Morir es la noticia
Morir es la noticia

Prensa y reporterismo en los años 1950/70

por Maura Brescia Del Val(1)

Del reportero romántico al periodista ilustrado

Hasta la década de los 50, el reportero o "cazanoticias" tiene que pertenecer a la raza de los super héroes. Habitualmente, se trata de jóvenes provincianos atraídos por la capital: Ramón Cortez, de Quillota; Lenka Franulic y Rene Silva Espejo, antofagastinos; Mario Carneyro, de Valparaíso; Mario Planet, de La Serena. Santiago es "donde todo pasa". Con una decena de cuadras céntricas en la "city", los transeúntes cruzan La Moneda y el Patio de Los Naranjos como si fuera su casa.

El controvertido gobierno de Gabriel González Videla, con su tormentosa Ley Maldita, abre paso al segundo gobierno del general de la "escoba", Carlos Ibáñez del Campo, esta vez elegido en las urnas. En su gobierno nace el novedoso tabloide vespertino Clarín (21/9/1954), bajo el alero protector de La Nación y del mismo Presidente, su propietario en sociedad con Darío Saint Marie Soruco (Volpone), ex director del diario de gobierno. Más tarde, Volpone le compra su parte al socio Presidente y lo transforma en matutino. "Yo atravesé la plaza de La Constitución cargando una "Underwood" hasta la nueva sede del diario, en Alonso Ovalle", recuerda Mario González, uno de los tantos periodistas que Saint Maríe se llevó desde La Nación, "con máquina de escribir y todo". A su primer director, José Dolores Vasquez, le siguen Román Alegría y Alberto "El Gato" Gamboa.

Clarín llegó a convertirse en el tabloide más popular y de mayor venta en la historia del periodismo: 200.000 ejemplares diarios de promedio y 580.000 los domingos, según cifras de 1973. Saint Marie, "un periodista, intuitivo, culto y verdadero estratega político" (Alberto Gamboa), habría vendido el diario a la Unidad Popular en 1972. Según un trabajo de Carmen Eugenia Bravo, publicado en La Nación (29/9/1996), "el periodista Raúl Morales Álvarez relata la venta, de "El Clarín" a la Unidad Popular, con la presencia del Presidente Salvador Allende, Darío Saint Marie y el periodista Abraham Reyneld. "A lo mejor me quedo en Chile y saco otro diario para combatirte y derrocarte", le dijo Volpone a Allende. Y éste le respondió: "No, tú no harás nada de eso, porque mañana mismo te irás de Chile". Al otro día, se fue a España". El diario existió durante 19 años, exactamente hasta el 11 de septiembre de 1973.

Las mujeres debutan en la política. María Teresa del Canto se transforma en la primera alcaldesa de Santiago, Inés Enríquez es electa diputada y María de la Cruz, lideresa del partido Femenino de inflamante oratoria, resulta electa senadora con 100.000 votos, primera mayoría en Santiago. El fenómeno electoral hubiera permitido sacar a otros senadores, pero no había más candidatos.

Desde Argentina, el nacionalismo populista de Juan Domingo Perón penetra hacia su par de Chile, el ibañismo. Evita y el General visitan el país para estrechar relaciones políticas y conmocionar a los santiaguinos con su circuito cerrado de televisión. La oposición, entretanto, se atrinchera en El Debate, un diario de corta vida. El encono político produce la penosa expulsión del Congreso de la primera senadora chilena, acusada de contrabando.

Esos si que son "golpes"

También es época de grandes golpes periodísticos y en la competencia por ser "el primero en dar la noticia", se derrocha dinamismo, inquietud, individualismo y espíritu de superación. En septiembre de 1951. José Pepe Gómez López desentraña el misterio de la fingida desaparición de Edgardo Mass y Domiciano Soto, los protagonistas del recordado Complot de Colliguay, desde las páginas de Las Noticias de Ultima Hora, el diario fundado por Carlos Becerra.

En esos años, el oficio se aprende en la práctica. Aunque los periodistas aparecen por generación espontánea, la tesis dominante es que nacen y no se hacen. No se concibe otro periodismo que el informativo. La experiencia enseña a explicar el qué, el quién, dónde, cuándo, cómo, por qué y para qué, los elementos del lead de la noticia, según el decálogo de la pirámide invertida, tan vigente en la primera época universitaria del periodismo. Los reporteros autodidactas se forman en el día a día de la redacción, en la sana competencia por informar.

Los muchachos de la prensa son hombres y mujeres jóvenes, pero de fortaleza a toda prueba: bajos sueldos, turnos interminables, conflictos familiares, desventuras e incomprensiones, amenazas, querellas, encarcelamientos y hasta el riesgo de muerte, como ahora, matizan su cotidianidad.

Los grandes maestros del periodismo, en un comienzo, se dedican a múltiples pitutos. Otros, llegan desde las aulas del Pedagógico, la escuela de Artes y Oficios o el Teatro Experimental de la Chile. Algunos siguen las huellas de John Dos Passos o Truman Capote, con crudos relatos sacados de la vida real.

Llenan los cuartos de pensiones del barrio Brasil, de La Chimba., de Dieciocho o de las calles Catedral y Puente. Frente a las carencias cotidianas despliegan una mezcla de idealismo y ambición que los hace irreductibles. Escriben poesía y cuentos , hacen uno y mil oficios y esperan su oportunidad.

De pronto, conocen a ese cronista de El Diario Ilustrado, al redactor de Las Noticias Gráficas, al corresponsal de la UPI, al editor jefe del Repórter ESSO o al speaker de la radioemisora Huckey se convierten, entonces, en su alter ego incondicional y sin derecho a sueldo. Su única aspiración es extraer la savia, el estilo, la estampa, el desplante, el conocimiento, en fin, el tónico vital, de esos émulos de Humphrey Bogart a tiempo completo...

Nadie puede prescindir de la crónica política de Luis Hernández Parker, cuya fama de indesmentible creó la frase lo dijo "HP". Ni resistirse ala deslumbrante sagacidad reporteril de Lenka Franulic, ni a la locomotora de experiencia y talento que era Tito Mundt, ni a la simpatía del gremialista Juan Emilio Pacull, que refunda el Círculo de Periodistas de Santiago, es consejero de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas y primer Presidente del Colegio de Periodístas. ¡Son los héroes de antaño!

Entre el apostolado y la bohemia

Algunos, como Roberto Masón, entran a la UPI como Juniors. Otros, poco ven el sueldo: ¡Que se cree!... Yo estuve tres años trabajando gratis, antes de ganarme el primer peso... me replicó Raúl González Alfaro, el Maraco, maestro en radio Portales, cuando me atreví a pedir mi paga.

Es el tiempo en que los maestros de periodismo y los reporteros mezclan aventura, humanidad y bohemia. El periodismo tiene olor y sabor de apostolado, de misión de hondo contenido social, de causa que da plenitud a la vida. Es el tiempo en que las posiciones políticas, los credos religiosos y los principios ideológicos no dividen al gremio, que se une por la libertad de opinión y la pasión por narrar la historia de cada día.

Los diarios llenan sus páginas con crónica roja, política, espectáculos e hípica. Los periodistas de turno, luego de revisar la tipografía en las "ramas", salen de madrugada con el ejemplar bajo el brazo, como pancíto caliente, mientras las camionetas repartidoras tiran los fajos de periódicos en las esquinas de la ciudad. Los tirajes son cortos; la fantástica velocidad de las rotativas no corresponde a la cantidad de lectores.

Después del turno en el diario, el camino conduce directa e inevitablemente a la bohemia noctámbula del Zeppelín de la calle Puente, "El Negro Bueno y el "Far West". A las copetineras del "Mon Bijoury del "Tap Room"; a las vedettes del "Bim Bam Bum"y del "Picaresque", o, por lo menos, a la trasnochada farandulera de "Il Bosco". Los bares "El Nacional" y "Black and White" de la Casa Colorada, quedan de turno para que, a medianoche, cuando cierran los noticieros radiales y las agencias informativas, se reúnan los colegas a matar la noche. Otros prefieren los "pooles", y después los "flippers-, de los bajos del Cine York.

Pero no todo es farándula. En diciembre de 1952, se realiza en Chile el Primer Congreso Mundial de Periodistas. Participan connotados cronistas y escritores de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa, e incluso Asia y África. Entre los asistentes aparecen Camilo José Cela y Alberto Moravia.

Un día que hizo historia

El 20 de abril de 1955, con Ernesto Montenegro Nieto como director, se inauguran los cursos de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, la primera en el país. Juvenal Hernández, rector de la Universidad, participa en el proyecto y sostiene que el periodismo es el agente cultural, económico y social del país. Por esta razón me propuse crear esta escuela de profesionales veraces, inteligentes y sin prejuicios de ninguna clase. Debía ciarse en ella una preparación responsable, científica, política, social y sicológica".

Alejandro Cabrera Ferrada, alumno de ese primer curso, con el tiempo se convierte en docente de la Escuela y, 40 años después, en fundador del grupo Los Caperusos--Club Abierto de Periodistas Universitarios Sin Ocupación Segura--, formado por un centenar de exalumnos que se reúnen periódicamente a recordar viejos tiempos, en una camaradería con humor y tácita interdicción de hablar de achaques y de la cesantía consuetudinaria. En su libro Vendedores de Sol recuerda episodios de ese período fundacional.

En la dedicatoria, Cabrera Perrada lo dice todo: "a los visionarios periodistas autodidactas que hicieron verdad, para nuevas generaciones, su tenaz sueño: dar rango universitario a su noble profesión". La obra es un reportaje a creadores y protagonistas de los primeros dieciséis años de vida de la primera escuela universitaria de Chile, 19551968. Figuran también algunos autodidactas que se transforman en profesores y maestros de las generaciones venideras.

El primer director es el gentil e ilustrado Ernesto Montenegro; luego, el brillante dramaturgo, poeta, periodista y orador Santiago del Campo. Siguen Guillermo Eduardo Feliú, redactor político y director del matutino La Tercera; Ramón Cortez Ponce, ex director de La Nación en tiempos de Gabriel González Videla. Bajo su dirección, el diario de Eleodoro Yañez llegó a duplicar el tiraje de El Mercurio. Sus ex alumnos le brindan homenaje cuarenta años después, el 30 de abril de 1995, al reinstalar su busto en el hall de la nueva Escuela, que ahora funciona en una ex sede de la DINA/CNI.

Mas tarde, Mario Planet, viajado corresponsal de las agencias AP, UPI, International News y revistas de relevancia, como Time y Life, introduce el concepto del periodismo interpretativo, muy en boga en otras partes del mundo. Además de informar que los hechos ocurren, se requiere explicar por qué ocurren.

Para regular la profesión, en 1956 se crea por ley el Colegio de Periodistas de Chile. La nueva agrupación elige, por votación directa de todos los inscritos en los registros del Círculo de Periodistas de Santiago, el Primer Consejo Nacional; Juan Emilio Pacull, presidente; Alex Várela, secretario general; Ramón Cortez, Jenaro Medina, Francisco Neira, Enrique Pascal, Raúl Gallardo, Nicolás Velasco y Juan Honorato, consejeros. A Juan Emilio le suceden importantes profesionales en la presidencia, entre otros, Rene Silva Espejo, Enrique Sweet, Emilio Filippi, Juan Campbell y Alfredo Olivares.

Paralelo al Colegio, sigue vigente el Circulo de Periodistas de Santiago, heredero del antiguo "Círculo de Periodistas y Artistas" de la calle Arturo Prat. Con el tesón de Pacull y sus colaboradores en la dirección del Círculo, y varios años antes de la ley que crea el Colegio, el gremio obtiene el edificio de Amunátegui 51. Después de conseguir esa sede en 1955, el incansable Pacull y sus compañeros en la directiva del Círculo se dan a la tarea de impulsar las leyes del Colegio y de la Escuela. Allí en Amunátegui funcionan, desde luego, las oficinas del Círculo y, además, las sedes de los consejos Nacional y Metropolitano del Colegio de Periodistas, la Unión de Reporteros Gráficos y Camarógrafos, la Asociación de Periodistas Jubilados y otras asociaciones gremiales y mutuales de reporteros. Cuenta, además, con el teatro Camilo Henríquez (que en 1960 estrenó La Pérgola de Las Flores), servicio médico, de bienestar, biblioteca y peluquería, y en el subterráneo, "La Taberna", que acoge la tertulia de los profesionales de la prensa nacional.

Los dorados años '60

Para los '60, los tiempos cambian. Se calienta la guerra fría y adviene el auge de la llamada "era Kennedy", con el sello del demócrata que es el primer católico en acceder a la Casa Blanca. La política del -gran garrote- de Theodore Roosevelt (1901/09), mutada en la del "buen vecino" de Thomas Woodrow Wilson (1913/21), da paso ahora a la Alianza para el Progreso y al Cuerpo de Paz. Estados Unidos ofrece algo mejor que un "buen vecino", en consonancias con innovaciones políticas y sociales controladas, pero está claro que hay ideologías intolerables para América Latina: lo confirma la invasión de Bahía, de Cochinos (Playa Girón) después de la Semana Santa del' 61. En la nueva Indochina (Vietnam, Laos y Cambodia), la guerra abandonada por los franceses y retomada por Kennedy y Johnson, el sucesor tras el crimen de Dallas, marcaría en Estados Unidos a la generación de the golden sixties, "la década de los dorados '60".

Al bajar a La Habana con sus guerrilleros de la Sierra Maestra, la noche del año nuevo de 1959, Fidel Castro convierte a Cuba en el primer estado socialista de América Latina y provoca un remezón irreversible en los pueblos del continente. El argentino Ernesto "Che" Guevara, convertido en símbolo ideológico de los jóvenes latinoamericanos, se transforma en leyenda después de su muerte en la selva boliviana.

Las agencias internacionales multiplican sus despachos y establecen su servicio en todas las capitales de Latinoamérica. En un mercado más bien signado por la lucha ideológica que por la demanda real de noticias internacionales, el monopolio de las agencias norteamericanas Associated Press (AP) y United Presa International (UPI) es amenazado por la británica Reuter, la agencia francesa AFP, la ANSA italiana, las alemanas DPA (occidental) y ADK (oriental), la EFE de España, la soviética TASS, la china Sinjuá, la checa CTK, la cubana Prensa Latina y la ítalo latinoamericana ínter Press Service (IPS). Las noticias internacionales tienen hora de cierre "a cada minuto" en los teletipos.

Con el avance de las comunicaciones, la electrónica y el transporte, Chile pierde su legendario aislamiento y en Santiago la vida se acelera. El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez representa el último fulgor de los partidos tradicionales. El 1958, nace La Libertad, que apoya la primera candidatura del demócrata cristiano Eduardo Freí Montalva, diario en el que participan Jorge Cash, Jaime Castillo, GabrielValdés, Juan de Luigi y Alejandro Magnet. Los seis años de Freí Montalva significan un creciente ascenso de la clase media. Se inicia un proceso de estímulo al agro y a la industria, los sectores medios se inundan de citronetas, el pollo broiler deja de ser un plato de los domingos y se genera una profundización más seria de la reforma agraria de macetero iniciada por Alessandri Rodríguez.

En el periodismo, la imagen del reportero bohemio cede paso a un concepto de ejercicio profesional colectivo. de trabajo en equipo en las fuentes de la noticia. Nacen las actuales agrupaciones gremiales, entre ellas, la de los reporteros policiales, la de Moneda (La Copucha), la de Economía (La Ruca) y la Unión de Reporteros Gráficos. Es un período de transición, en el que los viejos periodistas estudian con desconfianza el desempeño de las primeras promociones de las escuelas de Periodismo de la Universidad de Chile, de la Universidad de Concepción y de la Universidad Católica de Santiago.

Entre esos primeros egresados de la Chile destacan, entre otros, Elmo Catalán, que muere en Bolivia y da su nombre a una brigada socialista; Alejandro Cabrera, Luis Carrera, Margarita Correa, Atio Gálvez, que muere asesinado en Antofagasta, María de la Luz Marmentíni, Ernesto Merino, Luis Ochoa, Enrique Pizarro, José Luís Recart, Raquel Cordero, Raquel Correa, primera mujer que obtiene el Premio Nacional de Periodismo. Varios cientos se desempeñan en la prensa, radio, televisión y revistas, mientras otros se defienden en relaciones públicas, docencia, asesorías, fotografía, medios audiovisuales, literatura y publicidad, entre los múltiples ámbitos que abarca el ejercicio de la comunicación.

En la transición de los '60 a los "70, a pesar de la desigualdad de los tirajes, el periodismo refleja los conflictos de la sociedad chilena. Se torna doctrinario y confrontacional. Nace Televisión Nacional de Chile, se crea Puro Chile, que dirige José Gómez López; las revistas PEC y SEPA, de Marcos Chamudez y Rafael Otero, respectivamente; y Punto Final, con Manuel Cabieses como su director. Proliferan las columnas de opinión. En Clarín, las de Volpone (Darío Saint Marie) y Augusto Olivares; en Las Noticias de Ultima Hora. las de Juan de Luigi y Topón de Siete (Avelino Urzúa, ex director de Topase y fino humorista), entre muchos otros.

En junio de 1968, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Concepción, en una represalia de triste recuerdo, se apodera del periodista Hernán Osses, director de Noticias de la Tarde, y lo abandona semidesnudo en una calle céntrica. La confrontación periodístico ideológica se rebalsaba.

El PDC, sumido en el debate interno de qué fue y pudo ser su revolución en libertad, se escinde y surgen, primero el MAPU, Movimiento de Acción Popular Unitaria, encabezado por el líder juvenil Rodrigo Ambrosio, y luego, la Izquierda Cristiana. Probablemente, este proceso influyó en la derrota del candidato DC, Radomiro Tomic. La derecha, inserta en los tradicionales partidos Liberal y Conservador, en el sexenio de Freí Montalva se reagrupa en el partido Nacional para apoyar sin éxito a Jorge Alessandri.

El desarrollo tecnológico de la época impacta al periodismo: de la linotipia se pasa al offset y a las rotativas de gran rapidez de impresión. El transistor reemplaza a la radio galena., la grabadora a la taquigrafía, el videotape al celuloide, el televisor al cine...

La década de los años '70

En 1970, Chile se convierte en el primer país que elige en votación popular un gobierno de socialistas y comunista, más otros sectores minoritarios que integran la Unidad Popular. Este proceso transforma al país en un centro mundial de la noticia.

El suceso se gesta en las décadas anteriores. La historia política ve desfilar, en ordenada sucesión constitucional, a los gobiernos radicales (1958/1952), al ibañismo (1952/ 58), al régimen liberal conservador de Jorge Alessandri Rodríguez (1958/ 64), al demócrata cristiano de Eduardo Frei Montalva (1964/1970), para desembocar en el triunfo del socialista Salvador Allende.

En agosto de 1967, el dirigente estudiantil de la universidad Católica Miguel Ángel Solar provoca estupor en los santiaguinos, al colocar en el "frontis" de la Casa Central la célebre frase; "El Mercurio Miente".

En la madrugada del 5 de septiembre de 1970, el Ministro del Interior Patricio Rojas enfrenta las cámaras de televisión y anuncia: "Allende ha ganado". Los chilenos se dividen entre los que celebran frente al local de la Federación de Estudiantes (FECH) en la Alameda y los que sufren una noche de insomnio.

Comienzan las siete semanas mas largas de la historia, hasta el 24 de octubre, en que el Congreso Pleno designa al Presidente de la República. En el intertanto es asesinado el comandante en jefe del Ejército, general Rene Schneider. Invaden Santiago cientos de corresponsales, que se instalan preferentemente en el Hotel Carrera e informan urbi et orbe. La prensa nacional acentúa su polarización, que refleja el ambiente ciudadano. Meses más tarde, el partido Nacional saca Tribuna, tabloide de estilo sensacionalista y agresivo.

La Unidad Popular abarca un amplio espectro político: desde los centristas partidos Radical y Acción Popular Independiente (API), del senador Rafael Tarud; el partido de Izquierda Radical (PIR), de Luis Bossay, de posiciones más cargadas a la derecha; el MAPU del fallecido Ambrosio Rodríguez, liderado por Oscar Guillermo Garretón; los partidos Socialista y Comunista, ejes de la alianza; y el rebelde MIR, de Miguel Enríquez, que apoya la coalición desde afuera. En el otro bando, además del partido Nacional, que englobó a liberales y conservadores, descollan las amenazantes acciones derechistas del grupo Patria y Libertad, conducido por el abogado Pablo Rodríguez Grez, quien cataloga de "ingenuidad" al Estatuto de Garantías Constitucionales que exige el PDC para votar en el parlamentó el reconocimiento de la mayoría de Salvador Allende.

Días antes del Congreso Pleno, asesinan al general Schneider cerca de su hogar. El homicidio no cambia los acuerdos del juego constitucional y al mediodía del 24 de octubre el ciudadano Salvador Allende Gossens es proclamado Presidente de la República, para el período comprendido entre el 4 de noviembre de 1970 y el 4 de noviembre de 1976.

En abril de 1971 se realiza una Asamblea Nacional de Periodistas de Izquierda. Flotan los conflictos de un periodismo que lucha por construir un orden nuevo, pero que actúa dentro de un cuadro tradicional de propiedad y orientación de los medios, con su concepto comercial y político del servicio público de la información.

Durante dos años, de algún modo se preserva el diálogo entre los actores políticos de la nación. En junio de 1972, estalla la crisis: el "teléfono rojo" que comunica al mayoritario PDC con el Gobierno se interrumpe. A partir de octubre comienza "el paro más grave del que el país tiene memoria", como expresa Carlos Prat González, Comandante en Jefe del Ejército, que a raíz del conflicto ejerce el cargo de Ministro del Interior.

Las calles de Santiago exhiben restos humeantes de barricadas, vidrios destrozados, desperdicios y piedras lanzadas en una batalla que simboliza la honda división entre chilenos. La polarización de la prensa nacional convierte a la información en trinchera ideológica y de descalificación, con el libelo y la injuria como estilo. Los órganos que apoyan al Gobierno, Las Noticias de Ultima Hora., El Siglo, Punto Final, El Clarín, Puro Chile, El Rebelde y Chile Hoy, polemizan con los medios opositores que los peyorizan llamándolos "la prensa comprometida"

Los sucesos se aceleran, hasta que llega el 29 de junio, el día de 'El Tancazo". Se decreta estado de emergencia y se establecen cadenas radiales. El poder judicial y el legislativo, se proponen ilegitimar al gobierno constitucional.

El 4 de septiembre, Allende resume la situación hablando por radio: Enfrentamos una grave conspiración". Luego adviene el 11 de septiembre de 1973, martes rojo por la sangre derramada, o negro por lo que significará en el futuro. Chile cambia para siempre.

El silenciamiento de los órganos de izquierda es medida inmediata. Se detiene a gran cantidad de periodistas, locutores, escritores, artistas y trabajadores de los medios de comunicación.

A partir de ese fatídico día empieza a gestarse este libro. La tragedia de aquellos periodistas y comunicadores sociales convertidos en víctimas de un período doloroso de la historia de Chile, hoy son sus protagonistas. Intentamos rescatar estos retazos de la memoria histórica del periodismo chileno para que la memoria imperecedera de las victimas mantenga encendida la llama de la conciencia moral en las generaciones venideras.


* Maura Brescia Del Val es autora del ensayo La Propaganda. Política y la Opinión Pública, Mares de Leyenda (investigación sobre el archipiélago Juan Fernández), Fembra (cuentos) y La estirpe censurada (novela). Premios Club Zonta, Andrés Bello (crónica) y Círculo de Periodistas. Fue directora de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas (1988-90) y agregada de prensa y cultura en Brasil (1990-94).


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