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14oct07


El hermano mayor del presidente Uribe fue quien llevó la razón de 'Tasmania' a Palacio


Santiago Uribe enteró al Mandatario de la polémica reunión entre el magistrado auxiliar de la Corte Iván Velásquez y el paramilitar José Orlando Moncada. "Sí, yo enteré al Presidente ese mismo día".

Ese es uno de los detalles que no se conocía de este caso. EL TIEMPO revela pormenores de la crisis, hasta ahora desconocidos, que pueden dar claridad sobre lo que se está moviendo detrás.

Santiago Uribe se enteró de los detalles el 10 de septiembre, el mismo día del encuentro, gracias a que el abogado de 'Tasmania', Sergio González, resultó ser su vecino. "Nos conocemos hace varios años. Ambos tenemos, en La Unión (Antioquia), unas hectáreas de tierra que colindan", le explicó a este diario González.

El dato es interesante, entre otras, porque el presidente Uribe evitó esta semana revelar quién lo había puesto al tanto y de manera tan expedita sobre lo ocurrido.

Santiago le transmitió al Mandatario lo que le había dicho el abogado González: que Iván Velásquez había presionado a su cliente para que testificara contra el Presidente a cambio de beneficios.

"El magistrado ofreció ubicarle la familia en el exterior, moverlo a una mejor cárcel y hasta rebajarle la pena a cambio de que dijera que el Presidente era una de las personas que (en el 2003) había dado la orden de atentar contra el ex paramilitar 'René'", dijo el defensor de 'Tasmania'.

El magistrado Velásquez ha negado una y otra vez esa versión. Dice que 'Tasmania' y su abogado fueron los que tocaron las puertas de la Corte, a través de la Fiscalía, para ofrecer colaborar con la justicia a cambio de beneficios. Primero hablaron de denunciar delitos de su grupo. Pero los dos magistrados auxiliares que acudieron a la cita, según cuenta Velásquez, les dijeron que eso no era competencia de la Corte.

Después 'Tasmania' dijo que sabía "de un problema de Uribe Vélez con 'René'", jefe 'para' del suroeste antioqueño detenido. El magistrado dice que no se detuvo en esa frase y les repitió a 'Tasmania' y a su abogado que les interesaba información era de congresistas y que les puso el ejemplo de Mario Uribe, senador y familiar del presidente Uribe, que había tenido influencia en el suroeste antioqueño, zona en la cual operaba 'Tasmania'.

¿Quién tiene la razón de lo ocurrido en esa reunión que se convirtió en 'florero de Llorente' para el choque entre el Gobierno y la Corte? Eso lo tratará de resolver la Fiscalía. Investigación para la cual ya tiene dos mensajes del celular en los que se mostraría el interés del abogado de 'Tasmania' de hablar con Velásquez.

¿Complot para hacerle daño al Presidente?

La manera como se han defendido las dos partes parece nacer del convencimiento genuino de cada una de estar defendiendo algo sagrado.

El Presidente, por su parte, considera de extrema gravedad que haga carrera la versión -de 'Tasmania'- de que él habría mandado a matar a una persona y que la Corte esté tratando de hacer un expediente secreto sobre él, como lo insinuó en sus declaraciones esta semana. "¿Dónde estaría hoy el Presidente de la República como un asesino? (...) a mí me preocupa mucho", dijo Uribe para justificar por qué prefirió hacer público un comunicado el lunes, en el que pide a la Fiscalía "verificar" lo ocurrido, y no tratar el tema de manera tranquila con el alto tribunal.

Y para la Corte se trata de defender la investigación más importante que ha llevado en las últimas décadas, la de la 'parapolítica'. "Hay un claro propósito de deslegitimar la investigación de la Corte. Sobre una conversación verdadera -la de 'Tasmania'con el magistrado- están edificando una mentira", dijo el magistrado Velásquez, que ha logrado algo histórico en el país: lidera el grupo de 9 magistrados auxiliares que con sus investigaciones tiene hoy en líos judiciales a cerca de 40 congresistas, entre ellos varios de partidos uribistas, incluyendo a Mario Uribe, ya llamado a indagatoria.

Es decir, para el Presidente puede tratarse de un complot en su contra y para la Corte de un complot contra ella.

Uribe, al día siguiente de su explosivo comunicado, añadió en declaraciones radiales que se hacía más exigente una investigación sobre el caso "para que el país sepa si el Presidente es un asesino, si la persona que ha hecho esa denuncia está mintiendo, o si quienes han mentido y quienes montaban una maniobra contra el Presidente eran funcionarios de la administración de justicia".

De las tres hipótesis que plantea Uribe vale la pena detenerse en una: ¿qué tan posible es que el 'paramilitar' que ha hecho la denuncia esté mintiendo? ¿Por qué lo haría?

Es evidente que daría un golpe mortal al magistrado más visible del caso de la parapolítica y a la Corte, pero también pone en el ojo del huracán la figura presidencial al utilizar un caso en el que

Uribe estaría cuestionado

¿Habría alguien interesado en catapultar el peso de la imagen del Presidente contra el magistrado y contra la Corte y que utiliza al Presidente y a su hermano para lograr detener la aplanadora investigativa del tribunal? ¿O alguien que también quiere desquitarse del propio mandatario?

¿Habrían querido implicar al Presidente como ya trataron de hacerlo con el Vicepresidente para provocar una reacción contra el proceso y contra la Corte y mostrar que nadie es intocable?

Para nadie es un secreto que paramilitares y algunos parapolíticos no han ahorrado maniobras en su defensa. En las grabaciones reveladas por la revista Semana, por ejemplo, uno de los senadores presos deja ver cómo compra testigos. Y para citar otro ejemplo, ha sido público que desde la Picota tratan de eludir la acción de la Corte: primero intentaron escribir una ley que los sacara de la cárcel y ahora otros han renunciado a la investidura de congresistas (van 13) para buscar escenarios que les puedan ser más convenientes.

Cabe anotar que el abogado de 'Tasmania', de 37 años, el más insistente en señalar al magistrado como culpable, ha llamado la atención de otros abogados de 'paras' porque llegó a la cárcel de Itaguí casi que ofreciendo sus servicios.

Y allí, en Itagüí, están presos 'paras' que durante su estadía en Ralito se enteraron del escándalo que armó 'René' cuando no quería desmovilizarse entre el 2004 y el 2005, porque decía que el cafetero Ernesto Garcés Soto y el presidente Uribe lo querían mandar matar. Situación que conoció el comisionado Luis Carlos Restrepo y a la cual no le paró bolas, según contó esta semana, porque como siquiatra creyó que se trataba de una paranoia del paramilitar.

Conexión con el suroeste

Al caso se le metió un elemento -el hecho de que los protagonistas y los sucesos son del suroeste antioqueño- que puede ser una mera coincidencia o podría también tener que ver con el interés de algunos de involucrar al Presidente o de garantizar que él se involucrara.

'René', al que supuestamente, según la carta iba a mandar matar el Presidente, era el jefe del grupo 'para' de la zona. 'Tasmania' era su segundo y fue señalado como autor del secuestro relámpago (en julio del 2004) de Germán Fernández, primo de Uribe y quien admitió haber pagado por su liberación. Ernesto Garcés Soto es un reconocido cafetero con influencia en la zona que sonó hace un año porque dejó la campaña de Álvaro Leyva para ayudar a financiar la reelección del Presidente; y hace 12, por figurar en un expediente por la supuesta conformación del grupo 'para' La Escopeta. No obstante, tras 13 meses en prisión, el caso de Garcés Soto precluyó y él decidió, entonces, demandar a la Nación.

En medio de este panorama y sin asomo de que por ahora mejoren las posiciones radicalizadas de Uribe y la Corte, la Fiscalía tiene la palabra.

[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 14oct07]

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