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30abr08


Uribe no le bajó el tono a su acusación contra Valencia


El pleito entre el presidente Álvaro Uribe y el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, César Tulio Valencia, de momento, no tiene ninguna posibilidad de conciliación, luego que el Jefe de Estado ratificara y ampliara su denuncia en una larga diligencia celebrada ayer en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.

El caso tiene su origen en las declaraciones que Valencia entregó al diario El Espectador, denunciando al presidente Uribe porque al parecer lo llamó desde E.U. para preguntar por el proceso contra su primo segundo, el ex congresista Mario Uribe Escobar.

La respuesta de Uribe ayer fue tan firme como siempre.

Sostuvo que un Presidente que llame a una corte para hacer tales reclamaciones, no puede continuar en la Presidencia.

Dijo que si le probaban eso, que jamás lo hizo, renunciaba.

Duro debate

Aunque las cuatro horas de la diligencia transcurrieron en lo que el presidente de la Comisión de acusaciones denominó "normalidad de cualquier diligencia judicial", los ánimos se calentaron al final de la misma, cuando se firmaba el acta de certificación de la diligencia.

Hubo quince minutos de tensión por cuenta de un intercambio de opiniones entre el Jefe de estado y el abogado Ramiro Bejarano, uno de los más abiertos contradictores del gobierno Uribe y apoderado del magistrado César Julio Valencia Copete.

Por fuentes presenciales, trascendió que hubo un ligero 'agarrón' entre Uribe y Bejarano.

Todo empezó cuando el Uribe le insinuó al abogado del magistrado que si tenía pruebas para decir que la llamada que le hizo el Jefe de Estado a Valencia Copete era en torno al proceso del ex senador Mario Uribe, que las mostrara. Bejarano le respondió que como abogado defensor "sabré en qué momento las mostraré".

Ese fue la mecha que encendió una discusión. El Presidente le dijo a Bejarano que el de este martes (ayer) era un debate jurídico y no político, y cuestionó el hecho de que el magistrado valencia Copete haya puesto como defensor a un "reconocido opositor". Copete no asistió a la Comisión alegando razones laborales.

Uribe insistió en que no se podía estar atentando contra las instituciones, a lo que Bejarano le dijo que él no era la institución. Todo transcurrió mientras en la comisión de acusaciones se firmaba el acta de la diligencia. Al final de la misma Uribe le dijo a Bejarano que él no era su amigo y él le respondió en el mismo tono. Se despidieron con un apretón de manos.

En la diligencia el Primer Mandatario utilizó más de tres horas para su exposición de motivos. Uribe reiteró que en la llamada que le hizo a Valencia Copete el año pasado desde Nueva York, sólo se tocó el tema del paramilitar conocido como alias 'Tasmania' y no el proceso de Mario Uribe.

Uribe relató su versión de los hechos y aseguró que "no podía pasar por alto una injuria como la que había hecho el magistrado Valencia Copete", según lo confirmaron las fuentes.

Uribe también ratificó su intención de poner en la mesa su renuncia si la investigación comprobaba la veracidad de lo dicho por el magistrado Valencia Copete.

Conciliación

Trascendió que el Presidente se manifestó dispuesto a conciliar con el abogado de Valencia Copete, pero puso una condición: que el magistrado admitiera públicamente que el nombre de Mario Uribe nunca se tocó en la polémica llamada telefónica.

En la diligencia, el abogado Ramiro Bejarano sacó cinco folios que contenían un cuestionario para el Presidente. La mayoría de preguntas fueron rechazadas por el abogado del Jefe de Estado, Jaime Lombana, al advertirle al representante investigador que "eran inducidas" por la contraparte.

Solo tres de las preguntas fueron admitidas, pero el contenido y sus respuestas hacen parte de la reserva del sumario.

También se supo que una de las preocupaciones por los lados de la defensa tiene que ver con las garantías del proceso, pues según dijo el abogado Ramiro Bejarano el presidente Uribe interpuso esa denuncia en condición de ciudadano particular y así deben asumirla los representantes investigadores.

El representante Carlos Ramiro Chavarro, al término de la diligencia, insistió en la imparcialidad de la comisión de acusaciones. Bejarano insistió en que Valencia "no incurrió en injuria ni en calumnia, en su momento dijo lo que a él le consta, por lo que no existe ningún motivo de recibir acusaciones en su contra".

Según fuentes del Congreso, la sesión que se cumplió en la comisión de acusaciones carece de antecedentes históricos, pues hasta ahora no se había registrado la circunstancia de que un Presidente de la República instaurara personalmente este tipo de denuncias.

Según el presidente de la comisión de acusaciones, a Bejarano se le dio la oportunidad de preguntar y contrapreguntar al Presidente y a su defensa, encabezada por el abogado Jaime Lombana.

Antes de comenzar la diligencia, Bejarano había asegurado que la ampliación de la denuncia del Presidente debe ser asumida como "una actitud de enfrentamiento y debilitamiento de las Cortes, en un momento en que la CSJ adelanta investigaciones a varios aliados políticos del Gobierno".

Bejarano no desaprovechó la oportunidad para manifestar su antiuribismo y se refirió a la posibilidad de que el Presidente renunciara si se comprueba la veracidad en lo afirmado por Valencia Copete.

"El Presidente tiene otros motivos para hacerlo (renunciar), por ejemplo, el expediente de Yidis Medina", agregó.

En la diligencia también estuvo presente Julio Ospino, en calidad de representante de la Procuraduría en el proceso.

Los abogados

Jaime Lombana Villalba, Abogado de la Universidad del Rosario. Es uno de los hombres de confianza del presidente Álvaro Uribe, tanto que lo nombró en el equipo de juristas con el que pretendió llevar al mandatario venezolano Hugo Chávez ante la Corte Penal Internacional.

Ha defendido al Estado en casos como Dragacol, Granahorrar y Bancolombia. Fue apoderado de algunos de los involucrados en el proceso 8.000, de varios soldados involucrados en el escándalo de la guaca de las Farc y encabeza el grupo de abogados que representan a la familia del menor que se ahogó hace un año en la piscina del hotel Cartagena Hilton.

Ramiro Bejarano Guzmán, Especialista en derecho Procesal. Fue director del DAS y en sus columnas del semanario El Espectador ha cuestionado fuertemente al presidente Álvaro Uribe. Apoyó la idea de su apoderado de someterse a una prueba de polígrafo para determinar la veracidad de sus afirmaciones.

Eso sí, exigió que no sea practicada por un empleado oficial y cuente con veeduría internacional.

Lo acompaña el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, otro con quien Uribe ha tenido fuertes choques.

[Fuente: Colprensa en El Colombiano, Bogotá, 30abr08]

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