EQUIPO NIZKOR
Información

DERECHOS


18sep06


España se come dos terceras partes de la competitividad ganada tras las devaluaciones de los 90.


El servicio de estudios de la Caixa lo acaba de poner negro sobre blanco: España se ha comido en los últimos años las dos terceras partes de las ganancias de competitividad logradas tras las cuatro devaluaciones de la peseta que se decidieron durante la primera mitad de los 90. Tres de ellas con Pedro Solbes como ministro de Economía.

Los resultados no dejan lugar a dudas. En 1992 -año de la primera devaluación- el índice de competitividad español alcanzó su máximo nivel de deterioro, después de que la peseta entrara en el Sistema Monetario Europeo con un tipo de cambio muy apreciado. Ese año se alcanzó el nivel de los 117 puntos (1999=100).

A partir de la primera devaluación -y como consecuencia de un tipo de cambio más favorable para las exportaciones-, ese nivel fue mejorando hasta situarse en 1994 en los 100 puntos (las ganancias de competitividad se miden a la inversa: cuanto más sube el índice, menos posibilidad de competir vía precios).

Ese nivel se mejoró, incluso, en los años posteriores, de la mano de la estabilidad macroeconómica previa a la entrada de España en el euro, llegando a situarse en los 97 puntos en el año 2000, que marca un hito histórico en términos de competitividad. Desde entonces, lo que se ha producido es un intenso deterioro que no ha tenido ningún año de respiro. Y es que desde que desde que comenzó la década, el IPC español ha subido, como media, alrededor de un punto más que en el conjunto de la Unión Europea.

A partir de ese momento, según los datos de la Caixa, se produce un brusco cambio de tendencia que ha desembocado en la situación actual. Según la caja de ahorros catalana, el índice de competitividad se sitúa actualmente en el entorno de los 111 puntos, lo que significa que prácticamente se han perdido las dos terceras partes de la competitividad ganada como consecuencia de las devaluaciones.

A este ritmo, al acabar la presente década la economía española volverá a ser tan poco competitiva como lo era antes de las devaluaciones. El problema radica en que si antes la peseta podía depreciarse para ganar competitividad y equilibrar el sector exterior, ahora esa posibilidad ha desaparecido por la incorporación al euro.

Según la Caixa, especialmente relevante ha sido la pérdida de competitividad respecto de la eurozona, “nuestros principales socios comerciales”, que además advierte de que si en lugar del IPC se utilizan los costes laborales unitarios (la relación entre salarios y productividad) también se observaría una evolución “desfavorable”, tanto frente a los países desarrollados como respecto a los países del euro. La caja lo achaca tanto a “un mayor crecimiento de la remuneración por asalariado como a un pobre aumento de la productividad”.

El panorama varía, sin embargo, si en vez de tomar los precios de consumo relativos se consideran los precios de la exportación. Entonces se observa una pérdida de competitividad a principios de los años 90 (como consecuencia de las devaluaciones). Por el contrario, se ha mantenido en niveles estables a partir de 1999, especialmente frente a los países de la zona del euro.

La Caixa explica este fenómeno debido a que la intensificación de la competencia a causa de la globalización, los precios de los bienes y servicios comercializables han tendido a igualarse en los mercados internacionales. Dicho en otros términos, los márgenes de las empresas se han estrechado en aras de no perder cuota de mercado.

[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 18sep06]

Tienda de Libros Radio Nizkor On-Line Donations

DESC
small logoThis document has been published on 19Sep06 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.