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26sep07


El accionar encubierto de la fuerza pública en Arauca


La implementación de la estrategia paramilitar, en el departamento de Arauca, se produce en el marco de una fuerte militarización de la región, orientada principalmente a garantizar la extracción del petróleo, que ha sido auspiciada por la transnacional OXY y el gobierno de los Estados Unidos, directamente y a través del Plan Colombia.

Pero, a diferencia de lo que ha sucedido en el resto del país, en Arauca esta estrategia no se desarrolló con las mismas características y mecanismos, pues el legado histórico de organización social impidió que esas estructuras ilegales tomaran posesión de nuestro territorio. Lo que ha sucedido aquí es que la estrategia se estancó en sus dos primeras etapas, a saber:

En primer lugar, el accionar ilegal o extraoficial por parte de efectivos de las fuerzas militares, de policía y organismos de seguridad (ocasionalmente acompañados por personas particulares), en el marco de operativos que se desarrollan en nombre de supuestos grupos paramilitares y cuyo resultado es la comisión de masacres, homicidios selectivos, secuestros, amenazas y desapariciones forzadas, todos ellos con el fin principal de aterrorizar a la población.

En segundo lugar, en varias ocasiones se intentó implementar el mecanismo popularmente conocido como el SICARIATO, que consiste en la contratación de personas particulares ilegalmente armadas con el fin de perpetrar, principalmente, homicidios selectivos, amenazas y extorsiones, también en nombre de supuestas organizaciones paramilitares; esto, amparado (legal e ilegalmente) por autorizaciones de porte de armas, vinculación en carácter de informantes, protección con cordones de seguridad e incumplimiento de órdenes de captura.

Una de las principales evidencias de este mecanismo de represión ilegal y violenta lo constituye el hecho de que, a pesar de la implementación del Plan Colombia, las "zonas de rehabilitación y consolildación" y, en general, todas las medidas tendientes a "recuperar el orden público" en nuestra región, los resultados contradicen sus supuestos objetivos: las principales víctimas de todos estos operativos han sido los campesinos, trabajadores, indígenas y habitantes en general del departamento, como ejemplo de lo cual tenemos los casos de las masacres perpetradas en La Cabuya, Flor Amarillo, Piñalito y Cravo Charo, sabanas de Cravo Norte, los homicidios selectivos acaecidos en el casco urbano de Saravena en marzo y junio de 2003; las estructuras insurgentes que operan en la región continúan intactas; a pesar de que las violencia paramilitar era más fuerte en Tame (y en segundo lugar, en Arauca capital) que en cualquier otro municipio, el gobierno de Uribe no los incluyó en la zona de rehabilitación y consolidación.

Es importante resaltar que en el desarrollo de todas estas operaciones militares se da la participación directa del gobierno de los Estados Unidos, pues en Arauca ha desembarcado personal militar de ese país con el fin de entrenar a comandos de la Brigada 18, por ejemplo, en enero de 2003, 60 miembros de las fuerzas especiales estadounidenses arribaron al departamento para unirse a los 10 que ya estaban allí cumpliendo esa misma labor. Esto, como un factor adicional a la "cooperación" que ese gobierno brinda directamente a las fuerzas militares, representada en armamento, aeronaves, infraestructura y recursos económicos.

Respecto a este último punto, entre 2002 y principios de 2004 el gobierno de los Estados Unidos entregó al presidente Uribe Vélez más de 1.900 millones de dólares en "ayuda" militar, de los cuales una parte importante fue destinada a asegurar las operaciones de extracción de petróleo por parte de la OXY en Colombia; semejante monto convirtió al Estado colombiano en el tercer receptor de ayuda militar estadounidense, después de Israel y Egipto.

Además de lo anterior, la política de "seguridad democrática" implementada por el gobierno Uribe no se limitó a incrementar el pie de fuerza, sino que intentó vincular a programas militares a parte de la población, entre los que están los de "soldados por un día", la "red de informantes" y "soldados campesinos"; para poner un ejemplo, fueron estos últimos los responsables de la comisión de una masacre de proporción y gravedad incalculables, en las sabanas de Cravo Norte, en el año 2004, cuyo número de víctimas es indeterminado (dado que en la mayoría de casos los homicidios fueron seguidos de la desaparición forzada y las amenazas para evitar su denuncia) y como resultado de la cual perdieron la vida un destacado dirigente campesino y un reconocido defensor de los derechos humanos.

Saravena, 26 de septiembre de 2007

Organizaciones sociales de Arauca


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