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03nov03


Incertidumbre en Guatemala.


El más extenso y poblado de los países centroamericanos irá a elecciones el próximo domingo, con graves riesgos por la candidatura presidencial del ex dictador Efraim Ríos Montt, acusado de genocidio en tribunales del país y del exterior. Ríos Montt sólo ha conseguido el tercer lugar en las encuestas, pero su partido Frente Republicano Guatemalteco tiene el apoyo total del Gobierno, lo que hace temer el mal manejo del aparato electoral.

Ya en 1995, el ex dictador intentó su inscripción como candidato pero fue rechazado en virtud de una cláusula constitucional que prohíbe aspirar a quienes hayan ocupado la Presidencia mediante golpe de Estado. En 1999, Ríos Montt decidió postular a Alfonso Portillo, quien resultó triunfador, pero ahora ha conseguido que la Corte Suprema ordenara su inscripción, con el argumento de que su acción golpista de 1982 antecedió a la la Constitución vigente desde 1994.

Guatemala está en la mira de Estados Unidos, ante el crecimiento del narcotráfico que aprovecha la situación del país entre dos mares para llevar cargamentos desde el Pacífico suramericano y transportarlo hasta el Caribe para llegar a las costas de Estados Unidos. La posible vinculación al negocio de militares y funcionarios del gobierno de Portillo, pero sobre todo la inacción de éste frente al delito, hizo que el país fuera descertificado en febrero pasado por la administración de Washington.

Según reciente encuesta realizada en todos los países latinoamericanos, los doce millones de guatemaltecos tienen el más bajo aprecio por el sistema democrático, con sólo 33% de aceptación. Ese nivel ha descendido de manera notable en el último cuatrienio, en que Alfonso Portillo y el partido que dirige Ríos Montt (PRG) han manejado no sólo el ejecutivo sino el legislativo, los altos tribunales de justicia y por supuesto las Fuerzas Militares, consideradas uno de los mayores focos de corrupción.

La inscripción de Ríos Montt como candidato estuvo acompañada de un difícil forcejeo entre el Tribunal Electoral que se negaba y la Corte Suprema que lo impuso, después de violentos disturbios en la ciudad de Guatemala, donde grupos de choque del PRG, llegados de otras regiones, amedrentaron a la población para presionar a favor del ex dictador. Los guatemaltecos temen que si se cumplen los vaticinios y Ríos Montt es derrotado el próximo domingo, los mismos grupos podrán hacer invivible un país que ya sufrió más de 40 años de guerra civil entre 1954 y 1996.

El desarrollo futuro de Guatemala depende del establecimiento de un gobierno respetable no sólo en el interior sino en lo internacional, pues la economía está pendiente del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y Estados Unidos que debería estar listo en un par de meses. Si no hay un vencedor con más del 50% de los votos, habría una segunda vuelta a fines de diciembre. Y sin un gobierno surgido con claridad de las urnas y una situación de tranquilidad política, la posición guatemalteca se vería muy debilitada.

[Fuente: Editorial Diario El País, Cali, Col, 03nov03]

DDHH en Guatemala

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Este documento ha sido publicado el 04nov03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights