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14ene08


El Gobierno ya cubrió el 20% de las vacantes de jueces nacionales


En sus primeras semanas de gestión, Cristina Kirchner se mostró decidida a cumplir con un viejo reclamo de la Justicia: acelerar el proceso de selección de candidatos a jueces para cubrir los más de 200 juzgados nacionales que están vacantes.

La semana pasada, en un sólo día, firmó los decretos que pusieron en funciones a 39 jueces civiles de la justicia del trabajo y de tribunales federales de Rosario y de Tierra del Fuego, por lo cual ahora las vacantes por cubrir son 160. Esos 39 magistrados habían sido seleccionados en concursos que demoraron más de dos años entre el Consejo de la Magistratura, el Poder Ejecutivo y el Senado.

Entre noviembre y diciembre el Gobierno agilizó la parte que le corresponde en ese proceso y envió 61 ternas al Congreso. Nunca habían llegado al Senado tantos pedidos de acuerdo juntos. Por eso, a la Presidenta le quedan hoy 28 concursos por resolver, una cifra inusualmente baja.

Hace apenas cinco meses se acumulaban en la Casa Rosada 99 ternas sin definir. Casi un año le llevaba al Gobierno, en promedio, elegir a cada candidato. Ningún funcionario explicó jamás el porqué de la demora, mientras la oposición denunciaba que se manipulaban los concursos y que se estaba especulando con la debilidad de los subrogantes, jueces suplentes que no cuentan con la garantía de estabilidad porque pueden ser removidos por la sola decisión del Consejo de la Magistratura.

Entonces, la Asociación de Abogados de Buenos Aires presentó un amparo para que la Justicia obligara a Néstor Kirchner a designar a sus candidatos. El pedido no prosperó, pero el Gobierno empezó a apurar los trámites.

Sin embargo, todavía no se soluciona la crisis de los juzgados vacantes: casi el 20% de los tribunales nacionales siguen sin juez, según los últimos datos publicados por el Consejo de la Magistratura, y están a cargo de un subrogante, figura que la Corte juzgó inconstitucional y ordenó erradicar antes de mayo próximo (ver aparte).

El problema persiste porque las renuncias de los jueces se multiplican, pero también porque mientras el sistema se acelera de un lado, se frena de otro.

Ahora, el proceso está trabado en el Consejo de la Magistratura, que tiene en su poder 55 concursos para cubrir 116 vacantes y en la segunda mitad de 2007 envió sólo cinco ternas al Poder Ejecutivo, según sus propios datos.

Una paradoja. La reforma del Consejo, que impulsó Cristina Kirchner declaraba como objetivo convertirlo en un cuerpo más ágil.

La diputada oficialista Diana Conti, vicepresidenta del Consejo, explicó a LA NACION que el proceso de selección está paralizado, porque están debatiendo cómo hacer los concursos de acá en más. El año pasado, armaron de nuevo las listas de jurados.

"El nuevo Consejo de la Magistratura no ha logrado consensuar pautas para los concursos y criterios de selección que agilicen los procesos", explicó la legisladora kirchnerista.

El oficialismo cree que hay que reestructurar el sistema y propone derogar la tabla de puntajes establecida para valorar los antecedentes. La idea es elegir a los candidatos sin atarse a reglas tan estrictas. Esta iniciativa es resistida.

Cuando el oficialismo, con mayoría en el Consejo de la Magistratura, la planteó por primera vez, el entonces presidente del cuerpo, el abogado Pablo Mosca, se opuso. "Se pretende romper liminarmente con un sistema que venía funcionando sin problemas y que siempre fue transparente", dijo, y envió una nota a la Comisión de Selección para intimarla a que avanzara en los concursos pendientes.

Según Conti, los problemas que tienen hoy se deben a que era poco confiable la forma en que se tomaban los exámenes y se armaban las listas de méritos en "el Consejo anterior".

Puja de intereses

Además, existe una puja entre jueces y abogados. Unos quieren que se valore más a los postulantes de trayectoria judicial; los otros, que todos tengan iguales oportunidades de entrar en la Justicia, también los que no hayan hecho carrera en Tribunales.

"Antes, el Consejo de la Magistratura enviaba las ternas y el Poder Ejecutivo no las cubría. Ahora, el que no despacha ternas es el Consejo y eso también nos preocupa", dijo a LA NACION Carlos Andreucci, presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA). "También nos parece preocupante que se cambien las reglas y, después de la reforma del Consejo, los abogados ni siquiera estamos en la Comisión de Selección para discutirlo", protestó.

Para la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, la más representativa de las agrupaciones de jueces, el problema no son las normas, sino cómo se aplican. "Los consejeros deberían dejar de hacer política y trabajar más. Que vayan a hacer política al Congreso o al comité", dijo Ricardo Recondo, su presidente.

El cree que con haber mandado ternas adeudadas el gobierno de Cristina Kirchner no solucionó la crisis. "Quisieron cumplir de una vez con el trabajo que debían y eso me parece bien, pero ¿qué va a pasar en el futuro? En mi fuero [el civil y comercial federal de la Capital] se están yendo jueces, va a quedar vacante la mitad de los cargos y en seis meses vamos a tener el mismo problema."

Algo más optimista, Andreucci dijo: "El Gobierno tenía que cubrir las vacantes, porque se termina el sistema de subrogancias, pero de todos modos le damos un voto de confianza de que se quiera regularizar el Poder Judicial".

En el Consejo también prometen agilizar el sistema. El nuevo presidente, el académico Mariano Candioti, anunció que uno de los ejes de su gestión será buscar la "excelencia" en el proceso de selección y profundizar "el principio de transparencia".

[Fuente: Por Paz Rodríguez Niell, La Nación, Bs As, Arg, 14ene08]

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