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02dic15
Afganistán, una piedra en el zapato de la OTAN
La situación de caos, violencia e inestabilidad en Afganistán semeja una piedra en el zapato para la OTAN que de una retirada total de sus tropas, ahora cambió hacia mantenerlas hasta 2020.
En una reciente reunión ministerial de la alianza noratlántica, el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, formuló el plan de extender el financiamiento a las fuerzas afganas durante los próximos cuatro años.
"Vamos a poner en marcha el trabajo para garantizar que podemos financiar a las fuerzas de seguridad hasta 2020", afirmó Stoltenberg.
Según el dirigente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la decisión final sobre el tema se determinará en la cumbre de julio de 2016.
De momento, la cita de cancilleres de la alianza noratlántica aprobó elevar hasta poco más de 12 mil soldados permanentes en Afganistán durante el próximo año.
A esa decisión respondió el insurrecto movimiento del Talibán con la promesa de conservar la beligerancia hasta sacar a todos los soldados extranjeros.
El 1 de enero de 2015 la ocupante Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, de Afganistán, liderada por la OTAN y Estados Unidos, retiró la mayoría de sus efectivos y quedaron poco más de 10 mil como asesores o instructores de las tropas afganas.
Empero, el Talibán incrementó sus acciones a lo largo de este año con incluso la toma de una ciudad, hecho inédito en 14 años de ocupación, y puso en evidencia la fragilidad del ejército local.
Con casi 10 mil soldados en el país asiático, Estados Unidos conservará unos cinco mil más allá del final del mandato de Barack Obama en enero de 2017 y el resto de los 12 mil que continuarán en Afganistán, los remitirán otros países de la alianza noratlántica.
Sin embargo, la presencia militar estadounidense no resolverá los problemas de inseguridad del país, a juicio de los integrantes de la Wolesi Jirga o Cámara Baja de Afganistán, los cuales consideraron inefectivos los acuerdos firmados con la OTAN y una coalición internacional que invadió y ocupó el país en 2001.
El diputado Abdul Rawouf Ibrahimi precisó del agravamiento de la situación actual, pese a los pactos con Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Italia, Reino Unido y Alemania, entre otros.
Desgraciadamente, indicó, vivimos peores momentos que cuando el gobierno de Hamid Karzai, quien cumplió tres mandatos desde la invasión hasta finales de 2014.
Otro parlamentario, Rababa Parwani, declaró que la firma de tratados de seguridad con otros Estados no han ayudado a la estabilidad ni seguridad de Afganistán.
También afirmaron que no se aplica el contenido del Acuerdo de Seguridad Bilateral con Estados Unidos, en especial el referido a la asistencia en caso de una agresión del exterior.
Así, hacían referencia al Estado Islámico que con bases más fuertes en Iraq y Siria, en los últimos meses amplió su zona de influencia a casi todo Afganistán.
Reportes de Inteligencia dan cuenta que la agrupación extremista opera en 24 de las 35 provincias afganas y convenció de pasarse a sus filas a decepcionados integrantes del insurrecto movimiento del Talibán.
[Fuente: Prensa Latina, Kabul, 02dic15]
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