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03may06


Evo asegura la entrega de gas y se reúne con Kirchner, Lula y Chávez


Un día después de nacionalizar por decreto los hidrocarburos de Bolivia y enviar al ejército a tomar los 56 campos petroleros del país, el gobierno de Evo Morales garantizó ayer el suministro de gas natural a Argentina y Brasil, sus principales compradores, aunque se negociarán nuevos precios. Al mismo tiempo, se anunció para mañana una cumbre de emergencia entre los presidentes de estos tres países más el venezolano Hugo Chávez, en Puerto Iguazú, para tratar el tema.

Según fuentes del Gobierno argentino, Lula da Silva llamó ayer a Kirchner para organizar esa reunión. A Lula le inquieta que las plantas de la brasileña Petrobras en Bolivia estén ocupadas por el ejército, por orden de Evo Morales, y está preocupado por el suministro de gas a San Pablo.

Según pudo saber Clarín, Chávez a su vez le aseguró al presidente argentino que estaba "sorprendido" por la medida anunciada el lunes por Morales.

Las fuentes indicaron que Bolivia busca aumentar el precio del gas que le vende a Argentina de los actuales 3,18 dólares el millón de BTU (la unidad térmica para el comercio internacional) a 5,30 dólares. Con todo, será una tarifa menor a la del mercado internacional, que ronda los 7 dólares el millón de BTU. De esto seguramente se hablará en la reunión de mañana. Aunque en Brasil algunas fuentes dijeron que la cumbre será en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, en la Cancillería argentina confirmaron a Clarín (también lo hizo Chávez a la agencia EFE) que será en Puerto Iguazú, del lado argentino.

Bolivia, que posee la segunda reserva de gas de la región, detrás de Venezuela, le exporta a la Argentina unos 5 millones de metros cúbicos de gas diarios —cerca del 4% del consumo total de gas aquí— y casi 24,3 millones de metros cúbicos a Brasil, una gran parte de su demanda. De ahí la preocupación de Lula.

"El gobierno con este decreto garantiza la entrega total, absoluta, innegociable, de nuestros compromisos de gas con los mercados", afirmó el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera a la radio Fides, de La Paz. Aunque agregó: "Queremos aumentar nuestro precio con el Brasil fácilmente dos dólares, y en el caso de los precios a la Argentina, estamos negociando el incremento de los precios".

Desde La Paz, un vocero del gobierno de Morales confirmó a Clarín que "el planteamiento del Estado es llegar a 5 dólares el millón de BTU, debido al alza del crudo en el mercado mundial".

En lo inmediato, esto no cambia los términos de las negociaciones en marcha entre ambos países (ver Discusión...). "En La Paz se estima que las conversaciones van a llegar a buen puerto", afirmó el portavoz.

Morales nacionalizó el lunes por decreto los hidrocarburos y ordenó al ejército tomar el control de los 56 campos de gas y petróleo del país, una de sus principales promesas de campaña.

Las petroleras extranjeras que operan en Bolivia no recibieron bien la noticia. La Cámara de Hidrocarburos boliviana aseguró en un comunicado que la nacionalización "altera de manera unilateral, negativa y sustancial, las condiciones de las empresas dedicadas a la exploración, explotación, refinación, transporte y comercialización de hidrocarburos". Y agregó que el decreto "no consideró" la estabilidad jurídica.

El decreto obliga a estas empresas a entregar inmediatamente su producción a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) que se encargará de la comercialización y definirá los volúmenes y precios.

Las petroleras extranjeras tienen 180 días para renegociar sus contratos y ceñirse a las nuevas reglas del juego. Si no, deberán dejar el país, dijo el gobierno.

Discusión clave para Buenos Aires.

La cumbre presidencial convocada de urgencia en Puerto Iguazú nació tras una llamada telefónica de Lula da Silva a Néstor Kirchner en la cual quedó de manifiesto la preocupación brasileña por el nuevo escenario energético que plantea la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia.

Para Lula, el cambio de las reglas de juego que dispuso Evo Morales pone en jaque no sólo las inversiones que tiene la petrolera estatal Petrobras en Bolivia, sino también el suministro de 24,3 millones de metros cúbicos que se despachan diariamente al mercado brasileño.

Más allá de que las autoridades bolivianas salieron a garantizar la provisión de gas a la Argentina, la decisión de nacionalizar los hidrocarburos promete alterar los plazos, los precios y las condiciones de suministro que está negociando el ministro de Planificación, Julio De Vido.

El mes pasado, De Vido acordó con su colega boliviano de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada la creación de una "comisión binacional" que debía definir antes del 15 de mayo un nuevo convenio de suministro a largo plazo.

Ese plazo ya no podrá cumplirse y desde el propio gobierno reconocieron ayer que las negociaciones se postergarán hasta que YPFB suscriba los nuevos contratos con las petroleras que seguirán operando en Bolivia.

Lo que se discute con Bolivia son dos cuestiones claves: por un lado, un aumento en el precio del combustible que se importa actualmente; y por otro, un contrato de provisión de 20 millones de metros cúbicos diarios durante dos décadas.

El acuerdo vigente —que vence en diciembre— establece que la Argentina puede importar hasta 7,7 millones de metros cúbicos diarios. El precio actual es de US$ 3,18 y la intención de La Paz es llevarlo a no menos de 5 dólares.

En tanto, los 20 millones de metros cúbicos adicionales que busca la Argentina son los que se necesitan para abastecer el aumento de la demanda prevista para los próximos años. De esa provisión depende la construcción del gasoducto del Noreste, el proyecto de US$ 1.500 millones que impulsan el Gobierno y el grupo Techint.

[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 03may06]

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