Labradores de la Esperanza
San Javier de Loncomilla

San Javier era una de las comunas de la provincia de Linares. Ella fue foco de grandes enfrentamientos. Sectores de derecha habían hecho de la ciudad de San Javier su centro de operaciones. La figura de Femando Romero Vásquez, diputado por el Partido Nacional y dirigente de Patria y Libertad Junto a la de su hijo Adolfo, se destacaba por su oposición violenta a la reforma agraria y a los partidos de izquierda. "Siempre fue nazi, participó en lo del Seguro Obrero. El no era hacendado, pero poco a poco fue ganando dinero y comprando propiedades, se transformó así en un hombre poderoso", nos testimonió Leopoldino González.

El día 11 de septiembre, gran cantidad de campesinos fueron detenidos en diferentes fundos de los alrededores de San Javier. En los operativos participaban grupos de derecha, carabineros, militares y personal de investigaciones, sobresaliendo entre ellos Héctor Torres que, como vimos, también actuó directamente en interrogatorios y tortura, en Linares y Parral.

1. Los seis ejecutados de San Javier: antecedentes sobre sus muertes.

En esta comuna fueron ejecutados el mes de octubre de 1973, 6 hombres. Los cuatro primeros, todos jóvenes militantes del Partido Socialista, murieron el día 2 de octubre, en algún lugar entre la Escuela de Artillería de Linares y el Polígono de Tiro.

Sólo uno de ellos -el mayor de 26 años-, era casado y tenía dos hijos, los demás eran solteros. El menor tenía 19 años y era estudiante secundario, los otros dos jóvenes tenían apenas 20 y 22 años respectivamente. Dos eran funcionarios de la CORA.

Sus muertes están relacionadas con la presencia del General Arellano Stark en la región. En efecto, según antecedentes que hemos recopilado, los primeros días de octubre, su helicóptero aterrizó, proveniente de Talca, en la Escuela de Artillería de Linares.

Otros dos hombres fueron ejecutados el día 18 y 25 de octubre en circunstancias aún difíciles de precisar.

Un hombre, Miguel Antonio Figueroa Mercado, está desaparecido.

La primera información sobre la muerte de los cuatro jóvenes socialistas, apareció en el diario El Heraldo de Linares, del 4 de octubre de 1973, de la siguiente manera:

"CUATRO EXTREMISTAS MURIERON AL INTENTAR FUGARSE" (...) el día 11 de septiembre atacaron a Carabineros de San Javier con armas de fuego, murieron al tratar de escaparse."

"El martes 11 de septiembre, más o menos a las 10:30 hrs, mientras un jeep de carabineros efectuaba un patrullaje por calle Arturo Prat, pasó a gran velocidad un jeep de CORA desde el cual dispararon contra Carabineros, sin herir a ninguno de los policías. Después de una persecución ardua. Carabineros logró detener y desarmar a los agresores. Los detenidos pasaron a disposición de la Justicia Militar."

"Realizado el proceso, los cuatro extremistas, todos de la Unidad Popular, confesaron haber agredido a Carabineros con armas de fuego."

"El día martes y mientras se efectuaba la reconstitución de escena, los detenidos trataron de arrebatarle las armas a los soldados y darse a la fuga. A consecuencia del intento, el personal a cargo de su custodia se vio en la necesidad de hacer fuego. Los extremistas que murieron son:

Leopoldo González Norambuena, de 20 años;
Segundo Sandoval Gómez, de 19 años;
José Sepúlveda Baeza, de 22 años;
Teófilo Arce Tolosa, de 26 años."

Absolutamente diferente es la versión entregada por familiares y testigos sobre la detención, prisión y muerte de estos cuatro jóvenes. Miguel, hermano de Teófilo Arce, nos informó, que el día martes 11 de septiembre él, su hermano y otros jóvenes funcionarios de la CORA, al enterarse por la radio de lo que ocurría en Santiago, fueron inmediatamente a presentarse ante el Gobernador de ese entonces, Sr. Espinoza. Con él discutieron la situación, les pidió que repartieran alimentos a los pobladores más pobres. Miguel Arce, salió con oíros funcionarios de la CORA hada el campo. Su hermano Teófilo, junto con José Sepúlveda, Leopoldo González y Segundo Sandoval, lo hicieron también en otra camioneta de la CORA. Esa tarde, su hermano le contó lo que les había sucedido: en el camino se cruzaron con Femando Romero, quien iba con su cuñado y algunos carabineros. Estos los insultaron, los amenazaron y empezaron a seguirlos. Su hermano y sus amigos abandonaron el vehículo, corrieron por el campo y se escondieron detrás de unos árboles en los potreros. Los carabineros hicieron disparos al aire, pero no los vieron.

El día 12, Teófilo estaba tranquilamente en su casa tomando onces, cuando policías de San Javier vinieron a buscarlo porque estaba siendo requerido. La misma versión dio su esposa.

Sucesivamente, los cuatro jóvenes fueron detenidos entre los días 12 y 13 de septiembre por funcionarios de Investigaciones de San Javier, dirigidos por Héctor Torres. Sólo Leopoldo González se presentó voluntariamente.

Todos ellos se encontraban en libre plática en la Cárcel de Linares, donde habían sido trasladados y recibían normalmente visitas de sus familiares. Nada explica su ejecución el día 2 de octubre. Según el padre de Leopoldo González: "...lo que sí nos aseguraron numerosos presos políticos que se encontraban con ellos, es que ese día se supo que a la Escuela de Artillería de Linares había llegado un General en helicóptero. Ahora tengo la seguridad de que Arellano Stark inició su 'Caravana de la muerte' con el asesinato de mi hijo y sus 3 compañeros. Dos días después, el grupo de Arellano mató a 4 jóvenes, también socialistas, en Cauquenes."

Al estudiar algunos aspectos de sus vidas, en conversaciones con sus familiares y de la lectura de testimonios elaborados por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, hemos reconstituido algunos antecedentes sobre ellos.

2. Sus Vidas

Teófilo Arce Tolosa.

Teófilo Arce Tolosa

Tenía 26 años, era casado, con dos hijas, y funcionario de CORA. Fue detenido en su domicilio el 12 de septiembre por efectivos de Investigaciones de San Javier.

Su esposa, profesora de enseñanza básica, relató que en el año 1970, Teófilo y ella, entraron a militar al Partido Socialista en San Javier. Ambos tenían enormes deseos de participar y ayudar a resolver las mínimas necesidades de los más pobres. En el verano de 1971, organizaron una Colonia de niños sin recursos y los llevaron a la playa de Curanipe. Ella iba como Directora y Teófilo a cargo de todo. Al año siguiente volvieron a organizar este veraneo en Curanipe. Por esos tiempos, y durante el proceso de la reforma agraria. Teófilo participó en una toma de sitios eriazos, cercanos al río del fundo La Obra. La Gobernación apoyó esta toma, proporcionando mediaguas a familias que no tenían nada.

En 1971 entró a trabajar como auxiliar del Servicio Agrícola y Ganadero y, además, fue elegido Presidente de las Juventudes Socialistas de la zona.

Después fue trasladado a la CORA, donde trabajaba de chofer. En las noches asistía a un colegio nocturno para terminar sus estudios de enseñanza media.

En el año 1972 fue designado jefe de la CORA en Curicó. Los fines de semana viajaba a San Javier para reunirse con su familia. Su esposa relató lo que sucedió el 11 de septiembre:

Teófilo había regresado definitivamente a San Javier, pocos días antes del Golpe de Estado. Estábamos en la casa, cuando muy temprano un amigo lo vino a buscar y le contó lo que sucedía. El se levantó y salió. Esa noche no regresó. Volvió como a las tres de la tarde del día siguiente. Venía preocupado y nos contó que había quedado cesante. Esa misma tarde llegaron policías de Investigaciones, quienes en forma amistosa le dijeron que estaba requerido por un Bando Militar. Se conmovió mucho por la situación... yo lloré y creo que él también."

La familia se enteró que se lo habían llevado a la Cárcel de Linares. El domingo 16 de septiembre lograron verlo.

"El nos contó que les hacían simulacros de fusilamiento y que después de esto no sabían si estaban vivos o muertos, que los desnudaban y unos tipos encapuchados los apaleaban. Estaba angustiado, pero trataba de serenarse, no entendía porqué los tenían presos, pensaba que más adelante habría una amnistía para ellos y que sus procesos pasarían a la Fiscalía Militar de Concepción. Estaba preocupado por todo, pero especialmente por nosotras, por mí y sus dos hijas."

Su esposa relata en forma dramática los antecedentes que rodearon su muerte.

"El día miércoles 3 de octubre de 1973, yo me encontraba trabajando en la Escuela Nš 12 de Loncomilla. Como a las 11:30 de la mañana llegó mi cuñado a decirme que habían matado a mi esposo en Linares. Sufrí una crisis nerviosa, no podía entenderlo, no lograba tranquilizarme. Mis colegas trataban de calmarme. Me negaba a ir. Era demasiado terrible."

"Finalmente fui al Hospital de Linares. Al ingresar a la morgue reconocí su cuerpo. Todo el lugar estaba muy iluminado, él estaba con los brazos hacia atrás, el pelo muy sucio, la boca abierta. Tenía una mirada profunda, de horror. No logro olvidarla. Recuerdo además algo muy patético, un golpe que tenía en la nariz, en el transcurso del día se le fue amoratando y continuaba sangrando."

A Teófilo lo velaron en su casa. A pesar del miedo mucha gente llevó coronas, flores. Al día siguiente le hicieron una misa junto a sus compañeros asesinados. Los sepultaron en el Cementerio de San Javier. Allí están sus tumbas.

Un tiempo después, y a pesar de todo lo que había pasado, su esposa pudo conversar con el militar Claudio Lecaros, que era Jefe de Plaza en San Javier, y a quien ella conocía de antes. "Le comenté lo sucedido y él me respondió: 'a veces suceden estas cosas, su marido era un idealista'."

Once días después de que asesinaron a Teófilo, su hermano Miguel Arce fue detenido. Nos contó: "Estuve 11 meses preso en la Cárcel de Linares. No fui tan torturado, pero soy testigo de lo destrozados que volvían los prisioneros que llevaban a interrogar a la Escuela de Artillería de Linares."

Desde que Miguel llegó a la Cárcel, los demás detenidos le informaron que el día que mataron a su hermano y a los otros tres compañeros había llegado un General en un helicóptero a la Escuela de Artillería de Linares. Era Arellano Stark. A muchos no les cabía duda que él había dado la orden de ejecución.

Cuando salió en libertad, Miguel se acercó a la Iglesia y a la Vicaría de Linares para tratar de ayudar.

"Por esa época percibí que entre la gente había terror. En 1975 me fui al exilio en Canadá y al regresar, ahora en 1989, volví a encontrar el mismo terror. La gente no quiere hablar... no quiere saber y siento que es muy difícil poder trabajar. Además, me he dado cuenta que muchos de los campesinos que la derecha contrató como matones están alcoholizados. Ellos también están destruidos..."

Leopoldo Mauricio González Norambuena

Leopoldo tenía recién 20 años y trabajaba en la CORA. El día 12 de septiembre, al saber que lo andaban buscando, se presentó voluntariamente al Cuartel de Investigaciones.

Entrevistamos a sus padres en su casa en San Javier. El padre lo describe así:

"Era extraordinario, siempre ejerció un liderazgo, tenía condiciones y voluntad para todo. Siempre me conmovió como era y lo que proyectaba. Muchas veces me sentí retratado en él, me hacía recordar parte de mi vida. Yo fui fundador del Partido Socialista en San Javier y Regidor por esta comuna, desde el año 1937 al año 1947."

'"Comenzó su trayectoria política a la edad de 16 años, en esa época fue Presidente del Centro de Alumnos de San Javier. Entre otras cosas organizó una brigada de scout, dependiente de la Iglesia."

"Sus ideales lo llevaron a desarrollar múltiples actividades. Entró a militar a las Juventudes Socialistas y muy joven fue designado jefe de las oficinas de la CORA en San Javier. Después del Golpe, se presentó inmediatamente ante el Gobernador designado, Claudio Lecaros, y le hizo entrega de su cargo. Cuando supo que estaba siendo llamado por un Bando Militar, fue a presentarse a Investigaciones, donde lo detuvieron. Al día siguiente fue llevado a la

Comisaría de Carabineros, ahí pude conversar algunas palabras con él. Me pidió una frazada, porque se lo llevaban a la Cárcel de Linares."

Al día siguiente de la detención de Leopoldo, la casa de sus padres fue allanada prolijamente, buscaban armas pero no encontraron nada.

En la Cárcel estuvo tres semanas en libre plática. Allí su familia lo visitó regularmente.

"Un día vimos cuando lo sacaban de la prisión. Lo llevaban en una camioneta donde iba el policía Héctor Torres y un oficial del Ejército. Lo llevaron a Melozal, que es un villorrio que queda al otro lado del río Loncomilla. La idea era que ellos indicaran un sitio donde, según los militares, tenían armas, pero eso no era cieno y no encontraron nada. Hasta ese momento no estaba acusado y no tenía cargo alguno."

La familia asegura que él estaba muy sereno y así lo recuerdan la última vez que lo vieron, el domingo 30 de septiembre, dos días antes de que lo mataran.

"En la mañana del día martes 2 de octubre, vinieron a avisar a mi casa que mi hijo estaba muerto. Personas que se movilizaban en un jeep, nos dijeron que teníamos que retirar su cuerpo antes de las seis de la tarde. Esto se lo informaron a mi hija menor de sólo 7 años, yo no estaba en la casa pues me encontraba trabajando."

"Fuimos inmediatamente a Linares con otra hermana. Llegamos desesperados a la Cárcel preguntando qué había pasado. Me dijeron que el día anterior lo habían llevado a la Fiscalía Militar. Fuimos para allá y pedimos hablar con el Fiscal, nos respondieron que no se encontraba."

"Finalmente fui al Hospital de Linares, ingresé a la morgue, y lo primero que vi, en un mesón grande, fue a mi hijo y sus tres compañeros en unas camillas pequeñas. Todos estaban ensangrentados."

"Con un paño que encontré le limpié su cara salpicada de sangre. Lo besé en la frente y le levanté el chaleco, tenía cuatro perforaciones de bala. Sin embargo, su rostro estaba sereno. Mi esposa no sabía aún lo sucedido, pues ella estaba haciendo trámites por su libertad. Fue tan grande su impresión que quedó inmóvil, sin hablar, sin reaccionar. Desde entones nunca ha dicho nada y ha sufrido por años en silencio."

Don Leopoldino nos comentó que, además de la muerte de su hijo y sus 3 compañeros, "... en San Javier hubo una enorme masacre. Hay gente que no se ha atrevido a testimoniar, creo que en esta región el número de campesinos asesinados es mucho mayor que lo que se sabe. Recién ahora no más, hablé con un campesino de la Higuera, quien me contó que días después del Golpe, en un remanso del río, vio como 5 cuerpos tirados."

José Sepúlveda Baeza

José Esteban Sepúlveda Baeza

José tenía 22 años, era estudiante universitario. Fue detenido el 12 de septiembre por personal de Investigaciones de San Javier. Había estudiado en el Seminario Don Orione porque tenía vocación para sacerdote, pero por un amor tuvo que renunciar a sus estudios seminaristas.

José egresó de la enseñanza media en el año 1971, estudió construcción civil en la Sede de la Universidad de Chile en Talca. Durante 2 años, por sus escasos recursos económicos, vivió en una comunidad universitaria que existía en el Campamento 'Che Guevara'. Ahí, junto a otros compañeros, comenzó a trabajar en las poblaciones.

Su hermano contó:

"José regresó a San Javier, porque quería "dedicar su vida a trabajar por los más desposeídos, los campesinos. En esa época ya era militante del Partido Socialista, donde ocupaba un importante cargo."

"Días después del Golpe, fue llamado por un Bando Militar en la Radio Centenario de San Javier, pero no se presentó."

"El día 13 de septiembre fue detenido por personal de Investigaciones y llevado a la Comisaría de Carabineros de San Javier."

"Luego fue trasladado a la Cárcel de Linares, donde estuvo incomunicado durante 15 días. Lo vimos una sola vez, cuando lo llevaban a interrogatorio junto a Leopoldo González y dos personas más. José estaba herido en una pierna."

"Mientras estuvo detenido nunca nos recibieron ropa ni comida. El día 2 de octubre de 1973, en la mañana, nos avisaron que estaba muerto y que había que retirar su cadáver del Hospital Base de Linares. Reconocimos su cuerpo. Tenía seis heridas de balloneta, una de ellas en el corazón y una bala en el hombro. Esto nos indicaba los enormes grados de tortura que padeció."

"Lo velamos junto a Abelardo Sandoval. Ambas familias hicimos una misa y los enterramos en el Cementerio de San Javier, bajo una fuerte vigilancia."

"Sabemos que en su interrogatorio participó el detective Héctor Torres, conocido de todos. Mi madre había hablado con él antes que mataran a mi hermano. El le dijo que 'José no daba su brazo a torcer', 'que era testarudo', 'que no cambiaba'... tal vez por eso lo asesinaron."

Segundo Abelardo Sandoval Gómez

Segundo tenía sólo 19 años y era estudiante secundario en el Liceo de San Javier. Fue detenido el 13 de septiembre por policías de investigaciones. Su padre era un carabinero jubilado. No hemos logrado hablar con su familia.

Leopoldo González nos relató: "Al principio, las cuatro familias juntas, hacíamos la misa los días 2 de octubre en recuerdo de nuestros hijos. Pero después, el padre de Segundo Sandoval al parecer fue presionado para que no hiciera nada que recordara lo que había pasado."

A la Comisión de Verdad y Reconciliación no le cupo duda que la muerte de estos cuatro jóvenes había sido un crimen premeditado y que resultaba absolutamente "inconsistente" hacer aparecer sus asesinatos bajo figura de muerte por Ley de Fuga.

Dos hombres más fueron ejecutados en la comuna de San Javier..

El día 18 de octubre de 1973, Mario González Albornoz, de 34 años, obrero agrícola, fue detenido en su casa al interior del Fundo "El Sauce", por una patrulla compuesta por militares y carabineros. Sus familiares, testigos de la detención, hicieron desde ese día innumerables consultas a personal de carabineros y también a los militares, quienes negaron incluso su detención.

Su cuerpo fue encontrado una semana después en un fundo vecino llamado "El Candil": "Estaba destrozado, el certificado de defunción señala como causa de muerte: "estallido de cráneo -homicidio-, herida de bala", nos relataron sus familiares.

Ramón Leiva Narváez, de 53 años, profesor y militante del Partido Socialista, es el sexto hombre ejecutado en San Javier.

Ramón había sido detenido entre el 20 y el 25 de septiembre de 1973 en su domicilio, en la comuna de Yerbas Buenas. Allanaron su casa y luego lo llevaron detenido, volvió dos días después. El 20 de octubre de 1973, nuevamente, a la una de la madrugada, volvieron los carabineros de San Javier para llevárselo.

El día 25 de octubre, según relata su hijo. Ramón Leiva Bravo:

"Vecinos nos avisaron que en la línea férrea, entre la Estación de Villa Alegre y el cruce El Durazno, había una persona muerta. Fuimos a la Morgue y a la fuerza logramos entrar, comprobamos que se trataba de mi padre. Al sacarle el chaquetón vimos que sus brazos presentaban innumerables heridas cortantes y al costado izquierdo tenía varios orificios de bala, también tenía orificios en la espalda. Estos eran muchos más grandes."

Miguel A. Figueroa Mercado

3. Un Detenido Desaparecido

Solamente un hombre fue detenido y hecho desaparecer en esta Comuna.

Se trata de Miguel Antonio Figueroa Mercado, 46 años, casado, agricultor. Fue detenido el día 29 de septiembre de 1973 en su domicilio, en el sector de Peñuelas en Yertas Buenas, por una patrulla compuesta por militares de Linares y carabineros de San Javier.

Ante consultas de familiares, tanto los militares como los carabineros negaron el suceso. Desde entonces no se ha sabido más de él. La Comisión de Verdad y Reconciliación considera su caso con convicción.


Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor- Derechos Human Rights el 17abr02
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