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03sep97


SOBRINA DE DIRIGENTE INDIGENA ES VICTIMA DE ABUSO SEXUAL



La Comisión de Derechos Humanos de Guatemala (CDHG), repudia y
lamenta la violación ocurrida a la sobrina de la Congresista y
defensora de los derechos humanos e indígenas Rosalina Tuyuc.

El 1 de septiembre de 1997, Rosalina Tuyuc, Tercera Vicepresidenta
del Congreso y Dirigente de la Coordinadora Nacional de Viudas de
Guatemala (CONAVIGUA), denunció que una de sus sobrinas fue violada
por un individuo que presentaba características militares.

El hecho ocurrió el 27 de agosto, en la vivienda de la víctima
ubicada en el Caserío Yaxones, Chanquijyá, departamento de Sololá,
cuando el desconocido se presentó a la vivienda de la niña, la
interrogó y al comprobar que se

trataba de ella la abusó sexualmente.

María Tuyuc Velásquez, -tía de la menor-, señaló que según algunos
vecinos, el victimario había estado merodeando la casa desde el
lunes anterior.

La familia de Juan Tuyuc -padre de la niña y hermano de la
congresista-, ha sido acosada por un grupo paramilitar. Tuyuc, es
uno de los desmovilizados de la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG).

Actos como este, ponen de manifiesto las violaciones a los derechos
humanos e intimidaciones que aún se siguen dando contra activistas
de derechos humanos y sus familias.

Por ello, la CDHG solicita a las autoridades competentes investiguen
y esclarezcan el hecho con prontitud, se  tome en cuenta lo
estipulado dentro de la Declaración de Derechos del Niño,
especialmente en donde se reconoce que los menores deben disfrutar de
protección para evitar maltratos a nivel físico y emocional.

Asimismo, el cumplimiento del Código de la Niñez y la Juventud,
especialmente en lo que se refiere al derecho de todo niño a la
protección contra los abusos sexuales y el cumplimiento del Acuerdo
Global de Derechos Humanos, específicamente en lo que atañe a la
protección de las personas y entidades que trabajen en la protección
de los Derechos Humanos.
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Nota de Laura Asturias sobre los derechos del ninho.

ii) Aplaudo el comunicado de la Comisión de Derechos Humanos de
Guatemala. Y quiero agregar lo mío.

Es hora de que en Guatemala nos apropiemos del abuso sexual como
algo que afecta a muchísimas niñas, niños y adolescentes en
Guatemala.  Y, sobre todo, que lo asumamos, en este caso, no
solamente como una muestra de "las violaciones a los derechos humanos e intimidaciones que aún se siguen dando contra
activistas de derechos humanos y sus
familias", sino como un PROBLEMA SOCIAL derivado de un perverso ejercicio del poder
por parte de muchos hombres guatemaltecos.

Es hora de que nos pronunciemos, no porque se trate de "la sobrina de
Rosalina Tuyuc, Tercera Vicepresidenta del Congreso y Dirigente de la
Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA)".

¡NO!  Debemos pronunciarnos porque se trata de una NIÑA --cualquier
niña--, como también pudo tratarse de un NIÑO.  Pudo haber sido mi
hija/o, tu hija/o, la hija o el hijo de tu hermano/a, de tu mejor
amiga/o, de tu vecina/o.  En TODO caso, será una niña o un niño cuya
vida, de ahora en adelante, estará matizada por todas las secuelas
derivadas del abuso que sufrió, indiferentemente de que éste
proviniera de un militar, de un ex-combatiente de la URNG, de su
padre, un tío, un cura o pastor, o quien fuera.

Y es una ofensa que --es de esperar-- quedará impune, sin importar que
esta niña en particular sea sobrina de una persona prominente en el
país.  Quedará impune porque, cuando se trata de abuso sexual, todo
--las familias, los jueces, las leyes medio vivas, los medios de
comunicación, nuestra sociedad que confunde abuso con sexo-- todo se
confabula para que estos casos raras veces tengan alguna resolución.
Porque el ofensor es un "pilar de la comunidad", una "figura
respetable", "incapaz de hacer algo así".

Nuestro repudio a este caso específico debería extenderse, también, a
nuestros silencios diarios... a todas las veces que pudimos decir algo
y no lo hicimos... al manto de secretividad con que cubrimos lo que
ocurre en el seno de nuestra propia familia... a nuestra creencia de que una
alta posición social es sinónimo de integridad y de "incapacidad" para
tales actos... a esa doble moral que nos permite "proteger" lo que
tenemos en casa pero permanecer indiferentes a lo que no consideramos
"nuestro" -- aunque siempre, con el paternalismo típico de "nuestra"
sociedad, estemos hablando de "nuestros niños", "nuestra juventud",
"nuestros indígenas", "nuestras mujeres"...

El repudio al abuso sexual debe ser hacia el HECHO como ejercicio de
un poderío torcido y tergiversado, hecho que queda impune porque,
entre quienes imparten la justicia, prevalece la protección al
congénere ofensor, a la vez que se culpabiliza a quien sí necesitaba
protección. ¿De qué otra forma puede entenderse el que, conociéndose
ya cifras elevadísimas de estos casos en Guatemala, aún no se cuente
con servicios estatales adecuados para la protección efectiva de la niñez y para el
tratamiento tanto de las víctimas como de los ofensores... que no
existan mecanismos que contrarresten eficazmente el número y la
magnitud de estos casos... o que baste apenas una nota esporádica en los medios
de comunicación?

"Entre gitanos no se leen las manos" (con perdón a los gitanos...)

Y sigo aplaudiendo el comunicado de la CDHG.  Por algún lado tenemos
que empezar...

Laura E. Asturias
leasturias@gua.gbm.net
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Enviar faxes pidiendo se garantice una investigacio'n total de estas
agresiones a ninhos y se detenga y procese a los responsables de las
mimas.

COPREDEH (Comisión Presidencial de Derechos Humanos)
Licda. Martha Altolaguirre
Fax: +502. 334 7364

Ministerio de la Defensa
Gral. Julio Balconi Turcios
Fax: +502.332.1822

PDH  (Procuraduría de Derechos Humanos)
Lic. Jorge Mario García Laguardia
Fax: +502.238.1734

Ministerio de Gobernación
Lic. César Pantaleón Herrera
Fax: +502.251.5368


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