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DERECHOS


Bruselas, 10 de mayo del 2000


Carta de organizaciones europeas a la Presidencia de la UE y al Comité de América Latina del Consejo de Ministros de la UE (COLAT).


Ref : Plan Colombia

Las Organizaciones no Gubernamentales de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, Eclesiales y de Agencias de Cooperación firmantes deseamos expresar nuestras inquietudes en torno al denominado Plan Colombia presentado por el Presidente de la República Andrés Pastrana a las Instituciones de la Unión Europea el pasado mes de octubre.

Como organizaciones preocupadas por la grave crisis de derechos humanos y escalamiento del conflicto armado que vive el país, miramos con esperanza los esfuerzos mancomunados en torno a la búsqueda de una solución política negociada al conflicto, en la que ha sido decisiva la participación de un movimiento social cada vez mas fuerte clamando por la paz y la plena vigencia de los derechos humanos.

Ratificamos, nuestra opción por las soluciones políticas, negociadas y concertadas frente al actual conflicto armado y creemos firmemente que la construcción de una paz estable y duradera pasa necesariamente por las soluciones a los problemas históricos y estructurales del país.

Concebimos la PAZ como el fruto del pleno respeto a los derechos humanos, la justicia, la verdad, la tolerancia y el cubrimiento de las necesidades básicas de toda la población. Es decir, de la democracia con justicia social

Resulta fundamental para Colombia el apoyo internacional para construir las respuestas reales a la actual crisis social y del conflicto. No obstante, somos de la convicción de que dichas respuestas deben considerar, de alguna forma, la integralidad de sus causas y deben ser concertadas con todos los colombianos y colombianas.

Colombia atraviesa por una de sus más profundas crisis de los últimos años, producto de una serie de conflictos históricos, acumulados y no resueltos debidamente. El conflicto actual no es sólo de carácter armado, y por lo tanto sus actores no son sólo el narcotráfico y los grupos armados de oposición, sino también se trata de un conflicto social y político que tiene como transfundo la exclusión económica, política, cultural y social que ha caracterizado a la Sociedad y el Estado desde su formación como República.

El Plan Colombia ha sido presentado a la Comunidad Internacional como una invitación a los Estados Democráticos para apoyar la paz , la prosperidad y el fortalecimiento del Estado Colombiano. Al respecto resulta oportuno puntualizar sobre su cada vez mayor crisis de gobernabilidad, producto de las graves, sistemáticas y persistentes violaciones a los derechos humanos, sus altos niveles de corrupción y la falta participación real de sus ciudadanos en las decisiones fundamentales de la vida nacional.

Es materia de nuestra profunda preocupación como El Plan Colombia ha sido solamente parcialmente consultado con algunos sectores de la sociedad civil. Sin ningún tipo de consulta o concertación con las autoridades locales y regionales de las áreas geográficas donde se implementará . Esto refleja el desinterés por recoger las opiniones, iniciativas e inquietudes de las comunidades, la población en general y de los propios mandatarios locales.

Por otra parte, la concepción global del Plan, sus estrategias y la distribución programática de los recursos indican que no se trata de un Plan para la paz . Estamos convencidos que el diagnostico planteado en Plan no apunta a resolver el conflicto actual, sino que por el contrario, lo profundiza y eleva a niveles mucho más altos de escalamiento en lo militar y en lo social, con graves consecuencias para el respeto de los derechos humanos y para el medio ambiente.

Una de las pretensiones fundamentales del mismo es eliminar el narcotráfico y la expansión de los cultivos ilegales sobre la base de una estrategia de lucha antinarcótico que prioriza fumigaciones por aspersión aérea, utilización de agentes biológicos para la erradicación y sustitución de cultivos, que provoca por si misma graves violaciones a los Derechos Humanos, tales como el desplazamiento forzoso de familias y comunidades y la grave afectación a la alta biodiverersidad y ecosistemas.

La estrategia apunta fundamentalmente a reprimir las poblaciones campesinas y colonos, sin considerar las razones sustanciales de la expansión de los cultivos ilegales en las diferentes áreas geográficas. Por el contrario , el Plan no explícita, ni profundiza sobre la persecución a los grandes narcotraficantes , sus vínculos con algunos integrantes de la clase política y económica del país, ni sus vínculos con los grupos paramilitares; El dinero de la droga ha sido también utilizado para perpetrar actos considerados como graves violaciones a los derechos humanos y para fortalecer la capacidad criminal de los grupos paramilitares.

Consideramos, además que debe establecerse una diferenciación entre el narcotráfico y la extensión de los cultivos ilegales. No puede desconocerse que los cultivos ilegales han sido la única salida para población de campesinos colonos. De igual manera, es importante enfatizar que el Plan no toma en cuenta las experiencias de fracaso de la estrategia antinarcóticos aplicada hasta el momento y su incidencia negativa para el desarrollo del conflicto armado interno que vive el país.

Frente a los temas de justicia, derechos humanos y fortalecimiento de la democracia, el Plan parte de desconocer en el diagnóstico la responsabilidad estatal en las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, en el mantenimiento de la impunidad, en la creación y fortalecimiento de los grupos paramilitares, desde esta perspectiva las acciones propuestas se reducen a atender algunos de los efectos generados por estas situaciones. Al respecto resulta oportuno puntualizar sobre la importancia del reciente Informe de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos .

En el plano económico, la estrategia del plan se basa en un plan de estabilización de los denominados " de ajuste estructural", que aunque pueda mejorar los índices macroeconómicos, traerá como consecuencia el agravamiento de la crisis social, en temas tan preocupantes como el empleo.

Sobre la base de las anteriores consideraciones hemos estimado oportuno dirigirnos a ustedes para plantearles algunos criterios que consideramos deben ser tomados en cuenta respecto de la posible cooperación de los Estados Europeos en el marco del Plan Colombia:

Vigencia de los derechos humanos: La cooperación debe enmarcarse en un contexto de respeto, garantía y vigencia de los derechos humanos, individuales y colectivos, y debe estar claramente dirigida al fortalecimiento de un proceso de paz estable y duradero, entendido como la superación de las causas estructurales de los conflictos y como escenario de una concertación amplia sobre el modelo de sociedad que desean los colombianos y colombianas. En este sentido consideramos de vital importancia la implementación de las recomendaciones contenidas en el Informe sobre Colombia presentado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el 55° periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos.

Participación de las comunidades La Ayuda Internacional debe considerar que las comunidades y poblaciones objetivo de la ayuda participen tanto en el diseño de las propuestas como en la ejecución de las mismas. Debe permitir impulsar el fortalecimiento de las capacidades e iniciativas de las comunidades locales y sus organizaciones y el desarrollo integral y sostenible de las regiones donde se implemente.

Desarrollo alternativo: La ayuda Internacional debe propender por programas de reforma agraria que viabilice el que los campesinos logren alternativas económicas sustentables y sostenibles. De la misma manera, es de vital importancia que los proyectos garanticen la preservación integral del ecosistema amazónico y el respeto a la multiculturalidad colombiana.

Proceso de Paz: La ayuda internacional debe apoyar los procesos de negociación en curso y estimular una real y efectiva participación de las comunidades y organizaciones de la sociedad civil en la discusión y propuestas. De la misma manera, exigir el cabal cumplimiento de las normas del derecho Internacional Humanitario de las partes en conflicto y el pleno respeto de los derechos humanos por parte del Estado Colombiano.

Administración de los recursos: La ayuda internacional debe enmarcarse dentro de un sistema que garantice su transparencia, e incluya un proceso de veeduría Nacional e Internacional que contribuya a garantizar y fortalecer la participación ciudadana en la planificación e implementación de los recursos y a su vez, establezca un mecanismo de monitoreo permanente sobre los criterios determinantes para el otorgamiento de la ayuda.

Agradeciendo la atención que ustedes se sirvan prestar a la presente, queremos reiterar nuestra convicción de que el rol que los países Europeos pueden jugar en la construcción de un proceso de paz firme y duradero para Colombia se sustenta en un diagnostico que apunta a la solución de las causas estructurales de la existencia del conflicto y oriente su cooperación hacia la realización de los derechos humanos, el fortalecimiento del Estado Derecho, el reconocimiento de las iniciativas y propuestas de las organizaciones y comunidades de la sociedad civil en el proceso, el diseño de un modelo de sustitución de cultivos sostenible y sustentable y la protección a la megadiversidad y multiculturalidad colombiana.

De ustedes atentamente,

Organizaciones firmantes:

  • Alemania: Misereor e.V; Departamento de Derechos Humanos de la Obra Diacónica de las Iglesias Protestantes de Alemania ;Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en Colombia; Terre des Hommes Deutschland e.V ; Central Misionera de los Franciscanos - Alemania ; Deutsche Sektion Pax Christi; Centro de Información América Latina -ILA , Asociación para los Pueblos Amenazados; Action pro Colombia - Aachen ; Grupo Colombia -Nuertingen; Eine Welt-Laden - EMDEN ; Concejo Diocesano de los Laicos de Aguisgran
  • Austria: Movimiento de Mujeres Católicas de Austria
  • Bélgica : NCOS ; Broederlijk Delen ; Comité pour le respect des droits humains "Daniel Gillard"; FIAN - Bélgica
  • España: SODEPAZ -SODEPAU; Acsur- Las Segovias ; Cooperaccio; CEDSALA; Entrepueblos, La Rioja -Colombia; Col·lectiu de Solidaritat d'Alacant; COSPALLA; Col·lectiu de Solidaritat "El Sur también existe" de Elda- Petrer; Associació de Solidaritat amb América Llatina d'ELX; Col·lectiu de Solidaritat de Canals; Area de Paz y Solidaridad de Esguerra Unida; Conflictos y Acción Humanitaria
  • Francia: Terre des Hommes - France
  • Gran Bretaña: Chistian Aid; Oxfam GB; Save de Children Fund Uk
  • Holanda: Transnational Institute TN; NOVIB
  • Irlanda: Trocaire; Latin America Solidarity Centre - LASC
  • Noruega : Consejo Noruego para Refugiados, Sindicato de Trabajadores Petroleros de Offshore -OFS; Comite Colombia-Noruega; Partido Socialista de Izquierda Noruego; Grupo Noruego de Solidaridad con America Latina, LAG-Norge
  • Suecia: Diakonia -Suecia ; CIVIS
  • Suiza: Fastenofer; Grupo de Trabajo Suiza-Colombia; Brücke-Cecotret
  • Internacionales: European NGO Council on Drugs and Development - ENCOD, Federacion de Asociaciones Lationamericanas de Familiares de Detenidos - Desaparecidos - FEDEFAM; Franciscans International- Ginebra; FIAN International; Consejería en Proyectos - PCS - Nizkor International Human Rights Team.


Nota documental:

Esta carta fue dirigida a D. Vasco Barlante, Representante Permanente de Portugal ante la Unión Europea ante la Presidencia de la UE y a la Señora Carmela Barcia, del Comité de América Latina del Consejo Ministros de la UE (COLAT) y a todos los Representantes Permanentes del Consejo de Ministros de la UE al COLAT en Bruselas


Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor, Unión Europea, 24jun00


Plan Colombia

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