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08dic07
La flota de guerra rusa vuelve al Mediterráneo
Por primera vez desde el derrumbe de la Unión Soviética, la eskadra rusa volverá a navegar en aguas del Mediterráneo, feudo de la VI Flota de Estados Unidos, como una clara demostración de la voluntad del Kremlin de reafirmar su potencia en las "regiones estratégicamente importantes del mundo".
La decisión adoptada por Vladimir Putin marca una evolución crucial en la relación de fuerzas que se había establecido progresivamente en Europa, y en particular en el Mediterráneo, desde la desintegración del bloque soviético.
Esta misión estará a cargo de un grupo aeronaval de 11 unidades que comprende el portaviones Almirante Kuznetsov con 47 aparatos a bordo, más una escuadrilla de bombarderos estratégicos.
El portaaviones Almirante Kuznetsov y su escolta zarparon el miércoles pasado de su base de Severomorsk, en el círculo polar ártico, según el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov. Una vez en el Mediterráneo, se unirán a la flota del Mar Negro que, hasta 2017, seguirá operando desde su base, en el puerto de Sebastopol (Ucrania).
Durante esa demostración de fuerza, las dos flotas realizarán una serie de ejercicios y visitarán seis países no identificados. En cierto modo, esas operaciones reproducirán las actividades que desarrollaba la eskadra durante la Guerra Fría, cuando se dedicaba a "marcar" los desplazamientos de la VI Flota norteamericana.
Demostración de fuerza
En todo caso, este nuevo gesto de Moscú se inscribe en una creciente demostración militar, destinada a reafirmar el resurgimiento de la potencia rusa. En los últimos meses, Putin autorizó la reanudación de los vuelos de largo radio de acción de los bombarderos estratégicos. Al mismo tiempo los cazas rusos pusieron a prueba la capacidad de reacción de los sistemas de defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Noruega y Gran Bretaña. El Kremlin también anunció haber desarrollado un nuevo proyectil, calificado de "la bomba más poderosa del mundo".
"Hay un real esfuerzo de rearme, pero hay que relativizar su alcance porque las fuerzas armadas estaban virtualmente abandonadas desde 1990", comentó Isabelle Facon, investigadora de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS).
Ese esfuerzo se advierte en las partidas cada vez más grandes que se destinan al gasto militar. Rusia cuadruplicó su presupuesto de defensa entre 2000 y 2007, que actualmente oscila en torno de 50.000 millones de dólares y representa entre 2,5% y 3% del presupuesto. La mitad del presupuesto fue destinada en los últimos años a modernizar las fuerzas estratégicas. A partir de 2008, al parecer, el esfuerzo se concentrará en resucitar a la marina, que estaba abandonada desde hace 15 años.
El plan de modernización aprobado por Putin establece la creación de seis grupos aeronavales en los próximos 20 años con todos sus elementos, es decir que incluye las unidades de escolta. Para cumplir ese programa, los astilleros rusos tendrán que botar un portaviones cada 40 meses. Tal calendario no es imposible, pero tampoco resulta fácil.
En los 22 años que transcurrieron de 1981 a 2003, Estados Unidos construyó 6 portaviones. La última unidad, bautizada Ronald Reagan, fue construido en el plazo récord de 30 meses, pero luego necesitó tres años de ensayos antes de entrar oficialmente en operaciones en 2006. Eso significa, en otras palabras, que Rusia se propone en hacer en 20 años lo que Estados Unidos demoró un cuarto de siglo.
[Fuente: La Nación, Bs As, Arg, 08dic07]
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