Madrid, 2 de abril de 1997

Señor Director de la
Revista Tiempo
D. Pedro Páramo
O'donnell, 12
Madrid



De mi consideración:

Acogiendome a su caballerosidad y profesionalidad más que a precepto legal, le hago llegar esta carta de rectificación, para decirle que he quedado francamente defraudado por el contenido del reportaje titulado "Los servicios secretos argentinos intentan engañar al juez Garzón" [Tiempo número 779 de 7 de abril de 1997, páginas 36 y 37].

Ciertamente esperaba alguna novedad, además de las intoxicaciones y rumores que circulan en todo lo que tiene que ver con el procedimiento judicial número 108/96 del Juzgado Central de Instrucción número 5, por la desaparición de ciudadanos españoles en Argentina y en el que Izquierda Unida ejerce la acción popular.

Esperaba que como producto de la investigación, quien firma como Esteban Garrido desvelase datos acerca de la trayectoria de periodistas argentinos, a quienes no menciona, que deambulan continuamente por la Audiencia Nacional, muy interesados en el asunto pues afirman haber sido víctimas de la dictadura milita.

Lo cierto es que podía haber sacado más provecho al reportaje si hubiese consultado con los organismos argentinos de derechos humanos, acerca de ciertos personajes, relacionados con los servicios secretos argentinos o con la propia asociación "sumergida" del almirante Emilio Massera a la que aún pertenecen varios "Laulettas". No parece que haya sido así, como tampoco ha sido consulta la Secretaría de Derechos Humanos de Izquierda Unida, responsable de la personación y seguimiento de las diligencias. De este modo podría haber averiguado, sin misterios, que cosa es Nizkor [así se escribe] y cual es su relación con el asunto. La "clandestina" organización no otra cosa que una asociación de DD.HH., con presencia en EE.UU. Cánada, Europa y en toda América Latina, con una página informativa que utiliza Internet [http://www.derechos.org/nizkor] con documentación de DD.HH. contrastada y respaldada por los propios organismos de Derechos Humanos (entre los que se encuentran Amnistia Internacional, Servicio de Paz y Justicia, American Human Watch, SOA Wactch y casi todos los organismos de derechos humanos de América Latina). Su director y editor responsable es Gregorio Díaz Diónis persona que lleva residiendo en España desde junio de 1975, en condición de exiliado hasta 1983; y que tiene profesión y domicilio conocidos, según le consta a Izquierda Unida.

Respecto a la existencia de un cuestionario para el interrogatorio de María Estela Martínez de Perón, sólo decir que no existe en procedimiento penal pliegos de preguntas y es potestativo del Juez Instructor pedir nota a las partes personadas.

Niego y es falso que periodista alguno haya consultado a Izquierda Unida sobre este asunto y en cuanto a las entrevistas habidas con el Juez Garzón han sido exclusivamente de trabajo. En concreto uno de los últimos encuentros fue para presentar al profesor Richard Wilson, eminente profesor universitario norteamericano especializado en derecho internacional de Derechos Humanos, colaborador del Equipo Nizkor y que se personará en breve en el procedimiento.

Si Esteban Garrido no posee el cuestionario, caso de que exista, no debe aventurar o dar pistas erróneas. En cualquier caso si parecía pertinente preguntar a Isabel Perón por Licio Gelli y por Gian Carlo Eli Valori, personajes que tuvieron cobertura en España para preparar el regreso de Juan Domingo Perón a Argentina y que jugaron un destacado papel en la política argentina a partir de 1974. Es conocida la amistad que unía al segundo de los citados con el ministro de Información y Turismo del General Franco, Alfredo Sánchez Bella.

En cuanto a la introducción de datos o pistas falsas en el procedimiento es muy difícil el hacerlo por la metodología que Izquierda Unida ha establecido con los organismos de DD.HH. argentinos (Servicio de Paz y Justicia - Serpaj, Asociación de Familiares de Detenidos Desparecidos, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Asamblea Argentina de Derechos Humanos) y tambien con Nizkor. Es decir, antes de aportar un dato sobre hechos o víctimas hay una contrastación sistemática en los archivos existentes en Buenos Aires. De este modo se han corregido todos los errores aparecidos al inicio de la diligencias.

Es también falsa la existencia de una reunión para "cortar de raíz todo contacto con Nizkor". En cuanto a un supuesto informe de la Guardia Civil relativo a Gregorio Dionis es poco creible que un Juez investigue a quienes colaboran con el procedimiento, cuando la función de la Policía Judicial es la de indagar acerca de los delitos por los que se instruyen las causas penales. En cualquier caso, y dado el carácter de la imputación, tendrá que ser el presunto injuriado el que ejerza las acciones que estime oportunas.

En cuanto al personaje llamado Marenco parece que era socio hasta no hace mucho de ciertos periodistas argentinos que siguen al día de hoy obteniendo dividendos de un pasado, cuanto menos poco claro. No me consta , además que Roberto Luiz Marenco haya acudido a Izquierda Unida. En el caso de haberse entrevistado conmigo le hubiese planteado, de modo educado, la necesidad de su comparecencia ante el Juzgado, como testito y posible imputado. Tampoco me consta que el Juez Garzón rechazase la posibilidad de tomarle declaración.

Por último una anecdota. Un veterano dirigente radial argentino, amigo mío, me contó que durante su exilio en Venezuela un día recibió un mensaje: el Almirante Massera se encontraba en Caracas y quería entrevistarse con él. La contestación del exilado fue contundente: "Yo no me reuno con asesinos". El portador del mensaje era, precisamente, uno de esos ayudantes que el siniestro dictador sacó de la ESMA y que al día de hoy "pretenden marear". Es decir, hay una cosa clara, y son los 30.000 desaparecidos de cuya probidad moral es una canallada dudar y los que sufrieron cárcel, torturas y exilio. Junto a estas tragedias están los de quienes se degradaron hasta pasar a ser algo peor que el verdugo: su ayudante.

Cordialmente,

Isabelo Herreros

Secretario de Derechos Humanos y Libertades