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18abr17


El tribunal del caso Gürtel decide llamar a declarar a Rajoy como testigo


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tendrá finalmente que declarar como testigo en el juicio a la primera época de Gürtel (1999-2005), al atender el tribunal de la Audiencia que juzga estos hechos a la petición que en este sentido había hecho la acusación popular Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE). La decisión ha sido adoptada por mayoría de los tres magistrados que componen el tribunal: Ángel Hurtado, José Ricardo de Prada y Julio de Diego. Hurtado, el presidente de la Sala, es quien se ha opuesto.

Aún no se ha hecho pública la fecha posible de esta comparecencia, aunque las declaraciones por este caso están previstas para el mes de junio. También se desconoce si el presidente y líder del PP tendrá que declarar de forma presencial o si podría hacerlo por escrito. Caben las dos posibilidades (Artículo 412 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal - "2. Están exentos de concurrir al llamamiento del Juez, pero no de declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de que tengan conocimiento por razón de su cargo: 1.º El Presidente y los demás miembros del Gobierno") y la decisión que se adopte finalmente corresponde al propio tribunal.

La noticia ha sido una sorpresa y un mazazo para el PP, que no esperaba que el tribunal se pronunciara en contra de la postura de la fiscal, del abogado del Estado y de su propia defensa, todos ellos contrarios a la citación. Además, hay que recordar que la Sala ya se había mostrado contraria a la citación de Rajoy en febrero de 2016 y de nuevo el pasado mes de octubre. De hecho la fiscal Concepción Nicolás ha argumentado que la citación de Rajoy sería "inútil e innecesaria" ya que considera que "nada ha cambiado" respecto a octubre. A su juicio, esa citación a estas alturas de la vista es "redundante" porque los hechos que la acusación particular pretende que se confirmen con el testimonio del presidente del Gobierno, como es la existencia de una caja B en el PP que podría haber beneficiado a alguno de los acusados, ya han sido suficientemente acreditados por otras pruebas o documentos.

Con esa tesis coincide el abogado del Estado, a quien se han unido varios abogados de las defensas de los enjuiciados en esta pieza de 'Gürtel' y el abogado del PP, que ha destacado la "improcedencia" de la diligencia, que considera "perturbadora" y que teme que solo sirva para contribuir al "circo mediático". Ha recordado, por otra parte, que la comparecencia de Rajoy es innecesaria porque ya se ha aceptado la declaración de los exdirigentes 'populares' Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes y Javier Arenas, como secretarios generales del partido, y de Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja como responsables del mismo durante entre 1999 y 2005, periodo que se está juzgando.

Precisamente, cuando el tribunal rechazó en octubre la citación de Rajoy, se acogió a que ADADE la había pedido en su calidad de exsecretario general del PP y que para responder sobre los hechos que se juzgan ya había sido convocado Javier Arenas, que ocupó el mismo cargo en la época a la que corresponden. ADADE, por su parte, basó su solicitud en que Rajoy debería comparecer para declarar sobre el dinero que el extesorero del partido Luis Bárcenas se llevó supuestamente de la "caja B" de la formación y ocultó luego en Suiza.

Este martes, el abogado de la asociación, José Mariano Benítez de Lugo, ha apelado al Convenio Europeo contra la Corrupción como pieza clave de su alegato. Según ese texto que España ratificó en su día, Rajoy comparecería no tanto para certificar o rechazar la existencia de la caja B, sino sobre si el partido se benefició a título lucrativo de los manejos de la trama Gürtel, algo de lo que debería estar al tanto por haber sido quien llevaba sus riendas. Hay que tener presente que en el juicio tanto el cabecilla de la trama corrupta, Francisco Correa, como el empresario Alfonso García Pozuelo, relataron el amaño de contratos que se traducía en comisiones ilegales para las arcas del PP. Correa, quien sin embargo dejó a Rajoy al margen de esas actividades contó cómo se movía por la sede de la calle Génova como si fuera su propia casa y detalló el sistema de mordidas -comisiones ilegales del 3% de los contratos obtenidos- en el que participaban empresas como OHL, ACS y Dragados.

Rajoy ante dos alternativas: decir la verdad o hacerse el desmemoriado

En cuanto a lo que declarará Rajoy, en persona o por escrito, cabe recordar que los testigos, a diferencia de los imputados y procesados, están obligados a contestar la verdad y que lo contrario constituye un delito de falso testimonio que el Código Penal castiga, en su artículo 458, con penas de prisión y multa. Es decir, que no podrá hacer lo mismo que ha venido haciendo durante los últimos años, cuando ha negado una y otra vez que hubiera caja B en el PP o que él tuviera algún conocimiento de su existencia. "Ni la conocía ni lo he recibido", dijo en octubre de 2016 en La Sexta en alusión a la doble contabilidad y al dinero negro. Mucho antes, en enero de 2015, ya había negado que ni él ni el resto de dirigentes del PP tuvieran "la más remota idea" sobre la existencia de una caja B en el partido. "Me niego a estar todo el día debatiendo con el señor Bárcenas cuando tenga a bien hacer una declaración. Llegará el momento en que los tribunales de justicia digan lo que tienen que decir", se defendió entonces.

El mismo Bárcenas fue quien el pasado mes de enero Bárcenas certificó que la contabilidad secreta que confeccionó con su antecesor, Álvaro Lapuerta, entre 1990 y 2008 "era una contabilidad no oficial, extracontable, y era del PP, claro". Aunque exculpó a Rajoy asegurando que fue él quien, en el año 2003, rompió las relaciones del partido con Francisco Correa, su declaración hizo que el PP se sumiera en un silencio sepulcral sobre el tema, como pudo apreciarse en la rueda de prensa que ofreció el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión inmediatamente posterior del Comité Ejecutivo Nacional. "¿El PP tenía una caja B tal y como ha confirmado Bárcenas? ¿Les preocupa estas acusaciones? ¿Qué ha dicho Rajoy a este respecto?": todas estas preguntas se quedaron sin respuesta.

El caso es que hace un mes, en la sesión de control del Congreso, Rajoy se escabulló ante la petición del PSOE y de Ciudadanos para crear una comisión de investigación sobre la financiación irregular del PP con esta sibilina frase: "Si miramos demasiado al pasado, nos puede pasar como la mujer de Lot, que terminó convertida en estatua de sal". Ninguno de estos recursos le servirá cuando esté ante el tribunal que juzga el caso Gürtel. Lo que sí puede hacer es parapetarse detrás de los socorridos "no lo sé", "no me consta" o "no me acuerdo". Es previsible que esas frases suenen reiteradamente en la sala cuando en junio declaren Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja o Ángel Acebes. Este jueves comparecerá la expresidenta de la comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, también como testigo.

Mariano Rajoy no es el primer presidente del Gobierno citado para declarar en un juicio. El primero fue Felipe González que compareció como testigo en el juicio por el secuestro por los GAL de Segundo Marey. Esa comparecencia se produjo en el Tribunal Supremo, no en la Audiencia Nacional, en su sede en San Fernando de Henares (Madrid).

[Fuente: Por Pilar Gassent, República de las ideas, Madrid, 18abr17]

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