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13may14


Solicitaron la elevación a juicio de uno de los más poderosos narcotraficantes del país


El pasado 6 de mayo, el fiscal Federal de San Isidro Fernando Domínguez solicitó la elevación a juicio en la causa contra Claudio Alejandro Andrada, Oscar Alfredo Dorao, Fortunato Carlos Heredia, Fabián Alejandro Shwindt, Aldo Javier Velázquez, Juan Fabián Volker y Claudio Alejandro Andrada (hijo) por tenencia y transporte de estupefacientes con fines de comercialización. Los hombres habían sido detenidos luego del operativo realizado por Gendarmería Nacional el 23 de octubre en la Ruta Nacional N° 9, en la provincia de Córdoba. En esa oportunidad se logró secuestrar 548 ladrillos de cocaína, que arrojaron un peso total de 583 kilos y 239 gramos. La droga se encontraba en el techo de un camión Mercedes Benz, que había sido especialmente acondicionado para el transporte de la sustancia.

A Andrada padre, presunto jefe de la banda, y a Shwindt, el fiscal Domínguez también les imputó el delito de tenencia ilegal de armas, por haberles encontrado en su poder un revólver Smith & Wesson Magnum calibre 44 al primero y un revólver calibre 22 al segundo. Las armas fueron secuestradas en los allanamientos que se concretaron en los domicilios de Andrada, en la localidad de Martínez, y en el de Shwindt, en San Isidro, en el marco de una de las medidas que había ordenado la jueza Federal Arroyo Salgado, ese mismo 23 de octubre.

La investigación

La causa se inició el 16 de abril de 2012 a partir de actuaciones realizadas por Gendarmería. En ese momento, se suponía que Andrada era el líder de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas; que formaba parte de "dealers" de la ciudad santiagueña Frías y que estaba muy ligado al poder político de la provincia.

Con el transcurrir de la investigación, se logró conocer el modus operandi de la banda, que consistía en transportar cocaína procedente de la Estado Plurinacional de Bolivia en avionetas que aterrizaban en distintas pistas clandestinas en el norte del país. Luego, los integrantes de la organización se dividían los roles para recibir la droga, acondicionarla de manera oculta en camiones y transportarla -vía terrestre- hacia distintos puntos de la Argentina, para su posterior estiramiento, fraccionamiento, acondicionamiento, distribución y comercialización. En el caso de la cocaína secuestrada en la requisa del 23, el destino era Santiago del Estero y Buenos Aires.

En el dictamen del fiscal Federal se aclara que desde un principio, la investigación estuvo a cargo de la División Antidrogas de Gendarmería Nacional, "que con el correr de las tareas investigativas que fueron desplegando sumado a las escuchas telefónicas que se practicaron sobre los abonados telefónicos con los que se comunicaba la organización criminal liderada por Claudio Alejandro Andrada permitieron aportar suficientes elementos probatorios para conocer detalladamente la identidad de sus integrantes, los roles que cada uno de ellos ocupaban y el fin ilícito que los unía".

Los roles

Hasta el momento, las pruebas indican que Claudio Alejandro "el Gallo" Andrada sería el líder de la organización criminal, con contactos en el exterior y ramificaciones en el interior del país. De origen santiagueño, sus padres aún viven en la localidad de Frías de esa provincia. Justamente en ese domicilio, el Gallo solía quedarse cuando realizaba los viajes de "negocios" al norte del país. Andrada también poseía una casa en el partido de la Costa y se presume que era el propietario de al menos cuatro vehículos de alta gama.

Su hijo, quien lleva los mismos nombres que "el Gallo", cumplía un rol preponderante en la banda. El fiscal Domínguez puntualizó que "participaba de la mayoría de los viajes realizados por su padre a la ciudad de Frías" y además "se encargaba del fraccionamiento y comercialización" de la cocaína.

Velázquez, por su parte, fue señalado como "chofer" de la organización criminal y "comerciante de estupefacientes al menudeo", además de haber participado de todos los viajes que "el Gallo" realizó a la ciudad de Frías. En el caso de Schwindt, Domínguez señaló que era un "colaborador directo" de Andrada, tanto en el transporte como en el fraccionamiento y distribución de la droga. Lo llamaban "Piter" o "Sordo", y junto al hijo del líner, "Claudito", solían concurrir al galpón de José C. Paz en el que "acondicionaban la mercadería" que luego vendían en Buenos Aires.

Dorao, alias "Tucu", era el encargado de "ubicar las locaciones -campos- para ser utilizados como pistas clandestinas", en las que descendían las avionetas con la droga. Volker, cuñado de Andrada padre, también era su chófer y colaborador directo. Además, solía viajar a Frías y, entre otros bienes, a su nombre figuraba el camión que fue secuestrado el 23 y que llevaba más media tonelada de cocaína.

Finalmente, en el caso de Heredia, el fiscal Federal indicó que era el proveedor en Argentina. De esta manera, solía acompañar "el transporte del material ilícito, custodiarlo hasta su efectiva entrega al destinatario y recibir del mismo el importe dinerario correspondiente", agregó el representante del Ministerio Público. Era el único de la banda que tenía domicilio en Bolivia, de donde procedía la droga.

Además, en el dictamen se recuerda que aún continúan prófugos Raúl Eduardo Juárez, Ramón Rafael Peralta, Mario Alfredo Cejas y Gustavo Omar Collado Correa.

"Octubre Blanco"

El operativo comenzó el 17 de octubre y finalizó el 23 con la detención de los hombres y el secuestro de la droga. El primer día, Gendarmería detectó el viaje a Frías de parte de la banda, lugar que utilizaban para la logística y recepción del cargamento que venía de Bolivia. Allí, estaban el Gallo, Velázquez y uno de los prófugos, Collado Correa. Al día siguiente, el 18, llegó al campo de Frías "Claudito", el hijo. Recién dos días más tarde, el 20, se escucharían las primeras conversaciones entre el Gallo y el proveedor de la cocaína, quien llamaba desde Bolivia. Estas llamadas se repetirían al día siguiente, a lo cual se sumó el arribo de Dorao en un camión a la estancia familiar de los Andrada. Desde allí, partirían hacia Salta, donde se alojarían en la localidad de Apolinario Saravia.

El 22 de octubre, Gendarmería detectó que a las 4 de la madrugada, Andrada se encontraba en la localidad salteña Las Lajitas y que por la tarde, pasadas las 17, ya había regresado al campo de Frías. Finalmente, el día 23, comenzó la persecución del camión en el que había arribado Dorao hasta que, cerca de las 19, lo detuvieron en la provincia de Córdoba. En el operativo se encontró más de media tonelada de clorhidrato de cocaína y se dio comienzo a las actuaciones judiciales contra, según se presume, una de las mayores organizaciones narcocriminales del país.

Junto con esa detención, también se habían ordenado, "en forma concatenada, que se intercepte y requise al resto de los vehículos utilizados por la organización criminal y la detención de sus tripulantes", especificó el fiscal Domínguez, además del "allanamiento de los domicilios utilizados por la organización criminal", en los que se encontraron distintos elementos que utilizaban tanto para el transporte como para el fraccionamiento de la droga.

[Fuente: Ministerio Público Fiscal, Procuración General de la Nación, 13may14]

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