La Gran Mentira
La Gran Mentira

Capítulo Segundo
Campaña de Prensa

Simultáneamente, con la maniobra de utilización de cadáveres ajenos, extraños, mutilados, quemados e irreconocibles: cadáveres de desconocidos que nunca se supo a quien pertenecían. pues no eran de los chilenos cuyas identidades querían otorgarles, se inició la otra violencia. No la violencia de la muerte, de la tortura, de los desaparecimientos, de los crímenes, sino la violencia sutil, permanente, perseverante y seguramente más efectiva en el tiempo hacia el futuro. Es la violencia dirigida a producir una ruptura a nivel del psiquismo. actuando directamente sobre las emociones, sobre los sentimientos más simples y más primarios

Es la violencia, que se utiliza para conseguir el objetivo fundamental del «Nuevo Poder»: el control social y el control individual que paulatinamente se obtiene a través del control de las conciencias.

«Este objetivo es lo que la terminología norteamericana llamó la otra guerra y que en términos de lucha es la conquista de la mente por el hombre para los propios intereses del poder». (1)

Es una violencia que se transmite a través de símbolos, es decir, una violencia que no se apoya en la fuerza de las armas, que no lleva un trauma directo físico implícito, que no muestra los cuerpos destrozados por las armas de la guerra, ni los cuerpos lacerados de los torturados, sino que entrega la realidad, lo objetivo, lo concreto, la exterioridad a través de la información de la comunicación. Son estos contenidos e imágenes los que penetran abrupta o sutilmente en la subjetividad de cada individuo de acuerdo a la íntima estructuración de su espacio interior trastocando sus vivencias y percepciones.

La dictadura sabe que la información es un intercambio de mensajes, la transmisión de significaciones entre personas. De ahí para adelante todos los mensajes empleados en esta Operación tendrán un contenido significativo y cumplirán una doble función: entregar la realidad y la verdad que ellos quieren comunicar, falseando así la intersubjetividad, la relación entre el individuo y el medio.

Será la prensa y otros medios de comunicación los que informarán sobre lo que pasa o va a pasar. Pero en el hecho, como veremos, se han montado todos los engranajes necesarios para los objetivos inherentes de las dictaduras: ocultar la verdad y someter las voluntades.

Esta manipulación, este ocultamiento de la información, pretende que el colectivo social no tenga la real prueba de la realidad sino la que ellos quieren entregar.«... y bien sabemos que lo que los hombres piensan y sienten está basado en la prueba de realidad». (2)

La Mañana de Talca 06/06/75 La Tercera 13/06/75 La Tercera 14/06/75 La Tercera 16/06/75 La Tercera 18/06/75

Las Dictaduras también saben que lo que aparece en la conciencia de las personas es el reflejo subjetivo de lo objetivo que se aprehende diariamente, la exterioridad que se vive y se confronta permanentemente en la interioridad.

En esta campaña las palabras, por su valor simbólico, son empleadas para despertar contenidos violentos, cumpliendo así un rol esencial en el proceso de comunicación, de entrega de información en el proceso de guerra psicológica.

Fueron todos los medios de comunicación de masas de la Dictadura los que entregaron contenidos que llevaban implícitos la violencia simbólica que se quería transmitir. Los comunicados radiales, las imágenes de la televisión, no se pueden analizar ahora. Pero sus contenidos, las percepciones visuales y auditivas que transmitieron, lo simbólico que crearon, quedaron anclados a diferentes niveles de los recuerdos. Quedaron anclados en los engranajes de la memoria.

Recuerdos que se vivieron a través de las representaciones de esa época, y que, frente a estímulos actuales similares a los anteriores, pueden renacer en la conciencia, despertando toda la subjetividad y la afectividad ligados a ellos.

Fue a través de estos mensajes que se fue penetrando en la subjetividad y en los pensamientos del sujeto social. Estos mensajes fueron de amenazas, de muerte, de terror y lentamente fueron cumpliendo su objetivo. Crear confusión, miedo y por tanto, volver a alterar o trastocar la realidad.

El diario «La Mañana» de Talca, el 6 de junio de 1975 publicaba en sus titulares «EXTREMISTAS ASESINARON A UN CAPITÁN DEL REGIMIENTO TALCA»....«El capitán de Ejército Osvaldo Heyder Goycolea de dotación del Regimiento Talca fue ultimado a balazos, el día de ayer en las inmediaciones del cerro La Virgen y las instalaciones de ENTEL».

En relación a la muerte del Capitán Heyder ocurrida el 5 de junio de 1975, «La Tercera» señaló que en las primeras pesquisas del homicidio del oficial, se constató que no fue un delito común sino el fruto de una fría acción extremista y que dicho capitán se encontraba investigando el tráfico de armas en la región.

Sin embargo, hay antecedentes de prensa que señalan que su muerte se debió a razones sentimentales. (3)

A mayor abundamiento el nombre de este capitán no aparece entre los militares muertos por la violencia política mencionados en el Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación, la cual publicó los nombres de todos los uniformados caídos entre los años 1973 a 1990.

Es evidente entonces, que se utilizó nuevamente una muerte por otras causas, I para montar sobre ella la campaña que se iba a desarrollar.

Desde ahí para adelante, las noticias se publican con grandes titulares en las primeras páginas de los diarios, y se transmiten además por radio y televisión. Estos grandes titulares llevan contenidos que simbolizan muerte propia o ajena. A través de actos que no se han cometido pero que la prensa asevera que se van a cometer.

Las palabras que se utilizan están seleccionadas, elegidas por su significado siniestro y a través de ellas se busca crear imágenes de peligro y de inseguridad.

Así, el día 12 de Julio de 1975. el diario «La Mañana» de Talca, señalaba en su titular : «14 EXTREMISTAS FUERON CAPTURADOS». En Talca, como presuntos autores del asesinato del capitán de Ejército Osvaldo Heyder Goycolea».

Se señala además : «Un tercer grupo es buscado por los Servicios de Seguridad de las Fuerzas Armadas. Los extremistas portaban armas extranjeras ingresadas al país a través del paso de El Pehuenche».

En esta información se habla de un tercer grupo, pero no se sabe cuál es el segundo, ni se informa.

Además, se introducen las palabras «armas extranjeras» y se insinúa la coordinación de posibles extremistas con Argentina, pues ellos pasan a Chile a través de un paso cordillerano que une los dos paises.

Se crea o re-crea la imagen del extremista, del enemigo. Su figura y sobre todo sus conductas son, por la forma de ser presentadas, repudiables. Ellos están escondidos, no dan la cara. utilizan países extranjeros para actuar contra su propio país y para sus acciones no utilizan cualquier arma sino «armas extranjeras». ¿Con quién se ligan?, ¿cómo actúan?, ¿qué pretenden?, ¿quiénes son estos malos chilenos?

Progresivamente se va originando un estado de ánimo muy particular. Es un estado psicológico especial, creado por la información. Así los contenidos que se están entregando van despertando progresivamente un estado de ansiedad . Estado, que se sabe deriva de un mecanismo subyacente más básico, más primario, ontológicamente transmitido: El miedo. Los mensajes lo contienen, lo inducen y lo hacen penetrar profundamente en el imaginario individual y colectivo.

El miedo y las manifestaciones orgánicas de angustia que se desencadenan son una respuesta adaptativa a las señales de peligro. Estas emociones y estos síntomas pueden transformarse en una forma de reaccionar crónica, consciente o inconsciente, ya sea porque la situación de peligro se mantiene por muchos años o porque el miedo inicial se internalizó para siempre.

Las situaciones de peligro frente a las cuales se crea un estado de ansiedad pueden ser reales, pueden experimentarse directamente o pueden crearse, como lo hemos dicho, en lo imaginario. Imaginario inducido e inventado y transmitido por otros tal como sucedió en la Operación que estamos analizando.

¿ Qué sentimientos, qué pensamientos se provocaron ante los nuevos titulares que venían?

La representación surge ligada a conceptos e ideas que previamente se han formado a través de lo que se ve, de lo que se cree, de lo que se escucha. Con la noticia que anuncia la violencia se desata la imaginería propia de cada persona, surgiendo así la ansiedad. Ansiedad que es una respuesta psicológica, vivencia!, conductual y cognitiva. Un estado de alerta ante una señal de peligro, de amenaza.

¿ Qué sucedió al leer las noticias del día 13 de junio de 1975 en el Diario «La Tercera», que a grandes titulares amenazaba: «EJERCITO GUERRILLERO FORMAN CONTRA CHILE» ?

El periódico señalaba:« Más de dos mil extremistas chilenos están recibiendo entrenamiento guerrillero en la República Argentina para ingresar clandestina- mente y operar en nuestro país. La información fue dada a conocer por fuentes responsables del gobierno. El suceso se vinculó con la detención de un grupo extremista al interior de Talca y con el hecho de que actualmente se persigue al resto de sus integrantes. Se indicó que las informaciones sobre el entrenamiento guerrillero han sido plenamente comprobadas por las autoridades argentinas y también están en conocimiento de las autoridades de nuestro país. Se destacó también que entre los extremistas hay gran cantidad de elementos del MIR y otros grupos marxistas que públicamente figuran como desaparecidos. Todos ellos están recibiendo instrucción y preparándose para entrar a Chile».

En esta gran noticia dada en forma directa, afirmativa -no en condicional como lo acostumbraba la prensa mercurial antes del Golpe de Estado- de modo que no quedara duda, se transmiten dos importantes aseveraciones: la primera, la existencia de un Ejército Guerrillero que vendría a atacarnos, lo que obligatoria- mente despierta y desencadena innumerables imágenes, representaciones y sentimientos de peligro, de desastres y hace aparecer la figura inmanente de la muerte. El segundo contenido, es la falsa verdad, lo que el régimen quiere transmitir: las personas nominadas como desaparecidas no sólo no lo están, sino que están presentes y vivas. Más aún, están recibiendo instrucción militar. Están preparándose para desencadenar la guerra en el país.

Amenaza real, concreta, peligro inminente para el régimen. Pero no sólo para él, sino para cada persona que vive en Chile. Junto a esto. la descalificación de aquellos que «calumnian» a la Dictadura al decir que existen detenidos que están desaparecidos, es decir, que hay personas detenidas que no están en ningún lado, que ya no se encuentran. Es este doble mensaje el que se quiere entregar como verdad -realidad- a través de esta noticia.

Sin embargo, en esta campaña de desinformación y de amenazas algunas contradicciones pueden surgir entre los funcionarios que elaboran las informaciones y los funcionarios que están en el lugar de los hechos, en el lugar donde la prensa dice que suceden los acontecimientos. Tal cosa sucedió entre el poder dictatorial central y el Coronel Chacón, militar. Intendente de la VII región. Lugar en donde se capturaron a los extremistas, zona a la cual llegaría -según la prensa- el «Ejército Guerrillero».

Así el día 13 de Junio de 1975, el diario «La Mañana» de Talca, publica en su titular: «HERMETISMO EN TORNO A CÉLULAS EXTREMISTAS»... «Las autoridades se limitaron a confirmar la veracidad de la captura de catorce sujetos dada a conocer antes de ayer por el Ejército en Santiago.»

Es decir, es en el Ejército de Santiago donde se originó la noticia que se da a conocer en los diarios.

«El Coronel Chacón -Intendente de la VII región- expresó respecto de la noticia que se daba a conocer en los diarios que «desgraciadamente no podía entregar más información que la que fue proporcionada en la capital por el alto mando del Ejército donde se concentran los antecedentes sobre la materia. Sobre la identidad de los detenidos respondió que no podía proporcionarla, tampoco si sólo eran hombres o si también habría alguna mujer. En relación al lugar donde se encuentran los detenidos dio una respuesta similar a las anteriores».

Es decir, se da una respuesta vaga y, por decir lo menos, ambigua. Es en la capital donde se reúnen y analizan los antecedentes de lo que sucede en la zona, sin preguntar a los que están en el lugar qué es lo que realmente sucede.

Pero, en estas informaciones no sólo hay contradicciones entre los antecedentes y sobre lo que se dice de ellos, sino también errores geográficos inexplicables. Así, en el mismo diario «La Mañana» y en la misma página en donde se anuncia lo del «Ejército Guerrillero», se publica otra noticia también venida desde Santiago, que dice: «Autoridades argentinas detectaron un campo de entrenamiento de más de dos mil guerrilleros chilenos al interior de Tucumán».

La Provincia de Tucumán en Argentina, se encuentra a la altura de la ciudad de Copiapó en Chile, es decir, a más de 800 kilómetros al norte de la VII región. Región por la cual el «Ejército Guerrillero» atravesaría la cordillera e ingresaría al territorio nacional.

Sin embargo, la campaña continúa, sin dar tiempo al análisis, a la reflexión. La confusión, el temor, la incredulidad y la amenaza ya están presentes en las imágenes y conocimientos, invadiendo la subjetividad y los pensamientos. El tiempo y la tranquilidad para el análisis ha sido desbordado.

Sobre estos antecedentes y particular estado de ánimo se inicia o se reafirma la estrategia de toda dictadura, levantar la figura «protectora», del nuevo poder del régimen de las Fuerzas Armadas. Es la imagen del salvador la que quiere re- afirmar, la figura del «padre protector» que salvará al país de las amenazas y frente a su imagen se encuentra la mentira, el engaño de las Iglesias, de los organismos internacionales, junto al comportamiento perverso de los así llamados Detenidos Desaparecidos.

Es nada menos que la voz oficial, a través del Secretario General de Gobierno, el que entrega las informaciones.

Así, el día 14 de junio de 1975 el diario «La Tercera» en su titular principal destaca: « GUERRILLA NO TENDRÍA ÉXITO EN CHILE ». La « guerrilla no tendría ningún éxito declaró el Ministro Secretario General de Gobierno, Hernán i Béjares, al consultársele sobre la versión de que en Tucumán, República Argentina, están recibiendo adiestramiento 2.000 guerrilleros que se preparan para operaren Chile. El Ministro Béjares señaló «el conocimiento de estos hechos, no es una sorpresa para el gobierno, por cuanto se sabría desde hace mucho tiempo que numerosos extremistas que aparecían como asesinados por los servicios de seguridad se encuentran realmente muy vivos y preparándose para actuar coercitivamente en el momento en que ellos estimen oportuno contra el Gobierno. Quiero enfatizar ante la opinión pública que numerosos casos de «desaparecidos no son tales y que al cabo de cierto tiempo aparecen participando e inclusive dirigiendo organizaciones guerrilleras».

Dos días después la confusión es grande, la incertidumbre crece. Cables provenientes de Mendoza relatan hechos que han escuchado de radioemisoras chilenas y los periódicos chilenos reproducen noticias que vienen de Argentina.

En el diario «La Tercera» del 16 de junio de 1975 en primera página y con grandes titulares se dice: «EN CORDILLERA CERCAN LA GUERRILLA DE TALCA». Y en su subtítulo agrega: «Los esperan al otro lado de la Cordillera. Gendarmería argentina cerca a los guerrilleros de Talca». El cable proveniente de la ciudad de Mendoza y fechado el 15 de junio dice: «La Gendarmería Nacional (Policía de Fronteras) habría montado una severa vigilancia en ciertos puntos de la zona cordillerana con Chile, trascendió hoy aquí de fuentes oficiosas».

Es decir, la prensa chilena informa de lo que la Gendarmería Argentina hace y, a su vez, la Gendarmería hace lo que la prensa chilena dice.

Las noticias continúan así: El Diario local «Los Andes » (4) del 15 de junio de 1975, de la ciudad de Mendoza, informó que : « se captaron transmisiones de radioemisoras chilenas dando cuenta de que se realiza un intenso patrullaje en la región cordillerana vecina a la provincia de Talca, en la parte que limita con el Departamento mendocino de Malarhue. Otras versiones hablan de que efectivos militares marchan en seguimiento de un numeroso grupo armado subversivo que estaría vinculado con el atentado donde fue muerto hace pocos días un alto oficial del Ejército chileno. Según tales rumores los extremistas se dirigían a la región boscosa con el propósito de cruzar el macizo andino para buscar refugio en territorio argentino».

¿Quién está haciendo estos patrullajes?, ¿los chilenos?, ¿los argentinos?, ¿ los uniformados de cuál país?

Los extremistas, que según la prensa huyen de Chile luego de crear un «Ejército Guerrillero» compuesto por un contingente de más de 2000 hombres sólo lograron matar a un alto oficial del Ejército Chileno.

¿Quiénes son los periodistas que escriben y dan estas noticias?, ¿cuáles son los medios de prensa que aceptan reproducir estas informaciones?

Como dijimos, son todos los medios de comunicación. En esa época no existían ni radios ni periódicos ni canales de televisión que no estuvieran controlados por la Dictadura.

Pero los mismos argentinos se extrañan de las noticias que se están reproduciendo, pues ellos saben muy bien que en pleno invierno la cordillera que los separa de Chile es imposible de cruzar.

Frente a estas graves contradicciones, que al menos podrían generar dudas. era necesario entregar una noticia concreta y objetiva para respaldar la verdad de lo que se estaba informando.

Es así que la prensa informa que « a raíz de los operativos que se están efectuando en Talca, habrían sido capturados otros cincuenta extremistas».

Lo curioso es que esta información es entregada ahora no sólo en Chile sino a través de agencias internacionales. Quien entrega tan significativa noticia, es nada menos que el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de la Cancillería. Mediante esta maniobra se intenta borrar cualquier duda sobre los hechos.

«La Tercera» asevera: «así lo indica el Boletín de la Cancillería, transmitido anoche por la Agencia de Noticias Reuter Latín a las Embajadas de Chile en las diversas naciones».

Pero ¿ qué pasaba en realidad ? Es el propio Intendente de la VII región quien responde y el 17 de junio el diario «La Tercera» se ve obligado a reproducir sus declaraciones.

La noticia señala: « El Intendente de la provincia de Talca declaró el día 17 de junio al periódico «La Tercera» lo siguiente: «Aprovecho la oportunidad que me da el diario La Tercera para desmentir en la forma más categórica las diversas especulaciones que se han dado a conocer por diferentes medios de comunicación chilenos y argentinos relacionados con los operativos para detectar células extremistas en sectores cordilleranos de la séptima región. (5)

El Intendente de Talca Crnel. Alejandro Julio Chacón Reveco agregó : «No han habido enfrentamientos entre Carabineros y extremistas en el sector cordillerano y por los pasos Comecaballos y Pehuenches, ni en ningún otro, no ha habido enfrentamientos en ninguna etapa de la investigación de estos hechos derivados del asesinato del Capitán Heyder. Es falso de falsedad absoluta que se haya ordenado fusilamientos a cinco extremistas en las últimas horas como lo afirma la agencia privada «Noticias argentinas» de Buenos Aires, transmitidas por la prensa chilena y de un despacho de la agencia EFE y fechado en Mendoza».

En sus declaraciones se trasluce una cierta incredulidad y desesperación, al tener que negar todo. En su desconcierto, tal vez en su deseo de que esto sea así. quiere atribuir toda esta campaña al enemigo: el marxismo internacional.

Así, el Intendente agrega: «repetir estas informaciones antojadizas viene a dar satisfacción a la campaña que el marxismo internacional mantiene hoy en día en contra de Chile. No ha habido asistencia médica para ningún miembro de las fuerzas policiales ni extremistas porque no ha habido enfrentamiento en esta Séptima Región y hay total normalidad en todas partes».

Luego de este categórico desmentido el Coronel Alejandro Chacón fue llamado por el propio General Augusto Pinochet a Santiago, para que le informara personalmente «sobre las guerrillas».

El día 18 de junio de 1975, el diario «La Tercera» asegura que el General Pinochet recibió un informe sobre las guerrillas. « Una completa información sobre las operaciones contra los extremistas que estaban operando en la zona de Talca recibió el Presidente de la República, General Augusto Pinochet, se la proporcionó el Intendente talquino Crnel. Alejandro Chacón».

Durante los 7 días que siguieron la prensa informa sobre los acontecimientos que están ocurriendo en Talca y sus alrededores. Pero no se habló más sobre los «cincuenta guerrilleros» detenidos y además sus nombres nunca se conocieron.
La Tercera 26/06/75 La Mañana de Talca 26/06/75 La Tercera 03/07/75 La Segunda 07/07/75 La Tercera 19/07/75

En cambio, en esos días la prensa publicitó ampliamente un comunicado del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, en el cual dicho movimiento anunciaba la condena a muerte de sus propios militantes.

El 21 de junio de 1975, «La Tercera», dice en grandes titulares: «MIR CONDENA A NUEVE MILITANTES».

Luego de introducir esta información que avala la posibilidad que los miristas se maten entre ellos, abonando de este modo el terreno para la gran noticia que viene, el día 26 de junio se reinicia la propaganda.

Esta vez no son 50 sino 25 guerrilleros los detenidos. «La Tercera» del 26 de junio anuncia nuevamente en grandes titulares: « 25 GUERRILLEROS PRESOS EN TALCA» y relata: «que en poder de ellos se encontró abundante documentación con planes de sabotaje a centros vitales del país y atentados contra funcionarios civiles y personal militar y de carabineros. También se contemplaba crímenes selectivos es decir, dirigidos contra personalidades cuidadosamente escogidas por los terroristas». «Entre los detenidos figuran numerosos elementos que estaban dados por desaparecidos que eran buscados por sus familiares y reclamados con insistencia por organismos internacionales que actúan en nombre de los derechos humanos. La captura de los terroristas fue el fruto de la intensa actividad que desde el momento del asesinato del Capitán de Ejército, Osvaldo Heyder realizan los servicios de seguridad de la zona».

En esta noticia se plasman o se objetivan en la forma más explícita posible hechos concretos. Que estos guerrilleros son capaces de atentar nada menos que sobre «centros vitales» ¿cuáles centros vitales?, ¿qué sucedería si los destruyen? Que además de ello atentarían contra militares y carabineros y lo más grave es que son capaces de realizar crímenes selectivos contra personalidades muy bien escogidas. ¿A quiénes iba dirigido este mensaje?, ¿a personas vacilantes en su apoyo al régimen o a cualquier ciudadano común? En una noticia de tales características el sentido de amenaza, de peligro de vida se hace omnipresente en la mente de innumerables personas. De ahí para adelante el miedo ante el peligro, la ansiedad y angustia consecuentes empezarán a profundizarse.

En este terreno, sobre estos sentimientos básicos, se dice ahora abiertamente que entre los detenidos figuran «numerosos elementos» -elementos no personas- que eran buscados por sus familiares y sobre los cuales organismos internacionales de derechos humanos osaban reclamar.

Y todos estos conocimientos, todos estos asertos, toda esta comprobación de la realidad es fruto del trabajo denodado de los servicios de seguridad de la zona para encontrar a los asesinos del malogrado Capitán Heyder. ¿Qué servicios de seguridad?, no se sabe, pues el propio Intendente informó que las fuerzas militares y de carabineros mantienen la absoluta calma de la región. En donde además, según el Intendente, no pasaba nada.

Nunca se conocieron los nombres de estas 25 personas y los familiares que buscaban a sus desaparecidos y que viajaron a Talca para encontrarlos, ni siquiera pudieron verlos. Una vez más quedaron entre el fracaso y la desesperación.

Los detenidos por segunda vez, los que estaban desaparecidos nuevamente. no estaban en ningún lugar, en ninguna cárcel, en ningún recinto. Simplemente no estaban.

Ese mismo 26 de junio en el diario «La Mañana» de Talca aparecen las declaraciones del Teniente Hamilton Rosales, segundo Comandante del Regimiento Talca. El Coronel Chacón no habló más, ninguna otra declaración hecha por él se encontró de ahí para adelante en la prensa ni de Santiago ni de Talca. Fue reducido al silencio.

En cambio, el teniente Rosales afirmó que:

«Por instrucciones superiores no estaba en condiciones de decir nada sobre el particular».

Y el diario agrega: «En consecuencia - el Teniente Rosales- no confirmó ni desmintió los hechos». sólo indicó que hace algunos días, funcionarios de servicios de inteligencia provenientes de la capital efectuaron algunas detenciones de elementos marxistas en cumplimiento a investigaciones que se llevan a cabo en Santiago».

Es decir, las investigaciones de lo que sucedía en el vasto territorio de la actual VII región, se llevaron a cabo en Santiago y los servicios de inteligencia que detuvieron a los extremistas viajaron a esta región desde la capital.

El diario al agregar que « estos datos fueron entregados en el edificio Diego Portales», sin quererlo explica el silencio de Chacón y explícita la actitud recelosa del Teniente Rosales al contestar a los periodistas.

Además, el propio Rosales da a entender la presión a que está sometido al decir que, «quien proporciona antecedentes sobre materias similares, en el caso de existir éstas, comete infidencias que deben terminar».

Luego de estas noticias un nuevo período de calma se produce. Durante él se planifica seguramente el cómo seguir de ahí para adelante, cómo presentar los hechos, cómo hacerlos creíbles. Que ellos adquieran el significado objetivo y sobre todo subjetivo que se quiere lograr.

Son los hechos de la exterioridad los que se muestran como violentos, para seguir produciendo una ruptura psicológica, un trauma a nivel mental.

Las noticias traspasan las fronteras, los enemigos están en todas parles, trabajan, planifican, se coordinan para realizar «acciones sediciosas», ahora no ya sólo en Chile sino en Argentina y países vecinos.

Lo que se busca es la condena internacional sobre los extremistas chilenos, guerrilleros chilenos, desaparecidos chilenos pero pertenecientes a una «célula marxista internacional». Ese es el contenido que se quiere transmitir, ese es el efecto que se quiere conseguir.

El día 3 de julio de 1975. el diario «La Tercera» dice en su titular:

«CAPTURARON EN SALTA A GRUPO DE GUERRILLEROS CON ENLACES EN CHILE». El subtítulo: «Con ramificaciones en Chile. Bolivia y Uruguay. Capturan célula marxista internacional en Salta». Salta, Argentina 2. Latin. 19 miembros de una célula guerrillera con vinculaciones en Bolivia. Chile y Uruguay, fueron capturados en un operativo considerado como el más importante de la lucha antisubversiva en esta norteña provincia argentina. La policía informó hoy que el dispositivo de seguridad culminó con el desbaratamiento del Grupo subversivo que aparentemente planeaba importantes acciones sediciosas en Argentina y países vecinos».

De acuerdo a la investigación llevada por nosotros para saber realmente si existía algo de verdad en esta información, hemos comprobado que a partir de 1974, algunos chilenos que salieron del país luego del Golpe de Estado de 1973, se coordinaron con organizaciones revolucionarias argentinas, formando la Junta de Coordinación Revolucionaria -JCR-. Dicha junta fue progresivamente aniquilada. siendo imposible que en el año 1975 hubieran podido formar ningún tipo de grupo de combate.

Finalmente, el día 17 de julio, tanto el diario «El Mercurio» como «La Tercera», anuncian los asesinatos a que ya nos hemos referido.

El día 12 de julio, el diario «La Tercera», señala que en Buenos Aires dos chilenos fueron asesinados por motivos políticos. «Buenos Aires. Julio 12 UPI: Un doble crimen de presuntas motivaciones políticas fue descubierto al hallarse en un suburbio de esta capital, los cadáveres acribillados de dos hombres de entre cuya vestimenta fueron extraídos documentos de identidad chilenos, según informaron fuentes policiales... y sobre los cadáveres estaba tendido un lienzo en que se leía la inscripción: «DADOS DE BAJA DEL MIR», alusión al Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Los documentos de identidad pertenecían a Luis Alberto Wendelman Snick, de 26 años, estudiante y a Jaime Eugenio Robostan Bravo, de 24 años. En el lienzo aparecía la firma de una organización autodenominada Brigada Negra de cuya existencia no se tenía conocimiento anteriormente. Los apellidos de ambos estaban mal escritos».

Curiosamente los diarios de la cadena mercurial cometen los mismos errores al transcribir la noticia.

A partir de esta fecha se inicia la etapa sangrienta de muertes y asesinatos. Es la violencia real concreta, transmitida eso sí simbólicamente al lector, quien en su imaginación verá de ahí para adelante comandos, campos de batalla, cadáveres, sangre. Comandos que actúan. Y en este informar, actuar y representar se escapan nuevamente pequeñas contradicciones. Esta vez al reproducir noticias que vienen desde Argentina. Así:

El día 13 de Julio de 1975, el diario «Las Ultimas Noticias» informa: «QUINCE CHILENOS ASESINADOS EN ARGENTINA». Buenos Aires 12. El doble asesinato aumentó a 15 el total de ciudadanos chilenos en su mayoría exiliados políticos asesinados por Comandos ultraderechistas en poco más de un año. «El total de víctimas por violencia política en Argentina sobrepasó de 280 a partir de 1975....Las fuentes policiales desconocían el origen de esa supuesta organización clandestina terrorista, pero fuentes periodísticas mencionaron su vinculación con la Alianza Anticomunista Argentina». (6)

¿Quiénes matan a quiénes? Al reproducir esta noticia el diario «Clarín» informa que chilenos son muertos por «comandos ultra derechistas», la famosa Triple A (AAA) de ese país, tal como lo comunica la prensa argentina.

El 16 de julio el diario chileno «Las Ultimas Noticias», informa las muertes de Wendelman y Robosthan, pero esta vez para introducir un singular mensaje que intenta explicar el cómo los miristas no sólo se matan entre ellos sino que son capaces de simular pertenecer a un servicio de seguridad, no sólo para raptar a sus propios compañeros sino además para falsificar sus cédulas y enviarlos al extranjero.

El día 16 de julio de 1975, en grandes titulares, «Las Ultimas Noticias» escribe: «SANGRIENTA VENDETTA INTERNA HAY EN EL MIR». Cadáveres de Wendelman y Rohostan aparecieron envueltos en una bandera chilena con un letrero que decía «TRAIDORES». «Desaparecidos en Chile resucitaron en Argentina, pero ahora son ultimados por sus propios compañeros. Nueva táctica en Chile: detención simulando ser miembros del Servicio de Inteligencia entre extremistas. «...Según fuentes extraoficiales chilenas la pugna interna entre los miristas ha alcanzado ribetes inusitados, más aún cuando estos dos elementos estaban siendo reclamados por organismos internacionales tales como Amnesty y otro grupo de supuestas tendencias humanitarias, según estas instituciones Wendelman y Robostan estaban «desaparecidos» en nuestro país, pero ahora resulta que aparecieron ultimados por sus propios compañeros extremistas en el vecino país...se trata de llegar en pequeños grupos, simulando pertenecer a los servicios de inteligencia de las FFAA hasta los hogares de otros «compañeros», luego con documentación convenientemente falsificada, son enviados hacia el exterior, es lo que ocurrió en el caso de los dos asesinados en Argentina, y así también han hecho presión a través de estos organismos internacionales haciendo creer que en Chile se estaría haciendo desaparecer a estos individuos».

A estas alturas cabría preguntarse qué idea. qué sentimientos, qué representación tendrían las personas en torno a la figura de las personas pertenecientes al MIR. Cómo habrán internalizado los símbolos macabros que a través de las palabras, de las acciones descritas, les querían conferir. ¿Estaban ya los ánimos. los espíritus, preparados para calmar la angustia? Es decir, para aceptar sus muertes no como un pesar sino como una salvación, como una forma de conseguir la tranquilidad.

Además, en esta noticia del 16 de julio de 1975 se afirma que el MIR tenía un «Plan Nacional» para provocar desconcierto en la ciudadanía. «Fuentes de gobierno señalaron ayer que en las próximas horas se darán a conocer los nombres de los implicados en esta maniobra extremistas en nuestro país, como también todo lo referente al Plan en ejecución».

Un plan nacional para crear desconcierto. Esta maniobra en términos psico- lógicos corresponde exactamente a uno de los mecanismos de defensa descritos por el psicoanálisis como «de proyección». Es decir, la Dictadura elabora un plan como el de la Operación Colombo. pero sus propósitos se atribuyen a otros. La proyección es precisamente atribuir a objetos o a otras personas, intenciones o motivaciones que el sujeto desconoce en sí mismo. La diferencia, está en que en este caso los que elaboraron la operación, si sabían lo que querían y la semejanza es atribuir a los detenidos desaparecidos mecanismos de perversión que eran los mismos que ellos estaban practicando.

Pero la prensa de la época no sólo informaba sobre los extremistas, el «Ejército guerrillero», los miristas, los detenidos desaparecidos y la suerte corrida por ellos, sino que paralelamente publicaba la indignación del gobierno trente a la posible entrada al país de una Comisión Especial para investigar la situación de violación de los derechos humanos.

Frente a esta posibilidad inminente, la Dictadura intenta desprestigiar anticipadamente a los personeros que vendrán a Chile y que habían sido nombrados por las Naciones Unidas. Así, el diario « La Segunda » del día 7 de julio, en primera página anuncia: «ALECCIONADOS POR LAURA ALLENDE VIENEN INVESTIGADORES DE NACIONES UNIDAS», y en su interior escribe: Letelier y Laura Allende «consejeros» de misión de Naciones Unidas. Voceros de la Cancillería dicen hoy que esta fue una de las razones que tuvo el Presidente de la República General Augusto Pinochet, para anunciar su decisión de no ingreso a nuestro país de ese grupo de trabajo.

Al día siguiente, en la sección crónica del diario «La Segunda» se lee: « Chile informa al mundo rechazo a Comisión ONU. Misiones de alto nivel del Ministerio de Relaciones Exteriores fueron enviadas por el gobierno al extranjero en las últimas horas, a fin de que se expongan las razones que se dieron en consideración para desautorizar el ingreso a Chile de un grupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas».

De modo que la Comisión investigadora no pudo entrar a Chile, sin embargo, como todas las personas nominadas por las Naciones Unidas estaban dispuestos a conocer lo que realmente sucedía en Chile, se constituyeron en un país de América Latina (Venezuela) para iniciar el trabajo.

El diario «La Segunda» informó indignado: «Comisión ONU actúa en forma ilegítima y en el subtítulo agrega: Interroga a detractores de Chile...El grupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas encabezado por el pakistano Ali Allana está actuando en forma totalmente ilegítima, al interrogar exiliados, ex detenidos, presuntos senadores chilenos (en Chile no hay Parlamento) con el fin de emitir un informe sobre la situación interna chilena».

Es decir, para el gobierno chileno tratar de investigar y saber la verdad era ilegítimo. Pero si no había violación de derechos humanos y los detenidos no estaban desaparecidos, sino atentando contra Chile como lo había informado la prensa ¿qué problema tenía la Dictadura para impedir la entrada de esta Comisión al país? Sin embargo, la posición del gobierno se presenta certera, valiente y decidida en defender la dignidad de Chile atropellada por las Naciones Unidas.

Así, en el diario «La Segunda» del martes 15 de julio de 1975, bajo el título «APLAUDEN ACUERDO DEL GENERAL PINOCHET» se informa de una nota enviada por la Asociación de Empleados de la Contraloría en que expresan «su patriótica adhesión a la medida adoptada por vuestra Excelencia de negar el ingreso a nuestro país a un grupo de trabajo de derechos humanos».

La otra forma de responder de la Dictadura fue creando su propia comisión. El día 11 de julio de 1975, «La Segunda» bajo el subtítulo «La integrarán altas personalidades. Comisión Chilena investigaría Derechos Humanos», y en su texto se lee: «la formación de un equipo de «hombres buenos» para que despliegue idéntica labor que la del grupo de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas fue sugerida al gobierno.

Este equipo -integrado totalmente por chilenos- contaría con las mismas atribuciones que se le otorgan a las comisiones foráneas, según trascendió...»

No se sabe hasta qué punto el régimen tenía la necesidad urgente de acallar a los familiares, al Comité de Cooperación por la Paz y dar una respuesta frente a la presión internacional. Como sea, el desenlace se precipitó y el día 19 de julio el diario «El Mercurio» reproduce un cable de la UPI publicado en Buenos Aires. El cable dice así: «EXTREMISTAS CHILENOS SE MATAN ENTRE ELLOS»... Un semanario dice hoy que «alrededor de 60 extremistas chilenos han sido eliminados en los últimos tres meses por sus propios compañeros de lucha en ataques realizados en Salta. Según «LEA» las ejecuciones fueron ejecutadas por Tribunales Populares y alcanzan en su mayoría a jóvenes estudiantes o profesionales «calificados como informantes » de organismos de seguridad o simplemente, porque exteriorizaron su intención de desertar de la aventura...».

Se llegaba al fin del largo camino de la elaboración de la noticia. Noticia que día a día durante dos meses se fue construyendo con objetos reales : cadáveres mutilados y objetos simbólicos creados a través de las palabras, de la invención y la imaginación de lo siniestro. La prensa chilena, coludida sin duda con periodistas y periódicos de otras latitudes, fue capaz de otorgarle a las noticias todo el sentido y el significado que la Dictadura quería conseguir.

Se cumplió así el designio que el campo psicológico ha otorgado siempre al valor de la palabra: «su capacidad de poder representar simbólicamente cosas concretas y de poder además, transmitir con ella una idea, intención o pensamiento del que habla». (7)

Innumerables son los símbolos transmitidos, las imágenes elaboradas, las representaciones creadas en la interioridad. Todas ellas, como dijimos, contienen amenazas, recrean la violencia, la muerte. El peligro inminente.

«El Mercurio» escribe : «Tribunales Populares ejecutan jóvenes porque colaboran con la Dictadura o quieren abandonar la lucha. 60 son los extremistas eliminados».

Al día siguiente sumarían 119.


Notas:

1. Ver «Medios Masivos. Salud Mental y Derechos Humanos». Enrique Guinsberg. Tercera Conferencia Internacional «Salud, Represión Política y Derechos Humanos». 1991. Santiago. Chile.

2. Freud «Duelo y Melancolía», Obras Completas, Edición Biblioteca Nueva, Madrid 1948.

3. En el libro «Chile: La memoria Prohibida». Ahumada, Alna. Egaña, Góngora. Quesney. Saball y Villalobos. Pág. 107. Tomo II. señalan que según versión oficial este homicidio se enmarca dentro de la campana contra MIR y deja entrever que hubo «factores sentimentales».

4. Citado en el diario «La Tercera» del día l0 de junio de 1975 y fechado en Mendoza el 15 de Junio.

5. El subrayado es nuestro

6. Alianza Anticomunista Argentina - Triple A- creada en por José López Regga. Ver capitulo Las Verdades Ocultas, pág. 83.

7. "Ver José Bleger, «Psicología de la conducta ». Editorial Paidós. Buenos Aires. Barcelona. 1973.


Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor- Derechos Human Rights el 05feb02
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