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4jun03


Informe sobre Comisión Humanitaria al Alto Atrato


El Consejo Comunitario Mayor de la Organización Popular Campesina del Alto Atrato - COCOMOPOCA, la Organización Regional Embera Wounaan - OREWA y la Diócesis de Quibdó, realizaron del 27 al 30 de mayo de 2003 una comisión humanitaria al Alto Atrato a los municipios de Lloró y Bagadó por invitación de las comunidades indígenas y afrodescendientes de esta región. En esta comisión participaron también la Defensoría del Pueblo, Regional del Chocó y delegados de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados - ACNUR. Después de haber recogido numerosos testimonios, queremos manifestar ante la opinión pública departamental, nacional e internacional, nuestra gran preocupación sobre los graves hechos de violencia y la profunda crisis humanitaria que vienen padeciendo estas comunidades.

Antecedentes

Desde hace cinco aņos las comunidades indígenas y afrodescendientes de los municipios de Lloró y Bagadó se ven afectadas por constantes incursiones de la guerrilla, los paramilitares y el Ejército.

En medio de la disputa por el control militar del territorio la población civil es víctima de toda clase de atropellos y presiones. Ha habido asesinatos de civiles por parte de todos los actores armados.

Miembros de las comunidades, líderes de la COCOMOPOCA, la OREWA y misioneros de la Diócesis de Quibdó son seņalados por unos y otros de ser colaboradores, informantes, simpatizantes o miembros activos de sus respectivos enemigos.

En los últimos dos aņos, el frente Manuel Hernández "El Boche" del ELN comenzó a hacer presencia permanente en zonas rurales de estos municipios. Con frecuencia ha colocado retenes sobre los ríos Andágueda, Capá y Tumutumbudó y ha cometido robos de alimentos, allanamientos y secuestros. Por su parte, los paramilitares han cometido infinidad de atropellos contra la población.

Esta situación ha provocado un desplazamiento gota a gota en la mayoría de las comunidades afrodescendientes, nueve de las cuales se han desplazado totalmente desde hace aņo y medio. 31 comunidades afrodescendientes, muchas de ellas considerablemente reducidas, y 40 comunidades indígenas resisten en medio del conflicto armado y viven en una permanente zozobra.

Informamos sobre los siguientes hechos:

Desde enero del aņo 2.003 el Ejército Nacional, Batallón Manosalva Flórez, intensificó sus operaciones para contrarrestar la acción de la insurgencia de tal manera que ha elevado la crisis humanitaria a una escala sin precedentes entre la población rural de estos dos municipios. La Fuerza Pública mantiene un bloqueo económico de alimentos y medicamentos, que esta afectando a las comunidades afrodescendientes e indígenas del Alto Andágueda-Bagadó y las comunidades del río Capá y Tumutumbudó-Lloró.

En los caminos ancestrales de Engrivadó-Bagadó a Mumbú-Tadó, de San Marino-Bagadó a Marmolejo-Tadó y del resguardo indígena Tamí - Alto Andágueda-Bagadó a Guarato-Tadó el Ejército ha colocado retenes que impiden el paso de alimentos y medicinas, como también la libre movilización de las personas y el transporte de enfermos. Desde Quibdó el Ejército y la Policía Nacional restringen el transporte de alimentos por los ríos Capá, Tumutumbudó y Andágueda. Estos ríos y caminos son las rutas de abastecimiento tradicionales para 8.800 afrodescendientes y para 9.300 indígenas que todavía resisten en su territorio.

El Ejército utiliza a los guerrilleros desertores como informantes de una manera sumamente arbitraria. Las mismas personas que como guerrilleros obligaban a los civiles a punta de fusil a asistir a reuniones y a prestarles servicios, ahora los acusan y seņalan como colaboradores de la guerrilla.

El 30 de Enero, una Patrulla perteneciente al Batallón Manosalva Flórez bajó de un bus de la Flota Occidente al estudiante indígena de 15 aņos José Amancio Niasa Arce, quien había salido de la comunidad indígena de Palmira-Bagadó hacia Guarato-Tadó. A los pocos días su cuerpo sin vida fue presentado por las autoridades en Tadó con seņales de tortura y vestido de camuflado.

El 18 de febrero, en la comunidad El Llano, rió Tumutumbudó-Lloró, en medio de un enfrentamiento del Ejército con dos guerrilleros resultó herida una anciana con esquirlas de bala en un brazo. Este hecho provocó un desplazamiento interno a Bocas de Tumutumbudó de aproximadamente dos meses.

El 17 de marzo, en el sitio Peņa Pelada-Lloró sobre el río Andágueda, el Ejército dio muerte a Leonel Rentería de 27 aņos de la comunidad de Yarumal, río Tumutumbudó-Lloró. A raíz de ello la mayoría de la población de las comunidades de Nipurdú, Yarumal y El Llano del río Tumutumbudó se desplazó.

El 10 de abril, tropas del Batallón Manosalva Flórez llegaron a la comunidad de Piedra Honda-Bagadó, daņaron y se llevaron algunas piezas del teléfono público, único medio de comunicación de esta comunidad. Cinco días después cometieron el mismo atropello en la comunidad indígena de Mumbú-Lloró.

El 15 de abril en el camino que de Mindó conduce a Mumbú, fue asesinado por tropas del Batallón Manosalva Flórez el indígena Arsecio Dumaza de 14 aņos y herido con una bala en la cabeza el indígena Manuel Dumasá, siendo ambos alumnos del Colegio de Lloró. El cadáver de Arsecio fue llevado por el Ejercito Nacional a Quibdó y reportado como dado de baja en un combate para evadir su responsabilidad.

El 27 de abril, el Ejército detuvo a dos indígenas de la comunidad de Churina-Bagadó, actualmente desplazada en Mojarrita-Bagadó, los cuales según testimonio de su comunidad han sido torturados y a uno de ellos le fueron robados 50.000 pesos. El día siguiente fueron dejados en libertad en la comunidad de Piedra Honda.

El 28 de abril, en el marco de un operativo de quema de un campamento del ELN a una hora de camino de Piedra Honda, el Ejército quemó tres casas de campesinos de dicha comunidad con sus enseres y 42 almudes de maíz. Mataron cerdos, gallinas y un gato.

El 22 de mayo fue retenido, en Bagadó, por la policía el indígena Alirio Tequia, acusándolo de guerrillero. En el comando de policía, el 29 de Mayo, nos aseguraron que había sido remitido a Quibdó, pero al momento de escribir este comunicado aún no ha sido puesto a disposición de ninguna autoridad y no se sabe a ciencia cierta donde se encuentra, configurándose una detención arbitraria.

El 23 de mayo en el sitio Peņa Pelada-Lloró, fue asesinado por guerrilleros del frente Manuel Hernández "El Boche" del ELN el motorista Juan Antonio Campaņa. Por sugerencia de la guerrilla y temor a una posible arremetida del Ejército se generó el desplazamiento de las últimas cinco familias de la comunidad de El Llano.

Los paramilitares que se encuentran en el casco urbano de Bagadó envían notas amenazantes a los cabildos locales, pidiendo su presencia. Esto sucede a pesar de la presencia del Ejército y la Policía Nacional.

Los jóvenes indígenas, que estudian en Lloró, continuamente son acosados y maltratados por la policía.

A raíz de estos hechos se ha incrementado el desplazamiento. Mientras en el aņo 1999 el censo realizado por la COCOMOPOCA y la Diócesis de Quibdó arrojó un total de 15.500 personas en las comunidades afrodescendientes, en la actualidad se encuentran apenas 8.800 personas resistiendo en sus comunidades. Esto significa un 44% de población desplazada, la gran mayoría de ellos en Pereira / Risaralda, otros en Quibdó y en las cabeceras municipales de Lloró y Bagadó o en alguna comunidad vecina.

El 28 de abril, se dio el primer desplazamiento masivo de una comunidad indígena en esta zona. 179 personas agrupadas en 32 familias pertenecientes a la Comunidad Indígena de Mumbú en la zona de Capá-Lloro se desplazaron hacia Villa Claret-Lloró por la continua presión, bloqueo y las amenazas de miembros del Ejército.

Al darse enfrentamientos entre el Ejército y la Guerrilla del ELN, a mediados de marzo, en inmediaciones de esta comunidad indígena el Ejército les había prohibido entrar a sus parcelas y cultivos, diciéndoles que si los encontraban en dichos sitios no respondían por sus vidas, generando con ello hambre, sobre todo en la población infantil, al no poder sacar sus productos del campo, ni poder cazar, ni pescar. Se incrementaron los niveles de desnutrición y consecuentemente un sinnúmero de enfermedades.

Estas familias indígenas están padeciendo una grave situación humanitaria ya que no cuentan con alimentos y frazadas, muchas personas están enfermas con paludismo, conjuntivitis, infección respiratoria aguda, entre otras enfermedades. Hasta el momento han fallecido seis indígenas por paludismo cerebral. Otras 5 familias se encuentran en comunidades vecinas y en Quibdó.

Todas las comunidades indígenas de la zona de Capa han manifestado, que se encuentran amenazadas y acorraladas por todos los actores armados y están a punto de desplazarse también.

Alertamos,

Al Estado Colombiano y a la Comunidad Internacional sobre esta alarmante situación que pone en alto riesgo el futuro y la supervivencia de las comunidades de los municipios de Lloró y Bagadó, dada la agudización y degradación del conflicto armado.

Exigimos al Estado:

1. Que cese inmediatamente el bloqueo económico de las comunidades del Andágueda, Capá y Tumutumbudó y se levanten las restricciones de la libre circulación y del transporte de alimentos y demás artículos de primera necesidad.

2. Que los miembros de la Fuerza Pública y los funcionarios del Estado se abstengan de hacer seņalamientos indiscriminados a campesinos afrodescendientes e indígenas de ser colaboradores de la guerrilla sólo por el hecho de vivir en territorios donde los grupos insurgentes hacen presencia. Que no utilicen los bienes de las comunidades ni los medios de transporte de los civiles y no obliguen o insistan a la población a prestarles alguna clase de servicios.

Que los funcionarios públicos permanezcan en su jurisdicción y respondan a su obligación de garantizar los servicios básicos que están en grave crisis, especialmente la salud, la educación y la pronta atención a los desplazados y a la población que resiste pacíficamente en medio del conflicto.

Que las autoridades competentes abran cuanto antes una investigación sobre las actuaciones de la Fuerza Pública en cuanto a violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario en esta zona con el fin de sancionar a los responsables y de garantizar que estos abusos contra la Autonomía de las comunidades indígenas y afrodescendientes no se sigan repitiendo.

Que el gobierno inicie acciones inmediatas tendientes a garantizar la permanencia de las comunidades afrodescendientes e indígenas dentro de sus territorios y a prevenir hechos lamentables.

Exigimos a la insurgencia:

Que respete las normas del Derecho Internacional Humanitario y no transiten ni acampen en cercanías a las comunidades, poniendo en riesgo a la población civil.

Que se abstengan de hacer seņalamientos indiscriminados a campesinos afrodescendientes e indígenas de ser colaboradores del Ejército y/o de los paramilitares. Que no utilicen los bienes de las comunidades ni los medios de transporte de los civiles y no obliguen o insistan a la población a prestarles alguna clase de servicios.

Al Frente Manuel Hernández "El Boche" del ELN, que respete las labores organizativas de la COCOMOPOCA, la OREWA y la Diócesis de Quibdó.

Respetuosamente le solicitamos a los organismos de Derechos Humanos su solidaridad, tanto en el acompaņamiento y solidaridad con estas comunidades como en la visibilización de las violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario que vienen cometiendo los grupos armados en la región, en especial el Ejercito Nacional, quien bajo el pretexto de atacar a la subversión justifica sus atropellos y los asesinatos de civiles.

Quibdó, 4 de junio de 2003

Consejo comunitario mayor de la organización popular campesina del Alto Atrato - Cocomopoca

Organización regional embera Wounaan - Orewa

Diócesis de Quibdó


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Este documento ha sido publicado el 24jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights