Un año después de la marcha de la dignidad.

Por Roberto Enrique González


Indice

Introducción.
Las luchas sociales en Argentina.
Hacia la marcha de la dignidad.
Otros caminos: las puebladas.
Conclusión

Introducción.

Mientras un grupo de desocupados de Abra Pampa discutían ideas sobre los acontecimientos que estaba viviendo la provincia y algunos de ellos manifestaban un desgano, un no querer luchar porque siempre todo queda en nada, me acordé de algunos apuntes que quería dar forma. Estos apuntes reflejaban parte de la "marcha de la dignidad" y por eso que al cumplirse un ano de dicho acontecimiento quiero reflexionar y, a la vez, demostrar que ninguna lucha es en vano.

Dejando de lado los rigores científicos de la historia y la sociología, es que quiero compartir este humilde trabajo, partiendo primero de los acontecimientos históricos para terminar reflejando a realidad que nos toca vivir.


Las luchas sociales de nuestro pueblo.

Cuando los pueblos oprimidos alcanzan un nivel suficiente de concientización, existe la posibilidad de captar su tremenda fuerza expresiva a través de las luchas sociales. Un pueblo que viva en situaciones limites es necesario que adopte formas de expresión significativas y claras.

Directamente debe expresarse con la denuncia y las medidas de fuerzas. Para ello hay que tener una conciencia clara de la situación en que se vive y conocer la historia y las luchas protagonizadas por las clases populares.

En nuestra Puna la lucha comienza con el descubrimiento y la colonización.

Así las cosas, en 1780 descubrimos ya el primer intento fuerte de rebelión popular en la Puna siguiendo los edictos de José Gabriel Cóndor-Canqui (Tupac Amarú), los aborígenes expresan su indignación por los injustos despojos de sus tierras, a través de las luchas populares.

En 1873, los punenos se lanzan a recuperar sus tierras en manos de los descendientes de la familia española Fernández Campero que se ven atacados por sus mismos arrenderos. La sangre derramada es la primera semilla de la lucha puneña, que habría de fructificar anos más tarde.

Nuevamente por problemas de tierra, el 3 de diciembre de 1874, en el lugar denominado "Abra de na Cruz", junto a Cochinoca, se entabló el primer combate serio entre las tropas gubernamentales y los nativos de la Puna.

El enfrentamiento fue favorable a los punenos. El gobernador pide ayuda a Salta y organiza una nueva expedición. Una autentica batalla se libró en Quera el 4 de enero de 1875. Los refuerzos recibidos hacen inclinar la victoria a las fuerzas del gobierno.

A mediados de mayo de 1946, desde Abra Pampa, Capital de la Puna, un núcleo de valientes puneñs parten a pie hacia Buenos Aires. La comisión fue denominada "Malón de la Paz".

El "Malón de la Paz" llega a Buenos Aires. El Presidente de la República los recibe en la Casa Rosada. Pero los inocentes hombre de la Puna, sorpresivamente, son embarcados en un tren especial y vigilados por la Policía Federal.

En 1965 los mineros de El Aguilar deciden manifestarse haciendo una marcha hasta San Salvador de Jujuy. Son detenidos cerca de Maimara y son engañados por falsas promesas.

En noviembre de 1973 se produce el "aguilarazo", manifestación violenta de nuestros obreros.

El 20 de marzo de 1986 se inicia otra marcha. Esta vez es de los lineros de Pirquitas hasta San Salvador de Jujuy con la intención de llamar la atención sobre su situación y ser escuchados por los empresarios y autoridades.


Hacia la marcha de la dignidad.

Dentro de la primavera alfonsinista el pueblo sufre unos ajustes y es así que en mayo de 1989, luego que el presidente Raúl Alfonsín anunciara un fuerte aumento impositivo y la conformación de un ministerio especial para tramitar la crisis hiperinflacionaria, y mientras el justicialismo y el radicalismo acordaban adelantar la fecha de entrega del Bastón Presidencial, cientos de pobladores de distintas ciudades del país ganaban la calle decididos a llevar alimentos a sus hogares. Más de 57.000 personas participaron de 771 saqueos que entre mayo del 89 y marzo del 90 causaron 17 muertos, 307 personas heridas y 3.188 detenidos.

Ante estos hechos nace la esperanza en manos de un hombre del interior que promete la "resolución productiva". Este hombre es el actual Presidente de la República, Carlos S. Menem.

Comenzó por privatizar las empresas del Estado si tener en cuenta la cantidad de desocupados que lo implicaba.

Instauróun modelo económico capitalista salvaje que trae un millón de marginales, un 17% de desocupación estructural sin subsidio de desempleo, brutal desigualdad en la distribución de la riqueza, explotación monopólica en servicios públicos, destrucción de la pequeña y mediana empresa, quiebra económica de regiones del interior, presión impositiva sobre los más pobres y ausencia total del estado en su rol de defensa de los más débiles.

Distribución corrupta de la riqueza, para alimentar una nueva clase social de millonarios rentistas improductivos: la clase social política.

Sumado a este modelo, en nuestra provincia de Jujuy, vemos la incapacidad que tienen de gobernar nuestros dirigentes políticos, como consecuencia del estancamiento de la misma (en el periodo de 1990 a 1996 pasaron 5 gobernadores).

Todo este ajuste ocasionó nuevamente el cansancio de nuestro pueblo que, sumido y pacíico, decidió emprender nuevamente una lucha pacíica pero de un mayor esfuerzo, marcha hacia la capital de la provincia para pelear por su DIGNIDAD.

Y es así que el 21 de junio de 1996, con unas 350 personas, desde La Quiaca se inicia la denominada "Marcha de la Dignidad".

Tení como objetivo hacer sentir que el hombre de Puna y Quebrada tiene dignidad y es por eso que necesita trabajo, educación, salud y que no haya más impunidad ante hechos concretos de corrupción y se eliminen los famosos "bonos" que tanto dolor de cabeza traen a nuestras comunidades.

A su paso por los pueblos de la Puna y la Quebrada se fueron sumando distintos pobladores, dejando de lado las dolencias que dejaba el esfuerzo, el frío y las incomodidades, el día 25 de junio llegaba a la capital jujeña la valiente "Marcha de la Dignidad", donde un núero aproximado de 4.000 personas, recibe a los puneños y quebradeños.

Luego de recorrer casi 300 Kms., la multitud llega aproximadamente a las 12: l5 hs. frente a la Casa de Gobierno, donde distintos oradores pronunciaron sus broncas y necesidades. Por allí se escuchaba una canción que decía: "..traigan al gorila musulmán para que vea que el pueblo pelea, pelea.... por su dignidad".

Una vez más el pueblo humilde es protagonista de la lucha por sus derechos y su dignidad.

Ojos que no quieren ver, corazón que no siente.

Nos hemos acostumbrado a ver la pobreza en el mundo como parte del paisaje cotidiano. Se nos induce incluso a creer que es parte de la condición humana. Prueba manifiesta de ello son las declaraciones de nuestro presidente Carlos Menem: "Pobres hubo siempre y los habrá siempre".

Si nuestro Presidente no quiere ver la realidad, con más razón sus funcionarios y gobernantes y es así que la insensibilidad y el querer mirar para otro lado, sobre todo los propios intereses, dejaron de lado los petitorios de la "Marcha de la Dignidad" en falsas promesas y la desesperanza en el pueblo humilde.

Pero no todo estaba perdido. Atrás quedaron los recuerdos, las anécdotas de un pueblo solidario que de a poquito va adquiriendo conciencia de lucha y organización.


Otros caminos: las puebladas.

Simultáneamente con la "Marcha de la Dignidad", en todos los medios de comunicación del país se levantaba un nombre: Cutral-Co. Los manchones oscuros, producto de las gomas quemadas y fuegos encendidos en los 23 piquetes a lo largo de la R- 22, indicaban el modo de comenzar con una nueva metodología de protesta: las puebladas. Allí estaban protestando al más de 57.000 personas (Cutral-Co y Plaza Huincul).

La poblada de Cutral-Co tienen la característica de un hecho testigo del momento que vive el país. De hecho, es la llave de las demás pobladas del país.

A estos hechos sociales de las puebladas, dice el sociólogo Marcos Guillén: "hay que interpretarlos desde un análisis global del contexto histórico-social del país. En general surgen como emergentes de un motivo particular que no es grande, pero que tiene que ver con una reivindicación sentida en una comunidad o en algún hecho puntual".

Y estos hechos puntuales tienen que ver con la falta de trabajo, la impunidad, la falta de justicia y la poca capacidad de gobernar. Cutral-Co fue el puntal y es así que el 9 de abril de 1997 los docentes neuquinos, a quienes se unieron después alumnos, piqueteros y trabajadores estatales, cortaron la R-22 en Cutral-Co en protesta contra la reforma educativa y la política salarial. El 12 de abril unos 400 efectivos de la policía y gendarmería reprimieron la manifestación, provocando la muerte de Teresa Rodríguez, una empleada domestica de 25 anos que iba camino a su trabajo y no participaba en la manifestación.

El 8 de mayo, cerca de la frontera con Bolivia, más de 4.000 personas cortaron la R-34 de Tartagal (prov, de Salta) en reclamo por fuentes de trabajo.

Y nuevamente nuestra provincia es protagonista de su lucha. Del 21 al 31 de mayo de 1997 se producen cortes de ruta en toda la provincia. El primer corte en la R-34 a la altura de Libertador Gral. S. Martín, donde el gobierno manda a reprimir violentamente al pueblo con efectivos de gendarmería.

Luego de varias deliberaciones entre piqueteros, gobierno y la mediación de la Iglesia, el 30 de mayo se firma un acuerdo de 19 puntos esperando que esta vez si se cumplan.


Conclusión.

Ante estos hechos que son reales, me queda una sensación de esperanzas.

En primer lugar no debemos olvidarnos fácilmente nuestro protagonismo como pueblo y menos que menos, sumirnos en la desesperanza... Y en estos momentos me estoy acordando de un cuentito que dice: "en un descampado, un pastorcito había ordenado leche de una cabra y la puso en un recipiente. Y resulta que por el mismo descampado venían jugando dos ranitas y accidentalmente caen dentro del recipiente. Una de ellas se deja estar y se muere en el fondo. La otra empieza a patalear y así de esa forma hace espuma y esta la hace flotar a la superficie salvando su vida".

Yo creo que esta ultima actitud es la que tenemos que tomar: patalear, luchar por nuestros derechos, organizarnos, reflexionar y sobre todo, luchar no solo por nosotros mismos, sino por los que vienen detrás nuestro, nuestros hijos y nietos, para que ellos vivan dignamente.

"Para todos todo, nada para nosotros".


Artículo publicado en la revista "Animadores" de la Prelatura de Humauaca, y editada en Julio 1997 en El Aguilar, Jujuy, Argentina. Reproducido por Movimiento Ecuménico por los derechos humanos de Buenos Aires, Argentina el 28 de agosto de 1997 y digitalizado por el Equipo Nizkor en Madrid el 29 de agosto de 1997.