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14dic16


Narcos relacionados con Castedo amenazan a periodista salteña


En agosto de 2006, la periodista de El Nuevo diario, Elena Corvalán, recibió en Salta a Liliana Ledesma, una productora agropecuaria que denunciaba, entre otros hechos, que los cierres de caminos vecinales se hacían para facilitar el narcotráfico. Ledesma, por ese entonces, además había entrado en contacto con la periodista Marta César de Radio Noticias, por el mismo tema. Después de contarles a ambas el tema de los cierres de caminos, le dijo a Corvalán con una risa moderada: "A mí por decir esto me van a matar."

En charla con Tiempo, Corvalán confiesa que "cuando (Liliana) se rió, no le creí. Al mes siguiente tuvimos que hacer la crónica de su muerte", recuerda el asesinato ocurrido en Salvador Mazza con pena y preocupación.

En 2006, cuando fue el crimen, un grupo de periodistas fueron amenazados por investigar y difundir el caso que menciona a "Delfín" Castedo, el sindicado jefe narco que está detenido investigado por narcotráfico y como presunto autor intelectual del asesinato de la productora rural. Tanto él como su hermano "Ula" Castedo, se encuentran detenidos en la cárcel federal de General Güemes.

A El Nuevo diario, en 2006, cuenta Corvalán, "nos habían dicho que nos iban a quemar a todos dentro de la redacción", por lo que todos los periodistas de diversos medios estuvieron durante 2007 con custodia policial permanente. Diez años después, la periodista vuelve a estar custodiada por amenazas recibidas a su correo electrónico y vía telefónica, por el mismo caso.

Al comienzo fue confuso y no había advertido la amenaza hasta que llego a la fiscalía federal que lleva la causa por narcotráfico, donde se interpretó como "amenaza". Corvalán habla sobre los primeros intercambios:

"Hacía tres días había publicado la columna de opinión de lesa humanidad y yo pensé que la comunicación tenía que ver con la cifra de desaparecidos que había publicado. Y le pedí a esta persona que se identificara, pero me contestó sin hacerlo, y me envió el link de una columna de 2009, sobre el caso Ledesma."

Lo sucedido está en conocimiento de la Fiscalía Federal N° 1, a cargo de Eduardo Villalba, donde se registró haber recibido correos electrónicos y llamadas telefónicas de una persona que se identificó como "Viviana", quien dijo ser "la mano derecha de Delfín Castedo", el sindicado jefe narco que está detenido investigado por narcotráfico y como presunto autor intelectual del asesinato de la pequeña productora rural Liliana Ledesma.

Corvalán recibió primero mensajes vía correo electrónico, donde una persona que no se identificada hacía referencia a una columna de opinión de la periodista, le indicaba que necesitaba un comunicador o comunicadora social que quisiera "llegar a la verdad" y contarla.

Posteriormente una persona que se identificó como Viviana, se comunicó por teléfono con la periodista refiriéndole la columna de opinión "Periodismo envenenado", publicada en 2009 en la versión digital de Nuevo Diario de Salta, en la que se detallan las pruebas que incriminan a los hermanos "Delfín" y Raúl "Ula" Castedo en el crimen de la productora rural Ledesma. La periodista aclara:

"Esta persona, Viviana, se contactó varias veces hasta que el 24 (de noviembre) se presentó como la mano de derecha de Delfín Castello. Nunca me dijo 'si vas a hacer esto, te va a pasar aquello', pero en todo la charla quedó entendido que me decía que estoy equivocada y me ofrecía copias de un expediente de Bolivia; me decía que debo publicar 'la verdad'. Me dijo: 'te necesito, pero estas equivocada', y aclaró que ese teléfono lo había comprado solo para hablar conmigo. De toda la charla me quedo la impresión que era una oferta que yo tenia que aceptar."

La causa por la denuncia de Corvalán fue caratulada "Autores a establecer s/amenazas", expediente 18559/16, quedó radicada en el Juzgado Federal Nº 2, a cargo del juez Miguel Medina. En agosto de 2006, la periodista de El Nuevo diario, Elena Corvalán, recibió en Salta a Liliana Ledesma, una productora agropecuaria que denunciaba, entre otros hechos, que los cierres de caminos vecinales se hacían para facilitar el narcotráfico. Ledesma, por ese entonces, además había entrado en contacto con la periodista Marta César de Radio Noticias, por el mismo tema. Después de contarles a ambas el tema de los cierres de caminos, le dijo a Corvalán con una risa moderada: "A mí por decir esto me van a matar."

En charla con Tiempo, Corvalán confiesa que "cuando (Liliana) se rió, no le creí. Al mes siguiente tuvimos que hacer la crónica de su muerte", recuerda el asesinato ocurrido en Salvador Mazza con pena y preocupación.

En 2006, cuando fue el crimen, un grupo de periodistas fueron amenazados por investigar y difundir el caso que menciona a "Delfín" Castedo, el sindicado jefe narco que está detenido investigado por narcotráfico y como presunto autor intelectual del asesinato de la productora rural. Tanto él como su hermano "Ula" Castedo, se encuentran detenidos en la cárcel federal de General Güemes.

A El Nuevo diario, en 2006, cuenta Corvalán, "nos habían dicho que nos iban a quemar a todos dentro de la redacción", por lo que todos los periodistas de diversos medios estuvieron durante 2007 con custodia policial permanente. Diez años después, la periodista vuelve a estar custodiada por amenazas recibidas a su correo electrónico y vía telefónica, por el mismo caso.

Al comienzo fue confuso y no había advertido la amenaza hasta que llego a la fiscalía federal que lleva la causa por narcotráfico, donde se interpretó como "amenaza". Corvalán habla sobre los primeros intercambios:

"Hacía tres días había publicado la columna de opinión de lesa humanidad y yo pensé que la comunicación tenía que ver con la cifra de desaparecidos que había publicado. Y le pedí a esta persona que se identificara, pero me contestó sin hacerlo, y me envió el link de una columna de 2009, sobre el caso Ledesma." (N.deR.: Se puede consultar aquí: "Periodismo envenenado")

Lo sucedido está en conocimiento de la Fiscalía Federal N° 1, a cargo de Eduardo Villalba, donde se registró haber recibido correos electrónicos y llamadas telefónicas de una persona que se identificó como "Viviana", quien dijo ser "la mano derecha de Delfín Castedo", el sindicado jefe narco que está detenido investigado por narcotráfico y como presunto autor intelectual del asesinato de la pequeña productora rural Liliana Ledesma.

Corvalán recibió primero mensajes vía correo electrónico, donde una persona que no se identificada hacía referencia a una columna de opinión de la periodista, le indicaba que necesitaba un comunicador o comunicadora social que quisiera "llegar a la verdad" y contarla.

Posteriormente una persona que se identificó como Viviana, se comunicó por teléfono con la periodista refiriéndole la columna de opinión "Periodismo envenenado", publicada en 2009 en la versión digital de Nuevo Diario de Salta, en la que se detallan las pruebas que incriminan a los hermanos "Delfín" y Raúl "Ula" Castedo en el crimen de la productora rural Ledesma. La periodista aclara:

"Esta persona, Viviana, se contactó varias veces hasta que el 24 (de noviembre) se presentó como la mano de derecha de Delfín Castello. Nunca me dijo 'si vas a hacer esto, te va a pasar aquello', pero en todo la charla quedó entendido que me decía que estoy equivocada y me ofrecía copias de un expediente de Bolivia; me decía que debo publicar 'la verdad'. Me dijo: 'te necesito, pero estas equivocada', y aclaró que ese teléfono lo había comprado solo para hablar conmigo. De toda la charla me quedo la impresión que era una oferta que yo tenia que aceptar."

La causa por la denuncia de Corvalán fue caratulada "Autores a establecer s/amenazas", expediente 18559/16, quedó radicada en el Juzgado Federal Nº 2, a cargo del juez Miguel Medina.

[Fuente: Tiempo Argentino, Bs As, 14dic16]

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