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Hacia la construcción de un modelo para el tratamiento integral e integrador del desplazamiento forzoso, en Cali y el Suroccidente Colombiano


Proyecto regional "apoyo a procesos locales de atención/reasentamiento de poblacion desplazada y migrante: los casos de colombia y centroamérica"

Por la Fundación Arias para la paz y el progreso humano, y HABITAT, Consejeria para el desarrollo, la seguridad y la paz, Alcaldía de Santiago de Cali.

Responsables del Proyecto

  • Clara Luz Roldan G. Consejera de Paz.
  • Jorge Arturo Salcedo R. Coordinador del Proyecto
  • Diana Ortiz. Investigadora.

Santiago de Cali, Enero 31 del 2000.

Indice

Introducción:

Capítulo 1: poblamiento y desplazamiento forzoso

Capítulo 2: Contexto regional

Capítulo 3: Realidad de la población desplazada

Capítulo 4: Respuestas


Introducción

El presente documento es el informe final de la Primera Fase del caso Cali/Suroccidente Colombiano del proyecto "Apoyo a procesos locales de atención/reasentamiento de población desplazada y/o migrante", que inicia formalmente en el mes de Septiembre de 1999 y al cual hemos titulado "Hacia la construcción de un modelo para el tratamiento integral e integrador del desplazamiento forzoso en Cali y hacia el Suroccidente Colombiano |1| " Este titulo pretende resaltar los aspectos pertinentes y sustanciales del proyecto para la región Suroccidental:

-La construcción de un modelo. A pesar de la voluntad de articular acciones, programas y proyectos en favor de la población en situación de desplazamiento, mostrada por sectores del actual y pasado Gobierno Nacional (Samper,1994-1998; Pastrana, 1998-2002), y de gobiernos locales como el de Cali ( Cobo, 1998-2001) |2|, es prematuro hablar de una política pública de estado |3| en el Suroccidente que involucre efectivamente los niveles local, regional, nacional e internacional, tanto del estado como de la sociedad civil, para atender la dinámica de las migraciones por violencia política. Los esfuerzos por prevenir los desplazamientos son prácticamente inútiles. A pesar de la gravedad de la dinámica, esta permaneció invisibilizada |4| para la opinión publica caleña y desconocida por parte de la municipalidad, por lo menos hasta el año de 1998, como lo muestra la inexistencia de planes y programas específicos en tal dirección hasta esta última fecha. La cooperación europea solo inicio actividades en el Valle a finales de 1999 por intermedio de la Cruz Roja Francesa, y el Comité Internacional de la Cruz Roja que ha hecho presencia de tiempo atrás. Para el Gobierno Nacional la región no ha sido prioridad al menos hasta finales de 1999 |5|. Y para el Gobierno Departamental del Valle esta dinámica no ha tenido el perfil que se merece como se vera en el capitulo 5.

Para el tratamiento integral e integrador del desplazamiento forzoso, por que la complejidad y multidimensionalidad de la dinámica exigen que sea abordada por acciones intersectoriales articuladas en torno a la idea de gobernabilidad democrática |6|, que va mas allá de la sumatoria de acciones descontextualizadas y descoordinadas, mas bien se ubica en el nivel de construcción de estado y sociedad a partir del desarrollo regional y territorial |7|. Es por lo tanto la "integración (o inclusión) integral" socioespacial de los nuevos y viejos asentamientos humanos (a nivel social, político y económico) el eje sobre el cual se deben orientar las iniciativas. Mas aún, cuando el proceso históricamente inacabado de articulación territorial e integración socioespacial de vastos regiones y subregiones colombianas es una de las claves para entender la actual crisis nacional.

En Cali y el Suroccidente Colombiano. La dinámica de las migraciones por violencia política adquiere, casi por definición, connotaciones de orden nacional y regional, y por lo tanto las acciones deben articular estos niveles. Por su parte, Cali es el epicentro de la región Suroccidental de Colombia: es la ciudad mas importante a nivel político y económico de la región y la segunda en tamaño de población en el país, lo cual la ha convertido en la principal ciudad receptora de población desplazada de la región y la tercera mas afectada del país por la dinámica, luego de Bogotá y Medellín. |8| Así mismo, la historia de la ciudad se encuentra profundamente marcada por la dinámica de las migraciones, y en especial, por las migraciones por violencia, por lo menos desde los años cuarenta del siglo XX, como lo muestra el hecho, entre otros, que ha registrado desde esa época una de las mayores tasas promedio de inmigración a nivel nacional y que sus efectos se han hecho sentir en toda la organización social. A partir de la década de los 90 el carácter de ciudad receptora de población desplazada por violencia se acentúa, convirtiéndose en el principal foco receptor del Suroccidente Colombiano. Esta tendencia tiende a agravarse en la actual coyuntura (1999-2000) como producto de la expansión y degradación del conflicto armado en la región, degradación que es un efecto perverso, entre otros, del proceso de paz que actualmente se adelanta entre Gobierno y las Guerrillas izquierdistas de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) |9| . Efectivamente, en la medida en que todos los actores de la guerra aspiran a llegar con el acumulado máximo de fuerzas en el plano militar a la mesa de negociaciones, creen fortalecer de esta manera su capacidad negociadora en lo político. Por otro lado, los grupos de autodefensa o paramilitares de extrema derecha, intensifican a su vez sus acciones contra la población civil señalada (real o supuestamente) de ser auxiliadora de las guerrillas, buscando a su vez el reconocimiento político en el proceso de paz que hasta el momento les ha sido negado. Y los esfuerzos por erradicar los cultivos ilícitos en las zonas productoras. Como se verá mas adelante, el Suroccidente colombiano se ha convertido para los actores armados en un preciado objetivo geopolítico dadas sus atributos geográficos, económicos y políticos. Mapa # 2.

La idea central de esta primera fase fue, por un lado, la de construir de manera colectiva y participativa un diagnóstico sobre el desplazamiento forzoso hacia el área geográfica de Santiago de Cali, (tomando como contexto al Suroccidente Colombiano) durante el periodo 1997-1999. Y por el otro, un balance de las respuestas institucionales y no institucionales, territoriales y sectoriales, dirigidas al tratamiento de las migraciones por violencia hacia la ciudad, con miras a la construcción de criterios para el diseño de la segunda fase. En esta última, se busca profundizar el diagnóstico en dos Comunas representativas de la dinámica migratoria por violencia política, en la ciudad, y formular en concertación con los actores del desarrollo en los respectivos asentamientos, perfiles de planes de acción que posibiliten (valga la redundancia) la "integración integral" de los desplazados en las mismas, y eventualmente, puedan ser replicados, no sólo en el resto de las comunas receptoras de población desplazada de Cali, sino en otros municipios del Suroccidente.|10|

El informe que aquí se presenta es el fruto del trabajo coordinado del equipo de colaboradores del Programa de Atención Integral a la Población Desplazada de la Consejería para el Desarrollo, la Seguridad y la Paz (DESEPAZ) de la Alcaldía de Cali, con los miembros del Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia |11| , de Cali, así como de 90 instituciones gubernamentales y no gubernamentales, públicas y privadas con trabajo en la ciudad, y con la orientación de los coordinadores del proyecto, Maria Virginia Casasfranco y José Manuel Valverde, representantes de la Fundación Arias y CERCA, respectivamente. La participación de cada estamento ha tenido un lugar, momento e intencionalidad particulares, de acuerdo con la estrategia planteada, como se verá en el capítulo quinto.

El proyecto remonta sus antecedentes a las primeras visitas realizadas por la coordinación del mismo, en cabeza de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, a la ciudad de Cali en Febrero del 1998. A partir de esta visita y de sus contactos con los sectores claves en el tema del desplazamiento (Iglesia, estado, academia) se conforma una Comisión Interinstitucional |12| que construye el "Plan Interinstitucional para el Análisis sistemático, la prevención, atención humanitaria y socialización, del desplazamiento en el Suroccidente Colombiano." (Ver Anexo 1). Como producto de este esfuerzo se creó el Comité Municipal para la Atención Integral al Desplazamiento Forzoso en Cali, por decreto 1171 del 4 de Julio de 1998 (Ver Anexo 2), por parte del Alcalde de Cali, Dr. Ricardo Cobo LL. y se instala el "Seminario regional sobre desplazamiento forzoso en el Suroccidente Colombiano" |13| con el apoyo de la ACNUR y convocado por la Comisión Interinstitucional, con el objetivo de discutir y retroalimentar el Plan entre cerca de 80 personas-instituciones de Cali y el Suroccidente(Ver Anexo 3). A partir de este momento se da inicio a la coordinación de acciones a favor de esta población. Simultáneamente, se mantiene una comunicación fluida con la Fundación Arias quien ha orientado desde ese entonces a DESEPAZ, en la revisión de documentos para la elaboración de un proyecto de investigación en el Suroccidente sobre el asunto del desplazamiento forzoso, hasta que en Septiembre de 1999 se logra concretar la realización del mismo para el caso de Cali, en cabeza de DESEPAZ y el Comité Municipal de Desplazados.

La primera parte de este informe reseña a nivel global los estudios y aproximaciones relacionadas con la dinámica migratoria y del desplazamiento forzoso en la región. Muestra como a pesar que se han realizado estudios detallados sobre la dinámica sociopolítica de la región y del Valle del Cauca, centrados esencialmente en la violencia política así como sobre la dinámica migratoria reciente a la ciudad, no existen aún estudios actualizados sobre las múltiples dimensiones que atraviesa el desplazamiento forzoso en Cali y las respuestas al fenómeno. Y por otro lado, el nivel de debate público de estos estudios es muy precario, con excepción del estudio pionero de la Arquidiócesis.

En el análisis del contexto histórico, se sostienen la idea que las migraciones y los desplazamientos no han sido dinámicas marginales en la historia de Colombia, sino que son precisamente los ejes sobre los cuales se ha construído su configuración socioespacial, principalmente a partir de la época de la Violencia (1946-1966) en un proceso ininterrumpido y conflictivo de apertura de las fronteras agrícolas y de urbanización acelerada y desordenada. Así mismo, concluye que la fragmentación del poder en las regiones y localidades ha marcado el ritmo y direccionalidad de las migraciones internas en Colombia, y ha debilitado la capacidad del estado central de regular los conflictos tanto intra como inter regionales, y de planificar equilibradamente el desarrollo regional colombiano, expresión de que Colombia es un país en construcción.

La segunda parte contextualiza la coyuntura social, política y económica del Suroccidente Colombiano, especialmente del Valle del Cauca (1997-2000), y los factores y actores del desplazamiento forzoso hacia Cali en el marco del conflicto político armado regional. Se abordan las dinámicas regionales de violencia con sus especificidades, en particular, en los tres departamentos con mayores índices de expulsión hacia Cali (Putumayo, Cauca y Valle). La idea principal consiste en que Cali continuará recibiendo el peso del desplazamiento generado por las guerras del Suroccidente debido a la degradación actual del conflicto principalmente en el Valle del Cauca y el departamento del Putumayo. Muestra así mismo como Cali es también una ciudad expulsora de capital humano, hacia otras regiones del país y el exterior, esta última motivadas por la búsqueda de mejores condiciones socioeconómicas principalmente en países del norte, y en menor proporción de exiliados y refugiados.

El tercer capitulo describe las realidades de la migración por violencia política hacia Cali, caracterizando a esta población y los territorios en donde se ubican desde la perspectiva multidimensional del proyecto: político-institucional, socioeconómico, físico-espacial y psicocultural así como los impactos de la ciudad en la calidad de vida de los primeros. Realiza entonces un análisis territorial centrándose en las Comunas receptoras de población desplazada, que son precisamente las mas precarias y especula sobre la participación de los desplazamientos forzosos por violencia en el contexto general de migraciones hacia Cali. Sobre las razones por las cuales los desplazados "deciden" quedarse en Cali se analizan las regulaciones sociales informales construidas desde décadas atrás, que han dinamizado la migración hacia la ciudad por el fenómeno de arrastre que generan las redes de parentesco de las primeras generaciones asentadas con las respectivas regiones de origen. Y por otro lado, estudia la posibilidad que los niveles de inmigración por motivos económicos tiendan a disminuir como consecuencia de la recesión económica que vive la ciudad desde por lo menos 1994 (Urrea, 1999).

La cuarta sección sistematiza las experiencias institucionales, públicas y privadas, estatales y comunitarias, en el proceso de integración de la población desplazada A partir de información primaria (prensa, archivos y fuentes orales) se elabora la cronología en el proceso de construcción de la política a favor de los desplazados, al periodizar el proceso, articulando actores, percepciones y eventos marcantes.. En principio se aborda la tesis que los elevados niveles de segregación socioespacial y la profunda brecha social y económica que presenta actualmente la ciudad radican, al menos en parte, en el desconocimiento histórico por parte de los actores claves del desarrollo local y regional, de la intensa dinámica migratoria hacia Cali, así como de sus impactos en el proceso de asentamiento y poblamiento de la ciudad, por lo menos hasta mediados de 1998, año en que se crea el Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali. Este desconocimiento se ha expresado en la ausencia de una política pública para la integración democrática de los nuevos pobladores urbanos en Cali. Analiza las políticas de atención y prevención del desplazamiento en las zonas expulsoras hacia Cali, mostrando que las ineficacia de las mismas aumentan la presión demográfica sobre la ciudad. Finalmente, se pregunta si nos encontramos en un punto de inflexión ante la posibilidad que este desconocimiento histórico a nivel político-institucional este cambiando como fruto de la creación del Comité Municipal de Atención a Desplazados y sus desarrollos. En este sentido, describe y evalúa el alcance las acciones especificas emprendidas en la ciudad desde la conformación del Comité en Julio de 1998.

El Capitulo quinto describe y sistematiza las percepciones de actores locales representativos del desarrollo local con relación a la dinámica migratoria y del desplazamiento en Cali recogidas a partir de una serie de entrevistas, encuestas y talleres. Reconoce la gran heterogeneidad existente entre los diferentes puntos de vista relacionados con el rol social particular de cada uno de ellos. Se destaca una tendencia recalcitrante hacia los desplazados entre sectores sociales pertenecientes a la élite local y regional, que perciben que atender esta población se constituye en un factor de riesgo para la ciudad, bajo la premisa que esto la hace aún mas atractiva. Se afirma que las acciones de sensibilización emprendidas, inicialmente por el estudio y trabajo pionero de la Arquidiócesis de Cali abrió el debate en relación con la dinámica, fortalecido por el proceso de conformación del Comité Municipal de Atención a Desplazados de Cali. Persisten miradas que estigmatizan al desplazado, y desconocen las estructuras sociales, políticas y económicas de la ciudad que generan exclusión siendo notable la falta de claridad en la opinión pública local sobre la dinámica. En efecto, esta dinámica no ha sido tratada con la dimensión que merece, no obstante el Comité se encuentra trabajando en este sentido, gracias, entre otros, a las incidencias del proyecto que aquí nos convoca.

El capitulo sexto concluye el estudio, sintetiza los principales hallazgos y preguntas, y plantea lo que serían desafíos y oportunidades del proceso en Cali hacia el corto, mediano y largo plazo. A su vez, aborda posibles espacios de participación y posicionamiento de las realidades y respuestas a la dinámica del desplazamiento, en el contexto de la política social del municipio, específicamente en lo concerniente a las recomendaciones formuladas por la Comisión Asesora de Política Social y el Plan de Ordenamiento Territorial.

La última parte de este informe recoge lo que serian elementos para la formulación de la Fase 2 del estudio, y explica los criterios de selección que llevan a seleccionar dos asentamientos en la ciudad con base en el análisis global del documento.

En los anexos se sistematiza la metodología utilizada para el buen logro de la primera fase y se realiza la bibliografía del documento.

Finalmente, es menester aclarar que este documento no pretende ni mucho menos, convertirse en un estudio académico especializado, ni ser la última palabra en esta compleja dinámica. Todo lo contrario, pretende alimentar el debate generado en la ciudad en torno a las migraciones por violencia y propiciar compromisos y sensibilidades entre los actores locales en torno a lo anterior, buscando gestionar social y colectivamente el conocimiento.


Notas:

1.En este estudio nos circunscribimos a los departamentos de Valle, Cauca, Nariño y Putumayo

2.Hasta mediados de 1998, los actores del desarrollo local de la Capital del Valle, la ciudad de Cali (gobierno, universidades, organizaciones no gubernamentales, organizaciones comunitarias y población en situación de desplazamiento) no se habían capacitado ni organizado para atender la dinámica.

3.Es decir, que trascienda los periodos electorales, y que involucre coordinadamente las diferentes agencias y estamentos estatales y no estatales, de modo que se traduzca finalmente en acciones eficaces, efectivas y eficientes.

4.La Arquidiócesis de Cali inicio a partir de 1995 un estudio pionero sobre la dinámica. Sin embargo, no existe aún un diagnóstico mas aproximado a la realidad de esta población desde la perspectiva del territorio, así como con relación a las respuestas, percepciones e impactos urbanos de la misma.

5. Durante el Gobierno Samper (1994-1998) los departamentos del Cauca y el Valle no recibieron un solo aporte fiscal para la atención a los desplazados. Igualmente, con excepción del accionar de la Cruz Roja Internacional, ninguna agencia de cooperación europea había realizado acciones en la región.

6."La Gobernabilidad Democrática es uno de los desafíos esenciales de la modernidad. El abordaje de la gobernabilidad democrática esta ligado directamente a la cultura política de una sociedad. " En otro aparte de este documento se define la gobernabilidad como " el proceso de mediación de intereses entre la sociedad civil y el Estado (...) o la forma en que se expresan las demandas sociales ante el Estado...." En Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano y Otros " Gobernabilidad Democrática en Guatemala a partir de los acuerdos de Paz" 1999.

7. Superando de este modo la división rígida y clásica de la atención para esta dinámica: prevención de las causas, atención en emergencia, estabilización socioeconómica y protección jurídica

8.Para el periodo 1985-1994 Cali fue la tercera ciudad mas afectada según el estudio de la Conferencia Episcopal Colombiana (1995) "Desplazados por violencia en Colombia".. Las cifras mas actualizadas del Departamento Administrativo Nacional de estadística indican que para el año de 1997 la población total de Cali era de 1.986.000 habitantes. Tomado de "Municipios y regiones de Colombia. Una mirada desde la sociedad civil. " Fundación Social. Mayo de 1998. Por otro lado otros estudios indican que "el 50% del volumen de los migrantes internos tiene como destino Santafé de Bogotá, Valle y Atlántico" Idem, pp 85. Es de esperar que una gran proporción de los migrantes hacia el Valle se ubiquen en Cali. En lo concerniente a población desplazada según el COHDES Cali recibo en 1995 el 3.27 % del total nacional ubicándose en el noveno lugar a nivel nacional. Y en 1997 según las mismas fuentes el Valle recibió el 5% del total de población desplazada del país.

9.A partir del mes de Febrero del presente año se iniciaron en forma el proceso de negociación entre las FARC y el Gobierno luego de aproximadamente un año de reuniones preparatorias. Este proceso es según los analistas, el mas importante y significativo proceso de negociación gobierno-insurgencia en décadas, debido entre otras cosas, al elevado perfil dado al mismo por el presidente Pastrana y por el nivel de degradación e intensidad que actualmente registra el conflicto interno, así como la expansión de guerrillas, grupos paramilitares y del presupuesto militar. El gobierno

estadinense ha prometido a Colombia una ayuda militar equivalente a US 1´600.000.oo, la más alta del mundo luego de la ayuda prestada por ese país a Israel y Egipto.

10.El ordenamiento territorial de Colombia divide al país en 23 Gobernaciones, las cuales están conformadas por los Municipios, unidades de la vida político-institucional del país. Los municipios por su parte (1123) se encuentran conformados por Comunas, a las cuales rige una Junta Administradora Local (JAL) que es elegida popularmente. La ley 136 de 1994 define al municipio como " la entidad territorial fundamental de la división político-administrativa del Estado, con autonomía política, administrativa y fiscal" asignándole como misión "el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población en su respectivo territorio" (art1). Tomado de de "Municipios y regiones de Colombia. Una mirada desde la sociedad civil. " Fundación Social. Mayo de 1998. pp 18.

11. El Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali, esta conformado por las siguientes instituciones: El Alcalde de Cali o su delegado (DESEPAZ) quien lo preside; las secretarias de salud pública, bienestar social y gestión comunitaria y educación municipales, la Gerencia Territorial del Municipio, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Instituto Nacional para la Reforma Agraria, la Policía Metropolitana, el Ejercito Nacional, la Defensoria del Pueblo, la Personería Municipal, la Registraduria y la Red de Solidaridad Social.

12. Conformada por la Universidad Javeriana de Cali, por intermedio de la Maestría en Estudios Políticos y el Sector Formación Social, liderada por el entonces Consejero de Paz, Dr. Juan Carlos Narváez R., así como de la Secretaria de Bienestar Social y Gestión Comunitaria de la Alcaldía de Cali, la Comisión Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Cali y el entonces Instituto de Altos Estudios Políticos de la Universidad del Valle

13. Este evento, realizado con el apoyo de la oficina del Alto Comisionado para las naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y con la participación y asistencia de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, el CINEP, el Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, la Facultad de Derecho de la Pontifica Universidad Javeriana de Bogota, la Unidad de Masacres de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, la Oficina de Mujer Rural del Ministerio de Agricultura, el Comité Departamental de Atención a la Población Desplazada de Sucre, el Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Conserjería de Proyectos así como de la asistencia de cerca de 80 personas-instituciones de la Región (diócesis, universidades, comunidades afro colombianas, población en situación de desplazamiento, organizaciones no gubernamentales, entes estatales municipal y departamental, gremios de la producción, etc.).


CAPITULO I

1. Estudios sobre movilidad humana, proceso de poblamiento y desplazamiento forzoso en Cali y el Suroccidente colombiano


Se dice que el país esta sobre diagnosticado, y que es hora de empezar a poner en práctica las conclusiones de los estudios. Pero una revisión del estado del arte sobre el desplazamiento forzoso y las migraciones en el Suroccidente Colombiano indicaría lo contrario |1| . En efecto, a pesar del impacto histórico de los desplazamientos en la conformación de la ciudad y la región como lo muestran algunos estudios, no se registran programas de investigación sistemáticos para la región, con excepción del trabajo realizado por la Arquidiócesis de Cali sobre desplazamiento forzoso (1997) y por la Universidad del Valle sobre las migraciones hacia Cali (Urrea, 94,96,97,98 y 99), y algunos estudios sociohistóricos que abordan el tema del desplazamiento forzoso como un efecto directo de los ciclos de violencia que ha sufrido la región en el siglo XX (Betancourt 1994, 1998).

Menos aún se han sistematizados las experiencias que de una u otra forma han dado respuesta a este fenómeno. Lo único que existe en este sentido (publicado) es el directorio de la oferta institucional para la atención a la población desplazada por la violencia política elaborado por el Comité Internacional de la Cruz Roja en 1998. |2|

Resumiendo son tres los enfoques que han primado en estos análisis:

1) Socio histórico: Con un enfoque de larga duración estudia el desarrollo territorial de Colombia en el desempeño de los conflictos sociales que han generado violencia, combinando los niveles económico, político y sociocultural del análisis histórico . Para nuestro proyecto, estos estudios se constituyen en verdaderas vetas para entender el sentido del actual movimiento migratorio por violencia hacia Cali y sus impactos, en la medida en que analizan los procesos regionales de poblamiento articulando las dimensiones económica, política y sociocultural no como variables agregadas, sino como componentes interrelacionados del inacabado proceso de construcción del estado y la nación colombianos. Lo anterior se profundizará en el aparte 1.1. |3|

2) Socioeconómicos: Centrado en las dos últimas décadas, y en las dimensiones socioeconómicas y sociodemográfica, especula sobre la intensidad y el impacto de las migraciones en la economía y estructura sociodemográfica de la población asentada en Cali. Sin embargo, deja por fuera dimensiones clave de las migraciones como la político-institucional, y la sociocultural, así como la tipología de migrantes para Cali. Fernando Urrea, de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Valle es un representante de la misma. Estos estudios servirán para contextualizar la dinámica de desplazamiento forzoso en Cali en el conjunto del movimiento migratorio, principalmente desde la década de los 90 en el capitulo sobre las realidades.

3) Descriptivos y/o panorámico: Sobre la dinámica de los desplazados en particular a partir de la década de los 80 sólo se destaca el estudio pionero de la Arquidiócesis de Cali "Los desplazados en Cali: entre el miedo y la pobreza (1997)". No obstante, el mismo esboza algunas de las principales características de la población desplazada así como de los factores causales de la misma, dejando valiosos interrogantes por desarrollar. Por otro lado, la definición de desplazado que asume este estudio se mueve entre una definición mínima, acorde a la contemplada por la Ley 387 del 18 de Julio de 1997, y una máxima, en la que incluirán las migraciones por razones económicas y por desastres naturales. Así mismo, entre los factores mencionados como detonantes de los desplazamientos mencionan la violencia urbana difusa, encabezada por pandillas y grupos delincuenciales que no son actores estrictamente políticos del conflicto armado colombiano, mas si factores generadores de violencia y de desplazamiento intraurbano. Sin desconocer estos fenómenos, la critica pertinente a este estudio es el de que agrupa bajo el término "desplazado" estas especificidades. Habría entonces que re-construir las clasificaciones (desplazados por violencia política, por violencia no política, prófugos de la justicia, exiliados, migrantes, damnificados, retornados, etc.) evitando por esta vía las generalizaciones totalizantes que pueden dificultar el entendimiento de la complejidad de la dinámica. Sustentado en una serie de encuestas tomadas en los barrios de Cali, ofrece entonces una visión global y panorámica de las posibles tendencias, en lo referente a la caracterización de esta población. Los resultados de este estudio servirán de base de comparación con los resultados obtenidos por la sistematización de una muestra de doscientas cuarenta y nueva familias (249) orientadas por la Secretaria Técnica del Comité Municipal de Desplazados, de Cali, durante el periodo 1998-1999.


Marco histórico del desplazamiento forzoso en Colombia

En términos generales puede decirse que el desplazamiento forzoso de la población civil no es un fenómeno nuevo en el panorama político nacional. Por el contrario, el actual conflicto interno armado así como sus efectos, hunde sus raíces más próximas y significativas en la época de la Violencia (1948-1966), el período mas violento de la historia colombiana.

El desplazamiento forzoso en Colombia se enmarca en una prolongada, intensa, irregular, heterogénea e inconclusa violencia política:

  • Prolongada, porque desde la época de formación de la República hasta nuestros días, Colombia ha experimentado, en relación con el conjunto latinoamericano, un elevado número de guerras civiles, levantamientos populares, revueltas, insubordinaciones armadas, oleadas de represión estatal y asesinatos políticos.
  • Intensa, porque durante algunos períodos de la historia nacional la violencia política ha alcanzado, en un contexto de violencia en general alta, una proporción significativa, ha involucrado a amplios sectores de la población.
  • Irregular, dado que, con contadas excepciones en el siglo XIX, el conflicto político radicalizado en Colombia no lo han encabezado ejércitos regulares; se trata más bien de una guerra irregular cuyos protagonistas han sido múltiples, heterogéneos y diversos en lo referente a: signo político, representatividad, estructuras organizativas, modus-operandi, liderazgos, relación con el Estado y la sociedad, cobertura espacial, persistencia y evolución temporal.
  • Heterogénea, ya que se presentan enormes diferencias entre las dinámicas históricas particulares y porque en cada período, la combinación de diferentes formas de violencia varía, así como el imaginario de la misma entre los diversos sectores de la población.
  • Inconclusa, porque los sucesivos conflictos no han producido vencedores netos, en el sentido de que ningún sector político, ni el conjunto de estos han logrado consolidar por mucho tiempo un proyecto de nación.

En pocas palabras el carácter endémico y prolongado de la guerra en Colombia muestra una alta proclividad de su sistema político a la violencia y la privatización del uso de la fuerza en manos de poderes locales y regionales. |4|

En este orden de ideas, existe el consenso de que una suerte de causa y efecto de la violencia política ha sido la llamada crónica debilidad estatal |5| que ha experimentado la organización social colombiana con mayor intensidad desde 1946, año en que se produce un derrumbe parcial del Estado, y a partir del cual, las tasas de violencia en general, han permanecido altas respecto al contexto internacional.

La debilidad estatal es una causa de la violencia política, en tanto que es incapaz de regular e institucionalizar los conflictos políticos; y un efecto, en tanto que la misma dinámica polarizada de los actores políticos ha restado neutralidad o imparcialidad a la regulación social por parte del Estado. La otra cara de la debilidad estatal se manifiesta en la renuencia histórica de la sociedad a verse expresada en y por el Estado, la fragmentación del poder y la coexistencia inestable hasta la actualidad, de fuertes y arraigados poderes locales y regionales que menoscaban la acción modernizante del estado central, al reproducir prácticas tradicionales del ejercicio del poder político y económico, en particular, el uso o amenaza de uso de la violencia pública-privada.

En el marco de los estudios socio históricos mencionados, la debilidad estatal es la expresión del inacabado proceso de construcción del estado y la nación en Colombia, que se explica, al menos en parte, como fruto del tipo de proceso de integración de las migraciones al interior del país, o de la "articulación socioespacial" del país. En palabras del investigador del CINEP José Jairo González, y refiriéndose al proceso de apertura de la frontera agrícola:

"Una demostración de que Colombia es un país en construcción la encontramos en el ya largo y vigente proceso de integración socio-espacial. De alguna manera la historia de nuestro país se confunde con las diversas formas de articulación de las fronteras. Expresa, para decirlo escuetamente, el permanente e ininterrumpido proceso de colonización. Los mecanismo de apertura fronteriza han sido igualmente variados, yendo desde los impulsados por las grandes compañías extractivas y constructoras de caminos hasta las generadas por la instalación y expansión de las grandes haciendas (cafeteras, ganaderas) pasando, claro esta, por la recurrente y perseverante acción de la colonización campesina, que (...) atraviesa toda la malla de nuestra actual estructura socio espacial. En condiciones abrumadoramente desiguales, la colonización campesina en Colombia persiste, en confrontación directa o velada, con otros mecanismos de apertura fronteriza, empresarial, hacendataria, etc., e incluso enfrentándose a los problemas derivados de la inexistente o equivocada política estatal de integración territorial. Sobre esta dinámica de confrontación entre los diversos estilos de apertura territorial se fue perfilando, finalmente, nuestra actual estructura agraria y también la matriz de nuestros conflictos. No obstante la intervención del estado, tardía por supuesto, la migración campesina hacia las zonas de frontera ha continuado durante las ultimas cinco décadas, alimentada por una u otra bonanza, pero en constante esfuerzo por apropiarse productivamente del suelo, en un marcha ahora imperceptible en virtud del vertiginosos proceso de urbanización, que la esta acercando a las ultimas fronteras, sin que el estado logre articular todavía una coherente política de colonización que procure un nuevo ordenamiento territorial en beneficio de quienes se atrevieron a romper la frontera , sin mas recursos que sus fuerzas y su infinita esperanza. " |6|

En este mismo orden de ideas, Betancourt afirma que:

"Si la historia de nuestro país es, como lo señalábamos antes, la historia de la integración de sus fronteras , el proceso de colonización vigente hasta hoy verifica no solo el escaso nivel de articulación socioespacial que caracteriza nuestra formación nacional, sino también la reproducción continuada de problemas que acompaña a nuestras políticas de articulación de zonas de frontera que ignoran la suerte de quienes, primitiva y rústicamente, abrieron las fronteras de la nación." |7|

Y Pecaud (1999) remata así la idea:

" En Colombia el acceso a la tierra ha sido siempre incierto, ligado a mediadores políticos. Ya en 1930, en ciertas zonas cafeteras, los colonos no poseían la tierra sino a través de intercambios con los jefes políticos locales; estos ayudaban a los colonos a recibir tierras a cambio de sus votos y los votos aseguraban a los jefes políticos locales recursos políticos para llevar a cabo las transacciones políticas con las autoridades departamentales o nacionales. Además, no faltaron casos en los que los títulos de propiedad eran de hecho revocables. Por ejemplo, el pueblo de Trujillo, en el norte del Valle del Cauca, analizado por Adolfo Atehortua , donde se muestra como, a lo largo de cincuenta años, las estrategias personales de los jefes políticos podían en todo momento llevar a la expulsión de los colonos. En zonas de colonización reciente, como la Amazonía, el Urabá o el sur del Cesar, la obtención de los títulos de propiedad sigue siempre con retraso la ocupación de la tierra y en muchos casos no llega a obtenerse. Alfredo Molano describe perfectamente el peregrinaje de los colonos amazónicos, obligados a revender las mejoras logradas en sus terrenos a quienes poseen capitales y a ubicarse cada vez más lejos. En Urabá, el empuje de los grandes dominios, en manos de los propietarios tradicionales o de los "nuevos ricos" (los narcotraficantes), ha expulsado a los colonos. "

Entonces, los conflictos vehiculados por la permanente colonización son la otra cara del proceso de urbanización, y por lo tanto contienen elementos para medir el impacto de la movilidad humana en el contexto del desarrollo de las ciudades. Para González, una de las claves para entender la violencia generalizada tanto en las zonas de frontera como en las ya integradas a la nación, en donde la frontera ha desparecido, radicaría en los conflictos acumulados en la historia sin resolución generados por el distorsionado y fragmentado proceso de integración territorial en Colombia:

"Por lo menos no cabe duda de que tanto el surgimiento, desarrollo y consolidación de la guerrilla, el narcocultivo, el narcotráfico y el paramilitarismo, por un lado y los "problemas urbanos", por el otro, obedecen como lo señalan estudios recientes, al hecho de que Colombia, dada su errática política de articulación socio-territorial, desaparecen las zonas de frontera sin que desaparezcan los problemas que allí se incuban. Como resultado tenemos en las ciudades y áreas integradas, por efecto traslativo, el terrorismo indiscriminado y demás repercusiones del conflicto de las zonas de frontera, fenómeno tan anacrónico como en la presencia de pistoleros el oeste americano en las calles de la Nueva York de 1900. " |8|

Las ciudades no afrontan sólo el terrorismo indiscriminado de corte político, sino la irrupción de otras formas de desajuste social, tales como la proliferación de la violencia juvenil principalmente en los barrios precarios, y la generación de nuevas fronteras territoriales entre los nuevos y viejos grupos armados que hacen presencia en los barrios de la ciudad (pandillas, milicias de las guerrillas, paramilitares, grupos de limpieza social, criminalidad organizada, narcocriminalidad, etc), llegando incluso a imponer normatividades colectivas de conducta aun en contra de la normatividad estatal, en un recurrente proceso de privatización de lo público.

En resumen, la fragmentación del poder en las regiones y localidades así como las luchas de poder locales han influido notablemente en la dinámica migratoria en Colombia, en tanto que estos poderes han regulado el proceso de asentamiento y movilidad humana hacia y desde sus áreas de influencia, con base en criterios tradicionales de las prácticas político-partidistas y económicas, y amparados en los recursos de poder que han detentado (incluyendo la violencia publica-privada) sin que exista una regulación nacional de los procesos de movilidad humana. Lo anterior explicaría al menos en parte, el desajuste socioespacial del país dada la debilidad del estado central para regular los conflictos sociales tanto intra como interregionales, y para representar a la sociedad en su conjunto, y generar de este modo un desarrollo regional mas equilibrado y planificado.

Darío Betancourt ejemplifica en perspectiva histórica el papel del proceso de integración territorial en el marco del sectarismo político:

"Desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990, las violencias, aún con sus diferentes variantes, entre ellas el bipartidismo (...) que solapadamente aflora para ocultar las raíces de los conflictos, han tenido un denominador común: el de la lucha por la tierra. Los desplazados por las guerras civiles de finales del siglo XIX y los inicios del XX, que colonizaron las laderas orientales de la cordillera Occidental del departamento del Valle, se enfrentaron desde muy temprano con los supuestos propietarios de estas tierras, cuyos linderos, incluso, les eran desconocidos. En la década de 1930, el manejo electoral que se le dió al conflicto agrario permitió que solo una minoría de "simpatizantes" del gobierno en el poder tuviera acceso a la tierra, mediante la colonización, las mejoras y la posterior titilación de predios , dejando así por fuera a un gran numero de necesitados, cuyo estigma no era otro que el de pertenecer al bando contrario." |9|


Proceso de poblamiento del Valle del Cauca

El Valle del Cauca fue poblado inicialmente desde la época de la colonia aunque registró una colonización tardía por parte de gentes provenientes de los departamentos de Antioquia, Cauca, Nariño, Boyacá y Tolima. El departamento se ha caracterizado históricamente por ser un cruce de caminos y corrientes migratorias:

"Desde el siglo pasado otro factor ha contribuido a delinear las características de este proceso cultural: su carácter de "corredor humano" de conexión entre Noroccidente y Suroccidente colombiano, que ha hecho de el un departamento en el que se acrisolan diversas culturas vecinas del Valle" |10|

Para el siglo XX Betancourt describe tres elementos básicos del proceso de integración territorial en el caso particular del departamento Valle:

"3. Transformación de las antiguas haciendas en empresas capitalistas: ingenios azucareros; esta se realizó en tres fases: construcción de ferrocarriles y bancos, en el plan del Valle entre 1863 y 1915; la consolidación de los ingenios y expansión de los cultivos de caña en perjuicio de pequeños parceleros y de fincas ganaderas, entre 1915 y 1960 y desconcentración de las tierras de propiedad de los ingenios a causa de la presencia de proveedores independientes, entre 1960 y 1994.

"4.Ocupación de las cordilleras central y occidental, o zona cafetera, por colonos antioqueños, caucanos, nariñenses, boyacenses y tolimenses, entre 1900 y 1940, conocida como la colonización tardía.

"5. Presión sobre colonos y pequeños finqueros cafeteros de las cordilleras vallunas, mediante tres formas: empresas parceladoras, hacendados y terratenientes de la zona plana, y por comerciantes, tenderos y funcionarios. (...) entre 1910 y 1940 la colonización de la zona montañosa estuvo acompañada de conflictos agrarios. " |11|

Según otro autor el poblamiento del Valle genera varios corredores socioculturales:

  • 1. La raíz hispano-criolla gestado durante la ocupación española y ubicado en el plan.
  • 2. La raíz antioqueña ubicada en la parte central y septentrional de las dos vertientes de las cordilleras.
  • 3. La raíz afro criolla ubicada a lo largo y ancho del litoral pacifica y en los limites con el departamento del Cauca.
  • 4. La raíz indígena cuasiexterminada y en proceso de desaparición dentro de los limites departamentales ubicada en la parte meridional y en la cresta de las dos cordilleras.
  • 5. La ciudad de Cali es el producto de la convergencia de todos los anteriores así como de migrantes provenientes de Tolima, Cauca, Nariño, entre otros. |12|

El norte y centro del Valle en sus zonas cordilleranas fue colonizado a finales del siglo XIX y principios del XX principalmente por lo que se conoció como la colonización antioqueña de gentes provenientes tanto de Antioquia como del Viejo Caldas, y por otro lado, del Tolima, Cundinamarca, Boyacá y el mismo Valle. Esta subregión consolidó su identidad sociocultural, mas que en el mismo Valle, debido tanto a las raíces antioqueñas como a su relativo aislamiento geográfico, sumado a la tradición de la colonización que trae aparejadas valores sustentados en el esfuerzo familiar y la solidaridad del colonos, generando un gran arraigo a la tierra, y finalmente, se caracteriza por la pequeña y mediana propiedad contrastando con los grandes latifundios del plan.

En la vertiente del océano pacifico el proceso cultural es de mayor autenticidad no solamente por la unidad étnica y la segregación propia de la esclavitud sino también por el aislamiento con respecto al interior del departamento, pues destacan la parte mítica de su cultura, que regula todos los aspectos de su vida.

Con relación al desplazamiento forzoso se pueden precisar los siguientes periodos históricos:

La Violencia (1946-1966): Se estima que durante este período, aproximadamente 200.000 personas perdieron la vida de manera violenta y cerca de dos millones fueron desplazadas de sus hogares, en el marco de la violencia política. |13| Sin embargo, en este período se distinguen a su vez varias etapas: la primer violencia de carácter claramente partidista entre liberales y conservadores, que explota con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 y termina con el pacto de paz liberal-conservador, el Frente Nacional en 1957; la segunda que si bien se relaciona con la anterior, se distingue por la notoriedad de las campañas militares contra las regiones del movimiento agrario comunista por parte del Estado en alianza con las antiguas guerrillas liberales. Todo esto sumado a la degradación de algunos grupos guerrilleros y al surgimiento de una nueva generación de actores armados, los bandoleros, contribuyeron a recrudecer el fenómeno de la violencia.

Cada forma de violencia de esta etapa tuvo su impacto en el desplazamiento interno: la primera etapa de violencia partidista se tradujo en procesos de homogeneización política de regiones enteras por medio de campañas de exterminio del bando contrario, y en lo económico se produjo un proceso de concentración de la tierra que daría fruto con el tiempo a la formación y/o recomposición de la gran propiedad agraria, afectada por los procesos de reforma llevados a cabo en la década de los treinta. Efectivamente, a partir de los años 30 inicia el tercer proceso colonizador, tanto por migrantes en general como por parte de los desplazados, proceso que se acelera en los 50.

" ...las tierras "no ocupadas" de las partes altas de las cordilleras central y oriental, lugar de asentamiento durante los 50, de los campesinos desplazados de los lugares ocupados en los Valles y vertientes cordilleranas y territorios donde se formaron a lo largo de los años mencionados las famosas Republicas Independientes de Marquetalia y Riochiquito (sobre la cordillera central) y el Pato, Guayabero, Ariari y Sumapaz (sobre la cordillera oriental) encontramos que para mediados del siglo XX en Colombia, todavía algo mas de la mitad de su territorio total estaba considerado como tierras de frontera. A pesar del vigoroso empuje sobre las tierras fronterizas, propiciado por la economía de base cafetera desarrollada durante el periodo 1870-1930, y del poderoso factor integrador desencadenó sobre ellos territorios fronterizos, la migración de campesinos pobres continuó hacia zonas mas abiertas o hacia bolsones de baldíos al interior de las áreas consolidadas. (...) Generación tras generación y a través de diversas fuerzas y corrientes migratorias, una colonización marginal, excluida de los planes y proyectos oficiales y privados (hacendatarios, empresas colonizadoras) e incluso por derivación de estos, se ha abierto paso constituyendo la verdadera epopeya popular de la historia inédita de nuestro país" |14|

Más adelante con la irrupción del bandolerismo social a mediados de los cincuenta, se evidencian aún más las motivaciones sociales y económicas de la violencia presentada como política, por ejemplo, con los saqueos a la zona cafetera y las atrocidades contra la población civil. Por su parte las campañas anticomunistas generaron las famosas columnas de marcha (desplazamientos masivos y organizados) de poblaciones enteras que son precisamente el origen societal de las actuales guerrillas, en especial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en un proceso recurrente de colonización armada. |15| En últimas estas violencias se tradujeron en procesos de urbanización acelerados así como en una reactivación de las empresas colonizadoras hacia las fronteras agrícolas cerradas (Valle del Magdalena y del Cauca) y abiertas (Urabá, Territorios Nacionales, etc). Los desplazados de estas violencias nutrieron en las ciudades los contingentes de obreros necesarios para el proceso de industrialización que se consolidaba.

En el campo fueron la mano de obra para diversas agroindustrias (Caña de Azúcar, café, banano,etc) y protagonizaron nuevamente invasiones de tierras agudizando y reviviendo el conflicto por la tierra. En este sentido, el desarrollo de las regiones fue desigual: por ejemplo, mientras en el Valle del Cauca se producía una dramática contrarreforma agraria que conllevó la formación de ingenios azucareros, en el Sumapaz se producía la consolidación del modelo campesino de la tierra y la disolución de la hacienda. Para el Valle del Cauca, el conflicto agrario fue presentado como violencia política partidista, consistente en una conservatización a sangre y fuego del departamento.

"Los cambios de filiación política fueron liderados desde oficinas, por políticos que buscaban el incremento electoral para así garantizar la estabilidad de sus prebendas y sus propios intereses(...); en esta escala seguían los intermediarios (o mediadores): alcaldes, terratenientes o fanáticos convencidos de su labor "conservatizadora", a manos de los "pájaros (...) a cuyo cargo estaba, en el orden de jerarquías, la organización de las bandas de exterminio y el señalamiento de pueblos y personas que debían ser erradicados para dar lugar a los de su conveniencia" |16|

La primera fase de la Violencia propiamente partidista (1946-1954) en Cali y el Valle de Cauca, se caracterizó por la represión del Gobierno conservador contra miembros del partido liberal y de oposición. La represión se dirigió principalmente contra las bases sociales liberales, organizaciones sindicales, agrarias y de oposición en general, mediante modalidades combinadas tales como: magnicidios, asesinatos selectivos, bombardeos, masacres de población civil y desplazamiento forzoso del campesinado medio y pequeño asentado principalmente en las ricas tierras del plan del Valle del cauca.

La combinación de los ciclos de violencia mencionados tanto del Valle, como de departamentos vecinos tales como Quindio, Risaralda , Caldas, Antioquia, Huila, Cauca y Nariño, generaron un desplazamiento forzoso de tipo masivo hacia Cali y los principales centros urbanos del departamento. Este movimiento poblacional generó en Cali una urbanización acelerada que se expresó en la expansión desordenada de los barrios de ladera, tales como Siloe (Comuna 20) y Terrón Colorado (Comuna 1), principalmente. |17|

Durante el Frente Nacional, las migraciones por violencia seguirán siendo un factor determinante en el desarrollo urbanístico, político y social, en la medida en que el proceso de poblamiento escapa a la regulación de las autoridades locales, traumatizando los procesos de planeación del desarrollo urbano y apuntalando intereses particulares, en especial de los urbanizadores piratas y de algunos políticos clientelistas, quienes han canalizado exclusivamente las demandas sociales susceptibles de convertirse en votos.

Durante la década de los sesenta se producen nuevas oleadas de desplazamientos forzosos masivos originados por las campañas militares anticomunistas contra las regiones de influencia del movimiento agrario de izquierda, ataques que generaron el desplazamiento de poblaciones enteras que se internaron progresivamente en las selvas colombianas y que se constituyen hasta el día de hoy en los santuarios sociales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Tumaco, poblado del pacifico nariñense fue destruido en 1979 por un maremoto generando una ola migratoria hacia Cali.

La nueva crisis: 1980-1998: Sólo será con la expansión de las guerrillas,

la irrupción violenta del narcotráfico, la represión de la protesta social y la parainstitucionalización de la lucha contrainsurgente a finales de los 70 que se intensifiquen nuevamente las tasas de violencia política y en consecuencia, del desplazamiento interno forzado. Así mismo, el estado optará por reprimir las manifestaciones de protesta e inconformidad popular, bajo una óptica anticomunista, que se ve acompañado de la expansión de grupos paramilitares, que tienen como epicentro el Magdalena Medio desde donde se consolida y exporta el proyecto paramilitar hacia otras regiones como Urabá y los Llanos Orientales y que tiene como modus operandi privilegiado el ataque a las reales o supuestas bases sociales de la guerrilla. Por su parte el narcotráfico encuentra en el paramilitarismo una estrategia eficaz de legitimación sociopolítica al convertirse en su principal financiador.

Durante los años ochenta la guerrilla del M-19 inicia actividades urbanas en la ciudad de Cali, operando principalmente desde los barrios de ladera, en especial de Siloé, siendo derrotadá militarmente por las fuerzas de seguridad del estado lo cual contribuyó a su incorporación a la institucionalidad a partir del año de 1989. Sin embargo, el accionar militar en Siloé de esta guerrilla se convertirá en una escuela de violencia principalmente para los jóvenes del mismo, que sin una formación política sólida pronto derivaron en formas de criminalidad común mas o menos organizada hasta el día de hoy. Por otro lado, Cali y el Valle del Cauca serán a partir de los años 80 el epicentro de la mas importante organización narcocriminal del país, conocida como el Cartel de Cali. Este Cartel, conformado por aproximadamente cinco organizaciones autónomas influirán sustancialmente en el desarrollo de la ciudad y la región por efecto del flujo de capital hacia las mismas, y los mecanismos de legitimación social y política emprendidos para garantizar la seguridad de su actividad. Por un lado, invirtieron parte de sus enormes ganancias en el sector consumo de la economía y principalmente en el sector de la construcción (conocido como el Boom de la construcción) que contribuyó a hacer aún mas atractiva a la ciudad para población de otras regiones, que se articularon como mano de obra no calificada en la misma. Y por el otro, en vez de enfrentarse a la clase política tradicional (como si lo hizo el Cartel de Medellín en cabeza de Pablo Escobar), se articularon funcionalmente al statu-quo financiando sus actividades políticas. De hecho, el Cartel de Cali permeó casi todos los sectores políticos del país, motivando el ya conocido Proceso 8.000 en el que se vio incluso cuestionada la presidencia de Ernesto Samper (1994-1998) por supuestos vínculos con los anteriores.

Por otro lado y en el contexto de las dinámicas agrarias, algunas de estas organizaciones se articulan a procesos históricos de conflictos agrarios, principalmente en el norte del Valle, generando un proceso de expulsión violenta de población rural. En este sentido sobresale el caso del municipio de Trujillo, caracterizado por conflictos agrarios desde los inicios de su colonización hacia 1922. La narcocriminalidad organizada inició un proceso de inversión en tierras en esa región, dando como resultado el desalojo progresivo de colonos, suscitando al mismo tiempo la presencia guerrillera como mecanismo de protección campesina.

"Los nuevos propietarios (narcotraficantes) y terratenientes locales gestaron alianzas con las fuerzas del Estado en su lucha contra la guerrilla; las victimas de estos enfrentamientos fueron humildes campesinos acusados de ser informantes o encubridores de los grupos insurgentes. El genocidio y los desplazamientos a partir de las amenazas y la presencia de la muerte dejaron bien en claro el interés sobre la tierra por los nuevos propietarios y organizadores de grupos paramilitares" |18|

Paralelo a estos procesos violentos y acelerados de exclusión social, política y económica, se produjeron en los años setenta, migraciones masivas principalmente del Pacifico colombiano hacia la capital del Valle, generando esta vez el poblamiento acelerado y desordenado de las zonas bajas de la ciudad y colindantes con el Rio Cauca, dando origen al Distrito de Aguablanca. |19| Sobresale el terremoto que destruyó a Popayán, capital del Cauca, en 1983 expulsando población hacia Cali. Y a partir de la crisis cafetera iniciada en 1990, se ha registrado la llegada a la ciudad de personas provenientes del eje cafetero (Quindío,Caldas y Risaralda) así como del norte del Valle. Finalmente, el terremoto que semidestruyó esta región en 1999 generó intensos flujos hacia la ciudad.

Todos los factores de violencia se intensifican progresivamente hasta la actualidad, en la cual el fenómeno del desplazamiento masivo adquiere connotaciones dramáticas, tanto por la cantidad de víctimas del mismo como por la sevicia de la violencia política, como se vera en el siguiente capitulo.


Notas:

1. "Los estudios sobre el desplazamiento: La problemática del desplazamiento ha empezado a estudiarse muy recientemente en el país. En este sentido, son incipientes aún las especificaciones por género, edad étnica, etc. Pero precisamente por ser un espacio en construcción, es posible incorporar tales dimensiones, de manera que se evite caer en categorías generalizantes y, por ende, en soluciones tipo que desconocen tales especificidades. Así mismo, y reconociendo el valor de los estudios cuantitativos y de la necesidad de identificar y focalizar a grupos de población de alta vulnerabilidad para orientar mejor la intervención del Estado y de ONG, es importante señalar que es imprescindible la realización de estudios de corte cualitativo, que posibiliten una mayor profundización y comprensión de las dinámicas y procesos de las múltiples dimensiones y expresiones del desplazamiento. Igualmente sería recomendable mantener algunos seguimientos individuales, familiares y grupales que posibiliten dar cuenta, en lapsos mayores de tiempo, de la dinámica y cambios culturales y generacionales que se van produciendo, desde metodologías participativas que impidan que "los desplazados" se conviertan en simples objetos de estudio. Por el contrario, se buscaría considerar experiencias de investigación estrechamente articuladas con procesos de reconstrucción social y familiar que contribuyan a generar alternativas para "volver a empezar" desde y con la población desplazada, atendiendo específicamente a sus diversas expectativas y necesidades, según género, edad, etnia, región, etc. " CODHES, 1997. Mujer desplazada: Violencia y discriminación. En Un País que Huye. Desplazamiento y violencia en una región fragmentada", pp 151.

2. El tipo de información institucional de este directorio solo contempla los datos básicos de las instituciones, no obstante realiza un diagnostico global de la oferta con importantes conclusiones.

3. Fernán González S. J del CINEP expresa claramente las dimensiones de análisis de esta corriente: "...nuestra investigación busca interpretar las actuales violencias dentro del proceso de larga duración de la construcción de la sociedad y del Estado colombianos, como caldo de cultivo donde se insertan las opciones violentas de antiguos y nuevos actores sociales, que se entrecruzan y refuerzan mutuamente hasta hacerse indistinguibles unas de otras, llegando a producir la imagen de violencia omnipresente, indiferenciada y caótica. Para ello se mueve en tres dimensiones complementarias entre si:

a.Seguimiento de los procesos de poblamiento e integración interna, geográfica y económica, de las diversas regiones y de su relación con el mercado mundial.

b.Seguimiento de los procesos de cohesión social y de socialización política (creación de redes políticas) en relación con la construcción de las instituciones nacionales.

c.Análisis de los imaginarios colectivos de identidad y pertenencia en los diferentes niveles y de los sistemas de valores desde los cuales se perciben , analizan y juzgan los acontecimientos y conflictos de nuestra sociedad." Tradición y Modernidad en la Política Colombiana. En Violencia en la Región Andina. CINEP, APEP, 1994.

4. Salcedo, Jorge. "El precio de ser liberal". Dirección Nacional Liberal. 1998. Ed. Impreandes.

5. Daniel Pecaut, expositor de la tesis de la precaridad estatal sostiene que : "Colombia no ha conocido nunca momentos de unión nacional en torno a un estado que asuma fuertemente la representación de la nación o en torno a un movimiento populista susceptible de dar nacimiento a la imagen de un pueblo reunificado. El predominio de las elites civiles ha impedido a los militares o a los intelectuales tomar a su cargo proyectos de construcción del Estado nacional...El dominio de las élites políticas, económicas y militares, conduce a que el régimen descanse sobre incesantes transacciones que favorecen la fragmentación de su influencia, y sobre convenciones implícitas que impiden a cada una desbordarse abiertamente hacia el campo de las otras. Un funcionamiento como este permite en fin que las élites locales conserven su influencia, y obliga a las elites nacionales a negociar constantemente con ellas. Es verdad que existe una escena política nacional, pero las escenas políticas locales conservan toda su importancia. Resulta de ello una dificultad mayor para la consolidación y unificación de todas las fuerzas sociales, ya que no chocan con un poder centralizado y homogéneo, sino con poderes fluidos y geográficamente dispersos. Ahí reside una de las circunstancias susceptibles de provocar tanto la desorganización de la movilización social como el paso a la violencia generalizada: esta última participa, a la vez, de la dinámica de las transacciones entre actores que disponen de los recursos del poder -entre ellos la fuerza- y del enclaustramiento en contextos locales." - Colombia, Violencia y Democracia. En Análisis Político No 13, IEPRI, Bogotá, 1991. Cita tomada de Darío Betancourt "Las organizaciones de tipo Mafioso del Valle del Cauca. Mediación, modernización violenta y criminalidad enriquecedora 1975-1997.

6. José Jairo González A. "La colonización marginal y las nuevas fronteras colombianas" CINEP, Revista Análisis, Noviembre de 1989. No 56, pp 26 y 27.

7. José Jairo González A. "La colonización marginal y las nuevas fronteras colombianas" CINEP, Revista Análisis, Noviembre de 1989. No 56, pp 26 y 27.

8. Jose Jairo González A. "La colonización marginal y las nuevas fronteras colombianas" CINEP, Revista Análisis, Noviembre de 1989. No 56, pp 26 y 27.

9. Betancourt, Dario. "Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos. Valle del Cauca 1890-1997". Ed. Antropos. Bogota, 1998. pp 15

10. Empresas Municipales de Cali (EMCALI). Comuna 3. pp

11.Betancourt, Dario. "Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos. Valle del Cauca 1890-1997". Ed. Antropos. Bogota, 1998. pp 41

12. Citando a Harold Martinez, UNIVALLE, 1985. Adaptado del Anuario Estadístico del Valle

13. Paul Oquist. Violencia, conflicto y política en Colombia. Uniandes, 198..

14. José Jairo González A. "La colonización marginal y las nuevas fronteras colombianas" CINEP, Revista Análisis, Noviembre de 1989. No 56, pp 26 y 27.

15. Elsy Marulanda. "El estigma de las repúblicas independientes". CINEP, 1994.

16. Nombre dado a los escuadrones de la muerte conformados por grupos de políticos conservadores para desplazar los supuestos o reales adversarios políticos, sobre todo en época electoral.

17.Gildardo Vanegas "Tras el rostro oculto de las violencias en Cali" CISALVA, UNIVALLE, 1998.

18.Betancourt, Dario. "Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos. Valle del Cauca 1890-1997". Ed. Antropos. Bogota, 1998. pp 15

19. Pecaud establece una relación entre migraciones voluntarias y desplazamientos forzoso con base en los imaginarios políticos de los colonos "No todos los movimientos migratorios de la población durante los años '60 y '70 están conectados con las secuelas de la Violencia. La ocupación progresiva de las tierras libres se hubiera producido de todos modos: muchos colonos partieron libremente con la esperanza de encontrar mejores condiciones de subsistencia. Pero aún en este caso, están convenidos que su migración fue una consecuencia de la violencia. La Violencia es una experiencia histórica fundadora de la que todo parece derivar. Desplazamiento forzado y migración voluntaria pueden ser percibidos en los mismos términos: los de una violencia que continúa. Y el desplazamiento forzado aparece frecuentemente, como la migración, siendo parte del orden de las cosas." (1999).


CAPITULO II

2. Contexto regional del desplazamiento forzoso en el Suroccidente Colombiano


El Suroccidente colombiano vive dinámicas subregionales y hasta microlocales específicas y diferenciables de conflicto y violencia que merecen ser analizadas dadas sus particularidades, por lo cual no es posible una interpretación global sobre el conflicto armado en la región y menos aún sobre sus efectos en la población civil.

Para indagar los sitios de origen de los desplazados asentados en Cali, nos basamos en una muestra de 249 familias que han sido atendidas u orientadas por el Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali durante el periodo Septiembre 1998 y Diciembre de 1999. Y por otro lado, con base en el estudio pionero de la Arquidiócesis de Cali, "Los desplazados en Cali, entre el miedo y la pobreza (1997)" que estudia la dinámica entre el periodo 1985-1997. En este sentido, existen diferencias conceptuales y de alcance entre ambas fuentes. A nivel conceptual, en el primer estudio se incluyen migrantes por razones económicas y desplazados internos en Cali por violencia sociocultural |1|. Y cubre un periodo mas amplio, con base en una muestra de 521 hogares. Por otra parte, el diagnóstico del Comité cubre la población que ha solicitado ayuda ante la Secretaria Técnica y abarca un periodo mas estrecho (1998-1999) y trata exclusivamente de personas que han manifestado ser desplazados por violencia política, no obstante el proceso de verificación de esta condición es uno de los retos a superar, por lo cual puede haber un margen de error. Por todas estas razones, y con las salvedades del caso se comparan los resultados entre ambas fuentes para ver similitudes y diferencias, y poder inferir posibles tendencias.

2.1 Agentes responsables del desplazamiento hacia Cali.

En lo referente a los agentes generadores del desplazamiento los datos fueron los siguientes (Cuadro #3): como principal responsable figuran las guerrillas sin especificar el nombre particular (42.6%), seguidos por sin información (28.1%). En tercer lugar se ubican las autodefensas (24.9%), seguidas por la supuesta acción de dos o mas actores, en los casos por ejemplo de combates (3.61%), y por último miembros de la fuerza pública (0.8%).

Al comparar los anteriores con los últimos boletines del CODHES (tanto para Cali como a nivel nacional), notamos diferencias: los datos publicados para 1996 y 1997 a nivel nacional responsabilizan así: Paramilitares y/o autodefensas (35%), Guerrilla (26%), otros ( 16%), Fuerza pública (19%). Y para el caso de Cali esta misma fuente señala los siguientes resultados: Otros actores (29%), Milicias Urbanas (23%), guerrilla (21%), paramilitares (13%), fuerza pública (7%).

Existen varias razones que pueden explicar esta notable disparidad entre los datos sobre responsabilidad de la Arquidiócesis y los del Comité. Para este ultimo la primera responsabilidad recae sobre las guerrillas según las declaraciones de las personas desplazadas, lo cual puede deberse, entre otros, al temor de denunciar otros actores tales como los paramilitares que son percibidos por algunos sectores sociales como aliados del estado en la lucha contrainsurgente y por consiguiente ser visualizados como aliados o simpatizantes de la guerrilla. El temor a denunciar el responsable se muestra por el hecho que el 28.1 % de los encuestados no saben o no responden sobre la pregunta del responsable del desplazamiento. Lo mismo sucede con los móviles (causas) del desplazamiento y la modalidad de violencia en que se produjo. En efecto cuando se indagan los móviles, el 80% de los encuestados no responden sobre los motivos del desplazamiento (Cuadros # 9 y 10), por sospecha de apoyo a la guerrilla (9.6%), temor al reclutamiento de la guerrilla sobre los jóvenes (5.22%), sospecha apoyo a la fuerza pública (1.61%), vacuna y boleteo por parte de la guerrilla (1.61%). Con relación a las modalidades se halló que no sabe o no responde (60.24%), amenaza individual (24.1%), asesinato de miembro de la familia (4.02%), masacre (3.61%), atentados (2.01%), amenaza colectiva al poblado (1.61%) y secuestro de un miembro de la familia (1.61%). La Arquidiócesis de Cali arroja resultados similares: Como modalidades de violencia mencionan que "las amenazas, la intimidación y el terror obligaron a la mayoría de hogares encuestados a huir en busca de seguridad y protección.(...) El miedo, respuesta recurrente de los desplazados, los asesinatos individuales y colectivos, y los atentados, entre otros hechos, complementan las respuestas sobre las causas de la salida obligada de las personas afectadas. " (Comisión, 1997)

Nuevamente Pecaud explica claramente las razones que llevan a los desplazados a invisibilizarse en las ciudades:

"En este sentido la situación actual también se distingue de la de los años '50. Durante la Violencia, las ciudades eran refugios más o menos seguros para los desplazados. Es cierto que los asesinatos urbanos de los desplazados no estuvieron ausente en los años '50 y se sabe que los "pájaros" golpearon también en Cali y en otras ciudades. También es cierto que muchos refugiados debían establecerse en terrenos de invasión con el riesgo de suscitar la reacción violenta de la policía. Pero esos refugiados podían por lo menos sustraerse a la influencia de sus antiguos gamonales y otros gestionarios locales de la violencia. Hoy en día las cosas acontecen de otra manera. Las ciudades ya no representan un refugio y los desplazados no pueden soñar con escapar a la influencia de los protagonistas que han conocido en el lugar de la partida y menos aún de los que actúan en el medio urbano. Ya no hay espacios libres de la influencia de las redes informales o ilegales de poder en Colombia. Estas redes pueden estar formadas por bandas juveniles, por milicias que controlan los barrios, por individuos que mantienen contacto con la guerrilla o con los paramilitares. Puede tratarse también sencillamente de las organizaciones que asumen la voz de asentamientos de desplazados. Entre todas estas redes las interferencias son muchas. No faltan los casos en los cuales los desplazados par la acción de los paramilitares y por la acción de las guerrillas se encuentran instalados los unos cerca de los otros, lo que agudiza todavía más las tensiones. En cualquiera de estas condiciones se hace difícil la emergencia de lazos que den cohesión a los desplazados. La situación, entonces, no es muy diferente de la que tenían cuando partieron. Prevalece nuevamente la desconfianza, los rumores circulan, es cotidianamente posible la incursión de tal o tal grupo , la sensación . de ser espiados por los agentes de uno o otro grupo es general. Los desplazados pueden considerarse como rehenes ya que de un día para otro pueden ser instrumentalizados en función de planes que no son los suyos. Mientras tanto, alimentan los argumentos de cada campo para denunciar los desmanes del otro."

Un fenómeno mas cualitativo que cuantitativo, que propicia el surgimiento de condiciones que hacen posible el desplazamiento, es el magnicidio. Los actores armados, en su búsqueda del control territorial de las regiones entran a coaccionar a las autoridades civiles y lideres a favor de sus intereses. Es ya conocida la presión que hacen las guerrillas sobre los políticos para que inviertan el presupuesto municipal y hasta departamental en las áreas de apoyo popular de estas últimas, bajo la amenaza de los "juicios revolucionarios". Por su parte, los paramilitares ejercen sobre los las autoridades en funciones igual presión para favorecer la lucha contrainsurgente en medio de una lógica totalizante amigo-enemigo. Cuando se generan los magnicidios se decapita el liderazgo de las comunidades y se debilita su capacidad de reacción y resistencia, así como el tejido socioinstitucional, los puentes sociedad civil-estado. Basta recordar los acontecimientos que siguieron al asesinato del cuadillo liberal Jorge Eliécer Gaitan el 9 de Abril de 1948. |2| Lo anterior es pertinente por cuanto el año 2000 es electoral, en el cual serán elegidos miembros de las Juntas Administradoras Locales, concejales, alcaldes, diputados a las asambleas departamentales y gobernadores, todo lo cual incrementa las tasas de violencia política en general, y por ende, el desplazamiento. La relación directamente proporcional entre elecciones (locales y regionales principalmente) y tasas de violencia política es un hecho.|3|

Pero mas allá del problema de las cifras, lo cierto que es los responsables del desplazamiento hacia Cali son precisamente los bandos armados del conflicto interno los que están generando en múltiples dinámicas de alianzas y enfrentamientos el desplazamiento, quedando un vacío importante para entender los procesos específicos en que se generan. Lo cierto es que en el desplazamiento se detona principalmente en las zonas en las que existen al menos dos actores armados en disputa por el territorio y/o la población. Según el Cuadro # 8, en 5 de los 28 municipios con mayores tasas de expulsión hacia Cali, se registra un activa presencia tanto de las FARC, como del ELN y grupos paramilitares. En 13 de ellos se registra al menos la presencia de dos actores armados. Incluso cuando se trata de dos guerrillas, estas han llegado incluso a enfrentarse por el control territorial. En los 10 restantes se registra la presencia de un solo actor armado, caso en el cual desplazamiento puede obedecer a los intentos de encuadramiento y homogenización política del actor dominante dependiendo del contexto local. Daniel Pecaud analiza el rol de la población civil en las áreas de influencia de los actores armados y los mecanismos de control social que ejercen sobre esta:

"(...) en regiones de población reciente, los colonos se encuentran sin otra alternativa que plegarse a la tutela de cualquier grupo político que disponga de medios de fuerza. Tales grupos pueden ser manejados por los políticos tradicionales pero también por la guerrilla y, recientemente, por los paramilitares. Cuando estos grupos ejercen su poder por largo tiempo, terminan por engendrar comportamientos de identidad colectiva. En Trujillo, la identidad colectiva provenía del prestigio departamental reconocido al gamonal. En las zonas de Urabá, donde las FARC han estado presentes desde la llegada de los primeros colonos (como en las veredas San José de Apartadó o de Belen de Bajira ), los habitantes han interiorizado los comportamientos exigidos por la organización armada. En los dos casos se evidencia una identidad delegada, mientras que la subordinación a los agentes políticos va de par con la prohibición de toda acción colectiva autónoma. En lugar de la ciudadanía, de los derechos y de formas de acción propias, predomina la obediencia hacia quienes se han apoderado del poder. En los últimos años, diversos autores han hecho referencia a la lógica de protección que mantiene generalmente la relación de los habitantes con estos poderes. Han subrayado además la desorganización y la violencia cotidiana que existia ya entre los colonos, particularmente en las zonas de cultivo de la coca, antes de que las organizaciones armadas se implantaran e instauraran reglas para dirimir los conflictos y sancionar las infracciones. Esta es una manera de retomar el análisis en términos de acción racional, como lo ha desarrollado Diego de Gambetta a propósito de los fenómenos mafiosos del sur de Italia ."

A continuación veremos la presencia de los actores armados en el Suroccidente. Esta radiografía es útil a la hora de determinar el los posibles responsables de los desplazamientos en las zonas expulsoras y para constatar mínimamente los testimonios de los desplazados. No obstante, dada la gran movilidad de los actores armados y la aceleradas transformación de la geografía de la violencia en Colombia, estos datos, suministrados por la Defensoría del Pueblo y divulgados en medios de comunicación escritos, son sólo puntos de referencia. Mapa # 3.

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo. (FARC-EP)

En el Suroccidente hace presencia por ese grupo guerrillero el bloque de Frente Occidental o Zona Cafetera, conformado por los frentes 6-8-29-30 y 48, al mando del comandante Rodrigo Londoño Echeverry (alias TIMOCHENKO), con un estimado de 500 hombres-arma, distribuidos en los departamentos del Valle, Cauca, Nariño, Caldas, Risaralda, Quindio, Tolima (sur-oeste), Choco (sur) y Antioquia (sur).

Se destaca por su nivel de presencia en la zona de influencia de Cali mas inmediata, el frente 6 con un aproximado de 130 hombres-arma y presencia en los municipios de Santander de Quilichao, Toribio y Corinto (Cauca) y Andalucia, Bugalagrande, Sevilla, Palmira, Pradera, Florida, Tulua y Buga en el Valle del Cauca. Por otro lado se registra una actividad importante del frente JOSE ANTONIO PAZ (130 hombres) que hacen presencia en Dagua y Jamundí. En este contexto se destaca la regional ENVER HOXA con presencia en Nariño (municipio el Tablón) y en el Cauca, así como la red sub-urbana " RICARDO TORRES" que hace presencia en el casco urbano de Cali, especialmente en los barrios de Aguablanca y Siloé. Sin embargo, el frente con mayor presencia en Cali y sus alrededores es el 30. Por otro lado, los frentes 2,3,8 , 13,14,15, 29,32 Y 49 de las FARC hacen presencia en Cauca y Nariño pertenecientes al bloque Sur. Los frentes 15 y 32 con área de influencia entre el Putumayo y el Caquetá.

2.1.2 Ejercito de Liberación Nacional (ELN)

Este grupo guerrillero es representado en el Valle del Cauca por el Frente de Guerra Suroccidental, dentro del cual se destaca la el frente LUIS CARLOS CARDENAS ARBELAEZ (60 hombres-arma) con presencia en El Dovio, Bolivar, Versalles, Riofrio, Trujillo, Cristales, Bugalagrande, Toro, Restrepo, Roldanillo, Vijes, La Cumbre, Yotoco, Calima. Se destaca por su presencia en el casco urbano de Cali el frente OMAIRA MONTOYA HENAO así como en Pasto y Popayán, capitales de los departamentos de Nariño y Cauca. Y en Jamundi se regista el frente JOSE MARIA BECERRA, autor del secuestro de la Iglesia La Maria.|4|

Al igual que las FARC, el ELN ha desdoblado sus frentes : de tener presencia en 6 municipios en 1991 en 1994 la obtuvo en 15, es decir, creció a nivel territorial en un 150%.|5| Con relación al crecimiento de la guerrilla a partir de este periodo no se tienen datos actualizados pero las condiciones que propician su expansión territorial (desempleo rural juvenil, ausencia del estado, etc) indican que este proceso debe haber aumentado.

Los grupos de autodefensa y/o paramilitares

En el Suroccidente Colombiano, especialmente en el Valle del Cauca, el norte del Cauca y el Putumayo se han registrado la presencia y accionar de ejércitos privados al servicio principalmente de los intereses particulares de la narcocriminalidad organizada de corte muy diverso y sin que hayan estado articulados bajo un solo comando.

Especialmente, el Valle del Cauca registra la presencia de grupos armados de justicia privada de orientación anticomunista, ligada al poder terrateniente y de las organizaciones de narcotraficantes. En especial, se registra una fuerte presencia de estos grupos en el norte del Valle, en donde tiene asiento el llamado Cartel del Norte del Valle, algunos de cuyos miembros participaron en los hechos de violencia en el municipio de Trujillo desde finales de la década de los 80. El caso de Trujillo sobresale en el espectro nacional por el reconocimiento hecho por el presidente Samper de la responsabilidad del Estado en la violación a los derechos humanos de decenas de personas a manos de fuerzas combinadas de policía, ejército y narcoparamilitares. Así mismo, estos grupos tiene una presencia importante en el norte del Cauca en donde estarían protegiendo las tierras de grupos de narcotraficantes que han venido invirtiendo en la región. La modalidad de violencia ligada a estos grupos es principalmente el ajuste de cuentas intramafia, y el asesinato selectivo de periodistas, dirigentes políticos y jueces reacios a la penetración mafiosa.

Sin embargo, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) llegaron al departamento del Putumayo a partir de 1997 y al centro del Valle a partir de Junio de 1999, ejerciendo violencia homicida y desplazamientos forzoso contra sectores sociales señalados como auxiliadores de las guerrillas. Las AUC se diferencian de los grupos de justicia privada mencionados en la medida en que pretenden articular un proyecto político contrainsurgente a nivel nacional buscando reconocimiento político del Gobierno Nacional. Desde el 98 se registran desplazamiento colectivos en el norte del Valle por grupos no identificados.|6|

2.1.4 Movimento Armado Jaime Bateman Cayon

Surgido como una disidencia del M-19, este grupo si bien es muy pequeño y tiene una presencia casi que exclusivamente regional, ha sobresalido en el espectro nacional por los acercamientos con el gobierno Samper, las conversaciones y luego la ruptura de la misma. El grupo en mención se encuentra localizado en municipios del norte del Cauca como Miranda, el cual fue asaltado por las FARC durante el tiempo que duraron las conversaciones. Es posible que este movimiento hubiera participado en el conflicto social y político ocurrido en el municipio de Trujillo y su zona de violencia, y habría surgido como una disidencia del M-19 en ocasión de los diálogos desarrollados entre el gobierno y ese movimiento en 1988 en la zona.|7|

Igualmente el Valle ocupa a nivel nacional en lo referente a la evolución de la intensidad del conflicto armado el puesto número 15 para el periodo 1987-1994. En efecto, sólo 7 de sus municipios se manifiestan como críticos, en orden de gravedad : Cali, Jamundí, Dagua, Buenaventura y Florida, Riofrio, Buga y Tuluá.. No obstante lo anterior, en algunas ciudades del Valle si se ha presentado activa presencia guerrillera, sobresaliendo la ciudad de Cali.

La incursión guerrillera en centros urbanos que se expresa en el aumento de la actividad armada como se ha visto, estaría evidenciándola puesta en práctica planes estratégicos en la expansión territorial de las organizaciones armadas.

"En el departamento del Valle, es notoria la divergencia entre la presencia guerrillera, los cultivos de amapola, y los laboratorios para el procesamiento de coca ; en este departamento las actividades relacionadas con los cultivos ilícitos y el procesamiento de drogas son realzadas por grupos armados al servicio del narcotráfico.|8|

2.15 La Fuerza Pública.

Una pequeña proporción de los desplazados responsabilizaron a elementos de la fuerza pública como los responsables de su salida. Al respecto se tejen varias explicaciones, que van desde una supuesta complicidad de elementos de esta con grupos paramilitares, hasta los que explican el desplazamiento como un efecto irremediable de la lucha contrainsurgente, sobre todo en los casos de bombardeos aéreos y combates, y fumigaciones en zonas de cultivos ilícitos.

Sobre estes asunto, Pecaud (1999) afirma que:

"Para muchos de los habitantes de una zona bajo la violencia el Estado toma frecuentemente el aspecto de los militares, que inspiran generalmente tanto miedo como los otros protagonistas, y aún más. Y ello no solamente por los "deslices" que cometen; su imagen se ve deteriorada también por sus frecuentes compromisos con intereses inconfesables. El caso de Trujillo ofrece una vez más un ejemplo al respecto, puesto que la masacre de 1991 no hubiera sido posible sin la colaboración entre militares y narcotraficantes. Esta complicidad con los paramilitares ha aparecido a la luz después en muchas zonas y la población ha aprendido a adivinar la inminente incursión de los paramilitares a partir de las disposiciones tomadas por los militares. No faltan tampoco los casos en los cuales los militares parecen adherir a las representaciones de las élites civiles, identificando espontáneamente a los colonos como los"bárbaros". Pero si la animosidad frente a los militares supera generalmente a la que inspiran otros protagonistas, ello se debe también a que no buscan salvo excepciones una presencia estable con la protección que ésta implica; proceden en cambio frecuentemente a realizar operaciones fugaces en las zonas bajo el dominio de la guerrilla, retirándose tan rápido como han llegado, sin dejar el tiempo a la población de establecer las estrategias de adaptación. A través de ellos el Estado es visto entonces como un Estado peligroso, que obliga en muchos casos al desplazamiento forzado."

2.2 Departamentos expulsores de población desplazada

En lo relativo a las zonas expulsoras, el Cuadro # 1 indica que un poco menos de la mitad (43%) de las familias provienen del Suroccidente, en el siguiente orden: Putumayo (17.5%) seguido del departamento del Cauca (16.7%) y del Valle (11%). Por su parte los datos de la Arquidiócesis de Cali apuntan resultados similares pero en otro orden: Los mismos departamentos son los principales expulsores de población hacia Cali pero distribuidos así: Valle (36%), Cauca (23%) y Nariño-Putumayo (22%) |9| Ver Mapa # 4

Así mismo coincide en el cuarto lugar con Antioquia, pero con porcentajes diferentes: Mientras que en la muestra del Comité los desplazados provenientes de Antioquia (10.2%) para la Arquidiócesis es el (5%). El caso de Antioquia, el departamento con la peor situación de orden público del país, expulsa población hacia todos los rincones de Colombia, en dinámicas subregionales muy especificas y diferenciadas. Hacia Cali llegan principalmente del eje bananero en la región de Urabá, una de mas azotadas por el conflicto armado en el país, ubicada en los limites entre Antioquia y el Choco. Por su parte, este último departamento ocupa tanto para la Iglesia como para el Comité el sexto lugar, para los primeros con un 4% mientras para los últimos con 7.7% del total de población.

Lo anterior indicaría que en lo referente a departamento de proveniencia, tanto los diagnósticos de la Arquidiócesis como los del Comité Municipal coinciden en términos generales en el departamento de expulsión hacia Cali. Sin embargo, las diferencias radicarían en los siguientes aspectos:

Para la Arquidiócesis, el Valle del Cauca es de lejos el principal departamento expulsor, lo cual puede deberse, al hecho que contabilizaron las personas que son victimas del desplazamiento intraurbano de Cali por violencia principalmente social (pandillas, criminalidad, ajustes de cuentas). Además cuando se finiquitó este estudio (1997) no se habían registrado los desplazamiento masivos en el centro del Valle (1999), que fueron tenidos en cuenta por el Comité Municipal de Cali de las personas que han llegado a Cali provenientes de esa subregión. Como se verá mas adelante, la llegada de los grupos paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) al Valle creará una coyuntura por primera vez en la historia reciente del Valle, de generación de desplazamiento masivos que estarían generando una progresiva presión sobre Cali en la medida en que no parecen existir a febrero del 2000 condiciones para el retorno de esta población.

Para el departamento de Nariño, la situación es evaluada así por el CODHES:

"En Nariño, una activa presencia de la guerrilla, la amenaza de posibles incursiones paramilitares y la cercanía con Putumayo, ofrecen características especiales para la expansión del conflicto armado. Los acontecimientos de comienzos de año en Putumayo provocaron el desplazamiento de por lo menos 200 familias hacia Pasto y otros municipios de Nariño, que hasta ahora ha sido una opción migratoria frente a la violencia en el medio y bajo Putumayo. "|10|

Puede añadirse que la intensificación de la actividad guerrillera en este departamento va ligado al proceso de expansión de los cultivos de amapola (base para la producción de heroína) en las zonas de media y alta montaña, los cuales estarían siendo regulados por estos.

En los siguientes lugares encontramos en la muestra del Comité, que la región Suroriental de Colombia (Amazonia y Orinoquia) representados en los departamentos de Caquetá (8.5%), Meta (7.5%) y Guaviare (3.2) sobresalen como departamentos expulsores de población hacia Cali. Entre estos departamentos se encuentran los bastiones y santuarios sociales de las FARC, particularmente la zona del despeje militar que se le ha otorgado a estas ultimas para adelantar el proceso de negociación con el gobierno. En tal sentido, las razones principales de expulsión radican en los esfuerzos de las FARC de homogeneizar políticamente la región y reclutar jóvenes para sus filas. Y por otro lado, las ofensivas paramilitares hacia estas zonas de influencia guerrillera, principalmente en el Meta. Al igual que el Putumayo, estos departamentos experimentan procesos de apertura de la frontera agrícola y sustentan sus economías en el cultivo de la hoja de coca y el procesamiento de la cocaína. Ver Cuadro # 2 sobre el origen municipal del desplazamiento.

2.2.1 Departamento del Putumayo

Si tenemos en cuenta entonces el matiz del estudio de la Iglesia en relación con los desplazamientos intraurbanos por violencia socioeconómica y cultural, puede inferirse que el principal departamento expulsor de población desplazada por violencia política (en adelante desplazados) hacia Cali es el Putumayo. Los agentes responsables del desplazamiento forzoso en el ultimo son en su orden (Cuadro # 4): Sin información (37.2%), paramilitares (34.9%) y guerrilla (28%). Como es comprensible, la mayoría de los encuestados prefiere omitir esta información por el temor a posibles represalias de los mismos y ante la incapacidad del estado de garantizarle una efectiva protección. Sin embargo, si se compara con el promedio global de personas que no saben o no responden encuestadas en Cali (28.1%), el promedio del Putumayo (37.2%) es superior. Y por otro lado, es mayor la responsabilidad de los grupos paramilitares. El municipio de Puerto Asís, el principal expulsor de población hacia Cali (4.02%), vive también la condición de receptor de población desplazada. Según CODHES, entre abril y julio de 1999 Puerto Asís recibió a 280 personas. Mocoa, la capital del Putumayo a 610, y las zonas de piedemonte indígena, del Valle del Guamuéz 340 y San Miguel 70. |11|

En este departamento la dinámica es detonada principalmente por la nueva llegada de los grupos paramilitares a la región desde 1996 en una disputa por el control territorial con las FARC las cuales la han dominado ampliamente hasta la fecha, como lo muestra, además de las acciones propiamente militares de esta guerrilla, la organización de paros masivos de campesinos cocaleros en 1996 y la regulación de la producción de cocaína. Antes de esta arremetida paramilitar, en los años 80 grupos ligados al entonces Cartel de Medellín intentaron sin éxito, asentarse en la región, siendo expulsados por las FARC. Luego desde 1997 se registran múltiples masacres y asesinatos selectivos encabezadas principalmente por paramilitares, y desplazamientos individuales generados por las FARC contra las personas sospechosas de auxiliar el enemigo, por el incumplimiento de normas dictadas por estos o por la amenaza de reclutamiento forzoso de los jóvenes. Incluso, se presentó una aguda polémica entre el Alcalde Puerto Asís y el Gobierno Nacional por las denuncias que el primero hizo sobre una supuesta complicidad entre las fuerzas militares y los paramilitares. |12| Por otra parte, en 1996 las FARC-EP le propinó el peor golpe militar al Ejercito Colombiano, en el marco de una racha de sucesivos éxitos militares, al tomarse la base militar de Las Delicias ubicada entre los limites de Putumayo y Caquetá, y retener a mas de cincuenta soldados durante aproximadamente un año y presionando el despeje de un Municipio del vecino Caquetá para la liberación de los mismos en 1997|13|

El Putumayo|14| es estratégico para los actores armados en virtud que es uno de los centros de producción de hoja de coca y de procesamiento de la cocaína mas importantes del país, limita con Ecuador y Perú, lo cual permite la entrada y salida de armas, explosivos, narcóticos e insumos para su producción, y secuestrados; goza de una enorme biodiversidad así como de riquezas petroleras y mantiene una frontera agrícola que es escenario de los conflictos agrarios históricos descritos en el Capitulo 1 de este documento. La explotación petrolífera se realiza al modo de una economía de enclave, es decir, que las ganancias derivadas no se invierten en la región en donde se producen, contribuyendo a generar desequilibrios. Por su parte, las FARC ejercen funciones propias del estado en amplias zonas del departamento, al regular los conflictos públicos y privados, mantener un control estricto sobre las áreas cultivadas con hoja de coca, cobrar el llamado "impuesto revolucionario" a los traficantes que operan en la misma y movilizar al campesinado cocalero (por medio de una mezcla de simpatías y temor) contra el Estado cuando se emprenden campañas masivas de fumigación de cultivos. Este último detona igualmente el desplazamiento ante los riesgos que conllevan las fumigaciones para la salud de los campesinos, sus cultivos de pancoger, animales y aguas.

En resumen, el Putumayo se constituye en un claro ejemplo de cómo los conflictos generados por la irrupción acelerada de fuentes de riqueza en zonas de frontera agrícola y de colonización, propician la expulsión de población civil campesina hacia grandes ciudades, evidenciando la debilidad y ausencia del estado en esas regiones que no logra erigirse como mediador y regulador de la distribución de las fuentes de riqueza, sobretodo teniendo en cuenta que la principal fuente proviene de la producción de cocaína. Los intentos de inversión social del estado y de sustitución de cultivos no han dado, en términos generales, resultado competitivos al cultivo de la hoja de coca, debido a la baja rentabilidad de los productos agrícolas. Frente a esta situación, las FARC-EP (una organización político-militar ilegal) entra a suplir las ausencias del estado, convirtiéndose en un regulador social al crear las condiciones mínimas de seguridad para desarrollar el mercado ilegal de la producción de cocaína, controlando el porte de armas y la criminalidad en sus zonas de influencia, fijando topes a los precios de la hoja de coca y de la base, regulando las actividades agroforestales y pecuarias, y mediando en el proceso de colonización campesina. Esto sin contar la veeduría o presión que ejercen sobre las instancias de poder local como Alcaldías, Concejos y Juntas de Acción Comunal para que inviertan los recursos fiscales en sus bases de apoyo social a la manera de un clientelismo armado.

Todo lo anterior, tiene a agravarse de manera sustancial debido a las acciones de contrainsurgencia y erradicación de cultivos de gran envergadura, que el Gobierno Nacional con el apoyo del Gobierno estadinense pretenden iniciar próximamente en ese departamento, por lo cual es previsible un incremento sustancial de la población desplazada y una consecuente llegada de los mismos a la ciudad de Cali. Y por otro lado, el agudizamiento de las acciones paramilitares que buscaran posicionarse en esta estratégica región. Sobre las razones que llevan a los pobladores del Putumayo a buscar refugio en una ciudad como Cali ver el Capitulo 4. Y por otro lado, se han refugiado en Ecuador pobladores de este departamento huyendo principalmente de las incursiones paramilitares.

Según el CODHES : "Hacia Ecuador el escalamiento del conflicto también ha producido reiterados flujos migratorios procedentes de los departamentos de Putumayo y Nariño que se asientan en las provincias de Sucumbios y El Carchi. (...) Ecuador ha sido uno de los países fronterizos que con mayor hospitalidad ha asumido el problema del refugio de colombianos. Sumado a estos problemas, los episodios asociados al reciente secuestro masivo de ciudadanos extranjeros en la provincia de Sucumbios en Ecuador tienden a incrementar las tensiones y a crear un clima adverso para el tratamiento de la población civil inmersa en el conflicto.|15|

Un articulo periodístico publicado en Enero del 2000 sintetiza la situación actual del Putumayo y los antecedentes:

"El miércoles 26 de enero (del 2000), a mediodía, la radio transmitió una noticia crucial para el futuro de Colombia. Según los cables enviados por las agencias de prensa internacionales desde Washington el presidente Andrés Pastrana se había comprometido con el gobierno estadounidense a erradicar este año la mitad de los cultivos de coca que hay en el país (unas 50.000 hectáreas). Justo a la misma hora un campesino de la zona rural del municipio de Puerto Guzmán, en el departamento del Putumayo, rociaba con fertilizante las matas de coca que sobrevivieron a la fumigación de la avioneta de la Policía Antinarcóticos que había sobrevolado su cultivo el 23 de diciembre del año pasado. El campesino estaba desolado, rodeado por un cementerio de cientos de matas quemadas, sin hojas, como si hubieran recibido una lluvia de fuego. Esta imagen, la de los cocales secos y marchitos, es sólo un preámbulo simbólico de lo que le espera al Putumayo en los próximos meses: una guerra frontal contra la coca que no tiene precedentes en la historia del hemisferio. El gobierno nacional decidió, con el apoyo irrestricto de los estadounidenses, que este departamento fronterizo sea la punta de lanza de la lucha contra el narcotráfico contemplada en el Plan Colombia. El lugar donde pondrán a prueba un proyecto piloto de desarrollo, mezcla de zanahoria y garrote, para acabar con una zona donde se concentra el 50 por ciento de los cultivos ilícitos del país y que se ha convertido en un corredor estratégico para el tránsito de armas y explosivos para la subversión. Un noble esfuerzo que necesariamente implica eliminar la única fuente de ingreso de 13.000 familias campesinas. Ahí está latente la posibilidad de un nuevo paro cocalero igual al que ocurrió en 1996 y movilizó a más de 50.000 personas en contra del programa de fumigación del entonces presidente Ernesto Samper. Paralelamente, las autoridades encontrarán resistencia de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y de los miembros de los grupos de autodefensas, que de una u otra forma están involucrados en la cadena económica del narcotráfico y defenderán a bala sus intereses financieros. "El país no se imagina lo que está gestándose en el Putumayo. Es la bomba de tiempo más grave que hay en Colombia", le dijo a SEMANA un oficial de Inteligencia de alto rango del Ejército que pidió no ser identificado. La zanahoria para los campesinos cocaleros será el Plan de Desarrollo y Paz del Putumayo. El garrote para los cuatros frentes guerrilleros y dos de autodefensa que operan en la zona quedará en manos del Batallón Antinarcóticos del Ejército y la Policía Antinarcóticos. El batallón fue creado, entrenado y dotado durante 12 meses por el escuadrón de los Green Berets estadounidenses (que se hicieron famosos durante la guerra del Vietnam) como un cuerpo de élite para la lucha contra el narcotráfico. La Policía no se quedó atrás. La responsabilidad de 3.000 hombres y el programa de fumigación recaerá en dos pesos pesados: el general Ismael Trujillo, cerebro de la Operación Milenio, y el coronel Carlos Barragán, oficial que logró la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela. En el campo de batalla se encontrarán con 1.800 guerrilleros del Bloque Sur de las Farc, la unidad más combativa y táctica de esta organización. De los resultados que se obtengan en esta 'Guerra del Putumayo' dependerán las estrategias gubernamentales para erradicar los cultivos ilícitos en los departamentos de Caquetá y Guaviare y en la zona del Catatumbo (Norte de Santander). Hay mucho en juego. Para el comandante de las Fuerzas Militares, general Fernando Tapias, la erradicación de los cultivos de coca en el Putumayo tiene que comenzar cuanto antes. Según Tapias, acabar con los cultivos será sin duda el corto circuito económico para las Farc pues el 60 por ciento de sus ingresos dependen del negocio de la coca en esa zona del país. Y ese será sin duda el gran reto para los 4.000 hombres del Ejercito y la Policía que tienen la responsabilidad de llevar a cabo esta delicada y compleja misión.

La riqueza como maldición

Putumayo, que en lengua indígena significa 'río de las garzas', ha soportado un sino trágico por cuenta de la explotación de las riquezas de su territorio. Una bonanza se ha sucedido tras otra, siempre con los mismos resultados: las ganancias se van para otra parte o son dilapidadas de modo inmisericorde. Y parece como si con cada una de ellas aumentara la espiral de violencia. Primero fue la de la quina. Luego la del caucho (una historia sangrienta inmortalizada en La Vorágine por José Eustaquio Rivera), la balata y las pieles. Siguió la época del cedro, mucha gente llegó del interior del país a resolver sus diferencias por los precios de la madera a machetazo limpio. A finales de la década de los 60 se inició el boom petrolero. La región fue invadida por buscadores de fortuna y malandros, con éstos llegaron el vicio, la delincuencia y la prostitución a gran escala. Sin embargo lo peor estaba por venir. En abril de 1979 el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, 'El Mexicano', consiguió socios en Puerto Asís para que repartieran semillas de coca, de una variedad desconocida en el área, por donde encontraran gente dispuesta a cultivarla. Una vez puesta en la ruta no hubo manera de contener el avance de la semilla por el medio y el bajo Putumayo. "Hace 20 años un gramo de coca valía 500 pesos, en cambio un jornal de trabajo lo pagaban a 200 pesos. Por eso la gente se alocó, se desbarataron las relaciones sociales en las familias y los pueblos. Los precios se subieron. Todo el mundo se armó para cuidar el cultivo y evitar los robos cuando lo sacaran al pueblo", cuenta un investigador del tema, nativo de la región, exiliado por amenazas de muerte, que no quiso ser identificado por razones de seguridad personal.

El oropel atrajo a las Farc. Entraron por el Caquetá el mismo año en que llegó la semilla y en un principio tuvieron sintonía con los narcotraficantes de los carteles. Con el tiempo, y gracias al dinero que recaudaron por el negocio, aumentó su fortaleza en esa región. La alianza de la guerrilla con 'El Mexicano' terminó hacia finales de los años 80 y desencadenó una guerra entre las Farc y los 'Masetos', el ejército privado de Rodríguez Gacha. Esta batalla la ganaron los guerrilleros luego de llevar a cabo la operación 'Aquí estamos Putumayo'. No sólo estaban sino que ahí se quedaron como amos y señores durante casi toda la década de los 90. Allí se ganaron la lotería sin comprarla por cuenta de los impuestos que les cobraron a los narcotraficantes.|16|

Finalmente, para el CODHES, la situación de Putumayo durante 1998 la describen así:

"Una vez mas en el Putumayo confluyen grupos guerrilleros y paramilitares que intenta un control de esta zona de frontera. Las acciones se concentran en los municipios del Bajo Putumayo y la situación mas difícil se vive en municipios como Puerto Asís, Puerto Caicedo, Valle del Guamuéz y La Dorada San Miguel"|17|

2.1.2 Departamento del Cauca

En ambos diagnósticos el departamento del Cauca es el segundo en expulsar población hacia Cali.|18| Se destaca por ser el departamento del Suroccidente que expulsa una mayor proporción como parte del global departamental,. de indígenas hacia Cali (25.7%), seguido de negros del norte y litoral pacifico del departamento(18%), mestizos (15%) y blancos (5%). No obstante sobre la mayoría de las personas provenientes del Cauca no se tiene información sobre su grupo étnico (35%). Ver Cuadro #5. |19|Entre los principales municipios expulsores del Cauca al parecer sólo uno se destaca por tener la doble condición de expulsor -receptor: Cajibio.

El principal responsable de expulsar población es de lejos, la guerrilla (76.7%) seguido de la categoría Sin información (17.7%), Fuerza Pública (5%) y paramilitares (2%). Cuadro # 6.

Cauca registra la combinación entre una fuerte presencia guerrillera, tanto de las FARC como del ELN, importantes cultivos de amapola en las zonas de media y alta montaña, un proceso de inversión en tierras por parte de narcotraficantes sobre todo en la zona norte del Cauca, un fuerte movimiento indígena agrupado en el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) que ha emprendido desde los años 70 y un movimiento por la recuperación de sus territorios ancestrales y su cultura. Y por el otro lado, un movimiento campesino en ascenso del "Macizo Colombiano". La carretera panamericana ha sido el escenario de múltiples tomas por parte de el movimiento indígena que en alianza con los campesinos del Macizo han reivindicado del estado una mayor inversión social|20|. En efecto, este departamento registra niveles de pobreza superiores al promedio nacional. Por su parte las guerrillas han entrado en conflictos recurrentes con los indígenas, quienes al tener un tejido social constituido y autoridades tradicionales reconocidas por ellos (los Gobernadores de los Cabildos) encuentran un espacio social lleno que no necesita de la guerrilla para regular sus propios conflictos.|21| Incluso, en algunos momentos las guerrillas han promovido la invasión de los terrenos ancestrales indígenas por parte de colonos mestizos sin tierra, en un afán por hacerse a una base social de apoyo en la subregión. Por otro lado, grupos de narcotraficantes han emprendido un proceso de inversión de tierras que ha llegado incluso a traducirse en masacres de indígenas (Caloto 1994) y desplazamientos forzosos. En este cruce de intereses, algunas comunidades indígenas, principalmente las de etnia Páez han configurado lo que podría denominarse un modelo de acción social para la prevención del desplazamiento, dado que han desarrollado desde la época de la conquista hasta el día de hoy, mecanismos de resistencia contra la opresión "blanca" gracias a sus niveles de cohesión, identidad y acción social, no solo contra la presión de los latifundistas tradicionales sino también de las guerrillas y hasta los grupos narcotraficantes.|22|

El CODHES (1999) resume la situación el Cauca así:

"La presencia de hombres armados y desconocidos en la región, la llegada misteriosa de vehículos al parecer con dotación bélica, al igual que las amenazas verbales y escritas contra varias familias y otros pobladores de la región norte de Cauca ha generado preocupación en la población indígena que habita en esta parte del país(...) advierte sobre el montaje de una base paramilitar en la zona con el correspondiente amenaza de masacres contra pobladores acusados de colaborar con la guerrilla Igualmente este informe señala la presencia de las autodefensas en la zona responde a la confluencia de intereses económicos y políticos de conflictos sociales que persisten entre campesinos y colonos con terratenientes y latifundistas, traducidos e al fuerte presencia de comunidades indígenas, poblaciones negras y ahora epicentro de la expansión estratégica de los grupos armados al margen de la ley.|23|

2.1.3 Departamento del Valle|24|

El departamento del Valle figura como el tercer departamento de mayor expulsor de población hacia Cali (11%). Cuadro #1. Igualmente es un departamento receptor. Según CODHES, el Valle del Cauca recibió y expulsó en el periodo 1985-1994 entre el 2.1% y el 5% del total de población desplazada en Colombia.

Las ciudades de Cali, Tulúa, Buga, Sevilla son tanto expulsoras como receptoras. Según el CODHES entre abril y junio de 1999 a municipios del Valle llegaron 4.849 personas distribuidas así: Cali 3600, Buenaventura 109, Palmira 95, Yumbo 70, Tulúa 220, Candelaria 110, Jamundí 260|25|, Buga 150, Dagua 50, Trujillo 67, Pradera 48 y San Pedro 70.|26|

Para el periodo 1985-1995 el Valle del Cauca sufrió un total de 58 masacres en 19 de sus 42 municipios, ocupando el tercer lugar a nivel nacional de este tipo de violencia, con un 7.1% del total.|27|Durante el primer semestre del 1999 el Valle ocupo el segundo lugar a nivel nacional en numero de masacres (13) y el cuarto en numero de victimas (49). La tendencia tiene a incrementarse con el accionar de las autodefensas en el centro del Valle, la expansión territorial de las guerrillas, la decadencia del narcotráfico, el incremento de la delincuencia organizada, la depresión económica, la crisis fiscal, la degradación del agro, y la influencia de macroproyectos (vías, carrilera, pacifico y puertos, corredores estratégicos). Incluso se ha denunciado la presencia de grupos de autodefensa en el Barrio Siloé (Comuna 20) de Cali|28|. Así mismo, la salida al Océano Pacífico, principal cuenca comercial del mundo.

Contrario a lo que sucede en todo el Suroriente del país y en Putumayo, en donde la actividad primaria de producción de cocaína es controlada por la Guerrilla, en el Valle es notoria la divergencia entre la presencia guerrillera, los cultivos de amapola, y los laboratorios para el procesamiento de coca ; en este departamento las actividades relacionadas con los cultivos ilícitos y el procesamiento de drogas son realzadas por grupos armados al servicio del narcotráfico.|29|

En lo relacionado con los agentes expulsores de población según los datos del Comité encontramos que los Paramilitares y/o autodefensas (46%) son los generadores de casi la mita de estos, seguidos de cerca por las guerrillas (38%) y Sin información (15%). Cuadro # 7.

Como se dijo en el marco histórico el Valle del Cauca es el epicentro de la actividad narcocriminal mas importante del país, en el mismo tienen asiento por lo menos cinco grandes núcleos de organizaciones productoras y exportadoras de cocaína y heroína. En 9 municipios del Valle se presentan cultivos ilícitos y/o de laboratorios para su procesamiento, distribuidos así:

En Ansermanuevo (Amapola y tierras de narcos y altas tasas de homicidios), Calima (Darién) (Amapola y tierras de narcos), El Aguila (Amapola y Laboratorios de cocaina y altas tasas de homicidios), El Cairo (Amapola e tierras de narcos y altas tasas de homicidios ), El Cerrito (Paramilitares, Amapola y tierras de narcos) Restrepo (tierras de narcos, conflictos agrarios, laboratorios de cocaína y cultivos de amapola así como altas tasas de secuestros), Roldanillo (Paramilitares, tierras de narcos, laboratorios de cocaína y cultivos de amapola, y altas tasas de homicidios), Sevilla (paramilitarismo, tierras de narcos, cultivos de amapola, y altas tasas de homicidios) y Versalles (laboratorios de cocaína y cultivos de amapola, y altas tasas de homicidios).|30|El Municipio de Trujillo por su parte fue el escenario de violaciones a los derechos humanos por parte de miembros de la fuerza pública en alianza con narcotraficantes y terratenientes locales.

Por otra parte, las FARC han experimentado una expansión territorial en el Valle del Cauca, pasando de tener presencia en 5 municipios en 1991 a 16 en 1994, lo que indica un crecimiento en esos años del 220%. No obstante, este crecimiento territorial no se ha visto acompañado de una intensificación en el nivel de acciones bélicas, ni de mayor control territorial de las guerrillas.|31|

La creencia de que la guerrilla no se ha consolidado en el Valle del Cauca, contrariamente con lo que estaría sucediendo en gran parte del territorio nacional, por varios factores, entre los que se destacan:

  • 1. Fuerte control territorial de la fuerza pública, apoyada en el poder económico, político y militar de las mafias pertenecientes a los Carteles de Cali y del Norte del Valle. (GUZMAN BARNEY 1997)
  • 2. Elevada hegemonía del statu-quo regional, apoyada en una doble estrategia : Altos niveles de represión por motivos políticos (guerra sucia contra la izquierda y sospechosos de ser aliados de la guerrilla) y sociales (violencia contra jóvenes de barrios marginales, contra drogadictos, prostitutas, homosexuales) y, importantes niveles de inversión social en las zonas marginadas de la ciudad por medio del modelo fundacional, o por la ONG de desarrollo que hacen presencia en los mismos. Sumado finalmente al perfil integracionista de las mafias vallunas, que prefieren ser cooptados por el poder local y no enfrentarse a los mismos. (GUZMAN BARNEY 1997)
  • 3. Elevado nivel de urbanización del Valle del Cauca y cierre de la frontera agrícola a su interior.

Esta situación estaría cambiando catalizada por la crisis económica, fiscal, social y política de la ciudad, que habría profundizado el caldo de cultivo para la expansión de las guerrillas y los paramilitares en el departamento. Es decir, en la coyuntura actual se estaría presentando un debilitamiento de la hegemonia tradicional.

Hasta el año de 1997 el departamento del Valle del Cauca sobresalió en el contexto nacional por ser una zona relativamente pacifica, con tasas de violencia política relativamente menores a las del promedio nacional. Pero se destaca la acción urbana del ELN en un barrio de élite de Cali con el secuestro de mas de 100 feligreses de la Iglesia la Maria en 1999, mostrando de esa manera su capacidad de ejercer terrorismo urbano. A partir de enero del 2000, el ELN ha iniciado una nueva estrategia terrorista para presionar al gobierno a que les conceda una zona de despeje similar a las de las FARC en el sur del departamento de Bolivar en el norte del país, consistente en atentados contra la infraestructura eléctrica del país y retenes en las principales vías|32| En este sentido, en el Valle se han registrado voladuras de torres de energía amenazando con precipitar un apagón no solo en Cali sino en el Valle.

Finalmente y en el contexto de este estudio se destaca la llegada de los grupos paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia al centro del Valle (Buga, Tulúa, Sevilla, San Pedro principalmente) detonando por primera vez en la historia reciente del departamento desplazamientos masivos de población de la zona rural de esos municipios hacia sus cascos urbanos, y hacia Cali. Se calcula que mas de 3000 personas han sido desplazadas desde mediados de 1999 cuando hicieron presencia estos grupos en la región.

Según funcionarios estatales que han realizado visitas a esta región se trataría de un proceso de contrarreforma agraria bajo el pretexto de la lucha contrainsurgente. Para otros se trata de una retaliación propiciada por el secuestro masivo de feligreses en la iglesia caleña La Maria, buscando afectar los corredores estratégicos de la cordillera central de las guerrillas. Otras versiones señalan la existencia de intereses económicos en el área por la construcción de carreteras y la red férrea que valorizarían enormemente la tierra en esos municipios.|33|

El Municipio de Jamundí, que es parte del Area Metropolitana de Cali, ha experimentó en el mes de Septiembre de 1999 desplazamientos masivos, diferentes a los del centro del Valle. En efecto, estos llegaron de manera organizada a reivindicar mas inversión social en sus corregimientos y a exigir como condición para el retorno el que sean escuchados por el Gobierno, lo cual sucedió efectivamente una vez fueron escuchados sus pliegos de peticiones. Los 2500 campesinos del área rural denunciaron a su vez problemas de seguridad de personas extrañas que han llegado a la localidad después del secuestro de feligreses de la Iglesia La Maria, ya que por esa zona fueron evacuados. De alguna manera esta acción se puede entender como el intento de una comunidad rural en alto riesgo de ser desplazada de solicitar preventivamente la protección y presencia del estado en sus zonas. Sin descartar algún nivel de influencia del ELN en esta jornada de protesta, lo cierto es que estas comunidades son señaladas como auxiliadoras de la guerrilla, lo cual aumenta sus niveles de riesgo.|34|

Por otro lado, el Municipio de Buenaventura ha sido receptor de población desplazada del Choco desde 1997 y, a partir de Diciembre de 1999 de sus propias zonas rurales como efecto de los combates entre fuerza pública y guerrillas.|35|

Por todo lo anterior el Valle esta en tránsito de ser no solo uno de los principales focos receptores de población de todo el país sino un departamento progresivamente expulsor como lo muestran los últimos acontecimientos en el centro del primero.

El caso de Cali como ciudad receptora de población desplazada y centro de este estudio sufre actualmente la que muchos han considerado la peor crisis económica de su historia. El municipio de Cali es el mas endeudado del país, el desempleo y la recesión económica se dispararon por lo menos desde 1994, debido entre otras cosas, a la desarticulación del Cartel de Cali. La coyuntura política del periodo 1994-1998 conocida como El Proceso 8.000, en el que se denuncian nexos entre dirigentes políticos con las organizaciones de narcotraficantes centrados en Cali, tuvo un impacto en la ciudad y el departamento en varios niveles. El mas notorio es el económico, ya que se freno la circulación de los dineros provenientes de la actividad ilícita del narcotráfico, que venia siendo sistemáticamente invertida en la ciudad, destacándose el área de la construcción, que generaba una impacto enorme a nivel de empleo y de dinamización de la economía. Esta desaceleración de la inversión de los narcodineros en la ciudad, se produjo como consecuencia de la represión estatal contra esta organización por la necesidad del primer mandatario Ernesto Samper (1994-1998) de mostrar a la opinión pública nacional e internacional su autonomía con relación al Cartel de Cali, hasta el punto de que logró encarcelar a los principales capos de esa organización y a dar de baja a uno de ellos.

A nivel político la represión estatal contra el Cartel de Cali se tradujo en el encarcelamiento de notables dirigentes vallecaucanos, como el Senador Hugo Castro Borja, el excontralor general Francisco Becerra ; la acusación de la fiscalía contra el alcalde de Cali Mauricio Guzmán, investigado por las mismas razones, entre otros. Igualmente se ha producido una intensa lucha entre los diversas facciones de grupos de narcotraficantes que buscan suceder a los capos encarcelados, y en esta medida controlar las líneas de transporte de las drogas y los mercados. Esto se expresó en un elevado número de desaparecidos y ajustes de cuentas durante los años 1995 y 1996, que reflejaría las pugnas internas por el control de las estructuras criminales. En 1999 sobresale la guerra entre el Cartel del Norte del Valle y la Organización del extinto Pacho Herrera. Así mismo, se han incrementado formas de criminalidad violenta de tipo mas o menos organizados, como el robo de bancos, automotores y establecimientos por parte de individuos fuertemente armados y con vistosos vehículos o motos, lo cual se explicaría como los intentos de los antiguos empleados de las redes narcocriminales del Cartel de Cali de mantener los mismos niveles de ingreso, dadas las expectativas de consumo generadas por el narcotráfico. En este sentido, es posible que el incremento que se presentó en la violencia inter-pandillas en los barrios marginales de Cali desde 1994 obedezca a la presión económica que generó el entorno sobre estos grupos, que al no ver posibilidades de mantener sus ingresos como producto del trabajo con los carteles o de los trabajos, legales o ilegales que podían obtener, desencadenan verdaderas guerras por el control de territorios, y en esta medida de fuentes económicas.

En resumen, si bien el departamento del Valle del Cauca no se destaca como violento, la ciudad de Cali sí ha experimentado una tasa de homicidios en general creciente, una fuerte presencia de la narcocriminalidad organizada, una presencia guerrillera en expansión con bajos niveles de actividad bélica. Así mismo, la violencia homicida se dirige principalmente contra los jóvenes de los barrios marginados, desde elementos de la fuerza pública que desbordan su campo de acción formal como desde otros jóvenes que luchan por el predominio en las comunas.

Cali una ciudad expulsora de población

Por último y con el ánimo de contextualizar la dinámica del desplazamiento hacia Cali no podemos dejar por fuera el fenómeno de la emigración de pobladores de la ciudad hacia otras partes del país y el exterior. En efecto, como producto de la crisis económica los niveles de emigración desde Cali se dispararon. Un articulo de prensa refleja la situación:

"Los otros desplazados. Zozobra e incertidumbre en Colombia obligan a buscar nuevos horizontes. La crisis económica, el desempleo, sumados a la inseguridad y la violencia, obligan a muchos nacionales a buscar mejor futuro mas allá d ellas fronteras. (....) Para EEUU, entre octubre de 1997 y octubre de 1998, se solicitaron 275.000 visas, un 31% más respecto a igual periodo del año inmediatamente anterior. Para otro país preferido por los colombianos: Canadá, mientras en 1997 emigraron 617 connacionales, un año mas tarde llegaron 1.076. El consulado de Colombia en Londres acaba de concluir u censo que arrojó 60.000 colombianos allí, la mayoría del Valle del Cauca y del eje cafetero. (...) El éxodo continuará: En ciudades como Cali, donde el desempleo llega casi al 20%, la situación es peor, y gran parte de los protagonistas de esta oleada de emigrantes busca un "escampadero" mejor "|36|

El capital humano de Cali, se ve desmejorado como producto de este proceso emigratorio, dado que la mayoría de estos son profesionales.


Notas:

1. "El caso de las milicias urbanas tiene una explicación en el altoindicce de hogares desplazados que se vieron obligados a huir de un lugar a otro dentro de la misma ciudad. Es possible, y asi lo indica el trabajo de campo, que este alto porcentaje tenga relacion, ademas d ela existencia de milicias urbanas de grupos guerrilleros (milicias bolivarianas de las FARC y milicias populares del ELN), con la proliferación de pandillas armadas que asumen el control de diversos barrios de la ciudad e imponen por la fuerza su autoridad, obligando a muchas familias a salir para salvar su vida. Un 29% de los desplazados no identificaron un actor armado tradicional como la causa de su situacion de desarraigo y se señalaron móviles que van desde "la violencia y la pobreza", "las pandillas juveniles" o "el miedo" que los impulsa a huir de las zonas de conflictos, hasta la "violencia intrafamiliar", "la violencia entre vecinos" y la "inseguridad" que mas que actores son factores que provocan desplazamienrtos." En Los Desplazados en Cali: entre el miedo y la pobreza. Comisión Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Cali. Tomado de Jorge Rojas "Un pais que huye: desplazamiento y violencia en una nación fragmentada", CODHES, UNICEF, 1999.

2."Con base en el análisis del rol que los dirigentes políticos cumplen al interior de los partidos, y la función de estos últimos en la sociedad, es posible determinar el impacto a nivel global de la guerra sucia en el funcionamiento del sistema político, la democracia y la organización social. Para empezar, la guerra contra dirigentes tiene efectos retroalimentadores de la violencia política y la violencia en general, ya que la destrucción de los puentes sociedad-estado y sociedad-sociedad, que son representados por los dirigentes, desnuda las fuerzas hobbesianas de los individuos ahora en confrontación directa, sin mediación. Algo similar ocurre a nivel individual cuando las personas pierden la capacidad de simbolizar la realidad, de mediarla culturalmente, entonces se vuelven ezquizoides. La muerte de dirigentes políticos son las muertes mas peligrosas entre el universo de asesinatos, dado que tiene la capacidad de intensificar el nivel de violencia en general, para no hablar de las funciones que aquellos cumplían y que ahora son abortadas. Un buen ejemplo es el caso de Jorge Eliecer Gaitán, cuyo asesinato desencadenó una vasta insurrección popular que terminó por destruir el centro de la capital de la República (Bogotá) y en las provincias, alcanzó una elevada organización insurreccional. Y si a lo anterior se le suma el impacto que sobre la opinión pública tienen los asesinatos de políticos, y la impunidad de los mismos, los magnicidios se hacen mas visibles e intolerables que el resto de homicidios, frente al conjunto de la población

Tal vez el impacto mas preocupante del magnicidio es la profundización de la brecha política, entre el Estado y la sociedad, debido a que estos hechos producen un desfase entre la orientación de las políticas estatales y las necesidades e intereses sociales, al suspenderse la mediación, al abortarse el tipo de proyectos que la víctima encabezaba. Sin embargo, a pesar de que los sucesores heredan el capital político de la víctima e intentan retomar sus banderas, la importancia de los liderazgos ( o cuadros) para el funcionamiento de los partidos políticos en Colombia, imposibilitan la continuidad de los programas. Esta discontinuidad en los proyectos políticos implica a su vez una disminución de la representatividad social de las instituciones del Estado, tales como el Congreso, las asambleas y los consejos, al igual que en la Presidencia, las gobernaciones y las alcaldías, según sea el caso. En otras palabras, se obstaculiza la retroalimentación y satisfacción estatal de las expectativas y reivindicaciones de los ciudadanos, así como la agregación de los intereses particulares en la toma de decisiones políticas, generando de esta manera un desfase entre la correlación de fuerzas presentes en la sociedad y su representación en el seno del estado. Por otro lado, los magnicidios obstaculizan la consolidación de los partidos, pues no permiten que se estructuren liderazgos fuertes, permanentes y representativos. Se produce de esta manera un vacío de poder, que es llenado en parte por los sucesores de la víctima, y en parte por poderes no institucionales (contra y para-estatales) que actúan al margen de las reglas de juego democráticas. La cuestión fundamental en este punto, es el ritmo histórico de renovación de lideres capaces y carismáticos que una sociedad puede generar. De hecho, los lideres no se producen con mucha frecuencia, por lo que el reemplazo de los mismos por otros sin la misma representatividad o experiencia en el manejo público, disminuye el alcance político del conjunto de las élites. En lo referente a la cultura política los efectos no son menos preocupantes. La frustración de la participación ciudadana se traduce en aumento de la desconfianza y apatía respecto de las posibilidades de transformación social por la vía del sistema democrático. Se presenta una deformación del imaginario político, situación agravada por la impunidad en la aplicación de justicia en los magnicidios, que imprimen en las mentalidades la idea de una justicia inoperante. La construcción de una identidad nacional se constituye entonces, en un reto difícilmente alcanzable bajo estas circunstancias. Un pueblo con sus lideres asesinados es un pueblo con su identidad aniquilada. A nivel de la convivencia pacifica, los magnicidios acentúan la propensión hacia las soluciones violentas. En efecto, el aborto de la movilización política que los líderes encarnaban, favorece las estrategias de los actores armados, ya que bloquea los espacios de resolución institucional de los conflictos. Nos encontramos frente a una desregularización del conflicto político, por la ausencia de mediaciones estatales y partidistas, lo que a su vez genera colisiones violentas entre redes y grupos de poder. Es decir, se traslada el conflicto político de sus escenarios naturales (los partidos y el estado) a otros no institucionales que derrumban las bases mismas del estado, de la institucionalidad democrática y que hacen que cada vez, con más frecuencia, los conflictos se resuelvan de manera violenta. Igualmente el magnicidio legitima la violencia en la vida cotidiana de la población, por la mayor desconfianza en el aparato judicial y la permisividad (aparente o real) desde las altas esferas, frente a las salidas violentas.

Finalmente, un efecto perverso de los asesinatos de dirigentes es el elevado nivel de rotación en la composición de la élite política, debido a la necesidad de sustituir a los lideres caídos con personal de sectores tradicionalmente ajenos al manejo de la cosa pública. Lo anterior puede implicar un cambio ideológico o generacional." Salcedo, Jorge., "EL PRECIO DE SER LIBERAL. " Ed.Impreansdes. 1997. Santafé de Bogotá.

3.

4. "JAMUNDI, 30 MINUTOS BAJO FUEGO. El frente "Jose María Becerra" del ELN, incenció la alcaldía y asesinó a dos policías. Completamente destruida quedó la alcaldía de Jamundí donde también funcionaban el consejo y la cárcel. Buena parte de los archivos oficiales quedaron convertidos en cenizas. Las pérdidas aún no han sido cuantificadas." EL PAIS, Junio 20/98 pag. B-1 y B- 4

5.Ibid

6. "LOS 'PARAS' ASUSTAN A TENERIFE. Ocho familias abandonaron el corregimiento por amenazas. Se les acusa de colaborar con las Farc. La zona es paso obligado de la guerrilla. El miedo a morir masacrados al igual que los tantos campesinos que han visto en imágenes de la televisión pudo mas que la razón y el apego al pedazo de tierra que los vio nacer. Huir fue el único camino que les quedó luego de recibir un comunicado firmado por la autodenóminadas: Autodefensa-Paramilitar, donde se les exigía abandonar la zona. Se les acusa de colaborar con la guerrilla. A través del mismo documento, por primera vez el grupo armado hizo natar su presencia en las montañas de El Cerrito. EL PAIS, Julio 24/98 p. E

7.Adolfo León Atheortua. EL PODER Y LA SANGRE. CINEP, UNIVERSIDAD JAVERIANA.

8.Alvaro Guzmán. CIDSE, UNIVALLE, 1995.

9.Los desplazados en Cali : entre el miedo y la pobreza. Arquidiócesis de Cali, Comisión Vida, Justicia y Paz. 1997, Cali

10. CODHES, Alerta temprana segundo informe. 1998. En CODHES - UNICEF Un país que huye Santafé de Bogotá 1999. pp 346. Para el primer semestre del 98 señalan lo siguiente: "En Puerto Asis y, en general en los municipios que integran el Bajo Putumayo se registraron mas de 200 muertes violentas en lo primeros cuatro meses del año y luego de la denuncia sobre la presencia de grupos paramilitares en la zona. Estos hechos motivaron el desplazamiento de población hacia el departamento de Nariño y hacia la provincia de Sucumbios en el vecino país del Ecuador (El Tiempo, 13 de Febrero 1998)... ""QUE EL GOBIERNO SE LLEVE A LOS PARAS" Desplazados protestan en Bogotá desde hace varios días. Las casi 400 personas del Putumayo denunciaron que un comando de autodefensas se alogó en un hotel cercano a Puerto Asis. Aseguraron que fueron transportados en lanchas del ejército." Junio 4/98 pag. A - 3

11. Boletín # 27 de CODHES informa. Septiembre de 1999.

12. Ver EL PAIS, 1997

13.Otro de los golpes propinados por al guerrilla al ejercito Colombiano fue la emboscada a un comboy del ejercito en el paramo de Patascoy (Nariño) en Diciembre de 1998, en los que murieron incinerados algunos soldados por efecto del incendio de un oleoducto petrolero que los guerilleros volaron.

14. Se distinguen dos subregiones: 1) Noroccidente: Municpios de La Hormiga, El Limón, Puerto Asís, Villagarzon, Puerto Caicedo, Puerto Umbría, Mocoa, Santa Lucia, Puerto Guzmán, Orito. 2) Piedemonte: Valle del Sibundoy, Curillaco.

15. "Como si el desplazamiento interno no fuera ya un grave problema nacional, la expansión del conflicto armado hacia zonas de frontera plantea serios interrogantes sobre el impacto de la guerra interna de Colombia en los paises vecinos. " En una tabla de este estudio se describe así la situación: Entre 1995 y 1998 Venezuela recibio a 18.000 refugiados (48%), Ecuador 12.000 (33%) y Panamá 7000 (19%). Para el caso del Ecuador, como para el resto de paises la tendencia es creciente. Por ejemplo, para este último, si en 1995 se registraron 900 refugiados colombianos en 1998 la cifra alcanza los 4000 y en el primer semestre de 1999 la cifra de 2.400. Boletín del CODHES # 27. Septi de 1999. pp 20.

16. Revista Semana, Enero del 2000. Pag 31.

17.CODHES, Alerta temprana segundo informe. 1998. En CODHES - UNICEF Un país que huye Santafé de Bogotá 1999. pp 346

18. Las subregiones Caucanas son: Bota Caucana: Municipios de Santa Rosa (Alta) , Villalobos (Media), Urullaco (Baja). Norte: Santander de Quilichao, Puerto Tejada, Miranda, Corinto. Centro: Caldono, Toribio, Silvia, Popayan, El Tambo. Oriente: Inza, Paez. Eje carretera panamericana.

19.Según el CODHES, al Cauca llegaron entre Abril y Junio de 1999 1141 personas distribuidas así: Popayán: 650, Santander de Quilichao 150, Caldono y Cajíbio 60, Piendamó 56, Silvia 55, Toribio 45, Bolivar 45, Suárez 30. CODHES INFORMA. Boletín # 22. Sept 17 de 1999.

20.Los indicadores de conflicto social y acciones colectivas conflictivas muestran elevadas tasas para este Departamento, que se expresan principalmente en invasiones de tierras, manifestaciones masivas de protesta encabezadas principalmente por el movimiento indígena y campesino, y por sindicatos del sector oficial, a si como estudiantes de la Universidad del Cauca. Sobresale la organización de una multitudinaria movilización de finales de 1999 indígena-campesina con mas de 50 mil participantes que se tomaron las principales vías del departamento, llegando incluso a influir en Nariño. Unificados en un solo comando, reivindicaron ante

21.Para la ideología marxista como para el resto de metarelatos modernizantes, las culturas indígenas son representantes de un estadio social "primitivo" a superar en aras de la construcción de la nueva sociedad, cimentada a la luz del estudio "científico" de la sociedad.

22.INDIGENAS SE TOMARAN HOY A POPAYÁN.La marcha contra la violencia se encuentra en Tunía y Piendamó. Los 3.500 indígenas que marcharán hoy sobre Popayán, denunciarán los atropellos de la guerrilla en sus cabildos y resguardos". EL PAIS, Junio 8/98 pag. E-4"Indígenas no quieren ser blanco de guerrilleros y paramilitares. RESGUARDOS RECHAZAN VIOLENCIA. Ultimatum a las Farc, el Epl y al Eln para que abandonen sus territorios, dieron los voceros de 7 etnias indígenas que marcharon el lunes hacia la capital del departamento del Cauca. " El PAIS, Junio 98 pag. b - 7, ""MUERTE CAMPEA EN MURINDO. Unos 500 campesinos fueron desplazados forzosamente hacia el casco urbano. Versiones de lideres indígenas indican que fueron asesinados entre 25 a 28 campesionos. Hoy se llegaría al lugar. "EL PAIS, Junio 10/98 pag. A3

23.EL PAIS, Abril 22 de 1999, pp d4

24.11 Conformado por las siguientes subregiones: Pacifico: Buenaventura y Dagua, Norte: Buga, Tuluá, Sevilla, Riofrio, Trujillo. Suroriente: Pradera y Florida.Cali y su área metropolitana (Jamundi, Yumbo, Candelaria)

25."Comisión verificadora en montañas de Jamundí Una comisión verificadora se desplazó a la parte alta de la zona rural de Jamundí para conocer la situación real de los campesinos e indígenas que atribuyeron su desplazamiento a las autodefensas. Los cerca de 3000 campesinos que en días pasados llegaron a esta ciudad ya presentan problemas de salud. El gobernador Juan Fernando Bonilla solicitó que una vez verificadas las condiciones de seguridad, los campesinos deben retornar a sus parcelas". El Tiempo - Cali, Septiembre 3/99

26.Boletín # 27 de CODHES. Sept de 1999.

27.Maria Victoria Uribe. VIOLENCIA DIFUSA EN BOGOTA. Pp 64 en Ana Lucia Sánchez G. Editora. PROCESOS URBANOS CONTEMPORANEOS. Fundación Alejandro Angel Escobar. 1995

28. "Autodefensas en Siloé?Funcionarios del Gobierno, Personería y miembros de la Policía niegan denuncias sobre la presencia de autodefensas en Siloé. Sin embargo habitantes de La Sirena, San Francisco y La Estrella manifestaron la presencia de un camión de hombres armados y encapuchados. En la Sirena hay preocupación por ser estigmatizada como zona guerrillera. Hay otras opiniones que no niegan la presencia de grupos como el ELN, milicias populares, pandillas y delincuencia común y que los pueden estar confundiendo con los paramilitares. En a Personería no se han presentado denuncias oficiales". El Pais, Metropolitana, Agosto 31/99

29.Camilo Echandia. TENDENCIAS EN LA EVOLUCION RECIENTE DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA, Consejeria para la Paz. Presidencia de la República. 1995 pp 29

30.Camilo Echandia. LA AMAPOLA EN LA TRADICION COLOMBIAN: PRODUCCION PARA LA ESPECULACION, AUGES REGIONALES Y VIOLENCIA. Presidencia de la República. Consejeria para la defensa y seguridad nacional. Bogotá 1993, pp 112

31. Camilo Echandia. TENDENCIAS EN LA EVOLUCION RECIENTE DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA, Consejeria para la Paz. Presidencia de la República. 1995 pp 29

32. "Toma de Anchicayá generó dudas Los 5 días que duró la toma de Anchicayá por parte de las FARC, con la retención de 168 personas, generó varias opiniones de los expertos. Con las exigencias de reducir las tarifas de energía en un 30% en el departamento, las FARC buscaban reivindicaciones de corte populista. También puede ser entendida como una estrategia para fortalecer la presencia local, alejar la inversión extranjera o presionar al gobierno a la hora de las negociaciones de paz." El País, Región, Septiembre 5/99

33."Jamundí recibirá hoy Comisión de DDHH La comisión verificadora representada por la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría Departamental, la Personería de Jamundí, el Gobierno Departamental y la Red de Solidaridad elaboró un informe con base en las denuncias presentadas por la comunidad durante la inspección. El informe destaca la presencia de gente armada que sube en camiones a los corregimientos de San Vicente, San Antonio y Villa Colombia. Los testimonios sobre esa situación fueron revelados por varios campesinos que coincidieron en señalar que esa situación se viene presentando desde cuando se registró el secuestro de los feligreses de la iglesia La María en Cali. El País, Región, Septiembre 20/99

34. "Aquí estamos y aquí nos quedamos. Han pasado cuatro días y los campesinos e indígenas que bajaron desde las veredas de La Liberia y San Vicente continúan alrededor del parque central de Jamundí. Ellos afirman que no se irán hasta conseguir que el Gobierno Departamental, Municipal o Nacional escuche su pliego de once peticiones que su representante, Héctor Ovando, guarda celosamente dentro de un fólder café. Los campesinos siguen manifestando que sus condiciones de vida son pésimas y precarias, que no tienen ninguna garantía a nivel Municipal, Departamental o Nacional, ni siquiera tienen medicina ni herramientas para poder laborar en el campo. Motivo por el cual le siguen exigiendo al Gobierno que si verdaderamente se esta haciendo una Reforma Agraria, miren a ver como van a ofrecerle recursos a sus zonas, por que de esto se viene hablando desde hace mucho tiempo atrás, y nunca ha llegado un solo peso a la región. (....)Sólo basta con ver la mirada de desconsuelo y cansancio de estos campesinos que hoy no pueden cultivar tranquilamente su tierra porque, son amenazados por encapuchados que entran como si nada hasta sus veredas, llevándose hasta sus ilusiones de trabajar en la construcción de una región pacífica. Fuera de vivir de la incertidumbre de vivir entre la espada y la pared y, en medio de las amenazas, a estas familias agricultoras no se les garantiza comida, vivienda, educación, ni salud, requisito que hoy exigen el sin numero de mamas que se sientan a esperar a que el médico apunte los nombres de sus hijos en la lista para que sean atendidos por desnutrición, diarrea, malestar estomacal, parásitos y brotes en la piel, entre otros. Por su parte el alcalde de Jamundí, Libardo Perdigón, afirmó que antes de la Comisión Internacional se debe crear primero la Comisión Regional que vaya a ala zona y verifique los problemas que tienen los campesinos. Esta Comisión está conformada por la Personería Municipal, Lideres Campesinos, Convivencia y Paz, Defensoria del Pueblo, el Delegado del Ministerio del Interior, entre otros." DIARIO OCCIDENTE, Septiembre 2 de 1999, pp 36. Occimunicipio. "El éxodo no paró. Los campesinos exigen que entidades internacionales se hagan presentes en su zona y conformen comités permanentes para que presten vigilancia. Además exigen que el Gobierno Nacional, Municipal y Departamental escuchen su pliego de peticiones. " DIARIO OCCIDENTE, Septiembre 1 de 1999.

35."Desplazados agravan la crisis del Puerto. El drama de 220 familias que han llegado al puerto de Buenaventura huyendo de la violencia en los últimos 19 meses, no ha encontrado una respuesta adecuada en las autoridades locales. Son más de 1150 personas que empezaron a llegar a Buenaventura desde febrero de 1998 huyendo de la violencia de paramilitares y guerrilla que se presenta en las zonas de Urabá chocoano y Urabá antioqueño. A los primeros desplazados del norte del Chocó ahora se han sumado más de diez familias provenientes de Raposo y Anchicayá y 5 familias del Danubio, zona rural de Buenaventura cerca de Anchicayá. Igualmente llegaron 4 familias de chocoanos que se encontraban exiliados en Panamá y fueron repatriados a Buenaventura. Se ha creado un comité interinstitucional conformado por la Iglesia, la Procuraduría Provincial, la Personería Municipal, la Armada Nacional, el Municipio, la Red de Solidaridad y la Cruz Roja. Pero todos los intentos de ayuda chocan con la delicada crisis económica del Municipio, que ha obligado prácticamente a los desplazados a aumentar el número de desempleados y los cinturones de miseria en las afueras de la ciudad. A pesar de todo, la comunidad de Buenaventura de los barrios más pobres ha ofrecido solidaridad a los recién llegados, acogiéndolos en más de 40 hogares de la ciudad. Otros han buscado techo donde familiares y paisanos y el resto se han instalado en zonas de invasión." El País, Región, Septiembre 21/99


CAPITULO III

3. Las realidades de la población desplazada asentada en Cali.


Al igual que en el capitulo anterior nos centraremos en describir los principales rasgos socio demográficos de los desplazados asentados en la ciudad de Cali, comparando los resultados del estudio de la Iglesia y los de DESEPAZ. Y por otro lado, contextualizando estos datos en el marco de los impactos de la dinámica migratoria global hacia la ciudad.

3.1 Las cifras

Sobre las estimaciones de la población desplazada que ha llegado a Cali en los últimos 15 años, desde que el conflicto armado se agudizó en el país a partir de 1985, sólo se conocen las cifras de la Arquidiócesis de Cali, en el estudio ya mencionado, y las del Comité. Los informes mas actualizados del CODHES indican que a Cali llegaron entre 1985 y 1999, 53.000 personas desplazadas agrupadas en 10.700 hogares, representando el (3.1%) del total de desplazados del país (1.659.210 ) en ese mismo tiempo. En 1998 llegaron al Valle 2.356 personas desplazadas, y de ellos, 1.650 se establecieron en Cali. En el primer semestre de 1999 habrían llegado, según los anteriores, 3600 personas. Por otra parte, en el periodo 1985-1994 la ciudad habría albergado al menos 270.000 migrantes. Si entre los anteriores se incluyen los desplazados, la proporción de estos últimos entre el global de nuevos habitantes seria, al menos el 20%. En otras palabras, uno de cada cinco migrantes que llegan a la ciudad serían desplazados por el conflicto armado.

3.2 Caracterización socio demográfica de la población desplazada asentada en Cali.

Genero

Para ambas fuentes, son mas las mujeres que los hombres, la población desplazada que llega a Cali: mientras para la Iglesia el 53.73% son mujeres, el 45.74% hombres, para este diagnóstico, las proporciones son mas parejas: 50.5% hombres y 49.5% mujeres. Cuadro #13. Esta dimensión es necesario articularla transversalmente a todos los programas de integración de los y las desplazadas, como quiera que muchos hogares (tal vez un poco mas de la mitad) están jefeados por mujeres.

3.2.1 Etnia

Por otra parte el 39.36% de los desplazados son mestizos, 22.49% blancos, 16.87% negros e indígenas 7.63%. Cuadro # 11. El estudio de la Iglesia no contempla esta variable. El componente étnico debe ser una dimensión a tener en cuenta en los programas de desarrollo para estas comunidades si se quiere respetar y rescatar su cultura y tradición, requisitos básicos para la superación psico social de los mismos y para su empoderamiento. En efecto, el eje que debe articular a estas poblaciones no debe ser exclusivamente el común denominador de ser víctimas de la violencia política. Mas bien y en aras de facilitar procesos de integración deben fortalecerse sus vínculos socioculturales y étnicos comunes a sectores de la comunidad receptora tales como afrocolombianos, indígenas. Y además, con referencia a sus zonas de origen: nariñenses, caucanos, etc. Así mismo, tener en cuenta la diversidad de sub-culturas al interior de cada etnia o grupo regional.

3.2.2 Edad

Los niños continúan siendo los mas afectados por el desplazamiento como lo muestran el estudio de la Iglesia y nuestros datos: Según el Comité, predominan los niños menores de 7 años (22.64%), entre 8 y 15 años (20.43%), lo cual quiere decir que casi la mitad de la población desplazada (43.07%), corresponde a niños menores de 15 años. Los otros porcentajes continúan con la tendencia donde la mayor parte de la población es relativamente joven, entre 16 y 39 años (29.03%), distribuidos así :entre 16 y 23 años (10.64%), entre 24 y 31 (8.6%), y entre 32 y 39 (9.79%) . En total la población menor de 40 años representa el (72.1%.)

3.2.3 Niveles de escolaridad

Los desplazados y desplazadas que llegan a Cali carecen de educación formal en su mayoría, como lo muestra el hecho que el 43% de estos apenas ha llegado a algún nivel de educación básica primaria, el 13.4% a algún nivel de bachillerato. Sobre el restante 42% no se tiene información, pero es de esperar igualmente bajos niveles escolares como quiera que provienen principalmente del campo en donde el servicio de educación es muy precario, así como las condiciones para que los jóvenes y adultos dispongan de tiempo para esta actividad. Lo anterior se constituye en todo un reto para la red pública, tanto seccional como departamental de educación en lo referente a: subsidios económicos y útiles escolares, flexibilidad curricular y de horarios, étno-educación, atención psico social y resolución de conflictos; revisión de las edades límites para acceder a los cursos, programas de educación formal y no formal para adultos y jóvenes, entrenamiento a docentes y estudiantes para la socialización de las victimas de la violencia, entre otros.

3.2.4 Ocupación antes del desplazamiento

La mayoría de la población en situación de desplazamiento asentada en Cali se dedicaba a las labores agropecuarias para la autosubsistencia (31.6%), seguido del cuidado del hogar (25.56%) propio de la estructura familiar de las zonas rurales en donde las mujeres adoptan el rol tradicional de cuidado de los hijos y los asuntos domésticos. Esto último, como lo veremos mas adelante, tendrá implicaciones para la convivencia familiar, como quiera que son las mujeres las que entran a ser el principal sostén familiar una vez asentadas en las ciudades. En tercera medida se destaca el rol de estudiante (16.35%) de los menores y jóvenes, seguido por las siguientes actividades: Minería (4.4%), Jornaleros y peones (3.2%) y transportadores (1.69%). Ver Cuadro # 15. El caso de los mineros, reafirma la existencia de motivaciones económicas detrás de los desplazamientos, ya que en el caso de la explotación aurífera, tanto las guerrillas, como los grupos paramilitares y empresarios mineros nacionales y extranjeros tienen intereses en articular esta jugosa explotación. La vinculación agrícola de los desplazados que llegan a Cali contrasta con el hecho que los migrantes que llegan a la ciudad son de origen "urbano". No obstante, esta clasificación puede conjugar la zona urbana como lugar de residencia y el campo el lugar para desempeñar actividades económicas agrícolas.

3.2.5 Tenencia de la tierra

Sobre la relación del campesino con la tierra nuestro estudio arroja los siguientes resultados: propietarios (51.41%), sin información (16%), no dejó (10.8%), arrendatario (10.4%), posesiones de hecho o colonización (4.4%). Estos resultados son similares a los de la Arquidiócesis; para esta última: "Un 54% de los hogares desplazados tenían tierra para trabajar y de éstos el 83% respondió que en calidad de propietarios." En general se trata de pequeños propietarios: entre 1 y 20 hectáreas (34.14%), menos de 1 hectárea (10.45%), entre 21 a 40 hectáreas (4%), 40 o mas hectáreas (2.8%). No obstante el 48.6% no sabe o no responde sobre el asunto. Por otro lado, para la Arquidiócesis se trata de:

"campesinos cuya propiedad correspondía a menos de una hectárea (45 %) o poseían entre 1 y 20 hectáreas de tierra (22%). "

Esta información es clave a la luz del conflicto agrario histórico que ha vivido el país y por la necesidades que de esto se derivan en relación con la protección jurídica de la propiedad rural campesina y las políticas de reforma agraria a realizar. Así mismo refleja posibles intereses, no solo de control territorial sino de control de la propiedad de las tierras por parte de los actores armados del conflicto interno colombiano.

3.2.6 Vivienda y condiciones de habitabilidad

Tomando como base la caracterización obtenida de un grupo de 45 familias desplazadas (que hacen parte de la muestra de 249 familias de las que hemos hablado) que se encuentran incluidas en un proyecto productivo financiado por al Red de Solidaridad Social y DESEPAZ, se hizo un análisis de las condiciones físico-espaciales y socioeconómicas en las que habitan estas familias y se encontró lo siguiente:

En cuanto a la tenencia actual de la vivienda el 48.83% viven en arriendo, el 23.25% viven donde familiares y el 23.25% manifestó otra forma de tenencia. Solo un 4.65% manifestó ser propietario. El hecho que casi la mitad de estas familias puedan pagar arriendo, indica un mínimo nivel de integración socioeconómica a la ciudad o la existencia de algún ahorro. No obstante, habría que indagar sobre cuantos de estos hogares se encuentran al día con sus pagos de arriendo y cuantos están retrasados hasta el punto de estar próximos a ser desalojados. Por otro lado, la crisis económica que vive la ciudad puede haber llevado a los propietarios de los predios ubicados en las comunas a donde los desplazados se dirigen, a alquilar, muy probablemente a bajos precios, habitaciones de sus casas, como una medida para solventar sus propias necesidades. Este dato es necesario tenerlo en cuenta a la hora de fijar políticas de albergue de emergencia, para evitar construir necesariamente centros de albergue especializados (con excepción de los casos de desplazamientos masivos) sino mas bien, apoyar a los desplazados que circulan por Cali con el arriendo de habitaciones dignas en la ciudad mientras se reubican o retornan, generando por otro lado una mejoría en los ingresos de las familias de las comunidades receptoras que les arriendan. En segunda medida, el dato de que casi una cuarta parte de los encuestados se encuentra viviendo en casa de familiares explica en parte la razón por la cual estas familias "eligen" asentarse en determinadas comunas de la ciudad, ya que cuentan con redes de apoyo familiares que les ayudan durante la fase de las post-emergencia mientras se integran a la ciudad. Incluso, la proporción de familias que llegaron inicialmente a donde familiares que les prestaron albergue temporal puede ser mayor si se tiene en cuenta que algunas de las familias que respondieron "arriendo u otros" llevan mas de un año viviendo en Cali . Finalmente, la categoría "otras formas" puede referirse a hogares que se han sumado a los contingentes de destechados que no tienen mas opciones que asentarse en invasiones precarias sin condiciones básicas de habitabilidad. El tipo de tenencia de la vivienda, así como el tipo de vivienda influyen en las rutas de los migrantes a partir de las redes familiares, claves en los resultados de la movilidad social. La vivienda es entonces un componente vital del desarrollo humano de los migrantes.

Respecto al material de la fachada, el 75.5% de las viviendas es de ladrillo, 17.7% son hechas de esterilla, 4.44% de prefabricados y el 2.22% de tapia. El material de piso es concreto en la mayoría de los casos (59.45%) y baldosa (29.72%). En menor proporción se encuentran la tierra mezclada con cemento (8.11%) y tabla (2.7%). La cubierta de las viviendas está hecha de zinc (45%) y en otros casos de una placa de concreto o "plancha" (32.5%). La teja de barro y la combinación de zinc y placa de concreto es frecuente en un 7.5% respectivamente. Aparecen con menor frecuencia otros materiales menos resistentes como el cartón y la lata. Esta situación ha influido para que a la hora de incluir estas familias en el Sistema de Beneficiarios de Seguridad Social (SISBEN) se les otorgue un subsidio parcial (y no total) por que las encuestas de este sistema se basan en estos datos para categorizar los niveles de pobreza. Habría entonces que concertar la inclusión de la variable "desplazado" como un criterio para otorgar el subsidio estatal total a estas familias. En efecto, a pesar que el NBI en Cali tiende a disminuir como resultado de las mejores condiciones de habitabilidad (aunque todavía precarias), por ejemplo, el vivir en una casa con fachada de ladrillo o piso de cemento, o tener un electrodoméstico en la casa, no puede ser criterio suficiente para estratificar hacia arriba el nivel socioeconómico de una familia. En otras palabras, las condiciones físico espaciales de vida en Cali tiende a mejorar, mas no así la calidad de vida de su población, que carece o sufre la mala calidad, de servicios sociales básicos como la salud, educación, cultura y por su puesto, ingresos económicos.

Por vivienda habitan una familia (34.09%) y dos familias (40.9%). En el 18.18% de los casos habitan tres familias y mas de tres representa el 6.81%. El número de cuartos en cada una de las viviendas, teniendo en cuenta que muchas veces se comparte con otras familias, es: 2 cuartos 38.63%, 3 cuartos 27.27%, 1 cuarto 25% y mas de 4 cuartos 9.09%. Respecto al número de personas por vivienda, el 34.8% lo conforman integrantes de 5 a 7 personas, el 27.9% entre 8 y 11 personas, el 16.27% entre 12 y 19 personas, menos de 5 personas 11.62% y más de 20 personas 9.3%. Esta información aporta elementos para entender el grado de hacinamiento en que se encuentran los hogares y los efectos que esto conlleva sobre la salud mental y física de los miembros del hogar en situación de desplazamiento, así como de los huéspedes y el entorno vecinal. Entre los efectos del hacinamiento se encuentran la promiscuidad, el incremento de los conflictos intra e inter familiares por el uso de los espacios comunes (el nivel de ruido, horarios, usos los servicios, etc.), enfermedades relacionadas con la insuficiencia de servicios sanitarios, la cocina, etc. Eso sin contar las secuelas sicológicas que deja la inexistencia de espacios privados para cada uno de los miembros familiares.

Casi todas las familias tienen todos los servicios a excepción del teléfono: el 6.66% de las viviendas carece de acueducto, el 2.22% carece de energía y el 4.44% de alcantarillado. El 37.2% de las viviendas no tiene línea telefónica. Los servicios sanitarios en algunos casos están incompletos (6.66%) (sin lavadero o ducha). No se debe descartar que muchos de estos servicios estén siendo prestados ilegalmente, como es común en los barrios a los que llegan.

3.2.7 Ocupación actual

De la misma muestra de 45 familias, se registraron las ocupaciones actuales de las personas cabezas de hogar. El 20.45% se dedica a las ventas (de comidas, ambulantes) 18.18% trabaja en casas de familia, lavar y planchar, 15.9% se dedica a la construcción, el 11.36% trabaja en vigilancia y el 9.09% tiene otros oficios de micro empresas, panadería, mensajería, etc. Estos datos son consecuentes con la baja escolaridad de esta población que los empuja al sector de la economía informal principalmente, a las labores domésticas a las madres principalmente.

3.2.8 Estado de salud en el momento de la realización de la encuesta

Según nuestra muestra de 249 familias, la salud de los desplazados es (por lo menos en el momento en que se les lleno la encuesta) buena, aunque falta información al respecto. Efectivamente, no se sabe de su estado de salud (43.4%), ninguna (43.15%), otras (5.28%), respiratoria (2.55%), digestiva (1.96%), trauma psicológico (0.85%). Sobresalen varias cosas: primero, es notable que menos del 1% de estos reconozca que alguno de los miembros de la familia sufren de secuelas psicológicas a raíz de los hechos que motivaron el desplazamiento, cuando es mas que obvio que la salud mental y emocional de las victimas se ve seriamente afectada en la mayoría de los casos. Explicable tal vez por el nivel de acostumbramiento a los que pueden llegar familias expuestas a lo largo de muchas generaciones a situaciones limite. Y segundo, el que sólo se haya reportado un caso de herida por arma de fuego, indica la eficacia de este tipo de violencia que tiende a no dejar sobrevivientes. Cuadro # 19. Para los servicios seccional y departamental de salud el construir el perfil epidemiológico de estas familias es un reto, con miras a su incorporación en la planeación de las políticas y programas. Efectivamente, estas familias, así como las migrantes en general, pueden presentan cuadros epidemiológicos propios de sus regiones de origen. Igualmente, se puede complementar esta información solicitando a los servicios seccionales de salud de los municipios expulsores el perfil de sus comunidades. Finalmente, es menester un seguimiento a la evolución de la salud de esta población en aras de determinar el impacto de la ciudad en ellos a este nivel.

3.2.9 Expectativas de movilidad

Las expectativas vitales de esta población, entre las opciones de quedarse, retornar o reubicarse son las siguientes: Sin información (51.41%), permanecer (34.94%), reubicarse (10.84%) y retornar (2.81%). Cuadro # 25. De las familias que dieron información, sobresale la opción de permanecer y asentarse en la ciudad a pesar de las precarias condiciones de vida en que se encuentran. La reubicación aparece como la segunda opción, casi siempre condicionada a la ayuda del estado para tal fin, y el retorno es definitivamente, la menos contemplada. Esta información confirma la necesidad de formular estrategias de integración urbanas para los desplazados, como quiera que la mayor parte de ellos aspiran a reconstruir su proyecto vial en la ciudad y por que los retornos se hacen cada mes mas improbable debido al recrudecimiento del conflicto. En segunda medida, se deben fortalecer los proceso de reubicación rural, aprovechando la vocación económica agrícola de la población , y que el rico y fértil campo colombiano (en un contexto de paz) es un excelente espacio para generar proyectos de vida.

3.3 La dimensión territorial o las comunidades receptoras de la población en situación de desplazamiento vistas desde el terreno.

El proyecto que nos encontramos desarrollando busca fortalecer procesos de integración de la población desplazada en la ciudad de Cali, razón por la cual se analizarán los contextos urbanos específicos a los que se ven enfrentados los desplazados que se han visto forzados a migrar hacia la ciudad de Cali en relación con las dimensiones físico-espacial, socioeconómica, político-institucional y psico cultural. Y evaluaremos el impacto del desplazamiento forzoso en el marco del proceso migratorio hacia la ciudad para identificar posibles tendencias.

De acuerdo con nuestros datos, las familias desplazadas por la violencia que han llegado a Cali en el periodo analizado, tienden a ubicarse en la zona oriental de la ciudad, en el distrito de Aguablanca (Comunas 13,14,15) con el 31.72% del total de la población desplazada; y en las zonas de ladera (Comunas 1,18 y 20) con el 14.46%. La Ladera y Aguablanca con precisamente los asentamientos humanos mas precarios de la ciudad (mayores tasas de desempleo, mala calidad de vida en general), así como los escenarios de procesos recurrentes de invasiones-desalojos, de violencia juvenil, y de formación de asentamientos informales. Ver Mapa # 6 y Cuadro # 23.

En particular, la Comuna Catorce es la mayor receptora (18.07%), seguida de la Trece (8.03%), la Uno (7.63%), la Quince (5.62%), la Seis, la Once y la Dieciocho (4.02%). En menor proporción se encuentran las comunas Dieciséis (3.21%) y Veinte (2.81%), junto con otros municipios que conforman el área metropolitana de Cali (2.81%). Frente a este último dato, es necesario aclarar que se trata de familias que viven en municipios circunvecinos que acudieron a solicitar ayuda a Cali, pero no representa la realidad de los mismos. Ver Cuadro # 23. Es menester afirmar que en la mayoría de los casos (65%) no se conoce el sitio de residencia de estas familias, en parte por el temor que les genera ser ubicados, y posiblemente por que se encontraban en tránsito hacia otra ciudad. Y finalmente, se encuentran las personas sin techo que no tienen residencia en la ciudad y que viven el día a día en donde les coja la noche (3.61%).

Por otro lado, la Arquidiócesis arroja concentraciones de población diferentes: Coincide con el anterior en que la Comuna 14 (específicamente en los barrios Sardi, Virgilio Barco, Marroquín II, Alirio Mora Beltrán, Charco Azul) concentra la mayor proporción de población desplazada pero difiere en la dimensión de la proporción: 37.85%. Sin embargo, difieren notablemente en relación con La Comuna 18 (en los barrios Alto Nápoles, Los Chorros, la Escombrera, Alto los Chorros y Alto Jordán): (16.7%)

3.3.1 Una premisa necesaria para establecer criterios de comparabilidad.

Los estudios del CIDSE (UNIVALLE), con Fernando Urrea como un representante notable de este programa de investigación sobre la movilidad humana hacia y desde Cali, nos brinda un contexto general para enmarcar el desplazamiento. Sin embargo, la comparabilidad entre los datos arrojados por este programa de investigación y los capturados por el Comité y la Iglesia no puede ser automática.

-En primer lugar, como ya se mencionó atrás, el estudio de la Arquidiócesis contempla el fenómeno de la movilidad intra urbana, que es obviada tanto por el diagnóstico de DESEPAZ como por el del CIDSE.

-En segundo lugar, los periodos analizados por los tres estudios solo coinciden en parte: el primero abarca los años comprendidos entre 1985 y 1997, el de DESEPAZ los años comprendidos entre 1997 y 1999 (aunque los datos fueron capturados a partir de 1998) y el del CIDSE 1985 y 1994, y entre 1994 y 1998.

-Los estudios migratorios muy probablemente incluyen a los desplazados, quienes aportarían a delinear las tendencias.

- Por todo lo anterior, es necesario advertir las siguientes salvedades metodológicas y conceptuales: El estudio de Urrea no profundiza sobre las motivaciones que propician las migraciones hacia y desde Cali, por lo cual es muy probable que entre sus estimaciones se encuentran personas desplazadas. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, los resultados y tendencias que arrojan estos análisis, de corte mas cualitativo, nos servirán para construir preguntas claves e hipótesis de trabajo a la luz de las investigaciones sobre desplazados.

3.3.2 Los desplazados en Cali: "cuenta a gota" e invisibilizados

A diferencia de lo sucedido en ciudades como Barranca Bermeja, Tula y Medellín que han recibido desplazamiento masivos, en Cali prima la llegada a "cuenta a gota" de esta población, es decir agrupada en núcleos familiares principalmente, que llega diluida entre el grueso de migrantes hacia la ciudad. Todo lo anterior, ha generado una atomización de los migrantes por violencia que se invisibilizan en medio del resto de nuevos pobladores urbanos. Contrario a lo que ha pasado en otras ciudades medias e intermedias de Colombia como Cartagena o Barrancabermeja, en las que la magnitud y tipo de desplazamientos forzosos se ha traducido en invasiones organizadas de colectivos sociales desplazados generando barrios enteros, en Cali se han diluido en las Comunas mas vulnerables de la ciudad. Esta dispersión se constituye tanto una oportunidad como en una amenaza: Oportunidad por que no se generan "ghettos" privilegiados por la política de atención a los desplazados y es mas factible la integración social de estos a la ciudad. Y amenaza, por que la normatividad para atender a la población desplazada es estricta en definir los beneficiarios de la política, y por que otros procesos que podrían apoyar el desarrollo humano para el conjunto de las comunas precarias, a partir de las políticas sectoriales y poblacionales específicas, deben superar el reto que conlleva la debilidad de las sociedad civil y del estado para generar consensos ampliados y alianzas estratégicas amplias, necesarias para un proceso de este tipo.

Este es precisamente uno de los rasgos principales del proceso de poblamiento de la ciudad de Cali desde los años cincuenta: las migraciones por violencia política se superponen a las migraciones por las expectativas que generan en los campesinos el modo de vida urbano; por el deterioro progresivo del agro colombiano, y por desastres naturales. No se han estudiado aún las formas en que la población desplazada se integra a su nuevo entorno en Cali.

3.3.3.Departamento de origen de migrantes y desplazados en Cali: Algunas especulaciones sobre el por que los desplazados "eligen" la ciudad de Cali como su refugio.

En términos generales se puede afirmar que tanto los desplazados como los migrantes que llegan a Cali provienen principalmente de los mismos departamentos, aunque en orden de prioridad y proporción diferentes: Putumayo, Cauca y Valle del Cauca. Ver Cuadros #1 y # 26. Sin embargo, para sustentar esta idea habría que precisar los municipios de expulsión de ambas poblaciones, ya que los departamentos del Suroccidente son muy grandes y se encuentran conformados por subregiones con dinámicas diferenciables entre si.

De lo anterior se derivan varias hipótesis:

  • Las corrientes migratorias hacia Cali habrían generado vínculos históricos entre las regiones de origen de los migrantes con la ciudad, vínculos que motivarían a los desplazados a "elegir a Cali" como refugio. El principal vínculo seria la red de parentesco existente entre las antiguas y nuevas generaciones de migrantes.
  • Mientras que los factores que motivaron la salida de migrantes y desplazados de las zonas de origen son distintos, las razones para elegir a Cali como lugar de residencia, adicional a las redes de parentesco, es la misma: la expectativa de movilización socioeconómica en el principal centro de poder económico, político y social de todo el Suroccidente.

El concepto de red parentesco nos lleva a la búsqueda de relaciones entre las Comunas receptoras de población desplazada, los departamentos de origen y flujo migratorio global.

3.3.4 Departamento de origen y comuna de llegada en migrantes y desplazados.

Al cruzar el departamento de origen de migrantes y desplazados con las principales comunas receptora de esta última (la 14,1 y 13) encontramos que, coinciden en términos generales, el origen departamental de ambas poblaciones.

Como hipótesis de trabajo se podría extender a los desplazados el argumento válido para los migrantes, que las redes de parentesco son el factor que propicia la selección de Cali y la comuna de asentamiento particular, como lugar de residencia. En otras palabras, los desplazados y migrantes de los tres principales departamentos de expulsión hacia Cali (Valle, Cauca y Putumayo) se asientan en las mismas comunas. La generación de las redes de parentesco como factor decisivo a la hora de elegir el lugar de residencia es parte de un fenómeno mas global: la búsqueda de un ambiente sociocultural mas acorde con las raíces. Es el fenómeno del "paisanaje" y/o de las redes de parentesco, en las que los familiares o amigos ya asentados y relativamente integrados a la Comuna, se convierten en el puente inicial entre estos y la ciudad. Urrea (1998) define la red de parentesco como el :

"Conjunto de individuos, mujeres y hombres que reconocen y establecen entre ellos a través de varias generaciones y ciclos de vida, nexos de parentesco de diferente tipo y grado, ya sea consanguíneo, ritual de vecindario, por adopción, por identidad religiosa, entre los mas destacados y debido a ello desarrollan practicas de filiación y adscripción de unos individuos respecto a los otros, vinculados a su vez a mecanismos de socialización y conformación de los egos de los individuos y de distribución y manejo del patrimonio doméstico y a veces extra domestico entre los miembros que se identifican con tales nexos, el cual ha sido producido por la propia dinámica del conjunto de parientes de una generación a otra y en el transcurso de los ciclos de vida de los individuos que conforman la misma red. "

Mas que la búsqueda de la colonia particular (negra, nariñense, indígena, etc) para la integración a la misma, es la emergencia la que motiva la búsqueda de los familiares asentados en determinados lugares (los lazos primarios de sociabilidad) de personas de bajos recursos que llegan en situaciones limite a la ciudad de Cali.

Sin embargo, Pecaud piensa lo contrario, es decir, que los desplazados si bien buscan el apoyo de algún familiar en las ciudades receptoras, buscarían asentarse en sitios en los que no sea muy obvia su presencia, y por lo tanto, no operaria la idea que estos tienden a buscar comunidades próximas a su sitio de origen y a articularse las redes de parentesco:

"Se comprende perfectamente por que tantos refugiados se esfuerzan por escapar a su condición, buscando introducirse individualmente en la ciudad, solos o con la ayuda de parientes. Esfuerzos que pueden ser exitosos si se poseen los medios para empezar una actividad económica. Pero el motivo principal es sin duda otro. Manifiestan el deseo de escapar a la condición de rehenes y de sospechosos así como el de sustraerse de las redes informales que se encuentran en las ciudades; el deseo, en fin, de huir de la violencia. Se constata nuevamente un proceso de individualización, esta vez inducido por la estrategia de fundirse en la ciudad. Cuando existe una organización colectiva, la violencia puede aparecer en cualquier momento. Si no es posible abandonar los vínculos con el grupo para tentar suerte, conviene al menos limitar los contactos a familias y conocidos de mucho tiempo, participando lo menos posible en la organización para evitar el riesgo de ser tildados una vez más como "activistas"."

Esta afirmación nos llevaría entonces otra conclusión:

Mientras que los migrantes voluntarios se asientan e integran a la ciudad principalmente por medio de las redes de parentesco, mínimamente organizadas, los desplazados buscan diluirse en la ciudad y vincularse lo menos posible a cualquier organización. De ser cierto lo anterior la integración de los desplazados en la ciudad es todavía mas difícil.

En efecto, los principales departamentos de origen, tanto de migrantes como de desplazados que coincidirían en la Comuna 1 son Putumayo, Cauca y Nariño. Por otro lado, un departamento que sobresale como expulsor de desplazados hacia este asentamiento es el Caquetá, vinculado estrechamente con el Putumayo: comparten una misma zona bio geográfica, están dominadas principalmente por el Bloque sur de las FARC, sustentan sus economías en el cultivo de hoja de coca, presentan fronteras agrícolas abiertas. Lo anterior podría explicar el hecho que las personas desplazadas del Caquetá tiendan a asentarse en la Comuna 1 como una extensión del efecto del "paisanaje" a este último departamento.

Para el caso de la Comuna 13 coinciden los departamentos del Cauca y del Valle, y litoral pacífico, como principales expulsores de ambas poblaciones.

A la Comuna 14, la mayor receptora de población desplazada, se solapan los departamentos de Valle y Putumayo, principalmente. Es decir, se podría afirmar que la Comuna 14 recibe tanto desplazados como migrantes de las mismas regiones, para los casos del Putumayo (y del Caquetá si suponemos que ambos departamentos, o al menos algunas de sus regiones se encuentran integrados), Valle del Cauca, y por supuesto, del Chocó. Vale resaltar que esta Comuna registra una elevada proporción de población Afro-colombiana proveniente del litoral pacífico y que la mayor proporción de desplazados que llegan a la misma pertenecen a esta etnia.

En el caso de la Comuna 18 coinciden migrantes y desplazados del Putumayo, Cauca y Valle; y en la Comuna 20 de Antioquia, Tolima y Valle.

3.4 Posibles impactos de la llegada de los desplazados por violencia en Cali y las Comunas receptoras y viceversa.

En este aparte se especulará sobre los impactos a nivel local y comunal de la llegada de los desplazados a la luz de la dinámica migratoria. Y por el otro lado, los impactos de la ciudad sobre la calidad de vida de los primeros.

3.4.1 Impacto de las migraciones en el ritmo de crecimiento poblacional de Cali y las Comunas receptoras

Si bien Cali ha experimentado una merma en la tasa de crecimiento total de población y que el área metropolitana de Cali opera a la manera de filtro de una buena proporción de migrantes, sobretodo los municipios de Candelaria, Yumbo y Puerto Tejada, en los últimos 20 años el peso de la migración ha cobrado mayor participación en el crecimiento poblacional de la ciudad. A pesar de lo anterior, durante el periodo 1985-1995 Cali creció a una tasa de 2.57% muy por encima del promedio de crecimiento de población del departamento del Valle del Cauca.

Según estos mismos cálculos, se estima que para el año 2000 el área metropolitana de Cali representaría el 65% del total de población del Valle del Cauca, y el 70.5% de la urbana, mostrando un proceso histórico de larga duración de urbanización el la región sur del Valle del Cauca. Las causas para Urrea de este proceso estarían relacionadas con el proceso socio-histórico de desarrollo agroindustrial de la caña de azúcar y la formación del complejo industrial Cali-Yumbo -Palmira.

La relación entre crecimiento demográfico y migraciones para el caso de Cali es sintetizada en la siguiente cita:

"A) Entre 1969 y 1990 la población de Cali se duplicó

B) En el ciclo largo 1969-1995, de 25 años, Cali pasa de una tasa media anual del 3.86%, hacia finales de los años 60, a tasas por debajo del 2.5% anual ente 1990 y 1995. La tasa media de larga duración en este ciclo es del 2.7%, lo cual refleja un comportamiento en descenso "normal" a través del ciclo, típico de una etapa madura de la transición demográfica, especialmente a partir de los años 80.

C) Aunque para este periodo la contribución de la migración al crecimiento de la población es menor al 50%, a diferencia de los tres periodos anteriores cuando la ciudad de Cali creció en buena medida por las oleadas migratorias, sin embargo el aporte de este factor migratorio ha pasado del 38% al comienzo del ciclo al 44.5%. Es decir, se ha producido una considerable recuperación de la migración en el incremento anual de la población de la ciudad, pero con un comportamiento distinto del crecimiento vegetativo.

D) Lo anterior tiene que ver con la rápida caída de la tasa vegetativa en el ciclo de referencia al pasar del 2.04% en 1969 al 1.2% en 1995, o sea a la mitad; mientras el incremento poblacional anual migratorio pasa del 1.4% al 0.9%, un descenso apenas del 33%. Este fenómeno es precisamente la comprobación de la transición demográfica, con tasas de crecimiento vegetativo inferiores desde mediados de los años 80 al 1.5 anual, lo cual es consistente con el drástico descenso de las tasas de fecundidad para la ciudad.(...) Por otro lado, si el descenso de la fecundidad continua, con su obligada incidencia en la disminución de la tasa bruta de nacimientos, y la capacidad atractora de la ciudad se mantiene, hacia finales de la década es plausible que de nuevo la migración alcance a contribuir con el 50% o mas del crecimiento poblacional urbano. "

En otro estudio (Urrea, Ortiz; 1999, p 4) proyecta para Cali las tasas de crecimiento y el posible impacto de las migraciones:

"Al descomponer la tasa de crecimiento en vegetativa y migratoria, se observa que ambas vienen en paulatino descenso, pero la vegetativa desciende mas velozmente, conllevando un aumento de la participación de la migración en el crecimiento total de la ciudad, al punto que para el 2005 su participación es casi del 49% (...) Hasta el año 2000 vienen en descenso las dos tasas vegetativa y migratoria, pero a partir de este año hay una suave recuperación de la tasa de crecimiento vía migración, superando la tasa vegetativa para luego iniciar un franco descenso hacia el año 2012 (...) Hay que advertir que el ritmo de crecimiento total poblacional de Cali ha sido en los últimos años inferior al de Bogotá, y lo seguirá siendo en las dos próximas décadas, sobretodo por el impacto del factor migratorio (...) Entre los años 1994 y 1999 el aporte neto en población por efectos de migración ha sido de un promedio de 15.750 personas por año. Entre los años 2000 y 2005 será de 17.200 personas. En el periodo 2005 -2010 19.100 personas y entre el 2010 -2015 de 21.000 personas al año. La población de la ciudad del año 2000 respecto a la del 93 tendrá casi 243.000 habitantes mas, un 13.4% de diferencia. Para el 2005 alrededor de 184.000 respecto al año 2000, un 9% mas. Hacia el añ0 2015 casi 400.000 mas, un 17.8% con respecto al año 2005. "

El periodo contemplado del primer análisis (1969-1990) sugiere, a la luz del marco histórico, factores causales que motivaron las migraciones hacia Cali. En primer lugar, el maremoto que arrasó Tumaco (1979), en el pacifico nariñense y generó una intensa migración hacia Cali, especialmente hacia el oriente de la ciudad contribuyendo a inaugurar el Distrito de Aguablanca. Luego en 1983 el terremoto que destruyó la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca. Los migrantes por violencia durante los años setenta tienden a ser casi inexistentes, por que la violencia política alcanza sus mas bajos niveles en décadas. Efectivamente, durante estos años se destaca la intensidad de los movimientos sociales (indígena, campesino, sindical, estudiantil y de pobladores urbanos) por los niveles de organicidad y convocatoria que alcanzaron hasta finales de los setenta cuando el gobierno entra a reprimirlos brutalmente. Por otro lado, la modernización del estado emprendida a partir de las reformas introducidas a partir de mediados de la década de los 60, se vió reflejada en una ampliación de la capacidad fiscal del estado, que invirtió en obras de infraestructura urbana fomentando indirectamente las migraciones del campo a las ciudades. Así mismo, el proceso de industrialización acelerada que se vivió en los sesenta y setenta en la ciudad atrajeron mano de obra. En la década de los ochenta es muy probable que los migrantes por violencia hayan aumentado su participación entre el total de migrantes hacia Cali, principalmente provenientes de Antioquia, Cauca, Putumayo y Santander.

A partir de la década del 90 y sobre todo, desde mediados de ésta, la inmigración tendería, si no a decrecer, por lo menos a no incrementarse "excesivamente" como producto de la crisis económica de Cali:

"Según las tendencias observadas y estimadas respecto al componente del crecimiento migratorio de la ciudad durante la década del 90 y las proyecciones hasta el 2015, no puede especularse de una onda excesiva inmigratoria hacia el futuro próximo, como tampoco la hay en el presente ya que es el patrón esperado y sus ritmos y magnitudes son por ejemplo, menores a los que operan en Bogotá, según se advirtió antes. Por otra parte, el actual ciclo económico recesivo, la ciudad y la región pueden estar perdiendo población, con un saldo neto migratorio positivo mucho menor al que arrojan las estimaciones presentadas. En ese caso para la coyuntura actual es factible que las tasas por migración hayan descendido en forma significativa y por lo mismo los volúmenes poblacionales anuales de aumento por migración incluso se hayan desplomado, aunque sigan siendo positivos. En tal dirección el crecimiento total de la ciudad como tendencia hacia el mediano y largo plazo podría estar hoy en día menor al 1.4% anual, con una contracción del crecimiento por aporte migratorio, a menos del 40%.Sin embargo, dentro de los parámetros anteriores de tendencia no se puede desconocer los ciclos coyunturales recientes de alguna intensidad del componente inmigratorio, para ciertos grupos etareos mayores de 12 años y provenientes de regiones pobres, posiblemente debido al factor violencia en amplias zonas del país y que afecta a Cali al igual que otras ciudades colombianas, los cuales entran a formar parte de la población en edad de trabajo (PET). Estos grupos inmigrantes hoy en día son representados en torno a la categoría equivoca y estigmatizadora de desplazados por las múltiples violencias."

En otra sección relaciona disminución de las migraciones y desplazamientos a partir del crecimiento de la Población en Edad de Trabajar (PET) en Cali:

"Entre 1991 y 1993 la Población en edad de trabar (PET) pasa del 2.7% al 3.27%. Entre 1996 y 1997 llega al 3.75%, y entre 98 y el 99 llega con 3.24%. En el primer ciclo de crecimiento de la PET puede estar mas asociada a la fase expansiva de la economía caleña y regional, lo cual explica una dinámica inmigratoria. En cambio, los otros dos ciclos 96-97 y 98-99 podrían estar relacionadas en parte con el efecto de las migraciones de poblaciones desplazadas por violencia, fenómeno que se ve intensificado después del 95 a pesar de hallarse la ciudad y la región en una de las peores recepciones de su historia."

Al parecer para el anterior, el efecto social del conflicto armado colombiano no es un factor significativo que contribuya a explicar la creciente participación de las migraciones en la ciudad y sólo la impactaría en ciclos coyunturales. Pero, las coyunturas actuales de degradación del conflicto armado en el Suroccidente podrían generar en el corto plazo, desplazamientos masivos hacia Cali, factor que aumentaría "excesivamente" el promedio de migrantes hacia la ciudad por encima de las cifras proyectadas. Mas aún, cuando cualquier proyección del flujo migratorio con base en las series estadísticas históricas, deja por fuera el hecho que el desplazamiento forzoso obedece a estrategias deliberadas y planificadas que expresan la voluntad de los actores armados, voluntad que es en principio impredecible y ligada al azar que conlleva una guerra.

En lo concerniente con los migrantes económicos, Urrea es claro en mostrar que, debido a la crisis productiva y social que vive la ciudad, los niveles de migración tienden a disminuir abruptamente. Por otro lado, el éxodo de miles de pobladores de la ciudad hacia el exterior y otras zonas del país corroboraría esta idea.

3.4.2 Crecimiento poblacional y Comunas receptoras.

Los migrantes hacia Cali, al igual que los desplazados, se asientan en los barrios mas precarios de la ciudad, ubicados en el oriente al margen del Río Cauca, y las laderas. Sin embargo, contrario a lo que sucede con los desplazados, para Urrea los migrantes contribuyen en mayor medida al crecimiento de la ladera que al del Distrito. Las comunas que mayores tasas de crecimiento han tenido del 93 al 98 han sido la Comuna 18 con una tasa de 7.2%, la 20 con una tasa de 7.18%, que corresponden a las comunas de ladera, seguidas de la 13 con 2.35%, la 15 con 2.34% y la 14 con 2.28% del distrito de Aguablanca . Por otro lado, según los datos de DESEPAZ los desplazados tienden a concentrarse en el Distrito de Aguablanca (principalmente en las Comunas 14 y 13):

"De todos modos aunque en los barrios del oriente el crecimiento por migración también ha sido significativo, este habría sido menor comparado con el de ladera.(...) Los migrantes tanto en términos absolutos como relativos disminuyeron en el conjunto de población de la ciudad, por otra parte se redujo la proporción de migrantes con tiempo de residencia en Cali-Yumbo menor a cinco años en todas las zonas geográficas de la ciudad (Cali) (.....). Para junio del 94 la población nativa de Cali-Yumbo era del 55.7% mientras en Junio del 98 pasa al 65.3%. Sin embargo, lo interesante es que esta disminución ha sido mas intensa en las zonas residencial media-alta y alta. Mientras en las áreas populares de la franja oriental y de ladera se ha dado con menor fuerza.(...) La Comuna 1, 15, 18 y 20 tienen una población nativa del 32 al 35% aproximadamente. "

A partir de lo anterior podrían adelantarse varias hipótesis:

  • Mientras que los desplazados por violencia tienden a asentarse principalmente en el Distrito de Aguablanca, los migrantes son mas proclives a buscar la zona de ladera.
  • La mayor disminución de las tasas de crecimiento poblacional en las comunas mas favorecidas puede obedecer a la emigración, lo cual indicaría que los grupos sociales de clase media y media alta son los mayores emigrantes. Las áreas geográficas popularmente predominantes de mayor pobreza han sido las de mayor tasas de crecimiento poblacional 93-98, aumentando su participación poblacional en la ciudad (franjas oriental y de ladera). Por otro lado, la franja de áreas populares se ha diversificado socialmente y heterogenizado, a medida que han mejorado sus condiciones de vida.

3.4.3 Asentamientos subnormales o "invasiones"

El mayor crecimiento población de estas dos zonas se traduce en un proceso de asentamiento irregular de tierras circunvecinas, catalogadas como "invasiones". Para Cali el proceso es descrito así por algunas autoridades competentes:

"En la ladera noroccidental de Cali hay 1450 hectáreas ocupadas por doscientas mil personas, según Planeación Municipal. Sin contar los casi tres millones de metros cuadrados desocupados. De esta población, cien mil son habitantes asentado en los últimos años en recientes invasiones, fruto del masivo desplazamiento de inmigrantes a esta ciudad.(...) El director de Planeación Municipal, Francisco Hernández Bohmer indicó que a Cali llegan cada día entre setenta y cien personas desplazadas, muchas de las cuales ocupan las laderas. Pero lo peor, reconoce el funcionario, es que "a estas invasiones riesgosas que no se han urbanizado técnicamente, se les ha llevado servicios públicos de agua, energía, incluso alcantarillado y teléfonos, por cuenta de las Empresas Municipales de Cali, con complicidad de algunos líderes políticos y gobernantes. En cuanto las acciones que se están tomando, agregó que se está concertando con 20 grandes propietarios de tierras en los cerros, incluido el Municipio que dispone de casi tres millones de metros cuadrados (muchos invadidos), para hacer desarrollos ambientales sostenibles y planificados, no solo para vivienda social, sino para construcciones de estrato 5 y 6. Espacialmente, estos asentamientos han venido tomando la forma de una "tenaza" alrededor de la ciudad : al occidente de Cali, en los cerros que bordean el área urbana de sur a norte (comunas 18, 20, 1); al oriente, a lo largo de la banda izquierda del río Cauca (comunas 6, 7, 13. 14, 15 y 16) . "

Con el objeto de tener una idea de los sitios a donde llegan los desplazados y migrantes contextualizamos la dimensión físico-espacial de las comunas:

El número de asentamientos subnormales es mayor en la comuna 20 con 16 y 4.321 viviendas. Sin embargo el mayor número de viviendas en asentamientos subnormales se encuentra en la comuna 18 con 7.448 y 14 asentamientos. En la Comuna 1 existen 12 asentamientos con 3.184 viviendas.

Igualmente dentro del diagnóstico del POT, se hace alusión a las migraciones y sus impactos a nivel físico-espacial en la siguiente consideración:

·"En los asentamientos subnormales, denominados actualmente como asentamientos humanos de desarrollo incompleto, producto del crecimiento demográfico de Cali sumado a las distintas formas de migración que ha traído la desproporcionada e improvisada ocupación de los terrenos "libres" del municipio. Es así como se han poblado las laderas de la Cordillera Occidental, y las riberas de los ríos Cali y Cauca donde las características físicas y ambientales, en combinación con la intervención humana, ocasionan fenómenos como los deslizamientos. Estos asentamientos, poseen todas las condiciones mínimas de habitabilidad y sumado el problema de la difícil accesibilidad a la zonas donde se encuentran ubicados, suman un total de 26.835 viviendas, distribuidas en 127 asentamientos, 110 (37%) ubicados en el área urbana y 17 (13%) en el área rural, estos 127 asentamientos concentran un total de 128.808 habitantes. "

Los mayores índices de hacinamiento se encuentran en la comuna 20 (2.1%), comuna 14 y 1 con el 2%. Comuna 15, 1.9%, 13 y 18 con 1.8%.

El déficit de vivienda en las comunas indica que hay un mayor déficit en la Comuna 14 con el 47.6%, casi el doble con relación a las que le siguen: la 20 con 25.9%, comuna 18 con 24.7% y 15 con 24.6%.La 1 con 23.2% y la 13 con 18.5%.

Según datos tomados del POT, Plan de Ordenamiento Territorial, en lo referente a la relación entre la población de la comuna y el rango de cobertura en servicios públicos, se detectan aspectos como los siguientes:

  • La Comuna 1, con la más baja cantidad de viviendas - 2.35 % - presenta las más bajas coberturas en Acueducto (54.4%), Alcantarillado (52.6 %) y Energía (58.6%). El servicio de teléfonos tiene una cobertura baja de 13.1 %.
  • La Comuna 20 con bajo porcentaje de viviendas urbanas (2.69 %) presenta el segundo nivel más bajo de cobertura de los servicios de Acueducto (79.5%), Alcantarillado (79.4%) y Energía (71.0%). En el servicio telefónico tiene la menor cobertura de toda la ciudad con el 10.1 %.
  • La Comuna 13, con el más alto porcentaje de viviendas (7.47%) tiene una cobertura media en los servicios de acueducto (86.20 %), Alcantarillado (85.7%) y Energía (88.8%). En el servicio telefónico tiene una baja cobertura con el 15.8 %.
  • Las comunas 13, 14 y 15 que conforman el Distrito de Aguablanca, con un total del 18.93 % de las viviendas, tienen cobertura media y alta en servicios públicos.
    • Comuna 13: 86.2% Acueducto, 85.7 % Alcantarillado, 88.8 % Energía,
    • Comuna 14: 100% en todos los servicios
    • Comuna 15: 81.3 % Acueducto, 80.7% Alcantarillado, 79.6 % Energía.

En el servicio telefónico estas comunas presentan coberturas bajas, variables entre el 21% y el 15.8%.

En cuanto al déficit de vivienda, el déficit cualitativo para todo el municipio se manifiesta en 48.9 miles de viviendas en barrios consolidados reconocidos administrativamente y 26.8 miles de viviendas en asentamientos de desarrollo incompleto.

3.4.4 Dimensiones socioculturales del desplazamiento y las migraciones en las Comunas receptoras

Cali es un reflejo de la mega diversidad cultural del país, sobresaliendo su población Afro-colombiana. En efecto, hacia junio de 1998, alrededor del 27.5% de la población caleña vive en hogares afrocolombianos. (542.000 personas sobre un total de 2.020.000 aprox). Por otro lado, la población mulata seria del 23.3% (463.000 mil personas). Teniendo en cuenta los niveles de hacinamiento y de calidad de vida, los hogares afrocolombianos son los que mayor índice de pobreza presentan y son los que mayores dificultades de movilidad social ascendente presentan. Los resultados de la encuesta especializada Cidse'Ortstom sobre población Afro-colombiana en Cali muestran que esta es muy parecida con la población no Afro-colombiana en cuanto a nativos y migrantes 57.2%, versus 58.9%, lo cual cuestiona el carácter exclusivamente de migrantes que se le ha dado a las poblaciones negras mulatas en Cali procedentes del Pacifico colombiano. Es decir, que vienen tantos afrocolombianos como no afrocolombianos a Cali, y que el numero de negros raizales es alto. Las redes de apoyo o de acogida a los migrantes explican la sobre-concentración de población negra-mulata en el oriente de la ciudad. Finalmente, en nuestras estadísticas, el peso de la población negra en el total de desplazados es la menor proporción (aunque importante) lo cual indicaría que son mas los migrantes económicos negros que los desplazados de la misma étnia.

Por otro lado, las poblaciones migrantes y desplazadas que llegan a la ciudad sufren el fenómeno del desarraigo, ya evaluado. Para el caso de Cali, la subcultura del narcotráfico caracterizada por excesivos niveles de consumo y ostentación de la riqueza, en una mezcla entre cultura popular y "modernidad" al estilo "american way of life" generaron expectativas de movilidad socioeconómica entre los sectores mas precarios, ante los cuales muchos de los capos se convirtieron en verdaderos ejemplos a seguir. Adicional a lo anterior, el narcotráfico reclutó en Cali sus principales escoltas y lugartenientes en barrios precarios de la ciudad, a donde estos volvieron enriquecidos a exhibir agresivamente sus nuevo modo de vida. Muchas jóvenes de estos sectores por su parte, seducidas por las expectativas de ascenso socioeconómico reforzaron estos modelos de masculinidad, típicamente machistas y violentos. Los nuevos pobladores, entonces, seducidos por los medios masivos de comunicación, y la exhibición de la riqueza de los nuevos y viejos ricos inician un proceso de asimilación sociocultural en lo que podría llamarse la Vallecaucanidad. No obstante, muchas de estas comunidades, especialmente las comunidades afrocolombianas y algunas indígenas asentadas en la ciudad han iniciado procesos importantes de recuperación de sus raíces étnicas y culturales, en una interesante mezcla encarnada principalmente en los jóvenes, entre el folklore popular y las culturas juveniles del hip-hop y el rap. Por otro lado, la segregación socioespacial de la ciudad crea diferentes mercados culturales, muy excluyentes entre si. Finalmente, es notable el clasismo y el racismo existente entre ciertos sectores tradicionales de al ciudad hacia las comunidades marginales y las comunidades afrocolombianas e indígenas, lo cual ha despertado por un lado la defensa de las raíces culturales por un lado, y por el otro, un proceso de "enblanquecimiento" de las comunidades étnicas, principalmente, la Afro-colombiana.

3.4.5 Desempleo, migrantes y desplazados en Cali

Cali experimenta actualmente una de sus peores crisis económicas de su historia:

En junio de 1999 la tasa de desempleo alcanzó el 21.3%, y la tasas de subempleo el 25.7% (Marzo de 1999) (Ortiz, Urrea; 1999). El valor agregado de Cali decreció 3.5% en 1998. (Fomento; 1999). En junio de 1997 el 44.8% de los hogares en Cali eran pobres y el 8.3% eran indigentes.

En las Comunas 14,13,15 y 18 se presenta el mayor porcentaje de hogares en estrato bajo-bajo, que son precisamente las comunas de mayor recepción de población desplazada, seguidas de las comunas 1,20 6 y 16. La franja oriental compuesta por las comunas 6,7,13,14,15,16 y 21 paso del 40.4% de su población en pobreza en el año 94, al 54.2% en el 98. Las comunas 1, 18 y 20 registraron la mayor tasa de población en pobreza en el 98, el 56%, y un incremento porcentual similar al incremento de la región (41.3%) Estos datos coinciden con el incremento de la indigencia en Cali que paso de 5.3% en el 94 al 10% en el 98, presentándose un mayor incremento en la franja oriental, al aumentar 2.3 veces las personas en extrema pobreza (43% a un poco menos del 50% del total de población en indigencia en Cali-Yumbo.). En las comunas, los rangos de indigencia mas preocupantes se encuentran en la 1, 14 y 20 con mas del 20% de los hogares. El 47% de la población pobre y el 51% de la población en indigencia tenían menos de 20 años en Cali-Yumbo. 94-98 En cuanto a la distribución del desempleo por comunas, las mas altas tasas están en la comuna 13 con el 26.8%, comuna 1 con el 25.2%, la 14 con el 21.5% y comuna 18 con el 19.5%.(datos correspondientes a marzo de 1998)

Sobre la caracterización socioeconómica de los desplazados que llegan a Cali, Urrea intuye acertadamente las generalidades, no obstante deja por fuera las especificidades de los mismos.

"Por otro lado, las migraciones hacia Cali desde regiones pobres y por lo mismo con mas bajos capitales escolar, social, patrimonial, deben haber continuado, al igual que hacia otras ciudades colombianas, potencialmente intensificadas por la violencia. " (Urrea; 1998, pp 10).

Y de alguna manera explica que el aumento de la pobreza de la ciudad se debería, entre muchos otros factores a la llegada de los desplazados:

"Una análisis mas global, a manera de hipótesis, nos estaría indicando algunos fenómenos : a) por efecto del proceso migratorio de migrantes pobres hacia Cali y Yumbo el estrato 1 se ha expandido en los dos periodos reverenciador :aumento en 1986, hacia 1990 pierde participación debido a los procesos de inserción de sus habitantes y mejoras en la infraestructura de servicios públicos, pero nuevamente recupera puntos en 1994, de acuerdo a las oleadas migratorias mas recientes y/o reacomodos urbanos. (...) los estratos 1 y 2, pero sobretodo el 1, al recibir relativamente mayores flujos de población migrante tienden a comportarse en forma mas rezagada en el patrón de envejecimiento que el resto de los estratos. Sin embargo, hay que advertir que no se trata solamente de que reciban , mayores flujos migratorios, sino que por supuesto, el tipo de migrantes que reciben son migrantes pobres de zonas de origen también pobres, ya que también observan migrantes en los demás estratos socioeconómicos, pero con característica diferentes a los primeros".

Así mismo, muestra como el peso de las migraciones en la ciudad de Cali es principalmente del campo a la ciudad, y de los estratos socioeconómicos mas precarios del campo nutren los propios urbanos.

En relación con el desempleo, Urrea cree que las tasas positivas de crecimiento de la Población en Edad de Trabajar (PET) en Cali, entre 1991 y 1993 se debe a la inmigración hacia Cali atraída por la expansión de la economía caleña en ese periodo. Mientras que entre 1996 y 1997 el crecimiento de la PET se explicaría por la llegada de los desplazados, ya que a partir de 1994 la ciudad entró en una grave recesión económica. Según estos, la llegada de nuevos pobladores a Cali en la actual crisis económica es motivada principalmente por la violencia.

Otros factores que explicarían el deterioro de la actividad económica en Cali por lo menos a partir de 1994 se encuentran las altas tasas de interés, la reevaluación del peso, el inicio de la crisis de la construcción, la caída en la demanda nacional y regional, disminución del ingreso disponible de los caleños por los altos impuestos, desbandada del narcotráfico en el enfrentamiento con el estado, fuga de capitales "legales" hacia el exterior, la altísima corrupción administrativa en los entes departamental y municipal durante 1994-1997 ligada al elevadísimo nivel de endeudamiento publico de estos entes territoriales. La segunda etapa 97-98 se caracteriza por los mismos factores de la primera con excepción de las variables macroeconómicas (baja en las tasas de interés y devaluación del peso) . Durante la tercera etapa 1998-1999 crecen las tasas de interés, ataques a la banda cambiaria, incertidumbre electoral, amenaza de descertificación y de sanciones comerciales, iliquidez del sistema financiero, la economía entra en recesión. El desempleo sigue aumentado.

Concerniente al desempleo en Cali, actualmente el mas alto del país se mencionan posibles causas:

"El deterioro del mercado de trabajo urbano en general en todo el país durante 1995, por múltiples factores entre otros ya conocidos: a) El ciclo de expansión del sector de la construcción residencial para estratos 4,5 y 6, llegó a su termino entre el segundo semestre de 1994 y el primero de 1995, entrando hacia el segundo semestre del 95 en francos estancamiento y parálisis de nuevos proyectos; b) el impacto negativo sobre el mercado laboral de la segunda fase de la apertura económica ante los efectos de la reestructuración del sector manufacturero en empresas de todos los tamaños (cierres de plantas o eliminación de líneas de producción, traslados de negocios a otros países, etc) ; c) fenómenos similares al anterior en otras ramas de la actividad económica (sector financiero, gran comercio y servicios especializados, etc.); d) las medidas de modernización del sector publico y ajustes fiscales a escala nacional, departamental o municipal, con la consiguiente desaparición de puestos de trabajo. Estos cambios en el mercado laboral tenderán a prolongarse durante el año 1996 - e incluso acentuarse- debido a que los factores causales continuarán e intensificarán.."

3.4.6 Desplazamiento, migraciones e indigencia

La Comuna 14 paso del 10.00% al 14.44% del total de hogares indigentes de la Ciudad entre 1990 y 1994, la Comuna 1 del 1.53% al 5.22%. La Comuna 13 aunque bajo su participación porcentual aun tienen un peso porcentual alto en 1993. Nuevamente, coincidiría la llegada de los desplazados a las Comunas mas precarias de la ciudad, expresado esta vez por los indicadores de indigencia. Para Urrea, este fenómeno se relaciona directamente con la integración incompleta de los recién llegados en esas comunas:

"Nuestra hipótesis es que uno de los factores que incide sobre esta dinámica es un doble fenómeno de migración-segregación espacial de poblaciones pobres procedentes de regiones también pobres que no alcanzan en un determinado periodo de tiempo a integrarse en mejores condiciones a la vida de la ciudad. "

Y por otro, lado la persistencia y agravamiento de problemas acumulados no resueltos de generaciones de migrantes mas viejas. Es decir, según esto o se puede aún establecer una causalidad entre tiempo de asentamiento en Cali y mejoría de la calidad de Vida:

Sin embargo, y muy acertadamente a nuestro entender Urrea matiza la relación entre migrantes y pobreza en Cali, que merece una lectura menos lineal y mas ligada a la estructura social y política de la ciudad, que ha generado históricamente exclusión hacia vastos sectores sociales. Como dice el viejo adagio popular "la fiebre no está en las cobijas":

"Las regiones de procedencia rurales y urbanas de los migrantes a Cali y el área metropolitana presentan una enorme heterogeneidad sociocultural y socioeconómica, en términos del capital humano y financiero de los que disponen. Esta consideración es necesaria tenerla en cuenta al relacionar migración con pobreza, ya que no existe una asociación directa entre estos procesos y es entonces indispensable diferenciar los flujos migratorios que están mas ubicados en los circuitos de la pobreza urbana en una ciudad como Cali y el entorno Metropolitano. Sobretodo cuando determinadas poblaciones históricamente han estado sujetas a condiciones de marginalidad y pobreza respecto a la sociedad mayor en el contexto de un orden social racialista altamente discriminatorio. Lo cual es especialmente cierto en los casos de las poblaciones negras e indígenas de la sociedad colombiana. L a importancia de la dimensión étnica-racial en el espacio urbano de una ciudad como Cali y del entorno metropolitano, particularmente con la presencia de poblaciones negras-mulatas en la misma historia de ella y de la región vallecaucana (poblaciones negras caleñas raizales) así como la fuerte articulación que ha tenido Cali y su entorno circunvecino con otras zonas del Sur occidente y del Pacifico con poblamiento negro, colocan este punto en un componente central del diagnóstico de la pobreza urbana y a la vez como dimensión que debe permear las estrategias sociales para su disminución y la construcción de un orden ciudadano mas equitativo y de convivencia."

3.4.7 La prestación de servicios sociales básicos: el caso de la educación

Con relación a la cobertura en educación, el mayor déficit de Educación Primaria se presenta en las comunas 1, 14, 20, 18, nuevamente, las de mayor recepción de población desplazada Por su parte, la Comuna 1 presenta una población matriculada de 51.78% de los cuales el 48.04% corresponde al sector privado, al cual no tienen acceso la población residente de la Comuna, ya que esta oferta se da para niveles socioeconómicos altos.

Las comunas 14 y 13 tienen igualmente, una alta oferta privada, pero de acuerdo con las características de la población deben ser de carácter oficial. La oferta de equipamiento se concentra en las comunas 3, 17 y 19 para los estratos altos y medios y en las comunas 10, 11, 4 y 3. Las comunas periféricas como la ladera y del Distrito de Aguablanca - oriente tiene un mayor déficit.

3.4.8 Impacto de las migraciones y el desplazamiento en la estructura poblacional: Genero y grupo etáreo

En Cali durante el periodo 1982-1994 los hogares encabezados por las mujeres aumentan con relación a los jefeados por los hombres, tendencia similar a la registrada entre la población desplazada según nuestra muestra y el estudio de la Comisión Vida, Justicia y Paz, en los cuales las familias con mujeres como cabeza tienden a ser predominantes. Sin embargo, para Urrea este fenómeno se debería principalmente a:

"la recomposición de los hogares producida por los nuevos patrones de nupcialidad y duración de las uniones (aumento de la unión libre y de la divorcialidad) favorecidos a su vez por los mayores niveles de escolaridad de la población femenina y su incorporación masiva al mercado laboral, al igual que algunos cambios en las relaciones de genero a nivel conyugal (...) pero sobre todo la valoración, tanto para mujeres como para hombres, de opciones de vida mas independientes asociadas a carreras profesionales, con el consiguiente descenso de la fecundidad y en natalidad, expresado en familias menos numerosas."

Los familias desplazadas tienden a estar encabezadas principalmente por mujeres debido a factores distintos a los que explican esta misma tendencia entre la población caleña en general. En primer lugar, el cambio cultural atribuido a mayores tasas de escolaridad femenina y al difusión de una visión moderna de las relaciones de pareja parecería tener poco peso especifico en los desplazados. Por el contrario, los niveles de educación y las oportunidades laborales en el agro son tan precarias que las mujeres han desempañado el papel tradicional de cuidado del hogar bajo la dirección paterna. Por su parte dado que son los hombres precisamente tanto las victimas como los victimarios de la guerra, el impacto del conflicto armado entre la jefatura familiar explicaría en parte la mayoría femenina, (eventualmente de mujeres viudas o con compañeros desaparecidos, o reclutados). Otra razón para observar entre la población desplazada esta tendencia con tanta nitidez, se debe a los conflictos de valores que conlleva el cambio de roles para sobrevivir en la nueva situación. una vez asentados en la ciudad: Si en el campo eran los hombres los aportantes económicos, ahora las mujeres entran a asumir con mayor fuerza esta responsabilidad al insertarse con mayor facilidad en los circuitos económicos urbanos, en la medida en que son absorbidas por las necesidades de empleo domestico u otros servicios, que no requieren de mano de obra calificada y que se apoyan de la experiencia económica habitual que las mujeres han desempeñado. Lo anterior puede ser válido para las familias migrantes con vinculación rural, en la medida en que comparten los mismos rasgos socioculturales de los desplazados.

En las zonas de ladera se registra una alta proporción de mujeres, debido tal vez por motivos laborales. Lo contrario sucede en Aguablanca el índice de masculinidad es mas alto que el de la ciudad, dado que existe una alta proporción de población masculina adolescente.

Las poblaciones de los barrios del oriente de la ciudad son mas jóvenes para 1993, pero en 1998, los datos indican que hay un emparejamiento en las proporciones. Los asentamientos de la ladera son de mas viejo poblamiento, pero también son las de mayor tasa de crecimiento poblacional, lo cual puede explicar el fenómeno anterior. No hay relación entre las tasa de fecundidad femenina con estrato socioeconómico.

Sin embargo, en las comunas de Ladera y Aguablanca las tasas de jefaturas femeninas es menor al promedio. En cambio, en los hogares afro colombianos es casi esquemáticamente mayor en todas las comunas dicha tasa. Lo anterior tiene que ver con una mayor peso de las uniones jóvenes dentro de la población Afro-colombiana (migrante y nativa). El indicador de numero de hijos vivos promedio por mujer es mayor en las comunas de ladera y la banda oriental, sobretodo en las comunas 13,14,15 y 16. A mayor estrato, menor es el grupo familiar y viceversa. En las comunas de Aguablanca y Ladera hay tamaños de hogares en promedio mas altos y los menores niveles de educación. El tamaño de los hogares se relacionada directamente con el nivel físico-espacial:

"Las mayores tasas de crecimiento en el numero de los hogares, que las de la misma población, ha sido ya registrado y analizado para las ciudades de América Latina por el proyecto HÁBITAT de las Naciones Unidas y en particular el Programa de Gestión Urbana; problemática que incide directamente sobre el mercado de la vivienda y la demanda de servicios colectivos urbanos." (Urrea, 1999)

Así mismo, el hecho que los estratos inferiores se encuentran menos envejecidos que los superiores, o en otras palabras, su componente infantil es superior, es similar a las tasas de fecundidad de los desplazados por la violencia, según la muestra.

En cuanto a las consideraciones de género y conformación familiar, en las zonas de ladera se registra una alta proporción de mujeres, debido tal vez por motivos laborales. Lo contrario sucede en Aguablanca el índice de masculinidad es mas alto que el de la ciudad, dado que existe una alta proporción de población masculina adolescente.

Según Urrea, las poblaciones de los barrios del oriente de la ciudad son mas jóvenes para 1993, pero en 1998, los datos indican que hay un emparejamiento en las proporciones. Los asentamientos de la ladera son de mas viejo poblamiento, pero también son las de mayor tasa de crecimiento poblacional, lo cual puede explicar el fenómeno anterior.

Así mismo, el hecho que los estratos inferiores se encuentran menos envejecidos que los superiores, o en otras palabras, su componente infantil es superior, es similar a las tasas de fecundidad de los desplazados por la violencia, según la muestra.

A mayor estrato menor es el grupo familiar y viceversa. Los jóvenes y las mujeres sufren el mayor desempleo, pero entre los hombres aumenta mas rápido durante esta etapa, así como el subempleo. El desempleo afecta los mas pobres sin embargo los profesionales se ven mayormente desempleados. La tasa de ocupación masculina es mayor que la femenina. Los hombres concentran los puestos mejor remunerados.

3.4.9 El tejido político-institucional en las comunas receptoras de población desplazada en Cali

En el plano sociopolítico, la ciudad se ha ido configurando al calor de intensas luchas sociales de los sectores menos favorecidos para reivindicar derechos y necesidades mínimas, luchas en las que han intervenido los políticos locales, el movimiento comunal, las fundaciones filantrópicas, las fuerzas políticas de izquierda, las guerrillas, en el marco de un estado local debilitado en su capacidad de mediar los conflictos sociales y en su capacidad fiscal y financiera. Sin embargo, no se puede afirmar la existencia de luchas interclases en la medida en que los procesos de reivindicación de derechos sociales, políticos y económicos han estado permeados activamente por los políticos tradicionales, llegando en ocasiones a manipularlos con fines electorales. Las vías de hecho se han constituido en una constante del proceso social y político Colombiano ante la desinstitucionalización del estado colombiano como efecto de practicas políticas ligadas a un orden mas tradicional. La otra cara de la moneda, desde la comunidad menos favorecida es la escasa capacidad de acción colectiva y construcción de lazos horizontales, sobresaliendo su fragmentación y división. La debilidad del tejido social en la ciudad, expresada en la debilidad de las organizaciones comunitarias y los bajos niveles de participación comunitaria tiene origen en varios factores:

  • 1. La inexistencia de identidades colectivas que aglutinen y movilicen a amplios sectores sociales a la participación sociopolítica, debido a la confluencia de poblaciones muy heterogéneas en lo referente a su identidad cultural y étnica.
  • 2. La cooptación de los lideres comunitarios por parte de políticos profesionales que los instrumentalizan con fines electorales.
  • 3. La disolución de lo público debido a los altos niveles de corrupción en todas las escalas de la organización política.
  • 4. La privatización del monopolio de la fuerza en manos de organizaciones o cuasi-organizaciones armadas tales como pandillas juveniles, criminalidad común, milicias populares, grupos de limpieza social, etc. En un contexto de terror y temor la participación y la comunicación social se ven imposibilitadas.

Finalmente, debido a la dispersión y heterogeneidad sociocultural de la población en situación de desplazamiento asentada en Cali, al desarraigo, el temor y el desconocimiento de sus derechos, no se han generado aún organizaciones de desplazados para reivindicar sus derechos. Sólo fue con el inicio del proyecto productivo para aproximadamente 45 familias que se genero un núcleo organizativo de esta población.

3.4.10 La convivencia ciudadana, un reto para el desarrollo local.

Los desplazados por la violencia política del campo llegan a Cali a sufrir las violencias sociales y económicas. Un estudio del Centro de Investigaciones sobre Salud y Violencia, CISALVA, del año 1996, revelo cifras sobre los efectos de violencia en los migrantes una vez se establecen en Cali, entre ellos los desplazados por la violencia. Según este estudio, los inmigrantes reportan 3 veces mas casos de extorsiones por parte de personas diferentes a las autoridades publicas, el 39.8% fueron testigos de robo a mano armada, el 34.5% han sido victimas de los delincuentes. Además de esto, los desplazados son victimas del maltrato policial 4 veces mas que los nativos, es decir un 9.3% ha tenido que soportar este hecho. Los migrantes reportaron haber sido 2 veces mas, victimas de un secuestro en la familia. El 23.8% desconfía de la policía el 16.7% de los jueces, el 10.3% de la Fiscalía, el 15% de la Defensoría y el 19.2% del ejercito.

En efecto, Cali ha sido el epicentro de múltiples y variadas manifestaciones de violencia, con tasas superiores al doble del promedio nacional en el periodo 1985-1997 ubicándose entre las tres ciudades mas violentas e inseguras del país. (Foro, 1999). La violencia urbana es superior en las comunas de mas alto riesgo social que son precisamente las que mas población desplazada reciben. En efecto, las tasas de violencia homicida en los estratos populares son en promedio del 84.9% de las muertes violentas son homicidios, mientras que las cifras para el estrato 6 son el 53%.. El uso de armas de fuego y su consecuente incremento de la eficacia de las misma a la hora de causar la muerte explica el mantenimiento de las tasas de violencia homicida. Esta forma de violencia, por ser la mas extrema y significativa es el mejor indicador del deterioro de la convivencia ciudadana en la ciudad. En principio, la violencia no política predomina de lejos, no obstante sobresalen acciones espectaculares de las guerrillas, por ejemplo el secuestro de los feligreses de la Iglesia la María en 1999, como se mencionó en el capitulo 2. Se podría atribuir en mas del 80% de las muertes violentas a factores de orden social y económico destacándose los siguientes escenarios: ajustes de cuentas entre organizaciones criminales, y entre particulares, luchas por el control territorial entre pandillas juveniles y entre estas y otros grupos como las milicias urbanas guerrilleras, violencia intrafamiliar y en riñas en estados de conciencia alterados, entre otros.

Entre las razones para la formación de las pandillas y de la criminalidad juvenil se destacan: deprivación económica, cultura de la marginalidad, subculturas que no siempre van de acuerdo con el marco normativo de la sociedad mayor a la que pertenecen, pero que permiten la integración social de los mismos en pequeñas células sociales : la pandilla, el parche. Sin embargo, muchos otros jóvenes de estos mismos barrios, bajo el mismo contexto social, no optan por la adopción de conductas ilegales o violentas, sino que se integran de manera muy precaria al sistema económico en la economía informal por ejemplo. Las relaciones entre la violencia regional ligada a la situación del agro, la intensidad del conflicto armado que se desarrolla en esos espacios y las dinámicas urbanas nuevamente se devela : los desplazados del campo hacia la ciudad, por razones del conflicto armado así como por la desesperada situación económica de vastos sectores campesinos, son igualmente protagonistas de la violencia, tanto como víctimas como victimarios. El contexto social de la ciudad es hostil a la inclusión socioeconómica de los sectores sociales con mayores índices de necesidades básicas insatisfechas y en especial, no brinda oportunidades para los proyectos de vida de los jóvenes de estos barrios, lo cual propicia el surgimiento de formas de criminalidad común, pandillismo y otras conductas entre estos, sin que las mismas sean un rasgo universal del grupo. Todo lo anterior se traduce en la generación de focos de expulsión violenta de población, esta vez por razones sociales mas que políticas.

La tendencia de la violencia caleña de estar dirigida principalmente contra (y tal vez desde) los jóvenes, sigue la tendencia nacional, especialmente la de las grandes ciudades del país.

"En Cali, otra de las ciudades afectadas por la actividad de los escuadrones de la muerte contra grupos marginales, también predomina la masacre de tipo societal. Su modalidad mas frecuente es la redada realizada por individuos motorizados en un barrio marginal con el fin de recoger a mendigos, basuriegos y expendedores de drogas para asesinarlos y luego abandonar los cadáveres en algunas vías públicas. Los barrios y localidades mas afectados son el centro de la ciudad, el Ponce, la vía a Jamundí y el distrito de Aguablanca; el número de masacres registradas es de 23"

Así mismo, en sectores sociales de la ciudad se expresa una visualización del joven de estos barrios como posible o real delincuente, lo que hace "explicable" a los ojos de los primeros, la violencia contra los jóvenes. Sectores estratégicos de la sociedad civil como algunos medios de comunicación masivos, enfocan el problema de los jóvenes de barrios populares desde una perspectiva funcional a la lógica de la limpieza social :

"..los medios de información masiva se han convertido no solo en caja de resonancia de ciertos actores de la sociedad sino en factores de la violencia contra los jóvenes. Los imaginarios de la guerra para el tratamiento de los conflictos juveniles, la justificación de la eliminación de jóvenes a quienes se les concibe como "desechables ; la criminalización de sus conductas y la estigmatización de sus espacios, son los dispositivos con los que los medios hacen parte de la violencia."

Estas formas de violencia de orden mas sociocultural y económico, tendrían vasos comunicantes con las dinámicas de violencia política que han tenido como escenario el campo colombiano. En primer lugar, los nuevos habitantes urbanos, expulsados forzosamente de sus predios rurales, traen a las urbes consigo una historia de violencia y una tradición en este sentido. Sin pretender afirmar que los desplazados son el origen de la criminalidad urbana, esta población puede ser proclive a encabezar formas de violencia tanto económica como social, en virtud de factores tanto psico sociales (ciclos de odios heredados), y la consecuente falta de atención psico social de las victimas de la violencia, la inexistencia de una política de atención adecuada por parte del estado, la ausencia de oportunidades para asegurar condiciones mínimas de subsistencia y un contexto social violento (los desplazados se enfrentan a nuevos peligros contra su vida e integridad personales por las violencias urbanas). Es ampliamente conocida la relación entre desigualdad económica, pobreza y delitos contra el patrimonio económico, sumado al hecho que los sectores excluidos no tienen muchas razones para respetar un orden social que no les garantiza, a veces, ni las mínimas condiciones para el desarrollo de su proyecto vital. Es decir, que en el desplazamiento forzoso de población del campo hacia las ciudades se encontraría uno de los vasos comunicantes para entender (por lo menos desde los años 50), la relación entre la violencia política y la no política, o los efectos en el desarrollo urbano del conflicto político armado.

A nivel temporal, los homicidios se siguen concentrando en los fines de semana, especialmente el día domingo, lo cual lo relacionan con el descanso, esparcimiento y uso de bebidas alcohólicas, lo cual según DESEPAZ se debe a que la gente esta mas propensa a ser atracada, a verse involucrada en riñas y por ser blanco mas fácil de sicarios. Igualmente, los elevados niveles de impunidad se siguen constituyendo en un factor causal de los homicidios.

Finalmente, a nivel de la ubicación socio espacial (1993-1995) de los hechos se sostiene lo siguiente:

"Teniendo en cuenta el lugar de ocurrencia de los hechos, en el Distrito de Aguablanca (Comunas 13, 14 y 15), han ocurrido: el 21% del total de los casos en 1993 y 1994; y en 1995 aumentó a 24% sucediendo en la Comuna 13 el mayor número, en los tres años. (...) La Comuna 3 que comprende el centro de Cali, presentó una disminución del 42% en el número de homicidios, de 1994 a 1995. Lo mismo sucedió en la Comuna 20, en el sector de ladera, en la que el descenso fue de 34%. Por el contrario en la Comuna 16, contigua al Distrito de Aguablanca, los homicidios presentaron un aumento del 24%(...) Teniendo en cuenta la población de cada comuna, se determinaron las tasas por cada 100.000 habitantes, estando las mas altas en 1993 en las Comunas 9 y 3; en 1994 en las Comunas 3 y 20 y en 1995 en las Comunas 6 y 20 y la zona rural (...) AL compararla experiencia de homicidios de todo Cali, con los presentados en cada una de las comunas, se observa que hay un mayor número de muertes, de las que se esperaría tener en las Comunas 3, 9, 11, 12, 13 y 20 en 1993, comparándolo con la experiencia para todo Cali, de acuerdo con los grupos de edad. En 1994 el exceso estuvo en las Comunas 1,.3, 9, 13, 15 y 20 y zona rural. En 1995 el exceso se presentó en las Comunas 13, 14, 15 y 18 y zona rural. En resumen la Comuna 13, 15 y la zona rural han tenido un exceso de homicidios, en estos tres años"

3.4.11 La participación ciudadana y la descentralización administrativa, política y fiscal en el marco de los Comités de Planificación Local

Según la reforma administrativa # de 1997, que busca desconcentrar y descentralizar la gestión de la Alcaldía Municipal se crean los Centro de Atención Local Integrada, desde los cuales los ciudadanos pueden participar en la toma de decisiones sobre su localidad y tramitar demandas ante el nivel central de la municipalidad. Desde ahí se coordina el Comité de Planificación Local conformado por los miembros de las Juntas Administradoras Locales, los presidentes de las Juntas de Acción Comunal (con el barrio como radio de acción), las ONG y grupos representativos, que priorizan el gasto que por derecho propio les transfiere el gobierno nacional conocido como "situado fiscal" y en ocasiones los recursos propios de la administración municipal por medio de las diversas dependencias. El funcionamiento de los CALI y de los Comité de Planificación Local varia sustancialmente de Comuna a comuna de acuerdo con sus rasgos sociales, económicas y políticos, pero en todo caso se convierten en os escenarios privilegiados de acción y participación al nivel comunal.

En términos generales, ninguno de los Comités de Planificación Local de comunas receptoras ha priorizado la integración de los desplazados de manera explicita en sus planes de acción, y en consecuencia no han iniciado acciones a favor de esta población con sus recursos propios. Solamente, el CALI 1 como se verá mas adelante, inició un diagnostico sobre la dinámica, no obstante no se finiquitó. No obstante, los directores de los CALI entrevistados expresan su interés en diagnosticar esta dinámica. En el Capitulo 5 se profundizara sobre las percepciones de los miembros de los CALI.

De acuerdo a las entrevistas realizadas a diferentes líderes de las comunas receptoras de población desplazada, representantes de organizaciones gubernamentales no gubernamentales y demás actores que estuvieron en los eventos organizados por DESEPAZ se sacaron las siguientes conclusiones:

En la Comuna 1 existe una iniciativa por parte del CALI, pues según su director, Juan Carlos Dorado, se ha incluido en las encuestas del SISBEN (Sistema de Selección de Beneficiarios en Seguridad Social) una variable adicional sobre la procedencia de la personas y el motivo de llegada a la comuna. Esta comuna también cuenta con una participación activa de la Parroquia de Terrón Colorado donde se ha prestado ayuda a los desplazados y la cual tuvo la iniciativa de indagar la inmigración a la misma. En una entrevista realizada con una líder del sector, se detectó que la presencia de gentes provenientes de otras regiones, hace mas de 10 años en el sector de La Fortuna ha ocasionado problemas ya que tuvieron que ser desalojadas recientemente por estar en una zona de invasión. Esto ocasionó disturbios y enfrentamientos con la fuerza pública, y el desplazamiento por amenazas de desconocidos de algunos de los lideres del asentamiento.

Según los datos de Desepaz, el sector de La Paz es uno de los asentamientos con alto número de población desplazada. Sin embargo los líderes contactados no parecen tener mucho conocimiento sobre la ubicación de estas personas ni sobre las organizaciones que actúan en la comuna. Faltaría realizar un trabajo de campo para identificar otros actores.

En la Comuna 20 el director del CALI y el director de Planeación del mismo, tienen una alta receptividad frente al tema y conocimiento sobre el estado actual de la comuna, siendo esta una comuna que históricamente se ha conformado por migrantes. La directora de la Junta Administradora Local tiene una amplia trayectoria como líder en la comuna, además de que ha sido mediadora de conflictos locales y previniendo desplazamientos de grupos sociales. Otro de los líderes pertenecientes al Comité Local de Emergencia de la Comuna 20 (CLECO 20) muestra gran sensibilidad y conocimiento sobre los desplazados. La clave en el trabajo de estas personas es que mantienen en contacto con las entidades municipales y la población sirviendo de puentes y mediadores para el beneficio de la comunidad. Otras organizaciones presentes en la comuna y que han tenido alguna actividad en el tema son CORPO 20, y el Comité Cívico de Laderas. Estas organizaciones han tenido que actuar en casos de emergencias por deslizamientos debido a que los pobladores así como algunos desplazados se asientan en las zonas de ladera que anteriormente han sido desalojadas por ser de alto riesgo. En general, la comunidad es activa, creativa y beligerante, siendo esto un potencial para emprender todo tipo de acciones. No obstante, no se detecta una proporción significativa de población desplazada en la misma.

En la Comuna 13 la directora del CALI y el Comité de Planificación gozan de un reconocido perfil por parte de la comunidad y algunas autoridades locales. En entrevista realizada a la directora del CALI Loyda Rentería y a María del Socorro Gallego, Coordinadora de Seguridad de la comuna, se reconoció la falta de información frente a la situación del desplazamiento. Al parecer no están visibilizados por lo cual no se ha priorizado. Según los datos de Desepaz esta es una comuna con un alto índice de recepción de población desplazada, el segundo después de la 14. Algunas personas en la comunidad se están haciendo cargo de orientar a las personas y remitirlas a la Personería Municipal, labor que también es desempeñada en el CALI por el asistente social. Sin embargo no existen estadísticas, las acciones emprendidas hasta ahora son muy pocas y no se tiene conocimiento de organizaciones comunitarias que las estén llevando a cabo.

En la Comuna 14, siendo esta una de las comunas con mayores necesidades, la organización comunitaria se encuentra fragmentada, presentándose disputas políticas entre diferentes sectores. Por otra parte, el grado de cohesión social se ve reflejado en la siguiente afirmación de una de las habitantes del sector:

"Sin embargo el panorama político ha cambiado, como ya se tienen los servicios públicos oficiales, la calle pavimentada, teléfonos y algunas vías de acceso en buen estado, la comunidad ha perdido poder de asociación. Estas mejorías al sector de la comuna han hecho que ONGs como Plan Padrinos Internacional, Médicos sin Fronteras, U.D.R. de Suecia, y otras, se retiren del sector porque ya no necesitan ayuda y hay otros sectores en Latinoamérica que sí lo necesitan."

La opinión de delegados del CALI 14 piensa por el contrario que la Comuna 14: "está mas organizada que nunca con problemas en algunos sectores pero nada que no pueda solucionarse en corto plazo".

Hay que destacar la labor que en esta Comuna, al igual que en las otras de Aguablanca, desempeñan las comunidades eclesiales de base y organizaciones como Semillas de Mostaza que con programas de "ollas comunitarias" contribuyen a mitigar las necesidades de los "mas pobres". Así mismo los hogares comunitarios de Bienestar Familiar y los Centros Zonales de esta institución tienen acciones que cubren también indirectamente a los desplazados.

En la Comuna 15 ha habido gran receptividad frente al tema de los desplazados por parte de su director y los demás miembros que asistieron al evento: "La planeación participativa y la situación del desplazamiento en Cali" organizado por Desepaz. En esta comuna se encuentran 11 asentamientos subnormales, los cuales están agrupados en la asociación Providas 15. La mayoría de estos asentamientos son producto de las migraciones de la Costa Pacífica, de Cauca y Nariño. También existen grupos culturales pertenecientes a la Red Cultural del Distrito que últimamente han perdido fuerza por la falta de recursos. Plan Padrinos y la Fundación Carvajal realizan acciones en esta comuna. Según el director del CALI en el Comité de Planificación se le da cabida a todas las organizaciones, siendo la democracia una de sus características. Sin embargo aclara, que al mismo tiempo que se amplía la participación se dificulta la concertación.

En la Comuna 18 se encuentra dividida en dos sectores ya que es atravesada radicalmente por la sede de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, constituyéndose en la concentración militar mas importante del Suroccidente Colombiano. Los dos sectores resultantes al parecer no logran ponerse de acuerdo para concertar las prioridades de su desarrollo. Según, lideres comunitarios contactados "es muy difícil la concertación".

En general se puede afirmar que en términos de la gobernabilidad democrática, el estado político- institucional de las comunas analizadas muestra todavía la prevalencia de ciertos intereses dentro de los Comités de Planificación y las mismas organizaciones sociales que dificulta la concertación para llevar a cabo acciones. Sin embargo, el espacio para debatirlas está dado y si se cuenta con la colaboración manifestada por parte de los miembros de los CALI, que representan la labor del Municipio en las Comunas y cuentan con una infraestructura adecuada, se puede lograr posicionar el tema del desplazamiento en lo local teniendo en cuenta también a la población receptora. Para poder llevar a cabo la Fase II del proyecto hay que buscar pues las mejores condiciones dadas en este nivel así como también el número de desplazados y los impactos que se estén dando en la comuna, lo cual se analizará en el siguiente capítulo.

Prácticamente la mitad de la población (unas 900.000 personas) podía ser considerada en alto riesgo, es decir, mostraba elevados índices de pobreza, mortalidad materna, mortalidad infantil y violencia. Las comunas de más alto riesgo en 1997 eran las comunas 1, 3, 6, 7, 13, 4, 15, 16, 18 y 20, es decir las de estratos bajo-bajo, bajo y medio-bajo. La inseguridad es un factor que también aqueja en mayor grado a estas comunas. Las más afectadas por el homicidio (tasas superiores a 100) en los dos últimos años fueron la 7 , la 8, la 9, la 11 y la 20. Las más afectadas por lesiones personales fueron las 3, la 4 y la 14.

CRITERIOS DE SELECCIÓN PARA LA FASE II

COMUNA %POBL. DESPLAZADA IMPACTOS DE LAS MIGRACIONES POTENCIAL PARA TRABAJAR PRINCIPALES DESAFÍOS ACTORES

1 Según los datos de DESEPAZ, el 9.23% de la población desplazada se ubica en esta comuna. La presencia de asentamientos subnormales en zonas de alto riesgo son una característica histórica. La falta de planificación frente a este fenómeno ha producido que la mayoría de estos no tengan todos los servicios públicos. Existe un precedente en el CALI que a diferencia de las otras comunas ha tomado una iniciativa para detectar a los desplazados tomando como base la encuesta del SISBEN. Lograr detectar otros actores que a nivel comunitario están atendiendo indirectamente a los desplazados. Director CALI - Juan Carlos Dorado Parroquia Terrón Algunos líderes Programa de Servicios Integrados para Jóvenes en Alto Riesgo. Banco Mundial y Secretaria de Bienestar Social y Gestión Comunitaria.

18. Representa un porcentaje menor en las estadísticas de DESEPAZ 4.01%. Sin embargo en otras estadísticas tiene una alta participación. Igual que en la anterior, por ser una comuna de ladera, el mayor impacto han sido los asentamientos en zonas de algo riesgo con la diferencia que hay mas potencial de expansión en este zona que en las demás. También se ha aumentado el desempleo, inseguridad y pobreza. Existen personas en la comunidad con quien se podría trabajar como por el ejemplo el Padre Jesús Orlando de la Parroquia de Melendez, quien además es el nuevo delegado de la Arquidiócesis en el Comité Departamental de Población Desplazada. El gran desafío es lograr comprometer más a los actores quienes siendo conscientes de la situación del desplazamiento, han sido un poco reacios a participar en el proceso que ha promovido Desepaz. Además debe haber un mayor grado de concertación entre los actores locales. Párroco de Melendez. Padre Jesús Orlando Soto Directora del CALI - Eliana Salamanca Programa JOVIAL, (Cisalva) Univalle.

20. 2.81% de la población se asienta en esta comuna. Sin embargo las cifras pueden ser mayores esta comuna es una de las más antiguas en conformarse en terrenos ilegales para construir. A diferencia de las anteriores ésta ya está saturada y no hay casi espacio para construir. Por ser esta comuna una mezcla de culturas e ideologías, se convierte en caldo de cultivo para toda clase de manifestaciones sociales, siendo uno de los mayores problemas la inseguridad. El potencial de capital humano en esta comuna es muy importante dada la importancia de los líderes en el desarrollo local, además de la participación y colaboración de la comunidad con los más necesitados. Al ser una comuna más expulsora que receptora de población desplazada se convierte en un desafío trabajar desde la prevención. Ya existen antecedentes donde gracias a la participación de la comunidad se han regulado sin violencia conflictos sociales. Director del CALI Líderes de la JAL y JAC Comité Local de Emergencia de la Comuna 20. Centro CAMI

COMUNA % POBL. DESPLAZADA IMPACTOS DE LAS MIGRACIONES POTENCIAL PARA TRABAJAR PRINCIPALES DESAFÍOS ACTORES

13.Esta es la segunda en recepción con el 11.64%. Al igual que la 14 y 15 que conforman el Distrito de Aguablanca, las migraciones han determinado su crecimiento y formación. Los impactos más notorios son los de tipo ambiental ya que los asentamientos fueron construídos sobre terrenos muy inestables, que anteriormente formaban parte de una laguna. Al igual que en el resto de Comunas receptoras se registran altas tasas de violencia y criminalidad. El grado de organización de la comuna a nivel político- institucional es de los más destacados. Siendo una de las comunas que conforman el Distrito es la que mejor está a nivel socio-económico y físico- espacial. Visibilizar el fenómeno del desplazamiento para darle una prioridad en el próximo Plan de Desarrollo. Falta de concientización en la comunidad para combatir los niveles de inseguridad lo cual ha producido que algunas ONGs que trabajaban en el sector tuvieran que irse .Directora del CALI - Loyda Rentería. María del Socorro Gallego: Directora de Seguridad y al mismo tiempo Asistente de FUNDACOM ( ONG que está trabajando en el proyecto de Empresas Asociativas de Trabajo con desplazados)

14.Según datos de Desepaz presenta el porcentaje más elevado: 18.07% El hacinamiento es uno de los problemas de esta comuna, al igual que la falta de zonas verdes, déficit de vivienda y desempleo. Del Distrito de Aguablanca es la que mayor atraso presenta. Esta es una de las comunas con mayores necesidades y mayor número de desplazados. Existen varias organizaciones y comunidades que llevan a cabo trabajos en el sector. La falta de concertación y organización de las comunidades para atender los problemas se convierte en un desafío para trabajar en esta comuna. Director del CALI - Jesús Antonio Soto Semillas de Mostaza - Hermana Alba Stella Cristina Calvo, líder universitaria Parroquia Cristo Señor de la Vida.

15.5.22% Al igual que las anteriores presenta impactos en la parte físico- espacial y socio-económica de la comuna. Sin embargo esta comuna es mas heterogénea y en su conformación existen contrastes entre barrios de estrato 3 y 1, La voluntad que han mostrado los miembros del CALI al igual que la presencia de algunas organizaciones en el sector como Plan Padrinos, Fundación Carvajal. Existe además un trabajo de mas de 20 años atrás con población migrante promovido por el padre Wagner en el Retiro.Así como se promovieron en un tiempo las labores asistencialistas en esta comuna, esto atrajo mas población de otras partes. El desafío es encontrar los recursos para trabajar con la población desplazada en esta zona, sin que se convierta en un aliciente para atraer más población. Director del CALI - Diego Sandoval Miembros del CALI y de la JAL. Presidente de Providas 15- Asociación de Asentamientos Subnormales - Emeterio Castro Padre Wagner.


CAPITULO IV

4. Las respuestas al desplazamiento forzoso desde la ciudad de Cali


En este capitulo nos concentramos en las respuestas generadas por los actores del desarrollo local hacia los desplazados, en perspectiva histórica.

4.1 Las respuestas indirectas 1930-1998

A pesar de la gravedad y antigüedad del desplazamiento hacia Cali y el Suroccidente Colombiano, solo será hasta mediados de 1998 que la Alcaldía de esta ciudad y la Gobernación del Valle reconocen institucionalmente la dinámica del desplazamiento como objetivo de política pública, como se verá mas adelante.

Sin embargo, desde décadas atrás, los nuevos pobladores se han integrado a la ciudad apoyados en:

1.El sistema político del clientelismo, que se ha distinguido por satisfacer selectivamente las demandas sociales suceptibles de convertirse en votos. La lógica que ha primado en la inversión social ha estado ligada estrechamente al proceso electoral. El escenario privilegiado de articulación entre el estado y las comunidades por intermedio de los políticos, han sido las juntas de acción comunal, creadas a partir de los intentos de modernización del estado emprendidos en los años sesenta. En este sentido, y como se dijo anteriormente, el asentamiento de los nuevos pobladores, desplazados y migrantes en general se ha venido dando en gran parte gracias al accionar de los políticos locales profesionales quienes han jalonado el gasto público hacia los sectores menos favorecidos. Este sistema de sociabilidad política ha dividido funcionalmente a las comunidades en torno a estas lealtades, dificultando de esta manera la construcción de lazos horizontales y formas colectivas de acción mas allá de coyunturas o reivindicaciones puntuales. En últimas disminuye la capacidad de negociación de las comunidades frente a los políticos.

2. Los intereses de los terratenientes urbanos contribuyeron a crear el asentamiento en gran parte subnormal de vastos sectores sociales, incluyendo a los nuevos pobladores. De este modo se promovieron las invasiones de predios como un lucrante negocio para los primeros. En el proceso de lucha por la tierra bajo la modalidad de invasiones ha tenido un rol importante las fuerzas políticas de izquierda, principalmente el Partido Comunista Colombiano, y con mayor fuerza en la décadas de los 60, en barrios como Siloé.

3. Las redes de parentesco establecidas entre las primeras generaciones de migrantes con sus regiones de origen. La gran heterogeneidad sociocultural de estas redes ha dificultado la construcción de identidades urbanas que den sustento a proyectos de empoderamiento, en un contexto de intolerancias históricamente heredadas.

4.El dinamismo de la economía local creó fuentes de empleo y canales de movilidad social que permitieron a amplios sectores sociales mejorar sus condiciones de vida y autogestionar sus propias ayudas. Así mismo, el auge del narcotráfico en la ciudad a partir de los años 80 dispuso de enormes capitales para ser invertidos en la ciudad, principalmente en el sector de la construcción, generando fuentes de mano de obra no calificada, compatible con el perfil socioeconómico de los migrantes del campo y raizales sin escolaridad. Sin embargo, el narcotráfico creo una sensación de bienestar que no fue sustentada en factores de producción sostenibles, ya que estos dineros se invirtieron en el sector consumo y no en la importación de bienes de capital para la formación de centros empresariales o industriales competitivos.

5.La solidaridad de las comunidades receptoras que experimentan problemas y necesidades comunes a los recién llegados permitió a estos últimos articularse al tejido social de las primeras por su participación en acciones colectivas como invasiones, o protestas para la extensión de servicios públicos.

6. Las fundaciones filantrópicas creadas por la empresa privada a partir de la década de los 70 y cuyo fin ha sido el de complementar la función social e integradora del estado, como una estrategia para mantener la hegemonía del statu-quo. Sin embargo, a partir de los años 80 se genera una proliferación de Organizaciones No Gubernamentales con campos de acción muy variados que si bien han aportado al desarrollo de la ciudad, se destacan por una elevada competencia entre si por acceder a los recursos de inversión social tanto del estado como de la cooperación internacional y por su incapacidad de establecer puentes de comunicación y alianzas estratégicas. En algunas ONG de base prima una posición ambivalente frente al estado: se le critica su falta de presencia pero se le utiliza para la financiación de los proyectos.

7.A partir de la segunda mitad de la década de los 80 y al calor del proceso de paz que ese entonces se emprendió entre gobierno y guerrillas (que fracasó rotundamente), y con el inicio del proceso de descentralización política, administrativa y fiscal del estado colombiano, se generaron mayores espacios para la participación ciudadana en el manejo de la cosa pública, proceso que tendrá su apogeo con la expedición de la Constitución Política de 1991. Este proceso permitió el ascenso de sectores políticos con concepciones alternativas a las tradicionales en el manejo del estado que influyeron positivamente en la política social, generando programas dirigidos a lograr una mayor equidad e integración de los sectores menos favorecidos. Sin embargo, la descentralización no se ha traducido necesariamente en una mayor fiscalización de la gestión publica estatal por parte de las comunidades ante la persistencia de las practicas tradicionales de hacer política en algunos sectores de los partidos. La mayor transferencia de responsabilidades ha estado acompañada de una mayor participación fiscal del municipio colombiano, que en todo caso es insuficiente para enfrentar problemas estructurales y de orden global.

8.La sociedad civil y sus acciones de promoción y sensibilización. Cali se destaca a nivel nacional por el elevado número de acciones que desde espacios de concertación de la sociedad civil se han generado, destacándose el caso de la Mesa de Trabajo por la paz de Cali (1993 - 1995) y la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz (1995 - 2000), espacios dinamizados principalmente por la Iglesia Católica. El accionar de estos espacios, que han contado con la participación de un espectro variado de sectores pertenecientes a la sociedad civil (ONG, iglesias y Universidades principalmente), se ha caracterizado por abrir espacios de discusión sobre el asunto de la paz, la guerra y el conflicto social Colombia, emprendiendo acciones tendientes a la sensibilización de la opinión pública principalmente. Entre sus acciones mas comunes se destacan la producción de documentos sobre prioridades de la ciudad en la construcción de la Paz y dinamización de formas de expresión ciudadana como actos simbólicos, encuentros, caminatas, marchas, etc. Gracias principalmente a la incidencia de la iglesia en estos espacios el asunto del respeto al Derecho Internacional Humanitario, los Derechos Humanos y la atención al desplazamiento han sido incluidos como prioridades en la agenda mencionada. Sin embargo, en este espacio se impone una visión socio céntrica de la sociedad, (en la que la sociedad civil es el nuevo escenario público por excelencia ante un estado débil y corrupto) y una visión totalizante del estado. En estos discursos se establece una relación de suma negativa entre estado y sociedad civil: a mayor estado menor sociedad civil y viceversa. Esta mutua desconfianza ha incidido en que las acciones emprendidas por al llamada "sociedad civil" no incidan directamente en la resolución de conflictos sociales cotidianos de la ciudad, incidencia que se podría generar si se articularan la gestión estatal y los espacios de opinión pública como este. Finalmente, las organizaciones comunitarias y sociales de base (sindicatos, grupos de pobladores, etc) no participan activamente de estos espacios, que son mas bien dinamizados por las organizaciones no gubernamentales.

Finalmente, es notoria la falta de iniciativas de acción directa a favor de la población desplazada desde el sector fundacional: con excepción del CICR y la Iglesia solo una organización no gubernamental tiene acciones directas a favor de esta población. Así lo reconoció la coordinadora de la asociación de organizaciones no gubernamentales de Cali (PROCALI), Melba Pinedo. 19 No obstante lo anterior, sobresale el proyecto gestionado por la Fundación Foro Nacional por Colombia, capítulo Valle con el MLAL, organización católica italiana, para realizar una serie de talleres dirigidos a dar a conocer a los desplazados del Valle sus derechos y a las autoridades del Derecho Internacional Humanitario, en el mes de julio de 1999.

La resultante final de la conjugación de estos actores y factores ha sido la integración a medias de vastos sectores sociales, principalmente los migrantes, que se expresa en la formación de vastos asentamientos humanos con elevados índices de pobreza y mala calidad de vida. Los indicadores mencionados en el capitulo anterior muestran claramente la situación.

4.3 Las respuestas institucionales: Los Comités Municipal y Departamental para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali y el Valle respectivamente.

Fruto de un proceso de reflexión ya análisis de una comisión interinstitucional conformada por la Administración Municipal de Cali, la Iglesia, las Universidades del Valle y Javeriana, y con el apoyo de la Fundación Arias para la Paz, el Alcalde de Cali, Ricardo Cobo Lloreda crea el Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali. Por su parte, el entonces Gobernador del Valle, Gustavo Alvarez Gardeazabal, crea el Comité Departamental del Valle en enero de 1999. En efecto, estos se conforman mas o menos un año después de la expedición de la Ley 387 del 18 de Julio de 1997 por la cual se reconoce por primera vez en la historia la dinámica del desplazamiento como un asunto de política pública y se hacen explícitos los derechos y deberes de los desplazados.

4.3.1 Factores que propiciaron el reconocimiento institucional del desplazamiento como objetivo de política pública local.

•La degradación del conflicto interna armado a nivel nacional agudizada a partir de los años 80 y su impacto en la generación del desplazamiento masivo. Las imágenes de desplazamientos masivos en varias regiones del país dejaron claro para la opinión pública la existencia de un fenómeno histórico que había permanecido invisibilizado. Así mismo, el recrudecimiento de la guerra y sus secuelas sobre la población civil impactaron cada vez mas a sectores urbanos que hasta el momento ubicaban el campo como el escenario principal del conflicto.

•Las elevadas tasas de inmigración hacia la ciudad de Cali y el desbordamiento institucional para regular el proceso de asentamiento e integración de los nuevos pobladores urbanos, expresados principalmente en la invasión de predios, dinámica recurrente en el desarrollo de la ciudad con los consabidos efectos en los servicios públicos, calidad de vida, convivencia ciudadana, planeación de la ciudad, etc. 20

• La visibilización de la dinámica gracias a los estudios y publicaciones de la Arquidiócesis de Cali sobre la dimensión del fenómeno y su incidencia en la opinión pública principalmente a través de los medios de comunicación que publicaron en numerosas ocasiones los principales hallazgos del estudio sobre los desplazados en Cali.

•La expedición de la Ley 387 del 18 de Julio de 1997, que compromete a las autoridades locales en la atención integral al desplazamiento.

•Una mayor sensibilidad internacional frente al conflicto colombiano y su crisis humanitaria que influyó en el nivel nacional para un mayor compromiso con el proceso. La politización del tema de la paz y los derechos humanos en la campaña presidencial para las elecciones de 1998.

•El perfil dado por el entonces Consejero Municipal de Paz (hoy Consejero para la Política Social), Dr. Juan Carlos Narvaez R., al tratamiento del desplazamiento forzoso, que se tradujo en la formulación de un Plan de Acción, la creación del Comité y la introducción de la dinámica en el Plan Municipal de Desarrollo 1998-2002.

•La visita de la Fundación Arias para la Paz a inicios de 1998 que alimentó y catalizó el encuentro entre sectores de la academia, el estado y la iglesia para promover la conformación del Comité

•El reconocimiento entre diversas instancias de la administración municipal de la existencia de demandas individuales de atención de personas en situación de desplazamiento.

4.3.2 La Comisión Interinstitucional: Marzo - Mayo 1998.

Desde Marzo y como fruto de una reunión convocada por la Fundación Arias se conforma por iniciativa del entonces Consejero de Paz, Dr. Juan Carlos Narváez una Comisión Interinstitucional entre la Iglesia Católica, las Universidades del Valle y Javeriana, la Conserjería de Paz y la Secretaria de Bienestar Social y Gestión Comunitaria de la Alcaldía para la construcción de un Plan de Acción en torno a la dinámica del desplazamiento. Esta comisión formuló un Plan Interinstitucional de carácter local pero de alcance regional para atender a los desplazados, el cual fue alimentado en el mes de Julio de 1998 por parte de mas de 90 personas instituciones en el Seminario Regional sobre el Desplazamiento Forzoso en Cali y el Suroccidente Colombiano, financiado por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Los alcances del seminario fue la de abrir horizontes estratégicos de acción y proyección tanto del Estado en sus niveles nacional, departamental y municipal, como de la sociedad en sus componentes eclesial, fundacional, comunitario y académico principalmente, para la búsqueda de soluciones integrales al desplazamiento. Este seminario generó unas conclusiones que han servido para alimentar el debate y la acción en torno a la dinámica. (Ver Anexos 3 y 4).

4.3.3 La conformación del Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali, y la incidencia en el Plan Municipal de Desarrollo: Julio de 1998.

En la apertura del seminario atrás mencionada, el Alcalde de Cali instala el Comité Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali por Decreto 1171 del 4 de Julio de 1998 (Anexo) . Este Comité es una instancia de coordinación interinstitucional de los planes, programas, proyectos y acciones a favor de la población desplazada por la violencia. (Ver Anexo).

Durante este período, se discutía el Plan de Desarrollo para la ciudad en el Consejo Municipal, generándose una interesante polémica entre algunos concejales y los sectores de la administración que tuvieron a iniciativa, sobre la conveniencia de incluir en el Plan un programa de atención para los desplazados. La posición de un grupo de concejales y de sectores de la Alcaldía era la de que atender esta población era crear condiciones para que Cali se convirtiera en una ciudad atractiva para los mismos, aumentando de este modo la crisis social y económica que desde por lo menos 1994 vive la ciudad.

"No se marginó a los desplazados. Los programas para los desplazados deben tener recursos del Gobierno Nacional. "Los desplazados por la violencia no quedaron marginados del Plan de Desarrollo de Cali, pese a que varios concejales solicitaron el martes abolir su inclusión en el proyecto que actualmente se discute en segundo debate en el Cabildo, ayer el alcalde Ricardo Cobo Lloreda les brindó apoyo a los programas que se adelantan en favor de las familias víctimas de la violencia que viven en la ciudad." Atendiendo la consulta de los concejales Néstor Raúl Soto, Gustavo Rivera Marmolejo y Jorge Hernán Vélez Gálvez, Cobo Lloreda suprimió el numeral sexto del artículo quinto del capitulo II que habla del desarrollo social integral, al considerar que esa norma se encuentra incluida de manera general en el programa de atención a grupos específicos dentro del plan. En efecto, el numeral catorce de se programa solicita ''atender integralmente a la población víctima de la violencia que ha sido desplazada de las zonas de conflicto armado en el país, a través de una intervención intersectorial e interinstitucional''. El programa de atención a grupos específicos que aparece en el quinto de los 23 artículos que tiene el proyecto, ya fue aprobado por la plenaria del concejo. El martes, los concejales Soto y Rivera estuvieron de acuerdo en que '' no se le puede hacer creer a la gente que en Cali corren ríos de leche y miel, porque eso aumenta los cinturones de miseria y el problema social que vive la ciudad. Ayer, el Consejero para la Paz, Juan Carlos Narváez Reyes afirmó que ''la Conserjería de Paz y la Secretaría de Bienestar Social tienen formuladas líneas de acción que deben comprometer directamente a la Nación, a la Consejería Nacional para los desplazados, al Departamento y ojalá a municipios amigos, en la aplicación de una estrategia integral para el tratamiento del problema'' Según el funcionario, en Cali existen cerca de 50.000 desplazados llegados de diversas regiones del país. Por su parte, el concejal Rivera Marmolejo explicó que el cabildo no está en contra de proteger a los desplazados . ''Lo que debe hacer el gobierno Nacional es evitar que haya desplazados y si los desplazados llegan a Cali, las acciones en su favor las liderara el Alcalde pero con el apoyo del Gobierno Nacional. El edil aclaró que lo que se pretende es que '' si vamos a abrir las puertas, recibamos a la gente con soluciones y no engrosemos los cinturones de miseria''

Al final se optó por incluir la atención a los desplazados de manera un poco mas indirecta, en el programa de atención a grupos específicos.

4.3.3 El inicio de actividades coordinadas: A partir de Septiembre de 1998

Sin embargo, sólo será hasta Septiembre de 1998 que el Comité inicia un proceso de identificación de los desplazados en Cali motivados por el ofrecimiento de la Red de Solidaridad Social, programa presidencial dirigido a la inversión social prioritaria en el país, de recursos por doscientos millones de pesos para la creación de fuentes de ingresos para familias desplazadas por la violencia asentadas en Cali. Mientras tanto, las instituciones miembros del Comité, presididas por la Consejería para el Desarrollo, la Seguridad y la Paz (DESEPAZ) programa adscrito al despacho del Alcalde, deliberaban acerca de los mecanismos de coordinación interinstitucional para dar cumplimiento de la Ley. No obstante, y como fruto de esas primeras reuniones, el Consejero de Paz crea la Secretaría Técnica del Comité en Diciembre de 1998, integrada por un profesional y una secretaria para la coordinación de las acciones. Sin embargo, debido a la crisis fiscal del municipio, DESEPAZ no contó con presupuesto la mayor parte del año 1999, ni siquiera para el funcionamiento, razón por la cual las acciones del Comité se debilitaron en su alcance y profundidad, no obstante se siguieron coordinando las acciones de las instituciones miembros, principalmente en las áreas de atención en salud y atención humanitaria de emergencia.

Por otro lado, los recursos ofrecidos por la Red de Solidaridad Social, canalizados a través de la Gobernación del Valle, fueron retenidos por esta última por mas de ocho meses, desgastando de este modo la gestión del Comité y creando conflictos internos con la Arquidiócesis, quien ejecutaría los recursos, así como con relación a al población desplazada preseleccionada para participar de este proyecto, a la cual se le crearon expectativas sobre el mismo. Por su parte, los entes reguladores de la política nacional de atención a desplazados, la Consejería Presidencial y el Ministerio del Interior, sobresalieron por su bajo perfil, debido principalmente al cambio de gobierno realizada en agosto de 1998, y la falta de claridad de los nuevos funcionarios sobre las políticas para tender la dinámica.

En Julio de 1999 se produce un reajuste en el Gabinete Municipal, incluyendo a la Consejería de Paz, que con la salida de Juan Carlos Narváez R. del cargo hacia la secretaría privada del Alcalde en Enero de 1998, se encontraba liderada por Amparo Cortazar Jaramillo. Llega entonces la Dra. Clara Luz Roldan, quien entra a posicionar el tema de la atención a los desplazados como una prioridad en su gestión. La llegada de la Dra. Roldan entra a solucionar la crisis presupuestal de DESEPAZ y por ende, le da continuidad a la Secretaría Técnica del Comité Municipal de Desplazados.

Hasta ese momento las acciones emprendidas por el Comité, bajo la coordinación de DESEPAZ fueron de corte sectorial destacándose las siguientes (Ver Cuadro # 28):

1. Atención en salud por medio de la Secretaría de Salud Publica Municipal, consistente en brigadas de promoción de la salud y afiliación al régimen subsidiado de salud a las personas desplazadas. La afiliación al Régimen Subsidiado de Salud es un reto por que el déficit de este servicio en la ciudad es de mas del 40%, y los cupos se otorgan a los casos críticos, como mujeres embarazadas, personas con enfermedades graves, tercera edad, indígenas y desplazados. Así mismo, se acordó en el Comité que en la encuesta del SISBEN ser incluidos en el nivel 1. Por otra parte, es una obligación legal de toda entidad prestadora de salud, pública o privada, atender la emergencia de cualquier persona independiente de su capacidad de pago a afiliación a algún sistema de salud, lo cual es frecuentemente burlado. El sector público de la salud en Colombia se encuentra en estado de emergencia debido a la crisis fiscal y a los malos manejos del mismo, sumado al desconocimiento de los derechos por parte de los usuarios, por ejemplo del régimen subsidiado de salud.

2. Atención humanitaria de emergencia brindada principalmente (y casi exclusivamente) por la Cruz Roja Internacional. Los servicios que presta son alimentación máximo por tres meses, transporte de emergencia, protección en casos de ser necesario . El ICBF suministró complemento alimenticio para cerca de 200 familias.

3. Recepción de las declaraciones juramentadas de las personas que manifestaban ser desplazadas en la Personería Municipal delegada para los Derechos Humanos y su posterior envío al Ministerio del Interior (y actualmente a la Red de Solidaridad Social) , así como la notificación a DESEPAZ. Hasta el momento no ha sido posible el seguimiento sistemático de los procesos judiciales que se desprenden de las declaraciones juramentadas por parte del Ministerio Público, debido entre otras, a la escasez de personal, la falta de comunicación con los entes del Ministerio Público de las zonas expulsoras, y la saturación de procesos que sufre la rama judicial. Así mismo, algunas declaraciones juramentadas no brindan elementos de juicio suficientes para establecer la veracidad de la condición de desplazado de quien lo manifiesta. En este campo, la verificación de las declaraciones es ahora responsabilidad de la Red de Solidaridad Social, la cual registra oficialmente a las personas que han de ser beneficiarias de los programas estatales.

4. Albergue transitorio brindado por la Arquidiócesis de Cali. El rol de DESEPAZ ha consistido en solicitar a esta última atender a la población remitida por la Personería, sin que tal solicitud fuera vinculante. El Centro Arquidiocesano del Migrante atendió un total de 45 familias desplazadas por la violencia en 1999, entre otros migrantes, remitidos por el CICR, DESEPAZ y la Personería principalmente. El albergue se les presta por tres días en promedio, se les brinda alimentación. Cuentan con apoyo del centro de salud mas cercano para la atención a esta población y brindan atención psicosocial. Otras Organizaciones No Gubernamentales como la Fundación Revivir en Cristo prestan apoyo al Comité para el albergue de los y desplazados y desplazadas.

5. Capacitación de los operadores y funcionarios del Comité en la atención psicosocial a víctimas de la violencia brindada por la Organización Internacional para las Migraciones. La OIM brindó en un primer momento una capacitación para los operadores de las instituciones del Comité en las herramientas metodologicas y conceptuales para atender a las victimas de la violencia. (Ver Anexo )

6. Inclusión gratuita de los menores desplazados entre 1 y 6 años en los hogares comunitarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que son guarderías administradas por las madres comunitarias, mujeres que se caracterizan por su liderazgo en la comunidad y que cuidan los menores mientras sus padres trabajan.

7. Información y sensibilización. DESEPAZ ha entregado información sobre la dinámica del desplazamiento en Cali (estadísticas, bibliografía, documentos oficiales, legislación, planes, etc.) a medios de comunicación, estudiantes universitarios y otros entes estatales.

8. Reuniones de coordinación y planeación de actividades: En aras del mantenimiento de la comunicación interinstitucional y de las planeación de las actividades las instituciones miembro del Comité se reúnen periódicamente para tal fin. Así mismo se realizan reuniones con los funcionarios de entidades como educación y salud para informarlos y sensibilizarlos sobre el asunto del desplazamiento en Cali y apoyar de esta manera la comunicación intrainstitucional, clave a la hora de implementar efectivamente los acuerdos.

A partir de Agosto de 1999, se incluyen los siguientes servicios (Ver Protocolos de Atención Cuadros #30,31 y 32):

  • 1. Registro civil de personas en situación de desplazamiento por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
  • 2. Becas escolares para los menores desplazados así como cursos de capacitación para adultos y jóvenes por parte de la Secretaría de Educación Municipal. Los escolares desplazados han sido incluidos dentro del programa de ampliación de cobertura de la Secretaria de Educación Municipal, consistente en aumentar el numero de estudiantes por profesor. La demandas de cupos en bachillerato no han podido ser atenidas debido a que este servicio lo presta en la ciudad la Gobernación del Valle, con la cual no se ha concertado aún este servicio.
  • 3. Convenio para la atención integral en salud a población desplazada asentada en Cali entre las Secretarias de Salud Municipal de Cali y Departamental del Valle por 150 millones de pesos. Este convenio incluye todas las necesidades en salud que requieran los desplazados, incluyendo las drogas, prótesis, transplantes, etc.
  • 4. Capacitación y fortalecimiento institucional. Coordinación de una capacitación para docentes de la red pública de educación de Cali a cargo del Ministerio de Educación en la atención al escolar desplazado.
  • 5. Programas de estabilización y consolidación socioeconómica: A partir de las directrices del gobierno Pastrana sobre atención a los desplazados, DESEPAZ se encuentra concertando con la Red de Solidaridad Social, el INCORA y las personas en situación de desplazamiento, los programas de generación de empleo urbano y rural. Sin embargo, el reasentamiento rural es todo un reto por el nivel de concertación que requiere, no solo entre las entidades del orden nacional y la Alcaldía de Cali, sino también entre las alcaldías, gobernaciones y comunidades en donde se reubicarian, que según la experiencia han sido muy reacias. Los proyectos de vocación agroforestal y pecuaria para los desplazados asentados en Cali se constituyen en una excelente oportunidad de articulación socioeconómica en las zonas rurales de la ciudad. Cuentan con el mercado para tal fin ya que Cali es una ciudad en alto riesgo alimenticio. La ciudad produce el 0.1 % de los alimentos que consume, ya que su despensa esta en Nariño, el Eje Cafetero, Tolima, Caquetá y otros municipios del Valle. También se importan alimentos de otros países como Ecuador , Estados Unidos, encareciendo los productos en la ciudad.

Solo será hasta el mes de Septiembre que el Comité da inicio a dos proyectos prioritarios para su quehacer:

Por un lado, la Fundación Arias y DESEPAZ firman el convenio de cooperación técnica para adelantar el proyecto "Apoyo a procesos locales de atención/reasentamiento de población desplazada" que ha fortalecido las acciones del Comité e iniciando un proceso de contextualización territorial de las acciones a adelantar, entre otras incidencias, sensibilizando e informando a actores claves del desarrollo local sobre la política a construir así como sobre las realidades como se ampliará en la última parte.

Y por el otro, se da inicio al proyecto de generación de empleo urbano para al menos cuarenta familias en situación de desplazamiento, financiado por la Red de Solidaridad Social y DESEPAZ por un valor total de $260.000.000.oo

En eventos que se han realizado con los miembros del Comité y delegados de la Red de Solidaridad Social se formalizaron los protocolos de atención de las instituciones miembro con base en una evaluación de los cuellos de botella e impedimentos para brindar una atención integral a la población en situación de desplazamiento. (Ver Cuadro )

4.3.4 La conformación de la Unidad de Atención y Orientación Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de Cali.

Por otro lado, la Dra. Clara Luz Roldan G., ha venido realizando una labor de cabildeo ante la Red de Solidaridad Social para la gestión de proyectos, principalmente productivos urbanos y agrarios, y para el fortalecimiento del Comité Municipal, lográndose por parte de DESEPAZ la adjudicación de un inmueble incautado al narcotráfico para la instalación de la Unidad de Atención y Orientación Integral a la Población Desplazada y el compromiso de la Red de Solidaridad de dotar y apoyar la Unidad. Este último proyecto se constituye en un verdadero logro para la construcción de la estrategia en tanto que minimiza el desgaste de la población desplazada que ya no tiene que recorrer diversas oficinas estatales para gestionar las ayudas, y por que va a permitir la mayor coordinación de las principales instituciones que hacen parte del Comité y canalizar de manera mas efectiva los recursos que se destinen para el tratamiento del desplazamiento en Cali. Se tiene planeada su apertura para entre Febrero y Marzo del 2000.

Paralelo a lo anterior, hay que reconocer que la gestión local se ha favorecido por una mayor claridad del Gobierno nacional en el tratamiento de la dinámica, como lo muestra la expedición del documento CONPES de noviembre de 1999 y el Plan estratégico de la Red de Solidaridad Social, así como la idea de crear Unidades de Atención y Orientación Integral al desplazado.

Puede decirse entonces, que el CMAIPDVC ha dado una respuesta principalmente sectorial y desde las ventanillas a las familias desplazadas, no obstante se ha procurado que los servicios sean prestados por entidades que hacen presencia en los territorios en donde habitan.

4.3.5 Las formulaciones de la Comisión Asesora de Política Social

Por último, sobresale el hecho que la Comisión Asesora de Política Social del Municipio en su propuesta para una política social para Cali haya incluido la atención a la dinámica del desplazamiento forzoso como un pilar de la misma.21 En las recomendaciones de la política no se aborda la perspectiva territorial ni de integración con los otros pobladores precarios de las comunas receptoras y es muy escueta en ese sentido.

4.4 Las respuestas regionales. El Comité Departamental de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, del Valle.

Para la mayoría de los miembros del Comité Municipal la Gobernación del Valle no se ha articulado de manera eficaz con el Comité Municipal de Cali, ni ha propiciado la coordinación intermunicipal entre los municipios expulsores, receptores y en alto riesgo. En un primer momento, los representantes de la Gobernación, por intermedio de su Oficina de Gestión de Paz y Convivencia se opusieron a la creación del Comité Departamental de Atención a Desplazados por que eso convertiría al Valle del Cauca en un departamento atractivo para la población desplazada de todo el país y por que existen otros espacios desde los cuales se puede articular la dinámica, tales como los Consejos Departamentales de Seguridad, de Paz y Derechos Humanos respectivamente. Además, argumentaron que la prevención era el primer objetivo del entonces Gobernador del Valle, Gustavo Alvarez Gardiazabal quien inicio los "diálogos de guerra" con la subversión. Sin embargo, esta gestión no rindió los frutos deseados y pronto se vió estancada, debido a la oposición de sectores del gobierno y al posterior arresto de mandatario bajo el cargo de enriquecimiento ilícito.

Sin embargo, una coyuntura facilitó la creación del Comité Departamental a inicios de 1999: la llegada de los Recursos de la Red de Solidaridad Social para la generación de empleo urbano para desplazados en Cali, y los municipios de Jamundi, Buga y Tulua (aproximadamente US $200.000) que serían canalizados por la Gobernación del Valle exigía en el contrato la conformación de este Comité. Como ya se mencionó atrás, fue necesario esperar 8 meses para el desembolso de los recursos al límite del tiempo permitido por el convenio para la ejecución de los proyectos, poniendo en aprietos a las respectivas alcaldías. Se argumentó, por parte de los voceros encargados de la Gobernación, que los proyectos presentados no eran viables, cuando los recursos fueron desembolsados con base en los mismos.

A mediados de 1999 y debido a las masacres cometidas por presuntos miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia en el Centro del Valle (Ver contexto geopolítico), se generan los desplazamientos masivos de población en las zonas rurales de Tulua, Buga, Sevilla, San Pedro. A pesar de los esfuerzos de las autoridades civiles y militares del departamento por propiciar el retorno de esta población a sus zonas de origen, no ha sido posible aún garantizar condiciones de seguridad para los campesinos, que siguen esperando en albergues masivos en Buga y Tulúa el regreso a sus predios. En efecto, luego de varios Consejos de Seguridad Departamentales, en los que se toman "correctivos"por parte de las autoridades, algunos campesinos vuelven a sus parcelas teniendo que desplazarse nuevamente por la permanencia de los grupos de autodefensa que cometen cotidianamente asesinatos en frente de toda la población. La situación esta tan desesperada que el Gobernador del Valle ofreció una recompensa de $200.000.000.oo (aproximadamente US $100.000) para los que brinden información que conduzca a la captura de los responsables. Así mismo solicitó del Ejercito nacional y la Policía aumentar el pie de fuerza en esas áreas quienes argumentan que no se trata de aumentar el número de efectivos sino de mejorar la calidad de los operativos.

Por su parte, algunos mandatarios locales como el de Tulúa, que han conformado el respectivo Comité Municipal de Atención a Desplazados, asi como el de Jamundi y Buga han iniciado acciones a favor de esta población, principalmente de orden asistencial. Pero la situación tiende a agravarse como consecuencia de las amenazas de muerte realizadas por el Frente VI de las FARC-EP que opera en la zona rural de Tulúa contra el Alcalde de ese municipio, Ramiro Devia, "por ser permisivo y facilitador del accionar de las autodefensas en las montañas del centro del Valle".

Por su parte, la Gobernación del Valle no ha liderado la coordinación de los diversos comités municipales de atención a desplazados conformados en el Valle del Cauca y no se conoce de proyectos que hayan sido gestionados por esa entidad a favor de los desplazados ni del planes de acción. Por otro lado, es de resaltar la labor coordinada del CICR y la Red de Solidaridad Social en la atención de emergencia de los desplazados del centro del Valle, a pesar que existen todavía obstáculos para la ejecución pronta de los recursos por parte de esta última.

Finalmente se tiene conocimiento que la Cruz Ruja Francesa inició un proyecto de atención a desplazados en el Valle, pero aún no ha sido posible documentar la experiencia.

5. Percepciones de los actores locales sobre el desplazamiento forzoso, en Cali.

5.1 Jornada Local de Reflexión "Hacia la construcción de un diagnóstico participativo sobre el desplazamiento forzoso en Cali" Noviembre24 - Diciembre 7 de 1999.

Con el fin de conocer las percepciones de los distintos grupos de la sociedad de Cali, y elaborar un diagnóstico participativo sobre la situación del desplazamiento en Cali, y dar a conocer la normatividad existente para la atención del mismo, así como los documentos de trabajo elaborados por el Comité, se realizó una jornada de reflexión, en grupos focales. Esta jornada contó con la realización de 4 eventos:

1. La Planeación participativa del territorio y la atención integral al desplazamiento forzoso.

Participantes: Directores de los CALI de las comunas receptoras de población desplazada, Jefes de Unidad de Planeación, delegados de la Personería y presidentes de la Junta Administradora Local.Entidades convocantes: DESEPAZ, Personería Municipal, Gerencia Territorial y Red de Solidaridad Social.

2. La Atención en salud y la atención psicosocial para personas en situaciones de desplazamiento

Entidades convocantes: DESEPAZ, Secretaría de Salud Pública Municipal, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cruz Roja Colombiana

Participantes: Centros de Salud y Hospitales, Centros Zonales del ICBF, funcionarios de la Secretaria de Salud Municipal.

3. La Sociedad Civil y la Población Civil no combatiente en el conflicto armado colombiano: Qué estámos haciendo?

Entidades convocantes: DESEPAZ, PROCALI, Red de Solidaridad Social, ICESI.

Participantes: Representantes de los Medios de Comunicación, Gremios, Organismos No Gubernamentales, Universidades y Concejales.

4. Las organizaciones Comunitarias en la reconstrucción del tejido social de las personas en situación de desplazamiento.

Entidades convocantes: DESEPAZ, Secretaría de Bienestar Social Y Gestión Comunitaria, ICBF, Gerencia Territorial.

Participantes: Sacerdotes, madres comunitarias, grupos de tercera edad, grupos étnicos, culturales y juveniles, grupos de base, personeros escolares y asistentes sociales de los CALI

Los Cuadros 30, 31, 32 y 33 resumen los resultados de esta jornada:

SECTOR PROBLEMAS DEL DESPLAZAMIENTO PROBLEMAS INSTITUCIONALES ESTRATEGIA ACTIVIDADES

Salud ICBF 1. Vivienda 2. Alimentación 3. Desempleo 4. Salud 5. Educación 6. Movilidad de desplazados y dispersión dificultan atención - No hay procesos administrativos para prestación de servicios -Proceso de remisión no está definido -La facturación del servicio limita la atención - Tiempo de atención al paciente es limitado. - Faltan recursos - Los centros de salud cercanos a las comunidades deberían hacer parte del convenio ya que cuentan con la infraestructura - Descordinación que se traduce en falta de atención - Tramitología. - Implementar programas de atención psicosocial especialmente a desplazados. - ICBF - Apoyar instituciones que puedan prestar ayuda a desplazados - Por medio del ICBF se puede lograr detectar en el territorio a las familias desplazadas y remitirlas al comité - Gestionar recursos y proyectos entre niveles directivos medios y operativos. - Identificar perfil epidemiolófico. - Incluir en el plan de desarrollo o sector salud a la población desplazada - Implementar programas de capacitación en ayuda psicosocial a funcionarios y madres comunitarias ICBF - Capacitación a funcionarios y seguimiento por medio de visitas domiciliarias . - Realizar censo poblacional - Formación de líderes y promoción entre desplazados y comunidad receptora.

SECTOR PRINCIPALES NECESIDADES DE LOS DESPLAZADOS PROBLEMAS INSTITUCIONALES ESTRATEGIA ACTIVIDADES

Comunitario Madres comunitarias Grupos eclesiales de base, culturales, juveniles, líderes 1. Vivienda 2. Alimentación 3. Apoyo sicológico 4.Educación 5.Desempleo 6.Salud 7.Vestido - Tramitología - Falta conocimiento - Falta dinero - Falta operatización - Falta capacitación - No hay políticas claras - Burocracia - Falta concientización - Construir una red de apoyo local - Fortalecer organizaciones comunitarias - Contribuir a la calidad de vida - Facilitar integración al tejido social - Crear conciencia colectiva crítica frente a las causas - Reconstrucción memoria histórica del desplazado - Reconocer en las personas elementos de su cultura y especificidad étnica - Divulgar información - Crear directorio institucional - Crear comité operativo para comunas interseccionales - Campañas escritas y audiovisules para las madres comunitarias -Rescatar juegos canciones, cuentos y tradiciones a nivel de barrios, escuelas ,ancianatos etc, -Participación de desplazaos en comité de planeación. -Capacitación por comunas
Sector
  • Problemas del desplazamiento
  • Problemas Institucionales
  • Estrategia
Actividades
Directores CALI Presidentes Líderes comunitarios
  • 1. Desempleo
  • 2. Inseguridad
  • 3. Vivienda
  • 4.Salud
  • 5.Educación
  • 6.Descomposición familiar
  • 7. Indocumentación
  • 8.Falta conocimiento de derechos y deberes
- Ausencia de información - Ineficiencia institucional debido a falta de políticas - Poca claridad en los convenios - Participación en el proceso de resolución de la dinámica de desplazamiento en Cali - Sensibilizar comunidad - Incluir en el plan de desarrollo comunal la dimensión del desplazamiento para aprovechar unos recursos como capital semilla, para proyectos que beneficien a la comunidad. - Crear red de atención local, aprovechando infraestructura local (CALI's) - Alimentar el CAMPIDV, - Fortalecer coordinación intersectorial - Inscribir a la población desplazada dentro del programa municipio saludable - Capacitación de líderes. - Sistema de información y monitoreo desde las comunas.

Sector
  • Problemas del desplazamiento
  • Problemas Institucionales
  • Estrategia
Actividades
Sociedad Civil, Ong's Gremios, Univerisidades, concejales, medios de comunicación 1.Desempleo

2. Vivienda

3.Desarraigo cultural

4.Desintegración familiar

5.Falta de recursos económicos,

6 Alimentación

7Falta de orientación y capacitación

- Desconocimiento del marco legal e institucional - Inexistencia de convenios - No hay reconocimiento legal del concejo - Falta estructuración organizacional - Desconocimiento frente al problema de la sociedad civil - Descoordinación entre la sociedad civil Vs organismos gubernamentales. - Faltan grupos de apoyo - No hay programas específicos - Falta conciencia - Indiferencia en Universidades Privadas y gremios de producción - Brindar apoyo integral en el período crítico y de estabilización - Ayudar a familias, espiritual, moral y culturalmente. - Crear redes de apoyo y alianzas a nivel local, nacional e internacional para descentralizar acción directa en el territorio y que el comité se apoye en éstas. - Crear Guía de calificación. ONG's para evitar oportunismo. - Proyecto acuerdo al concejo para una política pública integral. - Brindar orientación y apoyo psicosocial. - Capacitación técnica laboral y organizativa . - Conformar grupos comunitarios, brigadas para recolección de alimentos, medicinas, ropa, etc - Invitar grupos a proyectos sociales - Canalizar donaciones por la CRC - Informar instituciones.

5.2 Análisis de los resultados del la Jornada de Reflexión.

El diagnóstico elaborado muestra unos puntos en común respecto a los problemas y las estrategias planteadas. En cuanto a los problemas o necesidades de los desplazados, se destacaron básicamente las necesidades de vivienda, alimentación, empleo, salud y educación aunque con algunas diferencias. El sector gubernamental por medio de los funcionarios de los CALI (Centro de Atención Local Integrada), algunos asistentes de los concejales, así como las ONG, destacaron el problema del desempleo en la ciudad como uno de los principales obstáculos, así como también el de la vivienda, en segundo grado. Este ultimo fue priorizado en los grupos de Salud, ICBF y comunitario, seguido del de la falta de alimentación. Coincide esta percepción con el hecho de que estos grupos son los que se relacionan con mayor proximidad con la población desplazada y en alguna medida tratan de atender sus demandas mas inmediatas en el primer momento de llegada. Como bien lo describe la Organización Médicos sin Fronteras de la Comuna 14, existen 3 momentos de necesidad de ayuda para los desplazados:

Primer momento: albergue y alimentación

Segundo momento: necesidad de ubicación laboral, educación y capacitación que les permita a las personas comenzar un proceso de elaboración de su situación.

Tercer momento: organización comunitaria e integración a las redes sociales, con el fin de lograr una integración adecuada y en condiciones de calidad de vida dignas.

Para el segundo momento, que tiene que ver con el proceso de estabilización socio - económica, se propone una capacitación técnica, laboral y organizativa, al igual que la capacitación de lideres entre la población desplazada y la comunidad receptora. Al mismo tiempo, al interior de las instituciones existe una demanda para la capacitación de funcionarios en atención psico-social.

Otro de los problemas que afrontan los desplazados, manifestado por miembros de las ONG y de los CALI, es la desintegración o descomposición familiar, lo cual esta asociado al problema de violencia e inseguridad que se vive en las comunas. Primero hay que aclarar que la desintegración familiar se debe muchas veces a la misma situación del desplazamiento, que produce la dispersión y desaparición de los miembros de la familia por causas de la violencia. En el momento de llegada a la ciudad, estas personas requieren de mayor protección ya que se encuentran expuestas a toda clase de peligros, pandillas, robos, etc.

Para las comunidades receptoras es una preocupación la falta de espacio para albergar a los desplazados, los cuales llegan a invadir las zonas de alto riesgo, contribuyendo a incrementar los asentamientos subnormales y los niveles de hacinamiento. De esta manera se convierten en un factor de riesgo y amenaza para la comunidad.

Por otra parte las comunidades eclesiales de base y grupos comunitarios manifestaron su preocupación por la falta de apoyo psicológico, psicosocial y orientación para atender esta población. No obstante, esto es una actividad que vienen realizando en algunos casos en la comunidad en general que incluye a los migrantes y desplazados; aun así debido a la falta de recursos económicos y a la cantidad de necesidades, se les dificulta su labor. Si bien existen experiencias como la de la hermana Alba Stella en Aguablanca, o la hermana Rubiela en el sector de la "olla", dos de los sectores mas deprimidos de Cali, no son suficientes debido a los factores de pobreza y miseria que allí se encuentran.

El argumento de muchas de las personas que participaron en los eventos es que Cali es una ciudad receptora de población migrante desde hace mucho tiempo atrás, y que apenas ahora con el marco legal existente es que se viene a reconocer el fenómeno. La pregunta que surge es : por que vamos a tener que tener un tratamiento preferencial con los desplazados por la violencia, si aquí hay pobres y desplazados desde hace mucho tiempo atrás?

Esto, junto con el factor de los asentamientos anteriormente mencionado, es un factor de amenaza, envidia y resentimiento por parte de la población que lleva muchos años en la ciudad y que no ha recibido aun respuestas del gobierno. Pareciera que los que siendo migrantes, con 10 o 15 años de residencia en la ciudad, olvidaran por un momento su condición y tomaran actitudes xenofobicas contra los recién llegados, debido a la carencia de infraestructura física y capacidad misma de la ciudad para atender a los ciudadanos. 29 Es por esto que se hace necesaria una estrategia de intervención con las comunidades receptoras para que integren a las personas desplazadas, tomando esto como una oportunidad y no como una amenaza. De esta manera se podría incluir dentro del Plan de Desarrollo de la Comuna a esta población, aprovechando la oferta institucional para atender a desplazados por la violencia política, teniendo como contrapartida los recursos de Situado Fiscal.

Finalmente como una propuesta manifiesta en todos los grupos se destaca la creación de redes de apoyo a nivel local que se articulen con las del nivel nacional e internacional, coordinadas por intermedio del Comité Municipal de Atención a la Población Desplazada por la Violencia. En este sentido la participación de los grupos comunitarios y lideres de la comunidad se incorpora en el sistema dentro del Modelo de Atención Integral, que es el fin de este proyecto. Para esto se plantea la elaboración de censos y encuestas, la creación de un sistema de información y monitoreo desde las comunas, aprovechando la infraestructura de los CALI. Por otro lado, se sugirió que mas que crear nuevos espacios de coordinación se deben fortalecer los ya existentes al interior de cada institución y entre estas.

Finalmente, todas las entidades asistentes señaralon las limitaciones presupuestales como una de las principales limitantes para atender adecuadamente a esta población.

Los hogares comunitarios consistentes en guarderías comunitarias encabezadas por madres pobladoras, y que alberga niños hasta de 6 años son uno de los servicios que el Comité presta a los desplazados a través del ICBF.

" La dramática situación de la mayoría de los Hogares Comunitarios que funcionan en el país. Hacinamiento, peligro de desnutrición, deficiente capacitación de las madres comunitarias y bajos resultados en el bienestar de la familia, es el diagnostico de estos centros de atención de menores de escasos recursos económicos. Así lo revela el propio Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, a partir de la Primera Encuesta de Evaluación de los Hogares Comunitarios. (...) La salida a esta situación de los Hogares Comuntarios no esta en que se desmonte ,sino en que se rescaten como un mecanismo viable y flexible para proteger a los menores de los sectores mas deprimidos de la sociedad".

Algunos de los entrevistados coinciden en afirmar como problemas o dificultades institucionales principales: "la constante la falta de conocimiento de la información, del marco legal e institucional, la inexistencia o poca claridad de los convenios, la descoordinación entre las distintas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, la tramitología en los procesos, falta de recursos, de políticas claras y de programas específicos dentro de las instituciones."

Otros problemas institucionales señalados se destaca falta de comunicación inter e intra institucional en algunos entidades, desconocimiento de muchos funcionarios públicos y miembros de las organizaciones publicas no estatales sobre los procedimientos y planes para la atención a la población desplazada.

5.3 Otras percepciones.

Para la mayoría de los miembros del Comité, el proceso iniciado en 1998 ha sido considerado como positivo en la construcción de una política para la atención a los desplazados. En general se reconocen los avances en la creación del Comité Municipal y su Secretaria Técnica en cabeza de DESEPAZ, espacios que han permitido, pese a todos los obstáculos mencionados, mejorar la coordinación interinstitucional para la atención a esta población. Ahora, la creación de la Unidad de Atención y Orientación Integral es percibida como un avance sustancial en este sentido, y se le reconoce a DESEPAZ el liderazgo en esa gestión. En efecto, los principales vacíos detectados a lo largo de la existencia del Comité, tales como la descoordinación interinstitucional, el desconocimiento de los funcionarios de las políticas de atención, y la sequedad fiscal, entran a ser mitigados como fruto de la creación de este espacio.

A partir de las entrevistas realizadas a funcionarios de la Administración Municipal que participan en el Comité Municipal para la Atención a Desplazados, y de otros sectores, así como con base en el seguimiento de prensa se registran 3 tendencias: una donde hay receptividad y solidaridad con los migrantes, otra donde se rechazan, y otra donde la falta de interés y el conocimiento los hace indiferentes.

Las primeras dos son contradictorias pues mientras se acepta para algunas cosas que Cali y el Valle, han sido por tradición territorios constituidos por migrantes, por otro lado se presenta la exclusión y segregación de la población proveniente de otras partes, incluso de la misma costa Pacífica. Según consideraciones de distintas personas en Cali existe todavía el modelo arraigado de hacienda, que recuerda la época de la esclavitud del siglo pasado.

"La bien conocida frase de 'Valle es Valle y lo demás es loma? ejemplifica esta concepción que desconoce la importancia de la contribución que al desarrollo departamental hacen las gentes de las cordilleras y del Litoral Pacífico. Esta imagen de la vallecaucanidad se concentra predominantemente en la actividad agroindustrial, en el espíritu alegre y deportivo de sus gentes. Ella oculta sin embargo, la supervivencia de muchas estructuras heredadas de largos siglos de colonizaje español y que tienden a frenar el desarrollo social" Harold Martinez, "Anuario Estadístico del Valle".

"... la ambigüedad de esta ciudad hecha por migrantes: por un lado con una sociedad fuerte de hacendados, cuya manifestación racista es producto de los inconscientes colectivos heredados de mucho tiempo atrás. Por otra parte hay una frase que entre los medios y gremios se utiliza mucho y es Cali y el Valle 'de cara al Pacífico' ... mas bien de 'espaldas al Pacífico' ...definitivamente aquí no ha habido muchas generaciones que permitan cambiar los inconscientes colectivos..." (Entrevista # 3, Dic. De 1999)

La primera tendencia corresponde a sectores de la Administración Municipal la Iglesia Católica y grupos eclesiales de base que han liderado ante la opinión pública la visibilización del desplazamiento: "La atención a los desplazados es un imperativo, una obligación de carácter moral, política y legal", sostuvo ayer el consejero de paz de Cali, Juan Carlos Narváez, a la vez que anunció la constitución de un Comité Municipal para el manejo de los migrantes. "Debemos acatar la ley que nos exige constituir un Comité Municipal para atender el desplazamiento y crear un plan interinstitucional para la socialización de los desplazados", indicó Narváez Reyes. El pronunciamiento del Consejero se produjo ante la avalancha de corrientes migratorias que llegan a Cali con personas víctimas de la violencia desalojadas de sus sitios de origen principalmente Chocó, Urabá, el pacífico y sur del país. Narváez Reyes rechazó la posibilidad de que los desplazados que ingresan a Cali entren a engrosar los cordones de miseria en el área urbana y, por el contrario, defendió la gestión de resocialización, de acuerdo a las condiciones de vida y al entorno cultural rural de donde proviene la mayoría de los desplazados. La decisión de crear un comité y un plan interinstitucional para manejar el problema de los desplazados, es una salida racional a este conflicto, a fin de evitar la aparición de nuevas Aguablancas."Lo que no pude ocurrir es que se piense de manera ingenua en una actitud xenofóbica, de rechazo a los inmigrantes, y en cerrar las puertas de Cali para impedir que los desplazados lleguen a esta ciudad", dijo Narváez. Agregó que no se puede creer que el cumplimiento de la Ley por atender a los desplazados, vaya a convertir a esta capital en un polo atractivo para ellos."Hay guerra y todos los entes territoriales, departamentos y municipios, deben estar dispuestos a implementar políticas para contribuir a soluciones inmediatas, puntualizó el Consejero."

El Arzobispo de Cali, Monseñor Isaías Duarte Cancino sostuvo: "Cali es una ciudad pobre, pero no podemos olvidar a los desplazados, si les damos la mano pueden ser factor de desarrollo para la ciudad, sino serán de violencia y tragedia" 30

La segunda tendencia corresponde a algunos sectores políticos de la ciudad, y miembros de algunos gremios, que se refieren a los migrantes en forma despectiva, y como amenaza para el desarrollo de la ciudad. Expresiones como "aquí en Cali no faltan 50.000 viviendas de interés social sino que sobran mas bien 50.000 familias." reflejan claramente esta tendencia.

Por otra parte hay que mencionar que el tema de vivienda es uno de los mas álgidos por las implicaciones que tiene y ha tenido en el desarrollo de la ciudad, ya que en a este tema han confluido intereses económicos y políticos. A partir de 1999 se están discutiendo las áreas de expansión de Cali en el Plan de Ordenamiento Territorial, y hasta el momento han sido aprobadas únicamente 2 de las que estaban propuestas inicialmente. Por otro lado, sobresale el hecho que a Cali sólo se le haya otorgado un (1) solo subsidio de vivienda por parte del Gobierno Nacional, mientras que en otros municipios del país, con menos densidad poblacional, se otorguen la gran mayoría.

Las percepciones mas prevenidas frente a las migraciones hacia Cali se pueden entender por el temor que ha generado entre sectores sociales raizales el desbordamiento institucional generado por los elevados niveles de movilidad humana hacia Cali. El antecedente histórico de Aguablanca y el incremento de asentamientos subnormales en la ciudad, son para estas mentalidades el mas claro efecto de las migraciones hacia Cali, pero desconocen la responsabilidad de los actores del desarrollo local en la inexistencia de políticas públicas para atender integralmente las migraciones hacia la ciudad. En tal sentido, estos sectores sociales se oponen a la formulación de políticas para atender la población desplazada guiados por el sofisma que esto atraería aún mas desplazados a la ciudad, aumentando los problemas de inseguridad, desempleo y hacinamiento que hoy persisten.

Por su parte, algunos medios de comunicación han contribuido en ocasiones a generar en la opinión pública el temor hacia los nuevos pobladores.

En este mismo orden de ideas el pasado Consejero Presidencial para los desplazados, Cesar Manuel García Niño, afirma que: "..ni el Valle del Cauca ni la ciudad de Santiago de Cali ni ningún lugar de Colombia, están en capacidad de recibir desplazados, la gente debe estar en sus sitios de origen, en sus hogares, y el Valle del Cauca no tiene recursos para proveerle el empleo, la vivienda, la salud, la educación a una población flotante, teniendo en cuenta que por si mismo este departamento no puede atender proveer de esto a la población nativa." 31

Existen también posiciones ambiguas sobre la dinámica en las cuales se reconoce la necesidad de atenderlos pero expresan igualmente el temor de integrarlos a la ciudad: "... hay que asumir la atención humanitaria de los desplazados, y comprometerse con el retorno. Esto no significa expulsarlos cuando lleguen, si no apuntar a un reasentamiento. No hay que perder la perspectiva del retorno, en el corto, mediano y largo plazo. No concebirlo es alcahuetear la guerra y la violación del Derecho Internacional Humanitario." Entrevista con un alto funcionario de la Alcaldía. Junio de 1999.

Este mismo funcionario percibe que los desplazados y en general los migrantes, son excluidos territorial, social y culturalmente a pesar de que se les utiliza como "cantera electoral" para discursos y aspiraciones de todo tipo:

"El problema no es tener "indios" para votar, ni "negros" para votar, como dicen los caciques electorales, sino que se tiene un fenómeno migratorio que hay que controlar."

En enero de 1999, un terremoto semidestruyó el eje cafetero conformado por los departamentos de Quindío, Risaralda y Caldas, generando una ola migratoria hacia la ciudad, ante lo cual se ha solicitado una mayor participación en el tratamiento de las migraciones al nivel departamental y al nacional, ante el desbordamiento institucional que este ha generado en la localidad:

"Ronda emergencia, autoridades examinan situación DAMNIFICADOS RUMBO A CALI La capital del Valle del Cauca, desde su fundación, se ha caracterizado por tener apellidos que están acorde con sus realidades. Solo para mencionar ejemplos: Cali, capital del civismo, La sultana del Valle, Capital de la Alegía, Capital de la salsa y Sucursal del cielo. Sin embargo la ciudad corre el riesgo de convertirse en la capital de la emergencia ante la magnitud de los efectos del terremoto del pasado lunes, que sacudió a municipios de los departamentos del Norte del Valle, Risaralda y Quindío. De acuerdo con las informaciones del Comité Local de Emergencia, CLE, en la ciudad ya hay por lo menos mil personas damnificadas de la tragedia natural, quienes se han distribuido en entidades cristianas y residencias de familiares y amigos. No obstante, esta situación no es nueva para los caleños y colombianos. Las corrientes migratorias aumentaron luego de la tragedia natural en El Charco, Nariño (1979); el terremoto de Popayán (1983) y la avalancha de Armero (1985). Los damnificados provenientes del sur del país, El Charco, contribuyeron en gran medida en la creación del Distrito de Aguablanca el 25 de Diciembre de 1981. Esta situación tiene a repetirse. Las autoridades municipales ya conocen esta posibilidad. El Secretario de Gobierno de la capital del Valle del Cauca, Carlos José Holguín Molina, ayer, al término de la reunión del Comité Local de Emergencia dijo que el municipio no está preparado para recibir la ola migratoria del eje cafetero por lo cual se adelantarán las gestiones necesarias para desestimular el ingreso de familias a la ciudad. De acuerdo con las informaciones suministradas por Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales , la reconstrucción de las poblaciones del eje cafetero destruidas por el terremoto del pasado lunes tiene un costo de $500 millones de dólares y los cálculos del gobierno nacional indican que por lo menos se requieren tres décadas para que la mencionada zona del centro del país se recupere en forma total. La magnitud de la tragedia no es otra: Es demasiado grande de proporciones incalculables. El desespero y los saqueos demuestran a las claras, lo destruidas que quedaron poblaciones como la cuidad de Armenia. Las corrientes migratorias se han hecho sentir en municipios del Valle del Cauca. Entre ellos se encuentran San Pedro, Tuluá y Cali. Según el alcalde de la primera localidad en mención, allí se han ubicado una buena cantidad de personas provenientes del eje cafetero. Lo mismo han manifestado Ramiro Devia Criollo, alcalde de Tuluá, centro del departamento. Durante una improvisada rueda de prensa concedida ayer por el secretario de Gobierno del Municipio, Carlos José Holguín Molina, indicó que esta ciudad "No resiste una ola migratoria mas, por ello se adelantarán todos los mecanismos que estén al alcance de la administración para controlar el arribo de familias, porque se debe entender que la ciudad pasa por una crisis económica que se agravaría con una población que ensancharía los cinturones de miseria". Los organismos de socorro y de seguridad no sólo de la cuidad sino del país tácitamente están realizando un control de las corrientes migratorias, a través de la intensificación de ayudas y apoyos solidarios, que en últimas lo que hace es permitir que la gente damnificada conserve su residencia habitual. "No se puede colocar una talanquera a las familias que lleguen a la ciudad procedentes de la región en crisis, sin embargo, si se puede redoblar esfuerzos para entregar una mayor ayuda a los sectores comprometidos y por ello se necesita la colaboración de la comunidad", indicó el Secretario de Gobierno Municipal. Igualmente, el director del Comité Local de Emergencias, Ricardo Velasco Sandoval, dijo que una de las soluciones a este tipo de fenómenos es la ayuda que están dando los organismos de socorro y de seguridad de la capital del Valle."Estamos entregando por lo menos 70 toneladas diarias de alimentos. Además consideramos que los albergues se deben incrementar en áreas muy cercanas a la zona de desastre". Ojo con los ejidos. "No se recurirá a las vías de hecho sino que la propuesta planteada se orienta a alertar alas familias que piensan en la ciudad como posible lugar de residencia, que con su presencia podría incrementarse el problema de inseguridad y de convivencia que afrenta la capital del Valle del Cauca. Uno de los inconvenientes de marca mayor por el que atraviesa la capital del departamento es que su capacidad de respuesta, en materia de necesidades básicas, no es amplia a nuevas corrientes migratorias. El control de las autoridades municipales por el momento está dirigido hacia las tierras ejidales de la ciudad, para que estas no se conviertan en un segundo Aguablanca. El recién creado Comité de Emergencias Interinstitucional, anunció que se adelantarán patrullajes en la zona de Laderas y en otros posibles asentamientos, con el propósito de prever los lugares donde llegaría una nueva corriente migratoria y orientar a las personas, que vuelvan a su lugar de origen, donde pueden participar de las soluciones que les presenta el gobierno nacional. Mientras esto ocurre, las ayudas locales, nacionales e internacionales, crecen cada día mas a los pobladores de la zona de desastres, que este lunes cumplen ocho días de soportar el terremoto que sacudió al denominado eje cafetero del país."

Esta coyuntura posicionó la dinámica de las migraciones y su impacto en Cali en la escena política local, siendo reconocida como un factor determinante en el desarrollo de la ciudad. En tal sentido, se ha llegado incluso a solicitar decretar la emergencia económica y social para la ciudad:

"PIDEN EMERGENCIA SOCIAL Y ECONOMICA. El concejal Holguinista del partido conservador, Carlos Urresty Benavidez, le envió una carta al presidente Andrés Pastrana, en la que le solicita decretar de manera urgente, para la capital del Valle del Cauca la emergencia social y económica "que tendía connotaciones muy especiales para nuestra ciudad y toda su zona de influencia, pues como usted conoce, somos el principal centro urbano del Suroccidente colombiano". Tal petición obedece a la difícil situación por la que atraviesan los habitantes del eje cafetero, la cual estuvo originada por el terremoto que sacudió al país el pasado lunes. De acuerdo con las informaciones suministradas por el concejal Urresti Benavidez, "si se toma esta trascendental determinación, por parte de la jefatura del estado se estarían atacando dos graves problemas que enfrentamos los caleños: Por un lado, hacerle frente al creciente fenómeno del desempleo, pues la misma recesión económica ha conducido a que a diario, se cierren empresas tradicionales que albergan a cientos de trabajadores. En segundo lugar, la emergencia económica y social servirá para prevenir consecuencias originadas en el fenómeno telúrico que destruyó al eje cafetero: la migración hacia tierras vallecaucanas y, especialmente hacia Santiago de Cali, agravando nuestra actual situación. "la capital del Valle, desde 1970 ha recibido embates migratorios como consecuencia de fenómenos naturales, que han sacudido al país... entre otros se mencionan el de Popayán, el Charco, sur del país".En los dos últimos párrafos, el concejal conservador señala: "la emergencia social y económica ..., la consideramos como la mejor herramienta para hacerle frente a la dura realidad, que vive la capital del Valle, donde la miseria afecta grandes sectores de la población. De adoptarse esta determinación presidencial, la historia y la sociedad caleña y Vallecaucana lo agradecerán por siempre".

Un hecho sobresaliente fue la presencia masiva de un grupo de mujeres indígenas con menores de edad desde marzo de 1999, en las calles de la ciudad pidiendo limosna. En varias oportunidades algunas instituciones del Comité intentaron conversar con las mujeres, pero estas salían corriendo despavoridas sin decir palabra alguna. Por esta razón se conformó una comisión integrada por la Secretaria de Bienestar Social y Gestión Comunitaria de la Alcaldía de Cali, DESEPAZ, la Personería Municipal delegada para los Derechos Humanos, la división de extranjería del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), al división de menores de la Policía Municipal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). En primera instancia se solicitó el acompañamiento de la Organización Regional Indígena del Valle (ORIVAC) para evaluar la situación. Estos últimos concluyeron que las mencionadas indígenas no eran colombianas por su acento y vestimenta, y por que entre las autoridades indígenas tradicionales de Colombia la mendicidad, no sólo esta prohibida, sino que se constituye en un afrenta contra la dignidad y tradición de lucha de los pueblos indígenas de Colombia. Por su parte, la fuerza pública intervino para proceder a la identificación de estas mujeres, sin embargo estas no contaban con ninguna identificación y manifestaron provenir de sitios variados de los departamentos de Cauca y Nariño. Las razones que esgrimieron para su estadia en Cali era la aguda depresión económica en sus resguardos, y en ningún momento el conflicto armado. Frente a las posiciones que propendían por su deportación inmediata (en caso de ser ecuatorianas) se optó por documentar mejor el caso y evaluar las medidas correspondientes. Se solicitó la intervención de la División de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior, máxima autoridad en el asunto étnico, sin que fuera posible su participación. Según los organismos de inteligencia y seguridad detrás de estas mujeres opera alguna organización ya que estas se turnaban y eran traídas en grandes grupos por camiones a inquilinatos en el centro de la ciudad (migrantes circulares). Al final los organismos de inteligencia afirmaron que venían del Ecuador procediendo a trasladarlas hasta esa nación. Sin embargo y a partir de febrero del año 2000 se vuelve a registrar la presencia de estas mujeres en la ciudad y se reabre la polémica:

"Habria nueva red de explotación indígena. Bienestar Familiar recogerá los menores que son utilizados para mendicidad. Una nueva red de explotadores indígenas, con sede en el barrio Alameda, estaría funcionando en Cali, según denuncias recibidas por la delegada para los Derechos Humanos, del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, Lucy Mantilla. Esta red sería la causante de que en la ciudad hoy se encuentren de nuevo los indígenas mendigos, provenientes de Otávalo y otras provincias del Ecuador, un mes después de que el DAS y Bienestar Familiar devolvieran un grupo de cien personas a sus lugares de origen. "Hay que entrar de nuevo a realizar una investigación a fondo que nos permita establecer por qué regresaron y quién los obliga a pedir limosna, antes de que aumente el número de mendigos", afirmó Mancilla. En recorrido realizado por EL PAIS se pudo constatar que hay más de 30 indígenas en diferentes puntos de la ciudad, como la Carrera Octava con Calle 26, los alrededores del Terminal, la Avenida de Las Américas y la Autopista Simón Bolívar con Carrera 44. Al consultar a las indígenas, que utilizan a los menores para pedir limosna, algunas respondieron que venían del Ecuador y que sus coterráneas les aseguraron que Cali era un buen sitio para mendigar. Sin embargo, admitieron que si encuentran apoyo económico por parte de las autoridades caleñas están dispuestas a volver a sus sitios de origen. También aseguraron que desconocen las leyes colombianas que prohíben la utilización de menores para pedir limosna. Al respecto, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, seccional Valle, Elizabeth Villa Torres, aseguró que desde hoy serán recogidos los menores que son utilizados como mendigos y que serán puestos en instituciones. "Ya se había advertido que no permitiríamos nuevamente esta situación. Hay que convocar de nuevo el comité que concilió con las nativas ecuatorianas que fueron devueltas a su país hace un mes", agregó Villa. Este operativo se llevará a cabo con la Policía de Menores, que también recibirá los casos de los niños caleños que son sometidos por redes de explotación a mendigar en las calles de la ciudad. "No las deportamos" "Las indígenas ecuatorianas no fueron deportadas. Con ellas hubo un proceso de concertación que permitió convencerlas de que era mejor que regresaran a su país". De esa manera, Lucy Mantilla, delegada para los Derechos Humanos del DAS, respondió a las investigaciones reclamadas por la Policía Nacional del Ecuador, institución que a través de un informe le solicitó explicaciones pormenorizadas al DAS sobre la forma en que fueron devueltas al Ecuador las indígenas mendigas. El convenio fronterizo con el Ecuador impide que sean deportadas personas del vecino país, así estén ejerciendo la mendicidad"

Esta dinámica ha sido ampliamente reseñada por la prensa y ha suscitado mas de una polémica en torno al manejo que debe dársele al evento, en donde se aclaró que no era la política de la Administración Municipal el cerrarle las puertas a los migrantes. En efecto, la actual Consejera de Paz, Dra Clara Luz Roldan G. ha insistido en varias oportunidades sobre la posición de la administración con relación al desplazamiento forzoso por violencia, explicando los planes, programas y proyectos a favor de la población desplazada que se han gestionado por intermedio del Comité Municipal encabezado por DESEPAZ. Artículos de prensa de página entera como el siguiente contribuyeron a crear la confusión:

"Retenes frenarán a desplazados. Los controles se realizarán en la terminal de transportes y en las entradas de la ciudad. El CLE definirá hoy la fecha de los operativos de control. El plan de contingencia busca que los nuevos deslazados regresen a sus sitios de origen. A Cali han llegado 220 familias en los últimos siete meses." Sin embargo en el mismo articulo se aclara la situación de los indígenas: " El ingreso a la ciudad de grupo s de indígenas provenientes, al parecer, de la frontera del vecino país del Ecuador, también ha puesto en aprietos a la Administración municipal. Según la directora de DESEPAZ, Clara Luz Roldán, "en este aspecto no actuamos por que el objetivo de su desplazamiento no es por violencia. Ellos vienen es a hacer mendicidad". La funcionaria señalo que al parecer estos indígenas no son de origen colombiano, toda vez que los cabildos indígenas de este país prohíben la mendicidad. "El problema con ellos es que tienen libertad de movimiento y no los podemos detener. " agregó la funcionaria al precisar que sobre esta problemática ya se le dio aviso al Ministerio del Interiore para que el Estado se encargue de ellos. Una indígena, integrante de uno de los grupos dijo: "Venimos de Ipiales huyéndole al hambre, por eso estamos pidiendo ayuda".

En realidad, se trataba de un monitoreo que llevó a cabo el Comité Local de Emergencias para indagar el lugar de proveniencia de los migrantes y sensibilizarlos sobre la difícil situación por la que atraviesa la ciudad, que no brinda en la actualidad condiciones para una vida digna.

Otros titulares como el que se presenta a continuación muestra la diversidad de percepciones sobre las migraciones y el desplazamiento hacia Cali en los medios de comunicación: " Cali, cercada por los desplazados. Familias desarraigadas por la pobreza y la violencia (...) Desempleo, el problema. Cualquier opción que tomen quienes huyen de la violencia hacia Cali, está relacionado con la posibilidad de conseguir empleo e ingresos. De hecho, esta capital, con cerca del 20% de desempleo, es una de las ciudades mas afectadas por ese flagelo en Colombia y no puede ofrecer el bienestar y la calidad de vida que la gente busca. Pero como reconocieron la directora de DESEPAZ , Clara Luz Roldán, y el director del Comité Local de Emergencia, Ricardo Velasco, "tampoco podemos cerrar las puertas a quienes llegan". Por ello de tiempo atrás se diseño una estrategia de atención temporal a los desplazados , en la que intervienen DESEPAZ, Bienestar Familiar, la Cruz Roja, la Red de Solidaridad Social, la Arquidiócesis de Cali, la Personería Municipal, las secretarias de Salud y Educación, entre otras entidades. "

Sin embargo, quedó manifiesta la necesidad de articular una política para el tratamiento global de las migraciones hacia y desde Cali, con la concurrencia del nivel departamental y nacional.

En efecto, a pesar que en algunos medios de comunicación se ha generado la idea que el Gobierno municipal pretendió en algún momento cerrarle las puertas a los desplazados, lo cierto es que se están generando estrategias integrales desde el Comité Municipal para la Atención a los Desplazados con el apoyo del señor Alcalde de Cali:

"Rigoberta Menchú apoya salidas de paz en Cali. A través de la fundación que lleva su nombre anunció su apoyo al gobierno de Cali en la búsqueda de soluciones para el problema de la violencia, por solicitud del alcalde. El mandatario le insistió en que su administración no ha pensado en establecer peajes para los desplazados"

En relación con la divulgación de las actividades que realiza DESEPAZ y el Comité Municipal de Atención a Desplazados de Cali, se presenta una gran tensión: por un lado divulgar las acciones del Comité a nivel de medios masivos de comunicación, en un contexto de falta de iniciativas de otras municipalidades y gobernaciones, generaría una inflación de las expectativas en los desplazados del Suroccidente, alimentando la idea que Cali es la mejor opción para ellos. Expectativas que se verían frustradas por la crisis económica que vive la ciudad que no brinda oportunidades de empleo, por la escasez de recursos con que cuenta el Comité Municipal de Cali para atender a los desplazados que ya se han asentado en Cali, y a los llamados pobres históricos de la ciudad. Y por el otro, la necesidad de dar a conocer a la opinión pública la oferta institucional para atender a los desplazados.

Lo anterior reitera la necesidad de articular los niveles nacional, departamental e intermunicipal, especialmente a las autoridades departamentales y municipales del Suroccidente en la construcción de procesos de integración de los desplazados, y la creación de polos alternativos de desarrollo en otros subregiones del Suroccidente para disminuir la presión sobre Cali.


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