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29ago13


Declaración del Presidente Juan Manuel Santos sobre medidas de ayuda a los campesinos y sobre jornadas de protesta


Mucha gente ha comparado el arte de gobernar con el arte de navegar. Es como una nave que va por el mar tranquilo y que se encuentra inexorablemente con mar picado, con tormentas.

Pero en esos momentos hay que mantener el rumbo, mantener el pulso firme, mantener la calma.

Sin duda alguna, estamos atravesando por una tormenta; una tormenta que se formó por la acumulación del abandono y de falta de políticas en el sector agropecuario durante muchísimo tiempo. Y ahora estamos pagando las consecuencias.

Y eso es lo primero que tenemos que reconocer. Hay una crisis en el sector agropecuario. Una crisis que tenemos que enfrentar y de la cual vamos a salir adelante, porque este país tiene el inmenso potencial en ese sector, el sector agrícola.

Los campesinos son los que más han sufrido ese abandono, los campesinos que están protestando. Protestas legítimas, protestas que tienen muchos argumentos, protestas válidas.

Pero por eso mismo, porque los campesinos y el sector ha estado abandonado durante décadas, es que nosotros desde el primer día del Gobierno hemos querido concentrarnos en el sector rural, darle importancia, porque, entre otras cosas, ahí está concentrada la pobreza y la desigualdad.

Y un propósito fundamental de este Gobierno es disminuir la pobreza, como la venimos disminuyendo, y disminuir la desigualdad, como también la venimos disminuyendo.

Y por eso en estos tres años hemos invertido en el campo y en los campesinos sumas de dinero que no tienen precedentes. A los campesinos les hemos dado muchísima, muchísima ayuda. Les hemos dado, les hemos formalizado las tierras, más de 2 millones de hectáreas hemos formalizado.

Les hemos dado vivienda rural como nunca antes. Llevamos 40 mil viviendas rurales y este año vamos a terminar con 100 mil. Eso nunca se había visto.

Estamos también restituyéndoles las tierras a los campesinos que fueron desplazados por la violencia. Y eso es apenas un primer paso dentro de una gran política que tenemos que adelantar en este país.

De manera que las protestas que estamos viendo por parte de los campesinos son válidas.

Y hay soluciones, soluciones de corto, mediano y largo plazo. Y esas son las que nos toca poner en marcha, que nos toca afrontar.

A este Gobierno, a mí me han tocado muchas tormentas. Comenzamos el Gobierno con la tormenta de la ola invernal, el peor desastre natural de nuestra historia. Y salimos adelante. Y salimos adelante como lo habíamos prometido. Muchos quedaron mejor de lo que estaban antes de ese desastre.

Nos tocó una tormenta totalmente inesperada, que fue el fallo de la Corte Internacional de la Haya. Pero de esa tormenta también vamos a salir adelante. En los próximos días nos vamos a pronunciar sobre ese punto en particular.

Y de esta tormenta también vamos a salir.

Por eso estamos aplicando nuestra política, que hemos también aplicado desde el primer día del Gobierno: la política del diálogo, del diálogo social, de la apertura, la concertación. Creemos que a través del dialogo es como se solucionan mejor los problemas; a través del dialogo y no la imposición es cómo podemos seguir avanzando en nuestros objetivos.

Y eso es lo que hemos querido hacer con los campesinos y con el sector agropecuario.

Este paro, que comenzó el 19 de agosto, no fue la razón por la cual comenzamos desde muchísimo antes a hablar con diferentes sectores. Sectores que precisamente por lo que estuvimos hablando con ellos, dialogando y encontrando soluciones, es que no están en este momento participando del paro.

Un sector, por ejemplo, que yo conozco muy bien, el sector cafetero, que está viviendo una crisis porque el precio que estaba rondando los 3 dólares por libra en los mercados externos, hoy está casi a un dólar por libra, uno con doce, con trece. Eso es una crisis tremenda, una baja de ingresos tremenda. Pero estamos ayudando y estamos viendo cómo salimos de ese temporal en el sector cafetero.

Y lo mismo estamos haciendo con los otros sectores agropecuarios. Con el sector arrocero, con el sector cacaotero, con el sector algodonero; con todos estamos tratando de ver qué medidas adicionales podemos tomar en el corto plazo y qué medidas debemos tomar en el largo plazo, porque este es un problema que llaman los economistas estructural, es decir, un problema de fondo, que requiere también soluciones de fondo.

Por eso me he puesto en el trabajo de dialogar personalmente con muchos sectores. Estuve en el Quindío, estuve en el Huila, escuchando; escuchando las quejas, escuchando los problemas y buscando soluciones.

Eso fue lo que hice hace dos días cuando me fui a Tunja a escuchar a los campesinos que estaban protestando; a los paperos, cebolleros y los lecheros. Muchas personas dijeron que no, que no pueden ir a Tunja porque se había presentado un cacerolazo.

Cuando a mí me dijeron que el cacerolazo había sido totalmente pacifico, yo dije no, yo voy e inclusive los felicito, porque la protesta pacífica fortalece la democracia.

Y me fui a escuchar, no solamente a los campesinos. Escuché el problema de los hoteleros, a los alcaldes; cada alcalde tiene un problema específico por estos bloqueos; por supuesto con el Gobernador (Juan Carlos Granados), con los parlamentarios y también, en primera instancia, con los campesinos.

Allá escuchamos cuales han sido sus problemas, cuáles son sus reclamos.

Y no fui la primera persona que estuvo con ellos; hay un equipo de Gobierno que duró más de 80 horas dialogando con los paperos, con los cebolleros, con los lecheros; en primera instancia de Boyacá --y por una decisión que yo tomé-- se unieron los de Cundinamarca y trajimos a los de Nariño para que todos estuvieran en una misma mesa.

Nos han servido como garantes el señor Arzobispo de Tunja, Monseñor (Luis Augusto) Castro, el señor Defensor del Pueblo, el doctor (Jorge Armando) Otálora, a quienes agradezco porque han estado ahí presentes durante esas 80 horas y han visto, con sus ojos, la voluntad que el Gobierno ha tenido, la voluntad y la buena disposición que hemos tenido durante todo este tiempo con propuestas concretas.

Yo sigo con esa voluntad. Hemos puesto sobre la mesa una serie de soluciones de corto plazo, que era lo que ellos nos estaban pidiendo. Nos habían dicho que si llegábamos a algún acuerdo sobre algún punto, inmediatamente decretarían el levantamiento de los bloqueos. Les aceptamos esa sugerencia y realmente no entiendo cómo no hemos llegado, porque estábamos prácticamente de acuerdo, no en uno sino en varios puntos.

Y yo espero que hoy, que se van a reanudar las mesas en Tunja, podamos rápidamente llegar a unos acuerdos que no solamente van a beneficiar a los campesinos de Boyacá, de Nariño o Cundinamarca, sino a todos los campesinos de Colombia y a todos los agricultores de Colombia.

Yo he decidido poner en marcha, de todas formas, una serie de normas que van a ayudar y a mitigar los efectos de esta crisis y a ayudar a los campesinos en los temas que nos han puesto sobre la mesa y que sabemos que existen.

Uno de ellos es el precio de los insumos. Entonces vamos a poner un control a esos precios, a los fertilizantes, a los plaguicidas.

Por ejemplo, hay 23 productos que todavía tienen aranceles. Vamos a rebajar a cero estos aranceles para que se les baje el costo a los usuarios de esos insumos y vamos a hacer todo lo posible para que la baja en ese arancel le llegue al consumidor, porque muchas veces se queda enredado entre los intermediarios.

Por eso vamos a imponer una especie de libertad vigilada de precios mientras establecemos un mecanismo de precios de referencia internacional que nos permita determinar unos precios, muy parecido a lo que estamos haciendo con los medicamentos, para garantizar que nuestros agricultores, nuestros campesinos, puedan comprar esos insumos a un precio razonable, competitivo, porque, es cierto, que en muchos casos estamos pagando un precio por encima de lo que están pagando muchos de nuestros competidores.

Inclusive, dentro de las diferentes regiones del país. Por ejemplo, en el Meta, 50 kilogramos de fertilizantes cuestan alrededor de 71, 72 mil pesos. Eso mismo cuesta 86 mil pesos en el Valle.

O hay una diferencia prácticamente del 20 por ciento. O la diferencia entre el precio de los fungicidas en Bogotá y en el Cauca; esa diferencia es de más del 50 por ciento.

Esto también vamos a ponerle coto, para que exista una nivelación de precios y todo el mundo pague un precio razonable y por supuesto un precio, el menor posible.

De manera que ahí hay una medida concreta que vamos a poner en marcha. Mañana mismo estamos reuniéndonos, el Gobierno se está reuniendo, el Ministro de Agricultura (Francisco Estupiñán) con la mesa de fertilizantes e insumos que les prometimos a los cafeteros.

Vamos a discutir estas medidas, pero mientras tanto vamos a ponerlas en marcha. Y eso también va a ser aplicable a los demás agricultores.

También vamos a permitir que se importen directamente, que los fertilizantes se puedan importar directamente, para evitar esa cadena de intermediarios que encarece de forma grave muchas veces el precio final.

Vamos también a estudiar las salvaguardias. Hay mecanismos, hay formas, para evitar la importación de ciertos productos o se le imponen aranceles cuando esos productos están llegando al país a precios irrisorios, que están causando un perjuicio; un perjuicio grande a nuestros productores.

Esos mecanismos los vamos a poner en marcha, los estamos poniendo en marcha, ya los hemos aplicado en algunos casos pero vamos a aplicarlo en otros que nos han pedido específicamente.

En el sector lechero, por ejemplo. Vamos a hacer algo que creo que es importante. Mucha gente me dice que están botando la leche. El Papa (Francisco) dijo recientemente que la comida que se tira a la basura es como el alimento que se roba al pobre, al que pasa hambre.

Y el Papa Francisco tiene toda la razón. Y por eso he dado instrucciones para que busquen cómo comprar esa leche y dársela al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y darle esa leche sobre todo a los niños. Vamos a ver si se la dedicamos exclusivamente a la estrategia 'De Cero a Siempre'.

Vamos a ver, y quiero invitar a las grandes empresas compradoras, empresas como La Alquería, como Colanta, como Alpina, como Nestlé, a que busquemos los mecanismos para comprar esa leche. El Gobierno les paga al precio regulado, no por debajo. Y además podemos dejarles esa leche rápidamente a esos niños.

Ayer firmamos un decreto que elimina el cupo de importación de los lactosueros, que era algo que nos estaban pidiendo desde hace mucho tiempo.

Como les decía, las importaciones las vamos a restringir, vamos a buscar los mecanismos para restringir esas importaciones, y vamos a poner un gran énfasis en la lucha contra el contrabando, porque sabemos que ese es un tema que está afectando muchísimo al sector agropecuario y un tema que vamos a abocar, ojalá, en forma concertada, porque son los propios campesinos, los propios agricultores, los que más saben por dónde está entrando ese contrabando, de dónde viene, y ahí vamos a hacer una acción muy contundente.

El ejemplo de cómo los diálogos pueden producir buenos resultados se vio ayer precisamente con los campesinos del Catatumbo. Se firmó un acuerdo a través del cual ayer-- vamos a ayudarles a esos campesinos que se comprometen a erradicar los cultivos de coca, a darles una ayuda y una solución alternativa con productos alternativos, con proyectos productivos, con unos subsidios durante la transición.

Eso es un ejemplo de cómo, sentados, dialogando, buscando las soluciones, se encuentran esas soluciones.

De manera que estamos, sí, en un temporal, en una tormenta pero vamos a perseverar, vamos a continuar con el rumbo fijo. Sabemos para dónde vamos. Hemos tenido unos avances muy importantes en nuestra economía, en nuestro desarrollo, tenemos una economía sólida, una economía que es ejemplo para el mundo.

Esta misma semana vinieron a Colombia dos grandes inversionistas, uno, Starbucks, que es esa gran cadena de almacenes de café que está regada por el mundo entero; va a instalarse en Colombia, es hoy uno de los mayores exportadores de café colombiano, uno de los mayores compradores de café colombiano, va a comprar el café al mejor precio posible. Y Colombia es uno de los pocos países, el único en América Latina, donde vana tostar su propio café.

Por otro lado, vino el director de la empresa Femsa, que embotella la Coca-Cola. Ahí se va a poner la planta más moderna de América Latina. Están viendo a Colombia con un enorme potencial, porque lo tenemos y lo estamos poniendo en marcha.

En el sector agropecuario --repito-- tenemos ese enorme potencial. Sé que se redujo el presupuesto que se presentó al Congreso --porque se redujo para todo el mundo-- debido a que las pensiones que vamos a tener que pagar el año entrante se suben en cerca de 6 billones de pesos. Eso nos obliga reducir los presupuestos.

Pero yo he dado las instrucciones que en el sector agropecuario esa reducción no se dé. Y vamos a hacer las adiciones al presupuesto para que el sector agropecuario esté bien financiado. Y en el Congreso de la República se discutirá no solamente ese aumento en el presupuesto que se presentó, sino cómo se va a distribuir y también creo que es el momento propicio para revisar muchos elementos de nuestra política agropecuaria que no hemos tenido durante muchísimo tiempo.

Les voy a dar un ejemplo. Desde hace 44 años no se hace un censo agropecuario. O sea que estamos volando sin instrumentos, no sabemos realmente cuál es la verdadera situación de nuestro sector agropecuario.

Por eso, este Gobierno ya inició, ya está en marcha, ya tiene los recursos, el proceso para realizar un censo agropecuario. Lo necesitamos, necesitamos saber realmente cuál es la situación real para poder tomar las medidas efectivas que nos permitan convertir nuestro sector agropecuario en un sector, no foco de pobreza ni foco de desigualdad, sino en un centro de prosperidad y de equidad.

Si podemos realmente como país ser un país mucho más justo y queremos ser una país más moderno, tenemos necesariamente, inexorablemente, que dedicarles muchos más recursos y muchos más esfuerzos al campo, al sector agropecuario. Eso lo sabemos y lo vamos a hacer; en eso estamos.

Y llevamos casi dos años en unas consultas de un proyecto de ley que es revolucionario. Ojalá esas consultas se surtan lo más rápido posible para presentar ese proyecto de ley. Y habrá muchísimos más: para desarrollar la altillanura, para desarrollar el potencial que tiene Colombia, en un mundo que está cada vez más ávido de alimentos.

Entonces hagamos como los chinos. Estos problemas convirtámoslos en una gran oportunidad. Ojalá que los diálogos en Boyacá tengan un final feliz hoy, ¡hoy! --no hay razón para que eso no sea así--, y comencemos a levantar estos paros. Paros que están causando tremendos perjuicios a millones de colombianos, a millones de colombianos que se están viendo perjudicados por los bloqueos en las diferentes carreteras.

Y por eso, yo hago un llamado también a la cordura y a la tranquilidad. Sé que hoy va haber manifestaciones en diferentes ciudades, aquí en Bogotá, manifestaciones de otros sectores que quieren solidarizarse con los campesinos, lo cual está muy bien. Las causas son justas, son reales. Yo también creo que ahí hay situaciones que dan pie para protestar.

Pero ¡ojo! Por favor no caigamos en manos de los violentos, no permitan que los violentos se apoderen de estas protestas, porque se distorsiona todo el sentido de la protesta y se genera un enfrentamiento innecesario que ya ha producido muertos con la Fuerza Pública.

La Fuerza Pública está cumpliendo con su deber. La Policía no estaría ahí si no hay manifestantes, en primera instancia está para proteger a los manifestantes. Pero también para proteger los derechos humanos del resto de los colombianos.

Y en ese sentido yo he dado instrucciones muy precisas. Hay que respetarles los derechos a los manifestantes, es parte fundamental de nuestra democracia, pero también hay que tener en cuenta los derechos de nuestros propios policías y de la población inocente que está sufriendo por estos bloqueos.

Que ojalá estas manifestaciones de hoy se produzcan en forma tranquila y en paz.

Anoche llamé al Alcalde (de Bogotá, Gustavo) Petro. Los alcaldes son responsables del orden público, de la tranquilidad de sus respectivas ciudades. Y le dije al Alcalde Petro y se lo digo a todos los alcaldes: pueden contar con el respaldo del Gobierno Nacional en cualquier necesidad que tengan; en la medida de nuestras capacidades allá estaremos respaldándonos para garantizar ese orden público y esa tranquilidad.

De manera que la política de este Gobierno ha sido la de tener un diálogo abierto. Así lo hemos demostrado, lo hemos demostrado en esta situación con los campesinos de Boyacá, Cundinamarca y de Nariño. Como les decía, llevamos más de 80, casi 90 horas, madrugados me llaman los ministros, que tenemos un acuerdo ya prácticamente firmado y después aparece que no, que quieren seguir sentados en la mesa.

Se ha tenido mucha paciencia. Eso es parte de las virtudes que hay que tener para que sostener un diálogo que sea productivo. Pero ojalá hoy podamos llegar a acuerdos y comenzar a levantar estos paros que tanto daño le están haciendo al país.

Y termino con una nota positiva. Colombia se ganó --Medellín, para ser específicos--, se ganó la sede del Congreso Mundial del Turismo. Eso es una sede importantísima, eso es para el año 2015.

Y miren cómo nos están viendo del exterior. De todas partes ven que Colombia tiene un gran potencial, que Colombia es un gran país, porque somos un gran país.

Y más bien unámonos, solucionemos los problemas y sigamos adelante, sigamos con ese rumbo fijo, con esa nave hacia ese puerto de destino que yo he llamado una Colombia en paz, donde la prosperidad se pueda repartir entre todos en forma justa. Construyamos un país moderno, construyamos un país seguro.

Hemos avanzado muchísimo --mucho más de lo que mucha gente cree-- hacia ese puerto de destino.

Tratemos de pasar esta tormenta de la mejor forma posible. Siempre después de la tormenta viene la calma y sigamos trabajando por el futuro de nuestros hijos y de las próximas generaciones.

Muchas gracias".

[Fuente: Presidencia de la República, Bogotá, 29ago13]

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