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09oct06


Los policías reportan difíciles condiciones laborales y temen nuevos enfrentamientos en Huanuni.


“No es un adiós, es un hasta luego”. Esta frase hizo estremecer al pueblo de Huanuni. Esta vez no por la fuerza de los explosivos, sino por el dolor de los familiares de los mineros asalariados y cooperativistas, enfrentados por el control del cerro Posokoni.

Por la mañana y por la tarde, los pobladores de Huanuni rompieron en llanto al son de marchas fúnebres durante el sepelio realizado por los dos sectores en esa población, distante a 45 kilómetros de Oruro. A las 09.50 retiraron del coliseo cerrado los ataúdes adornados de flores de los asalariados Luis Alberto Choque Nina, Johnny Tejada Poma, Javier Escóbar Choque, Braulio Díaz Baltasar y Juan Carlos Flores. Una banda siguió por detrás a los dolientes que fueron por la calle Bolívar, plaza Fermín López y el campamento Santa María, para finalmente llegar al Cementerio General de Huanuni.

Todo el trayecto estuvieron escoltados por policías provistos de escudos y lanzagases. Varios ciudadanos derramaron lágrimas al paso de la caravana dándole un toque más dramático al sepelio. “¡Gloria a caídos de Huanuni!”, gritaron en varias oportunidades los familiares de los fallecidos, cuya consigna era coreada por una multitud de 2.500 acompañantes.

Al llegar al cementerio, fueron declarados como “mártires de la ‘guerra del estaño’ en Huanuni”, por eso sus cuerpos fueron depositados en un mausoleo especial después de recibir la bendición católica.

Además solicitaron que la explotación del cerro de Posokoni sea racional. En su discurso, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, dijo que se debe terminar con la pobreza y el desempleo, y señaló que no era una despedida, sino un hasta luego.

Los cooperativistas

A las 15.00, cinco volquetas escoltaron los restos mortales de José Luis Lazarte, Edwin Choque Antonio, Maribel Arroyo, Teodora Ticona Calle, Javier Salvatierra Acerico, Julián Condori Choque, Pedro Mamani Plaza y Juan Carlos Condori Crispín, pertenecientes al sector de los cooperativistas.

Los policías dieron escolta todo el trayecto de la calle Lizárraga, igual que en la mañana. “¡Muera Evo Morales!”, gritaron una y otra vez, en medio de unas cuatro mil personas que paralizaron gran parte de las vías en Huanuni. Una banda también siguió a los deudos en medio de los rostros acongojados de la ciudadanía que les dio su despedida.

Al llegar al Cementerio General se dieron cuenta de que nadie había cavado las fosas para los féretros, por lo que los parientes reaccionaron indignados. Fue otra oportunidad para jurar venganza en medio de su desesperación y protestar contra el presidente Morales.

Al final les dieron cristiana sepultura, pero en ambos entierros sólo se contabilizaron 13 víctimas y nadie tuvo una explicación racional sobre las tres personas faltantes pues la cifra oficial habla de 16 fallecidos. Los policías de la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP) se declararon en estado de emergencia ante posibles nuevos enfrentamientos que podrían suscitarse entre los mineros.

Varios policías, de un contingente de 700, expresaron su temor pues existe el comentario generalizado de que se quiere vengar a las víctimas. Apostados en las serranías del cerro de Posokoni, afirmaron que las condiciones de trabajo son desfavorables por la falta de agua y comida, además de las inclemencias del tiempo.

“Cualquier momento puede haber un enfrentamiento, por eso estamos en emergencia”, comentaron, antes de señalar que esperan una pronta solución porque todo el personal desplazado en el cerro y en el pueblo está agotado tras los enfrentamientos.

La Fiscalía citará a declarar a dirigentes y jefes militares El fiscal Aldo Morales informó que se ha iniciado la investigación penal de las 16 muertes y más de medio centenar de heridos en Huanuni por el delito de homicidio contra los autores, encubridores, cómplices e instigadores del enfrentamiento.

Para comenzar, esta semana serán convocados los dirigentes sindicales de asalariados y cooperativistas para que puedan informar sobre las circunstancias de los hechos acaecidos el jueves y viernes.

Con ese objetivo se desplazaron a la población de Huanuni el fin de semana ocho investigadores, un planimetrista y dos médicos forenses llegados desde el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de La Paz. Morales manifestó que todavía no está previsto convocar a ninguna autoridad del Poder Ejecutivo; sin embargo, se enviará una solicitud al ministro de Defensa, Walker San Miguel, para que éste “autorice” la presencia de jefes militares a declarar.

El fiscal Morales afirmó: “En este caso de Huanuni también se va a citar a los efectivos militares que estaban acantonados” en el campamento minero para su resguardo.

El forense Antonio Torres Balanza señaló el sábado, luego de examinar los cuerpos, que los muertos cayeron abatidos por francotiradores con disparos certeros en la cabeza, cuello y pecho.

El fiscal de Huanuni Lindon Requena informó que el minero Juan Carlos Flores Uruni recibió un proyectil entre ceja y ceja, el disparo fue hecho por un “profesional”. Hay otros cuerpos alcanzados por balas calibre 22 en lugares vitales.

[Fuente: La Prensa, La Paz, Bolivia, 09oct06]

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