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DERECHOS



27 abril 1998


Pronunciamientos sobre el Asesinato de Mons. Gerardi




ASESINATO DE MONSENOR JUAN GERARDI 

Monsenor Juan Gerardi Cordera, obispo auxiliar de Guatemala, murio a
consecuencia de una agresion, que se
produjo poco antes de la media noche de este domingo, a inmediaciones del
templo de San Sebastian, zona 1 de esta capital. Monsenor fue agredido
cuando pretendia ingresar a la casa parroquial de la iglesia de San
Sebastian, donde residia luego de asistir a una cena con un familiar.
Gerardi recibio un golpe contundente con un pedazo de cemento en la cabeza,
segun se pudo establecer.

El obispo fallecio segun los primeros informes, de traumatismo craneal en
cuarto grado. Al lugar se presentaron el Director de la Policia Nacional,
Angel Conte Cojulum, el Fiscal General, Hector Hugo Perez Aguilera, el
encargado de la ODHA, Ronalth Ochaeta y activistas pro derechos humanos.

El pasado viernes, Monsenor Gerardi participo en la divulgacion del informe
del Proyecto de Recuperacion de la Memoria Historica, REMHI, relacionado con
la violacion de los derechos humanos durante el conflicto armado interno. En
ese informe, la iglesia responsabiliza al Ejercito de Guatemala de la
mayoria de los casos.

El gobierno establecio la creacion de una comisión de alto nivel para el
esclarecimiento del hecho, que estaria conformado por  : Eduardo Stein,
Ministro de relaciones Exteriores; Rodolfo Mendoza, Ministro de Gobernacion;
Martha Altolaguirre, Copredeh; seran parte de dicha comision el secretario
privado de la presidencia Gustavo Porras; el Fiscal general, Hector Hugo
Perez Aguilera y se solicito a la Conferencia Episcopal y a la Oficina de
Derechos Humanos del Arzobispado que nombren dos representantes cada uno
para que participen en la misma.

Asimismo el gobierno por medio de un acuerdo gubernativo declaro tres dias
de duelo nacional.

Rigoberta Menchu y Helen Mack, asi como la gran mayoria de personas y
dirigentes politicos, asi como congresitas opinaron que este es un crimen
politico y que el mismo es un mensaje claro para todos los defensores de los
derechos humanos, el proceso de paz y la lucha contra la impunidad. 

No es admisible que este delito pueda ser catalogado como de delincuencia comun

Segun informacion periodistica, Rodolfo Mendoza declaro que las evidencias
del crimen son minimas pero que se emplearan todos los recursos del estado
para su investigacion. Ademas, se contara con el apoyo de miembros del
ejercito, segun lo que declara la vocero oficial de ese organismo.  

Segun informaciones periodisticas, el testigo que vio a una persona
sospechosa salir de la casa de Monseñor esta siendo protegido por miembros
de MINUGUA. La policia nacional ha elaborado una foto robot en base a las
declaraciones de este.

Al respecto enviamos los ponunciamientos de la Fundacion, La Alainza contra
la Impunidad y la Oficina de DDHH del Arzobispado de Guatemala.


PRONUNCIAMIENTO DE LA FUNDACION MYNA MACK:

UN CRIMEN CONTRA LA PAZ

Ante el execrable y alevoso asesinato de monseñor Juan Gerardi Conedera,
obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala, fundador y director
general de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, la Fundación
Myrna Mack manifiesta:

1. Nuestro más profundo sentimiento de dolor e indignación por el crimen
cometido contra monseñor Juan Gerardi Conedera, que representa la pérdida
irreparable de una persona identificada plenamente con la lucha por la paz,
la reconciliación y la democracia; defensor incansable de la vida, la
dignidad de la personas y los derechos fundamentales, e impulsor decidido de
la labor pastoral social de la Iglesia Católica.

2. Condenamos y repudiamos enérgicamente el execrable asesinato que cegó la
vida de monseñor Gerardi, por cuanto además de representar un hecho
deleznable que ofende a la Iglesia y a la sociedad guatemalteca en general,
significa un doloroso retorno al pasado de los crímenes políticos y de las
violaciones a los derechos humanos.
Es, sobre todo, un duro golpe al proceso de construcción de la paz y de la
consolidación democrática, en el cual monseñor Gerardi, la Iglesia Católica,
los grupos de derechos humanos y la sociedad guatemalteca, habían depositado
sus más grandes esperanzas y por el cual han aportado sus máximos esfuerzos.
Así lo hacía constar monseñor Gerardi apenas el 24 de abril por la tarde,
cuando en la ceremonia de presentación del Informe de Recuperación de la
Memoria Histórica Guatemala: Nunca Más, dijo: "Queremos contribuir a la
construcción de un país distinto. Por eso recuperamos la memoria del pueblo.
Este camino estuvo y sigue estando lleno de riesgos, pero la construcción
del Reino de Dios tiene riesgos y sólo son sus constructores aquellos que
tienen fuerza para enfrentarlos".

3. Exigimos al Estado de Guatemala el inmediato esclarecimiento del
asesinato, concretamente demandamos el concurso de todos los poderes del
Estado para que se realice una exhaustiva y expedita investigación que
permita procesar judicialmente a los autores materiales e intelectuales de
este crimen que enluta al proceso de paz y a la sociedad en su conjunto.
Este no debe ser otro caso más que quede en la impunidad, como los que
abundan en la historia nacional.

4. Este crimen es una afrenta, un intento de intimidación en contra de los
luchadores por los derechos humanos, contra los defensores de la justicia y
contra quienes trabajamos contra la impunidad. Es, en suma, un atentado
contra quienes hemos puesto nuestro mejor esfuerzo al servicio de la paz, de
la democracia y la justicia en Guatemala.
Es un hecho que levanta serios cuestionamientos en contra de la decisión
tomada recientemente por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, que en su asamblea anual eliminó las medidas de vigilancia sobre
Guatemala en materia de Derechos Humanos.

5. Expresamos nuestro profundo pesar y solidaridad con la familia de
monseñor Gerardi, el pueblo católico de Guatemala, la Iglesia Católica, la
Conferencia Episcopal, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, el
equipo que ejecutó el proyecto interdiocesano de Recuperación de la Memoria
Histórica (REMHI), y con la sociedad guatemalteca en general, que sufren
este despiadado golpe y este crimen contra la paz.

FUNDACIÓN MYRNA MACK

Guatemala, 27 de abril de 1998


PRONUNCIAMIENTO DE LA ALIANZA CONTRA LA IMPUNIDAD :

ASESINATO DE MONSEÑOR GERARDI:
GOLPE MORTAL AL PROCESO DE PAZ
Ante el vil asesinato de monseñor Juan Gerardi, obispo auxiliar de la
arquidiócesis de Guatemala y director general de la Oficina de Derechos
Humanos del Arzobispado de Guatemala, la Alianza contra la Impunidad manifiesta:
1. Su más profundo dolor por la irreparable pérdida de monseñor Gerardi, un
obispo identificado plenamente con las labores pastorales de la Iglesia
Católica, con la defensa de la vida y la dignidad del ser humano, y la
tutela de los derechos humanos. Un hombre que dedicó su vida a buscar la
construcción de la paz, la democracia y la reconciliación entre los
guatemaltecos.
2.  Su más enérgica condena y repudio por el vil asesinato de que fuera
víctima monseñor Gerardi, hecho que pone en duda la calidad de la paz y de
la democracia que estamos viviendo en Guatemala, nos lleva de regreso al
pasado y reedita las páginas negras de nuestra historia en materia de
crímenes políticos y violaciones a los derechos humanos. Lo que es más
preocupante: asesta un duro golpe al proceso de paz y evidencia que la vida
en Guatemala sigue siendo irrespetada.
3. Exigimos al Estado de Guatemala y concretamente al gobierno del
presidente Alvaro Arzú, la inmediata investigación de ese hecho criminal;
exigimos que las autoridades pongan al servicio de la justicia sus mejores
esfuerzos para que los autores intelectuales y materiales reciban la sanción
penal correspondiente; y así evitar que este asesinato político quede en la
impunidad, como tantos otros en la historia nacional.
4. El asesinato de monseñor Gerardi se levanta ahora como un símbolo de la
lucha que aún tenemos que librar los guatemaltecos por lograr el imperio de
la verdad y de la ley, por el respeto y vigencia de los derechos humanos,
por construir una sociedad democrática, tolerante y abierta al diálogo.
Evidencia que aún no termina nuestra lucha contra las fuerzas y las
estructuras ocultas que tanto dolor y derramamiento de sangre han causado en
Guatemala.
5. Manifestamos nuestra solidaridad firme a la familia de monseñor Gerardi,
a la Iglesia Católica, a la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, y a
todo el equipo de personas que laboró con él en la ejecución del proyecto de
Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), por medio del cual la Iglesia
Católica ha entregado al pueblo de Guatemala su valioso aporte para
resguardar la memoria de la catástrofe humana que hemos vivido y que
seguimos viviendo en Guatemala.


PRONUNCIAMIENTO DE LA OFICINA DE DERECHOS HUMANOS DEL ARZOBISPADO:

OFICINA DE DERECHOS HUMANOS
Arzobispado de Guatemala
ANTE EL EXECRABLE ASESINATO DE
MONSEÑOR JUAN JOSÉ GERARDI CONEDERA
LA OFICINA DE DERECHOS HUMANOS
DEL ARZOBISPADO DE GUATEMALA
A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL

MANIFIESTA:

1.	Su profundo dolor e indignación por el cobarde y brutal asesinato del que
fue víctima Mons.  Gerardi, fundador y Coordinador General de esta Oficina.
2.	El domingo 26 de abril alrededor de las 22:00 horas, cuando ingresaba a
su casa, tras realizar una visita familiar de rutina, Mons.  Gerardi fue
atacado por un individuo que no fue identificado.  El asesino golpeó en el
cerebro a Mons.  Gerardi con un trozo de cemento y posteriormente lo remató
con el mismo objeto en pleno rostro, desfigurándolo.  El individuo regresó
diez minutos más tarde cerca del lugar donde cometió el crimen, luego de
cambiar su ropa que había quedado salpicada con la sangre de Monseñor.
Ningún objeto de valor de su casa, ni del vehículo del cual él descendía en
su garage, ni ninguna pertenencia personal fue tocada por el asesino.
3.	Hacía 48 horas Mons. Gerardi había presidido en la Catedral
Metropolitana, junto con otros obispos de la Conferencia Episcopal de
Guatemala, la entrega pública del informe Guatemala: Nunca Más, que
documentó y analizó decenas de miles de casos de violaciones de los derechos
humanos ocurridas durante el conflicto armado interno.  Mons.  Gerardi era
el obispo coordinador del Proyecto Interdiocesano "Recuperación de la
Memoria Histórica".
4.	Mons.  Gerardi era, desde 1984, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de
Guatemala; de 1967 a 1976 fue obispo de Las Verapaces, donde fue precursor
de la Pastoral Indígena; posteriormente fue nombrado obispo de El Quiché,
donde tuvo que enfrentar la época de mayor violencia contra la población.
El asesinato de varios sacerdotes y catequistas, y el acoso inclemente de
los militares contra la Iglesia obligó al cierre de la Diócesis de El Quiché
en junio de 1980.  Semanas antes, Mons.  Gerardi había escapado de una
emboscada. Siendo presidente de la Conferencia Episcopal, las autoridades le
negaron a Mons.  Gerardi el ingreso al país y tuvo que permanecer en el
exilio durante dos años, hasta 1984.  A principios de los años 90 fue
delegado por la Conferencia Episcopal para acompañar el proceso de paz,
junto con Mons. Quezada Toruño.
5.	El asesinato de Mons. Gerardi es una agresión despiadada contra la
Iglesia de Guatemala -que pierde por primera vez de esa manera violenta a un
obispo- y contra todo el pueblo, en particular el católico, y representa un
duro golpe al proceso de paz.
6.	Demandamos de las autoridades competentes el esclarecimiento de esta
tragedia en un plazo que no debe exceder las 72 horas, pues si el patrón de
impunidad se extiende a este caso sobre el Gobierno de la República recaerá
un grave costo.
7.	Al pueblo de Guatemala y a la comunidad internacional les pedimos su
decidido apoyo y solidaridad en este difícil momento que atraviesa la
Iglesia católica.  Este alevoso crimen ha venido a conmocionarnos a todos,
pero en esta prueba debemos mantenemos firmes y unidos para impedir que la
barbarie y el terror que ha padecido el pueblo guatemalteco se enseñoree
sobre Guatemala y nos haga perder más vidas, así como los espacios
democráticos que con tanto sacrificio han sido conquistados.  Como dijo
Mons.  Gerardi en su discurso del 24 de abril, con ocasión de la
presentación del Informe de REMHI: "Queremos contribuir a la construcción de
un país distinto.  Por eso recuperamos la memoria del pueblo.  Este camino
estuvo y sigue estando lleno de riesgos, pero la construcción del Reino de
Dios tiene riesgos y sólo son sus constructores aquellos que tienen fuerza
para enfrentados."

Guatemala de la Asunción, 27 de Abril de 1998.




Derechos Humanos en Guatemala

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