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27br06


Abu Graib, dos años de impunidad.


Dos años después de conocidos los abusos a presos en la cárcel bagdadí de Abu Ghraib a manos de soldados de Estados Unidos, la justicia se muestra lenta en procesar a los acusados, según tres importantes organizaciones de derechos humanos.

Los expertos que redactaron el informe "Hallazgos del Proyecto sobre Abuso de Detenidos y Responsabilidad" constataron un patrón generalizado de maltrato en varios centros de detención, así como casos de tortura lisa y llana y al menos ocho homicidios.

El estudio registró 330 casos creíbles de abuso, que involucraron a 600 funcionarios estadounidenses y a 460 víctimas, en Afganistán, Iraq y el enclave naval del país norteamericano en Guantánamo, Cuba, desde fines de 2001.

Pero hasta ahora solo 40 soldados --la mayoría de bajo rango-- fueron condenados a prisión. Treinta recibieron sentencias de menos de un año de reclusión, incluso por episodios tan graves como la mortal golpiza sufrida por dos detenidos en la base aérea de Bagram, en Afganistán.

"Hace dos años, funcionarios estadounidenses afirmaron que los abusos en Abu Ghraib eran aberraciones y que quienes abusaron de detenidos deberían ser procesados por la justicia", dijo Meg Satterwhite, directora del Centro de Derechos Humanos y Justicia Global de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.

"Nuestra investigación demuestra que los abusos contra detenidos eran generalizados, y que pocos (responsables) fueron puestos verdaderamente a disposición de la justicia", agregó.

Apenas tres oficiales fueron condenados en tribunales marciales por su participación en abusos de detenidos, y ninguno por la doctrina de la responsabilidad de la cadena de mando.

Este principio, incorporado en el derecho militar estadounidense, indica que un superior es responsable por los delitos de sus subordinados si los conocía o debía conocerlos y no los impidió o reprendió.

"Nuestras investigaciones revelan un panorama de disciplina militar por el cual la doctrina de la responsabilidad del mando está completamente ausente", sostuvo Elisa Massimino, directora en Washington de Human Rights First (HRF), organización de juristas en la que participan muchos abogados y jueces castrenses retirados.

"Esta tradición ha sido enseñada como componente clave del liderazgo (militar), pero hoy la doctrina parece desvanecerse, reemplazada por la abdicación de responsabilidad en los escalones superiores de la cadena de mando", explicó Massimino.

El informe constata que el caso de una veintena de civiles, entre ellos funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), han sido derivados al Departamento de Justicia (fiscalía general) para ser acusados por abuso de detenidos en tribunales penales.

Pero hasta ahora el Departamento de Justicia no ha acusado a un solo funcionario de la CIA. Un contratista de la agencia fue acusado por ataque por la golpiza fatal de un detenido afgano en 2003.

El informe de 27 páginas fue elaborado por el Proyecto sobre Abuso de Detenidos y Responsabilidad, que integran HRF, Human Rights Watch (HRW) y el Centro de Derechos Humanos y Justicia Global de la Universidad de Nueva York.

La difusión del estudio ocurre cuando se eleva una ola de pedidos de renuncia del secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld, formulados por media docena de generales retirados. Rumsfeld autorizó explícitamente el uso de técnicas de interrogatorio consideradas tortura o tratamiento inhumano por activistas de derechos humanos.

Los militares retirados, muchos de los cuales cumplieron funciones de mando en Iraq, concentraron sus críticas en las fallas de planificación, en especial la cantidad de soldados necesarios para mantener la seguridad en Iraq durante la ocupación estadounidense.

"La vergüenza nacional de Abu Ghraib puede rastrearse directamente a decisiones de estrategia política", escribió la semana pasada el general retirado del ejército John Batiste, ex comandante de la Primera División de Infantería en Iraq.

"Le dimos normas ambiguas sobre tratamiento e interrogatorio de prisioneros a soldados jóvenes, con poco entrenamiento y mal comandados. La tragedia de Abu Ghraib no debió sorprender a nadie", agregó.

El Departamento (ministerio) de Defensa prevé acusar formalmente al teniente coronel Steven Jordan, ex jefe del centro de interrogatorios de Abu Graib, por abandono del deber y conducta indebida por su rol en los abusos detectadso.

De ser cierto, Jordan sería el oficial de mayor grado en enfrentarse con una corte marcial por los abusos contra los detenidos por los cuales hasta ahora fueron condenados seis soldados. Otros oficiales fueron objeto de reprimendas, multas y sanciones administrativas.

"Aplaudiríamos tal acusación, su sucede", dijo John Sifton, quien participó en la elaboración del informe en representación de HRW.

Pero Sifton advirtió que Jordan no sería acusado de delitos más serios que sus subordinados, como debería suceder de acuerdo con la doctrina de la responsabilidad de la cadena de mando.

El informe, según el cual las cifras reales deberían ser muy superiores, recabó datos creíbles sobre más de 1.000 actos delictivos individuales de abuso sobre los que se basan 330 casos. Al menos dos tercios de esos casos ocurrieron en Iraq, al menos 60 en Afganistán y 50 en Guantánamo.

Ciento veinte casos quedaron sin resolver o no fueron suficientemente investigados, según el estudio. Uno de esos caso --el supuesto abuso de cinco mujeres iraquíes en Abu Graib, divulgado por el diario Los Angeles Times-- nunca derivó en una entrevista entre funcionarios militares y las supuestas víctimas.

[Fuente: Por Jim Lobe, IPS, Washington, 26abr06]

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