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13sep11


Sinopsis de la 14.ª audiencia del juicio por crímenes contra la humanidad cometidos en el circuito Necochea.


Juicio del circuito represivo Necochea,
Comisaría Cuarta y Base Aérea
Audiencia del 13 de septiembre de 2011

"Su ropa estaba dura de sangre"

Graciela Lafranconi narró los acontecimientos que tuvieron como víctima a su marido Oscar Amílcar González el 25 de marzo del '76 cuando trabajaba como periodista de la agencia Télam y el diario La Capital de Mar del Plata. "Cuando los compañeros lograron encontrarlo en la (comisaría) IV después de buscarlo durante 15 días, lo vieron muy golpeado. Para torturarlo lo habían atado con alambre de púa y tenía gangrena en las muñecas", detalló.

Lo secuestraron en la sede de la delegación local del ministerio de trabajo una tarde en la que el periodista participaba de una reunión conciliatoria con la patronal de dicho periódico. "Unos autos estacionaron en contramano y un grupo de 6 o 7 personas de civil entraron, subieron por la escalera que estaba a la derecha y se llevaron a una persona", describió, aclarando que llegó a ver que uno estaba con un arma larga, el testigo Jorge Carles que en ese momento trabajaba en ese lugar. "Cuando bajaron mis compañeros me dicen que al que se habían llevado era Amílcar González", concluyó.

"Yo le pedí que no fuera porque el día anterior se habían llevado algunos compañeros", recordó Lafranconi, al tiempo que, con resignación, afirmó que "fue igual". "Al otro día salió en La Capital que había sido secuestrado", contó su mujer y a continuación narró un hecho llamativo: "llegó un telegrama del diario que decía que si no se presentaba a trabajar lo iban a despedir".

El compañero que lo encontró en la comisaría IV después de rastrear en todas las dependencias militares fue José Luis Ponsico por medio del oficial de la bonaerense Marcelino Blaustein, quien intercedía para hacerle llegar la comida que le mandaban y los medicamentos que el médico les había recomendado para que se recuperara de las lesiones que le produjo la tortura.

"Un día me mandan una bolsa con ropa de Amílcar que tenía una camisa un pañuelo y un calzoncillo que estaban duros de sangre. Fue muy duro", recordó Graciela.

También se refirió a las gestiones realizadas ante el GADA 601, donde consiguió un permiso, firmado por alguien al que no reconoce, para ver a su marido en la comisaría IV. Las veces anteriores la habían recibido los coroneles Carlos Alfredo Costa y Fortunato Valentín Rezett. En la Base Naval la había atendido José Ángel Racedo que con confianza le confesó que lo llamaban "Comisario Pepe". A éste último le dio un anillo para que se lo llevara a Amílcar. "Finalmente le llegó", afirmó.

El periodista fue liberado finalmente en 1978 desde la Unidad 9 de La Plata y a partir de ahí se exilió, primero a Europa donde recibió tratamiento médico por las secuelas que le dejaron las torturas, y luego a Venezuela hasta que volvió al país en 1984 con la vuelta de la democracia.

Su hermano Alberto recordó que tras el secuestro de Amílcar le allanaron la casa en dos oportunidades durante el mes de abril del '76. "En la primera fue el ejército. Revolvieron la casa, preguntaron si había armas y se fueron. Y en la segunda yo no estaba. Fue un grupo de civiles con mucha violencia, rompieron todo y se llevaron todo lo que se podían llevar", describió.

Mar del Plata, 13sep11
Corresponsales del Equipo Nizkor

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