Caratula
El Derecho al Agua en el Sur de las Américas

A la experiencia de lucha del pueblo de Arequipa frente a las Privatizaciones.

Por Luis Saraya |1|

En muchas oportunidades he escuchado en el Perú que Chile es un país ejemplo de buenos resultados de las privatizaciones, por ejemplo, en los casos de Telefónica, de aguas, de las Asociaciones de Fondos de Pensiones, AFPs y otros. Hoy debo conocer una realidad distintas. Lo que yo acabo de escuchar, las exposiciones que hacen de los diferentes sectores representativos del país hermano de Chile, me dejan claro que esto no es así.

Pero esto me da también la razón de que en verdad la columna para los países latinos es el sistema, el modelo que impone las privatizaciones. ¿Y cuáles son las consecuencias de estas privatizaciones? Las que ya explicó muy bien el compañero de Argentina y que se repiten en Perú, por ejemplo, en el caso del agua potable.

En Perú, un 15 % del agua potable ya se ha privatizado, pero hay departamentos que están luchando por no caer en este juego que impone el Fondo Monetario Internacional.

Creo que tenemos que actuar y esto significa que no sólo debemos hablar de la unidad de nuestros países o hacer un documento, dejando luego que las cosas queden ahí.

Yo les transmito un ejemplo de acción concreta y es lo que pasó en el Cuzco, cuando quisieron privatizar Machu-Picchu. Yo tuve la oportunidad de estar ahí cuando se acordó esa privatización y de ver cómo el pueblo de Cuzco se organizó: todos jugaron un rol ahí, todos se pusieron la camiseta, el pueblo y toda la sociedad civil (organizaciones gremiales, sociales, estudiantes, sindicatos y otros). En cambio, también vi que los partidos políticos no se pusieron de parte del pueblo, no se pusieron la camiseta y buscaron sus intereses personales, intereses económicos. Esa es la realidad que acontece en los partidos políticos de los países latinos y también tenemos que tocar ese tema.

En mi país, ¿cómo funciona el Congreso al momento de las privatizaciones? Con intereses que lamentablemente están del lado del poder económico. Lo mismo pude ver en Venezuela, cuando se discutía acerca de la sociedad social y los señores diputados estaban con una sola camiseta para aprobarla.

Sabemos quien impone la privatización de las empresas, pero creemos que hay formas de decir a nuestros propios representantes de gobierno que no sólo la privatización es el camino, hay otras alternativas que pueden hallarse sobre la base de un diálogo democrático y de unidad.

En Arequipa, en el caso de aguas, existió un documento oficial del Ministerio de Economía y Finanzas del Perú que exponía "no vamos a privatizar", pero también un documento confidencial que sostenía lo contrario. Entonces, ¿qué hace el pueblo de Arequipa?. Se organiza, y para eso previamente se educa sobre el objetivo del ALCA, sobre qué es el libre mercado y el liberalismo, porque a veces el pueblo no sabe y ve primero por su alimentación; no le interesan los conceptos. El pueblo está sujeto a eso, a sobrevivir con salarios bajos.

Lo que hacemos nosotros es concientizar al pueblo, a partir de las organizaciones representativas de base. Partimos por casa, con el cuerpo ejecutivo de nuestra Federación, para poder después salir a nuestro entorno, a las organizaciones, y de esta manera hacer entender, incluso a la misma prensa, que también juega su rol y defiende sus intereses. Y esto lo digo con conocimiento, porque son diez años los que hemos luchado en el Perú frente a la dictadura.

Tres cosas importantes sobre las razones que tuvo el pueblo de Arequipa para oponerse a las privatizaciones.

Hay que considerar que durante 10 años de dictadura se habían privatizado cerca de 228 empresas en el Perú, -entre ellas empresas estratégicas, de electricidad, de agua, puertos- ocasionando el despido de 1 millón 200 mil trabajadores.

Cuatro empresas de Arequipa -Gloria, Minera Perú, Puerto Matarán y Cemento Ayuda- fueron privatizadas. Pero hubo compromisos con el nuevo gobierno de que las ganancias y utilidades iban a ser invertidas en Arequipa, pasó el tiempo y sus utilidades fueron fabulosas, pero salieron de casa para ser invertidas en otros países y, más encima, hubo despido de trabajadores.

Por su parte, el valor de los activos fijos de las empresas de electricidad alcanzaban un monto de 8 mil 326 millones de dólares. En el proceso de privatización los activos de estas empresas bajaron a 2 mil 881 millones de dólares y es por eso que los privados se peleaban por comprarlos.

Había además, otras razones, que nosotros argumentábamos con fuerza. Yo recuerdo que al pueblo de Arequipa y a los que dirigíamos estas fuerzas, se nos comparaba con los de las FARC, se nos llamaba disociadores, antidemocráticos. Nosotros respondíamos al gobierno -y esto es un ejemplo para los países donde se sigue privatizando- que esto es democracia, que luchábamos para poder nuevamente ver esa democracia, antes de estar impuestos con el Fondo Monetario Internacional.

Es así como el pueblo de Arequipa se organiza. La Federación Departamental de Trabajadores, de la cual yo soy secretario general, convoca a todas las organizaciones sociales a conformar el Frente Amplio Cívico de Arequipa. Hacemos un congreso y comenzamos a trabajar con nuestros argumentos. Dialogamos con el gobierno y le expresamos nuestro acuerdo con las inversiones nacionales y extranjeras, en principio, y nuestro desacuerdo con la devaluación de estas empresas y con la opción de regalarlas, como también con los despidos.

El gobierno no nos hace caso, a lo que nosotros respondemos con cuatro paros, en los que fueron comprometidos amplios sectores sociales. Porque cuando hay un problema de salud yo me pregunto por qué solamente salen los trabajadores de la salud, ¿acaso el sector salud no es un problema de toda la población? En el caso de la privatización del agua ¿acaso no afecta a todo el pueblo? ¿Qué está faltando entonces?

En Arequipa dijimos: el agua afecta a todos. La luz afecta a todos. Comprometimos a todo el mundo y también hicimos propuestas al gobierno, a los señores congresistas, a las diversas organizaciones representativas del Perú. Como así y todo no fuimos escuchados, tuvimos que tomar medidas de fuerza: un paro de 24 horas nada más.

Conclusión general: dos muertos, cerca de 380 heridos, despidos de muchos compañeros dirigentes, entre los que me hallo. Pero también, el logro de un objetivo: primeramente un documento donde se firma la suspensión del proceso de privatizaciones. Entretanto prosigue el proceso judicial que obliga al gobierno a desagraviar al pueblo de Arequipa por las ofensas de las que hemos sido victimas; Además hemos obtenido del gobierno el compromiso de respetar la autonomía del poder judicial. También hemos pedido la renuncia de ministros. No pasaron 15 ó 20 días y se produjo la renuncia de cuatro o cinco ministros. Hoy allá en Arequipa, en el Perú, el señor presidente no se aparece, no se acerca.

El gobierno está esperando que esto pase, pero nosotros hemos respondido diciendo que no pasarán más las privatizaciones. Esto ha sido un golpe al Fondo Monetario Internacional y ha sido un ejemplo para los demás países de cómo un pueblo organizado, un pueblo concientizado, pese a esas dos lamentables muertes -de jóvenes estudiantes- puede conseguir sus objetivos.

Yo he podido entender que, si actuamos con propuestas, si actuamos con diálogo, que es parte de la democracia, y no nos escuchan ni los congresistas ni el presidente ni los ministros, entonces tenemos que usar grados de fuerza. Así el pueblo de Arequipa se hizo respetar ante las privatizaciones. Sin embargo yo sigo diciendo también que lo principal es que los pueblos hemos elegido también a nuestros representantes al congreso y ellos deben jugar un papel muy importante, que hoy no juegan. Insisto que hay muchos que juegan para otros intereses, para los del Fondo, de la carta de intención, de las privatizaciones, de la camiseta económica. Esa es la realidad. Y dejan a un lado los intereses esenciales del pueblo.

Por eso creo que es muy importante esta reunión. Sobretodo porque ahonda en las responsabilidades que recaen sobre todo este colectivo de representatividad, que debe avanzar, de una u otra manera, hasta lograr sus objetivos.


Notas:

1. Secretario General de la Confederación General de Trabajadores de Perú.CGTP, Arequipa, Perú. [Volver]


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