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01ago08


La “guerra global” de Bush ha dejado un mundo más peligroso


Dicen que en las paredes de su oficina hay mapas y fotos de algunos países latinoamericanos, y una vieja tabla con un letrero en ruso que expresa: "Manos fuera de Cuba". En los últimos años ha sido defensor de la normalización de las relaciones entre su país, Estados Unidos, y la Isla antillana.

Diplomático de carrera. Durante 25 años prestó servicios en el Departamento de Estado (1957-1982), tiempo que le sirvió para ejercer, entre otros cargos, como secretario ejecutivo del equipo del presidente John Kennedy para América Latina, representante en Argentina, Brasil, la antigua Unión Soviética y jefe de la Sección de Intereses de la Casa Blanca en La Habana a finales de la década del setenta e inicios de los ochenta.

Ahora Wayne Smith, alterna sus clases en la Universidad John Hopkins, de Baltimore, con el Centro de Política Internacional, en Washington, un foro académico independiente, que aboga dentro de sus propósitos por la eliminación de las restricciones de viajes entre ambas naciones.

Recientemente, Cuba denunció las actividades impropias de funcionarios de la SINA en esta capital, especialmente de su jefe, Michael Parmly: facilitador del trasiego de dinero entre integrantes de grupúsculos de la contrarrevolución interna y el terrorista de origen cubano Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, condenado por un tribunal de Florida por posesión ilegal de armas. Hecho que "constituye una violación de las normas diplomáticas", según comentara Smith al responder las interrogantes de Granma, vía correo electrónico.

¿Qué sucedería si esta acción fuese a la inversa?

Si un establecimiento diplomático extranjero en Washington fuera culpable de una violación como esa, creo que sería probable que el Departamento de Estado hubiera pedido la retirada de los diplomáticos implicados —si no fuera por un motivo político convincente para no hacerlo.

¿Qué opinión le merece en la cuestión jurídica el amparo de los jueces a Santiago Álvarez Fernández-Magriñá y el show en torno a Luis Posada Carriles?

Estos señores han protegido a Santiago Álvarez, y aun más, a Luis Posada Carriles de una manera que debilita el respeto por la ley en EE.UU.

La ley es clara: o hay que extraditar a Posada Carriles a Venezuela, como ha pedido ese Gobierno, o hay que juzgarlo como terrorista en Estados Unidos. No hacer ninguna de las dos cosas es desacatar abiertamente a la ley.

¿Cómo se explica que si Bush dijo que "quien proteja a un terrorista es también un terrorista", en Estados Unidos se le dé protección a criminales como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, Rodolfo Frómeta y tantos otros?

Sí, George Bush ha dicho frecuentemente que quien da refugio o protege a un terrorista es un terrorista. Entonces uno tiene que preguntarse, dado que la administración de Bush ha brindado refugio y tratamiento preferencial a archi-terroristas como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, ¿cómo puede evitar la etiqueta de "terrorista"?

¿Cuánto se conoce sobre los Cinco en su país?

Hay una creciente campaña en Estados Unidos a favor de dar a conocer al pueblo norteamericano la verdad sobre los Cinco. En este momento, sin embargo, el norteamericano de a pie desconoce el caso, y tiende a pensar en ellos simplemente como los "espías cubanos".

Hace poco el panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Atlanta emitió el fallo que confirma la culpabilidad de los Cinco, mantiene la condena de dos de ellos, René González y Gerardo Hernández, y pide una resentencia para Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, en una nueva audiencia en Miami. Su comentario acerca de esta decisión.

En mi opinión, la decisión de los tres jueces en Atlanta con respecto a los Cinco fue simplemente equivocada, y parece que fue inspirada políticamente. En algún momento, esperamos, se hará justicia.

¿Sabe el pueblo de Estados Unidos cuán involucrado ha estado su gobierno en actos de terrorismo?

No. La mayoría de los estadounidenses ignora hasta qué punto su gobierno ha estado involucrado en tales actos terroristas. Sin embargo, empiezan a conocerlo.

A siete años de la declaración de Bush de su guerra global contra el terror. ¿Considera que se han logrado los objetivos? ¿Es más seguro el mundo?

No. El llamado de Bush por una "guerra global" de duración indefinida contra el terrorismo nos ha dejado un mundo que es mucho más peligroso. Es trágico, en realidad.

Inmediatamente después del 11 de septiembre, el mundo estuvo al lado de los Estados Unidos. Eso incluyó al Gobierno cubano, que enseguida expresó su solidaridad con el pueblo norteamericano y se brindó a cooperar con Estados Unidos en una lucha contra el terrorismo. La administración de Bush ni respondió.

Si Bush hubiera enfocado los esfuerzos de Estados Unidos contra Al-Qaeda en Afganistán y si hubiera trabajado dentro del sistema internacional y con pleno respeto hacia la ley internacional, hubiera mantenido el apoyo de la mayoría de los otros gobiernos, incluso el cubano. Pero en vez de eso, rápidamente redujo sus esfuerzos en Afganistán contra Al-Qaeda e invadió a Iraq. Saddam Hussein no tuvo nada que ver con Al-Qaeda ni con los ataques terroristas del 11 de septiembre. La guerra en Iraq no ha sido más que una distracción sangrienta y costosa, y sin el apoyo de la comunidad internacional.

Luego, Bush también adoptó la doctrina de la guerra preventiva, dando a EE.UU. el derecho de atacar a cualquier nación que ellos perciban como una amenaza, independientemente de si las Naciones Unidas o alguien más está o no de acuerdo. Además, insistió en reclamar prerrogativas amplísimas de la presidencia con respecto a cualquier asunto relacionado con la seguridad nacional, sin tener en cuenta si esas estaban establecidas o no en la Constitución. Para otro presidente, va a tomar años corregir esta situación que nos ha dejado George W. Bush. Y mientras tanto, ha resultado en la pérdida del respeto y apoyo por EE.UU. dentro de la comunidad internacional.

¿Los norteamericanos están bien informados?

Los norteamericanos no están ni cerca de hallarse bien informados, particularmente sobre asuntos de la política extranjera. Empiezan a despertarse y se puede inferir por el hecho de que el apoyo por y la confianza en la administración de Bush han llegado a un bajón sin precedentes. En otras palabras, ¡mientras más conocen sobre la política extranjera de Bush, menos les gusta!

Ustedes viven un año electoral. El mundo aguarda expectante los resultados de las elecciones de noviembre. ¿Barack Obama o John McCain?

Vamos a ver. Apuesto a Obama.

[Fuente: Gramma, La Habana, Cub, 01ago08]

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