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Plan Colombia


Declaracion de la Asoc Campesina del Valle del Rio Cimitarra

" Por que no vamos a la conferencia de Costa Rica".


Encuentro internacional sobre la paz y los derechos humanos de Costa Rica

Algunas reflexiones frente al conflicto que vive la región del Magdalena Medio y la sociedad colombiana.

La Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra - ACVC, es una organización social compuesta por 120 Juntas de Acción Comunal veredales de los Municipios de Yondó, Cantagallo, San Pablo, Remedios y del Corregimiento Ciénaga del Opón de Barrancabermeja en el Magdalena Medio colombiano.

La ACVC es una organización de campesinos desplazados durante décadas a estos territorios de colonización producto de la violencia del paramilitarismo de Estado.

El campesinado de la ACVC se ha organizado para resistir social, políticamente y desde la civilidad a los permanentes embates de los partidarios de un modelo de desarrollo autoritario y excluyente en la Región, este proyecto fascista ha asesinado, expropiado violentamente y desplazado a decenas de miles de campesinos y pobladores urbanos del Magdalena Medio.

Nosotros no somos una organización de campesinos neutrales, ni somos "un tercer actor", somos parte del conflicto social, lo vivenciamos, nos reconocemos como víctimas y conocemos a los victimarios, en tal sentido ejercemos una postura cívica y dura frente a los que optaron por el exterminio planificado y la barbarie pues nos resistimos a la muerte. Porque estamos por la exigibilidad de nuestros derechos nos hemos tomado, en marchas y éxodos, campos, alcaldías y ciudades. Hemos forzado con acciones de hecho la realización de cabildos abiertos y asambleas populares, hemos firmado acuerdos eternamente incumplidos por los gobiernos y el Estado colombiano.

Esta posición nos ha costado mucho, pues la dignidad de la vida aquí se paga con la vida misma. El establecimiento y sus servidores nos llaman "radicales hijueputas", "voceros de la guerrilla", "idiotas útiles" y "apéndices de la subversión"; estos señalamientos se traducen en muertes selectivas, masacres, operativos militares y paramilitares contra caseríos de campesinos inermes, quemas y saqueos a las sedes de nuestra cooperativa entre otras agresiones.

Nos asedia la muerte pero también los sueños, exigimos todo el tiempo lo nuestro, es por eso que estamos exigiendo ser sembradores de caña y arroz, hacedores de panela, arrieros de búfalos, constructores de vivienda, cooperativistas, agroforestales, planificadores y ordenadores ambientales del territorio que nos queda; todos estos proyectos los estamos forjando en el marco de una zona de reserva campesina que nos permita sustituir los cultivos de coca existentes y dignificar la vida de nuestra gente; así es como entendemos el desarrollo y así es como estamos proponiendo construir una región para todos, defendiendo la vida desde la exigibilidad de la integralidad de nuestros derechos civiles, políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales.

Pero no bastaba con la arremetida paramilitar desatada después de la firma de los acuerdos firmados por el presidente Pastrana en Octubre de 1998 en materia de DDHH e inversión social, incumplimiento que ha costado la vida a más de 500 campesinos, que ha desplazado a otros 30.000 y que ha posibilitado el asesinato selectivo de 400 personas en la ciudad de Barrancabermeja en lo que va corrido del año, contando para ello con la omisión y la connivencia de amplios sectores de los gobiernos y del Estado local, regional y nacional. En un acto de neocolonialismo a ultranza el gobierno actual acepta implementar la intervención militar directa de los Estados Unidos en el conflicto colombiano mediante lo que se ha denominado el PLAN COLOMBIA. Para mitigar los impactos sociales y atender a las víctimas de los ametrallamientos y bombardeos, así como a los miles de desplazados, los tecnócratas de las administraciones de los dos países aliados en un plan contra Colombia diseñaron también un "componente social del Plan". La lógica es legitimar con el "componente social", con los llamados "recursos buenos", la acción militar contra los campesinos cocaleros, contra los colonos tradicionales, contra las organizaciones sociales y en general contra los pobladores rurales ubicados en zonas de control de las guerrillas.

En el Magdalena Medio comprendido entre Barrancabermeja y la depresión Momposina -unos 30 Municipios- el Plan Colombia será grandes operativos militares "antinarcóticos" (como los de los últimos meses donde según los informes de las comisiones de verificación del propio gobierno las únicas víctimas fatales son campesinos empobrecidos), el recrudecimiento del paramilitarismo y la siembra de 30.000 hectáreas de Palma Africana a un costo de 10 millones de dólares (según Planeación Nacional este proyecto palmícola cuenta con el respaldo y el agenciamiento del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y según ellos esto legitima su implementación). Este plan va en contravía de la voluntad y de las propuestas comunitarias expresadas en el PLAN DE DESARROLLO Y DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE LOS DERECHOS HUMANOS DEL MAGDALENA MEDIO formulado por las comunidades campesinas en el marco de los acuerdos del Éxodo Campesino de 1.998.

El Plan Colombia ha suscitado un rechazo general en los sectores progresistas de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional, está claro que el plan escalonará la guerra, como ya se empezó a evidenciar en el Putumayo, y está claro que este plan militarista nos alejará de una salida negociada y concertada del conflicto social y armado, está claro que este plan nos adentrará todavía más en la oscura noche de la incertidumbre, la impotencia, la impunidad, la injusticia y la desesperanza.

Nos motiva la posibilidad marginal que queda aun de reaccionar, de resistir, de plantear nuestras propuestas. Por esto creemos en el proceso de rechazo integral al Plan Colombia. Con las organizaciones sociales del Catatumbo, de Arauca, de los Santanderes y del Magdalena Medio convocamos a un encuentro regional "El Nororiente responde al Plan Colombia" iniciando un proceso de ACUERDO REGIONAL POR LA PAZ que nos permita identificar las agendas sociales, los planes de desarrollo regional de las marchas campesinas, los acuerdos y las propuestas para cualificarlas y proponerlas en el marco del proceso de paz.

Nos integramos a PAZ COLOMBIA y desde un comienzo vimos la necesidad de hacer de esta iniciativa una acción de rechazo fuerte y masiva al Plan Colombia, propusimos que se abriera la participación en su seno, que se hiciera la discusión política sobre los objetivos y los reales alcances de la Conferencia de Costa Rica, que se crearan los órganos, estructuras e instancias que permitieran la consulta y la información permanente con las bases y la toma de decisiones colectiva. No obstante se hizo caso omiso de estas propuestas, nunca se consultó ninguna decisión. Los criterios de selección de las organizaciones participantes en la conferencia se fijaron unilateralmente, cuando la propuesta era por una participación mayoritaria de las regiones y sus organizaciones sociales fundamentada en criterios autónomos.

Estas circunstancias no nos permiten participar de la Conferencia de Costa Rica pues desconocemos las verdaderas intenciones de las personas que ostentan la toma de decisiones en su seno. Tenemos prevenciones y desconfianzas que esperamos sean solamente eso: prevenciones y desconfianzas. Nosotros no participamos de procesos en donde se eliticen las decisiones, sería caer en la esquizofrenia generalizada que se genera cuando se predica la democracia, la participación y se practica la exclusión.

En vista de la realización de la conferencia de Costa Rica extendemos a los gobiernos europeos, a la comunidad internacional en general y a la sociedad colombiana las siguientes consideraciones:

  • Rechazamos el Plan Colombia integralmente, incluido su denominado "componente social" que no es otra cosa que un componente de mitigación de los nefastos impactos del componente militar del Plan Colombia.
  • Aceptamos la cooperación internacional redefiniéndola, la cooperación debe ser realmente para la paz y no debe legitimar planes de guerra, debe dejar su énfasis asistencialista, debe ejecutarse directamente con las organizaciones sociales de base y debe estar orientada a los procesos de construcción y desarrollo regional.
  • Consideramos que las ONG no pueden asumir la vocería de la sociedad colombiana en su conjunto ni ser su interlocutor, de ninguna manera, ni ante ninguna instancia. En este sentido aclaramos que el PROGRAMA DE DESARROLLO Y PAZ DEL MAGDALENA MEDIO, o cualquier otra ONG, no representa los intereses de las comunidades campesinas del Magdalena Medio y que el monocultivo de la Palma Africana va en contravía de las propuestas campesinas de desarrollo.
  • Consideramos prioritario mejorar la crítica situación de DDHH que vive el país para lo cual es necesario que el Estado colombiano desmonte el paramilitarismo.
  • Apoyamos el proceso de paz y la solución política negociada del conflicto social y armado.

Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones proponemos al Estado colombiano con el apoyo de la comunidad y de la cooperación internacional:

  • Desarrollar proyectos de sustitución de cultivos formulados en el marco de los planes de desarrollo de las marchas campesinas regionales (Magdalena Medio, Catatumbo, Arauca, Macizo colombiano), de los planes de desarrollo de las zonas de reserva campesina y de los acuerdos de las marchas cocaleras.
  • Desarrollar e implementar en el marco de los diálogos de paz una AGENDA SOCIAL DE PAZ, alternativa al Plan Colombia, regida por los principios de independencia, soberanía y la autodeterminación de los pueblos e integrada a partir del cumplimiento de todos los acuerdos regionales firmados con los campesinos y las movilizaciones sociales por los gobiernos y el Estado colombiano durante las últimas décadas.
  • Cumplir con los acuerdos del Éxodo Campesino del Magdalena Medio en materia de derechos y asumir sus compromisos internacionales para frenar el exterminio planificado del paramilitarismo de Estado contra las organizaciones sociales y las comunidades del Magdalena Medio.

Por el desarrollo con dignidad para la región del Magdalena Medio!!!

Valle del Río Cimitarra, Octubre 12 del 2.000

Asociación campesina del valle del río cimitarra


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