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12nov06


Tras los pasos del gas sarín.


Diligencias decretadas en el marco del proceso por el crimen del ex químico de la DINA Eugenio Berríos, apuntan a encontrar en Santiago y otros lugares del país envases con gas sarín y partes del laboratorio con el que la DINA lo produjo en 1975 mediante el Proyecto Andrea.

Las pesquisas fueron ordenadas como consecuencia de las informaciones que, en julio pasado, el ex agente de la DINA Michael Townley, aportó en Estados Unidos al ministro Alejandro Madrid.

El contenido exacto de las respuestas de Townley a las más de cien preguntas que tenía el exhorto a través del cual Madrid lo interrogó, aún no llega a las manos del juez, pero LND está en condiciones de informar que el ex agente le aportó al ministro antecedentes donde buscar restos del sarín que quedó bajo la custodia tanto de particulares como “en dependencias de instituciones públicas”, según indicaron las fuentes consultadas. Por estas últimas se entiende que corresponderían a dependencias del Ejército.

De acuerdo a las fuentes, ya se habría ubicado el paradero de algunas piezas que pertenecieron al laboratorio que funcionó en la casa de Vía Naranja 4925 en Lo Curro, que la DINA arrendó para que Townley viviera con la ex agente Mariana Callejas y sus hijos.

Hasta ahora se desconoce si en la búsqueda se han encontrado envases con sarín, pero Townley afirmó al juez Madrid que parte del mortal gas todavía permanece en Chile. Como ejemplo le dijo que el frasco de perfume Chanel 5 que él llevó a Estados Unidos en 1976 para, inicialmente, por esa vía matar a Orlando Letelier, se encuentra en Chile.

El excéntrico bioquímico

En el mismo sentido de la existencia de sarín y partes del laboratorio en el país, declaró en los últimos meses ante el ministro Madrid, tanto en Estados Unidos como a la vez silenciosamente en Chile, el excéntrico bioquímico Francisco Oyarzún Sjoberg que participó en el proyecto “Andrea” como un colaborador de bajo perfil.

La renovada preocupación por hallar envases con el gas y partes del laboratorio en el país, tuvo relación con el propio interés que en ello tiene el fiscal del distrito federal de Columbia, Estados Unidos, William Baxter, quien formuló las preguntas a Townley en julio pasado frente al ministro Madrid.

Baxter, quien está a cargo de una unidad especial de la Fiscalía de Columbia para Delitos Mayores Terroristas Transnacionales, es quien lleva en Norteamérica el juicio aún abierto por el crimen de Orlando Letelier y la estadounidense Ronnie Moffitt.

Otras víctimas del gas.

El interés del fiscal por el sarín tiene que ver con la búsqueda de lugares donde el gas y otras armas químicas pudieran estar almacenadas, en relación con la prevención de futuros probables ataques terroristas contra ese país, luego del atentado a las torres gemelas en 2001.

De las 110 preguntas que contenía el exhorto a través del cual Madrid interrogó a Townley –cuyas respuestas todavía permanecen en la Cancillería chilena–, al menos un 45% tenía relación directa con el gas sarín y el laboratorio de “Andrea”.

Townley asimismo reveló al juez Madrid que en Chile no sólo fueron asesinados con sarín el conservador de Bienes Raíces Renato León Zenteno (1976), y el cabo del Ejército y agente DINA Manuel

Leyton (1977), sino también otras personas cuyas muertes se hicieron aparecer como “suicidios” o fallecimientos extraños. Algunas de estas personas, según Townley, tuvieron relación con el almacenamiento y transporte de envases con gas sarín en la década de los ’70 y comienzos de los ’80. Uno de ellos sería un médico o asistente que participó en las autopsias de Renato Zenteno y el cabo Leyton.

De la misma manera, Townley afirmó al juez que el director de Protocolo de la Cancillería Carlos Guillermo Osorio, fue asesinado y no fue un suicidio, como se hizo aparecer oficialmente en octubre de 1977. Osorio estuvo a cargo de otorgar los pasaportes con identidades falsas para que oficiales del Ejército, entre ellos Armando Fernández Larios, viajaran a Estados Unidos a preparar el atentado contra Letelier, y otros dos (Rolando Mosqueira y René Riveros) a intentar despistar a la inteligencia estadounidense sobre la autoría del atentado y cubrir las espaldas a la DINA. Las fuentes sostienen que Townley afirmó que Osorio fue otra víctima del sarín, a pesar de que tenía un tiro en la cabeza.

Respecto del almacenamiento y duración del gas sarín, existen opiniones contradictorias entre químicos chilenos y estadounidenses, dado que algunos de los primeros manifiestan que después de 30 años es difícil que el gas esté en condiciones de ser usado, mientras algunos norteamericanos afirman lo contrario, dependiendo de la conservación.

Respecto de la muerte del Presidente Eduardo Frei Montalva, Townley no aportó datos significativos que vinculen su deceso con un crimen. Es más, todas las fuentes consultadas en ese sentido por LND, tanto judiciales como policiales estrechamente vinculadas a la investigación, sostienen firmemente que en el proceso del juez Madrid no existen antecedentes serios que permitan establecer que a Frei Montalva lo mataron.

[Fuente: Por Jorge Escalante, La Nación, Santiago de Chile, 12nov06]

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