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02may03


Las elecciones británicas han tenido como resultado un revés para Blair.

Por Isaac Bigio


Las elecciones británicas del primero de mayo mostraron un retroceso significativo del laborismo. El líder conservador Ian Duncan Smith reclama un colosal triunfo al haber ganado más de 550 concejalías aunque uno de sus secretarios renunciaba pidiendo su dimisión. Los liberales se sienten los grandes triunfadores pues obtuvieron una votación similar a la del oficialismo y conciben que están logrando sobrepasar al tradicional bi-partidismo. Mientras los nacionalistas escoceses y galeses han perdido puntos, grandes avances han sido hechos por la extrema derecha racista (Partido Nacional Británico), los verdes y la extrema izquierda trotskista (Partido Socialista Escocés).

En los comicios del día de los trabajadores votó menos del 60% de los 38 millones británicos aptos para sufragar. En esos comicios se debían elegir 340 municipios y unos 10,000 concejales en todo el Reino Unido a excepción del gran Londres e Irlanda del Norte. También se votó por la Asamblea de Gales y el parlamento de Escocia. Los conservadores obtuvieron un 35% de los votos y 4423 concejalías, mientras que los laboristas y liberal-demócratas tuvieron cada uno alrededor del 30%. Los primeros apenas retuvieron 3001 concejalías perdiendo más de 800 de éstas, y los segundos ganaron casi 200 concejalías totalizando 2,624 de éstas.

Los laboristas van perdiendo municipios.

Los 'tories' controlarán 110 alcaldías, los laboristas 66 y los liberal-demócratas 28. Trece están en manos independientes o fuerzas menores y hay 123 alcaldías donde ningún partido tiene mayoría absoluta y sus concejales se verán obligados a formar gobiernos locales de coalición.

Mientras los laboristas lograron ganar ampliamente las elecciones generales parlamentarias del 1997 y 2001 con más del 40% de los votos y conquistando más del 60% del parlamento, ahora han perdido más de diez puntos y apenas han asegurado un quinto de los municipios. Los conservadores que tienen un cuarto de la Cámara de los Comunes tienen un 45% de las concejalías y posiblemente leguen al poder en la mayoría de los municipios.

Estos resultados son un golpe para el actual primer ministro. En las municipales pasadas el Nuevo Laborismo también retrocedió electoralmente y la oposición tory ganó, pero Blair pudo recuperar al partido. La percepción es que en las municipales hay mucho ausentismo y la gente vota por cuestiones muy concretas. Sin embargo, Blair ha recibido un castigo por parte de muchos de sus electores que no compartieron ir a una guerra contra Irak.

La mayor ciudad inglesa en disputa fue Birmingham y allí el laborismo ha perdido tras 18 años de hegemonía. Esta es una urbe con una gran población asiática y musulmana. Los más de 2 millones de británicos pertenecientes a estas comunidades tendían a votar laborista pero esta vez no quisieron apoyar a quien invadió a la antigua capital del Islam (Bagdad).

Muchos jóvenes y trabajadores, bases del laborismo, no quisieron salir a votar, y diversos activistas de este partido no pusieron fuerza en una campaña desmoralizados por la posición de su gobierno ante la guerra y la semi-privatización de hospitales y escuelas.

Los conservadores ganaron las municipales debido a esa apatía o rechazo de bases tradicionalmente laborista a seguir respaldando a su partido histórico. Sin embargo, el porcentaje de votos con el cual han ganado si bien equivale a un 35% de los votos emitidos apenas llega al 10-15% del electorado. En las elecciones generales sale más gente a sufragar y allí necesitaría casi triplicar sus votos para poder ganar al parlamento.

Los liberal-demócratas vienen consiguiendo un avance mayor al obtenido desde hace más de medio siglo. Han prácticamente empatado al laborismo, el partido que en los treintas los desplazó de la bi-polaridad partidaria británica y desde entonces les impidió llegar a ser gobierno o controlar si quiera un 10% del parlamento.

Lo paradójico es que en 1900 el laborismo surgió como una escisión por la izquierda del liberalismo. Los sindicatos rompieron con el partido tradicional de los industrialistas y fueron atrayendo votos con un programa social. El actual partido liberal demócrata fue creado con la fusión de los socialdemócratas (escisión derechista del laborismo) con los liberales que estaban entre la derecha conservadora y la izquierda laborista.

Ahora, tal es la evolución a la derecha por parte de Blair, que los liberales aparecen cuestionando a Blair por ir a una guerra sin Naciones Unidas o por ir eliminando la educación superior gratuita y ciertos aspectos del sistema estatal gratuito de salud (NHS).

Los municipios fueron anteriormente un baluarte de los laboristas que se oponían a las privatizaciones y que ofrecían mejores sistemas de transporte y vivienda. Mas, el laborismo fue girándose hacia un pragmatismo que les hacía poco diferentes de los conservadores. En ese sentido, los tories han demostrado que si se trata de formar municipios que bajen los impuestos o incrementen la policía, ellos son más adecuados que sus rivales.

Las elecciones nacionales en Gales y Escocia.

En la isla británica los países de Gales y Escocia tienen desde hace 4 años su propio gobierno nacional. Mientras en Inglaterra los conservadores han mostrado ser la primera fuerza electoral municipal, en estas dos naciones el laborismo ha venido siendo la principal fuerza y la oposición ha estado encabezada por los nacionalistas.

Los laboristas invitaron a los liberales a ser parte de sus gobiernos en estos dos integrantes del Reino Unido. El Partido Nacionalista Escocés y el Partido de Gales (Plaid Cymru) apuntaban a cosechar el desgaste oficialista, pero perdieron votos y escaños. Los nacionalistas galeses fueron derrotados en valles anteriormente mineros por los laboristas.

Los laboristas, si bien han perdido urbes como Birmingham o Bristol, tienen como consuelo haber logrado mantenerse en el gobierno en Gales y Escocia. En Gales incrementaron su bancada de 28 a 30, con lo cual controlan la mitad de la asamblea y pueden plantar hacer un gobierno sin alianzas.

Los conservadores han tenido cierto repunte en esos dos países denominados el 'arco celta'. Esto les es importante pues en las elecciones generales que llevaron a Blair al premierato los 'tories' no ganaron ni una sola circunscripción electoral en cualquiera de los 4 componentes del Reino Unido a excepción de Inglaterra.

Auge de partidos menores.

En Inglaterra el Partido Nacional Británico ha logrado un impacto. Esta organización ligada al grupo paramilitar nazi Combate 18 (Adolfo Hitler) ha logrado elegir 7 nuevos concejales quedando la segunda fuerza en Burnley. Esto, aunque su líder Nick Griffin no fue electo.

En aquellos lugares donde se presentó sacó un promedio de 13.75% en base a un discurso que pide el poder para los blancos y la expulsión de los emigrantes y asilados.

Los verdes han subido de un parlamentario escocés a siete y han triplicado su número de concejales en Inglaterra.

El Partido Socialista Escocés formado por la unificación de varios grupos trotskistas y laboristas quedó ligeramente debajo de los liberales amasando el 7.5% del voto nacional.

Mientras en Inglaterra y Gales el desencanto frente al laborismo favoreció a los conservadores y los liberales, en Escocia 'este fue capitalizado por la izquierda ecologista y trotskista.

Perspectivas.

Al cerrarse las ánforas el secretario de transporte del gobierno conservador en la sombra llamó a remover a Smith de la jefatura partidaria. Los conservadores han cambiado 3 veces de líderes desde que Blair llegó al gobierno y se han mantenido en un cuadro de fuertes pugnas caudillistas por el control partidario.

Las actuales elecciones locales pueden haber evitado la caída de Smith pero no han sellado la unidad partidaria. Esta se encuentra resquebrajada por diferencias sobre la guerra y sobre si entrar o no en el euro.

Smith puede tener ahora la posibilidad de querer estructurar una oposición más enérgica con miras a remplazar a Blair en el 2005 ó 2006. Por el momento Blair se mantiene en la delantera pero su liderazgo ha sido mermado con la guerra. Los laboristas, si bien afirman que ellos pueden ser más consistentes que Blair en políticas de invasiones o de privatizaciones, no han logrado mejorar su imagen identificada como un partido dividido que ignora las cuestiones sociales.

Los liberales apuntarán a reflotar y a buscar capitalizar el desgaste laborista desde un ángulo diferente a los conservadores planteando que ellos son los más consistentes en defender la seguridad social e ir hacia el euro.

[Fuente: Isaac Biggio, Londres, 02may03]

Guerra en Iraq

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Este documento ha sido publicado el 04may03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights