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29abr22


Llega a China la soja resistente a la sequía inventada en Argentina


El gigante asiático autorizó el uso de la soja transgénica HB4, una variedad desarrollada por investigadores argentinos desde 2004 que permite al cultivo resistir a las sequías. Según sus impulsores, se trata de un adelanto tecnológico clave para combatir los problemas de alimentación del futuro.

El Gobierno de China aprobó la importación de una variedad de soja transgénica resistente a la sequía y desarrollada en Argentina, anunció la empresa Bioceres, encargada de la producción de las semillas.

"China aprobó la soja HB4 tolerante a la sequía. Las implicancias son profundas. Significa que el mundo reconoce una vez más que Argentina desarrolló una tecnología que nadie había hecho hasta ahora", informó a través de Twitter Gabino Rebagliati, gerente de comunicación de Bioceres.

Según el representante de la compañía, la aprobación de China, principal consumidor e importador de soja del planeta, ratifica que Argentina es un país "pionero en su capacidad de innovar en biotecnología a nivel global".

En efecto, la soja transgénica HB4 fue desarrollada a partir de un estudio de investigadores del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que comenzó en 2004, cuando el equipo, liderado por la bioquímica Raquel Chan, patentó una construcción genética con el gen del girasol Hahb-4. Ya entonces, la licencia quedó en manos de Bioceres, una empresa privada pero con una alianza estratégica con el Conicet.

En 2012, el equipo encabezado por Chan presentó la tecnología transgénica HB4, que permite que mejorar la capacidad de adaptación de los cultivos a "situaciones de estrés" como sequías, sin que se afecte su productividad. El adelanto permite que las plantas puedan sobrevivir más tiempo sin ingesta de agua.

La tecnología fue aprobada en 2015 por el entonces Ministerio de Agricultura de Argentina y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que dieron la autorización para su uso tras determinar que no perjudica al medio ambiente ni agrega elementos tóxicos o alergénicos para el ser humano o los animales.

De todos modos, su liberación para el mercado argentino dependía de la aprobación China, dado que un convenio internacional que estableció que ninguna soja transgénica podía ser comercializada en Argentina hasta tanto el gigante asiático diera su aprobación.

Si bien los trámites para lograr esa autorización comenzaron en 2019, recién culminaron este 29 de marzo de 2022, de acuerdo al anuncio de Rebagliati.

"El mundo necesita cada vez más alimentos, y enfrenta cada vez mayores amenazas climáticas. Hoy demostramos que Argentina puede ser líder en encontrar soluciones a uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Estamos contentos y orgullosos", destacó el representante de Bioceres.

[Fuente: Sputnik Mundo, Moscú, 29abr22]

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