacar que la voz del nombrado es muy particular, suena casi afónico cuando se lo ve moviendo los labios, por dicho motivo aunque en determinados pasajes no se lo enfoque podemos advertir que la voz que se oye se corresponde con la suya. Al menos las siguientes frases de González constan en el registro de audio, dirigiéndose al equipo que acompañó a Carchak refirió: "¿Fuiste? Anda a mirar boludo y después les das cámara a estos putos, a estos putos les das cámara que son todos piqueteros... que les rompen las bolas a los ferroviarios, a los ferrocarriles. Son todos putos, son todos negros de... cagones". Entre el minuto 1.14 y los segundos posteriores se puede oír a la cronista de C5N decir "Estoy acá" y se oye la voz de González decir "Siempre les das cámara a los contrarios vos y hablas mal de los ferrocarriles, vos hablas mal de los ferroviarios... No vas a preguntar porque nosotros los sacamos corriendo,... siempre les das prensa a ellos, siempre flaca, siempre les das prensa a ellos, es así, es así".

La periodista también nos indicó que entre seis o siete sujetos los fueron llevando hasta la puerta de Chevallier, mientras continuaban las mismas expresiones exigiéndoles que apagaran la cámara, y la gente de la empresa les permitió el ingreso.

Hemos tenido oportunidad de oír el testimonio de Matías Sebastián Avellaneda el día 2 de octubre de 2012 y se refirió al momento en que el equipo de prensa entró al predio de Chevallier. Sostuvo que para octubre de 2010 trabajaba en la mentada compañía de transporte como empleado de seguridad. Nos informó que vieron que se agredían y entonces cerraron los portones. Adujo que entró una periodista mujer con una o dos personas, aclarando que previamente había dialogado con ellos porque estacionaron en el aparcamiento de Chevallier. Especificó que la gente del medio de prensa entró corriendo porque ya se producía el choque entre los grupos. Señaló que cuando ingresaron, estaban en el portón y se acercó un grupo a amenazarlos o algo por el estilo. Aclaró que les pidieron que no filmaran, explicando que los vio amenazantes y que los integrantes del medio de prensa les contestaron "no vamos a filmar".

Retomando el relato de la periodista de C5N es menester destacar que refirió que alguna persona se quedó vigilando para que el camarógrafo no utilice su cámara y que querían evitar que se grabara la escena. Señaló que se les acercó un hombre joven que tenía una herida de bala en la pierna. Aludió de este modo a Ariel Benjamín Pintos. Podemos afirmar que esto efectivamente ocurrió teniendo en consideración los dichos del tercerizado quien, al declarar el 27 de septiembre de 2012, nos indicó que se bajó el pantalón, que estaba el canal C5N y que lo filmaron mostrando la herida. Asimismo, consta esta cuestión en el registro audiovisual reservado en el sobre 6, video disco 32 C5N, desde el minuto 5.00 al 5.09.

Cuando los ferroviarios descendieron del terraplén y se dirigieron hacia donde se encontraba la cronista de exteriores de C5N, según sus propios dichos, un policía les dijo "váyanse de acá que los matan a todos". Aclaró que era una persona joven, morocha, de treinta y pico de años que vestía una remera turquesa o celeste.

Advertimos que de este modo Carchak hizo referencia a su encuentro con José Alberto Ortigoza, cuyo testimonio oímos el 28 de agosto de 2012. Nos informó que para la fecha del hecho cumplía funciones en la brigada de la Comisaría 30, y nos indicó que estaba vestido de civil, con jean, zapatillas, no recordó si tenía campera o buzo y con su cabeza descubierta. El señor Ortigoza también informó que mientras caminaba hacía Vélez Sarsfield vio a un grupo de hombres corriendo que provenía de la vía y les manifestó a los periodistas que se corrieran por precaución. Se le exhibió al policía el contenido del registro audiovisual correspondiente al sobre 6, video disco 32 C5N, en particular los primeros segundos, y aclaró que oyó su voz, correspondiéndose el registro de audio con el momento en que le pidió a los periodistas que se corran.

En la sindicada grabación podemos confirmar que Ortigoza profirió las siguientes palabras dirigiéndose al equipo de prensa: "...te van a romper toda la cámara...yo soy poli...te van a romper todo...te estoy diciendo que te corras nada más...".

La periodista de C5N manifestó que la persona que tenía el cuello ortopédico le gritaba y otro sujeto de 1,68 metros de altura, ojos claros, con pelo rubio, largo, enrulado y colita, era quien presionaba para que fueran caminando hacia el portón de Chevallier y adujo que sin gritar les decía lo mismo que el sujeto que tenía el cuello ortopédico. Cuando se le exhibieron las imágenes que captó el fotógrafo Dell'Oro individualizadas como GER8517 y GER8521, las cuales se encuentran reservadas en el sobre 31, identificó al sujeto rubio de pelo largo. Es menester tener en consideración que la única persona con las características aludidas y que reconoció Gabriela Judith Carchak, es Francisco Salvador Pipitó. Asimismo, recordó que la citaron al domingo siguiente del hecho para un informe especial en un programa de televisión y vio una imagen en el monitor en la que identificó a uno de los agresores. La cronista aludió a una audición televisiva la cual ha sido incorporada como prueba y se encuentra reservada en el sobre 6, video disco 28. En este programa Carchak identificó a Francisco Salvador Pipitó como una de las personas que la agredió, esto puede verse en el video de mención en el lapso temporal comprendido entre los minutos 1.17 y 1.32, allí claramente puede observarse a Pipitó manifestándose el día 6 de septiembre en la Estación Constitución. Asimismo, en el pasaje abarcado por los minutos 2.40 y 3.16 de dicho video nuevamente reconoció a Pipitó.

Podemos advertir que la cronista de este modo descriptivo aludió a Jorge Daniel González y a Francisco Salvador Pipitó. Refirió haber tenido miedo y aseguró que los tres estaban asustados, que ante la orden directa "bajá la cámara, no grabes que te rompo todo", teniendo en cuenta que había muchos más del otro lado no cabía sino atemorizarse. Indicó que no la amenazaron de muerte y que el miedo se debió a la situación que se vivió en general.

Manifestó que les ofreció a los ferroviarios la posibilidad de declarar ante la cámara. El señor González afirmó que no tenía noticia de la presencia de una cámara hasta que la vio, que creyó que estaba de antes y por eso les reprochó que no mostraran todo. Asimismo, adujo no haber oído cuando se le ofreció hacer una nota, explicando que esto lo escuchó viendo el video. Por su parte Pipitó al respecto señaló que vio cuando González le reclamó a la periodista que siempre les daban prensa a los demás y no a ellos. Además, manifestó que la cronista le dijo que tenía un micrófono y él le respondió que no tenía cargo en la Unión Ferroviaria, que no era quien para hablar y siempre le daban prensa al Partido Obrero. De lo expuesto se deduce que nunca fue la intención de González y de Pipitó que la prensa informe cual era la versión que tenían para aportar los ferroviarios. Tan es así que, cuando Carchak les ofreció el micrófono para que formulen las manifestaciones que deseasen, González alegó no haberla oído y Pipito señaló que él no tenía cargo para hablar.

Por último, en relación al testimonio de la señora Carchak, destacamos que no recordó qué micrófono tomó el registro de su frase "estoy aquí" pero por cómo se oyó supuso que había sido captado con el micrófono de la cámara. Tampoco supo decir si tenía su micrófono encendido. Es pertinente destacar que tanto Pipitó, como González reconocieron que la periodista les ofreció hablar y, sin embargo, pese a que González indicó que lo oyó en video podemos afirmar que este ofrecimiento no consta en el registro auditivo del video de C5N. De este modo interpretamos que es posible, aunque el alcance del micrófono de la cámara sea amplio, que no todo lo que les profirieron a los empleados de C5N haya quedado registrado en el audio del video que filmó el camarógrafo Gustavo Javier Farías, quien aportó su versión de los hechos el día 12 de noviembre de 2012. El nombrado no supo decir si fue víctima y aclaró que fue un testigo presencial. Manifestó que para octubre de 2010 era camarógrafo de C5N y que el día 20 de dicho mes y año, en horas del mediodía, luego de salir de una nota en el Ministerio de Economía, le indicaron que debía ir a Constitución ya que previamente había habido un conflicto en la Estación Avellaneda. Adujo que en el auto la periodista Gabriela Carchak se comunicó con una persona que le dijo que fueran a la calle Luján. Así lo hicieron e indicó que estacionaron el automóvil frente a la empresa Chevallier. Manifestó que Gabriela Judith Carchak entrevistó a una persona, un delegado de los tercerizados, quien le relató lo que había ocurrido, que los habían agredido en las vías del tren en Avellaneda. Señaló que las personas que allí estaban tenían contusiones en los brazos y en las piernas producto de las pedradas. Adujo que concluida la entrevista se quedó mostrando imágenes de las vías férreas cuando vio a cuatrocientos metros a un grupo de personas. Explicó que los tercerizados y los miembros del Partido Obrero habían comenzado su retirada y observó que el otro grupo empezó a caminar hacia ellos, aclarando que su asistente le refirió que estaban viniendo. Señaló que comenzaron a correr y Gabriela se fue para atrás. Manifestó que algunos de estos individuos le reprochaban por qué les daba cámara a los del otro bando. Explicó que Gabriela fue hacia ellos, que los rodearon y les dijeron que no filmaran. Indicó que cerró la cámara y empezó a caminar en el mismo sentido en el que iban los que bajaron de la vía. Manifestó que fue en dirección a donde se encontraba su automóvil pero entró a la terminal de Chevallier, donde la gente de la empresa les permitió ingresar por seguridad, pero les pidieron que no filmaran. Explicó que se produjo un enfrentamiento y escuchó un griterío. Adujo que cuando los de la vía estaban a 50 metros de su persona empezaron a correr hacía él y sus compañeros. Señaló que les gritaban y preguntaban por qué los filmaban a ellos, que Carchak, entonces, les ofreció también entrevistarlos pero no les interesaba. Recordó a la persona que les gritaba y aclaró que llevaba un cuello ortopédico. Explicó que él con sus compañeros estaba ubicado en la esquina de la empresa Chevallier que es más cercana las vías y que otras personas los intimaban para que dejaran de filmar, señalando que eran 5, 6 ó 7 sujetos. Manifestó que estaba sacando la cámara del trípode cuando los rodearon y que tardó un minuto o dos en ingresar al playón de Chevallier, al que entró por su seguridad. Indicó que estaba en la puerta y vio que volaban piedras. Una vez dentro de la empresa Chevallier, explicó que primero se quedó cerca de las rejas y cuando levantó la cámara para filmar una persona de la empresa le pidió que no los comprometiera y que no filmara más. Señaló que los que bajaron de las vías iban en busca de quienes se retiraban y que los tercerizados estarían a no menos de cincuenta metros de Chevallier. Adujo haber escuchado un tumulto, un griterío y que su compañero le dijo que había tiros. Explicó que él oyó estruendos como de petardos, aclarando que fue más de uno seguro y que todo ese ruido no duró más de cinco minutos. Informó que observó que un grupo se replegó hacia las vías, que cuando todo se tranquilizó salió de Chevallier y caminó entre los del Partido Obrero. Refirió que alguien dijo que había heridos de bala. Relató que él salió hacia la derecha, es decir, hacia donde se había producido el enfrentamiento y que luego del incidente permanecieron allí no más de quince o veinte minutos. Adujo que cuando fue hacia su automóvil vio un carro de asalto. Indicó que grabó los vidrios rotos y las piedras. Señaló que escuchó que había heridos de bala, que empezó a caminar con los del Partido Obrero, que pudo ver una ambulancia en una esquina y que grabó las imágenes de un joven cuando la abrieron. Señaló que estaba Mariano Ferreyra con un amigo que le hablaba y después se enteró que también había una mujer acostada abajo. Explicó que fue una fracción de segundos, que luego cerraron la puerta y partió el vehículo. Dijo que una persona les exhibió una herida en la pierna y que les decía "me pegaron" o "me dieron". Dedujo que se trataba de una herida de bala por el agujerito. Además, señaló que mostraron una mancha de sangre que se encontraba en la esquina en la cual estaba la ambulancia. Manifestó que estuvo muy nervioso porque la situación lo sobrepasó y que jamás pensó que podía tener algún problema. Señaló que no filmó el enfrentamiento porque no tuvo posibilidad de hacerlo explicando que habían cerrado el portón de la empresa Chevallier. Indicó que la grabación toma audio con un micrófono ambiente y con un micrófono de mano, aclarando que cuando la periodista enciende el micrófono se registra lo de ambos micrófonos. Manifestó que nunca apagó la cámara explicando que mientras la llevó abajo seguía grabando hasta que los de la empresa Chevallier le pidieron que dejara de hacerlo. No recordó si la persona que tenía un cuello ortopédico se quedó en la empresa de mención. Manifestó que no lo amenazaron de muerte para que dejara de filmar, que le dijeron "no grabes", "no filmes nada". Señaló no haber visto armas de fuego aunque en una repetición de una imagen cree que hubo algo parecido, no pudiendo asegurarlo. Al respecto, con un ademán explicó el movimiento que pudo apreciar en la imagen a la que aludió. Aclaró que el movimiento fue con la mano derecha en la cintura y puede corresponderse con el de alguien que podría estar guardando algo, que podría ser un arma de fuego, pero también podría estar acomodándose la camisa. Manifestó que nadie lo lastimó, que la cámara que utilizó era marca Panasonic 700, que pesa unos 10 Kilos y que se puede usar con trípode o al hombro. No supo decir cuál era el alcance máximo del zoom de dicha cámara, aclaró que el sonido propio de la misma es amplió, pudiendo captar tal vez hasta 100 metros y especificó que el audio no se apaga. Refirió que cuando oyó los disparos la cámara no estaba grabando. Respecto a las personas que provenían de las vías, adujó que Carchak les ofreció hacer una nota antes de que ingresaran a Chevallier pero le dijeron que no querían, que sacara la cámara. Explicó que venían en actitud de "vamos, vamos", "vamos a hacer algo", que cuando se dirigieron a ellos lo hicieron a los gritos, que todas las personas gritaban y a una sola la tenían identificada. Se le exhibió el video de C5N crudo y la fotografía que extrajo el fotógrafo Dell'Oro individualizada como GER8521. En relación al audio de la filmación expresó que oyó cuando su compañero le habló a alguien y le dijo que estaban trabajando. Asimismo, identificó a una persona con cuello ortopédico como uno de los que le pidió que no filmara. Señaló que cuando se oye una voz de mujer que dice "estoy acá" se corresponde con el momento en que Gabriela Carchack, les quiere hacer una nota. Manifestó que la cámara en un pasaje la llevó colgada y que pensó que podría correr algún riesgo si la tenía al hombro. Respecto al video que se le exhibió también apreció el momento en que ingresaron a la empresa Chevallier, adujo que había empleados de esa firma que estaban mirando y no supo decir si las personas que observó eran de allí o quiénes eran. Manifestó que hubo varios momentos en que no vio lo que hacía Carchak y que Polito casi todo el tiempo estuvo a su lado.

El relato de Farías como podemos apreciar se corresponde con el de Malaspina, Carchak, Cardías, Avellaneda y Pintos, por lo cual, nos es útil a los efectos de reconstruir lo acontecido. Asimismo, guarda relación con lo manifestado por Marcelo Pablo Polito quien el 8 de noviembre de 2012 prestó declaración testifical y refirió que para el día del hecho trabajaba como asistente de cámara en el noticiero del canal C5N. Relató que se encontraba en el Ministerio de Economía por el censo que se realizaría, que alrededor de las 11 de la mañana se produjo un llamado al teléfono de Gabriela Carchak y se dirigieron, en el auto de Farías, a la zona de Barracas donde había incidentes. Manifestó que cumplió con su tarea, que vio a las partes pero no periodistas, por lo que quería conseguir la exclusividad. Expresó que en el lugar se encontraron con la señora Rodríguez a quien le hicieron una nota y fueron a tomar imágenes. Indicó que el nombre de la calle no lo conoce pero que allí estaba la empresa Chevallier. Refirió que por el display de la cámara observó que la situación era complicada, que a su lado estaba Mariano Ferreyra y cerca de cincuenta personas. Aclaró que estos individuos ya se encontraban golpeados, que no tenían heridas de sangre, pero si machucones recién hechos. No recordó haber visto los nombres de las agrupaciones pero sí que tenían banderas de color rojo. Indicó que entre las 12:00 y las 13:30 horas, escuchó que esta gente se iba para la Av. Vélez Sarsfield y luego se dirigirían a la zona de Congreso. Explicó que se tomó la nota, que se intercambiaron teléfonos, que se ubicaron en el medio de la calle para tomar imágenes, que por el display vio la situación y no le gustó nada. Manifestó que apareció una persona vestida de civil con un handy y que tenía la frecuencia policial en su transmisor. Señaló que dicho sujeto le empezó a decir que se retire, por lo cual, discutieron y le dijo que se tenían que ir porque les iban a romper todo. Señaló que apareció gente corriendo y que esas personas los agredieron, que les pidieron que apagaran la cámara, y que no le den prensa a los otros refiriéndoles "no le den cámara, a estos negros de mierda". Expresó que les dijeron que no era así y que les pidió por su hija que no le hagan nada. Indicó que comenzaron los insultos, que lo fueron llevando a los empujones hacia el portón de Chevallier y que ya se escuchaban ruidos de vidrios, alarmas, piedras. Manifestó que cuando vio avanzar a dichas personas eran cerca de setenta, que él se encontraba con Gustavo Farías, mientras que Carchak estaba más alejada hacía el lado de Vélez Sarsfield enfrente del portón. Adujo que iban a pegarle, pero su compañera se interpuso para evitarlo. Indicó que esas personas que estaban adelante, un grupo conformado por quince sujetos, eran como los jefes. Señaló que había una persona de tez trigueña, rulos, que mediría un metro sesenta y cinco o un metro sesenta y ocho, que vestía campera azul y, además, mencionó que había otro individuo con un cuello ortopédico que era canoso. Agregó que había gente que tenía la mano en la cintura como si tuviese un arma, recordó a una persona de camisa a cuadritos, canosa, alta, mayor. Indicó que insistían en por qué les daban cámara a las otras personas y que decidieron bajarla pero aclaró que la dejaron prendida. Manifestó que había una persona bajita de pelo largo que lo iba empujando y llegaron a Chevallier, especificó que a sus compañeros también los llevaron para el lado de la empresa. Indicó que solo quedó afuera el señor de pelo largo y el de camisa a cuadros, explicando que el resto siguió corriendo. A preguntas de la representante del Ministerio Público, refirió que fueron cerca de ocho minutos el tiempo que permaneció en Chevallier y por ese lapso también oyó ruidos de piedras. Señaló que escuchó llantos, gritos, ruidos de pedradas, cascotes y detonaciones, respecto a estas aclaró que eran ruidos diferentes y que escuchó ocho. Adujo haber oído primero tres juntas, luego dos seguidas y, por último, tres con un ruido más fuerte. Explicó que eran ruidos como de diferentes armas, siendo la primera la que más le llamó la atención porque no se trataba de una piedra y la escuchó muy cerca. Señaló que observó las piedras que tiraban, aclarando que pegaban en el portón. Indicó que la misma gente que fue hacia el lado de Vélez Sarsfield luego volvió corriendo. Manifestó que cuando salió del predio de Chevallier observó a una persona de pelo largo que a su parecer estaba esperando a sus compañeros y controlando que ellos no salieran. Aclaró que cuando pasaron todos se fue. Señaló que se le acercó una persona que estaba a los gritos diciendo "mataron a un pibe", explicó que él la abrazo y trató de ayudarla. Adujo que se acercó a la ambulancia e intentó ayudar cuando estaban por cargar a otra persona. Señaló que un sujeto tenía un disparo en la pierna y que aparentemente por lo que le decían Elsa Rodríguez fue en la misma ambulancia. Refirió que antes que ocurra esto había visto a Mariano porque un amigo suyo había filmado algo y lo iban a pasar de cámara a cámara. Manifestó que cuando salió de Chevallier vio a una persona mayor con un handy en la mano que le preguntaba qué había pasado y aclaró que no era el mismo sujeto que había visto con anterioridad. Señaló que estaba muy nervioso, muy asustado, descompuesto, que hacía mucho calor. Manifestó que estuvieron cuarenta minutos bajando la información, que llegó el móvil, que se hizo el enlace, se mandaron las imágenes y todo ese tiempo estuvo tirado en el piso del móvil. Señaló que cuando se retiró la ambulancia, se acercó nuevamente a Chevallier, los automóviles estaban dañados y había piedras, explicando que todas esas imágenes son de interés periodístico. Manifestó que siempre tuvo miedo el cual, según refirió, mantuvo hasta el día de su declaración ante esta judicatura. Respectó al trípode indicó que lo tenía en la mano y lo tiró dentro de la empresa Chevallier. Adujo que la cámara tomaba el audio por el micrófono de la periodista y por el propio de la cámara. Respecto a la persona de rulos indicó que estaba en la puerta de la empresa haciendo presencia para que no salgan. Señaló que Farias siempre estuvo a su lado. Manifestó que la cámara que se utilizó era una Panasonic, que se usaba con trípode y que se podía llevar al hombro aunque pesaba bastante. Adujo que tenía un alcance de imagen de ciento veinte metros y en cuanto al sonido explicó que la periodista podía anular su micrófono dejando el de ambiente, el cual tiene un alcance aproximado de treinta a cuarenta metros. Se le exhibió el video de C5N crudo hasta el minuto 3.20. Recordó al señor de cuello ortopédico y al de pelo largo especificando que lo vio en la imagen cerca del auto verde con una campera de color azul. En el minuto 1.04 indicó poder observar al sujeto de pelo largo con campera azul señalando que lo amenazó constantemente. Asimismo, en el minuto 1.44 observó en el medio a la persona de pelo largo y al del cuello ortopédico a los que hiciera referencia. Señaló que él tenía el trípode en la mano y que el de rulos estaba a tres metros. Se le preguntó como hacía este para empujarlo y respondió que eso ocurrió luego. Asimismo, manifestó que llevaba el trípode de ese modo para protegerse. En el minuto 2.39 indicó que la persona del centro que se encuentra de espaldas es la de pelo largo y él está ubicado a la derecha. Se le exhibió la fotografía que se encuentra individualizada como GER8521 y señaló que la persona a la que se refirió es la del centro con remera roja y campera celeste. Señaló que el día del hecho él vestía una remera de argentina, de la selección color azul de mangas cortas, pantalón de jean y zapatillas.

Es menester tener en cuenta que Aldo Fabián Amuchástegui declaró el 30 de octubre de 2012 y nos informó que era supervisor de los Talleres de Escalada. Manifestó que en la empresa Chevallier había una periodista que no mostró nada de lo que realmente ocurrió. Adujo que los del otro bando les pegaron "una paliza bastante fulera". Señaló haber visto a unos periodistas a la altura de Chevallier y que cuando se acercaron González les pedía que filmaran todo no solamente a los ferroviarios. Expresó que este reclamo no lo efectuó solamente González sino que era un pedido de los muchachos de su grupo. Explicó que todo el mundo gritaba, que estaban enojados porque se habla "vendido que los malos de la película" eran los de su grupo e indicó no haber visto que empujaran o tocaran a la periodista, ni al camarógrafo. Manifestó que el reclamo a los periodistas era que filmaran a todos "fílmalos también a ellos". Explicó que en ese momento de González estaría a dos o tres metros o más. Asimismo, manifestó que el día de los hechos vestía una remera sin mangas color blanco con agujeritos, pantalón vaquero y una chomba azul de argentina, con el escudo de la selección, la cual se sacó por el calor. Recordó que a Díaz lo detuvieron un sábado y expresó que él estaba presente así como también Alcorcel, Pipitó, González, Fernández y un abogado del que no supo decir el apellido. Aclaró que estaba allí porque en ese momento estaban todos mal. Se le exhibió el video de C5N, el cual se encuentra reservado en el sobre 6, video disco 32 desde el minuto 0 al 2:39 e indicó que se lo puede ver de espaldas especificando que vestía una chomba de Argentina con la inscripción Coca Cola. Adujo que cuando estaban llegando a la empresa Chevallier les tiraron piedras pero las cámaras no lo registraron.

Como podemos advertir Amuchástegui nos informó que la periodista a su entender no mostró nada de lo que pasó y que González les pedía que filmaran todo, no siendo este el único que reclamó. De esta forma confirmó los dichos de Carchak, Farías y Polito en cuanto a que no fueron solamente dos las personas que se dirigieron hacia ellos. Asimismo, el señor Amuchástegui explicó que todo el mundo gritaba y que estaban enojados porque se "habla vendido que los malos de la película" eran los de su grupo. Esta pudo ser la percepción del testigo, sin embargo, si tenemos en cuenta que la periodista Carchak les ofreció hacer una nota y González según declaró ni siquiera la oyó, mientras que Pipitó adujó haberle manifestado que no tenía cargo para hablar, es claro que la intención de ambos no era precisamente que la prensa informe cual era la opinión del sector ferroviario del conflicto que se estaba viviendo. El testigo Amuchástegui también nos indicó que cuando detuvieron a Pablo Marcelo Díaz estaban haciendo una reunión con un abogado en la que participaron entre otros Pipitó y González, habiendo sido esta cuestión admitida por este último, lo cual nos permite deducir la preocupación que ambos tenía al 23 de octubre de 2010 por su participación en el hecho de marras.

Alberto Mariano Esteche declaró el 13 de septiembre de 2012 y nos indicó que el día 20 de octubre de 2010 estaba comiendo en una parrilla ubicada en la esquina de Perdriel y Luján. Manifestó que vio a una persona con remera negra, lentes, jean y a otro muchacho quien tenía un cuello ortopédico, que resaltaba, que declan "vamos a matarlos, vamos a matarlos". Manifestó haber visto a un sujeto que vestía remera azul con rayas blancas, ubicado en el medio de la calle Luján a la altura de Perdriel, a quien lo vio como guardando algo. Explicó que no lo vio con un arma en la mano pero le pareció que sí la tenía por un gesto que hizo de sacar o guardar algo, especificando que vio una "cosa" negra. Indicó que esta persona debía ser uno de los capos porque le decía al que tenía el cuello "vámonos, vámonos". Señaló que al del cuello lo vio en la puerta de Chevallier pero cuando se estaban yendo y decía "a estos muertos de hambre hay que matarlos". Se le exhibió el video de C5N crudo el cual se encuentra reservado en el disco 32, sobre 6 y manifestó que pudo observar a la persona que tenía un cuello ortopédico.

El testigo Esteche, no se refirió al altercado con los periodistas pero si nos aportó que el que tenía un cuello ortopédico, es decir González, a quien pudo ver en el video que se le exhibió, resaltaba y decía vamos a matarlos. Asimismo, escuchó que dicho sujeto recibió la orden de "vámonos, vámonos", también informó que lo vio en la puerta de Chevallier y oyó que decía "...estos muertos de hambre hay que matarlos...". Lo expuesto nos permite apreciar cual era la actitud de González en el lugar del hecho y su cercanía a personas que Esteche estimó que tenían armas. También, debemos tener presente que el testigo Cardías, como hemos expuesto en párrafos precedentes, nos indicó que González era uno de los que encabezaba el grupo, uno de los que iba al frente, uno de los que manejaba a toda la patota. Asimismo, Polito manifestó que los que estaban adelante eran como los jefes, siendo oportuno aclarar que en el video de C5N, reservado en el sobre 6 video disco 32, se puede observar dentro de las personas que estaban al frente a Pipitó y a González.

David Ismael Villalba registró en parte lo que ocurrió, dicho material fílmico se encuentra reservado en el sobre 6, video disco 13, VTS_01_5 y tiene un reloj en su margen inferior derecho que nos da precisión respecto al horario de las imágenes que captó. A partir del momento en que el reloj marca las 13.39.05 puede verse a González, fácilmente identificable por su ostensible cuello ortopédico, quien se encuentra en la mitad de la calle Luján corriendo hacía el terraplén. Debemos destacar que la agresión al grupo de manifestantes ya había ocurrido. En los siguientes segundos observamos que en reiteradas oportunidades Jorge Daniel González dirige su mirada para atrás donde se encuentran sus compañeros. A las 13:39:47 y conforme transcurren los segundos observamos que está dado vuelta, caminando y mirando para atrás. Podemos afirmar que desde las 13:39:52 González se dirige haciendo un gesto a uno de los ferroviarios que vestía remera blanca y tras el mismo el sujeto se la saca. Inmediatamente después, al observar que se la quitó, se da vuelta y comienza a caminar hacia adelante normalmente en dirección a la vía. Este es un dato indicador de la ascendencia que tenía González sobre sus compañeros ferroviarios. El gesto que realiza consiste en un movimiento con su mano derecha y con su dedo índice extendido, forma un semicírculo primero para adentro y luego hacía afuera a la altura de su hombro. Consideramos que dicho gesto denota una orden dirigida a su compañero ferroviario para que se quite su remera, lo cual efectivamente realiza, y tras ello González se da vuelta y continúa con su caminata. Podemos, también interpretar teniendo en consideración el movimiento de su mano que con posterioridad ese sujeto debía intercambiar su remera con algún otro ferroviario. Sin embargo, esto no podemos corroborarlo con el registro fílmico porque cuando el reloj da las 13:39:57 se interrumpe la filmación de Villalba quien retoma su labor de filmar a las 13:40:40.

Existió una confusión en Jorge Raúl Ferreyra que no podemos pasar por alto. El Comisario, quien decidió no formular descargo alguno en esta sede, prestó declaración indagatoria ante la señora Jueza de Instrucción el día 9 de mayo de 2011, la cual se encuentra glosada a fs. 1544/1565 (foliatura correspondiente a la causa 3922). En dicha oportunidad, refirió que esta fue la segunda manifestación que hizo la Unión Ferroviaria, aclarando que hubo otra el mes anterior en el hall de Constitución. Expresó que en dicha oportunidad la policía hizo un cordón separando a ambos bandos los cuales únicamente se insultaron unos a otros por unos minutos y los tercerizados se retiraron. Manifestó que en las imágenes de ese día, le señalaron a un tal Pablo Díaz. Adujo que preguntó quién era porque en las imágenes salió frente a frente con él y le llamó la atención. Expresó que le dijeron que era un referente o dirigente o delegado de la Unión Ferroviaria. Asimismo, informó que tuvo conocimiento de esta cuestión cuando lo vio nuevamente arriba de la vía. Indicó que le llamó la atención volver a verlo el 20 de octubre arriba de la vía, por lo cual, interrogó al respecto al "pibe" de la brigada, al inspector o principal, y especificó que ese dirigía en ambas manifestaciones a todo el grupo. También señaló que les manifestaba que no les tenían que pegar a ellos, sino a los otros. Expresó que no habló ese día con Díaz e indicó que era uno de los que fueron pero luego volvió a las vías, creyendo que vestía un vaquero y una camisa de las ferroviarias con vivos fluorescentes en los brazos. Adujo que dicho sujeto subió a la vía y después se retiró con el resto de los ferroviarios hacía el andén de la Estación Avellaneda. A pedido del señor Fiscal se le preguntó ante que actitud policial Pablo Díaz le dijo ustedes tienen que pegarle a ellos y no a nosotros. A lo que Ferreyra respondió que eso no se lo dijo directamente Pablo Díaz, sino que lo decía la gente, especificando que él no habló directamente con Pablo Díaz. Ante el requerimiento del señor Fiscal se le solicitó que describa cuál era el comportamiento, actitudes y rol que tuvo el 6 de septiembre de 2010 la persona que luego supo que se llamaba Pablo Díaz. La respuesta del señor Ferreyra fue que también era como que dirigía ese grupo que estaba conformado por muchos menos que los de ahora. Señaló que ellos formaron un cordón policial y de un lado quedaron los ferroviarios y del otro los tercerizados con los partidos políticos. Manifestó que ahí fue cuando se produjo un intercambio de insultos y gritos de un grupo a otro, aclarando que entre ellos este hombre insultaba al otro grupo. Informó que esto finalizó porque el grupo de tercerizados decidió retirarse del hall y los de la Unión Ferroviaria hicieron lo propio yéndose para el otro lado. Se le exhibió el material sin editar de C5N y se le preguntó si había visto en el video a la persona que aparece con cuello ortopédico y respondió que ese era Pablo Díaz.

El Comisario Ferreyra indicó que quien dirigía en ambas manifestaciones a todo el grupo era Díaz, sin embargo, al momento de exhibírsele el video de C5N señaló que el que luce un cuello ortopédico era Pablo Díaz, ergo quien dirigió en ambas manifestaciones a todo el grupo para el Comisario fue Jorge Daniel González, lo cual nos demuestra la importancia de la presencia de González en el lugar de los hechos.

Por último, en relación a la prueba testimonial, debemos tener en consideración que el 8 de noviembre de 2012 hemos oído a Gonzalo Damián Fernández, quien nos indicó que fue convocado a cortar las vías para hacer un reclamo por los compañeros del ferrocarril. Informó que con Arias y Pintos decidieron participar y aclaró que en el 2010 estaba despedido habiendo sido tercerizado de la empresa Confer. Expuso que el enfrentamiento fue como a tres cuadras de las vías y que acababan de correrse una cuadra más hacía la Avda. Vélez Sarsfield. Explicó que los hombres, unos 20 ó 30, los esperaron para hacerles frente. Adujo que se enfrentaron a 30 metros de distancia, que se arrojaban piedras y que vio salir de atrás de un automóvil a un hombre efectuando disparos, que lo observó salir del lado izquierdo y que fue hacia el medio de la calle, aclaró que era morrudo y que vestía remera azul. Refirió no haber visto el arma pero sí haber oído los tiros. Adujo haber visto a Pipitó, a quien conocía como guardabarreras de Lomas, en el tumulto. Asimismo, manifestó que cuando se quedaron sin balas los corrieron y el otro grupo se escapó para el terraplén. Expresó que vio cámaras de televisión en el lugar y que los periodistas le hicieron una entrevista a Cardías, especificando que esto ocurrió después de los primeros piedrazos y antes de los disparos. Manifestó que al lado del tirador, en el tumulto estaban Sánchez, Pipito, Uño y González, aclarando que estaban todos juntos e insistiendo en que vio a los que salen en el video.

De este modo, podemos advertir que Gonzalo Damián Fernández ubicó a Pipitó y a González en el tumulto cerca del tirador que observó y al lado de Sánchez. Por otro lado, confirmó la realización de la entrevista periodística que le hicieron a Cardías, dando relativa precisión temporal en cuanto a cuándo se produjo la misma.

En parte, las acciones desplegadas por Francisco Salvador Pipitó y por Jorge Daniel González han quedado registradas en el video de C5N, reservado en el sobre 6, video disco 32. Entendemos entonces necesario hacer mención a lo que podemos observar en dicho registro fílmico, el cual nos muestra imágenes que son contestes con lo que nos indica la prueba testimonial.

La pieza audiovisual comienza haciendo un acercamiento al terraplén y podemos observar a los ferroviarios caminando en dirección a donde se encuentra el equipo de prensa de C5N. En este intervalo, mientras se registran dichas imágenes, se escucha la conversación que tiene un policía, que sabemos que es Ortigoza, con los integrantes del canal de noticias. Vemos luego que los trabajadores del ferrocarril comienzan a correr y con posterioridad caminan nuevamente, cuando era notable la presencia de los empleados de C5N, observándose que miran a donde se encontraba la cámara. Esta circunstancia se aprecia desde el segundo 44 del video. Con posterioridad los miembros de la Unión Ferroviaria caminan por la calle Luján y cruzan Santa Elena. Puede verse a Pipitó en el minuto 1.03 del video justo antes de trasponer dicha arteria, mientras está cruzando Gabriel Fernando Sánchez, quien luego pasa por delante de González. Jorge Daniel González, se acerca al personal de prensa, profiere las manifestaciones a las que ya hemos hecho referencia y el resto de los ferroviarios continua avanzando. En el lapso comprendido entre el minuto 01.14 y los segundos posteriores puede verse a Gabriela Judith Carchak, se la oye decir "estoy acá", mientras que todos continúan con la caminata. Luego, desde el minuto 1.44 y durante pocos segundos puede observarse a Pipitó caminando con la cronista. Vale destacar que se los ve dialogando aunque no hay registro de la conversación. A poco más de un metro de ellos se lo ve a González, con su cuello ortopédico, remera negra lisa, pantalón de jean y zapatillas blancas. Todo esto ocurre mientras en primer plano se ve el trípode de la cámara que está en manos de Polito. Sabemos que quien lleva en sus manos dicho elemento es Marcelo Pablo Polito porque así se desprende de la prueba testimonial que se produjo en el debate, sin perjuicio de lo cual no vemos su rostro en las imágenes. Todos continúan caminando y en el minuto 1.55 se ve el cartel de la empresa Chevallier. A los 4 segundos en primer plano se ve a una persona que viste una remera negra lisa y jean, no viéndose más que eso de dicho sujeto y es menester destacar que no se lo ve a González, quien vestía esa indumentaria. Estimamos que esa persona, de la cual sólo podemos ver su torso y piernas es Jorge Daniel González. Este sujeto se abalanza sobre la cámara y por ello la misma no llega a registrar su rostro, mostrando luego, parte de la empresa Chevallier. Mientras ocurre esto, desde el minuto 02.00 se oye la voz de Carchak manifestando "tranquilo", "acá estamos", "nos quedamos acá". Los ferroviarios continúan su caminata, en ese Ínterin no se ve ni a Pipito, ni a González, por lo cual, estimamos que son quienes se quedan con los integrantes del canal de noticias. La cámara continúa filmando pero es evidente que no está al hombro del camarógrafo pudiendo apreciarse las rodillas de algunas personas. Durante el especio temporal comprendido entre los minutos 2.14 y 2.16 se siguen viendo las rodillas y por detrás de las mismas se puede apreciar a Gabriel Fernando Sánchez quién está quieto. En la misma línea del lado opuesto de la calle, es decir, en la mano donde se encuentra la empresa Chevallier, se puede observar un automóvil marca Peugeot, Modelo 504, color blanco o crema, el que está estacionado y justo antes de trasponer a dicho vehículo los ferroviarios detienen su marcha. A partir del minuto 2.18, muy próximo a dicho rodado, podemos observar a Cristian Daniel Favale parado mirando en dirección a donde se encontraba la cámara. En el espacio temporal comprendido desde el minuto 2.26 y los segundos posteriores se oye a alguien referir "no filmes nada" y a partir del minuto 2.30 alguien grita eufóricamente "vamos, vamos, vamos todos" y los ferroviarios empiezan a correr en dirección a donde se encontraban los manifestantes. En el minuto 2.39 puede verse a Pipitó y en los segundos que siguen corre hacia donde se encontraban los tercerizados y manifestantes. Debemos destacar que en el minuto 2.44 el camarógrafo ingresa a la empresa Chevallier, pudiendo advertirse esta circunstancia ya que la imagen que registró es del otro lado de las rejas del predio. Desde el minuto 2.52 y durante los segundos que siguen se ve a González caminando en dirección a donde fueron sus compañeros. Finalmente, podemos apreciar que por unos breves instantes la cámara de Farías vuelve a filmar desde afuera del predio y en los minutos 2.57/2.58 vemos que Pipito vuelve corriendo por la vereda, pasa junto al automóvil marca Peugeot, Modelo 504 al que hemos referido y el camarógrafo nuevamente ingresa a la empresa Chevallier.

Por todas estas consideraciones tenemos por acreditada la intervención delictiva tanto de GONZALEZ como de PIPITO en estos hechos. Seguidamente trataremos su encuadre jurídico en lo concerniente al delito contra la libertad, y en el capítulo respectivo en lo concerniente al delito contra la vida.


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