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09mar22


Puigdemont reconoce que no había "nada preparado" cuando declaró la independencia


Carles Puigdemont ha reconocido en público que en octubre de 2017 no pidió el reconocimiento internacional de Cataluña porque "no había el trabajo previo hecho". El 'expresident' ha advertido de que actuó así "para que cuando se fuese a llamar a la puerta no fuese una llamada a puerta fría". No lo cuenta en sus dos volúmenes de memorias. Lo ha confesado, para estupor de muchos independentistas, en la Asamblea de Representantes celebrada este fin de semana, esa especie de Parlament paralelo que lo ha proclamado 'president' del Consell per la República.

Al responder a interpelaciones que le hacían los miembros de la asamblea, Puigdemont justificó que no se pidiese reconocimiento internacional alguno en 2017. Ese trabajo que no se hizo entonces lo tiene que llevar a cabo ahora el Consell: "Es prematuro hablar de reconocimiento internacional. Claro que el Consell tiene más que una cierta idea del itinerario que hay que recorrer hasta el reconocimiento. Que es un itinerario largo, complicado. Pero es que hay que hacer mucho trabajo antes. Yo decidí no pedir el reconocimiento explícito después de la declaración de independencia porque sabía cuál sería el resultado", asume el 'expresident'. Todo grabado en vídeo y colgado en YouTube.

No era lo que decían en septiembre de 2017. En el mitin de arranque de la campaña a favor del sí, en el referéndum del 1 de octubre, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras aseguraron en el Tarraco Arena, ante 8.000 personas en Tarragona, que habría reconocimiento internacional para Cataluña si ganaba el sí. Un mes después, Puigdemont forzaba la DUI y ni Andorra reconocía a Cataluña.

Aquellos días se aseguraba que la Generalitat contaba con las 'estructuras de Estado' necesarias para que la declaración de independencia fuese un éxito. No fue así en ningún aspecto. En el área del reconocimiento internacional, el responsable era Raül Romeva, el 'conseller' de Exteriores, que provenía de ERC. Cuando salió de la cárcel, Romeva dio una entrevista a la web digital Critic: "No encontrarás ni un solo corte o declaración mía en que yo dijera que habría un reconocimiento internacional después del 1-O. Porque, entre otras cosas, el mundo no funciona así. No quiero entrar en estas polémicas. Si alguien quiere creer que esto fue un engaño, es legítimo. Pero siempre conté todos los escenarios posibles. Tengo la conciencia muy tranquila. Nada nos aporta buscar culpables. Los perdedores buscan disculpas; los ganadores aprenden. Yo me considero ganador". Pero eso no fue lo que se dijo a los catalanes cuatro años antes desde el Ejecutivo del que formaba parte Romeva. La entrevista al 'exconseller' se titulaba: "La DUI fue una decisión de Puigdemont. El resto la secundamos". Cada uno culpa al otro.

Revisión del pasado

Puigdemont, como Romeva, aguanta mal una confrontación con su pasado inmediato. Pero sorprende en especial la confesión de Puigdemont, porque es como asumir que en 2017 él y su Gobierno llevaron Cataluña y a los catalanes al precipicio.

Cuatro años después, el 'expresident' reconoce que "hemos de sembrar mucho antes" para obtener un reconocimiento internacional, y que ese reconocimiento "será muy difícil". "La sensación de que hay un proceso de diálogo para resolver la carpeta catalana tampoco nos ayuda, ni hacia fuera ni hacia adentro. Y es prematuro avanzar ahora escenarios", declaró.

Carles Puigdemont apuntó ante su 'Parlament bis' que para él la resolución ideal sería "un arbitraje internacional en que el Gobierno español hablase con el Consell per la República". Es decir, que el problema no radicaría tanto en la mesa de diálogo como que el 'expresident' no esté sentado a ella.

Críticas a Puigdemont

Solo los sectores más radicales del independentismo han cargado contra Puigdemont. Es el caso del Cercla Català de Negocis, que en su cuenta de Twitter ha denunciado "el fraude perpetrado por el procesismo" y que "ahora ellos mismos reconocen el engaño". En 2019, el Cercle ya se desmarcó de los actuales líderes del independentismo.

Para muchos sectores del separatismo, cada nueva revisión de Puigdemont le inhabilita para liderar el futuro del movimiento. En 2018 ya aseguró a 'Der Spiegel' que "nunca esperó el reconocimiento internacional". En un reciente libro, aseguró que la DUI solo era para negociar. Ahora ya el tema es que no había nada preparado. Cada nueva revisión le aleja más de su heroica biografía oficial. Su discurso legitimista no aguanta la más mínima revisión histórica. Ni la suya propia.

[Fuente: Por Marcos Lamelas, El Confidencial, Barcelona, 09mar22]

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