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22dic05
Mónaco echó al hijo de la Thatcher por su "mala fama".
Mark Thatcher, el hijo de la británica Dama de Hierro, se ha convertido en un paria desde su divorcio y condena en una corte sudafricana por participar en un golpe de Estado en Guinea Ecuatorial, en marzo de 2004. Ahora es el principado de Mónaco el que rechazó su pedido de residencia permanente.
La declaración de "persona no grata" coincide con la decisión del príncipe Alberto, recién llegado al trono después de la muerte de Rainiero, su padre, de limpiar la imagen del principado como un refugio de evasores de impuestos, traficantes de armas, lavadores de dinero del narcotráfico y hampa elegante.
Hasta ahora, Mark Thatcher había conseguido una visa temporaria de residencia por un año pero al cumplirse esa fecha, las autoridades le pedirán que se vaya. Es la primera víctima pública de la "ética en el corazón de Mónaco" que propicia Alberto.
Armand Deus, portavoz del palacio real, anunció que el permiso de residencia no será renovado. "El tenía una residencia temporaria por un año. Era temporaria porque estaba viviendo en un hotel en el momento en que la solicitó. No va a ser renovada a mitad del 2006 cuando expira y tendrá que irse", dijo.
El vocero no quiso explicar las razones del rechazo a la renovación. Sólo recordó que el príncipe Alberto había establecido nuevos lineamientos éticos en Mónaco el día de su asunción.
No es la primera humillación que sufre Sir Mark Thatcher. Estados Unidos le negó la visa para visitar a sus hijos Michael (15 años) y Amanda( 11), que viven junto a Diana, su ex mujer texana y multimillonaria, quien lo abandonó cansada de los oscuros negocios de armas y amigos de su marido. Ni siquiera fueron escuchados los pedidos al gobierno de Bush de Margaret Thatcher en favor de su hijo.
Mark vivía en la mansión de su madre en Londres. Su principal problema son los impuestos y el control de sus actividades comerciales, siempre dudosas y vinculadas al tráfico de armas utilizando los contactos que hizo durante el gobierno de su mamá, por las actividades británicas tras su proceso en Sudáfrica. No le quedan ahora muchos países como destino en su condición: Liechtenstein, Andorra, Liberia y las islas Marshall en el Pacífico, todos paraísos fiscales.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 22dic05]
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