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DERECHOS


17may03


Falleció el periodista y activista de Derechos Humanos, Fernando Más.


Necrológica.
Fernando Mas FernÁndez-Sanguino
Periodista
(Talavera 1935-Torrelodones 2003)

El pasado dia 17 de Mayo falleció en su casa de Torrelodones el periodista Fernando Mas, tras un combate feroz contra el cáncer, librado durante varios años, sin tregua ni bajas laborales y con constantes burlas y rechiflas, por parte de un luchador, gran hombre, gozador de la vida y poseedor de un sentido del humor fino y a la vez extrovertido. El dia 18, domingo, en ceremonia laica, asistimos a la cremación de sus restos en Madrid.

Desde niño Fernando se tomaba las cosas graves con deportividad, y no era casual, -si bien pocos conocíamos esta faceta- que fuese un consumado conocedor de las artes marciales orientales, si bien y como todos los buenos deportistas era un consumado pacifista incapaz de hacer daño a nadie. Dos pinceladas acerca del sentido del humor que tenía Fernando: una era la creación en Internet de una suerte de disparatada agencia de noticias de humor y chistes, llamada Zopilote, y otra es que cuando conoció el diagnostico de su enfermedad, hace unos cuatro años, nos convocó a los amigos y familiares a una fiesta "a la salud del puñetero linfoma".

Para quienes no tuvieron la suerte de conocer a Fernando Mas diremos que fue un gran periodista y que alcanzó a ser lo que siempre quiso desde muy joven, es decir un testigo privilegiado de cuanto ha acontecido en el mundo a lo largo de varias décadas. En el prólogo de su libro "De Nuremberg a Madrid"(1999) ,-crónica de los avatares del sumario seguido por el Juez Garzón contra Pinochet , Videla, y cia.,- nos dice Fernando que " La del siglo que concluye es una historia de dolor y de impunidad insoportables. Sin embargo, ni mi vida personal ni mi experiencia de más de cuarenta años como periodista han hecho de mi un pesimista. El mundo me ha mostrado también cosas muy hermosas y hechos emocionantes." Su andadura en la vida lo hizo ciudadano del mundo, acérrimo defensor de los derechos humanos y enemigo de todos tipo de salvapatrias, y también de los patriotismos estrechos.

Fernando Mas se decantó muy joven por el periodismo internacional, y lo hacía para la prensa de Buenos Aires, pues allá vivía con su familia, integrada por exilados republicanos españoles. Y así fue testigo de la invasión de Santo Domingo en 1965 por los marines norteamericanos, de la matanza de Tlatelolco en el México de 1968. También fue corresponsal en la guerra Iran-Irak, librada entre 1980 y 1988, y en una larga lista de países y conflictos, hasta que en los últimos años, de modo mas reposado, pero sin dejar de realizar mil proyectos y actividades, fue corresponsal en Madrid de varios medios de comunicación latinoamericanos, entre ellos La Nación, veterano diario de Buenos Aires.

Nuestro amigo había regresado a España en 1976, librándose así de ser un desaparecido mas de la lista de españoles que fueron asesinados por los genocidas que encabezaba el general Videla. Rápidamente se incorporó a trabajar en relevantes medios, como Cambio 16, revista de la que llegó a ser Jefe de Internacional. Sin embargo su vocación no era ocupar cargos de dirección sino el periodismo en la calle, en contacto con quienes sufren la Historia, sin dejar por ello de ser un concienzudo analista, con una acumulación de datos y cifras que apabullaba. Se sentía como pez en el agua entre los periodistas jóvenes y a Fernando acudían a pedir ayuda o consejo. Entre estos tenía un buen puñado de buenos amigos, que lo consideraban un joven colega.

Pero la historia vital de Fernando Mas había comenzado en Talavera, donde había nacido en el seno de una familia de la burguesía republicana, una familia destrozada por la guerra y después por la crueldad inmisericorde de los vencedores. Su abuelo era Don José Fernández Sanguino, venerable médico, que era también forense, y que a lo largo de muchos años fue el médico generoso de cuantos no podían pagarse igualas ni medicinas, contándose entre sus beneficiados guardia civiles y las monjas de todos los conventos. Dos tíos de Fernando, Julio Fernández-Sanguino, abogado, que fue alcalde republicano de Talavera, y Luis Fernández-Sanguino, médico, sufrieron prisión por su militancia política. El Padre de Fernando, medico también, pudo marchar de Talavera en 1936 y tras servir a la República durante la guerra acabó exilado en Argentina. La madre de nuestro amigo, Concepción, falleció de tuberculosis en los momentos dramáticos para Talavera de Septiembre de 1936. Aquella casa de su abuelo, después saqueada por los vencedores, es donde Fernando Mas situaba sus primeros recuerdos infantiles y estos consistían en la visión desde un balcón de los aviones franquistas bombardeando la ciudad.

Tras la contienda en la casa de los abuelos faltaban casi todos los mayores, unos en la carcel, en el caso del tio Luis en la siniestra prisión de la isla de San Simón, otros en el exilio, otros, como en muchas familias, entre los vencedores.

Los talaveranos, en aquellos años, se acostumbraron a ver al venerable Don José, con su respetable barba blanca, que también había conocido la prisión, con dos niños de la mano, Fernando y su hermano Luis, por las calles de la ciudad. Era la imagen de los vencidos . Así hasta que en 1944 pudo realizarse lo que ahora se llama reagrupamiento familiar y en tren el abuelo acompañó a los nietos hasta Bilbao. En el Puerto se despidieron los niños del anciano que había sido, en esos duros años, todo para ellos. Al relatarme esta escena es de las pocas veces que he visto a Fernando emocionarse y alcanzar a asomar alguna lagrima, en unos ojos claros y limpios, muy parecidos por cierto a los de su abuelo, del que me entregó, "para las cosas de Isabelo", una foto muy buena.

Como decía, a pesar de una vida marcada por las guerras, como sufridor o como testigo, y por dos dictaduras, la española y la argentina, el optimismo era la seña mas acendrada de la personalidad de Fernando Mas. Un buen amigo de sus amigos, incapaz de abrigar sentimientos como el rencor o el odio, tolerante con todo tipo de gentes y banderías, y buen hermano, padre, abuelo y compañero. Muchas cosas más se pueden decir de nuestro amigo, y este breve esbozo de su biografía se queda muy corto, si bien espero que como periodista de profesión y raza que era nuestro amigo sepa comprender, donde esté, de los problemas de espacio y de las prisas con que nos tenemos que mover estos dias.

Como en las coplas de Jorge Manrique, a quienes tuvimos la dicha de conocer y gozar de la amistad de Fernando Mas nos deja harto consuelo su memoria.

Un fuerte abrazo, viejo.

Isabelo Herreros. Periodista.


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small logoEste documento ha sido publicado el 18jul03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights