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27oct06
La OTAN admite que mató a civiles en Afganistán.
En lo que quizá haya sido uno de los peores ataques contra la población civil en Afganistán, entre 50 y 60 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron en Kandahar durante un bombardeo de la OTAN.
Los aliados occidentales admitieron la muerte de civiles pero no han precisado el número mientras que los dirigentes de las tribus afganas del sur dijeron ayer que los ataques de la OTAN, lanzados el martes, en el segundo de los tres días de la festividad que marca el fin del mes del ayuno del Ramadán, causaron más de 50 muertos. La OTAN al principio habló sólo de la muerte de 48 "guerrilleros islámicos" y ningún civil.
Muchas familias estaban en la mesa para celebrar la fiesta de Eid al Fitr cuando comenzaron los bombardeos sobre la localidad de Panjwayi, en el sur del país, cerca de la frontera con Pakistán, dijeron testigos. Los ataques causaron la destrucción total de al menos 24 casas. "Era de noche, y esa puede ser la razón por la que no sabían dónde lanzar las bombas", expresó Agha Lalai, miembro de la asamblea provincial. Y un miembro del Consejo Provincial, Bismallah Afghanmal, estimó que los muertos pueden llegar a ser 80.
Uno de los heridos relató a los periodistas europeos desde el hospital que el ataque se produjo de madrugada, hacia las 02.00 hora local, y que en él perdió a cinco miembros de su familia, entre ellos su mujer y su hija.
El sobreviviente explicó que en la zona atacada por los aliados occidentales se agrupaban "cientos de personas que habían perdido sus casas". Como es habitual cuando mueren civiles por acción de las fuerzas extranjeras, un portavoz de la OTAN, en este caso Mark Laiti, acusó a los talibán de usar a la población civil como "escudos humanos". Pero la misión de Naciones Unidas en Afganistán (Unama) pidió una "investigación rápida y profunda" tras la denuncia de la masacre.
"Unama está muy preocupada por las noticias de que un gran número de civiles pueda haber muerto en operaciones militares", expresó un comunicado emitido en Kabul. El Ministerio de Defensa afgano envió un equipo a investigar lo ocurrido, informó una versión oficial. Una acción similar ocurrió el miércoles en la provincia de Helmand, cuando al menos otros 20 civiles murieron bajo el fuego de la OTAN, que más tarde en un comunicado lamentó los "daños colaterales" causados en el marco de su lucha contra la resistencia de grupos armados.
ISAF, Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de la OTAN, está formada por unos 22.000 soldados de 37 países a los que se suman otros 20.000 de EE.UU., los cuales se enfrentan a una resistencia cada vez más feroz en Afganistán.
Las operaciones militares en este país asiático serán uno de los temas que discutirán hoy en Washington el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, con el presidente George W. Bush y con la secretaria de Estado Condoleezza Rice, informaron fuentes de la Organización de la Alianza Atlántica.
Por otro lado, siete soldados alemanes sospechados de haber participado de la profanación de cadáveres en Afganistán —como el miércoles había revelado el diario germano Bild— fueron identificados, y cuatro de ellos ya no forman parte del Ejército, informó el ministro de Defensa, Franz Josef Jung, a la cadena de televisión ZDF.
El hecho había causado un escándalo en Alemania.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 27oct06]
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