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22jul14
Ejército iraquí causa numerosas bajas a islamistas
El Ejército de Iraq afirmó hoy que en la contraofensiva lanzada en las últimas horas en distintas regiones abatió a más de 150 extremistas sunnitas, aunque la realidad sobre el terreno evidencia aún incapacidad para lograr renarlos.
Tropas terrestres apoyadas por la aviación y voluntarios de tribus leales al Gobierno de Nouri Al-Maliki afianzaron su control en Al-Qarma, luego de expulsar a milicianos del Estado Islámico (EI) y grupos sunnitas aliados de esa localidad del este de Fallujah, en la occidental provincia de Al-Anbar.
Al-Qarma ha sido escenario en los últimos seis meses de cruentos combates entre efectivos militares e insurgentes del DAESH, nombre en árabe del también conocido como Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), cuya ofensiva comenzó a finales de 2013, precisamente en Fallujah y Ramadi.
La dirección de inteligencia militar reportó que 50 "takfiristas" (fundamentalistas sunnitas), incluido uno de sus líderes conocido como Abu Mariam, fueron eliminados por un asalto de la división conocida como Los Caballeros de la Aviación del Ejército en el área del Tigris y Al-Qarma.
Según dicha fuente, un ataque de la brigada de intervención rápida en Albu Hadeed Al-Nasser en Fallujah causó la muerte de 100 islamistas y la destrucción de seis carros artillados, mientras otros cinco terroristas cayeron cuando intentaban tomar Al-Khasfah, en Haditha (Al-Anbar).
Las fuerzas gubernamentales indicaron, por otro lado, que mataron a seis jihadistas (partidarios de la guerra santa) del EI y a cinco del grupo armado radical Ansar Al-Sunna en enfrentamientos en Asaker, al norte de la ciudad de Baquba, cabecera provincial de Diyala.
Igualmente, se conoció que el llamado muftí del EI en Saadia, apodado Abu Hisham, pereció por disparos de hombres no identificados que irrumpieron en ese barrio de la periferia de Baquba, al tiempo que varios obuses de mortero impactaron cerca de un emblemático santuario en Samarra, al sur de Tikrit.
Pese a los golpes militares del gobierno iraquí al DAESH, la situación convulsa prevalece en la mayor parte del país mesopotámico y provoca un incesante éxodo de civiles de zonas en conflicto.
El gobierno de Khanaqin, en Diyala, aprobó un plan para establecer campamentos para desplazados que llegan a esa ciudad huyendo del deterioro de la situación en áreas vecinas, un flujo que supera las cuatro mil familias allí, y las 800 en el distrito de Muqdadiya, según datos oficiales.
Medios locales comentaron como otro intento de Nouri Al-Maliki de presionar a países árabes para que nieguen todo apoyo al DAESH el anuncio del posible corte del suministro de petróleo a Jordania, luego que el pasado miércoles permitió una reunión de opositores sunnitas iraquíes en Ammán.
Iraq, que provee unos 20 mil barriles diarios de crudo a la refinería Jordan Petroleum del reino hashemita, mostró malestar por la conferencia que aglutinó a 150 opositores supuestamente desligados del extremismo del EI.
[Fuente: Prensa Latina, Bagdad, 22jul14]
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