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28feb03


Paramilitares con insignias de la Brigada XVII incursionan en el poblado de refugio de los habitantes de Puerto Lleras.


Informe Ejecutivo 16
Consejo Comunitario Jiguamiandó, familias de Curbaradó

El miércoles 26 de febrero, a un día de celebrada la audiencia sobre medidas cautelares a favor de las Comunidades Afrodescendientes del Jiguamiandó y 9 comunidades desplazadas del Curbaradó, en el actual periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se produjo una nueva incursión de tipo paramilitar a uno de los lugares de refugio de esos pobladores, en Puerto Lleras, en la que participaron aproximadamente 20 hombres armados vestidos de camuflado, alguno de los que incursionaron desde el 5 de enero, con los que iban vestidos de camuflado y con insignias de la Brigada XVII.

En la incursión al poblado de refugio de los habitantes de Puerto Lleras, los armados amenazaron que estarían en la zona "vamos a entrar a las otras comunidades", lanzaron amenazas contra los habitantes refugiados en la selva y a lo largo del río Jiguamiandó, explicitaron que iban "por esa guerrilla" refiriéndose a la Población civil de Pueblo Nuevo, "vamos a bajar hasta allá". Forzaron a la comunidad separando a los hombres a un lado y a las mujeres al otro, preguntaron por los documentos de identidad, amenazaron a la comunidad señalándola de guerrillera, mientras los pobladores afirmaban su condición de población civil.

En la nueva incursión de tipo paramilitar, además de las amenazas e intimidaciones fue detenido-desaparecido el afrodescendiente ANÍBAL SALAS, quien aun se encuentra en esta condición. Miembros de la comunidad, entre ellos mujeres y niños, entre ellos delegados de la comunidad internacional de Canadá y misioneros integrantes de nuestra Comisión de JUSTICIA Y PAZ fueron retenidos por los paramilitares cuando buscaban a ANÍBAL SALAS.

Jueves 27 a las 10:00 horas, 22 integrantes de la comunidad, una delegada de un organismo Internacional de Derechos Humanos del Canadá, dos integrantes misioneros de nuestra Comisión JUSTICIA Y PAZ, partieron buscando a ANÍBAL en dirección del camino que viene de Jarapetó, donde se vio por ultima vez la pequeña embarcación de madera de ANÍBAL.

2. A un kilómetro del lugar de refugio, después de cruzar al margen izquierdo del rió Jiguamiandó, en la finca "Vayan Viendo", en dirección del antiguo caserío de Puerto Lleras, a las 10:40, la comisión fue retenida por 18 hombres armados, vestidos de camuflado. Los "civiles" armados estaban dirigidos por un paramilitar a quien por radio llamaban H. 20, quien participó en la incursión en el día anterior.

La comunidad, la organización humanitaria internacional y nuestra Comisión, exigieron la entrega con vida de ANÍBAL, los armados respondieron "lo tenemos, mi patrón que viene de Urada va a investigarlo, el está amarrado. no le hemos hecho nada, no le vamos a hacer nada, mi patrón que viene de URADA ahorita es el que quiere investigarlo. Lo detuvimos lejos, como a dos horas en el caño de Guamal, traía implementos de aseo ". Uno de los armados agrego: "a él lo llevaban esposado a un interrogatorio, por allá lejos, pidió permiso para hacer una necesidad, salió corriendo y entonces le dispararon, el murió, ellos saben que el que nada debe nada teme, por qué corren".

Hacia las 12:10 la comisión humanitaria pudo retirarse del lugar y logró regresar a Puerto Lleras.

3. A las 13:00 cuando los miembros de la comunidad, la organización internacional y nuestra Comisión JUSTICIA Y PAZ reiniciaron la búsqueda de ANÍBAL, en la playa contigua al caserío se encontraron con los "civiles armados", vestidos de camuflado, a quienes les exigieron respetar la vida de ANÍBAL. Minutos después el paramilitar, apodado H. 20, afirmo que ANÍBAL había sido asesinado, y se retiran del lugar.

4. La comunidad y los acompañantes persisten en la búsqueda de ANÍBAL, hasta el momento continua detenido-desaparecido, la población que se ha aglutinado en Pueblo Nuevo, Nueva Esperanza y Puerto Lleras se encuentran algunos desplazados nuevamente, otros ante la presión militar encubierta están decidiendo desplazarse definitivamente.

Desde el inicio de la nueva ofensiva militar encubierta, el 5 de enero, en la que uniformados han participado como unidades de la Brigada XVII, al lado de civiles armados, vestidos de camuflado, y a pesar de la adopción de medidas cautelares, el Estado colombiano ha hecho caso omiso a dichas solicitudes, aun a pesar de la reciente Audiencia celebrada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se han presentado nuevos daños irreparables, que están a punto de producir el total desarraigo de la población de su territorio colectivo, pues las desapariciones, asesinatos e incursiones no cesan, se han incrementado, al tiempo que se desarrolla el proyecto de siembra de Palma Aceitera en el territorio colectivo del Curbaradó amparado por acciones armadas de tipo paramilitar. De los hechos sucedidos el alto gobierno y las instituciones estatales han conocido de modo directo, a través de nuestra Constancias y Censuras Morales, se les ha requerido apremiantemente para que actúen evitando nuevos daños irreparables, eviten el desarraigo y la expulsión de la comunidad afrodescendiente de sus territorios titulados colectivamente, intervengan en el cese de la implementación ilegal de la Palma Aceitera y se han negado a actuar administrativa y preventivamente, disciplinaria y penalmente lo que los hace responsables por OMISIÓN y COMISION POR OMISION.

Urge el apoyo de la comunidad internacional para que se evite la destrucción de esta comunidad afrodescendiente que afirma sus derechos territoriales y la vida integral con presencia humanitaria alimenticia, apoyos técnicos y de infraestructura de comunicaciones, observadores en terreno, seguimiento a la tramitación del caso en la Comisión Interamericana, cartas al Presidente de la República, exigiendo respeto a las propuestas humanitarias de la población y el cese a la implementaron del proyecto de Palma Aceitera, la presencia inmediata de la defensoría Nacional y Procuraduría General de la Nación, apoyo moral a la labor de defensa de los derechos humanos nacional e internacional en terreno.

Con profundo dolor e indignación ante la evidente erosión del Estado de Derecho,

Bogotá, febrero 28 del 2003.
Comision Intereclesial de Justicia y Paz.

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Este documento ha sido publicado el 10mar03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights