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14ene13


'Operación Bulo Marer': todos los detalles del gran fracaso militar galo en Somalia


El grupo armado islamista Al Shabab ha comunicado hoy la muerte del soldado que el Gobierno francés había dado como desaparecido durante el ataque fallido del pasado sábado 12 al campamento de entrenamiento de Bulo Marer en Somalia. En aquella operación, un comando integrado por miembros de la Dirección general de Seguridad Exterior (DGSE) y la Comandancia de Fuerzas Especiales (COS) trató de liberar sin éxito al agente secreto Denis Allex, prisionero de los terroristas somalíes desde julio de 2009. Pero, en vez de alcanzar su objetivo, fueron repelidos por los yihadistas.

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, anunció entonces que el ataque se había saldado con 17 bajas en el campo rebelde, un militar galo muerto y otro desaparecido en combate. Y hasta llegó a insinuar que, en medio del ataque, sus captores podrían haber ejecutado al rehén.

Ahora el jeque Abdulaziz Abu Musab, portavoz de Al Shabab, ha explicado por teléfono a la agencia Afp que el soldado francés a quien sus compañeros habían dado por desaparecido fue capturado, se hallaba gravemente herido y terminó muriendo. En cuanto al suboficial de la inteligencia exterior Denis Allex, por cuya suerte teme el Ejecutivo de François Hollande, los terroristas insisten en que sigue vivo y su destino aún está por decidir.

Lo cual concuerda con el tuit difundido por Al Shabab pocas horas después del ataque, en el que, además de reprochar al Gobierno de París su actitud inconsciente respecto a los ocho ciudadanos del Hexágono que aún permanecen secuestrados en distintos puntos de África por grupos salafistas, vaticinó que el intento de rescatar a Allex tendría "consecuencias amargas" para Francia.

Alerta en territorio galo

Esta amenaza, unida a muchas otras relacionadas con la intervención militar de la República Francesa en Mali, ha sido tomada muy en serio por el presidente François Hollande, que ha ordenado reforzar inmediatamente la vigilancia de aeropuertos, estaciones de metro y de tren, espacios públicos y sedes diplomáticas. Mientras, en los medios especializados y círculos militares se han empezado a filtrar detalles sobre la debacle de Bulo Marer.

En su blog 'Defensa Ouverte', el periodista Jean Guisnel revela que la operación "es uno de los mayores fracasos del ejército francés en los últimos años" y explica cómo fue planificada y ejecutada. Al parecer, los servicios de información localizaron el paradero del prisionero en otoño y el Ministerio de Defensa tomó la decisión de intervenir hace un mes, debido a "la intransigencia de los terroristas", que se habrían negado a negociar durante los tres años y medio de cautiverio del agente y mantenían al prisionero en "condiciones inhumanas".

La coincidencia en fechas con la campaña aérea en Mali es, en ese sentido, puramente casual y la elección de atacar Somalia durante la madrugada del sábado fue debida a la climatología benigna y la luna llena, que facilita las acciones nocturnas de los comandos.

En todo el proceso participaron, además de la DGSE y la Comandancia de Fuerzas Especiales, miembros de los ejércitos de tierra, mar y aire hasta sumar 50 efectivos. Los equipos de asalto fueron enviados a la costa somalí y tuvieron como base de lanzamiento el 'Mistral', que es, con 200 metros de eslora y 21.300 toneladas, el más poderoso navío de guerra francés tras el portaaviones Charles de Gaulle. Un buque polivalente para el transporte y desembarco de tropas, capaz de llevar a bordo 40 carros de combate y 16 helicópteros.

3°1'0" N y 43°28'60" E

Bulo Mare está situado 110 kilómetros al sur de Mogadiscio, en las coordenadas 3°1'0" N y 43°28'60" E, lejos del litoral, y se trata de una charca dentro de un desnivel de la meseta que dificulta cualquier aterrizaje en sus proximidades. Por esta razón las cuatro aeronaves de las clases Caracal y Tigre en las que se desplazó el comando tuvieron que aterrizar a tres kilómetros de distancia de su objetivo. Una distancia demasiado grande para que los soldados pasaran desapercibidos para los pastores que acampan habitualmente en los alrededores de la charca.

Fueron ellos quienes avisaron discretamente a los terroristas del aterrizaje de helicópteros y el desembarco de extranjeros armados. De poco sirvió que el comando fuera eliminando a cuantos somalíes -centinelas o simples civiles- se cruzó en la ruta hacia el campamento yihadista. Cuando llegaron, los guerrilleros de Al Shabab estaban despiertos, armados hasta los dientes e incluso habían tenido tiempo de pedir refuerzos. Imposible contar con el efecto sorpresa.

"No teníamos constancia de lo bien equipados que estaban los terroristas. Incluso disponían de armamento pesado", reconoció al día siguiente el ministro Le Drian en una intervención televisiva. "Ahora pienso que los subestimamos".

Mentideros militares

Según testimonios de algunos integrantes de la misión que circulan estos días por los mentideros militares, el enfrentamiento duró tres cuartos de hora y fue "extremadamente violento". Cada minuto que pasaba, parecía más difícil acceder al recinto y los helicópteros corrían mayor peligro. Cuando se hizo evidente que lo más sensato era batirse en retirada, los franceses lo hicieron dejando tras de sí un compañero herido mortalmente y otro dado por desaparecido.

Para algunos profesionales resulta extraño que el ejército galo, tan curtido en este tipo de asaltos vinculados a la toma de prisioneros, haya fallado en esta ocasión. "Además de la capacitación de los hombres, la clave del éxito radica principalmente en la calidad y fiabilidad de la información", ha señalado a 'Le Figaro' un general próximo al 'dossier'.

Según los expertos, hay misiones como la 'operación Gerónimo', en la que fuerzas especiales estadounidenses capturaron a Bin Laden en mayo de 2011, que han pasado a la historia como "modélicas". O, en el currículum del ejército galo, las tres liberaciones de rehenes en los veleros Le Ponant, Carré d'As IV y Tanit, en abril y septiembre de 2008 y abril del 2009, en el Océano Índico, precisamente frente a la costa somalí.

El 'borrón' francés

Pero la República Francesa también tiene un borrón en su hoja de servicios, que es el caso David Germaneau, en julio de 2010, cuando la operación para rescatar a este ingeniero de 78 años, retenido por Aqmi en el desierto maliense, provocó la muerte de seis terroristas y la ejecución posterior del secuestrado (aunque otras versiones afirman que, debido a su delicada salud, pudo haber muerto antes). "En esta clase de misiones, la frontera entre el éxito y la tragedia es siempre muy delgada y el resultado final depende del más mínimo detalle", explicaba el sábado en BFMTV Gérard Longuet, ex titular de Defensa de Sarkozy.

Para Le Figaro, el mayor problema es ese devastado sur de Somalia, donde mandan desde 2006 'señores de la guerra' y grupos armados yihadistas y donde los servicios extranjeros tienen hoy "una enorme dificultad para obtener información". "Desde que Estados Unidos se retirara de Mogasdiscio tras la carnicería de la operación Black Hawk Derribado, en octubre de 1993, no ha vuelto a haber una presencia internacional permanente en Somalia. Eso significa que nuestro conocimiento del país, sus redes y sus clanes se ha debilitado y los datos son pocos fiables", ha declarado al citado diario un oficial de la inteligencia francesa.

Como es sabido, hay todavía ocho rehenes franceses en manos de grupos islamistas en distintas partes de África. Tras el fiasco de la operación Bulo Marer, es probable que el comandante en jefe François Hollande se lo piense dos veces antes de volver a enviar al desierto una unidad de rescate.

[Fuente: Por Juan Manuel Bellver, París, El Mundo, Maderid, 14ene13]

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