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27abr16
Los opositores al cese de hostilidades en Siria
A dos meses exactos del acuerdo sobre el cese del fuego en Siria, los grupos terroristas intensificaron las violaciones, alentados por claras y conocidas directivas de los servicios de inteligencia de Arabia Saudí, Qatar y Turquía.
El 27 de febrero, tras intensas negociaciones entre Rusia, Estados Unidos y Siria, las partes lograron ponerlo en vigencia y reiteraron que estaban exceptuados por decisión propia y consenso internacional grupos como el Daesh (Estado Islámico) y Frente al Nusra, entre otros.
Desde entonces, Rusia instaló en su base de Hemymin, en la provincia siria de Latakia, un Centro Coordinador para chequear el cumplimiento del acuerdo, el Gobierno sirio preparó y realizó las elecciones parlamentarias y activó en mejores condiciones, un amplio programa de reconciliación nacional.
Los esfuerzos de las partes también concretaron gestiones para las negociaciones de paz en Ginebra, Suiza y alentaron, mientras no fueran provocadas, a las Fuerzas Armadas sirias a mantener sus posiciones y a la aviación rusa a detener operaciones en los diversos frentes.
Justamente al llegar a los 60 días de la vigencia del acuerdo, está claro para todos que los opositores a la tregua distan de ser moderados, consecuentes y tolerantes, sobre todos los que desde Riad, la capital saudita, la tergiversan o manipulan como la cadena Al Jazeera, en Qatar o el Gobierno turco.
Estados Unidos, cuyos gobiernos acostumbran a firmar documentos y no cumplirlos nunca, siguen con el empleo del doble rasero al evaluar la situación en Siria y anunciar ahora el presidente Barack Obama unilateralmente, el envío a territorio sirio de 250 efectivos de las tropas especiales.
Casi como siempre, la diplomacia estadounidense anda por un lado y sus directivas prácticas van por otro.
El motivo parece estar claro: aplicar un llamado plan B, inaceptable para Rusia e Irán, entre otros, fraccionar a Siria, desconocer el proceso de reconciliación y mover los hilos ocultos del entramado de las inteligencias regionales asesoradas y dirigidas por el habitual y tenebroso accionar de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Nadie, en un análisis realista de la situación, puede ignorar que a pesar de las 444 violaciones del cese de hostilidades desde el 27 de febrero, 72 comunidades y 52 grupos irregulares armados aceptaron unirse a la reconciliación y poner una "détente" al baño de sangre de la guerra impuesta a este país del Levante y que en cinco años, ha costado la vida a más de un cuarto de millón de personas.
Los opositores exigen más terror e intensifican ataques contra la población civil cuando a estas alturas, enfrentar al Ejército no ofrece buenos resultados.
Con un lema gastado como el de "guerra de civilizaciones" incapaz de demostrarse por medio de argumentos ideológicos o políticos medianamente aceptables, los opositores a la tregua tienen el miedo a la derrota y a quedarse sin argumentos.
Todo sucede porque muchos en Europa Occidental, Estados Unidos o en las naciones del Golfo, son esclavos de una mala información, impulsada por la ambición y el dinero en abundancia sin importarles la condición humana de las verdaderas civilizaciones.
[Fuente: Prensa Latina, Damasco, 27abr16]
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