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29ago07


Las desmovilizaciones ‘paras’ fueron un “show publicitario”


TRAS ADVERTIR que las desmovilizaciones paramilitares fueron “shows publicitarios”, Rafael Pardo Rueda, el primer civil en convertirse en ministro de Defensa durante la presidencia de César Gaviria, advirtió que la incapacidad de investigación de la Fiscalía General, en el marco de aplicación de la Ley de Justicia y Paz, está generando una “impunidad técnica”.

En diálogo con EL NUEVO SIGLO, con motivo del lanzamiento de su libro Fin del paramilitarismo, ¿es posible su desmonte?, Pardo afirmó que el actual esquema político individual, con el voto preferente, “genera estímulos para que grupos ilegales tengan sus candidatos y no responda nadie por ellos”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Es posible el desmonte del paramilitarismo?
RAFAEL PARDO RUEDA: No quiero quedarme en el tema de críticas, y las tengo, y muchas, sino que creo que es posible que el paramilitarismo se desmonte. El proceso que el Gobierno tiene no es un proceso terminal, no ha significado el desmonte del paramilitarismo y eso lo hemos visto.

Hay más de 30 mil paramilitares desmovilizados, pero siguen actuando en las mismas regiones con los mismos jefes y los mimos propósitos. Las víctimas no tienen reconocimiento, las regiones no tienen seguridad, los mismos paramilitares no tienen seguridad jurídica. Creo que esto no lleva al final de este fenómeno. Creo que es posible hacerlo, pero se requiere, por supuesto, un amplio acuerdo que recupere la legitimidad del proceso que se está haciendo.

E.N.S.: ¿En qué falla el actual proceso con los desmovilizados paramilitares y cómo conseguir que sea legitimado?
R.P.R.: El desmonte paramilitar sí es posible hacerlo en la medida que se despolarice el debate sobre el tratamiento al paramilitarismo. Y en eso se requiere un acuerdo entre quienes somos críticos y hemos criticado el proceso, y el Gobierno que lo ha manejado para fijar una nueva agenda de consenso, o acuerdo, que permita el desmonte paramilitar. Sin eso, el proceso seguirá cada vez con mayor deslegitimación y cada vez con menores efectos sobre la paz del país y sobre el desmonte paramilitar.

E.N.S.: ¿En qué consistiría y cómo se desarrollaría esa agenda que usted propone?
R.P.R.: Es una agenda que le de real reconocimiento, instrumentos y mecanismos para la reparación a las víctimas. Eso es lo primero.Lo segundo, la verdad tiene que aflorar y, para ello, lo que está establecido en el proceso de Justicia y Paz no es suficiente. Propongo un mecanismo de reconocimiento de las cúpulas paramilitares a los delitos de la organización, no solamente un reconocimiento individual, que es el tema de versión libre, sino un reconocimiento como organización.

También hay que tratar de manera adecuada a los reinsertados, o sea los que han dejado las armas, pero sin desequilibrar la situación con quienes han estado en el servicio militar. Me parece que el país no puede seguir dándoles plata, recursos, reconocimiento a los que han estado en la ilegalidad y no hacer nada con quienes han arriesgando la vida, en el mismo conflicto, por cuenta de la legalidad. Tratamiento a los reinsertados, siempre y cuando el soldado lo tenga.

E.N.S.: ¿En qué basa su afirmación de que la Ley de Justicia y Paz beneficia notablemente a los paramilitares, pero deja al Estado en inferioridad?
R.P.R.: Porque la Ley fue hecha para que tuvieran beneficios los jefes paramilitares, pero deja al Estado en inferioridad porque la capacidad de investigación de la Fiscalía es muy reducida y lo que acaba produciéndose es una especie de impunidad técnica.

La Fiscalía tiene que reforzarse sustancialmente para afrontar ese proceso. 20 fiscales y 20 auxiliares de fiscales no pueden tener la capacidad de investigar 2.900 personas acusadas de delitos de lesa humanidad, que es lo que está ocurriendo.

Solamente las versiones libres se demorarán, alguien hizo la cuenta, como 15 años, pero sólo han pasado a versión libre creo que 20 personas de las 2.900. Por lo tanto, la impunidad se da por la incapacidad de la Fiscalía.

E.N.S.: Usted afirma que las desmovilizaciones fueron “shows publicitarios”. La publicidad tiene como fin vender una imagen. ¿Por qué las cataloga así?
R.P.R.: Que las desmovilizaciones hayan sido shows publicitarios no es algo que yo me haya inventado sino que lo han dicho los mismos jefes paramilitares. Cuando el proceso estaba en crisis, resolvieron que la manera de mostrar credibilidad era hacer unas desmovilizaciones muy publicitadas, para mostrar que sí había avances y voluntad.Creo que eso le sirvió al proceso porque la gente vio que estaba desmovilizándose más gente.

E.N.S.: Usted menciona la evidente relación paramilitarismo-narcotráfico. ¿Si el narcotráfico continúa, es inevitable el rearme ‘para’ tal y como ya ha sido denunciado?
R.P.R.: El paramilitarismo tiene que ver con el narcotráfico, y hoy es el narcotráfico. O sea, hoy es el cartel de la droga, junto con la guerrilla.

Pero me parece que el paramilitarismo lo que es, realmente, es un mecanismo de crimen organizado. Obtiene recursos de las actividades legales, también de la coca, pero de las legales: de los manejos de los subsidios de salud, del manejo de los contratos de los departamentos y municipios, el manejo del chance y el juego. Es crimen organizado. Con violencia se meten en el crimen organizado. Ese es el paramilitarismo, por eso les interesa el poder político, por eso les interesa el poder local y regional, porque es el mecanismo para meterse a drenar los recursos del Estado en su beneficio.

E.N.S.: En su libro afirma que los ‘paras’ han obtenido dinero de la política ejerciendo proselitismo armado en época de elecciones. ¿Eso quiere decir que de cara a los comicios regionales la situación seguirá siendo la misma, ya que el rearme es evidente?
R.P.R.: Claro, porque primero el esquema político de la política individual, con el voto preferente, genera los estímulos para que grupos ilegales tengan sus candidatos y no responda nadie por ellos. Si hubiera un esquema en el cual los partidos fueran los responsables, no habría esa ventana tan grande para el acceso de dineros y acciones ilegales a la política. Creo que el sistema de voto preferente, como lo fue antes el de la operación avispa de los partidos, es el mecanismo para que los grupos ilegales se metan a la política.

E.N.S.: ¿Hasta dónde va a llegar la denominada parapolítica? ¿Qué va a pasar con ese proceso?
R.P.R.: El sistema judicial es una bola de nieve. Lo que está haciendo la Corte y la Fiscalía, cada día vincula más y más personas a este proceso y eso es una bola de nieve que va acabar generando una ilegitimidad grande en el sistema político, pero no es la vía única para evitar que esto se repita.

Nosotros tuvimos hace 10 años el proceso 8 mil, en el cual fueron 25 o más congresistas a la cárcel por recibir dineros del cartel de Cali. Y 10 años después resulta que es un número parecido de congresistas que reciben favores de los paramilitares y también van a la cárcel. No hay escarmiento. Por eso, creo que el sistema de política individual es lo que hay que cambiar.

[Fuente: Por Daniel Valero, El Nuevo Siglo, Bogotá, Col, 29ago07]

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