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04ago14


EEUU reclutó a jóvenes latinoamericanos para acabar con el Gobierno cubano


El Gobierno de Estados Unidos ha enviado clandestinamente a Cuba a inexpertos jóvenes latinoamericanos en un intento de contribuir al cambio de un régimen que se resiste a morir.

Durante meses, quizá años, porque no se sabe a ciencia cierta cuando comenzó y terminó el programa, una empresa contratada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) reclutó en Costa Rica, Perú y Venezuela, a jóvenes que fueron infiltrados en programas de salud y cívicos con la intención de que contactaran a jóvenes cubanos y les "enseñaran" como conducir a su país hacia una transición democrática.

La existencia del plan fue desvelada este fin de semana por la agencia Associated Press, tras forzar al Gobierno a entregar un legajo de documentos bajo el Acta de Libertad de Información. La revelación ha provocado varias reacciones que van desde la condena hasta la burla. Tanto del exilio cubano como congresistas electos por Florida en Washington.

En un comunicado, la USAID negó rotundamente que el envío de los jóvenes fuera parte de un plan secreto. "Este trabajo no es secreto, no es clandestino, ni está encubierto. En cambio, es importante para nuestra misión apoyar los valores universales, erradicar la pobreza extrema y promover sociedades resistentes y democráticas. Prioritarios en esos valores universales son: el derecho a expresarse libremente, reunirse y asociarse sin miedo, y elegir libremente a los líderes políticos. Lamentablemente, al pueblo de Cuba, y a muchos otros en el mundo, se le siguen negando estos derechos básicos", ha aseverado la agencia oficial.

Según la documentación revelada por AP, una de las infiltraciones ocurrió a partir de octubre de 2009, después de que La Habana arrestó a Alan Gross, un contratista que viajó a Cuba por cuenta de la USAID con la intención de montar una red de Internet fuera del control del Gobierno cubano. El hombre cumple hoy una sentencia de 15 años de cárcel y fue, en una oportunidad, acusado de 'espionaje' por el presidente Raúl Castro.

El arresto de Gross disparó las alarmas en la USAID y en los medios diplomáticos estadounidenses que, preocupados con la posibilidad de que los jóvenes fueran arrestados por las autoridades cubanas, estuvieron a punto de sugerir la cancelación de las infiltraciones.

Pero el programa continuó. "Valoramos su seguridad" y "la orientación (de usar extrema precaución mientras estaban en Cuba) se aplica a todos los viajeros, no sólo a los ciudadanos estadounidenses", advirtieron funcionarios de la USAID en un par de correos electrónicos enviados a 'Creative Associates International', la firma que los contrató, cuando algunos de los jóvenes enviados a la isla informaron que estaban siendo seguidos por funcionarios cubanos.

Los jóvenes fueron infiltrados en Cuba haciéndose pasar por turistas y viajaron por toda la isla contactando a jóvenes cubanos y organizando talleres relacionados con salud pública. Pero en sus equipajes, además de documentación para apoyar la organización de seminarios y conferencias, también había claves para comunicarse con Estados Unidos en caso de algo malo sucediera, tanto por correo electrónico, como mensajes de texto o sitios en Internet de intercambio de mensajes.

Por ejemplo, si enviaban un mensaje diciendo, "tengo un dolor de cabeza", significaba que tenia razones para creer que estaban siendo seguidos. "Tu hermana está enferma", quería decir que debían volver a casa lo más rápido posible porque estaban en peligro. "Me intoxiqué y tuve que ir al hospital. Me encuentro bien ahora y me tomaré con calma el resto de mis vacaciones (sic)", era el mensaje que debía ser enviado si eran detenidos e interrogados por las autoridades y significaba, además, que interrumpían sus planes y continuaban en Cuba como turistas.

El programa se concentró particularmente en Santa Clara, al centro de la isla, y todo indica que no fue casualidad, porque es una región donde la oposición cubana fue particularmente activa en la década pasada. Allí organizaron un pequeño seminario sobre el Sida y educación sanitaria, pero se frustró cuando las autoridades comenzaron a preguntar quién estaba financiando todo aquello.

De todos modos, según AP, aparentemente nada de los planificado por la USAID dio resultados positivos. Los jóvenes latinoamericanos no tenían experiencia de trabajo en un país comunista, desconocían el terreno y los vericuetos de la sociedad. Uno de ellos escribió en un informe que había recibido un 'curso de contrainteligencia' de menos de media hora. Además, fueron pobremente remunerados. Recibían apenas 5,41 dólares la hora, un monto irrisible comparado con lo percibido por Gross que llegó a alcanzar 300.000 dólares en dos años.

Al contactar a jóvenes cubanos, los enviados por la USAID rápidamente llamaron la atención de las autoridades cubanas, entre otras razones porque uno de ellos, el líder de una asociación cívica llamada 'Revolución' es un simpatizante del Gobierno. Se trata de Héctor Baranda, estudiante universitario, que se hizo amigo de varios venezolanos y que se manifestó indignado cuando descubrió que ellos realmente trabajaban para el Gobierno de Estados Unidos. "¿Cómo te sentirías si ofreces tu amistad sincera y recibes este tipo de noticia?", ha contestado el joven cubano cuando AP lo contactó.

Las reacciones han sido inmediatas

Este lunes por la mañana, las reacciones a lo documentado por AP no se hicieron esperar. Hay condenas y burlas. También frases sorprendentes, como la de Ramón Saúl Sánchez, líder del 'Movimiento Democracia', quien dijo que "ya sabíamos que la USAID estaba actuando en Cuba", algo que es 'Vox populi' en los corrillos del exilio cubano. Instados a comentar el asunto en un popular programa de radio controlado por el exilio, la mayoría de los radioescuchas se burlaban o condenaban a la agencia de prensa que reveló el plan.

"¿Cómo esta prensa procomunista va a revelar planes secretos del Gobierno de Estados Unidos?", se ha quejado indignado un oyente, al proponer a los demás que dejaran de escuchar emisoras o ver a canales de televisión que reprodujeran la historia. También hubo quien especulara, con cierto optimismo, que "todo esto es un plan de Obama para distraernos de algo más serio que está haciendo por la libertad de Cuba, porque esto de mandar los muchachos allá no se lo cree nada".

En las páginas de comentarios del diario 'El Nuevo Herald', un lector ha avizorado en la noticia la posibilidad de que "los poderes fácticos continúan su andanada en contra de la popularidad de Hillary (Clinton). Sin escrúpulos, son capaces de usar a la prensa como una quinta columna". También hay sarcasmo: "Con esa ferocidad van a tumbar el régimen tan pronto como en el 2114".

Más ecuánime pero no menos crítica que la prensa ha resultado la reacción de la congresista republicana de origen cubano, Ileana Ros-Lehtinen. "Quisiera que la prensa dedicara más esfuerzo para cubrir las violaciones de derechos humanos en Cuba por el régimen de Castro en vez de manipular la cobertura de los programas promoviendo la libertad de expresión y justicia (sic.)", ha opinado la legisladora.

No es la primera vez que Associated Press desvela los planes clandestinos de Estados Unidos en Cuba. En abril se supo que USAID también contrató a 'Creative Associates International' para diseñar e implementar una especie de Twitter especialmente orientado hacia el público cubano llamado 'ZunZuneo'. Duró dos años.

[Fuente: Por Ruiz Ferreira, Miami, El Mundo, Madrid, 04ago14]

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