Daniel Castro López
Morir es la noticia

Daniel Castro López:
Asesinato del corresponsal de Clarín en Temuco


por Ernesto Carmona(1)

Nombre
Daniel Antonio Castro López
Lugar y fecha de nacimiento
Toco, 13 de junio de 1905
Especialidad
Corresponsal del diario Clarín en Temuco.
Lugar y fecha de muerte
Río Toltén, 10/11 de octubre de 1975. Detenido a medianoche en Liquiñe, Panguipulli, junto con 14 personas, fueron muertos en el río Toltén. Todos son detenidos desaparecidos.
Actividades
Corresponsal de Clarín en Temuco, ciudad donde también oficiaba de comerciante. Nacido en el norte, cerca de Tocopilla, militaba en el Partido Socialista. Era casado y tenía 7 hijos.


Muy poco se sabe de la vida de Daniel Antonio Castro López, corresponsal del diario Clarín en Temuco. Su nombre aparece junto al de otras 15 víctimas detenidas en el caserío Liquiñe del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, ubicado en las cercanías de Valdivia. Personal uniformado provisto de una lista de las víctimas practicó las detenciones entre las 9 y las 11 de la noche del 10 de octubre de 1973.

La mayoría de los detenidos eran obreros del complejo maderero, varios miembros de las familias Tracanao y Reinante, Isaías José Fuentealba Calderón, jefe de área del Complejo en el fundo Trafún, y la profesora de Puerto Fuy Bernarda Rosalba Vera Contardo. El grupo criminal estuvo integrado por militares con vestimenta de combate, efectivos FACH del Grupo Nš 3 de Helicópteros Maquehua, de Temuco, carabineros del retén de Liquiñe y civiles de la zona.

Elcira Figueroa, esposa de Salvador Alamos Rubilar, otra de las víctimas, relató que mientras indagaba sobre su cónyuge desaparecido en la fiscalía militar de Temuco un oficial de alta graduación que no identifica le dijo que las autoridades militares locales poco tenían que ver porque el operativo fue realizado por Comandos Boinas Negras de Colina. "Mejor guarde luto y duelo por el muerto", fueron sus palabras.

Daniel Castro López

Utilizaron una camioneta del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), un vehículo policial, la ambulancia del retén de Liquiñe, numerosos vehículos de particulares y un helicóptero del Grupo 3 de la Fuerza Aérea de Temuco. Según testimonios, en la Hostería de Liquiñe, propiedad de Tullo García, cabeza de una próspera familia radicada en la zona hasta el presente, se les torturó y castigó hasta el cansancio.

Otros grupos criminales actuaron simultáneamente en la zona, llevándose 15 a 20 personas de cada caserío. Los aprehensores se reunieron en el cruce de Coñaripe, equidistante de todos los lugares en que se practicaron detenciones, para tomar el camino a Villarrica. Cuando arribaron al puente del río Toltén, alrededor de las 8, de la madrugada del día 11 de octubre, brillaron los corvos. Dieron horrorosa muerte a todos los detenidos. Luego lanzaron sus cuerpos a las aguas.

Días después, algunos cadáveres emergieron a la superficie, aunque los cuerpos estaban metidos en sacos con piedras. Rápidamente aparecieron carabineros en el sitio del hallazgo macabro para.. .empujar los cuerpos a la corriente del río. Todas las víctimas de la zona (Neltume, Chihuío, Liquiñe y otros caseríos) fueron asesinadas por uniformados sin ninguna parodia de proceso, ni siquiera el manido consejo de guerra. Ocultaron sus cuerpos para impedir que se conociera la noticia y privar a sus familiares de darles honrosa sepultura. Todos son detenidos desaparecidos.

La cineasta francesa Agnes Denis realizó un documental-- "La Guerra Preventiva" -- sobre las matan zas del Complejo Panguipulli, elaboración con los chilenos Patricio Paniagua, realizador, y Paco Peña, guionista. Según la investigación de los productores del film, la operación exterminio estuvo a cargo del coronel de ejército Jorge Iturriaga Marchesse (fallecido), bajo la supervisión del general Bruno Siebert, hoy senador por la octava región.

Las familias que perdieron a sus seres queridos en Liquiñe conviven con los victimarios. Además, sufren la segregación social de lugareños tan modestos como ellos: "Si mataron a tu marido, por algo sería", "Por culpa de ellos fue que pasaron tantas cosas", son los reproches más frecuentes que deben soportar. No son proclives a hablar sobre su tragedia, ni existe información de que hayan realizado gestión judicial alguna para esclarecer la suerte de sus seres queridos.

En Liquiñe, "la confianza básica para una sana comunicación se ha transformado en una multifacética y permanente desconfianza", afirma el segundo volumen de Persona, Estado, Poder (Estudios sobre salud mental), recientemente publicado por el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU). Los parientes de las víctimas son renuentes a recibir a los investigadores que hurgan el pasado.

Esta actitud, "ha dificultado el logro de espacios solidarios y democráticos en el proceso de transición a la democracia y ha obstaculizado el conocimiento de la verdad", estima CODEPU. También ha impedido que se hagan reuniones en Liquiñe. Para los investigadores resultó impresionante constatar cómo los familiares de las víctimas conservan vividos sus recuerdos, el miedo, "la intensa emoción y la angustia de entonces".

Daniel Antonio Castro López operaba como corresponsal de Clarín en Temuco, pero su actividad principal era el comercio. Según su hija María Miriam Castro Reyes, residente en Rancagua, su padre vivía en Liquiñe, y no en Temuco, con una nueva cónyuge, Ernestina Muñoz. Allí poseía una pulpería, negocio que abastecía una amplia gama de productos. La hija ignora cómo su padre se vinculó al periodismo y a Clarín, pero recuerda que era un entusiasta militante del Partido Socialista.

"Mi padre era muy querido en la, zona porque ayudaba mucho a la gente, era muy solidario con los pobres; les enseñaba a leer y a. escribir a los campesinos transformados obreros madereros", dijo María Miriam Castro Reyes. En "La Guerra Preventiva" sólo aparece un letrero con su nombre entre las víctimas de Liquiñe. El director de Clarín en 1973, Alberto Gamboa, no recuerda su nombre, ni haberlo conocido. Recomendó dirigirse a quien coordinaba los corresponsales del diario, el periodista Alejandro Arellano, quien vive en Australia. Pero Arellano manifestó que tampoco lo recuerda. No sabemos cómo Castro López se vinculó al periodismo y llegó a ser corresponsal del diario más popular de su época. Pero igualmente le hemos asignado su lugar en este recuento de periodistas victimados por la violencia.

Ernesto Carmona es periodista, y editor.


Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor- Derechos Human Rights el 09nov01