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DERECHOS


13sep02


Los militares imputados interponen un amparo para que los trasladen a una cárcel del ejército.


Los oficiales militares en situación de retiro, acusados por ordenar el asesinato de la antropóloga Myrna Mack, interpusieron un recurso de amparo contra la resolución del Tribunal Tercero de Sentencia, mediante la cual se rechazó su pretensión de guardar prisión preventiva en una cárcel militar.

El pasado viernes 13 de septiembre, el general Edgar Godoy y lo coroneles Juan Valencia y Guillermo Oliva, interpusieron el amparo ante la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones. En el recurso solicitan, con base en la Ley Constitutiva del Ejército, que se les traslade a la cárcel preventiva del Cuartel General del Ejército. Con esto pretenden que la Sala de Apelaciones revoque la decisión del Tribunal Tercero que desestimó su solicitud inicial y ordenó que sigan guardando la prisión preventiva en una cárcel común y civil, como se procedería con los demás habitantes de Guatemala.

Aducen que la Ley Constitutiva del Ejército establece que los miembros del Ejército, sindicados por la comisión de algún delito, deberán guardar prisión preventiva en las cárceles de la institución castrense. También argumentan que está en pleno funcionamiento la cárcel preventiva del Cuartel General y que de ello tienen constancia la Corte Suprema de Justicia y los distintos tribunales y juzgados de todo el país.

La querellante adhesiva, Helen Mack, se pronunciará en el marco de este amparo, rechazando las pretensiones de los oficiales militares acusados de haber planificado y ordenado el asesinato de Myrna Mack. Helen y sus abogados consideran que este recurso debió ser rechazado por improcedente, habida cuenta que hay nuevas leyes y modificaciones jurídicas que establecen que todo militar acusado por la comisión de un delito común debe afrontar los procesos judiciales del caso en el fuero común. Todo lo relativo a la justicia militar sólo es aplicable cuando lo que se juzga es un delito estrictamente militar.

Por aparte, existe el riesgo de que los militares puedan incurrir en fuga, pues de ser trasladados a una cárcel militar no sólo estarían recibiendo un trato privilegiado, sino también podrían resultar favorecidos por personal del Ejército con capacidad para facilitar una eventual evasión de la prisión preventiva.

Guatemala, 16 de septiembre de 2002
Fundación Myrna Mack

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Este documento ha sido publicado el 16sep02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights