La guerra civil en Colombia es consecuencia de procesos internos que derivaron en un conflicto generalizado. Años después se introdujo por parte de los Estados Unidos la óptica este-oeste y se trató de eliminar la oposición campesina que se había revelado contra las matanzas indiscriminadas. Las consecuencias fueron terribles en vidas y bienes y el Estado colombiano se fue disolviendo en un pantano que no supo o no pudo resolver. Los datos de la situación de la guerra civil son conocidos, pero baste decir que, como informó el Senado norteamericano, más de un 40 por ciento del territorio no está bajo control del gobierno.

Conociendo lo endémico de la violencia en Colombia no incluímos los comunicados derivados de las negociaciones de Paz entre el Gobierno y las FARC-EP porque creímos sinceramente que no durarían más de dos meses. Nos alegramos de habernos equivocado y hemos decido ampliar la documentación que rodea las negociaciones con varios objetivos.

El primero es que nuestro trabajo de socialización de la información sirve para que los actores externos al proceso no puedan impedir el conocimiento de los documentos básicos que surgen de la misma negociación, ni los que hacen al contexto.

La opinión pública internacional y los activistas y organismos de derechos humanos es necesario que conozcan los avances y retrocesos.